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Somos una iglesia que camina en lo sobrenatural y esto quiere decir que creemos en las
manifestaciones del Espíritu Santo, tales como los milagros, las sanidades y la liberación.
A todos los creyentes les han sido dados dones sobrenaturales del Espíritu Santo.
1 Corintios 12:7
“Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho”.
En otras palabras, el Espíritu Santo nos ha dado una manifestación sobrenatural. Lamentablemente, la
mayoría de los cristianos nunca usan sus dones. Te dejo una pregunta: ¿Qué don tienes tu?
Si no lo sabes, pídele a Dios que active los dones que hay en ti y que provea las circunstancias en las
que sus dones saldrán a la luz.
Los dones del Espíritu Santo desarrollan una gracia sobrenatural para los negocios, para la ciencia,
para el ministerio, para cualquier área donde alguien ungido se esté desarrollando, pero siempre con
el fin de establecer el reino de Dios y la edificación de la iglesia.
Es importante que sepas que la unción del Espíritu Santo y la manifestación de sus dones garantiza el
éxito en la vida cristiana.
Recordemos que el ministerio de Jesús comenzó con la unción del Espíritu Santo.
Jesús nos enseña que la unción revela nuestro propósito, por eso dice; “me ha ungido para dar…”.
Siempre la unción del Espíritu Santo trae consigo soluciones, pero principalmente el establecimiento
de su reino.
Los dones del Espíritu son capacidades sobrenaturales que Dios otorga a los creyentes para
edificación de la Iglesia.
Es muy importante que sepas que los dones del Espíritu Santo son manifestaciones completamente
milagrosas que no pueden ser ejercidas sin la intervención de Dios. Esto los diferencía de cualquier
habilidad humana.
Por ejemplo:
El talento musical, no es un don del Espíritu; es un talento, pues en él no hay ningún fenómeno
sobrenatural, aclarando que si el talento musical es interpretado por alguien que tiene la unción del
Espíritu Santo eso haría una gran diferencia, pues sería un talento gobernado por un don
sobrenatural.
Para que un creyente pueda recibir un don espiritual necesita antes ser bautizado en el Espíritu Santo
y así ingresar a la dimensión de las experiencias sobrenaturales con Dios.
Es tiempo que dejemos de ignorar al Espíritu Santo y le pidamos participar activamente en nuestras
vidas. En 1 Corintios 12:1 dice: “Hermanos, no quiero que ignoren lo relacionado con los dones
espirituales”.
El grupo de los dones de revelación, reúne aquellos dones por medio de los cuales Dios comparte su
conocimiento con su Iglesia.
*Palabra de Ciencia:
Es el don por medio del cual Dios comparte el conocimiento de hechos que sucedieron en el pasado
o que están sucediendo en el presente. Este conocimiento se adquiere de manera sobrenatural y más
allá de toda posibilidad humana.
El Espíritu puede revelar cosas como pecado, enfermedades, problemas personales, estados de ánimo
y otras cosas más usando diversos medios para estas revelaciones, como visiones, sueños o una voz
audible.
En este caso podemos ver cómo el Don de palabra de Ciencia se manifestó revelando el pecado de
Ananías y Safira.
En Hechos 9:10-12
“Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y
él respondió: Heme aquí, Señor. Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y
busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora, y ha visto en visión a un
varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista”.
Hechos 11:7 “Y oí una voz que me decía: Levántate, Pedro, mata y come”.
Hechos 10: 19-20 “Y mientras Pedro pensaba en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí, tres hombres te
buscan. Levántate, pues, y desciende y no dudes de ir con ellos, porque yo los he enviado”.
Siempre que se trate de la revelación de hechos pasados o presentes estamos ante la operación del
don de Palabra de Ciencia.
¡Cuidado! Cuando el Espíritu revela pecados de una persona, no es para que se le juzgue ni se
divulgue públicamente dichos pecados, sino para restaurarla con amor o para proteger a la iglesia.
*Palabra de Sabiduría:
Es el don por medio del cual Dios comparte el conocimiento de hechos que acontecen en el futuro.
Hechos 11:28-30
“Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran
hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio. Entonces los discípulos, cada
uno conforme a lo que tenía, determinaron enviar socorro a los hermanos que habitaban en Judea lo
cual en efecto hicieron, enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo.
Hechos 21: 10-11 Y permaneciendo nosotros allí algunos días, descendió de Judea un profeta
llamado Agabo, quien viniendo a vernos, tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo:
Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le
entregarán en manos de los gentiles”.
El don de Palabra de Sabiduría nos revela las cosas que debemos hacer o decir en una situación o
conversación específica que es conforme a los propósitos de Dios, esto no viene de nuestra mente o
inteligencia sino es revelado de una manera sobrenatural por el Espíritu Santo.
Muchas veces los dones de Palabra de Ciencia y de Sabiduría obran juntos. Como el don anterior, este
también puede manifestarse por medio de sueños, visiones o voz audible.
Toda "instrucción” que tiene que ver con la vida de una persona o de la iglesia (matrimonio, viajes,
decisiones, etc.) sólo puede confirmar lo que Dios revela en especial por la Palabra de Dios.
No se debe buscar a las personas con este don para pedirles que oren y averigüen lo que se debe
hacer como quien acude a un adivino.
La manifestación del don no depende de la persona a través de la cual se manifiesta, sino de la
soberanía del mismo Espíritu Santo. Si oramos pidiendo la dirección de Dios, Él tomará la iniciativa si
quiere revelarnos algo, o lo indicará de alguna otra manera.
*Discernimiento de Espíritus:
Es el don por medio del cual Dios revela qué tipo de espíritu es el que está operando en una situación
determinada, si un hecho sobrenatural procede de Dios o de Satanás, permite percibir e identificar la
presencia y el obrar del mundo espiritual, tanto divino como demoníaco y saber por quién está
inspirada la persona que está hablando, si es por Dios, por ella misma, o por un demonio.
En este pasaje podemos ver con claridad que Pablo tenía el don de Discernimiento de Espíritus, no se
dejó llevar por la emoción de una voz que decía “estos hombres son siervos del Dios Altísimo,
quienes anuncian el camino de salvación” al contrario, Pablo recibió la revelación que no era la
muchacha, sino un espíritu inmundo hablando a través de ella y echó fuera el demonio en el nombre
Jesucristo.
Los dones de Inspiración, también llamados de Palabra, son aquellos que Dios usa para comunicar a
su Iglesia un mensaje.
Los Dones de Inspiración se manifiestan más frecuentemente dentro de la congregación porque son
los que aportan mayor edificación a los creyentes.
La enseñanza de Dios impartida a través de los dones de Inspiración otorga mayor instrucción a la
Iglesia que cualquier milagro o revelación de hechos ocultos.
Profecía es una declaración inspirada directamente por el Espíritu Santo a un creyente, con el
propósito de edificar, exhortar y consolar a la iglesia o a una persona.
El don de Profecía puede darse en una reunión de celebración a nuestro Dios, así como en el tiempo
devocional de un creyente y Dios desea hablarle personalmente, también cuando Dios quiere hablarle
a una persona o a muchos juntos a través de alguien reconocido por su don genuino.
La profecía genuina siempre va a estar en armonía con la Palabra escrita de Dios. Dios no puede
contradecirse. La profecía tampoco debe reemplazar la predicación de la Palabra de Dios, sino
complementarla.
*Géneros de Lenguas:
Es el don por medio del cual Dios envía a una congregación un mensaje en lengua desconocida para
ser interpretado.
1 Corintios 14:27
“Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete”.
Aunque las lenguas que se hablan como resultado del ejercicio del don son similares a las lenguas
que se hablan como evidencia de haber recibido el bautismo en el Espíritu Santo, lo cierto es que
entre ambas existe una diferencia de función:
Las lenguas que se hablan como resultado del don tienen interpretación; pero, las que se hablan
como evidencia de haber recibido el bautismo en el Espíritu Santo no tienen interpretación.
Las lenguas que se hablan como ejercicio del don son de una duración limitada, pues deben dar paso
a la interpretación; pero, las lenguas que se hablan como resultado de la llenura del Espíritu son de
duración ilimitada, pues el que las habla no habla a los hombres sino a Dios.
Base bíblica en Hechos 2:4 dice: “Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en
otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen”.
El don de Géneros de Lenguas, es diferente al hablar en otras lenguas como evidencia de haber
recibido el bautismo en el Espíritu Santo.
La razón por la que Dios envía un mensaje a la congregación en lengua desconocida para después ser
interpretado, pudiendo hacerlo de una vez en el idioma local, es para dar una señal a los incrédulos.
Este don está en plural porque hay una gran variedad de lenguas y un creyente puede recibir más de
una.
Veamos los varios usos de las lenguas en 1 Corintios 14, el cual recomiendo leer detenidamente para
enriquecer esta enseñanza.
*Interpretación de Lenguas:
Es el don por medio del cual Dios otorga la interpretación de un mensaje que se dio en lengua
extraña al idioma local.
Los dones de Lenguas y de interpretación son complementarios, pues no puede ejercitarse el don de
Lenguas sin el de Interpretación.
1 Corintios 14:28 “Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios”.
Y, por el otro lado, el don de interpretación no puede operar si no hay lenguas que interpretar.
El don de Interpretación no "traduce" las lenguas extrañas, sino que las "interpreta"; esto trae como
resultado el que, algunas veces, la interpretación resulte mucho más prolongada que el mensaje que
se expresó en lenguas.
De acuerdo a las Escrituras una misma persona puede dar el mensaje en lenguas y enseguida su
interpretación.
1 Corintios 14:13 “Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla”.
El que tiene el don puede interpretar cualquier lengua, siempre que el Espíritu le dé dicha
interpretación en cada caso.
En el ejercicio de los dones de inspiración, siempre cabe la posibilidad de error, por la interferencia de
la mente o de espíritus de error. Pero esta posibilidad no debe de llevar a la iglesia a negar o rechazar
estos dones. Los errores son humanos, no de Dios.
Sólo se debe mantener una alta sensibilidad a la voz del Espíritu por la comunión con Dios y con su
Palabra, y una alta dosis de humildad.
Los dones de poder son aquellos por los cuales Dios realiza obras asombrosas entre sus hijos.
En las Escrituras la manifestación de los dones de poder va precedida por la operación de algún don
de revelación.
A través de un don de Revelación, Dios manifiesta lo que va a realizar, con ello inspira la fe necesaria
para la operación del don de Poder.
*Dones de Sanidades:
Son aquellos dones por medio de los cuales Dios otorga la curación sobrenatural de un enfermo.
Por ser esta curación de carácter sobrenatural se entiende que en ella no existió la intervención de
ningún medicamento como tampoco la de los procesos naturales de recuperación con que Dios ha
dotado al cuerpo humano.
Debes de tener presente que todo creyente debe esperar ver sanidades por el sencillo ejercicio de su
fe, basándose en la obra expiatoria de Cristo y a sus promesas. Pero los dones de sanidades obran de
una manera mucho más notable que la fe general fundamentada en la Palabra de Dios. Y aunque el
fundamento para su operación sigue siendo la misma obra de Cristo, en estos dones se hace
manifiesta en forma más directa, como señales del poder de Dios.
Ejemplos de sanidad:
Hechos 3: 1-7
“Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración. Y era traído un hombre cojo
de nacimiento, a quien ponían cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa, para que
pidiese limosna de los que entraban en el templo. Este, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar
en el templo, les rogaba que le diesen limosna. Pedro, con Juan, fijando en él los ojos, le dijo: Míranos.
Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo. Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro,
pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. Y tomándole por
la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos”.
Hechos 9: 34
“Y le dijo Pedro: Eneas, Jesucristo te sana; levántate, y haz tu cama. Y en seguida se levantó”.
Al leer 1 Corintios 12:9, encontramos dones que tienen pluralidad de nombre, por eso podemos decir
que son varios los dones de sanidades y no un sólo don como en el caso de los demás dones del
Espíritu.
Un creyente que recibe la manifestación de Dios en uno o más de estos dones, puede ser usado por
Dios en la sanidad de ciertas enfermedades, pero no siempre en todas.
El don de sanidad no opera a voluntad de la persona que lo posee, sino en base a las revelaciones
que Dios otorga a tal persona.
Hechos 5:15
“Tanto que sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro,
a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos”.
Aquí vemos la sanidad por la presencia misma de un hombre de Dios a quien se le confió el don de
sanidad.
Santiago 5:14 y 15
Si alguno está enfermo, que llame a los ancianos de la iglesia, para que oren por él y en el nombre del
Señor lo unjan con aceite. Y cuando oren con fe, el enfermo sanará, y el Señor lo levantará.
Por medio de la unción con aceite (que representa al Espíritu Santo) hecha en obediencia al mandato
del Señor.
*Operación de Milagros:
Es aquel don por medio del cual se produce una alteración del curso ordinario de la naturaleza; una
intervención temporal en el orden acostumbrado de las cosas a fin de favorecer los designios divinos.
Por este don pueden suceder milagros cuando la persona lo ordena en el nombre de Jesús o lo
proclama sabiendo con certeza que esa es la voluntad de Dios.
A veces actúa juntamente con otros dones como don de fe o palabra de ciencia o don de sanidad.
Un milagro es algo más allá del proceso de la sanidad espiritual o de las leyes naturales.
Es un suceso que cuenta totalmente con la intervención directa de Dios y que produce resultados que
manifiestan el poder extraordinario de Dios. Por ejemplo, resucitar muertos, transformar agua en vino,
colocar nuevamente o hacer crecer extremidades que faltan, cuando algo está humanamente parido y
una solución ilógica llega tus manos.
Hechos 8: 39 y 40
“Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió
gozoso su camino. Pero Felipe se encontró en Azoto; y pasando, anunciaba el evangelio en todas las
ciudades, hasta que llegó a Cesarea”.
*Fe:
Es el don a través del cual Dios comparte su fe con una persona particular.
Dotado de esta fe absoluta, la persona es capaz de realizar cualquier hazaña sin importar las
sanidades o milagros que se necesiten para su realización.
Es una fe sobrenatural que viene de repente sobre un creyente que sabe que Dios va hacer algo sin
duda alguna y lo proclama.
Puede creer sin duda cosas reveladas en la palabra de Dios (aún del pasado) más que otras personas,
en determinado momento y aplicarlas a la situación presente.
No es la fe salvadora, ni la fe en algo (yo tengo fe que todo irá bien o que este auto no se romperá),
sino es un momento de fe sobrenatural que viene del Espíritu Santo.
Mateo 17: 20
“Jesús les dijo: Por su poca fe; porque de cierto les digo, que si tuvieran fe como un grano de
mostaza, dirán a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada les será imposible”.
Oración:
Espíritu Santo nosotros procuramos los dones, pero sabemos que la repartición es por tu gracia y
soberanía, hoy te pido que si está en tu voluntad otorgarme esta gracia, estoy dispuesto a ser
responsable y trabajar para la edificación de tu iglesia, en el nombre de Jesucristo, amén.