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Leccion 2

Dios Cuida

La preparación: Estudia Salmos 23.


Medite en el cuidado de Dios para ti. Encuentre una mascota favorita vivo, enjauladó o de otro modo, que usted
puede mostrar a los niños. Si esto es imposible busque un retrato grande de uno.

Sermón: Muestre el animal favorito a los niños. Hable acerca de lo que es y las cosas que se tienen que hacer
para cuidar de ello. ¿Pregunta: "Tienes una mascota favorita? Cuidas de tu mascota?" Di, "Yo te diré un cuento
acerca de una oveja. Fingiré ser la oveja. Escucha todas las cosas que el buen pastor hace para su rebaño."

Soy una oveja. Pertenezco a mi buen pastor, David. Yo nunca me preocupo por algo que comer. Mi pastor
David siempre encuentra campos agradables y grandes de césped, verde y jugoso para mí. David siempre sabe
lo que es mejor para mí. El sabe que el día comienza a ponerse muy caliente cerca de las 10:00 de la mañana.
Me pongo sediento y cansado. Pero David sabe que si me da calor y bebo agua con el estómago repleto, yo me
enfermaré. El me hace que me acueste y descanse. Desde que yo no puedo comer acostándo yo no me hartaré y
no llegaré a estar enfermo.
Las plantas venenosas y plantas con espinas filosas que pueden atascarse en mi nariz crecen en el césped. Sin
embargo, yo nunca temo porque David va adelante de mí, y saca esas plantas del suelo, y los quema. Estoy tan
atemorizado del agua corriendo rápidamente. Si llego a caer en la corriente, mi abrigo grueso de lana llegaría a
ser tan pesado que me hundiría. Además, yo no soy un buen nadador. David siempre me lleva a charcos y
piscinas de agua quieta. El puede aún poner piedras en una corriente de la montaña para hacer una piscina de
agua donde yo no tendré miedo de beber. Yo no veo muy bien y me pierdo fácilmente. Pero nunca estoy
atemorizado de salir, porque mi pastor siempre me dirige a los lugares a los que él me quiere llevar. El sabe
todos los senderos buenos. Soy muy debil y no puedo protegerme. A veces el peligro amenaza nuestro rebaño
pero nunca estamos atemorizados de ello. David está con nosotros. Recuerdo tiempos cuando leones y osos
trataron de agarrarnos. David utilizó su vara pesada para matarlos. Si ibamos a caernos de la orilla de un
precipicio en la montaña, David me podía agarrar con la curva de su callado y llevarme a la seguridad. Yo me
siento seguro con él protegiendome. Mi gozo es tener a David cercano. Me gusta acariciar su tunica. El me
acaricia la cabeza y frota mis orejas. Sé oye su voz cuando él habla y aunque yo no lo veo, sé que él está allí. Es
maravilloso tener a un pastor como David.

Respuesta: Pregunte: "¿Era David un pastor bueno? ¿Cómo? "Así como David cuidó de su oveja, así es el
cuidado de Dios para nosotros. ¿Como te cuida Dios? ¿Qué te da El?"

Oración: Gracias, Dios, por cuidar de nosotros. En el nombre de Jesús, amén.

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