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La Guerra de Corea

La guerra de Corea fue un conflicto bélico entre Corea del Sur y Corea del Norte que tuvo lugar entre 1950 y 1953, en el

contexto de la Guerra Fría. Ambas partes recibieron la ayuda de distintas potencias mundiales, por lo cual se formaron dos

grandes bandos

La guerra de Corea, que ha quedado inmortalizada en la pintura Masacre en Corea realizada por Pablo Picasso, provocó

más de 3 millones de muertos y se saldó con la firma de un armisticio que restableció las fronteras anteriores al conflicto

bélico
Cuando, tomados de las manos, los líderes coreanos cruzaron dos veces sobre la marca que divide sus países, pareciero

haber enterrado las reservas generadas por la siembra de odios que significó la Guerra de Corea, que ocasionó alrededor de

cuatro millones de bajas y ratificó la división del país. Durante la Guerra Fría esta zaga se reforzó por los estereotipos
anticomunistas y anticapitalistas que, junto con las intromisiones extranjeras en ambos lados, complicaron la relación
bilateral.

además de la independencia con la que han actuado, lo más significativo de estas conversaciones fue la rapidez con la que se
negociaron y organizaron, la amplitud de la agenda, que no excluyó ningún tema, y la buena fe con que dos jefes de Estado
que presuntamente eran enemigos irreconciliables, actuaron para –en unas horas– resolver asuntos pendientes desde hace
más de 60 años.

Para no frustrar sus esfuerzos, los líderes obviaron el tema de la presencia de tropas estadounidenses en Corea del Sur,
avanzando en los temas nacionales más significativos.

La perspectiva de la firma de un acuerdo de paz, la desnuclearización, el restablecimiento de las comunicaciones, tanto por
carretera como por ferrocarril, el reinicio de la cooperación económica, y las facilidades para los encuentros entre familias
separadas, deportistas y artistas de ambos lados a mediano plazo, podría, aunque falta mucho camino por recorrer, conducir
a la reunificación pacífica del país, lo cual tiene potencial para influir en el clima político del área, incluso del mundo.

No obstante, el camino no será fácil. Una Corea reunificada que, sobre la base de instituciones democráticas, economías
abiertas y posibilidades de realización humana para todos sus ciudadanos, sume los recursos, el talento y la laboriosidad de
todo el país, tendrá un enorme impacto en la economía global, y en la misma medida que será fuente de paz y felicidad,
también es posible que encuentre adversarios que prefieren la división y lucran políticamente con los climas beligerantes.

Llegar a las metas más ambiciosas, todas a la vista, requerirá de estos estadistas disposición para tomar riesgos, entereza
para resistir presiones, capacidad para vencer provocaciones, y valor para sobreponerse a enormes pruebas. Por el momento,
en lo fundamental, Corea podría llegar a dejar de estar dividida, y de lograr la unificación, ambos líderes se han colocado del
lado correcto de la historia

Adrian Martinez Monfil --- Aracely Guso --- José Vasconcelos

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