Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
de la Mar, se alza con una hermosa estructura física y con un inconmensurable lema “La Casa
de los Saberes”, es la ahora Sede de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV) núcleo
Nueva Esparta, anteriormente conocido como un ambicioso proyecto de complejo turístico que
pretendía recibir cruceros de todas partes del mundo.
Lo que hoy se lleva a cabo en esta sede, es una Casa de Estudios llamada a formar y
contribuir con la Patria los futuros líderes profesionales en socialismo. Fundada por nuestro
entrañable Comandante Eterno Hugo Chávez Frías en fecha julio de 2003, para fungir como
punta de lanza de la Misión Sucre, actualmente bajo la tutela de nuestro Presidente de la
República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros y el Ministerio de Educación
Universitaria, Ciencia y Tecnología. En ella, se imparten valores humanistas adecuados a la
realidad de la Patria, siguiendo el legado del Líder Supremo de la Revolución Bolivariana en
Venezuela.
Una historia que comienza a inicios de la década de los 1990, sitio popularmente
conocido como Mercado de Porlamar, Muelles de Tablas, Plaza Sucre y la Sirena de Porlamar…
juntos daban vida al antiguo Casco Histórico de la Ciudad y es a mediados del año 1992 cuando
se inicia la demolición de las antiguas estructuras populares donde hoy se erige la UBV núcleo
Nueva Esparta.
Puerto de la Mar fue concebido y diseñado como parte de una estrategia para recuperar y
revitalizar una de las áreas más abandonadas y decaídas de la Ciudad de Porlamar: El Frente
Costero de su Casco Tradicional.
Puerto de la Mar fue pensado como una Ciudadela dentro de la Ciudad. Ubicada en el
corazón del Frente Costero de Porlamar, justo al principio del principal paseo peatonal y
comercial de la Ciudad, a sólo cinco cuadras de Plaza Bolívar, la Plaza ceremonial y espacio
público más importante.
El Centro de la Ciudad es un sector urbano muy denso, con cientos de tiendas, que ha
venido sufriendo un deterioro progresivo. Degradación urbana intensificada desde el momento
que grandes Centros Comerciales fueron apareciendo, llevándose la «Energía de la Ciudad»
hacia el Este suburbano.
Esta historia comienza en 1991, cuando al arquitecto Folco Riccio le encargaron diseñar
un puerto de cruceros en la isla de Margarita. Su primera tarea sería buscar el lugar ideal para
ubicarlo.
Folco escogió ubicar el puerto frente al casco histórico de la ciudad de Porlamar, una zona
llena de carencias y potencialidades con una historia de sucesivos abandonos y agresiones.
Planteó la ubicación del puerto de cruceros como una pieza que revitalizaría y sanearía
ambientalmente uno de los sectores más descuidados y deprimidos del estado Nueva Esparta:
el casco tradicional de la ciudad de mayor escala de la isla junto a su elegante y majestuoso,
subutilizado, y, para la época, contaminado borde costero.
Era sin duda una estrategia impostergable, para una ciudad llamada con ancestral orgullo
“Por-la-mar”, la tarea de rescatar la memoria del antiguo muelle y, a partir de este punto,
ordenar una ciudad tan caótica y mustia que se hacía invivible para el habitante e invisible para
el visitante.
El éxito del lugar jugaría un papel importante en el drama que se avecinaba. Cuando
Gadafi vino a Venezuela en el 2009, el gobierno decidió, por razones de seguridad, recibirlo en
la isla de Margarita. La prensa describió el sitio elegido como “un antiguo complejo portuario”.
Las cualidades post-historicistas funcionaban demasiado bien y ya se le consideraba un
monumento del pasado.
En octubre del 2008, un año antes de la ceremonia para celebrar las virtudes de un
dictador que sería derrocado por su pueblo dos años después, el presidente Chávez realizó una
visita a Puerto La Mar y quedó muy impresionado con la generosidad de los espacios. El
presidente había declarado que el lugar sería sede de una futura Universidad del Mar.
La iniciativa de Folco era justamente concebir el centro y la costa de Porlamar como una
unidad que integrara lo comercial, lo residencial, lo hotelero, el puerto, lo educacional, junto al
simple placer de recorrer un urbanismo con raíces históricas y la palpitante complejidad de una
ciudad.