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Juegos de agua

Así de simple: un juego de agua es un juego donde interviene el agua. Los hay de todo tipo y para todas las edades. E
incluso se pueden adaptar otros juegos que nos gusten.

Tan sólo se tiene que añadir la variante del agua y cambiar elementos como una pelota o cintas, por globos, vasos de
plástico o botellas llenas de agua.

» Para los más pequeños

1. La fuente de agua
Suavemente, echar agua al bebé por encima de la cabeza, avisándole de que se va a mojar.

2. Las olas
Con el bebé en el agua boca abajo, provocar olas con la mano, hasta que le toquen en la cara con el movimiento del vaivén.

3. Objetos flotantes
Introducir en el agua pelotas, burbujas, tablas, manguitos y otros objetos o juguetes que floten y jugar con ellos a
hundirlos, tirarlos…

» De 3 a 6 años

¿Cómo es el agua?
Llenar con agua jarros, botellas de diferentes medidas, contenedores y otros recipientes que se nos ocurran con embudos,
cucharas, bayetas, trapos, etc., para que los niños experimenten con el agua y expliquen lo que sienten.

¿Hacemos burbujas?
Incluso se pueden hacer con un vaso de agua y cañas para beber, aunque podemos hacer la actividad más sofisticada con
jabón, tubos de diferentes medidas y otros recipientes. Se trata de descubrir que se pueden hacer burbujas con tan sólo
agua y aire, que para que aguanten más rato hace falta jabón, que son de diferentes tamaños según el tubo que se utilice,
etc.

El juego se puede complicar para niños mayores, utilizando alambres. Manipulamos los alambres hasta darles formas
geométricas, dejando un trozo para que sirva de mango, y empaparlos con agua y jabón para hacer burbujas.

¿El hielo es agua?


Se necesitan recipientes, cucharas, cubitos de hielo y pinzas para cogerlos. Cambiándolos de un lado a otro y dejando que
se deshagan, descubriremos que, efectivamente, el hielo es agua.

¿Qué cosas flotan?


Hundir en el agua objetos que flotan, como los tapones de corcho, pelotas o cucharas de madera, y otros de inmersión,
como llaves, tapones de metal o esponjas, y experimentar con ellos.

El juego sirve con niños de 4 a 6 años, con más preguntas y reflexiones.


Hagamos mezclas
Ahora haremos papillas con tierra y agua, en otro ejercicio de experimentación con los sentidos del tacto. Se pueden utilizar
otros elementos que cambien las propiedades en contacto con el agua, como la harina, algún material efervescente que no
sea nocivo, etc.

También se puede jugar a esto con niños más mayores.

» Juegos adaptados

Duelo a cinco metros


Se hacen dos equipos. Se enumeran los participantes y se colocan a unos 10 metros cara a cara. A la misma distancia entre
unos y otros habrá un globo de agua por cada equipo dentro de un círculo. Cuando el monitor diga un número, los dos
miembros del equipo tienen que correr a buscar su globo y tirarlo contra el rival, sin salir del círculo. A ver qué equipo moja
más.

Caza a ciegas
El cazador es un niño o una niña, con los ojos tapados y un globo de agua en las manos. A su alrededor corre el resto del
grupo, hasta que el cazador o cazadora de en medio diga STOP. Entonces todos paran. Quién para puede preguntar dónde
están, y el resto marcará su posición con algún ruido. El cazador ciego tendrá que tirar el globo de agua para tocar alguno y
las presas sólo podrán hacer tres saltos para evitarlo.

Con el globo de agua al cuello


Por parejas, y un pequeño circuito, más o menos complicado, se tienen que transportar globos de agua con la ayuda de la
barbilla y el pecho.

La sábana que tapa


Se crea un campo dividido en dos. En medio, se pone una sábana que impida ver el otro lado. A lado y lado, estarán los dos
equipos, distinguidos por colores. Con globos de agua del color correspondiente, cada participante tendrá que tirar su globo
con la intención de que explote al otro lado. La misión es conseguir que no exploten en tu campo y recuperar el máximo
número de globos del equipo contrario. Por lo tanto, gana el equipo que acabe con más globos del contrario.

El gato y el ratón
Se colocan los participantes en círculo, sentados en el suelo. A uno de ellos, el gato, se le da un globo de agua y a otro, que
hará de ratón, un vaso lleno de agua. La idea es que el gato atrape el ratón y para ello, el globo de agua y el vaso tendrán
que pasar de mano en mano hacia el lado que diga el monitor. Cuando el gato-globo atrape al ratón-vaso, el niño o niña
que tenga el vaso en la mano se tiene que tirar el vaso de agua por encima. Es mejor que para este juego no haya más de
quince participantes, sino se hace pesado.

Pepes y Marías
Este juego es para 20 o 30 participantes. Se reparten en dos grupos iguales y se colocan en dos filas, cara a cara. Uno son
los Pepes y el otro las Marías, aunque no se trata de hacer equipos por sexos. Cuando el monitor da la señal, los dos grupos
avanzan hacia delante, hasta que llama a uno de los dos equipos, las Marías, por ejemplo, que entonces tienen que atrapar
a los Pepes. Cuando una María atrapa a un Pepe, tiene que mojarle con una jeringa de agua, y entonces éste pasa a ser del
equipo contrario. Gana el equipo que consigue más miembros.

El depósito agujereado
De ocho jugadores como mínimo. Se vuelven a repartir en dos grupos iguales y se colocan en dos filas, a cada punto del
patio o del sitio donde se juegue. Cada equipo cuenta con un espacio determinado. Se trata de llenar el recipiente del
campo contrario con el agua del cubo en campo propio. La dificultad está en que el agua se traslada en vasos agujereados y
que en campo contrario se puede ser atacado, con objetos de agua, por los miembros del equipo contrario. Gana el equipo
que antes llena el recipiente.

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