Comprensión y Producción de Textos

2022-1

DEPARTAMENTO ACADÉMICO DE MINERÍA, PROCESOS

QUÍMICOS Y METALÚRGICOS

CARRERA DE OPERACIONES MINERAS

COMPRENSIÓN Y PRODUCCIÓN DE TEXTOS

TEMA: Ensayo Argumentativo

TÍTULO: Pena de muerte para violadores en el Perú

INTEGRANTE: Ccapa Cuti, Edgar

DOCENTE: Linares Pacheco, Manuel

Arequipa, Perú

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Pena de muerte para violadores en el Perú

“La pena de muerte es una transgresión de los derechos humanos. Respecto a otras

violaciones de los mismos, como por ejemplo la tortura, las ejecuciones extrajudiciales o las

“desapariciones”, la pena de muerte no se oculta ni se niega; al contrario, forma parte de las leyes

del país que la aplica. Es la negación máxima de los derechos humanos porque viola el derecho

fundamental a la vida proclamado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos”, dijo la

organización Amnistía Internacional. Quienes están en contra de su aplicación, declaran que esta

pena va en contra de los derechos humanos de las personas, sin embargo, la pena de muerte se

aplica cuando el delito es muy grave, por ende, el castigo corresponde a la gravedad del mismo, del

mismo modo, siendo una forma de prevenir que se sigan cometiendo delitos graves. Al respecto,

considero que la pena de muerte a los violadores alude a una mejor rentabilidad económica, porque

ni el Estado ni nosotros debemos pagar el mantenimiento de las cárceles, así también, es un

beneficio como medida preventiva, ya que intenta disuadir a quienes quieran cometer este tipo de

atrocidades.

La falta de compromiso del estado, sobre la problemática referida a las violaciones que

atenta contra los derechos y el desarrollo normal de nuestros niños, es una verdad social cada vez

más latente en nuestra actualidad. La violación sexual es un problema visible en nuestro país y

presenta cifras muy alarmantes. No obstante, hay quienes piensan que esto se da por consentimiento

de la otra persona o que simplemente se encontraban en estado etílico. Ante esto, la Policía

Nacional del Perú, en el año 2018 se registraron, a nivel nacional, 5,384 denuncias por violación de

la libertad sexual. Lamentablemente estas cifras no representan la totalidad de casos de violación

sexual, ya que muchas mujeres no denuncian estos hechos por represalias de sus agresores. Es decir

que más del 76% de las violaciones sexuales tienen como víctimas a niñas entre 5 y 10 años, y el

90% de ellas quedan en la impunidad. Las violaciones sexuales no son un fenómeno nuevo en el

panorama de la inseguridad ciudadana que se vive en la actualidad de nuestro país; principalmente

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para los menores de edad, quienes son las principales víctimas de este flagrante delito. En el mundo

entero son 24 los países que condenan con pena de muerte a los sentenciados por violación sexual.

En cambio, en nuestro país, las alarmantes cifras de violaciones sexuales mantienen el debate

abierto sobre si esta pena es la más justa para los sentenciados por este crimen.

Las leyes en nuestro país son muy permisivas y contradictorias al momento de emitir una

sentencia. Si bien es cierto que hoy en día se ha fijado cadena perpetua para el caso de los delitos

cometidos por violación; muchas veces la justicia peruana falla en contra del agraviado por

violación, y a pesar de contar con todas las pruebas suficientes que delatan al violador, parecieran

no ser suficientes y falla a favor del condenado, siendo esta sentencia cuestionada y repudiada por

la ciudadanía en general. No obstante, hay quienes creen que imponer la pena capital es un acto

atroz a la humanidad. Actualmente las estadísticas demuestran un alto índice de violaciones, el 78%

de víctimas de violación sexual está conformado por menores de edad, según un estudio realizado

por el Programa de Investigaciones Criminológicas y Análisis Prospectivo del Ministerio Público,

que abarca el periodo 2012 – 2018. Por esto el antropólogo Raúl Castro afirma lo siguiente: “La

tolerancia social frente a estos actos abominables debe ser cero”. La situación actual del debate

sobre la pena de muerte en el Perú sólo puede ser bien comprendida si se tiene en cuenta el contexto

social, político, legislativo del país. A pesar de que, esta no es la primera vez que se discute en

nuestro país y entra en debate la aplicación de la pena de muerte para todo aquel que incurre en el

acto de violación. Por esta razón, hoy en día todos fuimos testigos como un Juez Supremo corrupto

(Hinostroza) se burlaba de todo el país y negociaba la libertad de un violador en flagrante delito,

absolviéndolo de toda culpa a costa de una cantidad de dinero y fallando en contra del agraviado

por violación. Sin lugar a dudas, China es un país de ejemplo, ya que es riguroso contra los

violadores, donde la pena de muerte es muy drástica e ineludible para estos delitos.

Algunos especialistas sostienen que la pena capital solo puede aplicarse por el delito de

traición a la patria en caso de guerra, y terrorismo; designado por nuestras leyes y a los tratados de
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los que el Perú pertenece. Así mismo, nuestra Constitución de 1993, indican que el asesinato y la

violación nunca tuvieron como sanción la pena de muerte, lo que significa que aplicar esta medida

está prohibido para nuestro país. Sin embargo, ese razonamiento distorsiona nuestra realidad,

porque en estos momentos, la violación es pan de cada día y no se tiene un castigo acorde a las

circunstancias. Por ende, los violadores deberán ser castigados con la pena de muerte ya que es

imposible restituir el daño moral causado a la víctima de la agresión sexual y a la familia en su

conjunto. Por ello, surgen diversas propuestas de reforma constitucional y legal, respaldadas por

especialistas, en los que se hacen diversas argumentaciones para defender la inclusión de la pena

capital en el sistema penal peruano, lo que ha generado toda una corriente popular favorable a la

pena de muerte, como lo sostiene el periodista Aldo Mariátegui, “…estoy de acuerdo con la pena de

muerte para todos aquellos (violadores de niños, homicidas, terroristas, cabecillas del narcotráfico y

secuestradores) que atacan con violencia atroz los valores que más debemos proteger en la

sociedad, acepto la pena de muerte porque no creo que este tipo de personajes sean redimibles, voto

por la pena de muerte porque creo en la democracia y en lo que quiere la mayoría…”. Asimismo, la

pena de muerte es disuasiva e intimidante hacia los criminales (lo sostiene el Premio Nobel de

Economía Gary Becker y el profesor Gordon Tullock, Universidad de George Mason).

En conclusión, la pena de muerte a los violadores es disuasiva e intimidante, porque en

nuestra actualidad no existe el compromiso del Estado ante esta problemática, por el cual empeora

día con día y, además, nuestras mismas leyes son permisivas y contradictorias cuando se emiten la

sentencia, lo cual genera desconfianza e ineptitud en nuestro sistema judicial. Por ello, es

importante destacar que la pena capital es consecuencia jurídica y directa de la comisión de un

delito o falta grave, por ello, su aplicación es el resultado de la transgresión de los valores de los

más vulnerables de nuestra sociedad, ya que es intratable restituir el daño moral, social y ético

causado a la víctima.