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La programación quirúrgica es uno de los componentes más importantes de la gestión de un centro quirúrgico ya que afecta a otras áreas del hospital. Existen diferentes métodos de programación como la programación abierta, en bloque o mixta, cada uno con ventajas e inconvenientes. Un objetivo razonable es utilizar los quirófanos al menos 10 horas diarias entre semana para optimizar los recursos.
La programación quirúrgica es uno de los componentes más importantes de la gestión de un centro quirúrgico ya que afecta a otras áreas del hospital. Existen diferentes métodos de programación como la programación abierta, en bloque o mixta, cada uno con ventajas e inconvenientes. Un objetivo razonable es utilizar los quirófanos al menos 10 horas diarias entre semana para optimizar los recursos.
La programación quirúrgica es uno de los componentes más importantes de la gestión de un centro quirúrgico ya que afecta a otras áreas del hospital. Existen diferentes métodos de programación como la programación abierta, en bloque o mixta, cada uno con ventajas e inconvenientes. Un objetivo razonable es utilizar los quirófanos al menos 10 horas diarias entre semana para optimizar los recursos.
La programación quirúrgica es uno de los componentes más importantes
de la gestión de un centro quirúrgico ya que tiene una gran repercusión sobre el hospital. El modo de programación determina el funcionamiento de otras áreas: administrativos encargados de la citación de los pacientes, servicios de admisión y de preparación de los pacientes para la cirugía, las unidades de recuperación postquirúrgicas, servicios de hotelería del hospital, etc. Entre las prioridades que se deben marcar los responsables de la programación están la satisfacción del paciente y de los profesionales, sin olvidar que se debe conseguir utilizar con eficacia los recursos que se ponen en juego. Un quirófano de cirugías programadas debería poder ser utilizado en sesiones de mañana y tarde, para rentabilizar sus costosas instalaciones, equipamiento y mantenimiento. Sin embargo, para ello es preciso que el equipo quirúrgico así como otro personal de planta y recursos del hospital estén disponibles. Un objetivo razonable para la utilización de los quirófanos programados podría ser de al menos, 10 horas todos los días laborables y 7 horas los viernes, lo que permitiría una utilización de 47 horas por quirófano y semana. La utilización del quirófano programado por semana puede ser notablemente mayor. El siguiente paso en la programación es el reparto entre los servicios quirúrgicos o los cirujanos del tiempo de quirófano. Por último, se debe fijar el orden en que se programarán los pacientes en una sesión quirúrgica concreta. CIRUGIA PROGRAMADA El tiempo de quirófano disponible para la cirugía programada se puede distribuir entre los servicios quirúrgicos: PROGRAMACIÓN ABIERTA: el tiempo se va reservando según es demandado por los servicios quirúrgicos. El único criterio de prioridad es el orden de la solicitud de programación sin distinción en cuanto a la especialidad quirúrgica o el quirófano concreto. Es un sistema poco eficiente desde el punto de vista de los cirujanos ya que, a no ser que dispongan de suficiente número de casos para programar con bastante antelación un determinado servicio quirúrgico o un determinado cirujano puede tener los casos de un día repartidos entre distintos quirófanos y con tiempos muertos entre ellos. Además las especialidades quirúrgicas que pueden programar la mayoría de sus intervenciones con mucha antelación acaparan los mejores horarios y pueden hacer que especialidades en las que la mayoría de los casos son urgentes semiurgentes tengan dificultad para programar. PROGRAMACIÓN EN BLOQUE: consiste en asignar a un servicio quirúrgico o a un cirujano un período de tiempo de un quirófano lo que le permite ir añadiendo casos según se le van presentando. Este sistema permite al cirujano o al servicio quirúrgico tener una continuidad en la asistencia en tiempos muertos pero tienen el inconveniente de que se puede perder mucho tiempo de quirófano si no se rellenan de actividad de los bloques de tiempo asignado. Con este modo de programación el conflicto suele surgir en el modo de repartir los bloques de tiempo y la duración de los mismos. Si el reparto se hace por primera vez en un centro en el que anteriormente se programaba de modo abierto se suele hacer analizando la utilización de los quirófanos por las distintas especialidades o por los cirujanos en el período anterior y revisando períodicamente la utilización de los tiempos de los períodos asignados. El modo más rentable de asignar los tiempos es asignarlo a un servicio quirúrgico de una especialidad concreta ya que de este modo se consigue una mayor utilización de los quirófanos. Una vez hecho esto el servicio quirúrgico puede asignar el tiempo entre sus cirujanos de modo abierto, lo que aún es más rentable por bloques. PROGRAMACIÓN ABIERTA La programación en bloque tiene el inconveniente de que al realizarse la programación con mucha antelación es difícil programar los casos de una urgencia relativa, que necesitan cirugía en uno o dos días y las intervenciones en que tengan que participar varios equipos quirúrgicos. Estos problemas se pueden evitar reservando una determinada cantidad de tiempo como programación abierta. El momento de cierre de programación no tiene por qué ser el mismo en todos los quirófanos y puede ser más próximo al día de la cirugía en los quirófanos en los que se opere una especialidad con cantidad de casos de relativa urgencia como son la cirugía cardíaca o vascular. Los quirófanos en general son polivalentes y por sus características en la disponibilidad de recursos humanos y técnicos no se deben compartimentar, su utilización en base a especialidades, debiendo ser ofertados al conjunto de servicios quirúrgicos de la institución. La programación de un día concreto para un quirófano dado debe tener en cuenta diversos factores: Si se programa comenzando con la cirugía más larga y se deja para el final las más cortas la hora de comienzo de estas pueden variar en un rango muy amplio, lo que exigirá que los pacientes ingresen con mucha antelación y posiblemente tengan que esperar mucho tiempo para ingresar al quirófano. Esto tiene como consecuencia un aumento de la ocupación de camas de ingreso preoperatorio. Con este modo de programación disminuye el número de prolongaciones, ya que será más fácil cambiar el quirófano asignado para los procedimientos más cortos en caso que se prolongue el primer caso más de lo previsto. El sistema contrario, programando los casos más cortos, consigue una mejor utilización de las camas de recuperación posquirúrgica evitando el período de baja utilización a primera hora del día. En cualquier caso y siempre que sea posible, a primera hora se programarán los niños y los pacientes diabéticos para evitar las prolongaciones de los períodos de ayuno. Predecir con la mayor exactitud posible la duración de las cirugías es uno de los factores más importantes de la programación, pues mejora la utilización de los quirófanos.