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Documento 1.

1b - OsteoArtrología de Viscerocráneo y Neurocráneo

Hueso Esfenoides

El hueso esfenoides está en el medio de la base craneal, lo que le permite articular con todos los
huesos del cráneo y con algunos de la cara. Es un hueso irregular, neumático, que puede dividirse en 4
porciones para su estudio: presenta un cuerpo de ubicación central del cual nacen a cada lado 2 alas menores y
2 alas mayores, y hacia caudal los procesos pterigoides.

Cuerpo esfenoidal: se presenta neumático alojando a los senos esfenoidales separados por un septo
intersinusal esfenoidal, y de variable configuración. Tiene forma cúbica alargada anteroposteriormente, está
excavado superiormente por la silla turca que se presenta resguardada en cada uno de sus 4 ángulos por los
procesos clinoides anteriores y posteriores. La silla turca incluye, de anterior a posterior, diversos accidentes:
tubérculo de la silla, fosa hipofisiaria y dorso de la silla [lámina cuadrilátera esfenoidal].

Posterior al dorso de la silla, el hueso esfenoides se continúa con el hueso occipital, formando el clivus;
en este punto se verifica la sincondrosis esfenooccipital (cartilaginosa, sincondrosis) que se presenta osificada
completamente a partir de los 20 años de edad estableciéndose el diámetro anteroposterior de la cabeza.
Eventualmente, podrían presentarse procesos clinoides medios de los cuales nace un puente óseo hacia uno u
otro proceso clinoides, configurando forámenes especiales.

La cara superior presenta, en su parte anterior, una superficie plana llamada yugo esfenoidal que se
encuentra separada de la fosa hipofisiaria por el limbo esfenoidal, relieve correspondiente al borde posterior
del yugo esfenoidal, y el surco prequiasmático, surco transversal que termina lateralmente en los canales
ópticos. A cada lado de la silla se nota un surco anteroposterior, huella del paso de la arteria carótida interna:
surco carotideo [canal del seno cavernoso]. Por detrás de este surco destaca la língula esfenoidal.

La cara anterior del cuerpo esfenoidal presenta en la línea media una saliente ósea vertical llamada
cresta esfenoidal destinada a articular con la lámina perpendicular del hueso etmoides; hacia abajo, esta cresta
termina particularmente saliente: rostro o pico esfenoidal, que articula con el vómer (fibrosa, sutura,
esquindilesis esfenovomeriana). A cada lado de esta cresta se observa la abertura del seno esfenoidal.

Alas Menores: horizontales y triangulares, cada una tiene su base ubicada a cada lado del yugo esfenoidal,
además de horadada por canal óptico [foramen]. Estas pequeñas alas forman parte del techo de cada órbita
junto a las fosas orbitarias del hueso frontal y se encuentran separadas del ala mayor por la fisura orbitaria
superior [hendidura esfenoidal]. En estricto rigor, en esta porción corresponde nombrar los procesos clinoides
anteriores.

Alas Mayores: amplias e irregulares, presentan 5 caras. Cada ala, vista en el plano coronal, presenta forma de
L, siendo posible así distinguir 3 caras (2 exocraneales y 1 endocraneal): la cara infratemporal, horizontal, y la
cara temporal, vertical, son exocraneales y se encuentran separadas claramente por la cresta infratemporal
[esfenotemporal] que correspondería al ángulo de la L; la cara cerebral es la cara endocraneal, amplia y
cóncava, y en ella no se distingue este ángulo. Está dotada de numerosas comunicaciones, foramen redondo
[agujero redondo mayor], foramen oval y foramen espinoso [agujero redondo menor, esfenoespinoso], que
dan paso a estructuras nerviosas y vasculares entre la cavidad craneal y diversas fosas.

En relación al foramen oval es posible observar pequeños forámenes inconstantes: foramen venoso [de
Vesalio] por anteromedial, y foramen petroso [conducto innominado de Arnold] inmediatamente por
posterior. Cabe señalar que estas caras exocraneales forman parte de fosas homónimas –fosa temporal y fosa
infratemporal- y prestan inserción a importantes músculos de la masticación: músculo temporal y cabeza
superior del músculo pterigoideo lateral, respectivamente.

Por otra parte, en una vista anterior, es posible distinguir las 2 caras restantes, también exocraneales:
la cara orbitaria, amplia, cuadrangular, forma parte de la pared lateral de la órbita, y la cara maxilar, pequeña,
medial, mira hacia la maxila y está atravesada por el foramen redondo.

Entre estas 5 caras es posible distinguir algunos bordes, que en articulación constituirán suturas y
algunos importantes puntos craneométricos, destacando: el margen zigomático que separa la cara orbitaria de
la temporal y articula con el hueso zigomático; el margen frontal se corresponde con una carilla triangular del
hueso frontal; el margen parietal para articular con el hueso homónimo; y el margen escamoso para la escama
del hueso temporal. Este último margen termina hacia posterior como espina del hueso esfenoides, también
en relación a porciones del hueso temporal. Muy próximo a este punto también se observa el surco de la tuba
auditiva.

Procesos Pterigoides: descienden verticalmente, bajo el cuerpo esfenoidal y las alas mayores. Cada una
presenta una lámina medial y otra lateral que se unen por delante, determinando la formación de la fosa
pterigoidea abierta hacia posterior, lugar de origen del músculo pterigoideo medial [interno, mayor]; en la
parte más alta de la fosa se encuentra la fosa escafoídea (navicular) que toma relación con el cartílago de la
tuba auditiva y presta origen al músculo tensor del velo del paladar [periestafilino externo,
esfenosalpingoestafilino].

En el extremo caudal de la lámina medial existe el hámulo pterigoídeo [gancho] sobre el que se refleja
el tendón del músculo tensor del velo palatino, y donde se inserta el rafe pterigomandibular
[buccinatofaríngeo].

La base del proceso pterigoides se encuentra atravesada anteroposteriormente por el canal


pterigoídeo [conducto vidiano].

En la parte más elevada de la lámina medial se observa una lámina ósea, proceso vaginal, que presenta
el surco palatovaginal en su cara inferior y que se verá completado en el cráneo articulado por el proceso
esfenoidal del hueso palatino, constituyéndose el canal palatovaginal [conducto pterigopalatino]. Asimismo,
más medial aún y en relación con su cara superior, presenta el surco vomerovaginal que, en articulación con las
alas del vómer, se completa como canal vomerovaginal [esfenovomeriano lateral]; los 3 canales mencionados
sólo son visibles por exocráneo.

En la separación de ambas láminas, llamada incisura pterigoídea, se interpone el proceso piramidal del
hueso palatino, completando la fosa pterigoídea. Es de notar que los procesos pterigoides participan en la
constitución de la fosa pterigopalatina (por su cara anterior) y de la fosa infratemporal (por la cara externa de
su lámina lateral).

Hueso Occipital

Tiene forma de rombo y presenta una cara exocraneal y convexa, y otra endocraneal y cóncava que se
relaciona con el cerebro y cerebelo. En relación al foramen magno [occipital] se distinguen 3 porciones: una
porción anterior a este agujero, porción basilar; 2 porciones laterales; y la escama occipital [concha occipital],
de ubicación posterior a él.
Porción Basilar: es una saliente dispuesta horizontalmente hacia adelante y que se une al dorso de la silla del
hueso esfenoides mediante la articulación cartilaginosa ya mencionada, cuya osificación determina el diámetro
anteroposterior del cráneo.

Por su cara exocraneal, inferior, se presenta rugosa para la inserción de musculatura faríngea y
prevertebral, destacando el tubérculo faríngeo. Por su cara superior, endocraneal, es cóncava, siendo parte del
clivus (junto al dorso de la silla), y presenta el surco del seno petroso inferior a cada lado.

Porciones Laterales: por su disposición, su borde medial forma parte del foramen magno. En cambio, por su
borde lateral, dotado de la incisura yugular, contribuye a formar el foramen yugular [agujero rasgado
posterior], junto a una incisura similar en la porción petrosa del hueso temporal; este foramen da paso, entre
otros, a importantes nervios craneales. En ambas incisuras se observa un proceso intrayugular [espina] en el
que se dispone un tracto fibroso, subdividiendo al foramen yugular en una porción lateral para la vena yugular
interna, y otra medial para los nervios craneales. Por fuera de dicho foramen, se encuentra el proceso yugular,
a modo de proceso transverso de una “vértebra occipital”; este proceso articula también con la porción
petrosa del hueso temporal, formando parte de la sincondrosis petrooccipital.

Cada porción lateral presenta hacia exocráneo una superficie articular, cóndilo occipital, para la cara
articular superior del atlas: articulación atlantooccipital que permite la flexión e inclinación de la cabeza sobre
el cuello. Además, inmediatamente por delante y por detrás de cada cóndilo se observan, respectivamente, el
canal del nervio hipogloso [agujero condíleo anterior] y el canal condíleo [agujero condíleo posterior,
inconstante]; ambos comunican exocráneo y endocráneo, pero el primero es de dirección anteroposterior,
mientras que el segundo es transversal.

Escama Occipital: de forma romboidal, por exocráneo presenta la protuberancia occipital externa, fácil de
palpar a través de la piel, unida al foramen magno por la cresta occipital externa. Hacia cada lado de dicha
protuberancia surge la línea nucal suprema, para el vientre occipital del músculo epicraneano, y la línea nucal
superior [línea curva occipital superior]. A cada lado de la cresta, en cambio, nace la línea nucal inferior [línea
curva occipital inferior]; estas líneas y las áreas que encierran entre sí prestan inserción a diversos músculos de
la nuca y del dorso.

Por endocráneo la escama occipital presenta la eminencia cruciforme en cuyo centro destaca la
protuberancia occipital interna. Estos relieves se hallan acanalados por el encuentro de 4 surcos: surco del seno
sagital superior, del seno transverso, del seno sigmoídeo y del seno occipital; este último se encuentra sobre la
cresta occipital interna. En detalle, estos surcos se encuentran delimitados por 2 labios, en los que toman
inserción distintos tabiques que forma la duramadre (una meninge que protege al encéfalo) conocidos como
septos durales: la hoz del cerebro, la hoz del cerebelo y la tienda del cerebelo. Además, en el punto en que
estos tabiques se insertan en el hueso, se desdoblan para alojar a los senos venosos de la duramadre: seno
sagital superior, seno transverso, seno sigmoídeo y seno occipital, que transportan sangre venosa del encéfalo.
En particular, la eminencia cruciforme coincide con la llamada confluencia de los senos [prensa torcular de
Herófilo]. El conjunto de estos accidentes delimita entre sí las fosas cerebrales, en relación a los lobos
occipitales del cerebro, y las fosas cerebelosas, en relación a los hemisferios cerebelosos.

El vértice y los bordes superiores de la escama (márgenes lambdoídeos) articulan con los huesos
parietales formando la sutura lambdoídea [parietooccipital], punto en el que se ubica la fontanela lambdoídea
(menor o posterior) en el recién nacido. Por otra parte, bajo los ángulos laterales, los bordes inferiores
(márgenes mastoídeos) articulan con las porciones mastoídeas del hueso temporal, formando la sutura
occipitomastoídea.
Hueso Parietal

Hueso par de la calvaria y con forma de lámina cuadrada tiene 2 caras: cara externa, en relación al
cuero cabelludo, tiene la tuberosidad parietal [eminencia parietal] y 2 líneas, línea temporal superior e inferior,
que prestan inserción a la fascia temporal y al músculo temporal, respectivamente.

La cara interna, cóncava, presenta el surco del seno sigmoídeo, el surco del seno sagital superior y el
surco de la arteria meníngea media [hoja de higuera].

Sus 4 ángulos -frontal [anterosuperior], esfenoidal [anteroinferior], occipital [posterosuperior] y


mastoídeo [posteroinferior]- reflejan el encuentro de sus 4 márgenes -frontal [anterior], sagital [superior],
escamoso [inferior] y occipital [posterior]- y se relacionan con las fontanelas (pares e impares) del recién
nacido que permiten el solapamiento de los huesos entre sí durante el parto.

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