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“El origen de la subjetividad en la represión y el origen de la sociedad es la

prohibición”

Informe 1

Por:

Juliana Hidalgo Rodas

Libre elección:
Del amor y otras formas de control
Universidad de Medellín
2022
La cultura somete a la persona desde el momento en el que nace para establecer
la posición que dicho sujeto debe ocupar en la sociedad, esta viene nos clasifica y
establece nuestra forma de ser de acuerdo con la cultura a la que pertenecemos y
a las costumbres que esta tenga (es decir, esta nos roba la oportunidad de elegir
nuestra personalidad). De esta manera las personas nacen con barreras de
prohibición (de no retorno) a eso que nos protege de la rigurosa sociedad.

Este nos impone un sacrificio, un impuesto que debemos pagar para entrar a el lazo
social, es decir, toda persona deberá pagar perdiendo su esencia que es lo que
posee, estando obligado a perder de esa forma aquello que lo hace feliz.

Para Freud, una de las frustraciones de la vida en sociedad es aquella que nos
impone que debemos amar al prójimo como a nosotros mismos. Pero bien es cierto
lo que este plantea, no es posible cumplir con la ideología de amar a alguien solo
por el simple hecho de existir, todos somos diferentes y es imposible amar a alguien
con el cual no tenemos ningún vinculo afectivo ni que pertenece a nuestro circulo
social, además amar a un sujeto nos hace perder nuestra libertad ya que nos
hacemos esclavos de este por buscar su felicidad para que continue a nuestro lado
pasando por alto en muchas ocasiones nuestras preferencias e inclusive nuestro
entorno social, con lo que se puede concluir que el sujeto que ama a alguien que no
conoce está expuesto a someterse a diversas situaciones que le hacen cambiar sus
gustos y preferencias.

En una relación afectiva siempre hay una persona que lleva las riendas de la
relación, esta persona por lo general no se ama así mismo y no disfruta de la
relación, mientras que la persona que se somete es todo lo opuesto.

Para Freud “Este ser extraño no es en general indigno de amar, sino que—para
confesarlo sinceramente—merece mucha más hostilidad y aun mi odio” tomando
como referencia esto, nos podemos dar cuenta que es fácil sentir odio y ser hostil
con las personas que no tienen ningún vinculo con nosotros, lo que lleva a la
sociedad a poner determinados límites y prohibiciones; una de ellas es no matarnos
entre nosotros.

Las culturas no logran tolerar las diferencias existentes entre ellas ya sea por
ideologías de tipo religioso, ecológico, xenófobas entre otras las cuales ocasionan
guerras, muertes en la sociedad y que a pesar de que existe la prohibición de
matarnos entre nosotros mismos, esto aún continúa sucediendo y recrudeciéndose
de acuerdo con las diferentes sociedades.

Adicionalmente es importante mantener el reconocimiento del poder para así evitar


la agresividad, las muertes, las humillaciones, robos y abuso sexual buscando con
esto que el poder sea ejercido por un ente regulador que busque defender la
integridad humana y haya más equidad en la sociedad.

Es posible cambiar estas prohibiciones, sin embargo, no es lo más adecuado ya


que así se busca garantizar la integridad de cada una de las culturas. Al modificar
estas prohibiciones se verían afectadas las características propias que definen un
circulo social permitiendo que se incrementen los abusos, la hostilidad y el odio.

El hecho de tener unas prohibiciones que sean sancionadas de alguna forma nos
hace recurrir a nuestros cinco sentidos y nos acobarda para evitar que lleguemos al
sadismo y a la autodestrucción porque como dice Freud “Seguro estoy de que el
hombre no dejara nunca de amar el verdadero sufrimiento, la destrucción y el caos.
El sufrimiento es la única causa de la conciencia”.

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