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Ciudad de Dios

Contra académicos:
¿Cómo debate San
Agustín las tesis 1. Llaman los académicos probable o verosímil
lo que, sin asentimiento formal de nuestra
estoicas y parte, basta para movernos a obrar.
académicas? 2. Los académicos se ocupan de palabras, no de
cosas.
Y veamos en primer lugar lo que da a los secuaces de la Academia motivo de gloriarse
demasiado. Porque hay en los libros que escribió Cicerón en defensa de su causa cierto lugar
compuesto, a mi parecer, con maravillosa elegancia, y, según algunos, dotado de poderosa
robustez. Difícilmente habrá alguien a quien no impresione lo que allí se dice, conviene a
saber, que todas las sectas que se creen en posesión de la sabiduría, dan al sabio académico
el segundo rango, porque, naturalmente, el primero se lo reclaman para sí. De lo cual
concluye, muy probablemente, que con derecho, a su juicio, es el primero, por ser el segundo
a juicio de todos los demás.

16. Imagínate, por ejemplo, que hay un sabio estoico, pues contra ellos se disparó
principalmente la agudeza de los académicos; si se pregunta a Zenón o a Crisipo quién es
sabio, responderán que el que han descrito ellos. Les llevarán la contra Epicuro y otros
adversarios, porfiando en que para ellos es sabio el más refinado cazador de placeres. De aquí
nace la controversia. Clama Zenón y toda la Stoa o el Pórtico grita tumultuosamente que el
hombre no ha nacido sino para la virtud; que ella atrae a las almas con su propio brillo, sin
proponer ninguna ventaja externa ni halago de recompensa; que el placer de Epicuro sólo es
propio de las bestias, y que es cosa impía rebajar al hombre y al sabio para incorporarlo a
ellas. Al contrario, Epicuro, como un Baco, reúne en su apoyo de los jardines la turbamulta de
sus discípulos vinolentos, que buscan en su furor a quien dar un zarpazo con sus uñas sucias y
su dañina boca, exagerando con el testimonio del vulgo el valor del deleite, la suavidad y el
reposo que produce, e insistiendo acremente en que nadie sin él puede ser feliz.
1. No erradica las tesis de los académicos
2. Todos los filósofos se dicen sabios
3. Cicerón presenta a los ojos de los lectores un espectáculo
amenísimo a todas las sectas, como manifestando que todos sus
secuaces, después de reclamar para sí el primer puesto de honor.

Contra 4. Incluso la tesis de Zenón resulta en un relativismo: “Pero


examinemos quién los aparta más bien de la filosofía: si el que
Cicerón y dijo: «Escucha, amigo mío: la filosofía no es la misma sabiduría,
sino el estudio de ella, al que si te aplicas, nunca llegarás a ser
Zenón sabio mientras vivas (y así la sabiduría reside en Dios y no puede
ser patrimonio del hombre), mas luego que con tal ejercicio te
hayas adiestrado y purificado bastante, tu alma disfrutará
fácilmente de la verdad, después de la vida presente, esto es,
cuando hayas dejado de ser hombre»”
5. El problema de Zenón es debatir al necio, desde su propia
katálepsis. Error de falsa constancia.
Beata vita
Virtud. Frugalitatem exigit philosophia.
Séneca, Cap. III. La felicidad verdadera
La vida feliz es, por tanto, la que está conforme con su naturaleza,
lo cual no puede suceder más que si, primero, el alma está sana y
en constante posesión de su salud; en segundo lugar, si es

Séneca:
enérgica y ardiente, magnánima y paciente, adaptable a las
circunstancias, cuidadosa sin angustia de su cuerpo y de lo que le
pertenece, atenta a las demás cosas que sirven para la vida, sin
Frugalidad admirarse de ninguna; si usa de los dones de la fortuna, sin ser
esclava de ellos. Comprendes, aunque no lo añadiera, que de ello
nace una constante tranquilidad y libertad, una vez alejadas las
cosas que nos irritan o nos aterran; pues en lugar de los placeres
y de esos goces mezquinos y frágiles, dañosos aún en el mismo
desorden, nos viene una gran alegría inquebrantable y constante,
y al mismo tiempo la paz y la armonía del alma, y la
magnanimidad con la dulzura, pues toda ferocidad procede de
debilidad.
Es feliz quien posee (tiene) a Dios. Deum qui habet, beatus est.
¿Quiénes tienen a Dios, pues ellos son los felices?

a) Licencio: Tiene a Dios el que vive bien. (Deum habet, qui

Nociones de
bene vivit).
b) Trigencio: El que cumple la voluntad de Dios. (Deum habet,
felicidad en el c)
qui facit quae Deus vult fieri)
Adeodato: El que tiene el alma limpia del espíritu impuro.
diálogo (Deum habet, qui spiritu immundum non habet). O Dios
habita en los corazones (spiritus) puros.
III, 18. Dos tipos de espíritus impuros (spiritus immundus):
1.Endemoniados y
2. El alma con vicios y errores.
3. Dios habita en los
corazones (spiritus) puros.
Espíritu impuro. Spiritus immundus 3,18.
a) Cuando extrínsecamente invade el alma y conturba los sentidos.
Exorcismos.
b) Anima immunda. Llena de vicios o errores.

El alma pura es la del casto [Castus: íntegro, separado de los vicios, no sólo la
abstinencia sexual]. San Agustín afirma, entonces, que el casto es el que vive
bien, y el que vive bien , necesariamente ha de ser casto. 3,18.

El que busca a Dios, no tiene una vida contraria a LA VIRTUD.


Dios propicio y adverso:
3, 20.
Problema de Mónica:
A mi me parece que a Dios nadie lo posee, sino que cuando se vive bien, Él es Felicidad
propicio (favorable), cuando mal es adverso (enemigo). (Mihi videtur Deum nemo
non habere, sed eum qui bene vivit, habet propitium, qui male, infestum.
Beatus, a, um: dicho, bienaventurado,
1.1. —Yo concibo así la cosa—dijo ella— : el que vive bien, a Dios tiene propicio; el feliz.
que vive mal, tiene a Dios pero como enemigo o contrario (sed adversum). Y el que Plenitudo, inis: abundancia o plenitud.
busca todavía y no le ha hallado, no le tiene ni propicio ni adverso, pero no está sin
Dilectus, a, um: part. de diligo querido o
Dios (sed non est sine Deus). amado.
Diligo, ere: amar, apreciar.
Amor, are: amar o estar satisfecho.
Non habere, sed propitius: Pro [hacia delante] y petere [dirigirse, intentar tener].
[Ser favorable a Dios u ofrecer un sacrificio]
VS

San Agustín: Miser, era, erum: mísero, miserable,


infeliz o desagraciado.
a) Es feliz el que ha hallado a Dios y lo tiene propicio
Egeo,ere: carecer de, ser pobre, estar
necesitado
b) Todo el que busca a Dios, lo tiene propicio, pero no es feliz aún.
c) El que vive alejado de Dios por sus vicios y pecados, no sólo no es feliz,
tampoco tiene propicio a Dios.
Conclusión: Para San Agustín, la felicidad no está en la carencia o
en cosas perecederas o caducas [afortunados], sino en algo

1. Es feliz permanente y seguro (2.11). Para Mónica, la felicidad no está en


los bienes sino, en la moderación [verbo Moderari: mantener y
dirigir algo con medida] con que se disfruta de ellos.
quien posee a Dios es eterno y siempre permanente, luego, es feliz el que posee

Dios a Dios.
3, 25. San Agustín:
a) Infeliz es el que está necesitado (miserum esse omnem qui egeat).
1. El alma, sujeto de la vida feliz, está libre de las necesidades corporales.Pues todo sabio es fuerte
(sapiens fortis est). El sabio no teme. (Rasgo estoico).
2. El que no evita el dolor es estulto.

3, 26. b) ¿todo desgraciado (mísero/pobre) es necesitado? (Nunc videte, utrum etiam omnis qui miser
est egeat).
1. Ejemplo de Orata. Era rico pero no dichoso, pues le perturbaba el miedo de perder sus bienes. No
todo desafortunado, es necesitado.
San Agustín afirma que el alma consagrada a Dios es feliz.

Luego, la miseria (pobreza o indigencia) del alma es la estulticia, contraria a la sabiduría, como la
muerte a la vida. (Est, ergo, animi egestas nihil aliud quam stultitia). Todo hombre no necio (stultus), es
sabio (sic omnem non stultus manifestum est ese sapientem).

La estulticia es la verdadera indigencia (stultitiam veram et certam egestatem).


Felicidad cristiana.

Cristo es la Sabiduría de Dios. Mosaico de la Déesis de la Basílica de Santa Sofía, Estambul, Turquía.1280

La Sabiduría de Dios es la Verdad.


3,33: Luego el ser dichoso es no padecer
necesidad, ser sabio. Y si me preguntas qué es la
sabiduría, os diré que es la moderación del ánimo
(modus animi)”.
1) Suprema medida. Nunca hubo Verdad sin
Medida ni Medida sin Verdad. 3, 34.
2) El hombre feliz es quien tiene a Dios. 3, 34.
3) La completa saciedad de las almas, la vida
feliz (beata vita), consiste en conocer piadosa
y perfectamente por quien eres guiado a la
Verdad. 3, 35.
Conocimiento interior
35. Mas cierto aviso que nos invita a pensar en Dios, a buscarlo, a desearlo sin
tibieza, nos viene de la fuente misma de la Verdad. Aquel sol escondido irradia esta
claridad en nuestros ojos interiores. De él procede toda verdad que sale de nuestra
boca, incluso cuando por estar débiles o por abrir de repente nuestros ojos, al
mirarlo con osadía y pretender abarcarlo en su entereza, quedamos deslumbrados,
y aun entonces se manifiesta que El es Dios perfecto sin mengua ni degeneración en
su ser. Todo es íntegro y perfecto en aquel omnipotentísimo Dios. Con todo,
mientras vamos en su busca y no abrevamos en la plenitud de su fuente, no
presumamos de haber llegado aún a nuestra Medida; y aunque no nos falta la divina
ayuda, todavía no somos ni sabios ni felices. Luego la completa saciedad de las
almas, la vida dichosa, consiste en conocer piadosa y perfectamente por quién eres
guiado a la Verdad, de qué Verdad disfrutas y por qué vínculo te unes al sumo
Modo.
Libro XV
Dos tipos de sociedades que encabezan dos tipos de ciudades:
1) “el de aquellos que viven según el hombre”. Unum eorum qui secundum hominem vivunt.
2) “el de los que viven según Dios”. Alterum eorum qui secundum Deum vivunt.

Místicamente damos a estos grupos el nombre de ciudades, que es decir sociedades de


hombres. Una de ellas está predestinada a reinar eternamente con Dios, y la otra, a sufrir un
suplicio eterno con el diablo. Quas etiam mystice appellamus civitates duas, hoc est duas
societates hominum: quarum est una quae praedestinata est in aeternum regnare cum Deo;
altera, aetemum supplicium subiré cum diabolo.
1. Identificación entre civitas terrena y civitas romana.
(Politeismo).
1.1. Populus: “Unión de personas que se encuentran
comprendidas en la civitas. […] Cada civitas es el lugar de
culto de sus dioses.
1. La relación trasciende hasta inicios de la humanidad y
de la creación. Ciudad de ángeles. Separación cósmica.
2. Origen suprahistórico.

Civitas: Sociedad jurídicamente organizada. Ius publicum.


Ciudadano (civis) vs No ciudadano (peregrinus).
Ciudad de Dios
Fortin:
1) División entre ciudadanos según virtudes. La virtud cristiana contra la virtud pagana. “La
justicia es la virtud que caracteriza al ciudadano como tal y que ordena a todos los ciudadanos a
un mismo fin”.
2) San Agustín deduce las normas y virtudes/vicios de estatutos pre-morales (Dios/Justicia).
3) Las leyes temporales, aun cuando sean justas, son imperfectas. “La ley temporal solo
prescribe y prohíbe actos externos. No se extiende a los motivos ocultos de estos actos y aun
menos le preocupan los actos puramente internos, como el deseo de cometer asesinato o
adulterio”. El problema se localiza en el pecado original.
4) De la ley natural (Cicerón) a la ley eterna ( Agustín).
3) Las leyes temporales, aun cuando sean justas, son
imperfectas. “La ley temporal solo prescribe y prohíbe actos
externos. No se extiende a los motivos ocultos de estos actos y
aun menos le preocupan los actos puramente internos, como
el deseo de cometer asesinato o adulterio”. El problema se
localiza en el pecado original.
4) De la ley natural (Cicerón) a la ley eterna ( Agustín).
Sermón 152
¿Qué dijo de aquella ley buena? La ley del espíritu
de vida te ha librado de la ley del pecado y de la
muerte. De ella no dijo que fuese incapaz de
obrar: Te ha librado —dijo— de la ley del pecado
y de la muerte. Aquella ley buena te ha librado de
esta ley mala. ¿Cuál es la ley mala? Veo en mis
miembros otra ley que se opone a la ley de mi
mente y que me cautiva en la ley del pecado que
reside en mis miembros14. ¿Por qué se llama ley a
esto? Con toda razón. Es totalmente justo que al
hombre que no quiso obedecer a su Señor no le
obedezca su carne. Por encima de ti está tu
Señor; por debajo de ti tu carne. Sirve a quien te
es superior, para que te sirva tu inferior.
Despreciaste al superior, eres atormentado por tu
inferior. Esta es, pues, la ley del pecado; ésta es
también la de la muerte, pues por el pecado vino
la muerte.
1) División entre ciudadanos según virtudes.
XV, I, 2. El primer hijo de los dos primeros padres del género humano fue Caín, que pertenece a la ciudad de los
hombres, y el segundo Abel, que forma parte de la Ciudad de Dios. De donde se sigue que cada cual, por descender de
un tronco dañado, necesariamente es primero malo y carnal, y será luego bueno y espiritual si, renaciendo en Cristo,
adelantare en la virtud. Y esto mismo sucede en la humanidad entera.”

CIUDADANO TERRENAL CIUDADANO PEREGRINO (PEREGRINUS)

1. “La naturaleza, maleada por el pecado, 1. Predestinado por la Gracia. “Ella le hizo
engendra los ciudadanos de la ciudad terrena”. peregrino del suelo y ciudadano del cielo”.
2. Esclavos
2. Tiene el mismo origen.
3. Viciosos
3. Imagen de la ciudad santa.
4. Paganos
4. Libres
5. Hijos de la promesa
“Significa a los hijos de
la gracia, ciudadanos
de la ciudad libre,
socios de la paz eterna,
donde no debe existir
Sara: el amor de la voluntad
2. Isaac:
Infertilidad propia y en cierto
Hijo de la
(vicio y modo privada, sino el
promesa:
pecado). amor que se goza del
bien común y a la vez
inmutable”.
Ciudad de Dios, XV,III.
Abel: Peregrino Caín: Ciudadano
de la Ciudad de de la ciudad Vicio- virtud
Dios. terrena. Enfermedad-Salud
Caín: fundó una
ciudad, es decir, la
terrena, no como
Caín significa posesión Set: dedicación y
extranjera en este
(possesio-sedere y resurrección.
mundo, sino como
posse). Peregrino.
reposando en su
paz y felicidad
temporal.

Cap. XVII. Adán


Suprema mater Jerusalem
Communio unitatis.
1

XV, I, 2. “Una parte de la ciudad terrena ha


venido a ser imagen de la Ciudad celestial, y no
se simboliza a sí misma, sino a la otra, y, por
tanto, la sirve. Esta no fué fundada para ser
figura de sí misma, sino de la otra, y la ciudad
que prefigura fué a su vez prefigurada por otra
figura anterior.
“No se puede decir justamente que no son verdaderos bienes los que
ambiciona esta ciudad, siendo ella en ese su género humano mejor. Busca
cierta paz terrena en lugar de estas cosas ínfimas, y desea alcanzarla incluso
con la guerra; y si vence y no hay ya quien resista, habrá llegado la paz que
no podían tener las partes adversarias entre sí, mientras luchaban con infeliz
miseria por las cosas que no podían poseer ambas a la vez. Esta es la paz que
solicitan las penosas guerras, ésta es la que consigue la victoria tenida por
gloriosa. Y cuando triunfan los que luchaban por causa más justa, ¿quién
puede dudar en dar el parabién por la victoria y haber llegado a la paz
deseable? Bienes son éstos y dones, sin duda, de Dios. Pero si se
menosprecian los otros mejores, que pertenecen a la ciudad celeste, morada
de la victoria segura, en eterna y suprema paz, y se buscan estos bienes con
tal ardor que se los considera únicos o se los prefiere a los tenidos por
mejores, la consecuencia necesaria es la desgracia, aumentando la que ya
existía”. IV
XVI, IX
“Por lo tanto, veamos si entre aquellos
pueblos de entonces, que se dividieron en
setenta y dos naciones y otras tantas
lenguas, podemos encontrar aquella
ciudad de Dios peregrina en la tierra, que
había llegado hasta el diluvio y el arca, y
que perseveró claramente entre los hijos
de Noé debido a sus bendiciones, y sobre
todo en el mayor, que se llamó Sem. Jafet
fue bendecido también, pero para habitar
en las tierras de su hermano”
REYES Y TIEMPOS DE LA CIUDAD TERRENA A QUE CORRESPONDEN LOS TIEMPOS
DE LOS SANTOS A PARTIR DE ABRAHÁN
1. La sociedad de los mortales se extiende por toda la Tierra y en la mayor diversidad de lugares, pero
está unida por la comunión de la misma naturaleza. Al buscar cada uno la satisfacción de sus deseos,
no tiene posibilidad de satisfacer el apetito de nadie, o al menos no el de todos, ya que no es de tal
naturaleza que pueda satisfacerlos. Esa sociedad -decimos- se divide con harta frecuencia contra sí
misma y subyuga la parte prepotente a la otra parte. Y así sucumbe la vencida ante la vencedora,
prefiriendo al dominio y aun a la libertad cualquier suerte de paz y de salvación; han causado
profunda admiración los que se sometieron a la muerte antes que a la esclavitud. Ha prevalecido, en
efecto, casi entre todos los pueblos, como un grito de la naturaleza, la elección de someterse al
vencedor que le haya tocado en suerte a cada uno, antes de ser destruidos por devastación bélica
universal.
Por ello, no sin especial providencia de Dios, en cuyo poder reside la victoria o la derrota en la guerra,
unos han llegado a la posesión de los reinos y otros les han quedado sometidos. Entre tantísimos
imperios terrenos, en que se encuentra dividida la sociedad del interés de este mundo y de la pasión
(la denominamos con vocablo universal la ciudad de este mundo), vemos destacarse muy por encima
de los demás a dos pueblos, el asirio, primero, y luego el romano, tan diversamente organizados entre
sí en la geografía y en el tiempo. En efecto, aquél floreció antes que el otro; también aquél estuvo
situado en Oriente y éste en Occidente; además, al final del primero siguió inmediatamente el
segundo. De los otros imperios y de los otros reyes, yo diría que son como un apéndice de éstos.
Problemas actuales
Para algunos autores la ciudadania consiste en un estatuto legal:
1) El conjunto de derechos que relacionan al individuo con el Estado.
2)La categoría de personas incluidas en un circulo de participación política plena.
3) La pertenencia a un Estado-Nación definida por la igualdad en la posesión de derechos y
obligaciones.
4) Es un proceso o práctica: bien un grupo de practicas institucionalizadas, constituidas por redes de
relaciones y lenguajes políticos que ponen de manifiesto la pertenencia y la universalidad de
derechos y obligaciones en una comunidad nacional. O bien como una serie de practicas políticas,
económicas, jurídicas y culturales que definen a un individuo como miembro de una sociedad.

Florencia Peyrou, Ciudadanía e historia. En torno a la ciudadanía.

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