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12 cualidades de la mujer virtuosa

Una mujer virtuosa es una mujer bendecida que vive de acuerdo con los
principios de Dios y conforme a su voluntad. Cuando una mujer dedica su vida
al servicio del Señor, ella se convierte en una bendición, en alguien que marca
la diferencia en la vida de su familia y en la de los demás.

Aquí hay algunos versículos de la Biblia en los que vemos las cualidades de
una mujer virtuosa:

1. Valiosa

¿De dónde viene el valor de esta mujer virtuosa? No es un valor basado en sus
posesiones sino uno que surge de su interior, de un corazón lleno del amor de
Dios que busca bendecir a los demás con su comportamiento y con sus
palabras.
2. Fiable

Su marido puede estar tranquilo y confiado porque sabe que en el corazón de


ella hay bien, el deseo de hacer lo que es correcto. Esto trae bendición para
ellos como matrimonio y como familia.

3. Trabajadora
Usa sus talentos y destrezas trabajando fuerte para proveer a su familia.
Planifica bien su día y lo aprovecha al máximo.

4. Buena administradora
Usa bien sus recursos sin desperdiciar o dejar las cosas al azar. Administra con
sabiduría todo lo que tiene, invierte su tiempo y sus recursos para obtener el
mayor beneficio.

5. Generosa
Está atenta a los que tienen necesidades y comparte sus bendiciones con
ellos. Tiene un corazón generoso y se deleita en ayudar a los demás.

6. Da buen ejemplo
Es conocida por sus buenas obras, su buen corazón y el buen ejemplo que da
aun en circunstancias difíciles.

7. Temerosa del Señor


Sabe que lo más importante es el temor del Señor, vivir de acuerdo con su
voluntad y sus mandatos. No busca impresionar a los demás con su belleza
exterior, sino que se distingue por su deseo de agradar a Dios.

8. Sabia
Toma decisiones sabias que construyen y bendicen a su familia. Sabe que su
actitud puede hacer que el sol brille en el corazón de la familia o que se desate
la tempestad, y escoge la primera opción.

Mira cómo ser una mujer que alegra el corazón de Dios.

9. Trae alegría y orgullo a su marido

Es una mujer que, con su alegría, sabiduría y optimismo, adorna a su marido.


Él se siente feliz y orgulloso de tenerla a su lado.

15 versículos bíblicos para matrimonios

10. Es un regalo de Dios


Toma las decisiones bajo la dirección de Dios y recibe las cosas buenas que él
quiere darle. Pide la sabiduría de Dios para que él la guíe a la persona
adecuada y la ayude a ser la esposa que él quiere que sea.

11. Su belleza fluye del interior


Tiene cuidado de su apariencia exterior y busca honrar a Dios con todo su ser.
Su énfasis está en tener un corazón que agrada a Dios, en cultivar la belleza
que fluye desde el interior.

12. Instruye y anima a las más jóvenes

Con el pasar de los años madura, aprende cómo agradar a Dios como mujer y
como esposa. Decide compartir su conocimiento y sabiduría con las más
jóvenes y las anima a buscar que Dios sea glorificado en sus vidas.

Características bíblicas de un
hombre de valor
Por lo general, la sociedad considera un hombre de valor aquel que tiene una
buena profesión, una cuenta bancaria saludable y una personalidad atractiva.
Sin embargo, la Biblia nos muestra un modelo bastante diferente.

En la Biblia se distinguen hombres como Moisés, Noé, Esteban, Pablo y, sobre


todo, Jesús, nuestro mejor ejemplo. Para ellos la meta era agradar siempre a
Dios, servirle y amarle sobre todas las cosas. Dedicaron sus vidas a Dios y
le siguieron en obediencia sin importar las consecuencias, las burlas, la pérdida
de reputación, o la muerte. ¡Eso es ser un verdadero hombre de valor!

Veamos 7 de las características principales que distinguen a un hombre de


valor.

1. Ama a Dios sobre todas las cosas

Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus
fuerzas.
(Deuteronomio 6:5)

El hombre de valor no siente vergüenza de mostrar su amor a Dios, se postra


ante su presencia en adoración y vacía su corazón delante de él. Muestra su
amor a Dios amando y sirviendo a los demás. Su vida está llena de alabanza,
de adoración sincera a Dios y confía plenamente en el amor y en la fidelidad de
su Padre celestial.

Entendiendo los diez mandamientos

2. Busca la sabiduría que viene de Dios


Dichoso el que halla sabiduría, el que adquiere inteligencia.
Porque ella es de más provecho que la plata y rinde más ganancias que el oro.
(Proverbios 3:13-14)

Él sabe que la verdadera sabiduría viene de Dios. Es por esto que se esfuerza
en llenar su mente y su corazón con las verdades de la Biblia. Ora y medita
ante Dios en busca de su ayuda y dirección. Memoriza versículos bíblicos y
está atento a las oportunidades que se le presentan para poner en práctica lo
que aprende. Se deleita en la Palabra de Dios y toma decisiones basadas en
convicciones bíblicas firmes.

Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la


senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos, sino que en la ley
del Señor se deleita, y día y noche medita en ella.
(Salmo 1:1-2)

3. Está lleno del Espíritu Santo


En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad,
bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas
cosas. Los que son de Cristo Jesús han crucificado la naturaleza pecaminosa,
con sus pasiones y deseos. Si el Espíritu nos da vida, andemos guiados por el
Espíritu.
(Gálatas 5:22-25)

En él mora el Espíritu Santo de Dios y su vida da muestras claras del fruto del
Espíritu. Su amabilidad, su humildad y su dominio propio son conocidos por
todos. No deja que su naturaleza pecaminosa domine sino que somete todo su
ser al señorío de Dios para que le perfeccione y le ayude a vencer en las
luchas que se le presentan.

Su vida y su carácter dan testimonio de la transformación que Dios ha hecho


en su vida. Permite que Dios lo examine, que quite lo que no le agrada, y que
lo llene a diario con su Espíritu y su poder.

9 virtudes del fruto del Espíritu que transformarán tu vida

4. Ama a su prójimo
Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose
mutuamente.
(Romanos 12:10)

El amor rige sus relaciones con los demás, ya que ha experimentado el amor y
la gracia de Dios por sí mismo. Su familia, tanto la biológica como la espiritual,
se siente segura con él pues su trato para con ellos es uno lleno de bondad,
respeto y honor.

Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo
los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. De este modo
todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros.
(Juan 13:34-35)

El hombre de valor sabe que el mejor testimonio que puede dar sobre la obra
de Dios en su corazón es amar con sinceridad a los que le rodean. Él vive para
exaltar a Dios en todo lo que hace y su gran anhelo es que Cristo sea
glorificado en su vida.

5. Sabe perdonar y pedir perdón

Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense


mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.
(Efesios 4:32)
Es paciente y bondadoso con los demás porque recuerda toda la paciencia y el
amor que Dios ha tenido con él durante toda su vida. Ha experimentado el
perdón de Dios y ha sido liberado del poder del pecado. Reconoce que es
imperfecto y que es solo por la gracia de Dios que está donde está. Es por esto
que logra empatizar con los demás en sus luchas entendiendo la importancia
tanto de reconocer sus errores y pedir perdón como de perdonar.

...de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra
otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.
(Colosenses 3:13)

¿Cuántas veces debo perdonar?

6. Tiene dominio propio

Más vale ser paciente que valiente;


más vale el dominio propio que conquistar ciudades.
(Proverbios 16:32)

Su verdadera fuerza surge del interior. No se deja dominar por las emociones o
pasiones, sino que reina sobre ellas con el poder que recibe a través de la
oración y la llenura del Espíritu Santo. No es impulsivo, sino que reflexiona
delante del Señor antes de tomar decisiones importantes y siempre actúa de
acuerdo con la voluntad de Dios.

Conoce su libertad en Cristo. Sabe que es gracias a la redención a través de


Jesús que es libre del poder del pecado y de la condenación. Sin embargo, no
se escuda en esa libertad para hacer lo que quiere. Evalúa las posibles
consecuencias y escoge hacer lo que resultará en su bienestar y en el de los
demás, siempre de acuerdo con los mandamientos de Dios.

Todo está permitido, pero no todo es provechoso. Todo está permitido, pero no
todo es constructivo.
(1 Corintios 10:23)

7. Obedece a Dios

Me agrada, Dios mío, hacer tu voluntad;


tu ley la llevo dentro de mí.
(Salmo 40:8)

El hombre de valor sigue el ejemplo de Jesús y de otros grandes hombres que


menciona la Biblia: se deleita en hacer la voluntad de Dios en todo momento.
Obedece al Padre aunque no sea lo más popular o aceptado entre los demás y
lo hace por amor, no por obligación. Él sabe que Dios siempre tiene cosas
buenas para sus hijos y confía plenamente en la bondad y el cuidado de su
Padre.

Él conoce bien la Biblia y sus acciones reflejan que vive bajo la autoridad de
Dios y de sus leyes.

En mi corazón atesoro tus dichos para no pecar contra ti.


(Salmo 119:11)

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