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Las buenas voluntades de poder _ (Una respuesta a Hans-Georg Gadamer) Jacques Derrida Durante a conferencia y la discusién de ayer tarde, me pregunté si no se reducirfa todo a debates_improbables, objeciones y objetos inencontrables, por recoger algunos de los términos que acabamos de oft. Siempre me lo pregunto. Estamos reuniddas aqut en torno al profesor Gadamer, Por ello, quisiera ditigie Ie, en primer lugus estas palabras y rendinle homenaje formultadole algunas pre- guntas, te c La primera se refiere a lo que nos dijo ayer tarde sobre lalbuena voluntad, hobre ) leapelacién a la buena voluntad, a la conviccién absoluta de un deseo de consenso. sCémo no sentitse tentado de susctibir la poderosa evidencia de este axioma? No sélo es ético: se encuentra en el origen dé la ética de toda comunidad hablante ¥ regula incluso los fendmenos de la discordancia y del malentendido que se dan en su seno, Relaciona la buena voluntad con Ia «dignidad» en el sentido kantiano, a saber, con lo que, nord, se encuentra mas alla de toda valoracion metcantil, de todo precio"® negociat 0 de todo imperativo hipotético. Seria, por tanto, incondicional y se encontrarfa, sin duda, més alld incluso de toda valoract en.general, de todo valor, en la medida en que un valor supone wna jerarqua y ut comparacién, ) Mi primera pregunta serfa, por tanto, la siguiente: zno presupone, sin embargo, este axioma incondicional que la vgluntad es la forma de dicha incondicionalidad, el recurso absoluto, fx determinacidu iltima?

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