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2. Critica al catastrofismo económico y político sobre las posibilidades del Tercer Mundo, ya
que tal planteamiento impidió al enfoque de la dependencia reconocer la industrialización
acelerada de algunas economías periféricas y, porque suponía en la pràctica renunciar a la
lucha política por el progreso.
3. Critica al tercer mundismo de los dependentistas, incapaces de valorar los efectos de los
cambios en la lógica de acumulación de los países centrales sobre la naturaleza de las
relaciones centro-periferie.
Sobre estas críticas, el enfoque de la regulación considera que los factores estructurales internos
tienen primacia y las relaciones sociales tienen gran importancia en los procesos del subdesarrollo.
En el estudio incompleto de la escuela de la regulación, sobre el desarrollo se distinguen dos fases:
1. Aquella que intenta aplicar el concepto básico del fordismo a las economías perifericas, para
concluir, que en el mejor de los casos, sólo podía hablarse de “fordismo periferico”
2. La segunda fase se basa en admitir que resulta imposible la transposición al Tercer Mundo del
concepto de régimen de acumulación, por lo que se hace necesario o bien una ampliación o bien
una reducción de tal concepto.
OSVALDO ROSALES, Ex Director de la OSVALDO SUNKEL, nació en Puerto
División de Comercio Internacional e Montt, Chile, estudió Economía y
Integración de CEPAL, Naciones Unidas Administración en la Universidad de
(2005-2015). Licenciado en Ciencias Chile y realizó cursos de postgrado en la
Económicas de la Universidad de Chile.. CEPAL.
La idea central del estructuralismo en los estudios sobre el desarrollo de los paises del Tercer
Mundo, establece que las pautas liberales del crecimiento, en la práctica no tienen los resultados
previstos por la escuela neoclásica. El aporte novedoso de la macroeconomía estructuralista, es
añadir a tal enfoque dos aspectos importantes: la necesidad de hacer más riguroso, mediante la
formalización, incluso matemática, el estudio de las políticas de desarrollo y el reconocimiento de
la diversidad dentro del Tercer Mundo.
En cuanto al neo estructuralismo latinoamericano, se trata de una corriente que recupera el
pensamiento de la CEPAL. Rechaza las políticas ortodoxas de estabilización y ajuste aplicados en
los años 80 y la necesidad de superar el “decenio perdido” en el desarrollo al que esas políticas
contribuyeron.
1. LA MACROECONOMÍA ESTRUCTURALISTA Y EL CONSENSO DE WASHINGTON
Esta corriente rechaza al Consenso de Washington, al menos en los siguientes aspectos:
a) Se achaca a ese pensamiento único, la absurda pretensión de la generalización, ante una realidad
diversa, lo que hace imposible una receta universal.
b) Se achaca a las políticas de estabilización y ajuste inspiradas por el consenso, el haber tenido
resultados mediocres y el alto coste social.
c) Se discute que el orden a seguir sea el recomendado por las instituciones (estabilización, ajuste y
cambio estructural), pues desatiende la eficacia productiva o dinámica, que es la que garantiza el
crecimiento a mediano y largo plazo. En otros términos la macroeconomía estructuralista aboga por
que la transformación estructural, preceda a las medidas de estabilización y ajuste.
Ante esas medidas del Consenso, la macroeconomía estructuralista sugiere:
Cautela extrema ante las medidas que se adopten para alcanzar objetivos deseables, como la
estabilidad macroeconómica y la reforma estructural.
Toma de conciencia sobre los inconvenientes de las medidas que se aplican de forma
generalizada en el Tercer Mundo, sin que este clara la liberalización externa, privatización,
desregulación financiera, flexibilización del mercado de trabajo, etc.
La necesidad de recuperar al Estado como protagonista esencial en el proceso de desarrollo.
2. EL NEOESTRUCTURALISMO LATINOAMERICANO Y LA CRÍTICA AL
NEOLIBERALISMO
Las políticas de estabilización y ajuste neoliberal, aplicados en la década de los ochenta, han
generado un profundo rechazo, no solo por sus efectos recesivos, sino también por su carácter
regresivo, ante tal situación los economistas latinoamericanos empezaron a recuperar el
pensamiento de la CEPAL, pues la teoría económica ortodoxa no era apropiada para los retos del
desarrollo. Han sido varios de sus postulados que han entrado en entredicho como: su
individualismo metodológico, la concepción del mercado como una categoría abstracta y universal,
el hecho de que las imperfecciones del Estado son siempre mayores a las del mercado y su
formalismo matemático.
Frente a ese enfoque, en los años noventa, el neo estructuralismo recuperó el pensamiento de la
CEPAL, insistiendo en la acción social en grupos colectivos, en las características estructurales e
institucionales propias y distintas de cada país, en el contexto histórico en que se desarrolla su
economía, en la persistencia de las imperfecciones del mercado, y en la necesidad de tratar aspectos
sociales, políticos y medioambientales.
Por otro lado, asumieron como saludable un eclecticismo donde tenían cabida, la economía política
clásica, el pensamiento keynesiano, los aportes de la Economía del Bienestar, otras ciencias
sociales o el ecologismo.
La propuesta de políticas económicas del neo estructuralismo se inspiró en la estrategia de
“transformación productiva con equidad” y del “desarrollo desde dentro”, con el objetivo de que se
alcance una inserción eficaz en la economía mundial, el empleo productivo y la reducción de la
heterogeneidad estructural. Estas medidas deberían tener como resultado el alivio de la pobreza
extrema, la mejor distribución de la renta y el fomento de las libertades públicas.
El requisito para lograr tasas de crecimiento del producto total y per cápita era el respeto a los
equilibrios macroeconómicos básicos. A este respecto el neo estructuralismo propuso:
1. Reducir la transferencia de capital hacia el exterior, por concepto de servicio de la deuda.
2. Controlar el déficit presupuestario, no solo mediante restricciones al gasto público, sino también
con aumento de los ingresos del Estado, mediante una reforma fiscal.
3. Aplicar medidas graduales de estabilización, excepto en el caso de la hiperinflación
4. En desarrollo “desde dentro” debería basarse en un nuevo impulso a la industrialización.
El énfasis al crecimiento exportador, implico un impulso a las exportaciones primarias como
manufacturadas, para concentrarse posteriormente en aquellos bienes que tengan demanda
internacional dinámica y mayor valor añadido.