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Libros para jugar

y descubrir
Museos de papel
Propuesta de actividades
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Indice

Paseo temático
Mandala con elementos
de la naturaleza
Fosilizar de tierra
Proyecto animal
Mejora tu comunidad

* La propuesta de actividades que a continuación se detalla está recomendada para


niñas y niños a partir de seis añitos ¡Feliz experiencia!
Museos de papel
Paseo temático
Paseo temático
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Las estaciones de primavera y otoño son ideales para organizar
paseos temáticos. Actividades tan aparentemente sencillas como ésta,
ayudan a  nuestras pequeñas y pequeños a desarrollar su capacidad de
observación, al tiempo que aprenden a identificar objetos del entorno,
desarrollan la atención, la concentración, y por supuesto, entrenan sus
habilidades motoras.
También es una excelente oportunidad para ampliar el vocabulario,
enriqueciendo más si cabe la experiencia acompañando el paseo de
preguntas y descripciones acerca de lo que vamos observando.
¿Qué materiales necesitamos para esta actividad? Cariño, tiempo,
ropa y calzado acorde a la estación. Podemos hacer uso también de una
cesta o bolsa para guardar los  tesoros de la naturaleza que vayamos
encontrando y que nos servirán para crear nuestro mandala de hojas y
flores que os proponemos en la siguiente actividad con todo lo aprendido
en el libro Botanicum de la editorial Impedimenta que hemos reseñado en
el blog.

Paseo temático
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¿Cómo iniciamos la actividad? Invitamos a nuestras pequeñas y
pequeños a salir a pasear y buscamos objetos en el entorno como por
ejemplo piedras, hojas, flores, frutos… Podemos jugar a clasificar los
distintos elementos, y una de las propuestas puede ser -por ejemplo-
hacerlo por colores. 
¿Qué tal si localizamos elementos sólo de color verde? Transcurrido
un tiempo, podemos hacerlo con otro color o programarlo para nuestra
próxima excursión (en el descargable de la reseña de la colección Colores
tenéis muchísimas propuestas para realizar actividades con los colores
como protagonistas).
Al regresar a casa, lo primero que debemos hacer es preservar las
hojas y flores para que nos puedan servir como material para hacer la
siguiente actividad. Otra propuesta puede ser crear un círculo cromático
con los elementos de la naturaleza que hayamos encontrado. Desde
piedras, ramas, conchas…
A partir de los tres añitos de edad, podemos incorporar una lupa al
paseo temático para analizar los diferentes elementos con más detalle. Y
según la estación en la que nos encontremos podemos crear diferentes
materiales de juegos, desde el cesto de tesoros, una herramienta que en
casa nos fascina, hasta crear cuadros y bastidores con una prensa de flores,
estampar telas, diseñar postales… ¡Nos encantará ver vuestras propuestas!

Observador de doble visión

Paseo temático
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Museos de papel
Mandala con elementos de la naturaleza
Mandala con elementos de
la naturaleza
Dibujar o colorear mandalas es una excelente propuesta que ayuda
a habitar la calma. Aportan paz y serenidad, al tiempo que favorecen la
concentración, la focalización de la atención y despiertan nuestra creatividad.
En concreto, se trata de una estructura que se organiza en torno a un
punto concéntrico y desde ahí emana todo lo que se quiere representar,
trabajando siempre en estructura circular, como si de anillos se trataran.
¿Qué os proponemos con esta actividad? Crear un mandala con
los elementos de la naturaleza que hayamos recogido en nuestro paseo
temático. Para ello además de los elementos, necesitamos de una superficie
plana más o menos consistente como una cartulina o cartón, pegamento,
y previamente deberemos haber conservado las hojas y flores del paseo
temático.
Para conservar las hojas y flores, en casa hacemos uso de la prensa
a la que os conduce el código QR que compartimos a continuación. Una
vez hemos elegido aquellas hojas y flores que queremos conservar, no
podemos dejar pasar mucho tiempo desde que las recogemos y hasta que
iniciamos el proceso porque pierden propiedades y se arrugan.

Prensa de flores

Mandala con elementos


de la naturaleza
Desde que lleguemos a casa, es momento de iniciar la actividad
haciendo uso del papel de secado que incluye la prensa. Cuando hayamos
realizado todo el proceso de conservación un mínimo de tres a cinco días,
conforme saquemos las hojas y flores, es el momento de añadir algún
barniz satinado o cola para entonces, comenzar con nuestro mandala de la
naturaleza añadiendo piedrecitas, ramas… Nos encantará ver el resultado
de esos mandalas.

Mandala con elementos


de la naturaleza
Museos de papel
Fosilizar un elemento de la naturaleza
Fosilizar un elemento
de la naturaleza
¿Conocéis la diferencia entre la Paleontología y la Arqueología? Los
museos de papel que hemos reseñado en el blog de Jugaia como son
Dinosaurium e Historium os ayudarán a dar respuesta a esta pregunta. Ahora
¿qué os proponemos en esta actividad? Convertirnos en paleontólogos
o arqueólogas por un día fosilizando un elemento de la naturaleza que
hayamos recogido en nuestro paseo temático.
Para comenzar necesitaremos un supuesto fósil; en casa –como
compartimos con las familias que cursan nuestros cursos de Historia y Arte-
llevamos a cabo la actividad con una concha del mar.
Una vez hemos escogido nuestro fósil, vamos a fosilizarlo y os
proponemos dos técnicas a elegir entre fósil del norte o fósil de tierra.
Veamos a continuación cada una de ellas.
Fósil del norte: En esta propuesta, se trata de fosilizar mediante hielo y
es tan sencillo como meter nuestro objeto en un molde de silicona o un
vaso, por ejemplo, y cubrirlo de agua. Seguidamente lo meteremos en
el congelador de casa y dentro de unas horas tendremos nuestro fósil.
Para descubrir lo que hay en su interior, le podemos facilitar a nuestras
pequeñas y pequeños un pincel o un vaso de agua templada-caliente
(cuidado con la temperatura), y con paciencia, irá pasando el pincel
humedecido en el agua caliente por el fósil hasta que el hielo se derrita. Al
cabo de un ratito… ¡Tachán! Aparecerá nuestro fósil o resto arqueológico,
según el elemento que hayamos escogido para fosilizar.
Fósil de tierra: Lo haremos utilizando un molde cualquiera. Si queréis
evitar que la superficie o el suelo se manche, podéis utilizar algún trapo o
film transparente para cubrir esa zona de trabajo. Primero pondremos el
objeto en el molde y sobre él, verteremos una mezcla de barbotina, una
masa de agua y barro. La cantidad de agua depende de lo húmeda que
esté la arcilla; no es necesario que esté líquida. Con que logremos que
cubra bien la pieza a fosilizar, es suficiente.
Después lo dejaremos secar mínimo durante un día hasta que
endurezca (el tiempo variará según la climatología y la cantidad que
utilicemos).

Fosilizar un elemento
de la naturaleza
La forma de descubrir el fósil será utilizando herramientas propias de
un profesional de la Arqueología o la Paleontología, como por ejemplo un
palito como si se tratara de un cincel, un martillo de juguete, un cepillito o
una brocha, un bastoncillo… Entonces nos pondremos a trabajar hasta que
logremos descubrirlo.
Para las pequeñas y pequeños que ya escriben en casa, os proponemos
hacer fotografías o incluso un dibujo de cada uno de los pasos a seguir y el
resultado, y elaborar con todo ello un cuaderno de campo de la apasionante
experiencia.

Fosilizar un elemento
de la naturaleza
Museos de papel
Proyecto animal: Tu propio museo de papel
Proyecto animal:
Tu propio museo de papel
La Tierra es el único planeta que conocemos hasta el momento que
alberga vida. Los seres humanos –recoge uno de los libros que reseñamos
en el blog como es Animalium– compartimos hogar con unos dos millones
de especies diferentes (de las hasta ahora conocidas). Absolutamente
todas y cada una de ellas cumplen su papel para hacer de nuestro planeta
un lugar en el que vivir.
¿Qué os proponemos a través de esta actividad? Crear vuestro propio
museo de papel de una especie en particular, desde aves, a peces, reptiles,
insectos… Tenéis dos millones de posibilidades diferentes para elegir.
Pensemos por ejemplo en un ave: El flamenco común. Se trata de una
de las especies de aves acuáticas más espectaculares. Puede alcanzar una
altura de hasta 150 centímetros; el color de su plumaje varía desde el rosa
pálido al rojo intenso. Colores que son debidos a los alimentos que ingiere
como algas, insectos, crustáceos y hasta plancton. Todo ello es debido al
carotenoide, una sustancia que contienen esos alimentos y que se deposita
en las plumas.
Con esta propuesta podemos hacer desde una guía de flamencos,
describiendo aspectos característicos de su cabeza, pico, ojos, cuello,
pecho, plumaje… ¿Qué diferencias hay entre el macho y la hembra? ¿Cómo
se desplazan?
Una vez hemos recabado toda la información que puede llevarnos
días, semanas y hasta meses… Podemos dibujar cada uno de los diferentes
tipos que hemos observado ¿Cómo actúan cuando están juntos? ¿Cómo se
relacionan? ¿Qué sonidos emiten?
¿Y si añadimos al proyecto para este ejemplo una colección de plumas
y analizamos su anatomía? Desde la barba que es el filamento individual y
que se une una con otra mediante las bárbulas; al eje central o raquis, la
pelusa que contribuye a mantener el calor en el cuerpo del ave, o el cálamo
o cañón de la pluma, que es el hueco que hace que ésta sea muy ligera
¡Apasionante todo lo que podemos aprender!

Proyecto animal:
Tu propio museo de papel
Es un proyecto que puede llevarnos muchísimo tiempo, pero os
aseguramos que se trata de una experiencia inolvidable en familia; además
de los paseos temáticos para trabajar en nuestro proyecto, podemos hacer
una visita a la biblioteca más cercana o quizás de la especie escogida, haya
una exposición en nuestra localidad... Lo más importante es que disfrutemos
del tiempo en familia y aprendamos de la mano.

Proyecto animal:
Tu propio museo de papel
Museos de papel
Mejora tu comunidad
Mejora tu comunidad
Como avanzábamos en la actividad anterior, La Tierra es el único
planeta que conocemos hasta el momento que alberga vida y debemos
respetar a cada una de las especies que habita en ella. Este es uno de
los muchísimos aprendizajes que podemos interiorizar de los libros de la
editorial Impedimenta que reseñamos en el blog; desde Planetarium, a
Botanicum, Oceanarium, Animalium… Absolutamente todas y cada una de
ellas cumplen su papel para hacer de nuestro planeta un lugar en el que
vivir.
¿Qué os proponemos con esta última actividad de nuestro
descargable? Os invitamos a llevar a cabo un proyecto ApS de aprendizaje-
servicio a través del cual identificaremos en nuestro entorno más cercano
un proyecto solidario con el que comprometernos.
Este tipo de actividades promueve:
Capacidad de iniciativa y autonomía personal.
Estimula el esfuerzo, la responsabilidad y el compromiso solidario.
Fortalece las destrezas psicosociales y la capacidad de participar en la
vida social de manera positiva.
En el aprendizaje-servicio, niños y niñas identifican en su entorno una
necesidad social, ambiental, cultural… con la que conectan y se sensibilizan.
Sin embargo, no se limitan a sensibilizarse, sino que pasan a la acción,
se comprometen a mejorar alguna situación, desarrollando un proyecto
solidario del cual se sienten protagonistas.
¿Por dónde empezar?
Papel y boli y a recorrer vuestro barrio ¿Qué os gustaría mejorar y
qué podéis hacer para alcanzar vuestro objetivo? Primero comenzaremos
con una lluvia de ideas.
Para inspiraros, os compartiremos una reseña de un proyecto que
nos apasiona como es La ciudad de los niños de Francesco Tonucci: Escrito
en 1996, como complemento al experimento que, bajo el mismo nombre,
el autor había comenzado años antes en la ciudad de Fano (Italia), el libro
presenta un compendio de observaciones y reflexiones sobre la ciudad
actual, criticando principalmente la exclusión de los niños de la vida social
urbana y, por ende, de su planeamiento.

Mejora tu comunidad
Francesco Tonucci, reconocido pedagogo italiano, inició con
este proyecto en su ciudad natal un estudio del pensamiento y del
comportamiento infantil dentro del ambiente urbano, que le llevó a
extender el mismo a otras ciudades, incluso de gran tamaño, como Nápoles
o Roma. Descontento con la situación actual de las urbes, dónde el niño no
encuentra su sitio, el coche ha ido ganando los espacios principales de
las zonas públicas y las ciudades se han vuelto hostiles hacia las personas,
compara la ciudad actual con el bosque de los cuentos.
Es un lugar a temer, donde los niños deben ir acompañados todo
el tiempo y permanecer atentos a los distintos peligros de la ciudad.
Sin pretenderlo (o quizás sí), recoge un análisis de la cultura del miedo
imperante en la sociedad actual, y así explica la presencia de los centros
comerciales, donde las familias pasan los fines de semana, ya que tenemos
una gran cantidad de tiendas, restaurantes, no hay coches, etc.
En concreto, el libro marca unos pequeños objetivos para comenzar
un cambio en el planeamiento de cada ciudad:
Dar la palabra a los niños, mediante la creación de un Consejo de
Niños en cada ciudad, que sean escuchados y tenidos en cuenta en la
Administración.
Que los niños puedan salir solos de casa, como objetivo principal. Que
puedan recorrer las calles solos, vivir experiencias propias, para lo que
es fundamental renegociar la relación de poder entre el coche y el
ciudadano; que los niños vuelvan a “ser de todos”, cuando el vecindario
tenía siempre un ojo atento a los niños en el barrio y había una especie
de responsabilidad (o solidaridad) social que además se transmitía a los
mismos niños.
Repensar la ciudad, para hacerla adecuada a los niños, no solo realizando
estudios de la movilidad  privilegiando recorridos peatonales, lo que
enlazaría con el objetivo anterior, sino que además habría que pensar
en los niños en los edificios públicos, en los hoteles y en los restaurantes,
donde los niños son obligados a estar quietos y portarse “bien”
esperando a que los adultos terminen; estudiar la manera de mejorar
los anodinos parques infantiles, diseñados de espaldas a la diversión y
la experiencia del niño, siempre en la búsqueda de esa falsa sensación
de “seguridad”; que las opiniones de los niños sean tenidas en cuenta
para el planeamiento urbanístico de la ciudad, enlazando con el primer
objetivo, debería ser parte fundamental para alcanzar este objetivo.
En definitiva, se trata de un libro y de un proyecto que nos presenta
la realidad de las ciudades actuales, con un planeamiento que se ha
preocupado de dar primacía el coche y que nos recuerda la importancia de
dar la oportunidad a los niños de vivir sus propias experiencias de la ciudad;
de abandonar los miedos que tenemos y que nos hacen parapetarnos

Mejora tu comunidad
en nuestras viviendas y reunirnos en espacios “especializados” como los
centros comerciales, huyendo de la “peligrosidad” de la ciudad; de la
necesidad de devolver las calles a los niños, y con ello, recuperar la vida
en la calles, que es la base de la vida en comunidad, disfrutando de ir a la
compra, de ir al colegio, del trayecto y de los encuentros en el mismo.
¿Tenéis ya una idea acerca de vuestro proyecto ApS?
Nosotros nos comprometimos a recoger basura de la sierra de
Córdoba y aprovechamos uno de los últimos paseos temáticos que te
compartimos en el código QR que encuentras a continuación a ello. En
apenas los 10 primeros minutos reunimos cuatro bolsas de basura… Quizás
esta actividad nos invite a tomar conciencia de que no tenemos un planeta
B al que viajar, y hacerles reflexionar a nuestras pequeñas y pequeños sobre
la importancia de cuidar de la madre Tierra, el hogar de todas y cada una
de las especies que hemos recorrido en cada uno de los museos de papel
de la editorial impedimenta ¡Feliz experiencia!

Recogida de basura

Mejora tu comunidad

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