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Objetivos
Reconocer la diferencia entre las economías exportadoras de materias primas
Identificar donde impactaron las inversiones extranjeras.
Analizar la llegada de los inmigrantes europeos
Contenidos
Diferentes economías exportadoras de materias primas
Las inversiones extranjeras
La inmigración europea
Actividades
Diferentes economías exportadoras de materias primas
El conjunto de las naciones de América del Sur y Centroamérica constituyen una realidad cultural: son latinas
por contraste con la América anglosajona, y por su condición de ex colonias de España y Portugal padecen
esa herencia profunda que impuso el colonialismo.
Denominadas habitualmente con nombres tales como Hispanoamérica, Iberoamérica o Latinoamérica, resulta
problemático, de todas maneras, considerarlas una unidad homogénea. De hecho, la vida independiente no
fortaleció una conciencia unitaria ni las relaciones económicas entre los nuevos países latinoamericanos.
Tras las primeras décadas signadas por la lucha de la independencia, los países latinoamericanos emprendieron
su organización definitiva como Estado-nación. Muchos de los gobiernos se propusieron la modernización de
sus economías a fin de insertarse en la división internacional del trabajo, para que tomaran un lugar dentro del
sistema de economía mundial. Pero el lugar que le correspondía a América Latina dentro de este esquema era
el de proveedora de materias primas para las naciones industrializadas, bajo un capitalismo dependiente. En
cierta medida, América Latina cambió el dominio colonial ibérico por otro, administrado colectivamente por
las grandes potencias que dirigían la Revolución Industrial. Por sus características de abastecedora de
productos primarios para las economías industriales, su escasa industrialización y la dependencia financiera y
tecnológica de los países desarrollados, podemos designar su economía como neocolonial.
Dentro de las economías latinoamericanas se pueden distinguir tres diferentes grupos de países: a) los países
exportadores de productos agrícolas de clima templado; b) países exportadores de productos agrícolas
tropicales; c) países exportadores de productos minerales. Durante el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX,
estos países no tuvieron una economía diversificada sino que, por el contrario, dependieron de unos pocos
productos. En la práctica, se trata de monoproducción o monocultivo, que son peligrosos porque el país
depende de la exportación a otros mercados, y debe importar otros productos que necesita.
1- ¿Por qué el texto considera que es peligroso que un país se dedique a la monoproducción o
monocultivo? Explica dando un ejemplo práctico.
El primer grupo está compuesto por Argentina y Uruguay, dueños de grandes extensiones de tierras aptas para
la producción agropecuaria. Estos países requirieron la instalación de un sistema ferroviario que facilitara el
transporte de grandes volúmenes de cereales y la ampliación de la frontera agrícola, que se realizó en perjuicio
de los territorios indígenas. Competían en el suministro de sus productos con regiones de la misma Europa, por
lo que debieron hacer eficiente la producción, y esto los forzó a realizar una importante actualización
tecnológica. Las ganancias obtenidas a fines del siglo XIX por esta actividad fueron abundantes, porque al ser
productos que no tenían competencia colonial (donde la mano de obra es más barata), se podían lograr
buenos precios. Pero no fueron invertidas mayormente por sus beneficiarios en la industria (que, de acuerdo con
Adam Smith, es la que reproduce el capital). En el siglo XX, con la ampliación de la oferta –entre otros países,
de antiguas colonias inglesas, ahora integrados a la Comunidad Británica de Naciones– los precios de las
materias primas disminuyeron, pero los de productos industrializados siguieron en aumento, por lo que se
deterioraron los términos del intercambio.
El segundo grupo está formado por la mayoría de los países latinoamericanos: Brasil, Colombia, Ecuador,
América Central, el Caribe y partes de México. La competencia que encuentran estos países está constituida
por la producción en áreas coloniales en otros continentes y en el sur de los Estados Unidos. Los productos de
exportación eran el azúcar, el tabaco, el café y el cacao. Como Inglaterra estaba provista por sus mercados
coloniales, el país comercializador de estas producciones fue fundamentalmente Estados Unidos. Al ser los
precios bajos –por la competencia colonial, cuyo costo de mano de obra era ínfimo– y no requerir esta
producción de grandes avances tecnológicos –incluso, en muchos casos, se siguieron usando los transportes
tradicionales, de tracción a sangre–, esta producción no tuvo, en general, una importancia significativa para
lograr el desarrollo. La población, de este modo, vivía bajo condiciones miserables, con muy pocas expectativas
de vida –treinta o a lo sumo cuarenta años–, sin sistema organizado de salud, con gran mortalidad infantil, y
altos niveles de analfabetismo. Aunque se poblaron grandes zonas, la mayoría de la población todavía seguía
siendo rural; incluso en Brasil y México, que tuvieron un importante proceso de urbanización (y en algunas
regiones brasileñas, se propició la construcción de infraestructura y la creación de un mercado interno para
esos productos), predominan las grandes regiones rurales, habitadas por población campesina.
El tercer grupo de exportadores de productos minerales son México, Chile, Perú y Bolivia. La producción minera
cambió radicalmente después de la independencia, ya que se modernizó la tecnología, pero los capitales para
invertir en ella fueron de origen extranjero. La extracción de plata perdió la importancia que había tenido
durante la época colonial, y pasó a un primer plano la explotación de los minerales no ferrosos (como el salitre).
Para ser rentables, las plantas debían ser muy grandes y, al ser de capitales extranjeros, la mayoría de la
población no se vio beneficiada por esta explotación. Sólo comenzó a ser favorecida cuando algunos
gobiernos obligaron a las empresas a adquirir parte de los insumos dentro del país, y cobrar bajo forma de
impuestos una parte de los ingresos que antes se remitían al extranjero.
La inmigración europea
El crecimiento poblacional europeo se había
incrementado, en 300 años, en un 620%, y, en el resto
del mundo, en un 320%. Millones de europeos dejaron
su continente en búsqueda de nuevos horizontes
laborales: solamente en Argentina se radicaron
definitivamente más de tres millones de personas
(entre 1857 y 1926). La gran oleada
inmigratoria que llegó a América entre el último
cuarto del siglo XIX y el primer cuarto del siglo XX fue
catalogada como la «segunda conquista humana
de América latina por Europa»; y llegó
fundamentalmente a los países templados:
Argentina, Uruguay, sur de Brasil y Chile.
Recursos didácticos
Libros
Computadoras
Celulares
Internet
Imágenes
Criterios de evaluación
Reconoce la diferencia entre las economías exportadoras de materias primas, a partir de la lectura del
material bibliográfico facilitado.
Identifica donde impactaron las inversiones extranjeras, luego de analizar las fuentes y la realización de
las actividades pertinentes
Analiza la llegada de los inmigrantes europeos, después de leer y elaborar una crónica periodística.
Bibliografía
Historia IV- Teresa Eggers-Brass, Marisa Gallego. 1º edición, febrero de 2010. © 2010 Editorial Maipue
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