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Universidad Nacional de Colombia

Sede Manizales

Fundamentos de Matemáticas

Simeón Casanova Trujillo


Cristian López Morales

2021
Índice general

1. Fundamentos de Lógica 5

1.1. Conectivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6

1.2. Tablas de Verdad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8

1.3. Tautologı́as Fundamentales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8

1.4. Cuantificadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

1.5. Conectivos y Cuantificadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10

1.6. Métodos de Demostración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

1.6.1. Método Directo de Demostración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

1.6.2. Método por Contrarrecı́proca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12

1.6.3. Método por Reducción al Absurdo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

1.7. Leyes de Inferencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14

1.7.1. Forma General . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14

1.8. Ejercicios de Repaso Capı́tulo 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16

2. Conjuntos 19

2.1. Paradoja de Russell . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20

2.2. Conjunto Universal o Referencial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20

2.3. Operaciones entre Conjuntos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21

2.4. Propiedades de las Operaciones entre Conjuntos . . . . . . . . . . . . . . . . 25

2
ÍNDICE GENERAL 3

2.5. Familias de Conjuntos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28

2.6. Ejercicios de Repaso Capı́tulo 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33

3. Relaciones 35

3.1. Tipos de Relaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38

3.2. Relaciones de Orden . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43

3.2.1. Diagramas de Hasse . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44

3.2.2. Elementos Distinguidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45

3.3. Relaciones de Equivalencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50

3.4. Ejercicios de Repaso Capı́tulo 3 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56

4. Funciones 57

4.1. Funciones Conocidas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59

4.2. Funciones Inyectivas, Sobreyectivas y Biyectivas . . . . . . . . . . . . . . . . 60

4.3. Composición de Funciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62

4.4. Imagen Directa e Imagen Inversa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65

4.5. Ejercicios de Repaso Capı́tulo 4 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69

5. Retı́culos 70

5.1. Retı́culos Distributivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73

5.2. Funciones Isótonas, Homomorfismos e Isomorfismos . . . . . . . . . . . . . . 77

6. Sistemas Numéricos 83

6.1. Axiomas de campo para R . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83

6.1.1. Algunos comentarios generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84

6.2. Orden en R . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87

6.3. Números Naturales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92


4 ÍNDICE GENERAL

6.4. Números Enteros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100

6.5. Números racionales e irracionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101

6.6. Completitud de los reales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102

6.7. Ejercicios de Repaso Capı́tulo 6 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109

7. Cardinalidad 111

7.1. Conjuntos numerables y no numerables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118

7.2. Ejercicios de Repaso Capı́tulo 7 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133

8. Sucesiones de números reales 134

8.1. Convergencia de sucesiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 136

8.2. Subsucesiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141

8.3. Sucesiones de Cauchy . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 144

8.4. Ejercicios de Repaso Capı́tulo 8 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147


Capı́tulo 1

Fundamentos de Lógica

Al ser la matemática un conjunto de lenguajes formales, necesita apoyarse de sı́mbolos


primitivos y reglas para unir a esos sı́mbolos, los cuales estarán formalmente especificados.
Para estos fines, la matemática se desarrollará en su esencia por medio de la lógica, ciencia
formal que estudia los principios de la demostración y la inferencia válida, las falacias, las
paradojas y la noción de verdad.

Por lo anterior, el primer elemento a definir de la lógica será el de proposición, la cual,


tendrá un uso especı́fico para los fines de la matemática.

Definición.
Una proposición es una afirmación de la cual se puede decir si es verdadera o falsa.
Las proposiciones se simbolizan con letras minúsculas.

Ejemplo:
p : los cisnes son blancos.
q : 2 + 2 = 4.
r : 2 es divisor de 5.

Las anteriores proposiciones son conocidas como proposiciones simples, luego, la formula-
ción de proposiciones de mayor complejidad, reciben el nombre de proposiciones compuestas,
las cuales no son más que la unión de dos o más proposiciones simples por medio de partı́culas
del lenguaje, conocidas como conectivos.

Debido a lo extenso y ambiguo que es el lenguaje cotidiano, se establecerán conectivos


especı́ficos para relacionar los valores de verdad de las proposiciones.

5
6 CAPÍTULO 1. FUNDAMENTOS DE LÓGICA

1.1. Conectivos

1. Negación: sea p una proposición. Designamos a la negación de p por ¬p, a la propo-


sición que se obtiene de p de la siguiente manera:

p ¬p
V F
F V

2. Conjunción: sean p, q dos proposiciones. Designamos a la conjunción de p con q por


p ∧ q, proposición que se obtiene la siguiente manera:

p q p∧q
V V V
V F F
F V F
F F F

3. Disyunción Inclusiva: sean p, q dos proposiciones. Designamos a la disyunción in-


clusiva, o solo disyunción, de p con q, por p ∨ q, proposición que se obtiene la siguiente
manera:

p q p∨q
V V V
V F V
F V V
F F F

4. Disyunción Exclusiva: sean p, q dos proposiciones. Designamos a la disyunción ex-


clusiva de p con q, por p Y q, proposición que se obtiene la siguiente manera:

p q pYq
V V F
V F V
F V V
F F F

5. Implicación: sean p, q dos proposiciones. Designamos a la proposición “p implica q”,


por p → q, proposición que se obtiene la siguiente manera:
1.1. CONECTIVOS 7

p q p→q
V V V
V F F
F V V
F F V

6. Equivalencia: sean p, q dos proposiciones. Designamos a la proposición “p equivale a


q”, o también, “p si y solo si q”, por p ↔ q, proposición que se obtiene la siguiente
manera:

p q p↔q
V V V
V F F
F V F
F F V

Además de proposiciones simbolizadas por letras p, q, r, usaremos p1 , p2 , p3 , · · · , pn como


sı́mbolos para designar proposiciones. Nos referiremos a ellos como sı́mbolos proposicionales.
Luego, podemos considerar que cada sı́mbolo representa una única proposición simple.

Pese a que la intuición nos dice cómo mezclar proposiciones y conectivos de la manera co-
rrecta, es de gran importancia notar las normas o reglas para obtener únicamente expresiones
“con sentido”, a las cuales llamaremos fórmulas bien formadas.

Las reglas que gobiernan a las fórmulas bien formadas (f.b.f ), son:

1. Los sı́mbolos proposicionales son fórmulas bien formadas.


2. Si α es una fórmula bien formada, entonces su negación, ¬α, también es una fórmulas
bien formada.
3. Si α y β son fórmulas bien formadas, entonces también lo son α ∧ β, α ∨ β, α Y β,
α → β y α ↔ β.
4. Una expresión es una fórmula bien formada si y solo si el que lo sea se sigue de aplicar
las reglas 1,2 y 3, un número finito de veces.

Definición.
Dada una fórmula bien formada, la cual, independiente de la veracidad de sus com-
ponentes, su valor de verdad siempre es verdadero. La denominaremos tautologı́a. Si
dicha fórmula, independiente de la veracidad de sus componentes, siempre es falsa, la
denominaremos contradicción, y si no se puede declarar ni como tautologı́a ni como
contradicción, la llamaremos contingencia.
8 CAPÍTULO 1. FUNDAMENTOS DE LÓGICA

1.2. Tablas de Verdad

Para comprobar si un argumento es verdadero, se hace uso del cálculo de la tabla de


valores de verdad, donde, por medio de una combinación de estos valores, se miran todos
los posibles casos para las proposiciones dadas, y examinar si nos encontramos con una
tautologı́a, una contradicción, o una contingencia.

Ejemplo: muestre que (p ↔ q) ⇔ (¬p ↔ ¬q) corresponde a una tautologı́a.

p q ¬p ¬q p↔q ¬p ↔ ¬q (p ↔ q) ⇔ (¬p ↔ ¬q)


V V F F V V V
V F F V F F V
F V V F F F V
F F V V V V V

Ejemplo: muestre que (p Y q) ⇔ ¬(p ↔ q) corresponde a una tautologı́a.

p q pYq p↔q ¬(p ↔ q) (p Y q) ⇔ ¬(p ↔ q)


V V F V F V
V F V F V V
F V V F V V
F F F V F V

Con base en lo anterior, se formulan expresiones fundamentales para el desarrollo de la


matemática clásica. Estas expresiones, las cuales son fórmulas bien formadas, y a su vez son
tautologı́as, reciben el nombre de tautologı́as fundamentales.

1.3. Tautologı́as Fundamentales

Principio de identidad Doble negación


α⇔α ¬(¬α) ⇔ α

Idempotencia
Ley del tercero excluso (α ∧ α) ⇔ α
α ∨ ¬α (α ∨ α) ⇔ α

Conmutativa
Principio de no contradicción (α ∧ β) ⇔ (β ∧ α)
¬(α ∧ ¬α) (α ∨ β) ⇔ (β ∨ α)
1.4. CUANTIFICADORES 9

(α ↔ β) ⇔ (β ↔ α) Negación de la equivalencia 
(α Y β) ⇔ (β Y α) ¬(α ↔ β) ⇔ (α ∧ ¬β) ∨ (β ∧ ¬α)

Asociativa   Reducción al Absurdo


(α ∧ β) ∧ γ  ⇔ α ∧ β ∧ γ)

(α → β) ⇔ (α ∧ ¬β) → ⊥
(α ∨ β) ∨ γ ⇔ α ∨ β ∨ γ)
(α Y β) Y γ ⇔ α Y β Y γ)
Modus Ponens
(α → β) ∧ α ⇒ β
Distributiva  
α ∧ (β ∨ γ) ⇔ (α ∧ β) ∨ (α ∧ γ)
α ∨ (β ∧ γ) ⇔ (α ∨ β) ∧ (α ∨ γ) Modus Tollens 
(α → β) ∧ ¬β ⇒ ¬α
Leyes de DeMorgan
¬(α ∧ β) ⇔ (¬α ∨ ¬β) Simplificación
¬(α ∨ β) ⇔ (¬α ∧ ¬β) (α ∧ β) ⇒ α
(α ∧ β) ⇒ β
Identidad
(α ∧ >) ⇔ α
Adición
(α ∨ ⊥) ⇔ α
α ⇒ (α ∨ β)
β ⇒ (α ∨ β)
Dominación
(α ∨ >) ⇔ >
(α ∧ ⊥) ⇔ ⊥ Silogismo disyuntivo

(α ∨ β) ∧ ¬α ⇒ β
(α ∨ β) ∧ ¬β ⇒ α
Ley de la implicación
(α → β) ⇔ (¬α ∨ β)
Silogismo hipotético
Bicondicional (α → β) ∧ (β → γ) ⇒ (α → γ)

(α ↔ β) ⇔ (α → β) ∧ (β → α)
Bicondicional-Condicional
Ley de la contrarrecı́proca (α ↔ β) ⇒ (α → β)
(α → β) ⇔ (¬β → ¬α) (α ↔ β) ⇒ (β → α)

Negación de la implicación Ejercicio para el lector: demostrar que


¬(α → β) ⇔ (α ∧ ¬β) las proposiciones anteriores correspon-
den a tautologı́as.

1.4. Cuantificadores

En lógica formal, un cuantificador es una expresión que indica la cantidad de veces que
un predicado p se satisface bajo un determinado caso. Una expresión del tipo p(x) representa
10 CAPÍTULO 1. FUNDAMENTOS DE LÓGICA

una condición p en la variable x.

A los sı́mbolos ∀ y ∃ se les llama cuantificador universal y cuantificador existencial


respectivamente.

Definición.
La expresión (∀x)(p(x)) significa: para todo x, se cumple p(x). La expresión (∃x)(p(x))
significa: existe al menos un x que satisface p(x).

1.5. Conectivos y Cuantificadores

Es de suma importancia presentar las relaciones existentes entre los conectivos presenta-
dos en la sección 1.1 y los cuantificadores presentados en la sección 1.4, es decir, las reglas
que rigen el comportamiento de los cuantificadores respecto a los conectivos.

1. Negación:
C1. ¬(∀x)(p(x)) ⇔ (∃x)(¬p(x))
C2. ¬(∃x)(p(x)) ⇔ (∀x)(¬p(x))

2. Conjunción:
C3. (∀x)(p(x) ∧ q(x)) ⇔ (∀x)(p(x)) ∧ (∀x)(q(x))
C4. (∃x)(p(x) ∧ q(x)) ⇒ (∃x)(p(x)) ∧ (∃x)(q(x))

3. Disyunción:
C5. (∀x)(p(x)) ∨ (∀x)(q(x)) ⇒ (∀x)(p(x) ∨ q(x))
C6. (∃x)(p(x)) ∨ (∃x)(q(x)) ⇔ (∃x)(p(x) ∨ q(x))

4. Implicación:
C7. (∀x)(p(x) → q(x)) ⇒ ((∀x)(p(x)) → (∀x)(q(x)))
C8. ((∃x)(p(x)) → (∃x)(q(x))) ⇒ (∃x)(p(x) → q(x))

5. Equivalencia:
C9. (∀x)(p(x) ↔ q(x)) ⇒ ((∀x)(p(x)) ↔ (∀x)(q(x)))
C10. ((∃x)(p(x)) ↔ (∃x)(q(x))) ⇒ (∃x)(p(x) ↔ q(x))
1.6. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN 11

1.6. Métodos de Demostración

El rigor de un argumento que se presente en matemáticas dependerá de la demostración


de ello, que permita dar validez a lo que se cuestiona. Una demostración es entonces un argu-
mento de tipo deductivo que permite asegurar la verdad de una proposición matemática. En
el proceso de una demostración, es común hacer uso de axiomas ya establecidos, o también,
de lemas, teoremas y corolarios previamente demostrados.

Antes de comenzar, es de importancia aclarar los términos anteriores.

Definición.

1. Un axioma es una proposición que se supone verdadera y sobre la cual se desa-


rrollan todo tipo de teorı́as. Los axiomas no son demostrables.

2. Un lema es una proposición que se establece antes de la demostración de un teo-


rema, que requiere ser demostrada a partir de axiomas formalizados o teoremas
ya demostrados con anterioridad. Generalmente es utilizada para demostrar el
teorema que le precede.

3. Un teorema es una proposición que requiere de una demostración para garantizar


su valor de verdad.

4. Una proposición a secas, es un enunciado con menor relevancia que un teorema,


pero que exige una demostración para su validez.

5. Un corolario es una proposición que aparece como consecuencia de un teore-


ma que le antecede, y cuya demostración dependerá del teorema previamente
demostrado.

De esta manera, tendremos que una demostración corresponde a una implicación de la


forma

p→q

A partir de ahora, diremos que p corresponde a una hipótesis o conjunto de hipótesis, y q a


una conclusión o conjunto de conclusiones, también denominadas como “tesis”.

1.6.1. Método Directo de Demostración

Este método de demostración, siendo el más usual en matemáticas, se basa en la tauto-


logı́a fundamental modus ponens, la cual establece lo siguiente
12 CAPÍTULO 1. FUNDAMENTOS DE LÓGICA

Modus Ponens

((p → q) ∧ p) ⇒ q

El método consiste en, al encontrarnos con una proposición de la forma p → q, bajo el


fin de probar su veracidad, asumiremos las hipótesis como verdaderas, y a partir de ellas,
mediante un proceso de implicaciones consecutivas, donde cada una será resultado de apli-
car axiomas o teoremas ya demostrados, se buscará llegar a la conclusión/tesis q, donde q
aceptará un valor verdadero, esto pues, por las dos primeras lı́neas de la tabla de verdad de
p → q,

p q p→q
V V V
V F F

De esta manera, si p se asume verdadera, y q llega a ser falsa, entonces el argumento será
falso. Dicho lo anterior, en sı́ntesis, el método directo consiste en suponer p como cierta para
concluir q, y de este modo, concluir que p → q es verdadera.
 
Ejemplo: demuestre que p → (q ∧ r) ⇒ (p ∧ q) → (p ∧ r) .


Demostración. Sean p, q, r proposiciones. Supongamos que p → (q ∧ r) es verdadera.

p → (q ∧ r) ⇒ ¬p ∨ (q ∧ r) Ley de la implicación
⇒ (¬p ∨ q) ∧ (¬p ∨ r) Distributiva
⇒ (p → q) ∧ (p → r) Ley de la implicación
 
De esta manera, se demuestra que p → (q ∧ r) ⇒ (p ∧ q) → (p ∧ r) . 

Posteriormente, la gran mayorı́a de demostraciones que haremos serán haciendo uso de


este método.

1.6.2. Método por Contrarrecı́proca

La demostración por contrarrecı́proca consiste en hacer uso de la tautologı́a fundamental


de la “ley de la contrarrecı́proca”, la cual establece la equivalencia

Ley de la Contrarrecı́proca

(p → q) ⇔ (¬q → ¬p)
1.6. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN 13

Desde luego, aplicando el mismo razonamiento de la demostración directa en 1.6.1, se


considerará a ¬q como hipótesis o conjunto de hipótesis, y a ¬p como tesis. De esta ma-
nera, asumiremos a ¬q como verdadera, y por un proceso de implicaciones consecutivas, se
buscará llegar a la conclusión ¬p, y gracias a las tautologı́as funamentales de la “ley de la
contrarrecı́proca”, y el “principio de identidad”, tendremos que ¬q → ¬p es verdadera, lo
que obligará a que p → q también lo sea, y de esta manera, haber demostrado lo que se
necesitaba.

Ejemplo: demuestre que (p → q) ⇒ (p ∧ r) → (q ∧ r) .

Demostración. Sean p, q, r proposiciones. Supongamos, por el método de la contrarrecı́proca,


que ¬ (p ∧ r) → (q ∧ r) es verdadera.

¬ (p ∧ r) → (q ∧ r) ⇒ (p ∧ r) ∧ ¬(q ∧ r) Negación de la implicación
⇒ (p ∧ r) ∧ (¬q ∨ ¬r) Leyes de DeMorgan
⇒ p ∧ (r ∧ (¬q ∨ ¬r)) Asociativa
⇒ p ∧ ¬q Silogismo disyuntivo
⇒ ¬(p → q) Negación de la implicación

De esta manera, se demuestra que ¬ (p ∧ r) → (q ∧ r) ⇒ ¬(p → q), luego,
 por la ley de la
contrarrecı́proca, queda demostrado que (p → q) ⇒ (p ∧ r) → (q ∧ r) . 

1.6.3. Método por Reducción al Absurdo

La demostración por reducción al absurdo, o también conocida como demostración por


contradicción, consiste en hacer uso de la tautologı́a fundamental “reducción al absurdo”, la
cual establece la equivalencia

Reducción al Absurdo

(p → q) ⇔ (p ∧ ¬q) → ⊥

El procedimiento consiste en suponer que la proposición p → q a demostrar es falsa,


es decir, ¬(p → q); aplicando la tautologı́a fundamental “negación de la implicación”, se
tendrá p ∧ ¬q, es decir, a la hipótesis p se le adicionará la negación de la conclusión, ¬q,
y tendremos ası́ una nueva hipótesis, p ∧ ¬q. Desde luego, se asumirá como verdadera la
proposición p ∧ ¬q, y se llevará a cabo un proceso de implicaciones consecutivas, esto hasta
conseguir una contradicción o absurdo, lo cual indicará que el argumento es falso, y esto
obligará a que, efectivamente, p → q tenga que ser verdadera, y en consecuencia, demostrar
ası́ que p → q.

Ejemplo: demuestre que ¬(p → q) ⇒ p.


14 CAPÍTULO 1. FUNDAMENTOS DE LÓGICA

Demostración. Sean p, q proposiciones. Por reducción al absurdo, supongamos que, efectiva-


mente, ¬(p → q) ∧ ¬p es verdadera.
¬(p → q) ∧ ¬p ⇒ (p ∧ ¬q) ∧ ¬p Negación de la implicación
⇒ (¬q ∧ p) ∧ ¬p Conmutativa
⇒ ¬q ∧ (p ∧ ¬p) Asociativa
⇒ ¬q ∧ ⊥ Contradicción
⇒ ⊥ Dominación
De esta manera, llegamos a un absurdo. Con esto, demostramos que ¬(p → q) ⇒ p. 

1.7. Leyes de Inferencia

Las leyes de inferencia son proposiciones de la forma p1 , p2 , . . . , pn → q, de modo tal que,


como fue anunciado el conectivo lógico de “implicación” en la sección 1.1, si se asumen las
proposiciones p1 , p2 , . . . , pn como verdaderas, entonces q tendrá que tomar un valor verdadero
para preservar las reglas de lógica formal.

1.7.1. Forma General

Muy usualmente, la forma estándar o general de presentar las leyes de inferencia, consiste
en poner cada premisa pj una debajo de la otra, todas sobre una lı́nea vertical, que indicará
la implicación, y debajo de la lı́nea, se encontrará la consecuencia o conclusión esperada. En
forma simbólica, se tiene

p1
p2
..
.
pn
q

Con base en esto, es evidente que para demostrar una ley de inferencia, se asumirán las
hipótesis p1 , p2 , . . . , pn como verdaderas, para ası́, concluir q por medio de una cadena de
implicaciones consecutivas.

Ejemplo: demuestre la siguiente ley de inferencia

p→q
r→q
(p ∨ r) → q
1.7. LEYES DE INFERENCIA 15

Demostración.

(1) p→q
(2) r→q
(3) ¬p ∨ q (1), Ley de la implicación
(4) ¬r ∨ q (2), Ley de la implicación
(5) (¬p ∧ ¬r) ∨ q (3),(4), Distributiva
(6) ¬(p ∨ r) ∨ q (5), Leyes de DeMorgan
(7) (p ∨ r) → q (6), Ley de la implicación 

Ejemplo: demuestre la siguiente ley de inferencia

p→q
q→c
p
c

Demostración.

(1) p→q
(2) q→c
(3) p
(4) q (1),(3) Modus ponens
(5) c (2),(4) Modus ponens 
16 CAPÍTULO 1. FUNDAMENTOS DE LÓGICA

1.8. Ejercicios de Repaso Capı́tulo 1

1. Indique cuáles de las siguientes afirmaciones son proposiciónes lógicas, justificando su


respuesta.

a) Bogotá es una ciudad muy bonita.


b) Si salgo a la calle, me contagio de Covid-19.
c) x2 < 8
d ) Todo número par positivo es suma de dos primos.
e) Si x ∈ R, existe un número real y tal que x + y = 5.
f ) Si x ∈ R, existe n ∈ N tal que x < n.

2. Determine cuáles de las siguientes proposiciones son tautologı́as.

a) (p → q) ⇒ (q → p)
b) (p ∧ q) ⇒ (p ↔ (q ∨ r))
c) (∼ p ∨ ∼ q) ⇒ (p → q)

3. Escriba en forma simbólica cada una de las siguientes proposiciones (por ejemplo, si
llueve duermo se puede representar como p → q, siendo p la proposición llueve y q la
proposición duermo)

a) Los patitos no se transforman en cisnes.


b) Estos problemas no son fáciles para mı́.
c) Una parte de la Luna no se ve desde la Tierra.
d ) La estrella de mar es un equinodermo y los erizos de mar son también equinoder-
mos.

4. Para cada una de las siguientes proposiciones, escriba su contrarrecı́proca.

a) Si dos rectas son perpendiculares, el producto de sus pendientes es igual a −1.


b) Si A es un triángulo equilátero, todos sus ángulos internos son iguales.
c) Si existe alguien contagiado con Covid-19, es muy probable que contagie a 3
personas.
d ) Si lanzo un dado, la probabilidad de que caiga el número 1 es 16 .

5. En la siguiente lista de ejercicios, se da una proposición P y se pide encontrar una


proposición Q tal que P → Q sea verdadera:

a) P : (p ∨ q) ∧ ∼ p
b) P : p ∧ q
c) P : q ∧ ∼ q
1.8. EJERCICIOS DE REPASO CAPÍTULO 1 17

d ) P : (p → q) ∧ ∼ q
e) P : ((p → q) ∧ ∼ p) ∧ (∼ q ∨ p)
f ) P : (∼ p Y q) ∧ ∼ q
g) P : (p ∨ ∼ p) → (q ∧ ∼ q)

6. Usando cuantificadores, exprese en forma de proposición lo siguiente (en los primeros


tres ı́tems, el conjunto universal es el conjunto de personas vivas en el planeta Tierra,
y en los dos últimos el conjunto universal es el conjunto de los números reales):

a) Nadie acepta con alegrı́a un desastre.


b) Algunas personas no se agravan con el Covid-19.
c) Cada persona necesita un mı́nimo de ingresos para poder vivir.
d ) Dado un número real x, existe otro número real y tal que x + y = 7.
e) Dado  > 0 existe δ > 0 tal que |x − a| < δ implica |f (x) − f (a)| < .

7. Niegue cada una de las proposiciones que encontró en el numeral 6.

8. Mediante el cálculo de la tabla de valores de verdad, demuestre que las “tautologı́as


fundamentales”, introducidas en la sección 1.3, efectivamente corresponden a tauto-
logı́as.

9. Por medio del cálculo de la tabla de valores de verdad, determine cuáles de las siguientes
proposiciones son tautologı́as, cuáles son contradicciones, y cuáles son contingencias.

a) (p ↔ ¬q) ∧ q) → ¬p
b) ((p ∧ ¬q) ∧ ¬q) → p
c) ((p ∨ q) ∧ (p → r)) → (r ∨ q)
d ) ¬p → (¬p ∨ ¬q)
e) (p → p) → p

10. Demuestre las siguientes leyes de inferencia:

a) p→q c) p∧∼q
∼r→∼s r→q
p∧s r∨s
r∨q (s ∧ p) → t
t

b) p
q→∼p d) p→q
∼q→r r→s
∼r∨∼s p∨r
∼s q∨s
18 CAPÍTULO 1. FUNDAMENTOS DE LÓGICA

e) p → q g) ∼ q ∨ s
r→s ∼s
∼q ∨∼s ∼ (r ∧ s) → q
∼p→∼r r

f) p → q
q ∨∼r
p∧s
t→r∧s
∼t

11. Demuestre las siguientes proposiciones

a) (p → (r ∨ s)) ⇔ ((p ∧ ¬r) → s)


  
b) (¬p ∧ q) ∨ p ∧ (q ∨ p) ∧ ¬q ⇔ ¬q ∧ p
 
c) (r ∧ s) → q ⇔ r → (s → q)
d ) ((p → r) ∧ (p → q)) ⇒ (p → r ∧ q)

e) ¬(p ∧ q) ∧ (r → q) ⇒ (p → ¬r)

f ) (p → ¬q) ∧ (r → q) ∧ r ⇒ ¬p

12. Demuestre que


p↔q↔r si y solo si p → q → r → p
A este esquema se le conoce como “cadena de implicaciones”.
Capı́tulo 2

Conjuntos

La noción de conjunto es tan intuitiva, dado que, si buscamos definirlo, en realidad


estaremos encontrando sinónimos a dicho término, tales como colección o agrupación.

De manera análoga sucede con el concepto de pertenencia, donde términos como “estar
en”, o sencillamente “en”, son sinónimos y no logran dar una definición precisa de lo que
significa la idea de pertenecer.

Debido a esto, consideraremos como primitivos de este estudio los conceptos de

Conjunto

Pertenencia

Elemento

donde, un elemento pertenecerá a un conjunto, pero a su vez, un elemento constituirá en sı́


mismo a un conjunto. Para denotar que un elemento x pertenece a un conjunto A, expresa-
remos lo siguiente:
x∈A
Nuestro sentido común nos dice que podemos determinar un conjunto de dos maneras:

1. Extensión: listando los elementos que conforman al conjunto


Ejemplo:
A = {1, 2, 3, 4, 5}
B = {rojo, verde, azul, amarillo}

2. Comprensión: dando las condiciones que deben cumplir los elementos para pertenecer
a dicho conjunto.

19
20 CAPÍTULO 2. CONJUNTOS

Ejemplo:
C = {x | x es una letra}
D = {x | x es un número}

Hay que tener mucho cuidado en la manera en que se dicta un conjunto por comprensión,
puesto que podemos llegar a paradojas como la siguiente:

2.1. Paradoja de Russell

Llamaremos M al conjunto de todos los conjuntos que no se contienen a sı́ mismos como
miembros. Ası́, tenemos entonces
M = {x | x ∈
/ x}.
Sin definir aún la igualdad entre conjuntos, intuitivamente, cada conjunto es elemento de M
si y solo si no es elemento de sı́ mismo. Luego,
(∀x)(x ∈ M ↔ x ∈
/ x).
Ahora, dado que M es un conjunto, podemos sustituir x por M , de modo tal que se obtiene
M ∈M ↔M ∈
/ M,
lo cual es absurdo, pues va en contra del principio de identidad.

Para evitar este tipo de paradojas, encontraremos que, para determinar un conjunto por
comprensión, será necesario especificar el conjunto del cual se tomarán los elementos que
determinarán a la condición p(x).

2.2. Conjunto Universal o Referencial

Es importante antes de comenzar el estudio de las relaciones y operaciones entre conjun-


tos, resaltar que los cuantificadores estudiados en su propia sección 1.4, tienen un significado
importante en el presente estudio.

Definición.
Diremos que U es un conjunto universal o conjunto referencial si está formado por
todos los elementos en un contexto dado.

La anterior definición nos permite establecer una distinción clara entre los objetos ma-
temáticos estudiados. No obstante, es importante aclarar que dichos objetos variarán depen-
diendo del conjunto referencial escogido: si consideramos la ecuación x2 + 1 = 0, esta tendrá
solución en el campo de los complejos, pero no en el de los reales.
2.3. OPERACIONES ENTRE CONJUNTOS 21

Definición.

1. La notación (∀x)(p(x)) significa que el conjunto formado por los elementos que
satisfacen p(x) es precisamente el conjunto universal.

2. La notación (∃x)(p(x)) significa que el conjunto formado por los elementos que
satisfacen p(x) no es vacı́o.

2.3. Operaciones entre Conjuntos

Las operaciones entre conjuntos son formas mediante las cuales podemos construir nuevos
conjuntos a partir de otros dados, estableciendo relaciones entre ellos.

Definición.
Dos conjuntos son iguales cuando poseen precisamente los mismos elementos.

A=B si (∀x)(x ∈ A ↔ x ∈ B)

Claramente, si A = {1, 2, 3} y B = {3, 2, 1}, entonces A = B, pues para todo x ∈ A,


x ∈ B y viceversa.

Definición.
Un conjunto A está contenido, es subconjunto de B, o B contiene a A, si para cualquier
elemento de A, este se encuentra en B. En sı́mbolos,

A⊆B si (∀x)(x ∈ A → x ∈ B)

Esto se puede ver más fácilmente con el conjunto de números pares positivos P y números
naturales N, donde intuitivamente se tiene que P ⊆ N, pues todo par positivo es natural.
Luego, no todo natural es par positivo, lo que nos motiva a dar la siguiente definición.

Definición.
Un conjunto A es subconjunto propio de B, si A ⊆ B y no son iguales. Esto es,

A ⊂ B si A ⊆ B ∧ A 6= B

Vale ahora preguntarse, ¿qué pasa cuando un conjunto no tiene elementos?, o bien, ¿será
un conjunto aquel que no tiene elementos dentro de sı́?, por lo cual, se tiene la siguiente
definición.
22 CAPÍTULO 2. CONJUNTOS

Definición.
Existe un conjunto sin elementos. Se conoce como conjunto vacı́o y se ve representado
por ∅. En sı́mbolos, esto es
(∃∅)(∀x)(x ∈
/ ∅)

Aunando con la pregunta anterior, ya sabemos que dicho conjunto existe, pero, ¿será
único, o existirá otro sin elementos?, para ello, tenemos el siguiente teorema que caracteriza
la unicidad de tal conjunto.

Teorema 1.
El conjunto vacı́o es único.

Demostración. Sean ∅ y ∅0 dos conjuntos vacı́os. De esta manera, por definición, para todo
x, x ∈
/∅yx∈ / ∅0 , por lo cual
(∀x)(x ∈/∅↔x∈ / ∅0 )
Luego, por el primer ejemplo de la sección 1.2, tenemos que (p ↔ q) ⇔ (¬p ↔ ¬q), con lo
que
(∀x)(x ∈ ∅ ↔ x ∈ ∅0 )
Y por definición de igualdad de conjuntos, esto es ∅ = ∅0 , es decir, tenemos que el conjunto
vacı́o es único. 

Al establecer las nociones de conjunto universal/referencial y conjunto vacı́o, podemos


enunciar la siguiente proposición.

Proposición 1.
Para cualquier conjunto A, siempre se cumple
1. ∅ ⊆ A.
2. A ⊆ U .

Demostración. Sea A un conjunto y sea U el conjunto referencial en el vigente contexto.


1. ∅ ⊆ A.
Por la contrarrecı́proca, veamos que x ∈/A⇒x∈ / ∅. Supongamos que x ∈/ A, de esta manera,
por definición del conjunto vacı́o, siempre se tiene que x ∈
/ ∅, es decir, x ∈
/ A⇒x∈ / ∅ es
verdadera, por tanto, ∅ ⊆ A

2. A ⊆ U .
Sea x ∈ A. Como x es un elemento, y por definición, U es el conjunto de todos los elementos
en un determinado contexto, entonces x ∈ U . Con esto, x ∈ A ⇒ x ∈ U , por lo cual, se
sigue que A ⊆ U . 
2.3. OPERACIONES ENTRE CONJUNTOS 23

Del mismo modo, uniendo el concepto de igualdad de conjuntos y subconjuntos, tenemos


el siguiente teorema.

Teorema 2.
Dos conjuntos A y B son iguales si y solo si, A es subconjunto de B y B es subconjunto
de A.
A = B si y solo si A ⊆ B ∧ B ⊆ A
Es común referirse a este teorema como “doble contenencia”.

Demostración. Sean A, B conjuntos. Por definición de igualdad de conjuntos, tenemos que


A = B ⇔ (∀x)(x ∈ A ↔ x ∈ B) Def. Igualdad de conjuntos

⇔ (∀x) (x ∈ A → x ∈ B) ∧ (x ∈ B → x ∈ A) Bicondicional
⇔ (∀x)(x ∈ A → x ∈ B) ∧ (∀x ∈ U )(x ∈ B → x ∈ A) C3.
⇔ A ⊆ B ∧ B ⊆ A Def. Subconjunto
Con esto, A = B ⇔ A ⊆ B ∧ B ⊆ A. 

Corolario 1.
Un conjunto A es vacı́o si y solo si A es subconjunto del conjunto vacı́o.

A = ∅ si y solo si A ⊆ ∅

Demostración. .
⇒) Supongamos que A = ∅, entonces, por doble contenencia, esto equivale a A ⊆ ∅ y ∅ ⊆ A,
y por simplificación, esto es A ⊆ ∅.

⇐) Supongamos que A ⊆ ∅. Por la proposición 1, ∅ ⊆ A para cualquier conjunto A, por lo


cual, tenemos que A ⊆ ∅ y ∅ ⊆ A, lo que nos conduce por doble contenencia a que A = ∅. 

Desde luego, podemos establecer ciertas relaciones importantes entre conjuntos por medio
de la igualdad y la contenencia.

Teorema 3.
Para cualesquier conjuntos A, B y C, siempre se cumple que:
1. A ⊆ A.
2. A ⊆ B ∧ B ⊆ C ⇒ A ⊆ C.
3. A = A.
4. A = B ⇔ B = A.
5. A = B ∧ B = C ⇒ A = C.
24 CAPÍTULO 2. CONJUNTOS

Demostración. Sean A, B y C conjuntos contenidos en un conjunto referencial U .


1. A ⊆ A.
Sea x ∈ A, entonces x ∈ A ⇒ x ∈ A es verdadera a consecuencia del “principio de identidad”,
y las tautologı́as “bicondicional” y “simplificación”, por lo cual, A ⊆ A.

2. A ⊆ B ∧ B ⊆ C ⇒ A ⊆ C.
Sea x ∈ A, entonces x ∈ B dado que A ⊆ B por hipótesis; luego, x ∈ C, pues B ⊆ C por
hipótesis, y ası́, A ⊆ C. Ası́, A ⊆ B ∧ B ⊆ C ⇒ A ⊆ C.

3. A = A.
Por el ı́tem 1 de este teorema, A ⊆ A. Es claro, por idempotencia, que A ⊆ A y A ⊆ A, lo
que nos por doble contentencia a que A = A. 

Las demostraciones 4 y 5 quedan como ejercicio para el lector.

Además de las relaciones de contenencia e igualdad, podemos establecer otras operaciones


de suma importancia entre conjuntos.

Definición.
Sean A y B conjuntos contenidos en un conjunto referencial U . La unión de A con B
se define como el conjunto de todos los elementos que se encuentran en A, o en B, o
en ambos a la vez.
A ∪ B = {x ∈ U | x ∈ A ∨ x ∈ B}

Si tomamos A = {a, b, c, d} y B = {d, e, f }, entonces A ∪ B = {a, b, c, d, e, f }.

Definición.
Sean A y B conjuntos contenidos en un conjunto referencial U . La intersección de A y
B se define como el conjunto de todos los elementos que se encuentran simultáneamente
en A y en B.
A ∩ B = {x ∈ U | x ∈ A ∧ x ∈ B}

Considerando los mismos conjuntos anteriores, A ∩ B = {d}.

Definición.
Sea A un conjunto contenido en un conjunto referencial U . El complemento de A,
denotado por A0 , CU A, Ac , es el conjunto formado por todos los elementos del conjunto
referencial que no se encuentran en A.

A0 = {x ∈ U | x ∈
/ A}
2.4. PROPIEDADES DE LAS OPERACIONES ENTRE CONJUNTOS 25

Intuitivamente, y de manera un poco temprana, si consideramos a R como conjunto


referencial, se tiene que Q0 es el conjunto de los números irracionales, también denotado I,
complemento de los números racionales Q.

Definición.
Sean A y B conjuntos contenidos en un conjunto referencial U . Se define la diferencia
de A con B como el conjunto de todos los elementos que se encuentran en A pero no
se encuentran en B.
A − B = {x ∈ U | x ∈ A ∧ x ∈ / B}

Definición.
Sean A y B conjuntos contenidos en un conjunto referencial U . Se define la diferencia
simétrica de A y B como el conjunto de todos los elementos que están en A, o están
en B, pero que no estén en A y en B simultáneamente.

A4B = {x ∈ U | x ∈ A Y x ∈ B}

Con base en el segundo ejemplo de la sección 1.2, tenemos que (p Y q) ⇔ ¬(p ↔ q), pero,
por la tautologı́a fundamental “negación de la equivalencia”, (pYq) ⇔ (p∧¬q)∨(q∧¬p) . De
esta manera, podemos dar una definición más amplia de la operación “diferencia simétrica”.

A4B = {x ∈ U | x ∈ A Y x ∈ B}
= {x ∈ U | (x ∈ A ∧ x ∈
/ B) ∨ (x ∈ B ∧ x ∈
/ A)}
= {x ∈ U | x ∈ A − B ∨ x ∈ B − A}
= {x ∈ U | x ∈ (A − B) ∪ (B − A)}

Por consiguiente, otra forma de definir la diferencia simétrica de A y B es:

A4B = (A − B) ∪ (B − A)

Definición.
Si dos conjuntos no tienen elementos en común, diremos que son disjuntos.

A y B son disjuntos si A ∩ B = ∅

2.4. Propiedades de las Operaciones entre Conjuntos

A partir de las definiciones anteriores, podemos enunciar algunas propiedades que se


cumplen al operar conjuntos: sean A, B, C conjuntos contenidos en un conjunto referencial
U.
26 CAPÍTULO 2. CONJUNTOS

Idempotencia Dominación
A∩A=A A∩∅=∅
A∪A=A A∪U =U

Conmutativa Inverso
A∩B =B∩A A ∩ A0 = ∅
A∪B =B∪A A ∪ A0 = U

Asociativa Complemento
A ∩ (B ∩ C) = (A ∩ B) ∩ C (A0 )0 = A
A ∪ (B ∪ C) = (A ∪ B) ∪ C
A4(B4C) = (A4B)4C Ejercicio para el lector: demostrar que
las igualdades anteriores siempre se
Distributiva cumplen.
A ∩ (B ∪ C) = (A ∩ B) ∪ (A ∩ C)
A ∪ (B ∩ C) = (A ∪ B) ∩ (A ∪ C)

Leyes de DeMorgan
(A ∩ B)0 = A0 ∪ B 0
(A ∪ B)0 = A0 ∩ B 0

Identidad
A∩U =A
A∪∅=A

Teorema 4.
Sean A y B conjuntos. Las siguientes proposiciones son equivalentes:
a. A ⊆ B.
b. A ∩ B = A.
c. A ∪ B = B.

Demostración. Haciendo uso del esquema de cadena de implicaciones (ejercicio 12 de la


sección 1.8), tenemos que

a ⇒b
Supongamos que A ⊆ B, entonces, por doble contenencia tenemos que
(1) A ∩ B ⊆ A

x ∈ A ∩ B ⇔ x ∈ A ∧ x ∈ B Def. Intersección
⇒ x ∈ A Simplificación
2.4. PROPIEDADES DE LAS OPERACIONES ENTRE CONJUNTOS 27

(2) A ⊆ A ∩ B

x ∈ A ⇔ x ∈ A ∧ x ∈ A Idempotencia
⇒ x ∈ A ∧ x ∈ B Por hipótesis, A ⊆ B
⇔ x ∈ A ∩ B Def. Intersección

Ası́, A ⊆ B implica A ∩ B = A

b ⇒c
Supongamos que A ∩ B = A, entonces, por doble contenencia tenemos que
(1) A ∪ B ⊆ B

x ∈ A ∪ B ⇔ x ∈ A ∨ x ∈ B Def. Unión
⇔ x ∈ A ∩ B ∨ x ∈ B Por hipótesis, A ∩ B = A
⇔ (x ∈ A ∧ x ∈ B) ∨ x ∈ B Def. Intersección
⇔ (x ∈ A ∨ x ∈ B) ∧ (x ∈ B ∨ x ∈ B) Distributiva
⇒ x ∈ B ∨ x ∈ B Simplificación
⇔ x ∈ B Idempotencia

(2) B ⊆ A ∪ B

x ∈ B ⇒ x ∈ A ∨ x ∈ B Adición
⇔ x ∈ A ∪ B Def. Unión

Ası́, A ∩ B = A implica A ∪ B = B

c ⇒a
Supongamos que A ∪ B = B, entonces

x ∈ A ⇒ x ∈ A ∨ x ∈ B Adición
⇔ x ∈ A ∪ B Def. Unión
⇔ x ∈ B Por hipótesis, A ∪ B = B

Ası́, A ∪ B = B implica A ⊆ B

Con lo anterior, queda demostrado que las tres afirmaciones a, b y c son equivalentes. 

Definición.
Sea A un conjunto. El conjunto de partes de A, o también, el conjunto potencia de A,
se define como el conjunto de todos los subconjuntos de A. Esto es,

P(A) = {X | X ⊆ A}
28 CAPÍTULO 2. CONJUNTOS

Proposición 2.
Sean A y B conjuntos. Entonces
1. P(A) ∩ P(B) = P(A ∩ B).
2. P(A) ∪ P(B) ⊆ P(A ∪ B).

Demostración. Por definición de igualdad de conjuntos tenemos que


1. P(A) ∩ P(B) = P(A ∩ B).

X ∈ P(A) ∩ P(B) ⇔ X ∈ P(A) ∧ x ∈ P(B) Def. Intersección


⇔ X ⊆ A ∧ X ⊆ B Def. Conjunto de partes
⇔ (∀z ∈ X)(z ∈ A) ∧ (∀z ∈ X)(z ∈ B) Def. Subconjunto
⇔ (∀z ∈ X)(z ∈ A ∧ z ∈ B) Por C3.
⇔ (∀z ∈ X)(z ∈ A ∩ B) Def. Intersección
⇔ X ⊆ A ∩ B Def. Subconjunto
⇔ X ∈ P(A ∩ B) Def. Conjunto de partes

2. P(A) ∪ P(B) ⊆ P(A ∪ B).


Sea X ∈ P(A) ∪ P(B), entonces

X ∈ P(A) ∪ P(B) ⇔ X ∈ P(A) ∨ x ∈ P(B) Def. Unión


⇔ X ⊆ A ∨ X ⊆ B Def. Conjunto de partes
⇔ (∀z ∈ X)(z ∈ A) ∨ (∀z ∈ X)(z ∈ B) Def. Subconjunto
⇒ (∀z ∈ X)(z ∈ A ∨ z ∈ B) Por C5.
⇔ (∀z ∈ X)(z ∈ A ∪ B) Def. Unión
⇔ X ⊆ A ∪ B Def. Subconjunto
⇔ X ∈ P(A ∪ B) Def. Conjunto de partes

2.5. Familias de Conjuntos

Como lo establecimos al inicio de este segundo capı́tulo, un elemento constituye a su


vez el concepto de conjunto, razón por la cual, podemos formar conjuntos cuyos elementos
sean conjuntos. Del mismo modo, ası́ como designamos a los conjuntos por letras A, B, C,
usaremos A1 , A2 , · · · , An para designar conjuntos, y de esta manera poder formar al con-
junto {A1 , A2 , · · · , An }, el cual estará indexado por los números 1, 2, · · · , n. Este conjunto
es conocido comúnmente como familia indexada de conjuntos, o también, como colección de
conjuntos.
2.5. FAMILIAS DE CONJUNTOS 29

Usualmente, a las familias indexadas de conjuntos se les nota como


{Ai }i∈I
donde I se conoce como conjunto indexado y sus elementos son denominados ı́ndices.

Definición.
Sea {Ai }i∈I una familia indexada de conjuntos contenida en un conjunto referencial
U . La unión generalizada de los conjuntos Ai se define como
[
Ai = {x ∈ U | (∃i ∈ I)(x ∈ Ai )}
i∈I

Definición.
Sea {Ai }i∈I una familia indexada de conjuntos contenida en un conjunto referencial
U . La intersección generalizada de los conjuntos Ai se define como
\
Ai = {x ∈ U | (∀i ∈ I)(x ∈ Ai )}
i∈I

Teorema 5. Leyes de DeMorgan para familias de conjuntos

Sea {Ai }i∈I


!0 una familia indexada de conjuntos. Entonces
\ [
1. Ai = Ai 0 .
i∈I i∈I
!0
[ \
2. Ai = Ai 0 .
i∈I i∈I

Demostración.
!0 Por definición de igualdad de conjuntos tenemos que
\ [
1. Ai = Ai 0 .
i∈I i∈I
!0
\ \
x∈ Ai ⇔x∈U ∧x∈
/ Ai Def. Complemento
i∈I i∈I
⇔ x ∈ U ∧ ¬(∀i ∈ I)(x ∈ Ai ) Def. Intersección generalizada
⇔ x ∈ U ∧ (∃i ∈ I)(x ∈
/ Ai ) Por C1.
⇔ (∃i ∈ I)(x ∈ U ∧ x ∈
/ Ai ) Por independencia de la variable
0
⇔ (∃i ∈ I)(x ∈ Ai ) Def. Complemento
[
⇔x∈ Ai 0 Def. Unión generalizada
i∈I
30 CAPÍTULO 2. CONJUNTOS
!0
[ \
2. Ai = Ai 0 .
i∈I i∈I

!0
[ [
x∈ Ai ⇔x∈U ∧x∈
/ Ai Def. Complemento
i∈I i∈I
⇔ x ∈ U ∧ ¬(∃i ∈ I)(x ∈ Ai ) Def. Unión generalizada
⇔ x ∈ U ∧ (∀i ∈ I)(x ∈/ Ai ) Por C2.
⇔ (∀i ∈ I)(x ∈ U ∧ x ∈/ Ai ) Por independencia de la variable
0
⇔ (∀i ∈ I)(x ∈ Ai ) Def. Complemento
\
⇔x∈ Ai 0 Def. Intersección generalizada
i∈I

En sı́ntesis, podemos extender cada una de las operaciones entre conjuntos a familias
indexadas de conjuntos.

Teorema 6. Teorema fundamental de la unión


Sea {Ai }[
i∈I una familia indexada de conjuntos. Entonces
1. Ai ⊆ Ai , para todo i ∈ I.
i∈I [
2. Si B es un conjunto tal que Ai ⊆ B, para todo i ∈ I, entonces Ai ⊆ B.
i∈I

Es decir, la unión de conjuntos es el conjunto más pequeño que contiene a cada uno de
los conjuntos dados.

Demostración. . S
1. Sea x ∈ A
S i , entonces x ∈ Ai , para algún i ∈ I, de modo que x ∈ i∈I Ai .
2. Sea x ∈ i∈I Ai , entonces x ∈ Ai , para algún i ∈ I. Dado que Ai ⊆ B, para todo i ∈ I,
en particular se sigue que x ∈ B. 

Definición.
Sean a y b elementos de un conjunto referencial U . Se conoce como pareja ordenada
(a, b) al conjunto definido de la siguiente manera:

(a, b) = {{a}, {a, b}}.


2.5. FAMILIAS DE CONJUNTOS 31

Acorde a la definición anterior, si a 6= b, entonces {a} 6= {b}. Luego, al considerar las


parejas ordenadas (a, b) y (b, a), se sigue que {{a}, {a, b}} 6= {{b}, {a, b}}, por consiguiente,
(a, b) 6= (b, a).

Definición.
Sean A y B conjuntos contenidos en un conjunto referencial U . El producto cartesiano
de A con B (en tal orden) es el conjunto definido como

A × B = {(a, b) | a ∈ A ∧ b ∈ B}.

Proposición 3.
Para cualesquier conjuntos A, B, C y D, siempre se cumple que:
1. A × (B ∩ C) = (A × B) ∩ (A × C).
2. A × (B ∪ C) = (A × B) ∪ (A × C).
3. (A × B) ∩ (C × D) = (A ∩ C) × (B ∩ D).

Demostración. Por definición de igualdad de conjuntos tenemos que


1. A × (B ∩ C) = (A × B) ∩ (A × C).
(x, y) ∈ A × (B ∩ C) ⇔ x ∈ A ∧ y ∈ B ∩ C Def. Producto cartesiano
⇔ (x ∈ A ∧ x ∈ A) ∧ y ∈ B ∩ C Idempotencia
⇔ (x ∈ A ∧ x ∈ A) ∧ (y ∈ B ∧ y ∈ C) Def. Intersección
⇔ (x ∈ A ∧ y ∈ B) ∧ (x ∈ A ∧ y ∈ C) Asociativa
⇔ (x, y) ∈ A × B ∧ (x, y) ∈ A × C Def. Producto cartesiano
⇔ (x, y) ∈ (A × B) ∩ (A × C) Def. Intersección
2. A × (B ∪ C) = (A × B) ∪ (A × C).
(x, y) ∈ A × (B ∪ C) ⇔ x ∈ A ∧ y ∈ B ∪ C Def. Producto cartesiano
⇔ x ∈ A ∧ (y ∈ B ∨ y ∈ C) Def. Unión
⇔ (x ∈ A ∧ y ∈ B) ∨ (x ∈ A ∧ y ∈ C) Distributiva
⇔ (x, y) ∈ A × B ∨ (x, y) ∈ A × C Def. Producto cartesiano
⇔ (x, y) ∈ (A × B) ∪ (A × C) Def. Unión
3. (A × B) ∩ (C × D) = (A ∩ C) × (B ∩ D).
(x, y) ∈ (A × B) ∩ (C × D) ⇔ (x, y) ∈ A × B ∧ (x, y) ∈ C × D Def. Intersección
⇔ (x ∈ A ∧ y ∈ B) ∧ (x ∈ C ∧ y ∈ D) Def. Prod. Cartesiano
⇔ (x ∈ A ∧ x ∈ C) ∧ (y ∈ B ∧ y ∈ D) Asociativa
⇔ x ∈ A ∩ C ∧ y ∈ B ∩ D Def. Intersección
⇔ (x, y) ∈ (A ∩ C) × (B ∩ D) Def. Producto cartesiano

32 CAPÍTULO 2. CONJUNTOS

Teorema 7.
Sean {Ai }!
i∈I y {Bj }j∈J
! dos familias indexadas de conjuntos. Entonces
[ [ [
1. Ai ∩ Bj = (Ai ∩ Bj ).
i∈I j∈J (i,j)∈I×J
! !
\ \ \
2. Ai ∪ Bj = (Ai ∪ Bj ).
i∈I j∈J (i,j)∈I×J

Demostración.
! Por definición
! de igualdad de conjuntos tenemos que
[ [ [
1. Ai ∩ Bj = (Ai ∩ Bj ).
i∈I j∈J (i,j)∈I×J

! !
[ [ [ [
x∈ Ai ∩ Bj ⇔x∈ Ai ∧ x ∈ Bj Def. Intersección
i∈I j∈J i∈I j∈J

⇔ (∃i ∈ I)(x ∈ Ai ) ∧ (∃j ∈ J)(x ∈ Bj ) Def. Unión generalizada


⇔ (∃i ∈ I)(∃j ∈ J)(x ∈ Ai ∧ x ∈ Bj ) Indep. Variable
⇔ (∃(i, j) ∈ I × J)(x ∈ Ai ∧ x ∈ Bj ) Def. Producto cartesiano
⇔ (∃(i, j) ∈ I × J)(x ∈ Ai ∩ Bj ) Def. Intersección
[
⇔x∈ (Ai ∩ Bj ) Def. Unión generalizada
(i,j)∈I×J

! !
\ \ \
2. Ai ∪ Bj = (Ai ∪ Bj )
i∈I j∈J (i,j)∈I×J

! !
\ \ \ \
x∈ Ai ∪ Bj ⇔x∈ Ai ∨ x ∈ Bj Def. Unión
i∈I j∈J i∈I j∈J

⇔ (∀i ∈ I)(x ∈ Ai ) ∨ (∀j ∈ J)(x ∈ Bj ) Def. Inter. Generalizada


⇔ (∀i ∈ I)(∀j ∈ J)(x ∈ Ai ∨ x ∈ Bj ) Indep. Variable
⇔ (∀(i, j) ∈ I × J)(x ∈ Ai ∨ x ∈ Bj ) Def. Producto cartesiano
⇔ (∀(i, j) ∈ I × J)(x ∈ Ai ∪ Bj ) Def. Unión
\
⇔x∈ (Ai ∪ Bj ) Def. Intersección generalizada
(i,j)∈I×J


2.6. EJERCICIOS DE REPASO CAPÍTULO 2 33

2.6. Ejercicios de Repaso Capı́tulo 2

1. Sean A, B conjuntos. Demuestre que A ⊆ B si y solo si (B ∩ C) ∪ A = B ∩ (C ∪ A)


para cualquier conjunto C.

2. Sea C una colección de conjuntos. Demuestre lo siguiente:


!
\ \
a) P(A) = P A .
A∈C A∈C
!
[ [
b) P(A) ⊆ P A .
A∈C A∈C

3. Sea A un conjunto. Demuestre que


[
a) P(A) = A.
\
b) P(A) = ∅.

4. Sean A, B y C conjuntos. Demuestre que:

a) A − B = ∅ si y solo si A ⊆ B.
b) B − (B − A) = A si y solo si A ⊆ B.
c) A × B = ∅ si y solo si A = ∅ ∨ B = ∅

5. Determine si las siguientes igualdades son ciertas o no. Si lo es, demuéstrelo, si no lo


es, exhiba un contraejemplo.

a) P(A − B) = P(A) − P(B).


b) P(A∆B) = P(A)∆P(B).
c) P(A × B) = P(A) × P(B).

6. A continuación se presenta uno de los axiomas de la teorı́a de conjuntos de Zermelo-


Fraenkel.
Axioma 1. Axioma de regularidad.

Para todo conjunto no vacı́o X existe un conjunto A ∈ X tal que X ∩ A = ∅.


Esto es,
(∀X 6= ∅)(∃A)(A ∈ X ∧ X ∩ A = ∅).

a) Use este axioma para demostrar que dado un conjunto A, no es permitido que
A ∈ A.
Sugerencia: Por reducción al absurdo, suponga que A ∈ A es verdadera y escoja
X = {A}.
34 CAPÍTULO 2. CONJUNTOS

b) Use este axioma para demostrar que no existen conjuntos A y B tales que A ∈ B
y B ∈ A.
Sugerencia: Considere el conjunto {A, B}.
Capı́tulo 3

Relaciones

En el lenguaje cotidiano, es usual establecer conexiones, correspondencias, enlaces, com-


paraciones, o bien, relaciones entre distintos conceptos que guarden algo en común, por
ejemplo:

1. X es hermano de Y .

2. X es de color Y .

3. X pesa Y .

donde, retomando la idea del conjunto universal o referencial, será necesario hacer tal dis-
tinción para indicar el conjunto del cual se tomarán los elementos. En el tercer ejemplo, X
no puede pesar 5 segundos, entonces Y tendrá que ser una medida de peso, al igual que en
el resto de los ejemplos.

Definición.
Sean A y B conjuntos contenidos en un conjunto referencial U . Una relación R de A
en B es cualquier subconjunto de A × B.

R⊆A×B

Se denomina conjunto de salida al conjunto A y conjunto de llegada al conjunto B. Si


(x, y) ∈ R, diremos que x está relacionado con y por medio de R, y escribiremos xRy.
Además, si R ⊆ A × A, se dice que R es una relación en A.

Una forma gráfica de visualizar una relación es por medio de diagramas sagitales como
mostraremos a continuación con un ejemplo sencillo.

35
36 CAPÍTULO 3. RELACIONES

Ejemplo: sean A = {a, b, c} y B = {w, x, y, z}. Se define la relación R ⊆ A × B en


donde R = {(a, w), (c, x), (c, z)} y se ve representada de la siguiente manera:

R
A B

w
a
x
b
y
c
z

Definición.
El dominio de una relación R de A en B se define como el conjunto de las primeras
componentes de las parejas de R.

Dom(R) = {x ∈ A | xRy para algún y ∈ B}

El rango de una relación R de A en B se define como el conjunto de las segundas


componentes de las parejas de R.

Ran(R) = {y ∈ B | xRy para algún x ∈ A}

Con base en el ejemplo anterior, tenemos que Dom(R) = {a, c} y Ran(R) = {w, x, z}. Es
importante resaltar que Dom(R) ⊆ A y Ran(R) ⊆ B, pues posteriormente definiremos el
concepto de función y este detalle será importante a tener en cuenta.

Definición.
Sea R una relación de A en B. La relación inversa de R se define como:

R−1 = {(y, x) | (x, y) ∈ R}

Retomemos el ejemplo anterior para ilustrar la relación inversa:

Ejemplo: sean A = {a, b, c} y B = {w, x, y, z}. Se define la relación R ⊆ A × B


en donde R = {(a, w), (c, x), (c, z)}. De esta manera, R−1 ⊆ B × A está definida como
R−1 = {(w, a), (x, c), (z, c)} y la representamos ası́:
37

R−1
A B

w
a
x
b
y
c
z

Proposición 4.
Sea R una relación de A en B. Entonces

(R−1 )−1 = R

Demostración. Por definición de igualdad de conjuntos tenemos que

(x, y) ∈ (R−1 )−1 ⇔ (y, x) ∈ R−1 Def. Relación inversa


⇔ (x, y) ∈ R Def. Relación inversa

Definición.
Sea R una relación de A en B, y sea S una relación de B en C. Definimos la relación
compuesta de A en C a la relación dada por:

S ◦ R = {(x, y) | (x, z) ∈ R ∧ (z, y) ∈ S, para algún z ∈ B}

Teorema 8.
Sea R una relación de A en B, y sea S una relación de B en C. Entonces

(S ◦ R)−1 = R−1 ◦ S −1
38 CAPÍTULO 3. RELACIONES

Demostración. Por definición de igualdad de conjuntos tenemos que

(x, y) ∈ (S ◦ R)−1 ⇔ (y, x) ∈ S ◦ R Def. Relación inversa



⇔ (∃z ∈ B) (y, z) ∈ R ∧ (z, x) ∈ S Def. Relación compuesta
−1 −1

⇔ (∃z ∈ B) (z, y) ∈ R ∧ (x, z) ∈ S Def. Relación inversa
−1 −1

⇔ (∃z ∈ B) (x, z) ∈ S ∧ (z, y) ∈ R Conmutativa
−1 −1
⇔ (x, y) ∈ R ◦ S Def. Relación compuesta

3.1. Tipos de Relaciones

Sea R una relación definida en un conjunto A. Clasificaremos las relaciones acorde a los
elementos de A y el modo mediante el cual se relacionan y exhibiremos algunos ejemplos.

Definición.
R es reflexiva si todo elemento de A está relacionado consigo mismo.

(∀x ∈ A)(xRx)

Ejemplos:

1. Consideremos la relación S definida en Q.

xSy si y solo si x − y ∈ Z

Demuestre que S es reflexiva.

Demostración. Sea a ∈ Q. Puesto que a − a = 0 y 0 ∈ Z, entonces, por definición de


la relación, tenemos que aSa. 

2. Consideremos la relación T definida en N × N.

(a, b)T (c, d) si y solo si 2a + b = 2c + d

Demuestre que T es reflexiva.

Demostración. Sea (u, v) ∈ N × N. Es claro que u + v = u + v, y sumando en ambos


miembros u, obtenemos 2u + v = 2u + v. Ası́, por definición de la relación, tenemos
(u, v)T (u, v). 
3.1. TIPOS DE RELACIONES 39

Definición.
R es simétrica cuando un elemento está relacionado con otro, implica que el segundo
lo esté con el primero.
xRy ⇒ yRx

Ejemplos:

1. Consideremos la relación U definida en Z × Z.

(a, b)U(c, d) si y solo si a + d = b + c

Demuestre que U es simétrica.

Demostración. Sea (a, b)U(c, d), entonces

a+d=b+c
b+c=a+d
c+b=d+a

por lo cual, (c, d)U(a, b). 

2. Consideremos la relación V definida en R.

xVy si y solo si x2 (y − 1) = y 2 (x − 1)

Demuestre que V es simétrica.

Demostración. Sea xVy, entonces x2 (y − 1) = y 2 (x − 1). Luego, esto es equivalente a


y 2 (x − 1) = x2 (y − 1), por lo tanto, yVx. 

Definición.
R es antisimétrica si cuando un elemento se relaciona con el otro y el segundo con el
primero, entonces los elementos tienen que ser iguales.

xRy ∧ yRx ⇒ x = y

Ejemplos:

1. Consideremos la relación H definida en Z.

xHy si y solo si y = x + w, para algún w ∈ N ∪ {0}

Demuestre que H es antisimétrica.


40 CAPÍTULO 3. RELACIONES

Demostración. Sean xHy y yHx, entonces existen i, j ∈ N ∪ {0} tal que y = x + i y


x = y + j. Si sustituimos la primera igualdad en la segunda, obtenemos que

x = (x + i) + j
x =
 x + (i + j)
0=i+j

pero como i, j ∈ N ∪ {0}, entonces 0 = i = j. De esta manera, si sustituimos esto en


las primeras igualdades, llegaremos a que y = x + 0 y x = y + 0, donde en cualquier
caso, x = y. 

2. Consideremos la relación J definida en N.

xJ y si y solo si y = x · m, para algún m ∈ N

Demuestre que J es antisimétrica.

Demostración. Sean xJ y y yJ x, entonces existen m, n ∈ N tal que y = x·m y x = y·n.


Si sustituimos la primera igualdad en la segunda, obtenemos que

x = (x · m)n
x =
 x(m · n)
1=m·n

pero como m, n ∈ N, necesariamente 1 = m = n. Ası́, y = x · 1 y x = y · 1, por lo cual,


en ambos casos, y = x. 

Definición.
R es transitiva si un elemento está relacionado con otro, y este segundo lo está con un
tercero, entonces el primero está relacionado con el tercero.

xRy ∧ yRz ⇒ xRz

Ejemplos:

1. Consideremos la relación M definida en Z.

xMy si y solo si x + y = 2j, para algún j ∈ Z

Demuestre que M es transitiva.


3.1. TIPOS DE RELACIONES 41

Demostración. Sean xMy y yMz, entonces existen j, k ∈ Z tal que x + y = 2j y


y + z = 2k. Considerando la primera igualdad tenemos que

x+y = 2j
x+y+z = 2j + z
x+z = 2j + z − y
x+z = 2j + (y + z) − 2y
x+z = 2j + 2k − 2y Por la segunda igualdad
x+z = 2(j + k − y) Sea α = j + k − y
x+z = 2α

Por consiguiente, xMz. 

2. Consideremos la relación N definida en N × N.

(a, b)N (c, d) si y solo si ad = bc

Demuestre que N es transitiva.

Demostración. Sean (a, b)N (c, d) y (c, d)N (e, f ), entonces ad = bc y cf = de. Consi-
derando la primera igualdad tenemos que

ad = bc
(ad)e = (bc)e
a(de) = (be)c
a(cf ) = (be)c Por la segunda igualdad
(af )c = (be)c
af = be

Por lo tanto, (a, b)N (e, f ). 

Definición.
El conjunto denominado diagonal de A o también identidad de A se define como:

IA = {(x, x) | x ∈ A}

Teorema 9.
Sea R una relación definida en A. Entonces
1. R es simétrica si y solo si R = R−1 .
2. R es antisimétrica si y solo si R ∩ R−1 ⊆ IA .
3. R es transitiva si y solo si R ◦ R ⊆ R.
42 CAPÍTULO 3. RELACIONES

Demostración. .

1. ⇒) Sea R una relación simétrica definida en A, entonces, por doble contenencia, tene-
mos que
R ⊆ R−1 .

(x, y) ∈ R ⇒ (y, x) ∈ R Por hipótesis, R es simétrica


⇔ (x, y) ∈ R−1 Def. Relación inversa

R−1 ⊆ R.

(x, y) ∈ R−1 ⇔ (y, x) ∈ R Def. Relación inversa


⇒ (x, y) ∈ R Por hipótesis, R es simétrica

Ası́, R = R−1 .
⇐) Sea R = R−1 y sea xRy, es decir, (x, y) ∈ R, luego, por hipótesis, R = R−1 , por
tanto, (x, y) ∈ R−1 , y por definición de relación inversa, (y, x) ∈ R, o bien, yRx. Ası́,
xRy implica yRx, por consiguiente, R es simétrica.

2. ⇒) Sea R una relación antisimétrica definida en A, y sea (x, y) ∈ R ∩ R−1 , entonces

(x, y) ∈ R ∩ R−1 ⇔ (x, y) ∈ R ∧ (x, y) ∈ R−1 Def. Intersección


⇔ (x, y) ∈ R ∧ (y, x) ∈ R Def. Relación inversa
⇒ x = y Por hipótesis, R es antisimétrica
⇒ (x, y) ∈ IA Def. Diagonal

De esta manera, R ∩ R−1 ⊆ IA .


⇐) Sea R ∩ R−1 ⊆ IA , y sean xRy y yRx, entonces

(x, y) ∈ R ∧ (y, x) ∈ R ⇔ (x, y) ∈ R ∧ (x, y) ∈ R−1 Def. Relación inversa


⇔ (x, y) ∈ R ∩ R−1 Def. Intersección
⇒ (x, y) ∈ IA Por hipótesis, R ∩ R−1 ⊆ IA
⇒ x = y Def. Diagonal

Luego, xRy y yRx implican x = y, por lo cual, R es antisimétrica.

3. ⇒) Sea R una relación transitiva definida en A, y sea (x, y) ∈ R ◦ R, entonces



(x, y) ∈ R ◦ R ⇔ (∃z ∈ A) (x, z) ∈ R ∧ (z, y) ∈ R Def. Relación compuesta

⇒ (∃z ∈ A) (x, y) ∈ R Por hipótesis, R es transitiva
⇔ (x, y) ∈ R Por independencia de la variable

Con esto, R ◦ R ⊆ R.
3.2. RELACIONES DE ORDEN 43

⇐) Sea R ◦ R ⊆ R, y sean xRy y yRz, entonces



(x, y) ∈ R ∧ (y, z) ∈ R ⇔ (∃y ∈ A) (x, y) ∈ R ∧ (y, z) ∈ R
⇔ (x, z) ∈ R ◦ R Def. Relación compuesta
⇒ (x, z) ∈ R Por hipótesis, R ◦ R ⊆ R

Acorde a lo anterior, xRy y yRz implican xRz, es decir, R es transitiva.

3.2. Relaciones de Orden

Definición.
Una relación definida en un conjunto A se denomina relación de orden si es reflexiva,
antisimétrica y transitiva.

En el caso de las relaciones de orden, acostumbraremos escribir  a cambio de R, y


leeremos x  y como “x precede a y” o también, “x es menor o igual que y”.

Teorema 10.
La relación de contenencia de conjuntos es una relación de orden.

Demostración. Examinaremos entonces que la relación  definida en un conjunto referencial


U es una relación reflexiva, antisimétrica y transitiva. De esta manera,

AB si y solo si A ⊆ B

Sean A, B, C conjuntos, entonces,

Reflexiva: por el ı́tem 1 del teorema 3, A ⊆ A, es decir, A  A.

Simétrica: por doble contenencia, A ⊆ B y B ⊆ A implican que A = B. De esta manera,


A  B ∧ B  A ⇒ A = B.

Transitiva: p or el ı́tem 2 del teorema 3, A ⊆ B y B ⊆ C implican que A ⊆ C. Ası́,


A  B ∧ B  C ⇒ A  C.

De esta manera, la relación de contenencia de conjuntos definida en U es una relación de


orden. 
44 CAPÍTULO 3. RELACIONES

Definición.
Si  es una relación de orden definida en un conjunto A, diremos que A es un conjunto
ordenado por la relación  y escribiremos

(A, )

3.2.1. Diagramas de Hasse

Para representar gráficamente una relación de orden, se acostumbra hacer uso de los cono-
cidos diagramas de hasse. Estos, exhiben información simplificada y útil, como mostraremos
a continuación.

1. Relación entre elementos: un elemento será representado por un nodo, y dos ele-
mentos estarán relacionados a  b de la siguiente manera:

2. Reflexiva: la representación será sencilla. A cambio de exhibir un bucle

sencillamente la representación del nodo dará a entender que está relacionado consigo
mismo
a

3. Transitiva: para simplificar el gráfico


c

recurriremos a no representar la transitividad, de la siguiente manera


c

a
3.2. RELACIONES DE ORDEN 45

Ejemplo: consideremos el conjunto X = {a, b, c} y sea A = P(X). Definimos la relación


de orden  en A, ası́
AB si y solo si A ⊆ B

Representamos a (A, ) por medio de un diagrama de Hasse de la siguiente manera:

{a, b} {a, c} {b, c}

{a} {b} {c}

A partir del gráfico, podemos observar los elementos que se encuentran relacionados sin la
necesidad de precisar cada una de las parejas ordenadas que conforman a la relación .

3.2.2. Elementos Distinguidos

Definición.
Sea  una relación de orden definida en A y sea B ⊆ A con B 6= ∅. Un elemento ω de
A se denomina el mı́nimo de B si
1. ω ∈ B.
2. (∀x ∈ B)(ω  x).

Proposición 5.
Si un conjunto A ordenado por una relación de orden  tiene mı́nimo, este es único.

Demostración. Sean α y β elementos mı́nimos de A y sea B ⊆ A, B 6= ∅, entonces α, β ∈ B


y también, (∀x ∈ B)(α  x) y (∀x ∈ B)(β  x), en particular, α  β por ser mı́nimo, y
β  α por ser mı́nimo. De esto último, por la antisimetrı́a de la relación , nos resulta que
α = β, es decir, el elemento mı́nimo, si existe, es único. 
46 CAPÍTULO 3. RELACIONES

Definición.
Sea  una relación de orden definida en A y sea B ⊆ A con B 6= ∅. Un elemento µ de
A se denomina el máximo de B si
1. µ ∈ B.
2. (∀x ∈ B)(x  µ).

Proposición 6.
Si un conjunto A ordenado por una relación de orden  tiene máximo, este es único.

Demostración. Sean α y β elementos máximos de A y sea B ⊆ A, B 6= ∅, entonces α, β ∈ B


y también, (∀x ∈ B)(x  α) y (∀x ∈ B)(x  β), en particular, β  α por ser máximo, y
α  β por ser máximo. De esto último, por la antisimetrı́a de la relación , nos resulta que
α = β, es decir, el elemento máximo, si existe, es único. 

Ejemplo: consideremos el siguiente diagrama de Hasse de (A, ) con A = {a, b, c, d} y


A = B.

Podemos evidenciar que en (A, ), el máximo es a y el mı́nimo es d.

Definición.
Sea  una relación de orden definida en A y sea B ⊆ A. Un elemento ξ de A es cota
inferior de B si (∀x ∈ B)(ξ  x).

Ejemplo: consideremos el siguiente diagrama de Hasse de (A, ), donde tenemos que
A = {a, b, c, d, e, f, g} y B = {a, b, c}.
3.2. RELACIONES DE ORDEN 47

b c

e f g

En este caso, tenemos que d, e, f y g son cotas inferiores de B, es decir, B∗ = {d, e, f, g}

Definición.
Sea  una relación de orden definida en A y sea B ⊆ A. Un elemento δ de A es cota
superior de B si (∀x ∈ B)(x  δ).

Ejemplo: consideremos el siguiente diagrama de Hasse de (A, ) donde tenemos que


A = {a, b, c, d, e, f, g, h} y B = {d, e, f, g, h}.

b c

e f

Aquı́ podemos observar que a, b, c y d son cotas superiores de B, es decir, B ∗ = {a, b, c, d}.

Definición.
Sea  una relación de orden definida en A y sea B ⊆ A. Se denomina ı́nfimo de B a
la máxima de las cotas inferiores.

Por la proposición 6, el ı́nfimo, si existe, es único. Si retomamos el ejemplo de cota inferior,


tenemos en el diagrama de Hasse
48 CAPÍTULO 3. RELACIONES

b c

e f g

que el ı́nfimo de B es d, es decir, Ínf(B) = {d}.

Definición.
Sea  una relación de orden definida en A y sea B ⊆ A. Se denomina supremo de B
a la mı́nima de las cotas superiores.

Por la proposición 5, el supremo, si existe, es único. Si retomamos el ejemplo de cota


superior, tenemos en el diagrama de Hasse

b c

e f

que el supremo de B es d, es decir, Sup(B) = {d}.

Definición.
Sea  una relación de orden definida en A y sea B ⊆ A con B 6= ∅. Un elemento ψ de
A se denomina minimal de B si
1. ψ ∈ B.
2. (∀x ∈ B)(x  ψ ⇒ x = ψ).

Ejemplo: consideremos el siguiente diagrama de Hasse de (A, ) donde tenemos que


A = {u, v, w, x, y, z} y B = {w, x, y, z}.
3.2. RELACIONES DE ORDEN 49

v w

y z

De esta manera, tenemos que y y z son elementos minimales, puesto que no hay ningún otro
elemento que los preceda, y en caso contrario, serı́an iguales.

Definición.
Sea  una relación de orden definida en A y sea B ⊆ A con B 6= ∅. Un elemento σ de
A se denomina maximal de B si
1. σ ∈ B.
2. (∀x ∈ B)(σ  x ⇒ x = ψ).

Ejemplo: consideremos el siguiente diagrama de Hasse de (A, ) donde tenemos que


A = {a, b, c, d, e, f, g} y A = B.

a c b

d
e f

Ası́, a, b y c son maximales de B, debido a que no hay elementos que antecedan a estos, y
en caso de que fuera ası́, serı́an iguales a estos.

Definición.
Sea  una relación de orden definida en A. Dicha relación se denomina relación de
orden parcial cuando existen dos elementos de A que se relacionan entre sı́, es decir,
(∃x, y ∈ B)(x  y ∨y  x). Esta será una relación de orden total si todos los elementos
de A se relacionan entre sı́, es decir, (∀x, y ∈ B)(x  y ∨ y  x)

Con base en estas definiciones, podemos decir que un orden total es un tipo de orden
parcial, pero no se cumple de manera contraria.
50 CAPÍTULO 3. RELACIONES

Definición.
Sea  una relación de orden definida en A. Dicha relación se denomina relación de buen
orden para A, si todo conjunto B ⊆ A, B 6= ∅, tiene mı́nimo respecto a la relación.

Teorema 11.
Toda relación de buen orden es una relación de orden total.

Demostración. Sea  una relación de buen orden definida en A, y sean x, y ∈ A. De esta


manera, podemos formar el conjunto {x, y}, el cual es subconjunto de A y es no vacı́o. Como
 es una relación de buen orden, entonces {x, y} tendrá mı́nimo. Si x es el mı́nimo, entonces
x  y; por otro lado, si y es el mı́nimo, entonces y  x. De esta manera, encontramos que
x  y ∨ y  x, es decir, todos los elementos se relacionan entre sı́, por tanto,  es un orden
total. 

3.3. Relaciones de Equivalencia

Definición.
Una relación definida en un conjunto A se denomina relación de equivalencia si es
reflexiva, simétrica y transitiva.

Ejemplos:

1. Consideremos la relación R definida en Z.

xRy si y solo si x − y = 5j, para algún j ∈ Z

Demuestre que R es una relación de equivalencia en Z.

Demostración. Examinaremos que R es reflexiva, simétrica y transitiva.


Reflexiva: sea x ∈ Z. Es claro que x − x = 0 = 0 · 5, por lo cual, xRx.
Simétrica: sea xRy, entonces x − y = 5j para algún j ∈ Z. Luego, lo anterior equivale
a −(x − y) = −5j, por lo cual, y − x = 5(−j), donde −j ∈ Z y con lo que concluimos
que yRx.
Transitiva: sean xRy y yRz, entonces existen j, k ∈ Z tales que x−y = 5j y y−z = 5k.
3.3. RELACIONES DE EQUIVALENCIA 51

Considerando la primera igualdad tenemos que

x−y = 5j
x−y+z−z = 5j
x − (y − z) − z = 5j
x − 5k − z = 5j Por la segunda igualdad
x−z = 5j + 5k
x−z = 5(j + k) Sea β = j + k
x−z = 5β

Por lo cual, xRz.


Ası́, concluimos que la relación R definida en Z es una relación de equivalencia. 

2. Consideremos la relación T definida en N × N.

(a, b)R(c, d) si y solo si 3a + 2b = 3c + 2d

Demuestre que T es una relación de equivalencia en N × N.

Demostración. Examinaremos que T es reflexiva, simétrica y transitiva.


Reflexiva: sea (x, y) ∈ N×N. Desde luego, 3x+2y = 3x+2y, por lo tanto, (x, y)T (x, y).
Simétrica: sea (a, b)T (c, d), entonces 3a + 2b = 3c + 2d. Esto último equivale a tener
que 3c + 2d = 3a + 2b, de modo tal que (c, d)T (a, b).
Transitiva: sean (a, b)T (c, d) y (c, d)T (e, f ), entonces 3a + 2b = 3c + 2d y 3c + 2d =
3e + 2f . Ası́, uniendo ambas igualdades, nos resulta que 3a + 2b = 3e + 2f , por
consiguiente, (a, b)T (e, f ).
Ası́, concluimos que la relación T definida en N × N es una relación de equivalencia. 

En el caso de las relaciones de equivalencia, acostrumbraremos escribir ∼ a cambio de R.

Definición.
Sea ∼ una relación de equivalencia definida en un conjunto A 6= ∅ y sea y ∈ A. Se
denomina clase de equivalencia de y con respecto a la relación al conjunto formado
por todos los elementos de A que están relacionados con y por medio de ∼.

[y] = {x ∈ A | x ∼ y}

Ejemplo: consideremos la relación de nuestro primer ejemplo de relación de equivalencia,


es decir,
xRy si y solo si x − y = 5j, para algún j ∈ Z
Como ya comprobamos que R definida en Z es una relación de equivalencia, hallemos la
clase de equivalencia del 3.
52 CAPÍTULO 3. RELACIONES

Sea x ∈ A, entonces x − 3 = 5j para algún j ∈ Z, luego, x = 3 + 5j para algún j ∈ Z,


por lo cual,

[3] = {3 + 5j | j ∈ Z}
= {. . . − 12, −7, −2, 3, 8, 13, 18 . . .}

Lema 1.
Sea ∼ una relación de equivalencia definida en un conjunto A 6= ∅, con x, y ∈ A.

1. x ∈ [x].

2. Las siguientes proposiciones son equivalentes:

a) x ∼ y.
b) x ∈ [y].
c) [x] = [y].

Demostración. .

1. Debido a que ∼ es una relación de equivalencia, entonces es reflexiva, por lo cual, como
x ∈ A, entonces x ∼ x. De esta manera, x ∈ [x].

2. Haciendo uso del esquema de cadena de implicaciones (ejercicio 12 de la sección 1.8),


tenemos que

a ⇒b
Supongamos que x ∼ y, entonces, si consideramos [y] = {x ∈ A | x ∼ y}, como x ∈ A
y por hipótesis x ∼ y, entonces x ∈ [y].

b ⇒c
Sea x ∈ [y]; por 1 tenemos siempre que x ∈ [x]. Luego, para x, y ∈ A, se cumplirá
x ∈ [x] si y solo si x ∈ [y], y por definición de igualdad de conjuntos, esto es [x] = [y].

c ⇒a
Supongamos que [x] = [y], entonces, por 1 tenemos que x ∈ [x], y como [x] = [y] por
hipótesis, entonces x ∈ [y]. Luego, por definición de clase de equivalencia, como x ∈ A
y x ∈ [y], entonces x ∼ y.


3.3. RELACIONES DE EQUIVALENCIA 53

Definición.
Sea ∼ una relación de equivalencia definida en un conjunto A 6= ∅. Se define el conjunto
cociente de A por ∼ al conjunto formado por todas las clases de equivalencia de A.

A/ ∼ = {[x] ∈ P(A) | x ∈ A}

Teorema 12.
El conjunto cociente A/ ∼ es una colección de conjuntos no vacı́os, disjuntos dos a dos
y cuya unión es todo A.

Demostración. Es claro que los conjuntos que forman a A/ ∼ son no vacı́os, puesto que, por
el ı́tem 1 del lema 1, como A 6= ∅, si x ∈ A, entonces x ∈ [x], por tanto, los conjuntos que
componen al conjunto cociente son no vacı́os.

Para probar que dichos conjuntos son disjuntos dos a dos, veamos que [x] ∩ [y] 6= ∅ ⇒
[x] = [y]. De esta manera, sea a ∈ [x] ∩ [y], entonces

a ∈ [x] ∩ [y] ⇔ a ∈ [x] ∧ a ∈ [y] Def. Intersección


⇔ a ∼ x ∧ a ∼ y Por el lema 1
⇒ x ∼ a ∧ a ∼ y Por hipótesis, ∼ es simétrica
⇒ x ∼ y Por hipótesis, ∼ es transitiva
⇔ [x] = [y] Por el lema 1

S base en esto, los elementos de A/ ∼ son disjuntos dos a dos. Por último, veamos que
Con
A/ ∼ = A. Por doble contenencia, tenemos que

[
1. A/ ∼ ⊆ A.
[
Sea x ∈ A/ ∼, entonces
[
x∈ A/ ∼ ⇔ (∃[a] ∈ P(A))(x ∈ [a]) Def. Unión generalizada
⇔ (∃[a] ⊆ A)(x ∈ [a]) Def. Conjunto de partes
⇔ (∃[a])([a] ⊆ A ∧ x ∈ [a]) Cuantificador localizado
⇒ (∃[a])(x ∈ A) Por transitividad de la relación ⊆
⇔ x ∈ A Independencia de la variable

[
2. A ⊆ A/ ∼.
Sea x ∈ A, entonces, por el lema 1, x ∈ [x], por lo cual, x ∈ [x] para algún [x] [∈ P(A).
Ası́, por definición de unión generalizada y del conjunto cociente, esto es, x ∈ A/ ∼.
54 CAPÍTULO 3. RELACIONES
[
Luego, A/ ∼ = A. 

Definición.
Sea A un conjunto no vacı́o. Una partición de A es una familia {Ai }i∈I de subconjuntos
no vacı́os de A que satisfacen las siguientes propiedades:
∈ I)(Ai ∩ Aj 6= ∅ ⇒ Ai = Aj ).
1. (∀i, j[
2. A = Ai .
i∈I

Corolario 2.
El conjunto cociente determina una partición de A.

Demostración. Por el teorema anterior, los conjuntos que componen al conjunto cociente son
no vacı́os. Además, las clases de equivalencia de A/ ∼ son disjuntas dos a dos (satisfacen
la propiedad 1), y la unión de los elementos de A/ ∼ determinan a todo A (satisfacen la
propiedad 2). 

Teorema 13.
Sea A un conjunto no vacı́o con {Ai }i∈I una partición de A. Si consideramos la relación
R definida en A:

xRy si y solo si (∃i ∈ I)(x ∈ Ai ∧ y ∈ Ai )

entonces dicha relación es de equivalencia.

Demostración. Examinaremos que R es reflexiva, simétrica y transitiva.

Reflexiva: sea x ∈ A, entonces


[
x∈A⇔x∈ Ai Propiedad 2 de las particiones
i∈I
⇔ (∃i ∈ I)(x ∈ Ai ) Def. Unión generalizada
⇔ (∃i ∈ I)(x ∈ Ai ∧ x ∈ Ai ) Idempotencia
⇔ xRx Def. de la relación
Simétrica: sea xRy, entonces
xRy ⇔ (∃i ∈ I)(x ∈ Ai ∧ y ∈ Ai ) Def. de la relación
⇔ (∃i ∈ I)(y ∈ Ai ∧ x ∈ Ai ) Conmutativa
⇔ yRx Def. de la relación
3.3. RELACIONES DE EQUIVALENCIA 55

Transitiva: sea xRy y yRz, entonces

xRy ∧ yRz ⇔ (∃i ∈ I)(x ∈ Ai ∧ y ∈ Ai ) ∧ (∃j ∈ I)(y ∈ Aj ∧ z ∈ Aj ) Def. de la relación



⇔ (∃i, j ∈ I) (x ∈ Ai ∧ y ∈ Ai ) ∧ (y ∈ Aj ∧ z ∈ Aj )

⇔ (∃i, j ∈ I) (y ∈ Ai ∧ y ∈ Aj ) ∧ (x ∈ Ai ∧ z ∈ Aj ) Asociativa

⇔ (∃i, j ∈ I) y ∈ Ai ∩ Aj ∧ (x ∈ Ai ∧ z ∈ Aj ) Def. Intersección

⇒ (∃i, j ∈ I) Ai = Aj ∧ (x ∈ Ai ∧ z ∈ Aj ) Propiedad 1 de las particiones
⇔ (∃i, j ∈ I)(x ∈ Ai ∧ z ∈ Ai ) Sustituyendo la igualdad
⇔ xRz Def. de la relación

Ası́, concluimos que la relación R definida en A es una relación de equivalencia. 


56 CAPÍTULO 3. RELACIONES

3.4. Ejercicios de Repaso Capı́tulo 3

1. Halle el error de la siguiente “demostración”, en donde las propiedades simétrica y


transitiva implican la reflexiva:
a) Supongamos aRb.
b) Por simetrı́a se deduce que bRa.
c) De a y b, por transitividad se deduce que aRa.
d ) Por lo tanto, R es reflexiva.
2. Demuestre que en R las siguientes relaciones son de equivalencia, y en cada una de
ellas halle [0], [2], [a] (a es cualquier número real):
xRy ⇔ x2 − y 2 = 3x − 3y
xLy ⇔ x3 + 2y = y 3 + 2x
3. Sea R una relación en A. Demuestre lo siguiente:
a) Si R es reflexiva entonces R ⊆ R ◦ R y R ◦ R es reflexiva.
b) Si R es simétrica entonces R ◦ R−1 = R−1 ◦ R.
c) Si R es transitiva entonces R ◦ R es transitiva.
4. Determine si las siguientes afirmaciones son verdaderas o falsas. Si es verdadera, de-
muéstrela, y si es falsa dé un contraejemplo.
a) Si R es reflexiva, entonces R ∩ R−1 6= ∅.
b) Si R y S son simétricas, entonces R ∪ S es simétrica.
c) Si R y S son reflexivas, entonces R ∩ S es reflexiva.
5. Una relación R en un conjunto A es:
a) Irreflexiva si (∀x ∈ A)((x, x) ∈
/ R).
b) Asimétrica si (x, y) ∈ R ⇒ (y, x) ∈
/ R.
c) Intransitiva si (x, y) ∈ R ∧ (y, z) ∈ R ⇒ (x, z) ∈
/ R.

Para cada una de las siguientes relaciones en Z determine si es reflexiva, simétrica,


transitiva, irreflexiva, asimétrica o intransitiva:
1) R = {(x, y) | x + y es un número par}.
2) R = {(x, y) | x = y}.
3) R = {(x, y) | y = x + 1}.
6. a) Sea {Ri }i∈I una
T familia indexada de relaciones de orden en un conjunto A. De-
muestre que i∈I Ri es una relación de orden en A.
b) Sea {Ri }i∈I unaTfamilia indexada de relaciones de equivalencia en un conjunto A.
Demuestre que i∈I Ri es una relación de equivalencia en A.
Capı́tulo 4

Funciones

Definición.
Una función de A en B es una tripla (f, A, B) donde A y B son conjuntos y f es una
relación f ⊆ A × B que satisfacelas siguientes propiedades:
F1. (∀x ∈ A)(∃y ∈ B) (x, y) ∈ f .
F2. (x, y1 ) ∈ f ∧ (x, y2 ) ∈ f ⇒ y1 = y2 .
Se acostumbra notar dicha tripla como f : A → B. En el lenguaje objeto, F1 significa
que todo elemento x ∈ A tiene una imagen y ∈ B, y F2 nos dice que dicha imagen de
x es única.

El lector recordará que en el capı́tulo 3, hicimos énfasis en el hecho de tener que el dominio
de una relación es subconjunto del conjunto de salida; luego, este hecho no se preserva con
las funciones, resultado importante para el estudio de las mismas.

Teorema 14.
f : A → B es función si y solo si
1. F2 se cumple.
2. Domf = A.
3. Ranf ⊆ B.

Demostración. .
⇒) Sea f : A → B una función, entonces

1. Por definición de función, f satisface F2.

2. Por doble contenencia, tenemos que

57
58 CAPÍTULO 4. FUNCIONES

a) Domf ⊆ A.

x ∈ Domf ⇔ (∃y ∈ B) (x, y) ∈ f Def. Dominio
⇒ (x, y) ∈ A × B Def. Función
⇔ x ∈ A ∧ y ∈ B Def. Producto cartesiano
⇒ x ∈ A Simplificación

b) A ⊆ Domf .

x ∈ A ⇒ (∃y ∈ B) (x, y) ∈ f Por hipótesis, f satisface F1
⇔ x ∈ Domf Def. Dominio

De esta manera, Domf = A.

3. Sea y ∈ Ranf , entonces



y ∈ Ranf ⇔ (∃x ∈ A) (x, y) ∈ f Def. Rango
⇒ (x, y) ∈ A × B Def. Función
⇔ x ∈ A ∧ y ∈ B Def. Producto cartesiano
⇒ y ∈ B Simplificación

⇐) Supongamos que Domf = A, Ranf ⊆ B y se cumple F2, entonces

(x, y) ∈ f ⇔ x ∈ Domf ∧ y ∈ Ranf Def. Dominio y Rango


⇒ x ∈ A ∧ y ∈ B Por hipótesis, Domf = A y Ranf ⊆ B
⇔ (x, y) ∈ A × B Def. Producto cartesiano

Ası́, f ⊆ A × B. Falta ver que f satisfaga F1 y F2.

F1. Sea x ∈ A. Puesto que por hipótesis Domf = A, tenemos que, dado x ∈ Domf , se
sigue que (x, y) ∈ f , para algún y ∈ Ranf . Luego, como por hipótesis, Ran
 f ⊆ B, entonces
(x, y) ∈ f , para algún y ∈ B. En sı́ntesis, (∀x ∈ A)(∃y ∈ B) (x, y) ∈ f , de modo que se
satisfará F1.

F2. Por hipótesis, tenemos que f satisface F2. 

Definición.
Si (x, y) ∈ f , diremos que y = f (x).

Con base en la anterior definición, podemos enunciar las condiciones para que una relación
sea función de la siguiente manera:

F1. (∀x ∈ A)(∃y ∈ B) y = f (x) .
F2. x1 = x2 ⇒ f (x1 ) = f (x2 )
4.1. FUNCIONES CONOCIDAS 59

Lema 2.
Sean f y g funciones de A en B. f = g si y solo si f (x) = g(x) para todo x ∈ A.

Demostración. .
⇒) Supongamos que f = g, entonces, si x ∈ A, se sigue que

y = f (x) ⇔ (x, y) ∈ f Def. Notación funcional


⇔ (x, y) ∈ g Por hipótesis, f = g
⇔ y = g(x) Def. Notación funcional

Desde luego, por transitividad de la igualdad, f (x) = g(x).

⇐) Supongamos ahora que f (x) = g(x) para todo x ∈ A, entonces

(x, y) ∈ f ⇔ y = f (x) Def. Notación funcional


⇔ y = g(x) Por hipótesis, f (x) = g(x)
⇔ (x, y) ∈ f Def. Notación funcional

Ası́, (x, y) ∈ f ⇔ (x, y) ∈ g, por lo cual, f = g. 

Este útil lema nos permitirá decir rápidamente que dos funciones son iguales si y solo si
tienen el mismo dominio, el mismo codominio, y sus imágenes son iguales por medio de las
funciones.

4.1. Funciones Conocidas

Consideremos algunas funciones especiales. La prueba de que, efectivamente son funcio-


nes, se deja como ejercicio para el lector. Sean A y B conjuntos no vacı́os. Definimos ası́ las
siguientes funciones:

1. Función identidad de A.
IA : A −→ A
x 7−→ x

2. Función inyección canónica de A en B.

i: A −→ B
x 7−→ i(x) = x
60 CAPÍTULO 4. FUNCIONES

3. Función primera proyección canónica.

π1 : A × B −→ A
(x, y) 7−→ x

Función segunda proyección canónica.

π2 : A × B −→ B
(x, y) 7−→ y

4. Función constante.
c: A −→ B
x 7−→ c(x) = b

Teorema 15.
Sean f : A → C y g : B → D funciones. El producto cartesiano de f con g, denotado
por f × g, es una función de A × B en C × D.

Demostración. Veamos que f × g satisface las condiciones F1 y F2.


F1. Sea (x, y) ∈ A × B, entonces x ∈ A y y ∈ B. De aquı́, como f y g son funciones, entonces
(∀x ∈ A)(∃w ∈ C)(w = f (x)) y (∀y ∈ B)(∃z ∈ D)(z = g(y)). Luego, esto último visto como
producto cartesiano nos muestra que (f × g)(x, y) = (w, z) para algún (w, z) ∈ C × D.

F2. Sean (x1 , y1 ), (x2 , y2 ) ∈ A × B parejas arbitrarias y supongamos que (x1 , y1 ) = (x2 , y2 ).
De aquı́, tenemos que x1 = x2 y y1 = y2 , donde al ser f y g, nos resulta que f (x1 ) = f (x2 )
y g(y1 ) = g(y2 ). Esto visto como parejas ordenadas nos muestra que (f (x1 ), g(y1 )) =
(f (x2 ), g(y2 )), donde por definición, efectivamente tenemos que (f × g)(x1 , y1 ) = (f ×
g)(x2 , y2 ) 

4.2. Funciones Inyectivas, Sobreyectivas y Biyectivas

Definición.
Una función f : A → B se dice inyectiva si una imagen por f no tiene dos preimágenes
distintas, o bien,
(x1 , y) ∈ f ∧ (x2 , y) ∈ f ⇒ x1 = x2
Utilizando la notación dada anteriormente, tenemos otra forma de representar la in-
yectividad:
f (x1 ) = f (x2 ) ⇒ x1 = x2
4.2. FUNCIONES INYECTIVAS, SOBREYECTIVAS Y BIYECTIVAS 61

Definición.
Una función f : A → B se dice sobreyectiva si todo elemento del codominio es imagen
de algún elemento del dominio.

(∀y ∈ B)(∃x ∈ A)((x, y) ∈ f )

o bien, usando nuevamente la notación introducida a priori, tenemos que

(∀y ∈ B)(∃x ∈ A)(y = f (x))

Proposición 7.
Una función f : A → B es sobreyectiva si y solo si Ranf = B.

Demostración. Puesto que la definición nos dice que todo elemento del codominio es imagen
de algún elemento del dominio, entonces B ⊆ Ranf , y por el teorema 14, como f es función,
Ranf ⊆ B. De aquı́, por doble contenencia, llegamos a que Ranf = B. 

Definición.
Una función f : A → B es biyectiva si es inyectiva y sobreyectiva. Se conoce usualmente
como biyección.

Ejemplos:

1. Demuestre que la siguiente función es biyectiva.

f: R ∪ {0} −→ R ∪ {0}
x 7−→ f (x) = x2

Demostración. Veamos que esta función es inyectiva y sobreyectiva simultáneamente.


Inyectiva: sean x1 , x2 ∈ R ∪ {0} y supongamos que f (x1 ) = f (x2 ), entonces, tenemos
que

x1 2 = x 2 2 ⇒ x1 2 − x2 2 = 0
⇒ (x1 − x2 )(x1 + x2 ) = 0
⇒ x1 − x2 = 0 ∨ x1 + x2 = 0
⇒ x1 = x2 ∨ x1 = −x2

De aquı́, como por hipótesis, x1 , x2 ∈ R ∪ {0}, serı́a absurdo tener que x1 = −x2 , por
tanto, x1 = x2 .
62 CAPÍTULO 4. FUNCIONES


Sobreyectiva: sea y ∈ R ∪ {0}; tomando x = y, entonces x ∈ R ∪ {0} y en con-
√ 2
secuencia, f (x) = ( y) = |y| = y, pues |y| = y si 0 ≤ y (esto lo estudiaremos con
mayor profundidad en el capı́tulo 6) 

2. El siguiente diagrama sagital nos muestra fácilmente cómo es una función biyectiva.

f
A B

a x

b y

c z

d w

De aquı́, es claro que todo elemento del codominio es imagen de un único elemento del
dominio, es decir, es biyectiva.

4.3. Composición de Funciones

Teorema 16.
La composición de dos funciones f : A → B y g : B → C, g ◦ f : A → C, también es
una función.

Demostración. .
F1. Sea x ∈ A. Al ser f función, tenemos que y = f (x) para algún y ∈ B. De aquı́, como
g es función por hipótesis, entonces z = g(y) para algún z ∈ C. Sustituyendo, tenemos que
z = g(f (x)) = (g ◦ f )(x), por lo cual, existe z ∈ C tal que z = (g ◦ f )(x).

F2. Sean (x, z1 ) ∈ g ◦ f y (x, z2 ) ∈ g ◦ f . Por definición de composición, tenemos que


(∃y1 )((x, y1 ) ∈ f ∧ (y1 , z1 ) ∈ g) y (∃y2 )((x, y2 ) ∈ f ∧ (y2 , z2 ) ∈ g). Luego, como f es función,
(x, y1 ) ∈ f ∧ (x, y2 ) ∈ f implica que y1 = y2 . Luego, como g es función, (y1 , z1 ) ∈ g y
(y2 , z2 ) ∈ g implica que z1 = z2 . 

Observemos ahora que una función al ser un tipo especı́fico de relación, también debe de
contar con una relación inversa f −1 , pero de momento nada nos garantiza que dicha relación
inversa sea una función también. De esta forma, estudiaremos rigurosamente este detalle.
4.3. COMPOSICIÓN DE FUNCIONES 63

Definición.
Una función f : A → B es invertible si f −1 : B → A también es una función. De esta
manera, y = f (x) si y solo si x = f −1 (y) cuando f sea invertible.

Esto es claro, puesto que si consideramos la siguiente función:

f
A B

a x

b y

c z

d w

y consideramos su relación inversa,

f −1
B A

x a

y b

z c

w d

tendremos que no se satisface F1, puesto que x tiene dos imágenes, y tampoco satisface F2,
pues y no tiene ninguna imagen.

Teorema 17.
Una función f : A → B es invertible si y solo si es biyectiva.

Demostración. .
⇒) Sea f : A → B una función invertible, es decir, f −1 : B → A es una función. Veamos que
f es inyectiva y sobreyectiva a la vez.
64 CAPÍTULO 4. FUNCIONES

Inyectiva: Sea (x1 , y) ∈ f y (x2 , y) ∈ f , entonces, al ser f invertible por hipótesis, nos
resulta que (y, x1 ) ∈ f −1 y (y, x2 ) ∈ f −1 . Luego, al ser f −1 función, satisface F2, por tanto,
x1 = x 2 .

Sobreyectiva: Sea y ∈ B, entonces, como f −1 es función, satisface ası́ F1, por consiguiente,
(∀y ∈ B)(∃x ∈ A)(f −1 (y) = x), y por definición de función invertible, esto significa que
(∀y ∈ B)(∃x ∈ A)(y = f (x)). De esta manera, y = f (x) para algún x ∈ A.

⇐) Sea f : A → B una función biyectiva, entonces, veamos que f −1 : B → A es una función.


F1. Sea y ∈ B arbitrario, entonces al ser f biyectiva, f es inyectiva y sobreyectiva. En el
segundo caso, esto quiere decir que (∀y ∈ B)(∃x ∈ A)(y = f (x)), y por definición, esto
equivale a tener que f −1 (y) = x para algún x ∈ A.

F2. Sean (x, y1 ) ∈ f −1 y (x, y2 ) ∈ f −1 , entonces, si consideramos la relación inversa, por


la proposición 4, (y1 , x) ∈ f y (y2 , x) ∈ f , con lo que, al ser f inyectiva por hipótesis, nos
resulta que y1 = y2 . 

Con el anterior teorema, es claro que solamente podremos hallar la función inversa de
una función dada si esta es biyectiva.

Teorema 18.
Sea f : A → B una función invertible. Entonces,
1. f −1 ◦ f = IA .
2. f ◦ f −1 = IB .

Demostración. .
1. Sea x ∈ A. Por ser f función, y = f (x) para algún y ∈ B. Como f es invertible por
hipótesis, entonces también tenemos que f −1 (y) = x. De aquı́, reemplazando, obtenemos
que f −1 (f (x)) = x, y ası́, (f −1 ◦ f )(x) = x.

2. Sea x ∈ B. Por ser f −1 función, y = f −1 (x) para algún y ∈ A. Como f −1 es invertible por
hipótesis, entonces también tenemos que f (y) = x. De aquı́, reemplazando, obtenemos que
f (f −1 (x)) = x, y ası́, (f ◦ f −1 )(x) = x. 

Podemos preguntarnos si será posible convertir una función que no es inyectiva o sobre-
yectiva, en una función biyectiva, motivo por el cual, daremos la siguiente definición:
4.4. IMAGEN DIRECTA E IMAGEN INVERSA 65

Definición.
Sea f : A → B una función y C ⊆ A. Diremos que

f bC : C −→ B
x 7−→ f (x)

es una restricción de f , o bien, f es una prolongación de f bC .

La función restricción nos permitirá construir una función que sea inyectiva, tomando
como conjunto C al formado por aquellos elementos que no tienen una misma imagen, y en
caso de tenerla, escoger uno de tantos elementos. Para el caso de sobreyectividad, tenemos
lo siguiente:

4.4. Imagen Directa e Imagen Inversa

Definición.
Sea f : A → B una función y sean X ⊆ A y Y ⊆ B. La imagen directa de X por f ,

denotada f (X), se define como el conjunto de todas las imágenes de los elementos del
conjunto X.

f (X) = {y ∈ B | y = f (x), para algún x ∈ X}

La imagen inversa de Y por f , denotada f (Y ), se define como el conjunto de todas
las preimágenes de los elementos del conjunto Y .

f (X) = {x ∈ A | f (x) ∈ B}

Con base en lo anterior, si f : A → B no es inyectiva ni sobreyectiva, eligiendo C como


se sugirió previamente al lector, obtenemos entonces una función restricción f bC : C → B
inyectiva; luego, de acuerdo a la proposición 7, bastará con tomar como codominio al conjunto

f (C) para tener una función sobreyectiva. De la manera en que se definió f bC , se sigue que

g : C −→ f (C)
x 7−→ f (x)

es biyectiva.

Estudiemos ahora las propiedades de los conjuntos anteriormente definidos, pero antes,
veamos un ejemplo de estos:

Ejemplo: consideremos la siguiente función y sean X = {b, c, d, f } y Y = {r, s, z}.


66 CAPÍTULO 4. FUNCIONES

f
A B

a x

b y

c z

d w

e r

f s


Con base en esto, la imagen directa de X por f es f (X) = {f (b), f (c), f (d), f (f )} =

{x, z, w}. La imagen inversa de Y por f es f (X) = {z = f (d), s = f (a)} = {d, a}.

Teorema 19.
Sea f : A → B una función y sean {Xi }i∈I una familia de subconjuntos de A y {Yi }i∈I
una familia !de subconjuntos de B. Entonces:
→ \ \→
1. f Xi ⊆ f (Xi ).
i∈I ! i∈I
→ [ [→
2. f Xi = f (Xi ).
i∈I ! i∈I
← \ \←
3. f Yi = f (Yi ).
i∈I ! i∈I
← [ [←
4. f Yi = f (Yi ).
i∈I i∈I

Demostración. .
4.4. IMAGEN DIRECTA E IMAGEN INVERSA 67
! !
→ \ \→ → \
1. f Xi ⊆ f (Xi ). Sea b ∈ f Xi , entonces,
i∈I i∈I i∈I
! !
→ \ \
b∈f Xi ⇔ ∃a ∈ Xi (b = f (a)) Def. Imagen directa
i∈I i∈I
!
\
⇔ (∃a) a ∈ Xi ∧ b = f (a) Def. Cuantificador localizado
i∈I
⇔ (∃a)(∀i ∈ I)(a ∈ Xi ∧ b = f (a)) Def. Intersección generalizada
⇒ (∀i ∈ I)(∃a)(a ∈ Xi ∧ b = f (a)) Prelación de cuantificadores
⇔ (∀i ∈ I)(∃a ∈ Xi )(b = f (a)) Def. Cuantificador localizado

⇔ (∀i ∈ I)(b ∈ f (Xi )) Def. Imagen directa
\→
⇔b∈ f (Xi ) Def. Intersección generalizada
i∈I
!
→ [ [→
2. f Xi = f (Xi ). Por definición de igualdad de conjuntos, tenemos que
i∈I i∈I
! !
→ [ [
b∈f Xi ⇔ ∃a ∈ Xi (b = f (a)) Def. Imagen directa
i∈I i∈I
!
[
⇔ (∃a) a ∈ Xi ∧ b = f (a) Def. Cuantificador localizado
i∈I
⇔ (∃a)(∃i ∈ I)(a ∈ Xi ∧ b = f (a)) Def. Unión generalizada
⇔ (∃i ∈ I)(∃a)(a ∈ Xi ∧ b = f (a)) Independencia de la variable
⇔ (∃i ∈ I)(∃a ∈ Xi )(b = f (a)) Def. Cuantificador localizado

⇔ (∃i ∈ I)(b ∈ f (Xi )) Def. Imagen directa
[→
⇔b∈ f (Xi ) Def. Unión generalizada
i∈I
!
← \ \←
3. f Yi = f (Yi ). Por definición de igualdad de conjuntos, tenemos que
i∈I i∈I
!
← \ \
b∈f Yi ⇔ f (b) ∈ Yi Def. Imagen inversa
i∈I i∈I
⇔ (∀i ∈ I)(f (b) ∈ Yi ) Def. Intersección generalizada

⇔ (∀i ∈ I)(b ∈ f (Yi )) Def. Imagen inversa
\←
⇔b∈ f (Yi ) Def. Intersección generalizada
i∈I
68 CAPÍTULO 4. FUNCIONES
!
← [ [←
4. f Yi = f (Yi ). Por definición de igualdad de conjuntos, tenemos que
i∈I i∈I
!
← [ [
b∈f Yi ⇔ f (b) ∈ Yi Def. Imagen inversa
i∈I i∈I
⇔ (∃i ∈ I)(f (b) ∈ Yi ) Def. Unión generalizada

⇔ (∃i ∈ I)(b ∈ f (Yi )) Def. Imagen inversa
[←
⇔b∈ f (Yi ) Def. Unión generalizada
i∈I


4.5. EJERCICIOS DE REPASO CAPÍTULO 4 69

4.5. Ejercicios de Repaso Capı́tulo 4

1. Demuestre que las siguientes relaciones de R en R corresponden a funciones:

a) f (x) = x3 .
b) g(x) = cos x + 3.
c) h(x) = |x|.
d ) t(x) = ex

2. Sea f : A → B una función. Se define otra función fˆ: P(A) → P(B) tal que, para
M ⊆ A, se tiene que fˆ(M ) = {f (x) | x ∈ M }. Demuestre que f es biyectiva si y solo
si fˆ es biyectiva.

3. Sea f : A → B una función. Demuestre lo siguiente:


→ →
a) (∀M1 , M2 ∈ P(A))[M1 ⊆ M2 ⇔ f (M1 ) ⊆ f (M2 )] si y solo si f es inyectiva.
→ →
b) (∀M ∈ P(A))[B − f (M )] ⊆ f (A − M )] si y solo si f es sobreyectiva.

4. Sean g : B → C y h : B → C funciones. Supóngase que g ◦ f = h ◦ f para toda función


f : A → B. Demuestre que g = h.

→ B una función y sea {Xi }i∈I una familia de subconjuntos de A. Entonces,


5. Sea f : A !
→ \ \→
f Xi = f (Xi ) si y solo si f es inyectiva.
i∈I i∈I

6. Sea f : A → B una función y sean X ⊆ A y Y ⊆ B.


← →
a) Si f es inyectiva, entonces f ( f (X)) = X.
→ ←
b) Si f es sobreyectiva, entonces f ( f (Y )) = Y .

7. Sea f : A → B una función y sean X1 , X2 ⊆ A y Y1 , Y2 ⊆ B.


→ →
a) Si X1 ⊆ X2 , entonces f (X1 ) ⊆ f (X2 ).
← ←
b) Si Y1 ⊆ Y2 , entonces f (Y1 ) ⊆ f (Y2 ).

8. Sean f : A → B y g : B → C funciones biyectivas. Demuestre que g ◦ f : A → C es


también biyectiva.
Capı́tulo 5

Retı́culos

Los retı́culos en matemáticas son herramientas que cumplen ciertas propiedades, esto
con respecto a determinadas operaciones. Una motivación para el lector del estudio de estos
objetos matemáticos, es la labor que se hace a dı́a de hoy en criptografı́a, donde se busca
una forma de codificar información que ni siquiera los ordenadores más potentes del mundo
(incluyendo a los ordenadores cuánticos) puedan descifrar; los retı́culos son una herramienta
que podrı́a ser de gran utilidad dado que cuentan con operaciones fáciles de hacer y difı́ciles
de deshacer, hecho en el cual no profundizaremos al ser este un libro de Fundamentos de
Matemáticas.

Definición.
Un conjunto ordenado (A, ) se denomina retı́culo si dados a, b ∈ A, existen Sup{a, b}
e Ínf{a, b}

Ejemplos:

1. Sea (A, ) una cadena; para a, b ∈ A, si a  b, entonces Sup{a, b} = b e Ínf{a, b} = a.

2. Dado X un conjunto no vacı́o, si consideramos (P(X), ⊆), tenemos un retı́culo donde,


para A, B ⊆ X, se tiene que Sup{A, B} = A ∪ B e Ínf{A, B} = A ∩ B: se deja como
ejercicio para el lector la comprobación de este hecho.

3. Tomando la relación de divisibilidad en N, nos resulta que (N, |) es un retı́culo en el


cual, dados m, n ∈ N, se sigue que Sup{m, n} =mcm(m, n) e Ínf{m, n} =mcd(m, n):
se deja como ejercicio para el lector la comprobación de este hecho.

Si (A, ) es un retı́culo, para a, b ∈ A, denotaremos al supremo de {a, b} por

Sup{a, b} = a ∨ b Ínf{a, b} = a ∧ b

70
71

Proposición 8.

Sea (A, ) un retı́culo. Entonces, se satisfacen las siguientes propiedades:

1. Idempotencia: a ∨ a = a, a ∧ a = a, para todo a ∈ A.

2. Conmutatividad: a ∨ b = b ∨ a, a ∧ b = b ∧ a, para todos a, b ∈ A.

3. Asociatividad: a ∨ (b ∨ c) = (a ∨ b) ∨ c, a ∧ (b ∧ c) = (a ∧ b) ∧ c, para todos


a, b, c ∈ A.

4. Absorción: a ∨ (a ∧ b) = a, a ∧ (a ∨ b) = a, para todos a, b ∈ A.

Demostración. .

1. Sea a ∈ A. Luego, a ∨ a = Sup{a, a} = Sup{a} = a. Análogamente en el caso del


ı́nfimo.

2. Sean a, b ∈ A, de modo que a ∨ b = Sup{a, b} = b ∨ a. Análogamente en el caso del


ı́nfimo.

3. Sean a, b, c ∈ A. Si x = a ∨ (b ∨ c) y y = (a ∨ b) ∨ c, tenemos que a  x y b ∨ c  x, y


como b  b ∨ c y c  b ∨ c, se sigue por transitividad que a  x, b  x y c  x. Luego,
es claro que a ∨ b  x al ser x cota superior de a ∨ b, y c  x, por lo cual, (a ∨ b) ∨ c  x,
de modo que y  x. Análogamente se comprueba que x  y, y por antisimetrı́a, se
concluye que x = y, es decir, a ∨ (b ∨ c) = (a ∨ b) ∨ c. De manera similar se demuestra
que a ∧ (b ∧ c) = (a ∧ b) ∧ c.

4. Sean a, b ∈ A y supongamos que c = a ∧ b, entonces c  a, de modo que, al tener


a ∨ (a ∧ b) = a ∨ c, nos resulta que a ∨ c = a, es decir, a ∨ (a ∧ b) = a. De forma análoga
se prueba que a ∧ (a ∨ b) = a.

Sea A un conjunto no vacı́o. Definimos en A dos operaciones binarias ∨, ∧ : A×A → A, de


tal manera que ∨, ∧ satisfacen las cuatro propiedades anteriores. Consideremos la siguiente
relación definida en A.

a  b si y solo si a ∨ b = b y a ∧ b = a

Teorema 20.
La relación  anterior es una relación de orden en A.
72 CAPÍTULO 5. RETÍCULOS

Demostración. Veamos que  es reflexiva, antisimétrica y transitiva simultáneamente.

Reflexiva: sea a ∈ A. Como a ∨ a = a y a ∧ a = a, entonces a  a.

Antisimétrica: supongamos que a  b y b  a, entonces a ∨ b = b y a ∧ b = a, y además,


a ∨ b = a y a ∧ b = b. Tenemos entonces que a = a ∨ b = a ∧ b = b.

Transitiva: supongamos que a  b y b  c, entonces a ∨ b = b y a ∧ b = a, y también,


b ∨ c = c y b ∧ c = b. Luego,
a ∨ c = a ∨ (b ∨ c) = (a ∨ b) ∨ c = b ∨ c = c
a ∧ c = (a ∧ b) ∧ c = a ∧ (b ∧ c) = a ∧ b = a
Con base en esto, a ∨ c = c y a ∧ c = a, por tanto, a  c. 

A partir de esto, (A, ) es un conjunto ordenado. El siguiente teorema nos permite


relacionar dichas operaciones con las nociones de retı́culo.

Teorema 21.
El anterior conjunto (A, ) es un retı́culo, donde tenemos a ∨ b = Sup{a, b} y a ∧ b =
Ínf{a, b}.

Demostración. Veremos que, para todos a, b ∈ A, se tiene que a ∨ b = Sup{a, b}, para ello,
primero mostraremos que a ∨ b es cota superior de {a, b}: por las propiedades anteriores,
a ∨ (a ∨ b) = (a ∨ a) ∨ b = a ∨ b y a ∧ (a ∨ b) = a, de modo que a  a ∨ b. Análogamente se
prueba que b  a ∨ b. Con base en esto, a ∨ b es cota superior de {a, b}. Falta por ver que es
la mı́nima, para ello, sea c ∈ A otra cota superior de {a, b}; luego, a  c y b  c, de manera
que a ∨ c = c y a ∧ c = a, además de b ∨ c = c y b ∧ c = b. De aquı́, tenemos lo siguiente:
(a ∨ b) ∨ c = a ∨ (b ∨ c) = a ∨ c = c
y también,
(a ∨ b) ∧ c = (a ∨ b) ∧ (a ∨ c)
= (a ∨ b) ∧ (a ∨ (b ∨ c))
= (a ∨ b) ∧ ((a ∨ b) ∨ c)
=a∨b
Con base en esto, (a ∨ b) ∨ c = c y (a ∨ b) ∧ c = a ∨ c, por consiguiente, a ∨ b  c, lo que nos
muestra que es la mı́nima de las cotas superiores, es decir, Sup{a, b} = a ∨ b. 

Se deja como ejercicio para el lector la demostración de a ∧ b = Ínf{a, b}.

De ahora en adelante, notaremos a los retı́culos de la siguiente manera:


(A, ∨, ∧)
5.1. RETÍCULOS DISTRIBUTIVOS 73

5.1. Retı́culos Distributivos

Definición.
Un retı́culo (A, ∨, ∧) se denomina distributivo si a ∧ (b ∨ c) = (a ∧ b) ∨ (a ∧ c), para
todos a, b, c ∈ A.

Proposición 9.

Un retı́culo (A, ∨, ∧) es distributivo si y solo si a ∨ (b ∧ c) = (a ∨ b) ∧ (a ∨ c).

Demostración. .
⇒) Supongamos que (A, ∨, ∧) es distributivo, entonces:

a ∨ (b ∧ c) = (a ∨ (a ∧ c)) ∨ (b ∧ c)
= a ∨ ((a ∧ c) ∨ (b ∧ c))
= a ∨ ((a ∨ b) ∧ c)
= ((a ∨ b) ∧ a) ∨ ((a ∨ b) ∧ c)
= (a ∨ b) ∧ (a ∨ c)

⇐) Supongamos que a ∨ (b ∧ c) = (a ∨ b) ∧ (a ∨ c). Luego,

a ∧ (b ∨ c) = (a ∧ (a ∨ c)) ∧ (b ∨ c)
= a ∧ ((a ∨ c) ∧ (b ∨ c))
= a ∧ ((a ∧ b) ∨ c)
= ((a ∧ b) ∨ a) ∧ ((a ∧ b) ∨ c)
= (a ∧ b) ∨ (a ∧ c)

Ejemplo: dado un conjunto X no vacı́o, el retı́culo (P(X), ∪, ∩) es un retı́culo distri-


butivo; en efecto, dados A, B, C ⊆ X, se tiene que A ∩ (B ∪ C) = (A ∩ B) ∪ (A ∩ C).

Proposición 10.

Sea (A, ∨, ∧) un retı́culo distributivo, con a, b, c ∈ A. Si a ∧ b = a ∧ c y a ∨ b = a ∨ c,


entonces b = c.
74 CAPÍTULO 5. RETÍCULOS

Demostración.

b = b ∧ (b ∨ a)
= b ∧ (a ∨ c)
= (b ∧ a) ∨ (b ∧ c)
= (a ∧ c) ∨ (b ∧ c)
= (a ∨ b) ∧ c
= (a ∨ c) ∧ c
=c

Definición.
Sea (A, ∨, ∧) un retı́culo. Este retı́culo es acotado si posee elemento mı́nimo, que se
denota por 0, y elemento máximo, que se denota por 1

Ejemplos:

1. (N, ≤) no es acotado, pues N no tiene elemento máximo.

2. Para un conjunto X no vacı́o, se tiene que (P(X), ⊆) es acotado, donde 0 = ∅ y 1 = X

Definición.
En un retı́culo acotado (A, ∨, ∧), si a ∈ A, un elemento b ∈ A es un complemento de
a, si a ∧ b = 0 y a ∨ b = 1.

En general, el complemento de un elemento en un retı́culo acotado, no es único. Por esto


mismo, daremos una condición suficiente para la unicidad del complemento de un elemento.

Proposición 11.

Sea (A, ∨, ∧) un retı́culo acotado y distributivo. Si b y c son complementos de a,


entonces b = c.
5.1. RETÍCULOS DISTRIBUTIVOS 75

Demostración.

b=b∧1
= b ∧ (c ∨ a)
= (b ∧ c) ∨ (b ∧ a)
= (b ∧ c) ∨ 0
= (b ∧ c) ∨ (a ∧ c)
= (b ∨ a) ∧ c
=1∧c
=c

En un retı́culo acotado y distributivo, el complemento de a se denota como a0 .

Definición.
Dado un retı́culo acotado (A, ∨, ∧), denotamos:

C (A) = {a ∈ A | a posee complemento}.

Si C (A) = A, decimos que (A, ∨, ∧) es un retı́culo complementado.

Proposición 12.

Sea (A, ∨, ∧) un retı́culo acotado y distributivo. Entonces, se satisfacen las siguientes


propiedades:

1. Doble complemento: si a ∈ C (A), entonces a0 ∈ C (A) y (a0 )0 = a.

2. Leyes de DeMorgan: si a, b ∈ C (A), entonces (a∧b)0 = a0 ∨b0 y (a∨b)0 = a0 ∧b0 .

Demostración. .
1. Sea a ∈ C (A). Luego, como a ∧ a0 = 0 y a ∨ a0 = 1, entonces a es el complemento de a0 ,
por tanto, a = (a0 )0 . De esta manera, a0 es el complemento de a, por consiguiente, tenemos
que a0 ∈ C (A).
76 CAPÍTULO 5. RETÍCULOS

2. Sean a, b ∈ C (A). Entonces,

(a ∧ b) ∧ (a0 ∨ b0 ) = a ∧ (b ∧ (a0 ∨ b0 ))
= a ∧ ((b ∧ a0 ) ∨ (b0 ∧ b0 ))
= a ∧ ((b ∧ a0 ) ∨ 0)
= a ∧ (b ∧ a0 )
= a ∧ (a0 ∧ b)
= (a ∧ a0 ) ∧ b
=0∧b
=0

(a ∧ b) ∨ (a0 ∨ b0 ) = ((a ∧ b) ∨ a0 ) ∨ b0
= ((a ∨ a0 ) ∧ (b ∨ a0 )) ∨ b0
= (1 ∧ (b ∨ a0 )) ∨ b0
= (b ∨ a0 ) ∨ b0
= (a0 ∨ b) ∨ b0
= a0 ∨ (b ∨ b0 )
= a0 ∨ 1
=1

Con base en esto, (a ∧ b)0 = a0 ∨ b0 . 

Se deja como ejercicio para el lector la prueba de (a ∨ b)0 = a0 ∧ b0 .

Definición.
Un retı́culo acotado y distributivo (A, ∨, ∧) se denomina retı́culo de Boole, o bien,
álgebra de Boole, si es complementado.

El ejemplo clásico de retı́culo de Boole es (P(X), ∪, ∩), con la relación de inclusión.

Definición.
Sea (A, ∨, ∧) un retı́culo, con B ⊆ A y B 6= ∅. Decimos que B es un subretı́culo de A,
si para todos a, b ∈ B, se tiene que a ∧ b ∈ B y a ∨ b ∈ B.

Ejemplo: consideremos el siguiente retı́culo A.


5.2. FUNCIONES ISÓTONAS, HOMOMORFISMOS E ISOMORFISMOS 77

a b

Si tomamos B = {0, b, 1}, claramente B ⊆ A y B es no vacı́o. Dado que 0 ∧ b = 0, 0 ∨ b = b,


0 ∧ 1 = 0, 0 ∨ 1 = 1, b ∧ 1 = b y b ∨ 1 = 1, entonces B es un subretı́culo de A.

5.2. Funciones Isótonas, Homomorfismos e Isomorfis-


mos

Definición.
Sean (A, ) y (B, ∗ ) dos conjuntos ordenados. Una función f : A → B es isótona si
dados a, b ∈ A, con a  b, se tiene que f (a) ∗ f (b).

En otras palabra, una función isótona preserva el orden.

Ejemplo: consideremos A = {0, 1, a, b} y B = {w, x, y, z}, ordenados como se muestra


en la figura.

1 w

x
a b
y
0
z

y sea f la función dada por


f: A −→ B
0 7−→ z
a 7−→ y
b 7−→ x
1 7−→ w

Dado que 0  a, luego z ∗ y, es decir, f (0) ∗ f (a). De manera análoga, el lector puede
comprobar todos los casos posibles y verificar que f es isótona.
78 CAPÍTULO 5. RETÍCULOS

Definición.
Sean (A, ) y (B, ∗ ) dos conjuntos ordenados. Una biyección f : A → B es un iso-
morfismo de conjuntos ordenados si f y f −1 son isótonas. En este caso, diremos que
(A, ) y (B, ∗ ) son isomorfos.

Es importante resaltar que una biyección entre conjuntos ordenados puede ser isótona,
pero no necesariamente ser un isomorfismo de conjuntos ordenados. El ejemplo anterior es
una muestra de ello, pues y ∗ x, por lo que deberı́amos tener a = f −1 (y)  f −1 (x) = b, no
obstante, a y b no se encuentran relacionados por .

Definición.
Sean (A, ∨, ∧) y (B, ∨∗ , ∧∗ ) dos retı́culos. Una función f : A → B es un homomorfismo
si para a, b ∈ A se cumple que f (a ∨ b) = f (a) ∨∗ f (b) y f (a ∧ b) = f (a) ∧∗ f (b).

En palabras coloquiales, un homomorfismo es una función que preserva las operaciones


definidas.

Proposición 13.

Sean (A, ∨, ∧) y (B, ∨∗ , ∧∗ ) dos retı́culos. Si f : A → B es un homomorfismo, entonces


f es isótona.

Demostración. Sean a, b ∈ A con a  b. Con base en esto, a ∧ b = a, de modo que, al ser


f función, se tiene que f (a ∧ b) = f (a). Luego, al ser f un homomorfismo, nos resulta que
f (a) ∧∗ f (b) = f (a), por lo tanto, f (a) ∗ f (b). 

Proposición 14.
La composición de dos homomorfismos f : A → B y g : B → C es también un homo-
morfismo.

Demostración. Sean a, b ∈ A. Luego,

(g ◦ f )(a ∨ b) = g(f (a ∨ b))


= g(f (a) ∨ f (b))
= g(f (a)) ∨ g(f (b))
= (g ◦ f )(a) ∨ (g ◦ f )(b)

De forma totalmente análoga se prueba que (g ◦ f )(a ∧ b) = (g ◦ f )(a) ∧ (g ◦ f )(b) 


5.2. FUNCIONES ISÓTONAS, HOMOMORFISMOS E ISOMORFISMOS 79

Definición.
Sean (A, ∨, ∧) y (B, ∨∗ , ∧∗ ) dos retı́culos. Un homomorfismo f : A → B es un isomor-
fismo de retı́culos si f es biyectiva. En estas circunstancias, diremos que (A, ∨, ∧) y
(B, ∨∗ , ∧∗ ) son isomorfos.

Corolario 3.
Sea f : A → B un isomorfismo de retı́culos. Entonces f −1 es un homomorfismo.

Demostración. Sean x, y ∈ B. Al ser f sobreyectiva, existen a, b ∈ A tales que f (a) = x y


f (b) = y. De aquı́,

f −1 (x ∨∗ y) = f −1 (f (a) ∨∗ f (b))
= f −1 (f (a ∨ b))
= (f −1 ◦ f )(a ∨ b)
= IA (a ∨ b)
=a∨b
= f −1 (x) ∨ f −1 (y)

De manera análoga se demuestra que f −1 (x ∧∗ y) = f −1 (x) ∧ f −1 (y). 

De manera inmediata concluimos que si f es isomorfismo de retı́culos, f −1 también lo


será.

Definición.
Sea f : A → B una función. El núcleo de f , denotado N (f ), es el conjunto formado
por todas las parejas ordenadas para las cuales sus imágenes mediante f son iguales.
Ası́,
N (f ) = {(x, y) ∈ A × A | f (x) = f (y)}

Proposición 15.

N (f ) es una relación de equivalencia definida en A

Demostración. Examinaremos que N (f ) es reflexiva, simétrica y transitiva.

Reflexiva: sea x ∈ A. Claramente, f (x) = f (x), por consiguiente, (x, x) ∈ N (f ).

Simétrica: sea (x, y) ∈ N (f ), de modo que f (x) = f (y), o bien, f (y) = f (x), de donde es
evidente que (y, x) ∈ N (f ).
80 CAPÍTULO 5. RETÍCULOS

Transitiva: sean (x, y), (y, z) ∈ N (f ). Luego, f (x) = f (y) y f (y) = f (z), por lo cual,
f (x) = f (z) y ası́, (x, z) ∈ N (f ).

Ası́, concluimos que la relación N (f ) es una relación de equivalencia en A. 

Proposición 16.
La función
fˆ: A/N (f ) −→ B
[x] 7−→ f (x)
está bien definida y es inyectiva.

Demostración. Veamos primero que fˆ es una función; para ello, veamos que satisface las
condiciones F 1 y F 2:
F1. Sea y ∈ A/N (f ), entonces y = [x], para algún x ∈ A. Al ser f función, existe a ∈ B tal
que f (x) = a. Luego, por definición tenemos que fˆ([x]) = f (x), y ası́, fˆ(y) = a, para algún
a ∈ B.

F2. Sean a, b ∈ A/N (f ) y supongamos que a = b. De aquı́, existen x, y ∈ A tales que a = [x]
y b = [y]. En últimas, esto es [x] = [y] y ası́, (x, y) ∈ N (f ). Con base en esto, obtenemos
que f (x) = f (y), pero fˆ(a) = f (x) y fˆ(b) = f (y), por consiguiente, fˆ(a) = fˆ(b).

Luego de ver que f es función, veamos que es inyectiva: supongamos que fˆ(a) = fˆ(b), donde
a = [x] y b = [y], para algunos x, y ∈ A. Entonces, puesto que fˆ(a) = f (x) y fˆ(b) = f (y), se
sigue que f (x) = f (y), de modo tal que (x, y) ∈ N (f ), lo que nos muestra que [x] = [y], y
en conclusión, a = b. 

Definición.
Sean (A, ) y (B, ∗ ) conjuntos ordenados y sean f : A → B y g : B → A funciones.
Decimos que f es adjunta a izquierda de g, y que g es adjunta a derecha de f , si para
todo x ∈ A y para todo y ∈ B, se tiene que

f (x) ∗ y si y solo si x  g(y)

A la pareja ordenada (f, g) se le denomina par adjunto.


5.2. FUNCIONES ISÓTONAS, HOMOMORFISMOS E ISOMORFISMOS 81

Teorema 22.
Sean (A, ) y (B, ∗ ) conjuntos ordenados y sean f : A → B y g : B → A funciones.
Si (f, g) es un par adjunto, entonces:
1. a  g(f (a)), para todo a ∈ A.
2. f (g(b)) ∗ b, para todo b ∈ B.
3. Las funciones f y g son isótonas.

Demostración. .
1. Sean a ∈ A y b = f (a). Al ser (f, g) un par adjunto, f (a) ∗ b si y solo si a  g(b), de
donde reemplazando obtenemos que a  g(f (a)).

2. Análoga a la anterior.

3. Sean a, b ∈ A y supongamos que a  b. Luego, por 1 tenemos que b  g(f (b)) y por
transitividad de la relación , obtenemos que a  g(f (b)), pero al ser (f, g) un par adjunto,
lo anterior equivale a tener que f (a) ∗ f (b). 

Definición.
Un retı́culo (A, ∨, ∧) es completo si todo subconjunto no vacı́o de A posee supremo e
ı́nfimo.

Ejemplos:

1. Todo retı́culo (A, ∨, ∧) acotado es completo.

T (P(X), ∪,
2. Dado un conjunto X no vacı́o, el retı́culo S ∩) es completo, donde para todo
C ⊆ P(X) no vacı́o, tenemos que 0 = C y 1 = C .

Definición.
Sea f : A → A una función. Un elemento x ∈ A se denomina punto fijo de f si
f (x) = x.

Teorema 23. Knaster-Tarski.


Sea (A, ∨, ∧) un retı́culo completo y f : A → A una función isótona. Entonces f tiene
al menos un punto fijo.

Demostración. Consideremos el siguiente conjunto:


X = {x ∈ A | x  f (x)}
82 CAPÍTULO 5. RETÍCULOS

Debido que A ⊆ A y A es completo por hipótesis, entonces existe ÍnfA ∈ A, y al ser f


función, f (ÍnfA) ∈ A. Claramente, ÍnfA  f (ÍnfA), lo que nos muestra que ÍnfA ∈ X, por
consiguiente, X es no vacı́o. Luego, sea a = SupX; es evidente que x  a, para todo x ∈ X.
Como f es isótona, se tiene que f (x)  f (a), y como x ∈ X, entonces x  f (x). De aquı́,
puesto que  es transitiva, obtenemos que x  f (a), para todo x ∈ X, es decir, f (a) es cota
superior de X. Dado que a es la mı́nima de las cotas superiores de X, entonces

a  f (a) (1)

De (1), como f es isótona, se sigue que f (a)  f (f (a)), por lo tanto, f (a) ∈ X, y ası́, como
a = SupX, se concluye que
f (a)  a (2)
Con base en (1) y (2), dada la antisimetrı́a de , obtenemos que

f (a) = a

de modo que a ∈ A es un punto fijo de f . 


Capı́tulo 6

Sistemas Numéricos

En este capı́tulo se presentan los sistemas numéricos tradicionales. Se parte de la es-


tructura de campo ordenado de los números reales y a partir de este último se definen los
conjuntos de números naturales, enteros, racionales e irracionales. Finalmente se realiza la
construcción axiomática de los números complejos.

6.1. Axiomas de campo para R

El conjunto R de los números reales con las operaciones binarias de adición y multi-
plicación, junto con la relación usual de orden, es una de las estructuras matemáticas más
importantes, base del análisis matemático. Su conocimiento es de vital importancia en la for-
mación de todo profesional que quiera iniciarse en el campo de las matemáticas. Es conocido
el hecho de que se puede construir los números reales a partir de los naturales. Por ejem-
plo, con las Axiomas de Peano o mediante la definición de Conjunto Inductivo, se pueden
construir los números naturales, y mediante clases de equivalencia se construyen los enteros,
racionales y reales. El camino que vamos seguir es netamente axiomático, es decir, supon-
dremos la existencia de R con sus operaciones conocidas, el orden usual y la completitud.

83
84 CAPÍTULO 6. SISTEMAS NUMÉRICOS

Definición.
Se supone la existencia de un conjunto no vacı́o, que denotaremos como R, donde están
definidas dos leyes de composición interna:

+: R×R → R ·: R×R → R
(x, y) 7→ x + y (x, y) 7→ x · y
las cuales satisfacen los siguientes axiomas de campo:

1. Asociatividad: (x + y) + z = x + (y + z) y (x · y) · z = x · (y · z) para cualesquiera


x, y, z ∈ R.

2. Conmutatividad: x + y = y + x y x · y = y · x para cualesquiera x, y ∈ R.

3. Distributividad: x · (y + z) = x · y + x · z para cualesquiera x, y, z ∈ R.

4. Existencia de elementos neutros: Existen dos elementos 0, 1 ∈ R, 0 6= 1 tales


que para cualquier x ∈ R, x + 0 = x y x · 1 = x.

5. Existencia de elementos inversos: Dado x ∈ R existe otro elemento que


denotaremos como −x y que satisface x + (−x) = 0; y para x ∈ R con x 6= 0
existe otro elemento, denotado con x−1 , y que satisface x · x−1 = 1.

Cualquier conjunto no vacı́o F junto con dos leyes de composición interna + y · en él,
que satisfagan los 5 anteriores axiomas, se llama campo.

6.1.1. Algunos comentarios generales

Los elementos 0 y 1 del axioma 4 son únicos y se llaman el módulo para la suma y el
módulo para la multiplicación, respectivamente. Veamos la unicidad de 0: si existiera otro
módulo para la suma, digamos 00 ∈ R, tenemos:

00 = 00 + 0 (porque 0 es módulo para +)


= 0 + 00 (conmutatividad de+)
=0 (porque 00 es módulo para +))
6.1. AXIOMAS DE CAMPO PARA R 85

Para x ∈ R, el elemento −x del axioma 5 es único y se llama el inverso aditivo de x. En


efecto, supongamos que existe x0 ∈ R tal que x + x0 = 0. Tenemos:

x0 = x0 + 0 (porque 0 es módulo para +)


0
= x + (x + (−x))
= (x0 + x) + (−x) (asociatividad de +)
= (x + x0 ) + (−x) (conmutatividad de +)
= 0 + (−x)
= (−x) + 0 (conmutatividad de +)
= −x (porque 0 es módulo para +)

De manera análoga se demuestra que, para x ∈ R con x 6= 0, el elemento x−1 del axioma 5
es único y se llama el inverso multiplicativo de x.

A cambio de x + (−y) escribiremos x − y. Con esta notación, veamos que en R la ecuación


x + a = b tiene como única solución x = b − a. En efecto, si x = b − a entonces x + a =
(b − a) + a = (b + (−a)) + a = b + ((−a) + a) = b + 0 = b. En cuanto a la unicidad, si x es
solución de la ecuación x + a = b, entonces:

x =x + 0
=x + (a + (−a))
=(x + a) + (−a)
=b + (−a)
=b − a

Sea ahora x ∈ R, como x · 0 = x · (0 + 0) = x · 0 + x · 0 entonces por la unicidad del módulo


de la suma se sigue que x · 0 = 0. Esto último justifica que en axioma 5 se exija que x 6= 0
para poder hablar de su inverso multiplicativo, ya que si x = 0 no puede existir y ∈ R tal
que x · y = 1.

Para x, y ∈ R con y 6= 0, escribimos x · y −1 = x


y
. Con esta notación, tenemos que
y −1 = 1 · y −1 = y1 .

En la siguiente proposición se establecen algunas consecuencias importantes de los ante-


riores axiomas.
86 CAPÍTULO 6. SISTEMAS NUMÉRICOS

Proposición 17.
.

1. −(−x) = x, para todo x ∈ R. Si x 6= 0, entonces (x−1 )−1 = x.

2. (−x) · y = x · (−y) = −(x · y), para todos x, y ∈ R.

3. (−x) · (−y) = x · y, para todos x, y ∈ R.

4. (x · y)−1 = x−1 · y −1 , para todos x, y ∈ R − {0}

5. x · (y − z) = x · y − x · z, para todos x, y, z ∈ R

6. x · y = 0 implica x = 0 o y = 0.

7. Para y, w ∈ R − {0}, se tiene que


x z x·w+y·z x z x·z
+ = , · =
y w y·w y w y·w

Demostración.

1. Sea x ∈ R. Como x + (−x) = 0, entonces el inverso aditivo de −x es x. Si x 6= 0, dado que


x · x−1 = 1, entonces el inverso multiplicativo de x−1 es x.

3. Por 1. y 2.,

x · y = −(−(x · y))
= −(−(x) · y)
= (−x) · (−y)

6. Por contradicción, supongamos que x 6= 0, y 6= 0 y que x · y = 0. Existe x−1 ∈ R. Entonces


x−1 · (x · y) = x−1 · 0, o sea que (x−1 · x) · y = 0, de donde 1 · y = 0, es decir, y = 0, lo cual
es una contradicción.
6.2. ORDEN EN R 87

7. Sean y 6= 0, w 6= 0. Entonces:

x z
+ = x · y −1 + z · w−1
y w
= (x · y −1 ) · 1 + (z · w−1 ) · 1
= (x · y −1 ) · (w · w−1 ) + (z · w−1 ) · (y · y −1 )
= (x · w) · (y −1 · w−1 ) + (y · z) · (y −1 · w−1 )
= (x · w + y · z) · (y −1 · w−1 )
= (x · w + y · z) · (y · w)−1
x·w+y·z
=
y·w

6.2. Orden en R

Se define a continuación un orden en R, que a su vez lo convierte en un conjunto total-


mente ordenado.

Definición.
En R se define una relación ≤, sujeta a los siguientes axiomas de orden:

1. ≤ es reflexiva, antisimétrica y transitiva (e.d, ≤ es una relación de orden en R).

2. Si x, y ∈ R, se cumple una y sólo una de las siguientes afirmaciones (propiedad


de la tricotomı́a):
x < y, y < x, x = y
Aquı́, x < y significa que x ≤ y y x 6= y.

3. Si x, y, z ∈ R, x ≤ y implica x + z ≤ y + z (monotonı́a de la adición).

4. Si x, y ∈ R son tales que 0 ≤ x y 0 ≤ y, entonces 0 ≤ x · y.

Los axiomas 1 y 2 nos dicen que la relación ≤ es un orden total en R. Los axiomas 3 y 4
son para garantizar la existencia de un conjunto de reales positivos. En efecto, considerando
el conjunto R+ = {x ∈ R : 0 < x} tenemos el siguiente resultado:
88 CAPÍTULO 6. SISTEMAS NUMÉRICOS

Proposición 18.

El conjunto R+ satisface las siguientes propiedades:

1. Para x ∈ R se cumple una y solo una de las siguientes afirmaciones:

x ∈ R+ , x = 0, − x ∈ R+

2. Si x, y ∈ R+ , entonces x + y y x · y pertenecen a R+ .

Demostración. Para ver la primera parte, sea x ∈ R. Escogiendo y = 0 en la propiedad de


la tricotomı́a, se tiene que vale una y sólo una de las siguientes afirmaciones:

x < 0, 0 < x, x=0 (?)

Si x < 0, entonces x ≤ 0 y por la monotonı́a de la adición tenemos que x + (−x) ≤ 0 + (−x),


es decir, 0 ≤ −x y como −x 6= 0, entonces 0 < −x. De manera análoga se tiene que 0 < −x
implica que x < 0. En resumen, x < 0 equivale a que −x ∈ R+ . Ası́, por (?) se tiene el
resultado. (?) también se conoce como propiedad de la tricotomı́a.

Veamos la segunda parte: sean x, y ∈ R+ . Por el axioma 4 se tiene que 0 ≤ x · y, de donde


x · y ∈ R+ . Ahora bien, como 0 ≤ x por la monotonı́a de la adición se tiene que y ≤ x + y y
como 0 ≤ y, entonces por la transitividad de la relación ≤ se sigue que 0 ≤ x + y, de donde
x + y ∈ R+ . 

El conjunto R+ es el conjunto de los números reales positivos.

Supóngase ahora que existe un subconjunto P de números reales, de tal manera que se
satisface lo siguiente:

1. Si x, y ∈ P , entonces x + y ∈ P y x · y ∈ P .

2. Para x ∈ R se satisface una y sólo una de las siguientes condiciones:

x ∈ P, x = 0, −x ∈ P

Existe ası́ una relación ≤ en R que satisface los cuatro axiomas de la definición de axiomas
de orden. Para ver esto, es suficiente con definir la siguiente relación en R:

x ≤ y si y sólo si y − x ∈ P , para todos x, y ∈ R,

El conjunto P corresponde justamente al conjunto R+ . Lo anterior nos muestra que para


definir el orden (usual) en R, es suficiente con la existencia del conjunto P satisfaciendo las
dos condiciones anteriores.
6.2. ORDEN EN R 89

Si denotamos con R− el conjunto formado por los inversos aditivos de los elementos de
R+ , tenemos entonces la siguiente descomposición de R en conjuntos disyuntos:

R = R− ∪ {0} ∪ R+

Esta igualdad es consecuencia directa de la tricotomı́a. Nótese que x ∈ R+ equivale a −x ∈


R− .

Para x, y ∈ R, si x ≤ y entonces por la monotonı́a de la adición se tiene que 0 ≤ y − x,


o sea que y − x ∈ R+ ∪ {0}. Recı́procamente se tiene que y − x ∈ R+ ∪ {0} implica x ≤ y.
Por lo tanto, decir que x ≤ y equivale a que existe z ∈ R+ ∪ {0} tal que y = x + z.

Nota 1.
Un campo F en el que se ha definido una relación ≤ satisfaciendo los axiomas de
orden, es un campo ordenado. En esta situación también se tiene la existencia de un
conjunto P que satisface las condiciones 1 y 2 de la proposición 18.

A continuación se enuncian algunas de las propiedades más importantes del orden en los
reales. Su demostración se propone como ejercicio. Todos los números en consideración son
reales.

Proposición 19.

1. 1 ∈ R+ .

2. x ∈ R− equivale a x < 0.

3. x < y, z < t implican x + z < y + t.

4. x < y, 0 < z implican x · z < y · z.

5. 0 < x, 0 < x · y implican 0 < y.

6. 0 < x, y < 0 implican x · y < 0.

7. x < 0, y < 0 implican 0 < x · y.


90 CAPÍTULO 6. SISTEMAS NUMÉRICOS

Definición.
La relación de orden en los reales nos permite definir los siguientes subconjuntos de
R, importantes en muchas estructuras asociadas a números reales.
Para a, b ∈ R con a ≤ b, definimos:

[a, b] = {x ∈ R : a ≤ x ≤ b} (intervalo cerrado)


(a, b) = {x ∈ R : a < x < b} (intervalo abierto)
[a, b) = {x ∈ R : a ≤ x < b} (intervalo cerrado a izquierda)
(a, b] = {x ∈ R : a < x ≤ b} (intervalo cerrado a derecha)
[a, +∞) = {x ∈ R : x ≥ a} (cola a la derecha cerrada a izquierda)
(a, +∞) = {x ∈ R : x > a} (cola a la derecha abierta a izquierda)
(−∞, a] = {x ∈ R : x ≤ a} (cola a la izquierda cerrada a derecha)
(−∞, a) = {x ∈ R : x < a} (cola a la izquierda abierta a derecha)
(−∞, +∞) = R

Dado un número real x, podemos pensar en la distancia de este número al orı́gen de la


recta real. Por ejemplo, la distancia de 5 al orı́gen es 5 (unidades); y la distancia de −5 al
orı́gen también es 5 (unidades). La distancia de un número real al orı́gen, es siempre positiva
o cero. Esta distancia se especifica según la siguiente definición.

Definición.
Sea x ∈ R, el valor absoluto de x se define como:

|x| = máx{x, −x}

Esta definición tiene sentido debido a la tricotomı́a. Nótese que para todo x ∈ R, x ≤
|x|. De la definición se sigue también que |x| ≥ 0 ∀x ∈ R y que |x| = 0 si y solo si x = 0.
Veamos esto último: si x = 0 entonces −x = 0 luego máx{x, −x} = 0 es decir |x| = 0. Sea
ahora |x| = 0, por definición |x| = máx{x, −x} = 0, luego x = 0 o −x = 0 con lo que x = 0.

El valor absoluto de un número real se puede definir de otras maneras, según la siguiente
proposición.

Proposición 20.

Para x ∈ R, |x| es equivalente a las siguientes afirmaciones:



x si x ≥ 0
1. |x| =
−x si x < 0

2. |x| = + x2
6.2. ORDEN EN R 91

La demostración se propone como ejercicio para el lector.


Veamos otras importantes propiedades del valor absoluto.

Proposición 21.
Para x, y ∈ R, tenemos:

1. −|x| ≤ x ≤ |x|

2. |x|2 = x2

3. |x| ≤ a si y solo si −a ≤ x ≤ a, a ∈ R

4. |x + y| ≤ |x| + |y| (desigualdad triangular)

5. |xy| = |x||y|

x |x|
6. = , y 6= 0
y |y|
7. ||x| − |y|| ≤ |x − y|

Demostración. Sólo demostraremos la desigualdad triangular. Por 1. tenemos que

−|x| ≤ x ≤ |x|

−|y| ≤ y ≤ |y|
Sumamos estas desigualdades se tiene

−(|x| + |y|) ≤ x + y ≤ |x| + |y|

y por c. se sigue que


|x + y| ≤ |x| + |y|


Para a, r ∈ R con r > 0, sea X = {x ∈ R : |x−a| ≤ r}. Por c. tenemos que −r ≤ x−a ≤ r
y sumando a en cada desigualdad se tiene que a − r ≤ x ≤ a + r, es decir x ∈ [a − r, a + r].
Recı́procamente si x ∈ [a−r, a+r], entonces x ∈ X, lo que nos muestra que X = [a−r, a+r]
(intervalo cerrado con centro en a y radio r). Análogamente Y = {x ∈ R : |x − a| < r} =
(a − r, a + r) (intervalo abierto con centro en a y radio r). En término de distancias, que
x ∈ X significa que la distancia de x al centro a, es menor o igual a r.

a−r |x − a| r a+r a−r |x − a| r a+r


x a x a
X Y
92 CAPÍTULO 6. SISTEMAS NUMÉRICOS

6.3. Números Naturales

Los números naturales son los números de contar, son los que nos permiten definir cuando
un conjunto es finito o no, enumerable o no enumerable. Son el primer conjunto numérico
que estudiamos desde la primaria hasta bachillerato y universidad, pero que en general, no
se conoce a fondo. En esta sección se realiza una presentación del conjunto de los números
naturales como un conjunto minimal, en un sentido que se precisará a continuación.

Definición.
Un subconjunto I de R se llama inductivo si satisface lo siguiente:

1. 1 ∈ I.

2. Si n ∈ I, entonces n + 1 ∈ I.

Por ejemplo, el conjunto I = {x ∈ R : x ≥ 21 } es inductivo. El mismo conjunto R es


inductivo. Toda cola a derecha [a, +∞) con a ≤ 0 es un conjunto inductivo. El conjunto
X = {x ∈ R : x > 8} no es inductivo. El conjunto X = {x ∈ R : x < 1000} tampoco es
inductivo.
Mostramos a continuación que existe el mı́nimo conjunto inductivo.

Proposición 22.
Sea I la colección de todos los subconjuntos de R que son inductivos. Entonces
\
I
I∈I

es un conjunto inductivo.

Demostración. Por los anteriores ejemplos, es claro que la colección I es no vacı́a.

1. Como 1 ∈ I para todo I ∈ I , entonces 1 ∈ I∈I I


T

2. Sea n ∈ I∈I I. Entonces n ∈ I para todo IT∈ I . Como I es inductivo, entonces


T
n + 1 ∈ I para todo I ∈ I , o sea que n + 1 ∈ I∈I I.

T
Es claro que I∈I I es el mı́nimo conjunto inductivo (con la relación de contenencia
de conjuntos). Tal conjunto minimal, es llamado el conjunto N de los números naturales.
Oficialmente podemos escribir entonces:
6.3. NÚMEROS NATURALES 93

\
N= I
I∈I

Si X es un conjunto de números naturales con X inductivo, entonces X ∈ I . Tenemos


ası́ que X ⊆ N y N ⊆ X (por la minimalidad de N), o sea que X = N, resultado conocido
como Principio de Inducción Matemática. Dada su importancia, resaltamos este resultado
en el siguiente teorema.

Teorema 24. Principio de Inducción Matemática P.I.M


Si X un subconjunto inductivo de números naturales, entonces X = N

Tal vez la forma más familiar del P.I.M es la relacionada con la validez de una proposición
p(n) donde n ∈ N.

Proposición 23.

Sea p(n) una proposición relacionada con la variable n ∈ N. Supongamos que:

1. p(1) es verdadera.

2. Si p(n) es verdadera, entonces P (n + 1) es verdadera

Entonces p(n) es verdadera para todo n ∈ N

La demostración consiste en considerar el conjunto

X = {n ∈ N : p(n) es verdadera}

a. y b. nos dicen que X es inductivo, lo que implica que X = N, es decir, p(n) es verdadera
para todo n ∈ N.

En cuanto al orden en N, es el mismo orden en R restringido a N. En este caso, si m, n ∈ N


y m ≤ n, existe z ∈ N ∪ {0} tal que n = m + z (ver ejercicio 9).

En algunas ocasiones, hay proposiciones p(n) que no involucran a todos los números
naturales, sino que se consideran la proposición p(n) a partir de cierto natural distinto de
1. Por ejemplo la proposición p(n) : n2 < 2n−1 no es válida para n = 1, 2, 3, 4, 5, 6, pero sı́
es válida para n ≥ 7, como lo veremos más adelante. Para este ejemplo, no podemos usar el
P.I.M ya que no se tiene que P (1) sea verdadera. En este tipo de situaciones, se tiene otra
versión del P.I.M, que se establece a continuación.
94 CAPÍTULO 6. SISTEMAS NUMÉRICOS

Teorema 25. Segunda forma del P.I.M


Sea X ⊂ N tal que:

1. k ∈ X.

2. Si n ∈ X, entonces n + 1 ∈ X.

Entonces X contiene a todos los números naturales mayores o iguales a k

Demostración. Sea A = {1, · · · , k} ∪ X. Si demostramos que A es inductivo se tendrı́a que


A = N, y entonces es claro que X contendrá a todos los números naturales mayores o iguales
a k. Veamos:

1. Tenemos que 1 ∈ A.

2. Supongamos que n ∈ A. Si n ∈ {1, · · · , k} entonces n+1 ∈ {1, · · · , k} o bien n+1 ∈ X.


En cualquier caso se tendrı́a que n + 1 ∈ A. Si ahora n ∈ X, entonces por hipótesis
n + 1 ∈ X, de donde n + 1 ∈ A.

En términos de la validez de una proposición p(n), el anterior teorema implica lo siguiente:

Proposición 24.

Sea p(n) una proposición en la variable n ∈ N tal que:

1. p(k) es verdadera.

2. Si n > k, entonces p(n) es verdadera.

Entonces p(n) es verdadera para todo n ≥ k.

Demostración. Se propone la demostración como un ejercicio. 

Otra versión muy útil del P.I.M es la siguiente:

Teorema 26. Tercera forma del P.I.M


Sea X ⊂ N subconjunto de números naturales y n ∈ N. Si X contiene a todos los
naturales menores que n implica que n ∈ X, entonces X = N.
6.3. NÚMEROS NATURALES 95

Demostración. Si hacemos A = N − X, se llega a que A = ∅. Los detalles se dejan como


ejercicio. 

Son muchos los ejemplos de aplicación de las tres versiones del P.I.M. Queremos resaltar
una importante aplicación de la tercera forma del P.I.M, relacionada con la aritmética.

Teorema 27. Teorema Fundamental de la Aritmética


Cualquier número natural admite una factorización única como producto de potencias
de números primos.

Demostración.

1. Existencia de la descomposición: Sea X el conjunto formado por los números


naturales que se pueden expresar como producto de potencias de números primos.
Sean n ∈ N y m ∈ N con m < n. Por la ley del tercio excluido se tiene que m es
primo o no lo es. Si m es primo, entonces trivialmente m es producto de potencias de
números primos, de donde m ∈ X. Si m no es primo, admite divisores distintos de 1 y
m. Existen ası́ p, q ∈ N tales que p < m, q < m y m = p · q. Ası́, por hipótesis se tiene
que p y q se pueden expresar como producto de potencias de números primos y por
ende m se puede expresar como producto de potencias de números primos, o sea que
m ∈ X. Ası́, X contiene a todos los naturales menores que n. Por la tercera forma del
P.I.M se sigue que X = N, lo que completa la existencia de la descomposición de un
natural como producto de potencias de números primos.

2. Unicidad de la descomposición

Veamos algunos ejemplos de aplicación del P.I.M.

Ejemplos

1. Sea la proposición p(n) : si n es impar, entonces 8 divide a n2 − 1.

a) Para n = 1, n2 − 1 = 0 el cual es divisible por 8, o sea que P (1) es verdadera.


b) Supongamos p(n) es verdadera que para n ∈ N con n impar. Entonces n2 − 1 es
divisible por 8. Tenemos que n = 2 · j + 1 para algún j ∈ {1, 2, 3, · · · }. Entonces
n2 − 1 = 8 · k para algún k ∈ {1, 2, 3, · · · }. Consideramos ahora el siguiente impar
a n, n + 2 = 2 · j + 3. Tenemos:
96 CAPÍTULO 6. SISTEMAS NUMÉRICOS

(n + 2)2 − 1 = n2 + 4 · n + 4 − 1
= (n2 − 1) + 4 · (n + 1)
= 8 · k + 4 · (2 · j + 2)
= 8 · k + 8 · (j + 1)
= 8 · (k + j + 1)

Como k + j + 1 ∈ N, se sigue que (n + 2)2 − 1 es divisible por 8.


De a. y b. se tiene que la proposición p(n) es verdadera para todo n ∈ N con n
impar.

2. Sea p(n) la proposición:

xn+1 − 1
1 + x + x2 + · · · + xn = , con x ∈ R, x 6= 1
x−1
a) Para n = 1,
x2 − 1
1+x=
x−1
o sea que P (1) es verdadera
b) Supongamos que para n fijo en N,

xn+1 − 1
1 + x + x2 + · · · + xn = , con x ∈ R, x 6= 1
x−1
Por lo tanto,

1 + x + x2 + · · · + xn+1 = 1 + x + x2 + · · · + xn + xn+1


xn+1 − 1
= + xn+1
x−1
xn+1 − 1 + xn+2 − xn+1
=
x−1
xn+2 − 1
=
x−1
Por el principio de inducción matematica se tiene que p(n) es verdadera para todo
n ∈ N.

3. Consideremos la proposición p(n) : n2 < 2n−1 , ∀n ≥ 7.


Tenemos:

a) Como 72 < 26 , P (7) es verdadera.


b) Supongamos que para n > 7, p(n) es verdadera.
6.3. NÚMEROS NATURALES 97

Al ser N ⊂ R, la suma y multiplicación en N la estamos considerando las mismas de


R, restringida a N. Sin embargo hay un detalle importante por demostrar: que + y · son
operaciones en N. Es lo que sigue en la siguiente proposición.

Proposición 25.
La suma y multiplicación en N son leyes de composición interna.

Demostración. Queremos demostrar que ∀m, n ∈ N, m + n ∈ N y m · n ∈ N. Veamos la


primera parte, usando inducción en n.

1. Si m ∈ N, al ser N inductivo se tiene que m + 1 ∈ N.

2. Supongamos que m + n ∈ N. Entonces m + (n + 1) = (m + n) + 1 ∈ N

En el conjunto de los números naturales se presentan huecos. Por ejemplo, entre 2 y 3 no


existe ningún número natural. En general se tiene:

Proposición 26.
Si n ∈ N, no existe un natural m tal que n < m < n + 1.

Demostración. Sea n ∈ N tal que n < m < n + 1 para algún m ∈ N. Por el ejercicio 9,
existen p, q ∈ N tales que m = n + p, n + 1 = m + q. Por tanto, n + 1 = (n + p) + q, de donde
p + q = 1 lo cual no puede ser. Esto completa la demostración. 

El conjunto N de los números naturales satisface los siguientes axiomas.

Teorema 28. Axiomas de Peano


En el conjunto N de los números naturales se satisface lo siguiente:

1. Existe una función inyectiva s : N → N.

2. Existe un único número natural a que no pertenece al rango de s.

3. Si X ⊆ N tal que a ∈ X y n ∈ X implica s(n) ∈ X, entonces X = N.

Demostración.
98 CAPÍTULO 6. SISTEMAS NUMÉRICOS

1. La candidata natural a s es, por supuesto, s(n) = n + 1. Si s(n) = s(m), entonces


n + 1 = m + 1, de donde n = m, es decir, s es inyectiva.

2. Escogemos a = 1. Si existiera n ∈ N tal que s(n) = 1, entonces n + 1 = 1, de donde


n = 0, lo cual es absurdo. Veamos la unicidad: sea b ∈ N con b 6= 1. Entonces 1 < b y
existe k ∈ N tal que b = k + 1, es decir, b = s(k), de donde b pertenece al rango de s.

3. La condición 3. nos dice que que X es inductivo, asi que X = N.

El siguiente resultado representa una caracterización adicional del conjunto de los núme-
ros naturales, caracterı́stica que no poseen ni los enteros ni los racionales ni los reales.

Teorema 29. Principio del buen orden


Todo subconjunto no vacı́o de números naturales, posee un primer elemento.

Demostración. Sea X un subconjunto no vacı́o en N. Si 1 ∈ X se tendrı́a que 1 es el primer


elemento de X. Supongamos ahora que 1 ∈ / X y sea A = {n ∈ N : (∀x ∈ X)(n < x)}.
Tenemos que 1 ∈ A. Si un natural y pertenece al conjunto A, entonces que y < x, ∀x ∈ X, y
de ahı́ que y + 1 ≤ x, ∀x ∈ X (ver ejercicios). Se tendrı́an entonces las siguientes opciones:

1. y + 1 < x para todo x ∈ X y todo y ∈ A.

2. Existen x0 ∈ X y a ∈ A tales que a + 1 = x0 .

Si se tuviera a. entonces por el principio de inducción matemática, A = N y en consecuencia


X = ∅ lo que contradice la hipótesis de que X 6= ∅. Por lo tanto, se debe tener b. Escojamos
un elemento t ∈ X con x0 6= t. Entonces a + 1 ≤ t y dado que a + 1 6= t (pues si a + 1 = t se
obtendrı́a x0 = t lo cual no puede ser), entonces x0 < t para todo t ∈ X, o sea que x0 es el
elemento mı́nimo de X. 

Corolario 4.
El orden en los naturales es un orden total.

Demostración. Para m, n ∈ N, el conjunto X = {m, n} tiene un primer elemento. Si m es el


primer elemento de X, entonces m ≤ n. Si n es el primer elemento de X, entonces n ≤ m.

6.3. NÚMEROS NATURALES 99

Veamos algunas aplicaciones interesantes del P.B.O.

Proposición 27.
Todo número natural es par o impar.

Demostración. Supongamos que existe un natural que no es par ni impar, y sea X = {n ∈


N : n no es par ni impar}. Por hipótesis X 6= ∅. Por el P.B.O, existe x0 = minX. Tenemos
que x0 no es par ni impar, en particular x0 6= 1 (ya que 1 es impar). Entonces x0 > 1, de
donde x0 − 1 ∈ N y x0 − 1 ∈ / X. Por lo tanto, x0 − 1 es par o impar. Tenemos ası́ dos
posibilidades, excluyentes mutuamente:

1. Si x0 − 1 es par, existe k ∈ N tal que x0 − 1 = 2 · k, de donde x0 = 2 · k + 1, o sea que


x0 es impar, lo que contradice hipótesis.

2. Si x0 − 1 es impar, existe k ∈ N tal que x0 − 1 = 2 · k + 1, de donde x0 = 2 · (k + 2), o


sea que x0 es par, lo que contradice hipótesis.

Por lo tanto, todo número natural debe ser par o impar. 

Un número natural c es una cota superior de un subconjunto X ⊂ N, si n ≤ c para todo


n ∈ X.

Teorema 30. Euclides


El conjunto P de los números primos no es acotado superiormente en N.

Demostración. Supongamos que P es acotado superiormente y sea X = {n ∈ N : n <


m, ∀n ∈ P }. Por hipótesis X 6= ∅ y existe entonces x0 = minX. Ası́, x0 es la mı́nima de las
cotas superiores de X y en consecuencia x0 − 1 ∈/ X, lo que nos permite afirmar que entonces

P = {2, · · · , x0 − 1}

Por el ejercicio 10, existe p ∈ P tal que p divide al número natural 1 + 2 · · · · · (x0 − 1).
Existe entonces k ∈ N tal que 1 + 2 · · · · · (x0 − 1) = p · k. Ahora bien, p ∈ {2, · · · , x0 − 1} y
por lo tanto p|2 · · · · · (x0 − 1) y existe j ∈ N tal que 2 · · · · · (x0 − 1) = p · j. De esta manera,

1 = p · k − 2 · · · · · (x0 − 1)
=p·k−p·j
= p · (k − j)

lo cual es absurdo. 
100 CAPÍTULO 6. SISTEMAS NUMÉRICOS

El teorema 30 nos muestra que realmente el conjunto de los números primos es infinito.

Otras propiedades importantes de los números naturales, serán expuestas una vez se haya
introducido la completitud de los números reales.

6.4. Números Enteros

Al ser el conjunto de los números naturales un subconjunto de los números reales, cada
número natural tiene un inverso aditivo. Si denotamos como −N = {m ∈ R : −m ∈ N}, se
define el conjunto de los números enteros Z, de la siguiente manera:

Z = −N ∪ {0} ∪ N

Es claro que −N, {0} y N son conjuntos disyuntos dos a dos.

El orden en Z es el mismo orden de R restringido a Z. Con relación a este orden se tiene


la siguiente caracterización.

Proposición 28.
Sean m, n ∈ Z con m < n. Existe entonces k ∈ N tal que n = m + k.

Demostración. Tenemos varias opciones:

1. Si 0 < m < n, por el ejercicio 9 se tiene que existe k ∈ N tal que n = m + k.

2. Si m < 0 < n, hacemos k = n − m y tenemos que n = m + k.

3. Si m < n < 0, entonces 0 < −n < −m y nuevamente por el ejercicio 9 existe k ∈ N tal
que −m = −n + k, de donde n = m + k.

4. Si m = 0 < n, entonces n = m + k con k = n.

5. Si m < n = 0, entonces n = m + k con k = n − m.

Es claro además que el orden en Z satisface la propiedad de la tricotomı́a.

La suma y multiplicación en Z son las mismas operaciones de R restringidas a Z. Estas


restricciones son efectivamente operaciones en Z. Por ejemplo, veamos que la suma de dos
enteros es otro entero.
6.5. NÚMEROS RACIONALES E IRRACIONALES 101

Proposición 29.
La suma de números enteros es una ley de composición interna en Z.

Demostración. Sean a, b ∈ Z. Tenemos las siguientes opciones:

1. a, b ∈ N, en cuyo caso a + b ∈ N, o sea que a + b ∈ Z.

2. a, b ∈ −N. Ası́,−a, −b ∈ N y entonces (−a)+(−b) = −(a+b) ∈ N, o sea que a+b ∈ −N,


lo que implica que a + b ∈ Z.

3. a ∈ N y b ∈ −N. Aquı́ diferenciamos varios casos:

a) b = −a, de donde a + b = 0 y entonces a + b ∈ Z.


b) b < −a, de donde a + b < 0, o sea que a + b ∈ −N y entonces a + b ∈ Z.
c) −a < b, de donde a + b > 0 y ası́ a + b ∈ N, lo que implica que a + b ∈ Z.

4. a ∈ −N y b ∈ N. La demostración es análoga al caso anterior.

5. a ∈ N, b = 0. En este caso, a + b = a y entonces a + b ∈ N. Luego, a + b ∈ Z.

6. Los casos a ∈ −N y b = 0, a = 0 y b ∈ N, a = 0 y b ∈ −N son análogos al caso anterior.

6.5. Números racionales e irracionales

Todo número entero distinto de cero posee inverso multiplicativo, ya que Z ⊂ R. Podemos
formar entonces el conjunto de producto de enteros con inversos de enteros distintos de cero
y obtener un subconjuto de R, llamado conjunto de los números racionales Q. Es decir,

Q = m · n−1 : m, n ∈ Z, n 6= 0


Las definiciones anteriores nos muestran que N ⊂ Z ⊂ Q ⊂ R. Todas las anteriores conte-
nencias son estrictas. Las dos primeras contenencias son obvias. Para mostrar que la tercera
contenencia es estricta veamos que existen números reales que no son racionales y para ello,
mostremos que no existe un número racional cuyo cuadrado sea 2. Si ası́ fuera, sea r = pq ∈ Q
2
tal que r2 = 2 con p, q sin factores en común. Entonces pq2 = 2, de donde p2 = 2 · q 2 , o sea
que p2 es par y ası́ p es par. Existe entonces k ∈ Z tal que p = 2 · k. Luego, (2 · k)2 = 2 · q 2 , de
donde q 2 = 2 · k 2 lo que nos dice que q 2 es par y de ahı́ que q es par. Por lo tanto p y q tienen
a 2 como factor común, lo que contradice nuestra suposición. Más adelante se demuestra que
102 CAPÍTULO 6. SISTEMAS NUMÉRICOS

debe existir un número real cuyo cuadrado sea 2. Dicho número real no puede ser racional
por lo que acabamos de demostrar, esto mostrarı́a que la contenencia Q ⊂ R es estricta.

Por lo anterior, podemos construir el conjunto I de los números irracionales formado por
los números reales que no son racionales. De esta manera, R = Q ∪ I con Q ∩ I = ∅.

Nota 2.
Un campo ordenado F contiene (bajo isomorfismo) a los conjuntos N, Z y Q. En efecto,
sea P el conjunto de los elementos positivos de F . Tenemos que existe el neutro para
la multiplicación, que lo denotaremos como 1̂. Identificamos el natural 1 con 1̂. Como
1̂ > 0 entonces 1̂ + 1̂ > 0 + 1̂ = 1̂. Podemos identificar el natural 1 + 1 = 2 con el
elemento 1̂ + 1̂. De igual manera identificamos el natural 3 = 2 + 1 con el elemento
(1̂ + 1̂) + 1̂. Estas identificaciones se pueden formalizar mediante una función, que de
paso nos ayudará a establecer el isomorfismo deseado. De manera inductiva definimos
f : N → F como:

f (1) = 1̂, y para n ∈ N, f (n + 1) = f (n) + 1̂


La función f satisface lo siguiente:

1. f (m + n) = f (m) + f (n) para todo m, n ∈ N.

2. f (m · n) = f (m) · f (n) para todo m, n ∈ N.

3. m < n si y sólo si f (m) < f (n).

Si denotamos con N̂ = f (N), la función g : N → N̂ definida como g(n) = f (n) es


biyectiva, lo que, junto con 1, 2 y 3 anteriores, nos muestra que N es isomorfo a N̂.

6.6. Completitud de los reales

En esta sección se muestra la propiedad más importante de los números, que lo diferencia
de cualquier otro campo ordenado.

Definición.
Sea A ⊂ B ⊂ R. Se dice que A es acotado superiormente en B si existe b ∈ B tal
que x ≤ b para todo x ∈ A. También se dice que b es una cota superior de A. Bajo la
situación anterior, si B = R diremos que A es acotado superiormente en R.

De manera análoga, si A ⊂ B ⊂ R, se dice que A es acotado inferiormente en B si existe


a ∈ B tal que a ≤ x para todo x ∈ A.
6.6. COMPLETITUD DE LOS REALES 103

Que A no sea acotado superiormente en B significa entonces que dado y ∈ B existe x ∈ A


tal que y < x.

Es claro que una cota superior (o inferior) de un conjunto, puede o no pertenecer a dicho
conjunto.

Sea A un subconjunto de números reales, acotado superiormente. Si existe la menor de


las cotas superiores de A, la llamamos el supremo de A, denotado con sup A. Análogamente,
si A es acotado inferiormente y existe la mayor de las cotas inferiores de A, la llamamos el
ı́nfimo de A, denotado con ı́nf A.

Es fácil ver que si existe el supremo e ı́nfimo del conjunto A, estos son únicos. Veamos
unos ejemplos.

El supremo de un conjunto queda caracterizado de la siguiente manera.

Teorema 31.
Sea A un subconjunto de números reales. Entonces b = sup A si y sólo si:

1. x ≤ b para todo x ∈ A.

2. Si y ∈ R es tal que y < b, existe w ∈ A tal que y < w.

Demostración. En efecto, si b = sup A, la primera condición se cumple por ser b una cota
superior de A; y la segunda condición también se tiene por ser b la menor de las cotas
superiores de A (ningún número real menor que b puede ser cota superior de A). Es evidente
además que las condiciones 1 y 2 implican que b = sup A. 

Con relación al ı́nfimo se tiene la siguiente caracterización.

Teorema 32.
Sea A un subconjunto de números reales. Entonces a = ı́nf A si y sólo si:

1. a ≤ x para todo x ∈ A.

2. Si y ∈ R es tal que a < y, existe w ∈ A tal que w < y.

Ejemplos:

1. En R, si A = [a, b), con a < b, tenemos b es cota superior y a es cota inferior, además
sup A = b e ı́nf A = a.

2. En R, 1 es cota inferior de N, de hecho ı́nf N = 1.


104 CAPÍTULO 6. SISTEMAS NUMÉRICOS

3. 0 es una cota superior del conjunto R− y sup R− = 0.


4. N no es acotado superiormente en Q. En efecto, sea r = pq ∈ Q. Si r ≤ 0, tenemos que
n = 1 es mayor que r; si r > 0 tenemos que pq < n = pq + 1. Esta propiedad se conoce
como la propiedad arquimediana de los racionales.

Nota 3.
Un campo ordenado F es arquimediano, si en él, los naturales no son acotados
superiormente. Veamos un ejemplo de campo no arquimediano. Sea

 
p(t)
F = : p(t), q(t) son polinomios con coeficientes racionales con q(t) 6= 0
q(t)

En F se define la suma y multiplicación de la manera natural. Un orden en F se puede


definir como:

p(t) p(t)
> 0 si y sólo si lı́m >0
q(t) t→+∞ q(t)
 
p(t) p(t)
El conjunto P = ∈F : > 0 satisface las condiciones 1 y 2 del comentario
q(t) q(t)
seguido a la proposición 18. Por lo tanto, F es un campo ordenado. Veamos que en F ,
N es acotado superiormente. En efecto, sea N un número natural y consideremos el
elemento

tk − N
r(t) = ∈ F, donde k ∈ N
N tk
Tenemos que

tk − N
 
1 1 1
lı́m r(t) = lı́m = lı́m − k = >0
t→+∞ t→+∞ N tk t→+∞ N t N
1 1
Por lo tanto r(t) > 0, o sea que − k > 0, de donde obtenemos que N < tk , lo que
N t
significa que cualquier polinomio de la forma tk es una cota superior para N en F .

Mirando la sección de ejemplos anterior, estamos tentados en pensar que todo subconjun-
to no vacı́o y acotado superiormente en un campo ordenado F , posee supremo. Pero esto no
es ası́, como veremos a continuación. El tı́pico ejemplo lo constituye el campo de los números
racionales Q. Dada la importancia de este resultado, lo enunciamos como un teorema.

Teorema 33.
Existen subconjuntos no vacı́os y acotados superiormente en Q que no poseen supremo
en Q.
6.6. COMPLETITUD DE LOS REALES 105

Demostración. Consideremos el conjunto A = {x ∈ Q : x2 < 2, x > 0}. A es acotado


superiormente por 2, ya que si existiera x ∈ A tal que x ≥ 2, entonces x2 ≥ 4, de donde
x2 > 2 lo que contradice que x ∈ A. Mostraremos que no existe sup A en Q. Primero veamos
que A no posee elemento máximo: sea x ∈ A, como Q es arquimediano, podemos encontrar
N ∈ N de tal manera que N > 2x+12−x2
. Ası́,

 2
1 2x 1
x+ = x2 + + 2
N N N
2x 1
< x2 + +
N N
2 2x + 1
=x +
N
<2

1
Tenemos ası́ que x + ∈ A, lo que nos muestra que A no posee elemento máximo.
N
Por contradicción, supongamos que existe a = sup A. Por la ley del tercio excluido se
debe tener que a ∈ A o bien a ∈ / A. Si a ∈ A se tendrı́a que a es el elemento máximo de
A, lo cual según lo que acabamos de demostrar, no se puede tener. Nos queda entonces la
/ A. Entonces a2 ≥ 2, pero la opción a2 = 2 se descarta porque ya vimos que no
opción a ∈
existe un racional cuyo cuadrado sea 2. Por lo tanto a2 > 2. Escogemos un natural N tal
2a
que a2 − 2 > (tal N existe porque Q es arquimediano). Tenemos ası́ lo siguiente:
N
 2
1 2a 1
a− = a2 − + 2
N N N
2a
> a2 −
N
>2

 2
2 1 1
Sea ahora x ∈ A. Entonces x < 2 < a− , de donde se obtiene x < a − < a, o sea
N N
1
que a − es una cota superior de A menor que el supremo de A, lo cual es absurdo.
N
Hemos llegado a que la propiedad de la tricotomı́a no se da en Q, lo cual es una contra-
dicción. 

Los campos ordenados donde todo subconjunto no vacı́o y acotado superiormente posea
supremo en él, se llaman completos. El teorema 33 nos muestra que Q no es completo. Esta
es la gran diferencia desde el punto de vista del análisis matemático, entre el campo de los
106 CAPÍTULO 6. SISTEMAS NUMÉRICOS

racionales y el de los reales. La completitud de los reales se establece mediante el siguiente


Axioma.

Axioma 2.
R es completo.

Hay diferentes caracterizaciones de la completitud de los reales, que serán propuestas en


los ejercicios.

Como una consecuencia de la completitud de los reales, tenemos la siguiente proposición.

Proposición 30.
R es arquimediano.

Demostración. Si R no fuera arquimediano, los naturales serı́an acotados superiormente en


R. Como R es completo, sea b = sup ∈ N. Tenemos que para todo n ∈ N, n ≤ b. En particular
n + 1 ≤ b para todo n ∈ N, de donde n ≤ b − 1 para todo n ∈ N, lo que significa que b − 1
es una cota superior de N menor que el supremo de N, lo cual es una contradicción. 

La propiedad arquimediana de los reales nos permite demostrar que los racionales están
regados por toda la recta real, propiedad conocida como densidad de Q en R.

Proposición 31.
Sean a y b números reales con a < b. Existe entonces r ∈ Q tal que a < r < b

Demostración. Tenemos las siguientes posibilidades:

1. a < 0, b > 0, en cuyo caso r = 0 cumple las condiciones.

2. a = 0 y b > 0. Por ser R arquimediano existe (según el ejercicio 17) n ∈ N tal que
0 < n1 < b y r = n1 cumple las condiciones.

3. Supongamos que 0 < a < b, con esto b − a > 0 entonces existe n0 ∈ N tal que
0 < n10 < b − a. Como R es arquimediano y b > 0 existe m ∈ N tal que m n10 > b; Sea
A = {n ∈ N : n n10 > b}, claramente A 6= φ pues m ∈ A. Por el buen orden en N, existe
m0 = mı́n A con lo que m0 n10 > b y (m0 − 1) n10 ≤ b.
Vemos además que a < (m0 − 1) n10 , pues de no ser ası́, entonces (m0 − 1) n10 ≤ a de
donde m0 n10 ≤ a + n10 < b, lo cual es absurdo. Por lo tanto, el racional r = (m0 − 1) n10
está entre a y b.
6.6. COMPLETITUD DE LOS REALES 107

4. Los casos a < b ≤ 0 conducen a 0 ≤ −b < −a y se resuelven de manera análoga a los


anteriores.

El siguiente teorema es otra consecuencia de la completitud de los reales, y tiene impor-


tantes aplicaciones en análisis matemático.

Teorema 34. Intervalos encajados

Sea In = [an , bn ], an ≤ bn , an , bn ∈ R. Supongamos que I1 ⊃ I2 ⊃ · · · ⊃ In ⊃ · · · ,


entonces existe b ∈ In para todo n ∈ N

Demostración. Tenemos que an ≤ bm , para cualesquiera n, m ∈ N. Sea A = {an : n ∈ N}, A


es no vacio y acotado superiormente (por cualquier bm ). Por ser R completo, existe b = sup A.
Tenemos que an ≤ b para todo n ∈ N. Veamos ahora que b ≤ bn para todo n ∈ N: si existiera
N ∈ N tal que bN < b, entonces bN serı́a una cota superior de A menor que el sup A lo cual
es absurdo. Se ha demostrado que an ≤ b ≤ bn para todo n ∈ N, es decir, b ∈ In para todo
n ∈ N. 

Teorema 35.
Sea x ∈ R+ . Existe N ∈ N ∪ {0} tal que N ≤ x < N + 1.

Demostración. Sea A = {n ∈ N : n + 1 > x}. Como R es arquimediano, A 6= ∅. Por el P.B.O,


existe N = minA. Entonces (N + 1) − 1 = N ∈ / A, de donde N ≤ x < N + 1. 

En general, si x ∈ R, existe N ∈ Z tal que N ≤ x < N + 1 (ejercicio 18). Este número


entero N se llama la parte entera de x, y se nota como bxc.

Teorema 36. Eudoxo


Sean a, b ∈ Z con b > 0. Entonces a es un múltiplo de b o bien a se encuentra entre
dos múltiplos consecutivos de b.

a
Demostración. Consideremos el número racional . Sabemos que existe N ∈ Z, tal que
b
a
N≤ <N +1
b
de donde N b ≤ a < (N + 1)b. Si N b = a, entonces a es múltiplo de b; y si N b < a < (N + 1)b,
entonces a se encuentra entre dos múltiplos consecutivos de b. 
108 CAPÍTULO 6. SISTEMAS NUMÉRICOS

El teorema de Eudoxo lo usamos para demostrar el importante algoritmo euclidiano de


la división.

Teorema 37. Algoritmo de la división


Sean a, b ∈ Z con b > 0. Existen únicos enteros q, r con 0 ≤ r < q tales que

a=b·q+r

r y q son el resto y el cociente de la división de a por b, respectivamente.

Demostración. Por el teorema de Eudoxo, tenemos que existe q ∈ Z de tal manera quea

b · q ≤ a < (q + 1)b

Sea r = a − b · q, entonces a = b · q + r. Como b · q ≤ a, entonces r ≥ 0 y dado que


a < (q + 1)b = b · q + b, entonces r < b.
Mostremos ahora la unicidad de la representación. Supongamos que

a = b · q̂ + r̂

donde q̂, r̂ ∈ Z con 0 ≤ r̂ < q̂. Por lo tanto,

b · (q − q̂) = r − r̂ ?

o sea que b divide a r − r̂. Pero r < b y r̂ < b, lo que implica que r − r̂ < b o bien r̂ − r < b.
Esto, junto con ? nos muestra que necesariamente r − r̂ = 0, ası́ que r = r̂. Ahora bien, como
b 6= 0, nuevamente por ? se sigue que q = q̂ 
6.7. EJERCICIOS DE REPASO CAPÍTULO 6 109

6.7. Ejercicios de Repaso Capı́tulo 6

1. Sean x, y ∈ N con y < x. Demuestre que y + 1 ≤ x.

2. Sean x, y ∈ R, x 6= 0, y 6= 0, x + y 6= 0. Demuestre que no es posible que (x + y)−1 sea


igual a x−1 + y −1 .

3. Sea x ∈ R, x 6= 0. Demuestre que x > 0 si y sólo si x−1 > 0.


√ √ √ √ √
4. Sean x, y ∈ R con 0 < x < y. Demuestre que y − x < y − x y que x < y.

5. Demostrar la proposición 24.

6. Demuestre que se tiene la desigualdad


n   n
X n 1 X 1
· <
k=2
k nk k=2
k!

7. Demuestre que la multiplicación de números naturales es una ley de composición in-


terna en dicho conjunto.

8. Demuestre que 1 es el menor natural.

9. Sean m, n ∈ N con m ≤ n. Sabemos que existe z ∈ R+ ∪ {0} tal que n = m + z.


Demuestre que en este caso z ∈ N ∪ {0}.

10. Use el P.B.O para demostar que todo número natural n mayor que 1, admite un divisor
primo.
Ayuda: considere el conjunto X = {m ∈ N : m|n}

11. Completar la demostración del teorema 26.

12. Demuestre que la multiplicación en Z es una ley de composición interna en Z.

13. Demuestre la siguiente extensión del P.I.M: Sean a ∈ Z, X = {n ∈ Z : a ≤ n} y A ⊆ X


que satisface lo siguiente:

a) a ∈ A.
b) Si b ∈ A entonces b + 1 ∈ A.

Entonces A = X.

14. Proponga una extensión del P.B.O a Z.

15. Completar los detalles de la nota 2.

16. Demuestre que bajo isomorfismo, todo campo ordenado contiene a Z y a Q.


110 CAPÍTULO 6. SISTEMAS NUMÉRICOS

17. Demuestre que la propiedad arquimediana en un campo ordenado F , equivale a cual-


quiera de las siguientes afirmaciones:

a) Para a y b en F con a > 0 existe n ∈ N tal que na > b


1
b) Para a > 0 en F , existe n ∈ N tal que 0 < n
<a

18. Demuestre que si x ∈ R, existe N ∈ Z tal que N ≤ x < N + 1.

19. Demuestre el teorema 32.


Capı́tulo 7

Cardinalidad

El concepto de cardinalidad de un conjunto está asociado al tamaño o número de ele-


mentos de dicho conjunto. Por cuestiones más didácticas que conceptuales, no se dará una
definición precisa (prematuro por ahora) del concepto de cardinalidad de un conjunto. Sin
embargo, la idea “intuitiva” de este importante concepto reposa en la definición de equi-
potencia entre conjuntos, razón por la cual en primer lugar se realizará un estudio de esto
último.

Definición.
Dos conjuntos A y B son equipotentes, y escribimos A ∼ B, si existe una función
biyectiva f : A → B. Si A ∼ B se dice que A y B tienen el mismo número de
elementos o el mismo cardinal.

Proposición 32.
La relación de equipotencia es, de hecho, una relación de equivalencia.

Demostración. Examinaremos que ∼ es reflexiva, simétrica y transitiva.

Reflexiva: sea A un conjunto. La aplicación f : A → A dada por f (x) = x es biyectiva y


en consecuencia A ∼ A.

Simétrica: si A ∼ B, existe f : A → B biyectiva. Luego, por el teorema 17, f −1 : A → B


es biyectiva, por consiguiente B ∼ A.

Transitiva: supongamos que A ∼ B y que B ∼ A. Existen f : A → B y g : B → C


biyectivas. Sabemos que la composición g ◦ f : A → C es biyectiva (ejercicio 8 de la sección
4.5), lo que significa que A ∼ C. 

111
112 CAPÍTULO 7. CARDINALIDAD

Para establecer la “finitud” de un conjunto, se define el conjunto


Zn = {k ∈ N : k ≤ n}
siendo n un número natural.

Definición.
Un conjunto A es finito, si es vacı́o o si existe un número número natural n tal que
A ∼ Zn , en cuyo caso se dice que A tiene n elementos o que el cardinal de A es n.

Inmediatamente de la definición, inferimos que ∅ ∼ Z0

Teorema 38.
Si A ∼ Zn y A ∼ Zm para algunos naturales n y m, entonces n = m

Demostración. Consideremos el siguiente conjunto:


X = {k ∈ N | Zn ∼ Zk ⇒ n = k}
Con relación al conjunto X tenemos lo siguiente:

1. 1 ∈ X ya que si Zn ∼ Z1 = {1}, la única biyección posible f : Zn → Z1 es para n = 1.


2. Supóngase que k ∈ X (lo cual significa que si Zj ∼ Zk , entonces j = k) y que Zn ∼ Zk+1
(obsérvese que esto implica que n ≥ 2). Existe una biyección g : Zn → Zk+1 . Vamos a
demostrar que si x ∈ Zn , entonces Zn − {x} ∼ Zk . Como g es función, g(x) = a es un
elemento de Zk+1 . Tenemos ası́ dos posibilidades,
a. a = k + 1, en cuyo caso la aplicación
f : Zn − {x} −→ Zk
y 7→ g(y)
es biyectiva, puesto que g lo es.
b. a 6= k + 1. Entonces a ∈ Zk , donde 1 ≤ a ≤ k. Dado que g es sobreyectiva, existe
x̂ ∈ Zn tal que g(x̂) = k + 1. A partir de esto, se define la función f : Zn → Zk+1
de la siguiente manera:

 k + 1 si y = x
f (y) = a si y = x̂
g(y) en otro caso

Se tiene que f es biyectiva (se deja como ejercicio para el lector demostrar esto
encontrando f −1 ). Al igual que en el primer caso, la función
h : Zn − {x} −→ Zk
y 7→ f (y)
113

es biyectiva, debido a que f lo es.

En cualquier caso se tiene entonces que Zn − {x} ∼ Zk . Pero Zn − {x} ∼ Zn−1 (se
puede construir una biyeccción entre estos dos conjuntos, considerando las posibilidades
x = n − 1 y x 6= n − 1). De esta manera, como ∼ es de equivalencia, se sigue que
Zn−1 ∼ Zk . Aplicando la hipótesis de inducción, se tiene que n − 1 = k y de ahı́ que
n = k + 1. Hemos demostrado ası́ que k + 1 ∈ X, y por el principio de inducción
matemática se sigue que X = N, lo que demuestra la afirmación.

Si A ∼ Zn , como ∼ es simétrica, entonces Zn ∼ A y existirá una biyección f : Zn → A.


Esto significa que A = {f (1), · · · , f (n)}, y si escribimos aj a cambio de f (j) podemos
escribir A = {a1 , · · · , an }, es decir, se tiene una enumeración de los elementos del conjunto
A contándolos desde 1 hasta n.

La finitud es una propiedad hereditaria, según la siguiente proposición.

Proposición 33.
Sean X y Y conjuntos tales que X ⊂ Y . Si Y es finito, entonces X es finito.

Demostración. Por hipótesis existe n ∈ N tal que Y = {y1 , · · · , yn } donde y(i) 6= y(j) para
i 6= j. Como X es un subconjunto propio de Y , se tiene que X = {yii , · · · , yir } donde
{i1 , · · · , ir } ⊂ {1, · · · , n} y r < n. Ahora bien,

{yii , · · · , yir } ∼ {i1 , · · · , ir } ∼ {1, · · · , r}

Por lo tanto X ∼ {1, · · · , r} = Zr , lo que significa que X es finito (con menos elementos que
Y ). 

Como la aplicación identidad de Zn en Zn es biyectiva, se tiene que para n ∈ N, Zn es


finito.

La finitud de conjuntos se preserva mediante la unión disjunta de conjuntos finitos. Ese


es el espı́ritu de la siguiente proposición.

Proposición 34.
Sean X y Y conjuntos disjuntos y finitos con cardinales n y m respectivamente. En-
tonces Z = X ∪ Y es finito con cardinal n + m.
114 CAPÍTULO 7. CARDINALIDAD

Demostración. Por hipótesis existen biyecciones f : Zn → X y g : Zm → Y . Definimos el


conjunto
Znm = {n + 1, · · · , n + m}
Obsérvese que Znm ∼ Zm y que Zn+m = Zn ∪ Znm .

La aplicación ĝ : Znm → Zm dada por ĝ(n + k) = k, para 1 ≤ k ≤ m, es claramente


biyectiva. De esta manera, la aplicación s : Znm → Y dada por s = g ◦ ĝ es biyectiva.
Definimos la aplicación

h : Zn+m −→ X ∪ Y 
f (i) si 1 ≤ i ≤ n
i 7→ h(i) =
s(i) si n + 1 ≤ i ≤ n + m

Tenemos que h es biyectiva, lo que demuestra que X ∪ Y es finito con cardinal n + m. 

En general, unión finita de conjuntos finitos, es un conjunto finito (ver sección de ejerci-
cios).

El siguiente teorema nos da condiciones suficientes para ver cuando un conjunto es finito.
Nos será de mucha utilidad en lo que sigue.

Teorema 39.
Un conjunto no vacı́o X es finito, si y sólo si existe n ∈ N y una función sobreyectiva
f : Zn → X.

Demostración. .
⇒) Supongamos que X es finito. Existe n ∈ N y una biyeccción f : Zn → X, en particular
f es sobreyectiva.

⇐) Supóngase ahora que existe n ∈ N y una función sobreyectiva f : Zn → X. Tenemos dos


casos:

1. Si f es inyectiva, entonces f es biyectiva y X serı́a finito.

2. Si f no es inyectiva, sea B = {b ∈ X | f (i) = b = f (j), i 6= j, i, j ∈ Zn }. Por hipótesis



B 6= ∅. Luego, si b ∈ B, entonces f ({b}) = {nb1 , · · · , nbr }, donde nb1 , · · · , nbr pertene-

cen a Zn y f (nb1 ) = · · · = f (nbr ). Consideremos el conjunto f ({b}) − {nb2 , · · · , nbr } =
{nb1 }. Es decir, por cada b ∈ B nos quedamos con una sola pre-imagen del elemento b.

Hagamos A = {b ∈ B | f ({b}) − {nb2 , · · · , nbr }} y B̂ = {b ∈ X|(∃!x ∈ Zn )(f (x) = b)}.
La función ←
g : A ∪ f (B̂) → X
i 7→ g(i) = f (i)
115

← ←
es biyectiva. Pero A ∪ f (B̂) es un subconjunto propio de Zn , o sea que A ∪ f (B̂) es
finito y entonces X es finito.

Pasamos ahora los conjunto infinitos.

Definición.
Un conjunto X es infinito, si no es finito.

Según la proposición 33 se sigue que si X ⊂ Y y X es infinito, entonces Y es infinito,


ya que si Y fuera finito se tendrı́a que X es finito, lo que contradice la hipótesis. Además,
si X es infinito y Y es cualquier conjunto (finito o no), entonces X ∪ Y es infinito, ya que
X ⊆X ∪Y.

El mismo conjunto N es infinito. Para ver esto, según el teorema 39, basta con demostrar
que dado n ∈ N no existe ninguna función sobreyectiva de Zn en N. En efecto, sea n ∈ N y
f : Zn → N una función. Escojamos r = máx{f (1), · · · , f (n)}. Tenemos ası́ que 1 + r es un
número natural que no es imagen de ningún elemento de Zn , o sea que f no es sobreyectiva.

El siguiente teorema caracteriza a los conjuntos infinitos.

Teorema 40.
Un conjunto X es infinito si y sólo si existe una función inyectiva f : N → X.

Demostración. .
⇒) Supongamos que X es infinito. Escojamos x1 ∈ X. Tenemos que el conjunto X1 =
X − {x1 } es infinito. Escogemos x2 ∈ X1 . Sea ahora X2 = X − {x1 , x2 }. El conjunto X2 es
también infinito y podemos escoger x3 ∈ X2 . Continuando de esta manera, obtenemos un
conjunto A = {x1 , x2 , · · · , xn , · · · } cuyos elementos son todos distintos y A ⊂ X. De esta
manera, la aplicación
f : N −→ X
i 7→ xi
es inyectiva.

⇐) Supongamos que existe una función inyectiva f : N → X. La aplicación g : f (N) → N

dada por g(y) = f −1 (y) es biyectiva, y dado que N es infinito, entonces f (N) es infinito.

Pero f (N) ⊆ X y en consecuencia X es infinito. 
116 CAPÍTULO 7. CARDINALIDAD

Corolario 5.
Sea X un conjunto infinito y f : X → Y una función inyectiva. Entonces Y es infinito.

Demostración. Al igual que en la demostración del teorema 40, dado que X es infinito
podemos hallar un subconjunto A = {x1 , x2 , · · · , xn , · · · } de elementos distintos de X. La
aplicación g : N → A dada por g(i) = xi es biyectiva (en particular inyectiva). La aplicación
h : N → Y con correspondencia h(i) = f (g(i)) es inyectiva y por el teorema 40 se sigue que
Y es infinito. 

Corolario 6.
Un conjunto X es infinito si y sólo si existe Y subconjunto propio de X tal que X ∼ Y .

Demostración. Supongamos que X es infinito. Por el teorema 40 existe f : N → X in-


yectiva. El conjunto {f (1), · · · , f (n), · · · } es un subconjunto de X que lo podemos escribir
como {x1 , · · · , xn , · · · } (haciendo xn = f (n)). Fijemos k ∈ N. La idea de la demostración
se basa en el hecho de que el conjunto {x1 , · · · , xn , · · · } es equipotente con el conjunto
{xk+1 , · · · , xk+n , · · · }. Por ejemplo, la aplicación

g : {x1 , · · · , xn , · · · } −→ {xk+1 , · · · , xk+n , · · · }


xi 7→ xk+i
es biyectiva. Intuitivamente, esto nos está mostrando que si al conjunto X le quitamos los
elementos x1 , · · · , xn , · · · , se tendrá que X ∼ X − {x1 , · · · , xn , · · · } de donde se tendrı́a que
X es equipotente con el subconjunto propio Y = X − {x1 , · · · , xn , · · · }. La aplicación que
establece esta equipotencia es

h : X −→ X − {x1, · · · , xn , · · · }
x si x ∈ / {x1 , · · · , xn , · · · }
x 7→ h(x) =
g(x) si x ∈ {x1 , · · · , xn , · · · }

donde g(x) = xk+i con x = xi . Como g es biyectiva, se sigue que h es biyectiva.


Supóngase ahora que Y es un subconjunto propio de X con X ∼ Y . Si X fuera finito,
entonces Y también serı́a finito. Existen entonces n, m ∈ N tales que X ∼ Zn y Y ∼ Zm ,
de donde n = m. Como Y ⊂ X y estamos suponiendo que X es finito, existen x1 , · · · , xr
elementos de X que no pertenecen a Y , o sea que X − Y = {x1 , · · · , xr } (unión disjunta). En
consecuencia, X = {x1 , · · · , xr }∪Y . Por lo visto en la proposición 34, tenemos que n = r+m
o bien m = r + m lo cual es una contradicción puesto que r > 0. 

La siguiente proposición nos muestra que si a un conjunto infinito le quitamos un número


finito de sus elementos, el nuevo conjunto ası́ formado es equipotente al original.
117

Proposición 35.
Sea X un conjunto infinito y Y un subconjunto finito de X. Entonces X ∼ X − Y .

Demostración. Veamos primero que si a ∈ X entonces X ∼ X − {a}. Al igual que en el


corolario 6 y dado que X es infinito, existe un subconjunto Z = {x1 , · · · , xn , · · · } de X.
Tenemos dos opciones:

1. a ∈ Z, en cuyo caso a = xj para algún j ∈ N. Establecemos la siguiente correspondencia


f : X → X − {a}:

Si x ∈
/ Z, hacemos f (x) = x.
Para 1 ≤ i < j − 1, hacemos f (xi ) = xi ; y para i ≥ j hacemos f (xi ) = xi+1 .
Nótese que estamos haciendo f (a) = xj+1 y que a no es parte del recorrido de f .

La aplicación f ası́ definida, es biyectiva.

2. a ∈
/ Z. En este caso definimos X → X − {a} como:

f (a) = x1 y f (xi ) = xi+1 con xi ∈ Z.


Si x ∈
/ Z y x 6= a, hacemos f (x) = x.

Se observa que a no pertenece al rango de f y que f es biyectiva.

Si ahora b ∈ X con b 6= a, por lo que acabamos de demostrar se tiene que X − {a} ∼


(X − {a}) − {b}, es decir, X − {a} ∼ X − {a, b}. Por transitividad de la relación ∼ se sigue
que X ∼ X −{a, b}. Ahora bien, si c ∈ X con c ∈/ {a, b}, nuevamente por lo que acabamos de
demostrar se tiene que X − {a, b} ∼ (X − {a, b}) − {c}, o sea que X − {a, b} ∼ X − {a, b, c},
de donde X ∼ X − {a, b, c}. Continuando de esta manera, si Y = {x1 , · · · , xn } ⊂ X se tiene
que X ∼ X − Y . 

En realidad, una prueba más formal de la proposición anterior se puede hacer usando
inducción matemática, y es dejada como un provechoso ejercicio para el lector.

Como una consecuencia de la proposición 35, se tiene que si X es un conjunto infinito y


Y es finito con X ∩ Y = ∅, entonces X ∪ Y ∼ X, ya que (X ∪ Y ) − Y = X.

Como aplicación de la proposición 35, podemos ver que los siguientes conjuntos de núme-
ros reales, son todos equipotentes entre sı́:

(a, b), (a, b], [a, b), [a, b], a < b


118 CAPÍTULO 7. CARDINALIDAD

7.1. Conjuntos numerables y no numerables

Los conjuntos numerables juegan un papel crucial en matemáticas.

Definición.
Un conjunto X se llama numerable si es equipotente con el conjunto N de los números
naturales; y es contable si es finito o numerable. Si X es numerable se dice que tiene
cardinal ℵ0 . Si el conjunto X no es numerable, se dice que es no numerable.

Veamos algunos ejemplos importantes.

1. N es numerable, dado que N ∼ N.

2. N ∪ {0} es numerable. ¿Que función establece la biyección entre N ∪ {0} y N?.

3. El conjunto P + de los números naturales que son pares, es numerable. La aplicación


f : N → P + dada por f (n) = 2n es biyectiva, ası́ que N ∼ P + .

4. Los números enteros son numerables. Para ver esto, basta con ver la siguiente corres-
pondencia:

··· −3 −2 −1 0 1 2 3 ···

6 4 2 0 1 3 5

La correspondencia dada por el diagrama anterior es:

f : Z −→ N 
2n − 1, si n ∈ N
n 7→ f (n) =
−2n, si n ∈ Z− ∪ {0}

Es claro que f es biyectiva. ¿Cuál es la inversa de f ?.

Antes de continuar con ejemplos, veamos un teorema que caracteriza a los conjuntos nume-
rables.

Teorema 41.
Un conjunto X que no sea finito, es numerable si y sólo si existe una función inyectiva
f : X → N.
7.1. CONJUNTOS NUMERABLES Y NO NUMERABLES 119

Demostración. .
⇒) Supongamos primero que X es numerable. Existe una biyección f : X → N, en particular
f es inyectiva.

⇐) Supóngase ahora que existe f : X → N inyectiva. Tenemos que Y = f (X) es un
subconjunto infinito de números naturales. Por el principio del buen orden, Y tiene un
primer elemento. Definimos g(1) = x1 = mı́n(Y ). El conjunto Y − {x1 } también tiene
un primer elemento por el principio del buen orden, lo que nos permite definir g(2) =
x2 = mı́n(Y − {x1 }). Nótese que x1 < x2 . Podemos continuar de esta manera. Supongamos
entonces que para n ∈ N se ha definido g(n) = xn = mı́n(Y −{x1 , · · · , xn−1 }). Ası́, para n+1
se define g(n + 1) = xn+1 = mı́n(Y − {x1 , · · · , xn }). Vemos que x1 < x2 < · · · < xn < · · · .
La aplicación g : N → Y dada como acabamos de definir, es biyectiva.

Inyectiva: si m 6= n, por ejemplo m < n, por construcción se tiene que xm < xn , o sea que
g(m) < g(n), lo que implica que g(m) 6= g(n).
Sobreyectiva: supongamos que existe y ∈ Y tal que para todo n ∈ N, g(n) 6= y. Ası́,
xn < y para todo n ∈ N, o bien, {x1 , x2 , · · · , xn , · · · } ⊂ Zp y como Zp es finito, entonces de
la proposición 33 se sigue que el conjunto {x1 , x2 , · · · , xn , · · · } es finito, lo cual es absurdo.

Se tiene ası́ que N ∼ Y = f (X) y como X ∼ f (X), se sigue que X ∼ N. 

La conclusión del teorema 41 es la misma si a cambio de N ponemos cualquier conjunto


que sea numerable. Como esto último se puede ver como consecuencia del teorema 41, lo
enunciamos como un corolario y su demostración se propone como ejercicio.

Corolario 7.
Un conjunto X que no sea finito, es numerable si y sólo si dado Y conjunto numerable,
existe una función inyectiva f : X → Y .

Apliquemos el teorema 41 para demostrar que el conjunto N × N es numerable. Dada la


importancia de este resultado, lo enunciamos como una proposición.

Proposición 36.
N × N es numerable.

Demostración. Definimos f : N × N → N como f ((m, n)) = (m+n)(m+n+1)


2
+ n. Obsérvese que
(m + n)(m + n + 1) siempre es un número par, de donde tiene sentido la definición de f .
Veamos que f es inyectiva:

Supongamos que f (m, n) = f (a, b) y que (m, n) 6= (a, b). Tenemos varias opciones:

1. m 6= a y n 6= b. En esta situación tenemos los siguientes casos:


120 CAPÍTULO 7. CARDINALIDAD

m < a y n < b. Existen entonces k, r ∈ N tales que a = m + k y b = n + r. Ası́,


por hipótesis se tiene que:

(m + n)(m + n + 1) (m + k + n + r)(m + k + n + r + 1)
+n= +n+r
2 2
((m + n) + (k + r))((m + n + 1) + (k + r))
= +n+r
2
Esta igualdad no puede ser porque el lado derecho es estrictamente menor que el
lado de la derecha.
a < m y n < b. Existen entonces k, r ∈ N tales que m = a + k y b = n + r. Por
hipótesis se tiene que:
(a + k + n)(a + k + n + 1) (a + n + r)(a + n + r + 1)
+n= +n+r
2 2

de donde
(a + k + n)(a + k + n + 1) (a + n + r)(a + n + r + 1)
= +r
2 2

Si k < r, es claro que la última igualdad no se puede tener (el lado izquierdo es
estrictamente menor que el lado derecho). Si ahora r < k tenemos que k = r + i
para algún i ∈ N. De la última igualdad se tiene que:
(a + (r + i) + n)(a + (r + i) + n + 1) (a + n + r)(a + n + r + 1)
= +r
2 2

Cancelando y factorizando se llega a que

2ir + (a + n)i + i(a + n + 1) + i2 = 2r

lo cual no puede ser, ¿por qué?


Los casos m < a, n > b y a < m, n > b se tratan de la misma manera, y ambos
conducen a una contradicción.

2. m 6= a y n = b. Tenemos dos casos:

m < a, en cuyo caso existe k ∈ N tal que a = m + k. Por hipótesis tenemos que:

(m + n)(m + n + 1) = (m + k + n)(m + k + n + 1)

lo cual no es cierto.
7.1. CONJUNTOS NUMERABLES Y NO NUMERABLES 121

a < m, en cuyo caso existe k ∈ N tal que m = a + k. Por hipótesis tenemos que:

(a + k + n)(a + k + n) = (a + n)(a + n + 1)

lo cual no es cierto.

3. m = a y n 6= b. Tenemos dos casos:

n < b, en cuyo caso existe r ∈ N tal que b = n + r. Por hipótesis tenemos que:

(m + n)(m + n + 1) (m + n + r)(m + n + r + 1)
+n= +n+r
2 2

lo cual no es cierto (el lado iquierdo es estrictamente menor que el lado derecho)
b < n, en cuyo caso existe r ∈ N tal que n = b + r. Por hipótesis tenemos que:

(a + b + r)(a + b + r + 1) (a + b)(a + b + 1)
+b+r = +b
2 2

lo cual no es cierto porque el lado izquierdo de esta igualdad es mayor que el lado
derecho

Otra inyeccción de N × N en N viene dada por

g(m, n) = 3m 7n

La descomposición de un número natural en sus factores primos nos muestra que efectiva-
mente g es inyectiva.

Una forma gráfica que nos ayuda a mostrar que un conjunto X es numerable, es poder
representar los elementos de dicho conjunto de tal manera que se puedan recorrer todos sus
elementos de uno en uno siguiendo un orden determinado. Por ejemplo, en la siguiente figura
se muestra una forma de recorrer N × N paso a paso, siguiendo las flechas indicadas. Esto
genera automáticamente una biyección entre N y N × N: al natural 1 se le asigna la pareja
ordenada (1, 1), al natural 2 se le asigna la pareja ordenada (2, 1), al natural 3 se le asigna
la pareja ordenada (2, 2), y ası́ sucesivamente siguiendo las flechas de dicha figura.
122 CAPÍTULO 7. CARDINALIDAD

(1,1) (1,2) → (1,3) (1,4) → (1,5) · · ·


↓ ↑ ↓ ↑ ↓
(2,1) → (2,2) (2,3) (2,4) (2,5) · · ·
↓ ↑ ↓
(3,1) ← (3,2) ← (3,3) (3,4) (3,5) · · ·
↓ ↑ ↓
(4,1) → (4,2) → (4,3) → (4,4) (4,5) · · ·

(5,1) ← (5,2) ← (5,3) ← (5,4) ← (5,5) · · ·
.. .. .. .. ..
. . . . .

Como consecuencia de la proposición 36 se tiene lo siguiente.

Corolario 8.
Si X y Y son conjuntos numerables, entonces X × Y es numerable.

Demostración. Tenemos que X ∼ N y Y ∼ N, de donde X × Y ∼ N × N y en consecuencia


X × Y ∼ N. 

Proposición 37.
Q es numerable.

Demostración. Tenemos que Z y Z − {0} son numerables, ası́ que de acuerdo al corolario 8,
Z×(Z−{0}) es numerable. Como la aplicación f : Z×(Z−{0}) → Q dada por f ((m, n)) = m n
es sobreyectiva, se sigue del ejercicio 2 de la sección de ejercicios 6.7, que Q es numerable. 

Teorema 42.
Sea C una colección numerable de conjuntos numerables. Entonces C es numerable.
S

Demostración. De acuerdo al corolario 7, queremos construir una función inyectiva de C en


S
N×N. Podemos escribir C = {A1 , A2 , · · · , An , · · · }, dado que C es numerable. Además, para
cada n ∈ N también podemos escribir An = {a1 , a2 , · · · , an , · · · }. La idea de la demostración
es construir una familia numerable de subconjuntos numerables de C , disjuntos dos a dos,
de tal manera que la unión de la colección ası́ obtenida sea igual a la unión de la familia C .
Esto nos permitirá disponer los elementos de ∪C en un arreglo de infinitas filas e infinitas
columnas, tal cual como se hizo en la figura anterior, lo cual nos indica que efectivamente
C es numerable.
S
7.1. CONJUNTOS NUMERABLES Y NO NUMERABLES 123

Procedemos entonces a demostrar el teorema. A partir de C definimos otra colección


Sn−1 B
como sigue: B1 = A1 , B2 = A2 − A1 , B3 = A3 − (A2 ∪ A1 ) y en general Bn = An − k=1 Ak .
Nótese que si i 6= j, entonces Bi ∩ Bj = ∅ y además
[ [
An = Bn
n∈N n∈N

Se propone como un ejercicio demostrar las dos últimas afirmaciones.

Para i ∈ N,Spodemos escribir Bi = {bi1 , bi2 , · · · , bin , · · · }, puesto que Bi es numerable. La


aplicación f : n∈N Bn → N × N dada por f (bij ) = (i, j) es inyectiva porque los conjuntos
Bi son disjuntos dos a dos. 

Hasta el momento solo hemos exhibido ejemplos de conjuntos que son numerables y hemos
visto como caracterizarlos. Pero existen conjuntos que no son numerables, de hecho hay
demasiados de ellos. El mismo conjunto de los números reales no es numerable. Enunciamos
este resultado como una proposición.

Proposición 38.
R no es numerable.

Demostración. De acuerdo al ejercicio 2, es suficiente con demostrar que dado X sub-


conjunto numerable de R, no existe una función sobreyectiva de X en R. En efecto, sea
X = {x1 , x2 , · · · , xn , · · · } ⊂ R un conjunto numerable y f : X → R. Escojamos un inter-
valo I1 = [a1 , b1 ] tal que f (x1 ) > b1 (de donde f (x1 ) ∈ / I1 ). Escojamos ahora un intervalo
I2 = [a2 , b2 ] tal que I2 ⊂ I1 , b2 − a2 ≤ b1 −a 2
1
y f (x ∈
2 / I2 . Veamos que siempre existe tal
)
intervalo I2 :

Si f (x2 ) < a1 o f (x2 ) > b1 , podemos escoger I2 = [a1 , a1 +b


2
1
].

Si f (x2 ) = a1 podemos escoger I2 = [ a1 +b


2
1
, b1 ]

Si f (x2 ) = b1 podemos escoger I2 = [a1 , a1 +b


2
1
]

Si f (x2 ) ∈ (a1 , b1 ), escojemos I2 = [ f (x22)+b1 , b1 ]

De manera análoga, podemos escoger un intervalo I3 = [a3 , b3 ] tal que I3 ⊂ I2 ⊂ I1 con


b3 − a3 ≤ b2 −a2
2
≤ y f (x3 ) ∈
/ I3 . Continuando de esta manera obtenemos una sucesión de
intervalos cerrados y acotados In = [an , bn ] tales que In+1 ⊂ In , bn −an → 0 cuando n → +∞
y f (xn ) ∈
/ In para todo n ∈ N. Por el teorema de los Intervalos Encajados se sigue que existe
un número real x tal que x ∈ In para todo n ∈ N. Pero entonces por construcción se tiene
que f (xn ) 6= x para todo n ∈ N, o sea que f no es sobreyectiva. 
124 CAPÍTULO 7. CARDINALIDAD

¿Qué es el cardinal de un conjunto?. Para conjuntos finitos, su cardinal será el número


de elementos que posea el conjunto. Para conjuntos que sean infinitos, evidentemente que
se necesita otro concepto. Una definición más o menos aceptable y que intuitivamente ya la
hemos venido trabajando en los resultados de este capı́tulo, es la siguiente.

Definición.
El cardinal de un conjunto A es aquella propiedad que tienen en común todos los
conjuntos que son equipotentes con A. Si denotamos esta propiedad como |A|, diremos
que el cardinal de A es |A|. Por lo tanto, si B ∼ A, se tiene que |B| = |A|.

Esta definición de cardinalidad de un conjunto no es del todo precisa, ya que por ejemplo,
¿como aseguramos que dicha propiedad que poseen todos los elementos equipotentes con A,
sea la única?. Sin embargo, para nuestros propósitos (y dado el nivel que se maneja en un
curso de Fundamentos de Matemáticas) es suficiente con esta definición.

Si X es numerable se dice que tiene cardinal ℵ0 ; y si es equipotente con el conjunto de


los números reales, se dice que tiene cardinal c o la potencia del continuo.

Como no existe una función sobreyectiva de N en R, pero sı́ una inyeccción de N en R,


podemos afirmar que el conjunto N tiene menos elementos que el conjunto R. Con relación
a esta última afirmación tenemos la siguiente definición.

Definición.
Diremos que un conjunto X está dominado por un conjunto Y (o que Y domina a
X), si existe f : X → Y inyectiva, y escribimos X - Y . Si no existe una función
sobreyectiva de X en Y y X - Y , se dice que X está estrictamente dominado por Y
(o que Y domina estrictamente a X) y se escribe X ≺ Y (o bien Y  X).

Si X - Y diremos que el cardinal de X es menor o igual que el cardinal de Y y escribimos


|X| ≤ |Y |. Si X ≺ Y , el cardinal de X es estrictamente menor que el cardinal de Y y se
escribe |X| < |Y |.

Según las definiciones anteriores y la proposición 38, se tiene que ℵ0 < c.

Lema 3.
Sean A, B conjuntos tales que existen f : A → B y g : B → A inyectivas. Supongamos
→ → ←
que existe un subconjunto X de A tal que A − X ⊂ g (B) y B − f (X) = g (A − X).
Entonces A ∼ B.
7.1. CONJUNTOS NUMERABLES Y NO NUMERABLES 125

Demostración. Consideremos la aplicación h : A → B dada por:



f (x) si x ∈ X
h(x) =
g −1 (x) si x ∈ A − X

Veamos que h es biyectiva.

Inyectiva: sean x, y ∈ A con x 6= y. Tenemos las siguientes opciones:

1. x, y ∈ X, en cuyo caso f (x) 6= f (y) porque f es inyectiva, ası́ que h(x) 6= h(y).

2. x ∈ X, y ∈ A − X. Tenemos que h(x) = f (x) y h(y) = g −1 (y) ∈ B − f (X). Ası́


h(y) ∈
/ f (X) y entonces h(x) 6= h(y).

3. x, y ∈ A − X, en cuyo caso h(x) = g −1 (x) y h(y) = g −1 (y). Como g es inyectiva, se


tiene que g −1 restringida a A − X es inyectiva, de manera que g −1 (x) 6= g −1 (y), de
donde h(x) 6= h(y).

De esta manera, en cualquier caso, obtenemos h(x) 6= f (y).


Sobreyectiva: sea b ∈ B. Tenemos dos opciones:


1. b ∈ f (X), en cuyo caso existe a ∈ X tal que f (a) = b, es decir, h(a) = b
→ → ←
2. b ∈
/ f (X) y entonces b ∈ B − f (X), es decir, b ∈ g (A − X). Ası́, existe a ∈ A − X tal
que b = g −1 (a), o bien h(a) = b.

En ambos casos, h es sobreyectiva y en sı́ntesis, es biyectiva, es decir, A ∼ B. 

→ ←
Nótese que la condición A − X ⊂ g (B) se usa para la existencia de g (A − X).

El siguiente teorema es muy importante en Teorı́a de Conjuntos, ya que nos permite


establecer una equivalencia entre conjuntos sin conocer explı́citamente una biyección entre
ellos. Fue conjeturado por Cantor, y la demostración fue realizada de manera independiente
por Schröder y Bernstein. Haciendo honor a ellos, recibe su nombre.

Teorema 43. Cantor-Schröder-Bernstein.


Si A, B son conjuntos tales que A - B y B - A, entonces A ∼ B.

Demostración. La prueba que daremos se debe a J. D. Monk, es sencilla, elegante y hace


uso de la teorı́a de los retı́culos, estudiada en el capı́tulo 5. Consideremos la función

ĥ : P(A) −→ P(A)
X 7−→ A − g(B − f (X))
126 CAPÍTULO 7. CARDINALIDAD

Lo que se quiere es encontrar un subconjunto de A que satisfaga las hipótesis del lema
3. Dicho subconjunto será el punto fijo de la función ĥ acabada de definir. Tenemos que
(P(A), ∪, ∩) es un retı́culo de Boole completo con la relación de inclusión. Veamos que ĥ
→ →
es isótona: sean X, Y ∈ P(A) tales que X ⊆ Y . Entonces f (X) ⊆ f (Y ), lo que equivale
→ → → → → →
a que B − f (Y ) ⊆ B − f (X) y de ahı́ que g (B − f (Y )) ⊆ g (B − f (X)) y esta última a
→ → → →
su vez equivale a que A − g (B − f (X)) ⊆ A − g (B − f (Y )), es decir, ĥ(X) ⊆ ĥ(Y ). Ası́,
por el teorema de Knaster-Tarski (teorema 23), existe X ∈ P(A) tal que ĥ(X) = X. En
consecuencia →

A − g (B − f (X)) = X
→ → → ←
Esta igualdad implica que g (B − f (X)) = A − X o bien B − f (X) = g (A − X) dado que g
→ → → → →
es inyectiva. Pero B − f (X) ⊂ B, de donde g (B − f (X)) ⊂ g (B), es decir, A − X ⊂ g (B).
Usando el lema 3 se llega a que A ∼ B 

El siguiente resultado es una consecuencia inmediata del teorema de CSB, y su demos-


tración se propone como ejercicio.

Corolario 9.
Sean A, B conjuntos tales que A ∼ B. Si C es un conjunto tal que A - C - B,
entonces A ∼ C.

Aunque parezca sorprendente, R ∼ (0, 1), o sea que el cardinal del conjunto (0, 1) es
c, es decir, hay tantos puntos en la recta recta real como en el subconjunto propio (0, 1).
La siguiente figura nos indica como construir una biyección de R en (0, 1) a partir de las
transformaciones de funciones, estudiadas en cursos como Cálculo Diferencial:
y y

1
f1 (x) = f2 (x)
x

x x

Consideremos
Trasladamos k unidades (k > 0) a la izquier-
f1 : R+ −→ R+ da f1 para obtener
1
x 7−→
x
f2 : (−k, +∞) −→ R+
Esta función es biyectiva. x 7−→ f1 (x + k)
7.1. CONJUNTOS NUMERABLES Y NO NUMERABLES 127

y y

f3 (x) f4 (x)

x x

Consideramos la restricción
Reflejamos la imagen de f3 con respecto al eje
f3 : [0, +∞) −→ (0, k1 ] y, obteniendo ası́ la función
x 7−→ f2 (x)
f4 : (−∞, 0] −→ (0, k1 ]
Esta restricción de dominio y codominio, per- x 7−→ f3 (−x)
mite que f3 sea biyectiva.

y y

f5 (x) (f3 ∪ f5 )(x)

x x

Reflejamos la imagen de f4 con respecto al eje


Unimos las funciones f3 y f5 , las cuales son
x + k1 , obteniendo ası́ la función
biyectivas, y cuyas imágenes son disjuntas dos
f5 : (−∞, 0] −→ [ k1 , 1) a dos (solo coinciden en x = 0, en donde
x 7−→ −f (x) + 2 f3 (0) = k1 = f5 (0)), por lo que es biyectiva:
4 k

De esta forma, f5 es claramente biyectiva, al f3 ∪ f5 : R −→ (0,


 1)
ser transformaciones de f3 sin realizar ningu- f3 (x), si x ∈ [0, +∞)
na prolongación a esta. x 7−→
f5 (x), si x ∈ (−∞, 0]

Si demostramos que el intervalo [0, 1] no es numerable, como [0, 1] ∼ (0, 1), entonces
de acuerdo a la construcción que se acaba de hacer, tendrı́amos otra demostración de la
proposición 38. Una técnica clásica para demostrar que [0, 1] no es numerable consiste en
usar el método diagonal de cantor. Este método consiste en lo siguiente: supongamos
que [0, 1] es numerable, de tal manera que podemos escribir

[0, 1] = {r0 = 0, r1 , r2 , · · · , rn , · · · }
128 CAPÍTULO 7. CARDINALIDAD

A continuación escrimos cada elemento de [0, 1] en su expansión decimal:

r0 = 0
r1 = 0, a11 a12 a13 · · · a1n · · ·
r1 = 0, a21 a22 a23 · · · a2n · · ·
..
.
rn = 0, an1 an2 an3 · · · ann · · ·
..
.

Lo que se quiere entonces es exhibir un número racional entre 0 y 1, distinto de todos los rn
del listado anterior, de donde se obtiene (de acuerdo al ejercicio 2), que [0, 1] no es numerable.
La idea consiste en modificar la diagonal del arreglo anterior intentando buscar un racional
de la forma t = 0, b11 b22 · · · bnn · · · donde ann 6= bnn , para todo n ∈ N, y en consecuencia se
tendrı́a que b 6= rn , para todo n ∈ N.

La siguiente definición cumple con las requisitos que se desean, como se puede comprobar
fácilmente.
  
ann + a(n+1)(n+1) ann + a(n+1)(n+1)
si =9


2 2







bnn = 1 si ann + a(n+1)(n+1) = 0



  

 ann + a(n+1)(n+1) ann + a(n+1)(n+1)
+ 1 si 6= 9


2 2

Es claro que no es la única elección de los ann , hay otras más evidentes.

Proposición 39.
R × R tiene cardinal c.

Demostración. Como R ∼ (0, 1), entonces R × R ∼ (0, 1) × (0, 1), ası́ que es suficiente con
demostrar que (0, 1) × (0, 1) ∼ (0, 1). Para x, y ∈ (0, 1), los expresamos en su expansión
decimal: x = 0, r1 r2 · · · rn · · · , y = 0, s1 s2 · · · sn · · · .

La aplicación f : (0, 1) × (0, 1) → (0, 1) dada por

f (x, y) = 0, r1 s2 r2 s1 r3 s4 r4 s3 · · · rn sn+1 rn+1 sn · · ·

es biyectiva. En efecto:

Inyectiva: sean (x, y), (x̂, ŷ) ∈ (0, 1) tales que (x, y) 6= (x̂, ŷ). Entonces x 6= x̂ o bien y 6= ŷ.
7.1. CONJUNTOS NUMERABLES Y NO NUMERABLES 129

Sean x = 0, r1 r2 · · · rn · · · y x̂ = 0, r̂1 r̂2 · · · r̂n · · · con x 6= x̂. Existirá un j ∈ N tal que rj 6= r̂j
y entonces

f (x, y) =0, r1 s2 r2 s1 r3 s4 r4 s3 · · · rj sj+1 rj+1 sj · · ·


6=0, r̂1 s2 r̂2 s1 r̂3 s4 r̂4 s3 · · · r̂j sj+1 rj+1 sj · · ·
=f (x̂, y)

El caso y 6= ŷ es análogo.
Sobreyectiva: sea a ∈ (0, 1) tal que a = 0, r1 r2 r3 · · · rn · · · . Escogiendo x = 0, r1 r3 r5 r7 · · · y
y = 0, r4 r2 r8 r6 · · · , tenemos que f (x, y) = a. 

Veamos la existencia de otro conjunto no numerable: la colección de sucesiones de unos


y ceros. Este resultado será consecuencia de la siguiente proposición.

Proposición 40.

Sea X un conjunto y F = {f : X → {0, 1} : f es función}. Entonces P(X) ∼ F .

Demostración. Sea A ∈ P(X). Asociado al conjunto A tenemos su función caracterı́stica


χA : X → {0, 1} definida como χA (x) = 1, si x ∈ A, y χA (x) = 0, si x ∈ / A. Si definimos
χcar(X) como la colección de todas las funciones caracterı́sticas definidas en X, es claro que
F = χcar(X) . Vamos a demostrar entonces que P(X) ∼ χcar(X) . En efecto, la aplicación

f : P(X) −→ χcar(X)
A 7−→ χA

es biyectiva, y se deja como ejercicio para el lector comprobarlo. 

Cuando X = N, el conjunto χcar(N) corresponde al conjunto de todas las sucesiones


infinitas formadas con 0 y 1. Por ejemplo, (11000101 · · · ) ∈ χcar(N) . Ası́, por la anterior
proposición se tiene que P(N) ∼ χcar(N) . Pero, ¿a qué conjunto conocido corresponde P(N)?.
La respuesta está en la siguiente proposición.

Proposición 41.

P(N) ∼ R.

Demostración. Para ver esto, es suficiente con ver que (0, 1) ∼ χcar(N) , es decir, veamos que
se puede poner en correspondencia biunı́voca los números reales del intervalo abierto (0, 1)
con el conjunto de sucesiones infinitas de unos y ceros. Para ello, veamos primero dos cosas:
130 CAPÍTULO 7. CARDINALIDAD

1. Sea X el conjunto formado por sucesiones infinitas formadas por los elementos 0,
1, 2, 3, 4, 5, 6, 7. Por ejemplo, (51720613666 · · · ) y (00112244 · · · ) pertenecen a X.
Mostraremos que X ∼ χcar(N) . Realicemos la siguiente etiqueta:

0 ↔ 000
1 ↔ 001
2 ↔ 010
3 ↔ 011
4 ↔ 100
5 ↔ 101
6 ↔ 110
7 ↔ 111

Dado un elemento de X, le asignamos la sucesión de ceros y unos concatenando la


respectiva etiqueta de cada elemento de dicha sucesión. Por ejemplo, a (130462 · · · )
le asignamos (001011000100110010 · · · ). La correspondencia inversa consiste a separar
de tres en tres (de izquierda a derecha) los respectivos elementos de la sucesión infi-
nita de ceros y unos. Por ejemplo, para s = (110100111100010 · · · ) separamos como
(110 100 111 100 010 · · · ) y a s le asignamos el elemento de X dado por (64742 · · · ).
Es claro que esta correspondencia es biunı́voca, lo que demuestra que X ∼ χcar(N) .

2. Sea ahora Y el conjunto formado por sucesiones infinitas formadas por los siguien-
tes dieciseis elementos: 0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 0̂, 1̂, 2̂, 3̂, 4̂, 5̂. Veamos que Y ∼ χcar(N) .
7.1. CONJUNTOS NUMERABLES Y NO NUMERABLES 131

Realizamos ahora la siguiente etiqueta:

0 ↔ 0000
1 ↔ 0001
2 ↔ 0010
3 ↔ 0011
4 ↔ 0100
5 ↔ 0101
6 ↔ 0110
7 ↔ 0111
8 ↔ 1000
9 ↔ 1001
0̂ ↔ 1010
1̂ ↔ 1011
2̂ ↔ 1100
3̂ ↔ 1101
4̂ ↔ 1110
5̂ ↔ 1111

Al igual que en el caso anterior, a un elemento de Y , le asignamos la sucesión de ce-


ros y unos concatenando la respectiva etiqueta de cada elemento de dicha sucesión.
Ası́ por ejemplo, a (1302̂4 · · · ) le asignamos (00010011000011000100 · · · ). La corres-
pondencia inversa corresponde a separar de cuatro en cuatro (de izquierda a derecha)
los respectivos elementos de la sucesión infinita de ceros y unos. Por ejemplo, para
s = (1101100110100010 · · · ) separamos como (1101 1001 1010 0010 · · · ) y a s le asig-
namos el elemento de Y dado por (3̂90̂2 · · · ). Esta correspondencia es biunı́voca, lo que
demuestra que Y ∼ χcar(N) .

De 1. y 2. se tiene que X ∼ Y . Al considerar un elemento del conjunto (0, 1) expresado en


su expansión decimal y definir D = {0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9} y

Z = {sucesiones infinitas formadas con elementos del conjuntoD}

se tiene que Z ∼ (0, 1). Ahora bien, es claro que X ⊂ Z ⊂ Y . Entonces por el teorema de
CSB se sigue que (0, 1) ∼ χcar(N) . 

Ya hemos visto conjuntos numerables y no numerables. El tı́pico conjunto no numerable


es R. Surge de manera natural la siguiente pregunta: ¿existe un conjunto no numerable que
tenga más elementos que R?. La respuesta es afirmativa, y de hecho se tiene una cadena
132 CAPÍTULO 7. CARDINALIDAD

ascendente de conjunto no numerables. Este hecho fue demostrado por el mismo Cantor, y
recibe su nombre.

Teorema 44. Cantor


Si X es un conjunto, X ≺ P(X)

Demostración. La función f : X → P(X) dada por f (x) = {x} es claramente inyectiva,


ası́ que X - P(X). Veamos ahora que no existe una función sobreyectiva de X en P(X).
Por reducción al absurdo, supongamos que existe g : X → P(X) sobreyectiva y formemos
el conjunto A = {x ∈ X : x ∈ / g(x)}. Dado que g es sobreyectiva, existe a ∈ X tal que
g(a) = A. Tenemos dos opciones:

a ∈ A, en cuyo caso a ∈
/ g(a), es decir, a ∈
/ A, lo cual contradice hipótesis.

a ∈
/ A, y por tanto a cumple la condición para pertenecer al conjunto A, o sea que
a ∈ A lo cual contradice hipótesis.

Note el parecido entre la paradoja de Russell y el argumento usado (construcción del


conjunto A) en la prueba del teorema de Cantor.

En términos de cardinalidad, el teorema de Cantor afirma que si X es un conjunto,


|X| < |P(X)|. Sea X un conjunto. Aplicando el teorema de Cantor al conjunto P(X), se
tiene que |P(X)| < |P(P(X))|. Si denotamos con

P n (X) = P(P · · · P(X))


| {z }
n−veces

para n ∈ N, se puede demostrar que |P n (X)| < |P n+1 (X)|, es decir, existen infinitos cardi-
nales.
7.2. EJERCICIOS DE REPASO CAPÍTULO 7 133

7.2. Ejercicios de Repaso Capı́tulo 7

1. Sea X un conjunto no vacı́o y a un elemento (perteneciente o no a X). Demuestre que


X × {a} ∼ X. Concluya que si X es infinito, entonces X × N ∼ X

2. Demuestre que un conjunto X es contable si y sólo si existe una función sobreyectiva


de N en X.

3. Usando la técnica utilizada en la proposición 38, demostrar que el intervalo cerrado y


acotado [a, b] con a < b, no es numerable. Además, demuestre que [a, b] ∼ R.

4. Sean {Ai } y {Bi } familias de conjuntos disyuntos dos a dos (en cada familia). Si para
cada i ∈ I, Ai ∼ Bi , demuestre que
[ [
Ai ∼ Bi
i∈I i∈I

5. Demuestre que la relación entre conjuntos dada por |X| ≤ |Y |, si X - Y , es de orden.

6. Sea I una colección de intervalos abiertos, disyuntos dos a dos. Demuestre que I es
enumerable.

7. Sea m ∈ Z y definamos mZ = {m · n : n ∈ Z}. Demuestre que mZ ∼ Z.

8. Demostrar el Corolario 9.
Capı́tulo 8

Sucesiones de números reales

Las sucesiones de números reales juegan un papel vital en análisis matemático. La mayorı́a
de los conceptos topológicos en R se pueden expresar en término de suceciones. Cuando se
estudian las sucesiones, interesa principalmente su lı́mite. El mismo concepto de lı́mite de
una función tiene su equivalente mediante lı́mite de sucesiones, y en particular, la derivada
e integral de una función se pueden expresar por medio de lı́mite de sucesiones.

Definición.
Una sucesión de números reales es una función x : N → R. La imagen del natural n,
x(n), se suele representar como xn y se llama el n−ésimo término de la sucesión.

La sucesión x : N → R la representamos como (xn )n∈N , o de manera más simplificada


como (xn ). También se representa la sucesión como (x1 , x2 , · · · , xn , · · · ).

Ejemplo:

1. Si para todo n ∈ N escogemos xn = c = cte, la sucesión correspondiente es

(c, c, · · · , c, · · · )

y se llama sucesión constante.

2. Sea (xn ) una sucesión tal que existe N ∈ N tal que n ≥ N implica que xn = c. Entonces
podemos escribir la sucesión como

(x1 , · · · , xN −1 , c, c, · · · , c · · · )

y se llama sucesión casi constante.

3. Consideremos la sucesión (xn ) definida de la siguiente manera:

134
135

(
1, si n es par
xn =
0, si n es impar

Dicha sucesión se puede escribir como (0, 1, 0, 1, · · · ).


 
1 1 1
4. Si definimos xn = , la sucesión correspondiente es 1, , , · · · .
n 2 3

5. Fijemos a ∈ R+ y definamos xn = an . La correspondiente sucesión es (a, a2 , a3 , · · · ).

6. Sea xn = sin(na), donde a ∈ R. La correspondiente sucesión (xn ) es

(sen(a), sen(2a) · · · , sen(na) · · · )

Definición.
Una sucesión (xn ) es acotada superiormente si existe b ∈ R de tal manera que xn ≤ b
para todo n ∈ N; y es acotada inferiormente si existe a ∈ R de tal manera que a ≤ xn
para todo n ∈ N. La sucesión (xn ) es acotada si lo es superior e inferiormente.

Que la sucesión (xn ) sea acotada equivale a que el conjunto X = {xn : n ∈ N} es acotado,
lo cual a su vez equivale a que existe L real positivo, tal que |xn | ≤ L para todo n ∈ N.

Las sucesiones de los ejemplos 1, 2, 3 y 4 anteriores, son acotadas. En cuanto al ejemplo


5, si 0 < a ≤ 1 la sucesión es acotada; y si a > 1 la sucesión no es acotada. En efecto, a1 ≤ 1
y por inducción supongamos que an ≤ 1. Multiplicando por a en ambos lados de esta última
desigualdad se tiene que an+1 ≤ a, de donde an+1 ≤ 1. Por lo tanto, an ≤ 1 para todo n ∈ N,
de donde la sucesión (a, a2 , a3 , · · · ) es acotada (inferiormente por 0 y superiormente por 1).
De otro lado, si a > 1 tenemos que a = 1 + r para algún r > 0. Sea b cualquier número real
mayor que 1. Por la propiedad arquimediana de los reales, existe N ∈ N tal que N > b−1 r
.
Ahora bien, por la desigualdad de Bernoulli se tiene:

aN = (1 + r)N ≥ 1 + N r > b

lo que implica que la sucesión (a, a2 , a3 , · · · ) no es acotada superiormente.

La sucesión del ejemplo 6 es acotada, dado que | sin(na)| ≤ 1 para todo n ∈ N y para
todo a ∈ R.

Siendo una sucesión una función, se puede pensar en la suma y multiplicación de suce-
siones como la suma y multiplicación usual de funciones. Más exactamente, si (xn ) y (yn )
136 CAPÍTULO 8. SUCESIONES DE NÚMEROS REALES

son dos sucesiones, la suma y multiplicación de estas sucesiones se definen respectivamente


como:

(xn + yn ) , (xn · yn )

las cuales son también sucesiones.

Si (xn ) y (yn ) son sucesiones acotadas, la suma y producto de ellas es también una
sucesión acotada. En efecto, por hipótesis existen L, L̂ reales positivos tales que |xn | ≤ L y
|yn | ≤ L̂ para todo n ∈ N. Por lo tanto,

|xn + yn | ≤ |xn | + |yn | ≤ L + L̂

y
|xn · yn | = |xn | · |yn | ≤ L · L̂

La división de sucesiones es posible en ciertos casos, tema que será tratado más adelante.

Una sucesión (xn ) es creciente si xn < xn+1 para todo n ∈ N; y es decreciente si xn > xn+1
para todo n ∈ N. La sucesión (xn ) es no-decreciente si xn ≤ xn+1 para todo n ∈ N; y es
no-creciente si xn ≥ xn+1 para todo n ∈ N.

Por ejemplo, la sucesión del ejemplo 3 anterior no es creciente ni decreciente; la sucesión


del ejemplo 4 es decreciente; la sucesión del ejemplo 5 es creciente si a > 1 y es decreciente
si 0 < a < 1.

8.1. Convergencia de sucesiones

Consideremos la sucesión n1 . Podemos observar que a medida que n ∈ N aumenta, el




cociente n1 disminuye, o sea que el n−ésimo término de la sucesión se hace cada vez más
pequeño con tomar n lo suficientemente grande, ¿pero qué tan pequeño se puede hacer?. La
respuesta es tanto como se quiera. Para ver esto, sea ε un número real positivo, tan pequeño
como se desee. Por la propiedad arquimediana de los números reales, sabemos que existe
N ∈ N tal que N1 < ε. Si n es un número natural mayor que N se tiene que n1 < N1 , de donde
n ≥ N implica n1 < ε. Es decir, la distancia entre los términos de la sucesión y el número
real cero se puede hacer tan pequeña como se quiera, con tomar los ı́ndices lo suficientemente
grandes.

Este ejemplo motiva la siguiente definición.


8.1. CONVERGENCIA DE SUCESIONES 137

Definición.
Una sucesión (xn ) converge a un número real L si dado ε > 0 existe N ∈ N de tal
manera que si n ≥ N se tiene que |xn − L| < ε.

Si la sucesión (xn ) converge a L, se escribe xn → L. Como |xn − L| < ε equivale a tener


que L − ε < xn < L + ε, la definición de convergencia equivale a la siguiente:

Equivalencia de convergencia

Una sucesión (xn ) converge a un número real L si dado ε > 0 existe N ∈ N de tal
manera que si n ≥ N se tiene que xn ∈ (L − ε, L + ε).

Como el conjunto {x1 , · · · , xN −1 } es finito, se puede dar tambien la definición de conver-


gencia de una sucesión de la siguiente manera:

Equivalencia de convergencia

Una sucesión (xn ) converge a un número real L si dado ε > 0, por fuera del intervalo
(L − ε, L + ε) sólo hay un número finito de elementos de la sucesión.

De esta última caracterización, se tiene que toda sucesión convergente es acotada: si la


sucesión (xn ) → L, es claro que esto equivale a que la sucesión (xn − L) → 0.

Si una sucesión converge a un valor L, entonces los términos de esta sucesión no se pueden
aproximar a valores distintos para n lo suficientemente grande. Tenemos ası́ el siguiente
teorema:

Teorema 45. Unicidad del lı́mite.

Si la sucesión (xn ) converge a L y a L̂, entonces L = L̂.

Demostración. Por hipótesis existen, dado ε > 0 existen N1 y N2 números naturales tales
que n ≥ N1 implica |xn − L| < 2ε y n ≥ N2 implica |xn − L̂| < 2ε . Si escogemos N = N1 + N2
se sigue de las dos últimas desigualdades que n ≥ N implica
ε ε
|L − L̂| ≤ |xn − L| + |xn − L̂| < + = ε
2 2
y como ε > 0 es arbitrario, se tiene que L = L̂. 

Teorema 46.
Una sucesión (xn ) converge a L si y sólo si la sucesión (−xn ) converge a −L.
138 CAPÍTULO 8. SUCESIONES DE NÚMEROS REALES

Demostración. Es consecuencia inmediata de la equivalencia

|xn − L| < ε, si y solo si, | − xn − (−L)| < ε

El siguiente resultado nos muestra que una sucesión que converja a un número real
positivo, debe tener todos sus términos positivos a partir de algunos de ellos.

Teorema 47. Conservación de signo.

Sea (xn ) una sucesión convergente a L > 0. Existe N ∈ N tal que n ≥ N implica
xn > 0.

Demostración. Sea ε = L2 . Existe N ∈ N tal que n ≥ N implica |xn − L| < L2 . Esta última
desigualdad implica que − L2 < xn − L para n ≥ N , de donde L2 < xn para n ≥ N . 

Corolario 10.
Sea (xn ) una sucesión convergente a L < 0. Existe N ∈ N tal que n ≥ N implica
xn < 0.

Demostración. El resultado se sigue de aplicar los teoremas 46 y 47. 

Corolario 11.
Sea (xn ) una sucesión de términos positivos, tal que xn → L. Entonces L ≥ 0.

Demostración. Si L < 0, existirı́a N ∈ N tal que n ≥ N implica x < 0, lo que contradice


hipótesis 

Consideremos una sucesión (xn ) que converge a L > 0. Por el teorema 47, existe N1 ∈ N
de tal suerte que n ≥ N1 implica xn > 0. Por la convergencia de la sucesión, para L2 existe
N2 ∈ N tal que |xn − L| < L2 para n ≥ N2 . Si escogemos N3 = N1 + N2 se sigue de la última
desigualdad que n ≥ N3 implica x1n < L2 (o bien xn1L < L22 ). Sea ahora ε > 0, entonces para
2 2
ε · L2 existe N4 ∈ N tal que n ≥ N4 implica |xn − L| < ε · L2 . Si N = N3 + N4 se tiene que
n ≥ N implica:

2

− 1 = |xn − L| < 2 · ε · L = ε
1
xn L xn · L L2 2
8.1. CONVERGENCIA DE SUCESIONES 139

Se ha demostrado lo siguiente:

Teorema 48.
 
1 1
Si una sucesión (xn ) converge a L > 0, entonces la sucesión xn
converge a L
.
 
1
Si la sucesión (xn ) converge a L < 0, se demuestra también que la sucesión xn
1
converge a L
.

En el siguiente teorema establecemos otras propiedades fundamentales de las sucesiones.

Teorema 49.
Sean (xn ), (yn ) sucesiones tales que xn → L, yn → M . Entonces:

1. xn + yn → L + M .

2. xn · yn → L · M .
xn L
3. Si M 6= 0, → .
yn M

Demostración. Sólo demostraremos la parte 2.

Supongamos en primer lugar que L 6= 0. Como (yn ) es convergente, entones es acotada.


Existe ası́ un número real K > 0 tal que |yn | ≤ K para todo n ∈ N. Sea ε > 0. Por
ε
convergencia de las sucesiones, existen N1 , N2 en N tales que n ≥ N1 implica |xn − L| < 2K ,
ε
y n ≥ N2 implica |yn − M | < 2|L| . Luego, si escogemos N = N1 + N2 tenemos que n ≥ N
implica:

|xn · yn − L · M | =|xn · yn − L · yn + L · yn − L · M |
≤|xn − L| · |yn | + |L| · |yn − M |
ε ε
< · K + |L| ·
2·K 2|L|

La parte 3. es consecuencia de 2. y del teorema 48. Nótese que en 3. es posible la división


por yn debido a que M 6= 0 y al teorema de conservación de signo. 

De la parte 2. de este último teorema, se tiene que si (yn ) es una sucesión constante e
igual a c (es decir, yn = c para todo n ∈ N), entonces c · xn → c · L.

Teorema 50.
Toda sucesión monótona creciente y acotada superiormente, es convergente.
140 CAPÍTULO 8. SUCESIONES DE NÚMEROS REALES

Demostración. Sea (xn ) monótona creciente, de tal manera que existe K ∈ R tal que xn ≤ K
para todo n ∈ N. De esta manera, el conjunto X = {xn : n ∈ N} es acotado superiormente y
por la completitud de los reales existe L = sup X. Sea ε > 0. Como L − ε no es cota superior
de X, existe N ∈ N tal que L − ε < xN . Pero n ≥ N implica que xN ≤ xn , ası́ que n ≤ N
implica L − ε < xn , o bien n ≥ N implica L − ε < xN < L + ε, lo que nos dice finalmente
que xn → L. 

De manera análoga se demuestra que toda sucesión monótona decreciente y acotada


inferiormente, es convergente.

Ejemplo: mostremos que la sucesión cuyo n−ésimo término es


 n
1
xn = 1 +
n

es monótona creciente y acotada superiormente. Lo que vamos a demostrar es que para todo
n ∈ N, xn < xn+1 . En efecto, la última desigualdad equivale a cualquiera de las siguientes:

 n
1
 n  n+1  −1 1+
1 1 1 n+1
1+ < 1+ , 1+ <  n
n n+1 n+1 1
1+
n

n n n
(n + 1)2 − 1
    
n+1 n(n + 2) 1 1
< = , 1− < 1− ?
n+2 (n + 1)2 (n + 1)2 n+2 (n + 1)2

Por la desigualdad de Bernoulli se tiene que


 n
1 1
1− >1−n· ??
(n + 1)2 (n + 1)2

1 n
Como para todo n ∈ N se tiene que n+2 > (n+1)2
(puesto que para todo n ∈ N vale la
2 2
desigualdad (n + 1) > (n + 1) − 1), entonces

1 1
1−n· 2
>1− ? ??
(n + 1) n+2

De ? ? ? y ?? se sigue la desigualdad ?, la cual equivale a que xn < xn+1 para todo n ∈ N.


8.2. SUBSUCESIONES 141

Veamos ahora que la sucesión (xn ) es acotada superiormente, por ejemplo por 3. Por el
teorema del binomio se tiene que
 n        
1 n n 1 n 1 n 1
1+ = + · + · 2 + ··· · n
n 0 1 n 2 n n n
n
X n  
1
=1+1+ · k
k=2
k n

Por el ejercicio 6 de la sección 6.7, se tiene que


n   n
X n 1 X 1
· k <
k=2
k n k=2
k!

De otro lado, el lector puede probar que


n n−1
X 1 X 1
< <1
k=2
k! k=1 2k

Este conjunto de desigualdades nos muestran que:


 n n−1
1 X 1
1+ <1+1+ <3
n k=1
2k

Por el teorema 50, la sucesión (xn ) es convergente. Su lı́mite es el número neperiano


“e”, también conocido como número de Euler, base de los logaritmos naturales:
 n
1
e = lı́m 1 +
n→+∞ n
Nótese que 2 < e < 3.

8.2. Subsucesiones

Dada una sucesión x : N → R, al ser esta una función cuyo dominio es el conjunto de los
números naturales, podrı́amos pensar en restringir su dominio en un subconjunto infinito de
N, digamos N0 . Podemos escribir (abusando de la notación):

N0 = {n1 < n2 < · · · < nk · · · }

Entonces las imágenes de xbN0 corresponden a

xn1 , xn2 , · · · , xnk , · · ·


142 CAPÍTULO 8. SUCESIONES DE NÚMEROS REALES

Diremos que xbN0 es una subsucesión de la sucesión x : N → R, y la notamos como


(xnk ). La palabra “subsucesión” se debe a que N0 ∼ N, pero si N0 es un subconjunto propio
de N, entonces xbN0 no es una sucesión. Se observa que toda sucesión posee “infinitas”
subsucesiones.

Es claro que si una sucesión (xn ) es acotada, cualquier subsucesión de ella también es
acotada (los términos de una subsucesión son también términos de la sucesión.) De hecho, si
dada una sucesión (xn ) existe una subsucesión (xnk ) tal que para todo k ∈ N se verifica que
|xnk | > k, entonces (xn ) no puede ser acotada (se deja como ejercicio para el lector verificar
este hecho) y en consecuencia (xn ) no puede ser convergente.

Ejemplo:

(
1 si n es par
1. Sea xn = . Claramente (xn ) no es convergente. Escogiendo N0 =
0 si n es impar
{n ∈ N : n es par} obtenemos la subsucesión 1, 1, 1, · · · ; escogiendo N0 = {n ∈
N : n es impar} obtenemos la subsucesión 0, 0, 0, · · · ; escogiendo N0 = {n ∈ N :
n es múltiplo de 3} obtenemos la subsucesión 0, 1, 0, 1, · · · .
La primera subsucesión converge a 1 y la segunda subsucesión converge a 0, mientras
que la tercera subsucesión no es convergente.

2. Sea xn = sin(n π2 ). Si N0 = {n ∈ N : n es impar} se obtiene la subsucesión determinada


por 1, −1, 1, −1, · · · , y si N0 = {n ∈ N : n es par} se obtiene la subsucesión 0, 0, 0, · · · .
Nótese que (xn ) no es convergente.

3. Sea xn = n1 . Escogiendo N0 = {n ∈ N : n es par} se obtiene la subsucesión 12 , 14 , 16 .


Obsérvese que en este ejemplo, xn → 0 y la subsucesión también converge a cero.

Los ejemplos anteriores nos muestran que aunque una sucesión no sea convergente, puede
poseer subsucesiones que sı́ lo son. El ejemplo 3 nos lleva a pensar que cualquier subsucesión
de (xn ) también converge a cero, lo cual veremos que es cierto.

Teorema 51.
Si una sucesión (xn ) converge a L y (xnk ) es una subsucesión de (xn ), entonces (xnk )
también converge a L.

Demostración. Por hipótesis, dado ε > 0 existe N ∈ N tal que n ≥ N implica |xn − L| < ε.
Sea N0 = {n1 < n2 < · · · < nk < · · · }. Como N0 es infinito, debe existir K ∈ N de tal
manera que nK > N . Por lo tanto, k ≥ K implica nk > nK ≥ N , de donde k ≥ K implica
|xnk − L| < ε, lo que muestra que xnk → L. 
8.2. SUBSUCESIONES 143

Corolario 12.
Si a una sucesión convergente se le suprimen sus primeros N términos, la convergencia
no se altera.

Demostración. Sean (xn ) una sucesión tal que xn → L. Entonces


xN +1 , xN +2 , · · · , xN +k , · · ·
es una subsucesión de (xn ) y por el teorema 51 se sigue que dicha subsucesión también
converge a L. 

Y de manera inmediata, dejando los detalles para el lector, se tiene el siguiente resultado:

Corolario 13.
Si a una sucesión convergente se le suprime un número finito de sus términos, la
convergencia no se altera.

Finalmente, para poder enunciar un resultado fundamental del análisis matemático, te-
nemos el siguiente teorema.

Teorema 52.
Toda sucesión de números reales posee una subsucesión, o bien monótona creciente, o
bien monótona decreciente.

Demostración. Sea (xn ) una sucesión de números reales. Una pareja de la forma (N, xN ) se
llamará punto valle de la sucesión, si n > N implica xN ≤ xn . Consideremos Pvalle el conjunto
de todos los puntos valle de la sucesión (xn ). Tenemos dos opciones para el conjunto Pvalle :

Pvalle es finito: si Pvalle = ∅, entonces para todo N ∈ N, (N, xN ) no es punto valle


de la sucesión (xn ). En particular, si fijamos un número natural n1 , (n1 , xn1 ) no es
punto valle y existe ası́ n2 ∈ N, n2 > n1 tal que xn1 > xn2 . Como (n2 , xn2 ) tampoco es
punto valle, existe n3 ∈ N, n3 > n2 tal que xn3 > xn2 . De esta manera se obtiene la
subsucesión monótona decreciente
xn1 > xn2 > xn3 > · · ·

Si ahora Pvalle = {(N1 , xN1 ) , (N2 , xN2 ) , · · · , (Nk , xNk )} con N1 < N2 < · · · < Nk , sea
j1 = Nk + 1. Entonces (j1 , xj1 ) no es punto valle. Procediendo como en el caso anterior,
se obtiene una subsucesión monótona decreciente

xj1 > xj2 > xj3 > · · ·


144 CAPÍTULO 8. SUCESIONES DE NÚMEROS REALES

Pvalle es infinito. Si denotamos con N0 = {n ∈ N : (n, xn )} es punto valle, tenemos que


N0 es infinito y por el buen orden de los naturales, sea n1 = minN0 . Entonces (n1 , xn1 ) es
punto valle. Ası́, si n2 > n1 con (n2 , xn2 ) punto valle, entonces xn1 ≤ xn2 . Si escogemos
n3 > n2 con (n3 , xn3 ) punto valle, entonces xn2 ≤ xn3 . Como N0 es infinito podemos
continuar de esta manera y obtenemos una subsucesión monótona creciente

xn1 ≤ xn2 ≤ xn3 ≤ · · ·

Como consecuencia del teorema 52 y del teorema 50 (junto con el comentario que le
sigue), se obtiene lo siguiente:

Teorema 53. Teorema de Bolzano-Weierstrass.


Toda sucesión acotada de números reales posee una subsucesión convergente.

Este resultado es uno de los resultados más importantes y fundamentales del análisis
matemático.

8.3. Sucesiones de Cauchy

Cuando una sucesión es convergente, se observa que sus términos se empiezan a amon-
tonar a partir de uno de ellos. Recı́procamente, si los términos de la sucesión se amontonan
a partir de cierto término, la sucesión es convergente. Este es el resultado central de esta
sección, y es muy importante porque permite determinar si una sucesión es convergente sin
conocer su lı́mite. Empezamos con la siguiente definición.

Definición.
Una sucesión (xn ) es de Cauchy o también llamada fundamental, si dado ε > 0 existe
N ∈ N tal que, para cada n, m ≥ N implican

|xn − xm | < ε

o bien, de manera informal, sus términos se amontonan.

Las sucesiones de Cauchy poseen las siguiente importante propiedad.


8.3. SUCESIONES DE CAUCHY 145

Teorema 54.
Sea (xn ) una sucesión de Cauchy. Entonces:

1. (xn ) es acotada.

2. Si (xnk ) es una subsucesión de (xn ) de tal manera que xnk → L, se tiene que
xn → L.

Demostración.

1. Para ε = 1 existe N ∈ N tal que n, m ≥ N implican |xn − xm | < 1. En parti-


cular, |xn − xN | < 1 para n ≥ N , de donde |xn | < 1 + |xN | para n ≥ N . Si
r = máx{|x1 |, · · · , |xN −1 |, 1 + |xN |}, se tiene entonces que |xn | < r para todo n ∈ N,
lo que demuestra que (xn ) es acotada.
2. Por hipótesis, para ε > 0 existen N, k̂ ∈ N tales que n, m ≥ N implican |xn − xm | < 2ε
y k ≥ k̂ implica |xnk − L| < 2ε . Entonces, si escogemos k ∈ N de tal manera que se
cumpla simultáneamente que k ≥ k̂ y nk ≥ N , se tiene que n ≥ N implica
ε ε
|xn − L| ≤ |xn − xnk | + |xnk − L| < + = ε
2 2
lo que muestra que xn → L.

Teorema 55. Criterio de Cauchy.

Sea (xn ) una sucesión de números reales. Las siguientes condiciones son equivalentes:

1. (xn ) es convergente.

2. (xn ) es de Cauchy.

Demostración. .
1 ⇒ 2. Sea ε > 0. Por hipótesis existen L ∈ R y N ∈ N tales que n ≥ N implica |xn −L| < 2ε .
Si m ≥ N también se tiene que |xm − L| < 2ε . Por lo tanto, m, n ≥ N implican
ε ε
|xn − xm | ≤ |xn − L| + |xm − L| < + = ε
2 2
2 ⇒ 1. Si (xn ) es de Cauchy, por el Teorema 54 se tiene que (xn ) es acotada y aplicando
el Teorema de Bolzano-Weierstrass, existe (xnk ) subsucesión de (xn ) tal que xnk → L para
algún L ∈ R. Aplicando nuevamente el Teorema 54 se tiene que xn → L.


146 CAPÍTULO 8. SUCESIONES DE NÚMEROS REALES

Consideremos ahora X ⊂ R, X 6= ∅ y acotado. Sabemos que existe a = sup X. Si


a ∈
/ X, dado ε > 0 existe x ∈ X tal que a − ε < x < a. Para ε = 1 existe x1 ∈ X tal
que a − 1 < x1 < a; para ε = 21 (a − x1 ) existe x2 ∈ X tal que a − x2 < 12 (a − x1 ); para
ε = 21 (a − x2 ) existe x3 ∈ X tal que a − x3 < 12 (a − x2 ). Continuando de esta manera, se
obtiene una sucesión estritamente creciente (xn ) de elementos de X tal que xn → a y xn ∈
/a
para todo n ∈ N (en este caso se dice que sup X es un punto de acumulación de X, concepto
que se estudiará con más profundidad en el capı́tulo ??).

Nótese que si a = sup X ∈ X, la anterior conclusión no necesariamente se tiene. Por


ejemplo, el conjunto X = {0, 1} es tal que sup X = 1 y no existe ninguna sucesión de puntos
de X con todos sus elementos distintos a 1 y que converja a 1.
8.4. EJERCICIOS DE REPASO CAPÍTULO 8 147

8.4. Ejercicios de Repaso Capı́tulo 8

1. Demuestre el Corolario 13.

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