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Dedicatoria
Amanecer Stygian
Aun así, el fuego de la vida regresó a la mirada de su guerrero en el momento en que la vio a
través del cabello blanco enmarañado. Cabello empíreo que contrastaba fuertemente con la negrura
del suyo.
— Apollymi.
Apollymi. — Exhaló
Exhaló él, usando una palabra cariñosa que en su lengua significaba “la luz de
mi corazón”.
Excepto a él.
— Tenía
Tenía que hacerlo. — Ahogándose
Ahogándose en su pena, ella tomó su rostro a través de los barrotes — .
Drogué a Atticus y le robé la llave. — Ella
Ella lo soltó para que pudiese sacar la llave de los pliegues de
su capa y abrir la cerradura de su prisión para liberarlo — . Podemos…
— Nay. — Dijo
Dijo él, interrumpiéndola. Colocó su mano ensangrentada y moreteada sobre la de
ella para prevenirla de liberarlo — . No puedo irme. Es la única manera de protegerte a ti y a
Monakribos.
Ella sollozó ante la mención de su hijo pequeño, quién había estado llorando todas las noches
hasta quedarse dormido mientras preguntaba por su padre ausente. Kissare y Monakribos eran muy
unidos. Kissare había estado para él desde el mismo instante del nacimiento de Monakribos. Nunca
se había perdido una sola noche de acostar a su hijo en su cama para dormirlo, siempre y cuando el
bebé no se durmiera acurrucado
acurrucado en los brazos
brazos de su padre.
Hasta que los dioses se dieron cuenta que Kissare era el padre de su hijo.
¡Maldito sea el hermano de Kissare por su lengua suelta y traicionera! Una lengua que ella
había clavado en el techo por la traición que había provocado el arresto de Kissare.
No contenta con detenerse ahí, también clavó ambos testículos de Tisahn a un lado de su
lengua mientras él le gritaba por una piedad que ella se había negado a mostrarle. Entonces le había
hecho crecer dos bolas más solo para que pudiera arrancárselas y clavarlas también. Era una lástima
que el debilucho se hubiese muerto antes de que tuviera la oportunidad de darle un tercer juego.
Peor aún, su patética hermana había escondido el cadáver de ella, de manera que Braith no