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Nombre de la maestría: Psicología clínica y Psicoterapia

Nombre del alumno: Marisa León


Nombre del profesor/a: Aarón Pacheco Miranda
Semestre: 3er
Nombre de la actividad: Ensayo, proyecto Final
Fecha de entrega: 15-11-2021

Introducción Ensayo sobre las estructuras de la Personalidad


Bibliografía American Psychiatric Association. DSM IV TR. Arlington. American
Psychiatric Association; 2000

American Psychiatric Association. DSM V. Arlington. American


Psychiatric Association; 2013

Klein, M. (1971). Principios del análisis infantil. Buenos Aires: Paidós.

Mosquera, D. (2011, 5 diciembre). Trastorno límite de la personalidad. Una


aproximación conceptual a los criterios del DSM. Revista Digital de
Medicina Psicosomática y Psicoterapia. Recuperado 14 de noviembre de
2021, de
https://www.psicociencias.org/pdf_noticias/trastorno_limite_de_la_person
alidad.pdf

Organización Mundial de la Salud. Trastornos mentales. Recuperado de


https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-disorders el 14 de
noviembre de 2021

Winnicott, D. W. (1991). Exploraciones psicoanalíticas I. Buenos Aires: Paidós.


Trastornos mentales: ¿Qué peso tienen los manuales diagnósticos en la clínica?
Personalidad Limítrofe, Personalidad antisocial y personalidad Narcisista.

Cada año incrementa el número de personas en el mundo que presentan una


enfermedad mental. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) en 2019, la
prevalencia de los trastornos mentales aumentó, causando efectos considerables
en la salud de las personas. Tras la pandemia que se vive actualmente, muchos de
éstos se vieron potencializados, impactando la calidad de vida de las personas que
padecen dicha enfermedad, o de los familiares de quienes la padecen.

En particular, este ensayo se enfocará en tres enfermedades mentales que son


conocidas seguramente por el lector, pero desde una perspectiva anaítica en
complemento de lo que marca el manual que por lo general rige a muchos médicos
y psicólogos, llamado DSM.

Estos tres trastornos son los siguientes: Trastorno limítrofe de la personalidad,


Trastorno narcisista de la personalidad y el trastorno psicopático de la personalidad.

Para poder explicarlos, y entender de donde se genera el diagnóstico que se le dará


a un paciente, es importante saber que los expertos en la salud, como se mencionó
antes, utilizan cuando menos uno de los dos siguientes manuales: el CIE o el DSM
en sus últimas versiones.

Tomando en consideración este último, nos describe 10 Trastornos de la


Personalidad, que, en función de una similitud de características, se dividen en 3
grupos (A, B y C). El grupo A incluye los trastornos paranoide, esquizoide y
esquizotípico de la personalidad, que suelen parecer raros o excéntricos; El grupo
B incluye los trastornos antisocial, límite, histriónico y narcisista de la personalidad
que suelen ser percibidos como dramáticos, emotivos o inestables; El grupo C
incluye los trastornos por evitación, por dependencia y obsesivo-compulsivo de la
personalidad que suelen ser descritos como ansiosos o temerosos. Luego
entonces, este ensayo se basará en el grupo B.

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Para lo anterior, es importante entender que es un trastorno de la personalidad y
éste se define como un patrón permanente e inflexible de experiencia
interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de la
cultura del sujeto, tiene su inicio en la adolescencia o principio de la edad adulta, es
estable a lo largo del tiempo y comporta malestar o perjuicios para el sujeto. Esta
definición es proporcionada por la American Psychiatric Association, (1996), en el
DSM-IV.

Dicho libro, nos proporciona ciertas conductas a observar en las personas para
poder discernir si las presentan o no, y en base a estas, ofrecer un diagnóstico y
posible tratamiento. A continuación, se enlistarán algunos de esos criterios para
proporcionar una idea, sin embargo, se recomienda leer el manual en las versiones
más recientes y siempre contar con la asesoría de un especialista para definir un
diagnóstico.

Trastorno de la personalidad Narcisista:

El trastorno de personalidad narcisista se caracteriza por un patrón general de


grandiosidad (grandeza), necesidad de adulación y falta de empatía. El diagnóstico
se realiza por criterios clínicos. Dado que los pacientes con trastorno narcisista
necesitan ser admirados, su autoestima depende de la consideración positiva de los
demás y por lo tanto es por lo general muy frágil. Las personas con este trastorno a
menudo esperan ver lo que otros piensan de ellos y evaluar si lo están haciendo
bien. Son sensibles y se molestan por las críticas de los demás y por el fracaso, lo
que les hace sentirse humillados y derrotados. Pueden responder con ira o
desprecio, o pueden contraatacar con saña. O pueden retirarse o aceptar la
situación en el mundo exterior en un esfuerzo por proteger su sentido de
autoimportancia (grandeza o grandiosidad). Pueden evitar situaciones en las que
pueden fallar (DSM V).

 Criterios clínicos DSM V

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Para diagnosticar un trastorno de personalidad narcisista, los pacientes deben tener
un patrón persistente de grandiosidad (grandeza), necesidad de adulación y falta de
empatía. Este patrón se caracteriza por ≥ 5 de los siguientes:

 Un sentido exagerado e infundado de su propia importancia y talentos


(grandeza)
 Preocupación por fantasías de logros ilimitadas, influencia, poder,
inteligencia, belleza o amor perfecto
 Creencia de que son especiales y únicos y que solo deben asociarse con
personas del más alto nivel
 Necesidad de ser admirado incondicionalmente
 Un sentido del derecho
 Explotación de los demás para lograr sus propios objetivos
 Una falta de empatía
 Envidia de los demás y creencia de que otros los envidian
 Arrogancia y soberbia

Además, los síntomas deben haber comenzado en la edad adulta temprana.

Trastorno limítrofe de la Personalidad

Los pacientes con Trastorno Límite de la Personalidad presentan muchas


dificultades en su funcionamiento diario; muchos tienen historias traumáticas que
no se tienen en cuenta si solo se exploran los criterios del DSM. La característica
esencial del trastorno límite de la personalidad es un patrón general
de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la auto-imagen y la afectividad, y
una notable impulsividad que comienza al principio de la edad adulta (adolescencia)
y se da en diversos contextos. Si bien esto es cierto y describe algunas de las
características y/o dificultades de las personas que reciben este diagnóstico, es
poco aclaratorio para el lector profano, incluso, para los profesionales con falta de
experiencia en este campo. Para hacer el diagnóstico de Trastorno Límite de la

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Personalidad, el clínico debe observar la presencia de 5 de los 9 ítems que se
transcriben a continuación:

 Esfuerzos frenéticos para evitar un abandono real o imaginario.


 Patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas caracterizado por
la alternancia entre los extremos de idealización y devaluación.
 Alteración de la identidad: auto-imagen o sentido de sí mismo acusada y
persistentemente inestable.
 Impulsividad en al menos dos áreas que son potencialmente dañinas para sí
mimo. (Ej: gastos, sexo, abuso de sustancias, conducción temeraria,
atracones de comida...)
 Comportamientos intensos o amenazas suicidas recurrentes, o
comportamiento de automutilación.
 Inestabilidad afectiva debida a una notable reactividad del estado de ánimo
(por ej.: episodios de intensa disforia, irritabilidad o ansiedad, que suelen
durar unas horas y raras veces unos días)
 Sentimientos crónicos de vacío.
 Ira inapropiada e intensa o dificultades para controlar la ira (por ej.: muestras
frecuentes de mal genio, enfado constante, peleas físicas recurrentes)
 Ideación paranoide transitoria relacionada con el estrés o síntomas
disociativos graves.

Los únicos requisitos que refleja el DSM, además de reunir como mínimo 5 de los
criterios diagnósticos reflejados en esa lista, es que las características sean de larga
duración (años), persistentes e intensas y que interfieran de manera importante en
la calidad de vida de la persona.

Trastorno Antisocial de la personalidad

El trastorno de personalidad antisocial se caracteriza por un patrón general de


desprecio por las consecuencias y los derechos de los demás. El diagnóstico se
realiza por criterios clínicos. Las personas con trastorno antisocial de la

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personalidad cometen actos imprudentes, de explotación, engañosos e ilegales
para beneficio o placer personal sin remordimiento; pueden hacer lo siguiente:

 Justifican o racionalizan su comportamiento (p. ej., piensan que los


perdedores merecen perder, esperan el número uno)
 Culpar a la víctima por ser tonta o indefensa
 Ser indiferente a los efectos nocivos de explotación de sus acciones sobre
los demás.

Criterios clínicos DSM V:

Para diagnosticar un trastorno de personalidad antisocial, los pacientes deben tener


un desprecio persistente por los derechos de los demás.

Esta falta de consideración se manifiesta con la presencia de ≥ 3 de los siguientes:

 Desprecio de la ley, indicado por lla comisión repetida de actos que son
motivo de arresto
 Ser engañosa, indicada por mentir repetidamente, usar alias, estafar a otros
para beneficio personal o por placer
 Actuar impulsivamente o no planificar el futuro
 Es provocado fácilmente o agresivo, que se manifiesta con peleas físicas
constantes o agresiones a los demás
 Imprudentemente descartando su seguridad o la de los demás
 Actuar de manera irresponsable continuamente, indicado por renuncias a un
trabajo sin planes para otro o falta de pago de facturas
 No sentir remordimiento, indicado por indiferencia o fundamentación tras
herir o maltratar a los demás

Además, los pacientes deben tener evidencias de que un trastorno de la conducta


ha estado presente antes los 15 años. El trastorno de la personalidad antisocial solo
se diagnostica en personas ≥ 18 años.

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Los pacientes con trastornos de personalidad presentan muchas dificultades en su
funcionamiento diario; muchos tienen historias traumáticas que no se tienen en
cuenta si solo se exploran los criterios del DSM o CIE. Por lo tanto, se recomienda
considerar la interrelación de los criterios ya descritos en dichos manuales, y los
aspectos que pueden causar o "activar" la manifestación de los síntomas en los
pacientes relacionales más graves.

Entender o utilizar los criterios de dichos manuales de manera aislada es simplista


y poco clarificador. En la práctica clínica se puede observar como estos criterios y
las historias personales se "alimentan" entre ellos.

Haciendo un espacio, se puede mencionar que en Psicoanálisis y en la mayoría de


las corrientes psicoanalíticas, se considera que el trauma temprano afecta al
desarrollo del niño y futuro adulto generando un profundo impacto en cómo se
relacionará con los demás.

Durante el análisis clínico, el terapeuta encaminará las sesiones para generar la


transferencia y contratransferencia. Entonces, si se comprende la interrelación que
existe entre los criterios de los manuales, y la situación vivida por el individuo desde
la infancia, se podrá entender la problemática de base que se manifiestan mediante
los síntomas.

Muchos psicoanalistas, se enfocarán en el desarrollo de la infancia, inclusive desde


antes del nacimiento para poder entender la psique del paciente. Se centrarán en la
relación que tuvo con sus padres al nacer, y primordialmente en la madre. Si fue
una madre que proveía ayuda, comida, cuidados y, sobre todo, si fomentó un
vínculo de cariño y seguridad al paciente. Aunque esto no viene descrito en los
manuales, muchos estudios hablan sobre la importancia del vínculo materno hacia
el recién nacido. Melanie Klein es una autora muy conocida por hablar del tema,
llamando al cuidado descrito anteriormente como “Pecho bueno”, y cómo este tipo
de cuidado, atención, la mirada y el amor, puede marcar la diferencia entre el
desarrollo o no, de los trastornos antes mencionados. Ciertamente, existen factores
biopsicosociales que también marcan la diferencia, sin embargo, dicha autora, en
su obra “Principios del análisis infantil” del año 1971 hace mención del tema. Otros

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autores como Winicott (1991) habla de la “madre suficientemente buena” y la define
así “Este término se emplea para describir la dependencia propia de la primera
infancia. Implica que en todos los casos los cimientos de la salud mental debe
ponerlos la madre, quien, en caso de ser sana, la tiene como para atender a las
necesidades de su bebé a cada minuto. Lo que el bebé necesita, y lo necesita
absolutamente, no es ninguna clase de perfección en el quehacer materno, sino una
adaptación suficientemente buena, que es parte integral de una relación viva en la
que la madre se identifica temporariamente con el bebé. Para poder hacerlo en el
grado necesario, la madre necesita estar protegida de la realidad externa, de modo
de poder gozar de un periodo de preocupación (materna primaria), siendo el bebé
el objeto de su preocupación. Para ser capaz de perder este alto grado de
identificación al mismo ritmo en que el bebé transita de la dependencia a la
independencia, la madre tiene que ser sana, en el sentido de no ser proclive a una
preocupación mórbida.”

Como se puede notar, y como conclusión, es importante entender que más que un
diagnóstico al paciente, enfocado por una serie de criterios, es saber llevarlo de la
mano, entender y comprender su historia, guiarlo que, en caso posible, para lograr
un cambio en su estructura psíquica. Adicional, se deberá entender, que muchas
veces, para los casos de personalidad narcisista severos, al no existir una
transferencia con el analista, es poco probable el éxito en terapia. No obstante, se
podría mejorar algo en su conducta con un enfoque diferente al psicoanalítico. Vale
la pena ofertar en los centros de salud, que trabajan el sector de maternidad durante
las diferentes consultas, incluir una plática al respecto de la crianza, y
probablemente al criar a los niños a conciencia y sabiendo lo que puede lograr una
crianza positiva, este tipo de trastornos en vez de incrementar, reduzca.

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