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San Bernabé, Apóstol FIESTA


Ant. Venid, adoremos al Espíritu Santo, que nos habló por los
profetas y doctores.

INVITATORIO

Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

Venid, aclamemos al Señor,


demos vítores a la Roca que nos salva; Ojalá escuchéis hoy su voz:
entremos a su presencia dándole gracias, «No endurezcáis el corazón como en
aclamándolo con cantos. Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
Porque el Señor es un Dios grande, cuando vuestros padres me pusieron a
soberano de todos los dioses: prueba
tiene en su mano las simas de la tierra, y dudaron de mí, aunque habían visto mis
son suyas las cumbres de los montes; obras.
suyo es el mar, porque él lo hizo, Durante cuarenta años
la tierra firme que modelaron sus manos. aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
Venid, postrémonos por tierra, que no reconoce mi camino;
bendiciendo al Señor, creador nuestro. por eso he jurado en mi cólera
Porque él es nuestro Dios, que no entrarán en mi descanso»
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Gloria.
Ant. Venid, adoremos al Espíritu Santo, que nos habló por los profetas y doctores.

HIMNO

Hoy celebramos el triunfo de la nueva grey de los cristianos.


Bernabé, 
que después de mucho padecer  Conoce y guía a San Pablo, 
por su vivísimo amor a Cristo,  acompañándole gustoso en su
brilla esclarecido con su corona de trabajo, 
gloria. mientras, fiel a las inspiraciones del
Espíritu, 
Con fe ardiente, a impulsos de la surca no pocos mares.
caridad, 
renuncia generosamente a un Entregándose del todo, sediento de
campo,  Cristo, 
urgido por la tarea de dilatar  conduce a muchos a la fe, 
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y, como buen pastor, los guarda  la fortaleza para proseguir en la senda


hasta alcanzar la palma del martirio. de la salvación, 
Danos, Señor, por la intercesión y así, podamos cantar tus alabanzas
poderosa de san Bernabé,  en la eterna Morada. Amén.

Ant. 1. Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he


amado. (T. P. Aleluya.)

Salmo (62, 2-9)

¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti Toda mi vida te bendeciré


madrugo, y alzaré las manos invocándote.
mi alma está sedienta de ti; Me saciará de manjares exquisitos,
mi carne tiene ansia de ti, y mis labios te alabarán jubilosos.
como tierra reseca, agostada, sin
agua. En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
¡Cómo te contemplaba en el porque fuiste mi auxilio,
santuario y a la sombra de tus alas canto con
viendo tu fuerza y tu gloria! júbilo:
Tu gracia vale más que la vida, mi alma está unida a ti,
te alabarán mis labios. y tu diestra me sostiene

Ant. 1. Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he


amado. (T. P. Aleluya.)

Ant. 2: Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. (T.
P. Aleluya.)

Cántico     Dn 3, 57-88. 56

Creaturas todas del Señor, bendecid


al Señor, Sol y luna, bendecid al Señor;
ensalzadlo con himnos por los siglos. astros del cielo, bendecid al Señor.

Ángeles del Señor, bendecid al Señor; Lluvia y rocío, bendecid al Señor;


cielos, bendecid al Señor. vientos todos, bendecid al Señor.

Aguas del espacio, bendecid al Señor; Fuego y calor, bendecid al Señor;


ejércitos del Señor, bendecid al fríos y heladas, bendecid al Señor.
Señor.
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Rocíos y nevadas, bendecid al Señor; Señor;


témpanos y hielos, bendecid al Señor. bendiga Israel al Señor.

Escarchas y nieves, bendecid al Señor; Sacerdotes del Señor, bendecid al


noche y día, bendecid al Señor. Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor. Almas y espíritus justos, bendecid al
Señor;
Bendiga la tierra al Señor, santos y humildes de corazón,
ensálcelo con himnos por los siglos. bendecid al Señor.

Montes y cumbres, bendecid al Ananías, Azarías y Misael, bendecid al


Señor; Señor,
cuanto germina en la tierra, bendiga ensalzadlo con himnos por los siglos.
al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor; Bendigamos al Padre, al Hijo y al
mares y ríos, bendecid al Señor. Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;. siglos.
aves del cielo, bendecid al Señor.
Bendito el Señor en la bóveda del
Fieras y ganados, bendecid al Señor, cielo,
ensalzadlo con himnos por los siglos. alabado y glorioso y ensalzado por los
siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al

No se dice Gloria al Padre.

Ant. 2: Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. (T.
P. Aleluya.)

Ant. 3. Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando. (T. P. Aleluya.)

Salmo 149

Cantad al Señor un cántico nuevo, cantadle con tambores y cítaras;


resuene su alabanza en la asamblea porque el Señor ama a su pueblo
de los fieles; y adorna con la victoria a los
que se alegre Israel por su Creador, humildes.
los hijos de Sión por su Rey.
Que los fieles festejen su gloria
Alabad su nombre con danzas, y canten jubilosos en filas:
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con vítores a Dios en la boca sujetando a los reyes con argollas,


y espadas de dos filos en las manos: a los nobles con esposas de hierro.

para tomar venganza de los pueblos Ejecutar la sentencia dictada


y aplicar el castigo a las naciones, es un honor para todos sus fieles.

Ant. 3. Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando. (T. P. Aleluya.)

LECTURA BREVE   1Co 15, 1-2a. 3-4


Hermanos: Os quiero traer a la memoria el mensaje evangélico que os prediqué; el
que abrazasteis, el mismo en que os mantenéis firmes todavía y por el que estáis en
camino de salvación. En primer lugar os comuniqué el mensaje que yo mismo recibí:
Que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras, y fue sepultado;
resucitó al tercer día y vive, según lo anunciaron también las Escrituras

RESPONSORIO BREVE
V. Proclamaron las alabanzas del Señor y su poder.
R. Proclamaron las alabanzas del Señor y su poder.

V. Y las maravillas que realizó.


R. Las alabanzas del Señor y su poder.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.


R. Proclamaron las alabanzas del Señor y su poder.

CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Bernabé partió para Tarso en busca de Saulo; y luego lo llevó a Antioquía, allí
vivieron dentro de la comunidad e instruyeron a muchísima gente.

Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR      Lc 1, 68-79


Bendito sea el Señor, Dios de Israel, nuestros padres,
porque ha visitado y redimido a su pueblo. recordando su santa alianza
suscitándonos una fuerza de salvación y el juramento que juró a nuestro padre
en la casa de David, su siervo, Abraham.
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas: Para concedernos q, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
Es la salvación que nos libra de nuestros le sirvamos con santidad y justicia,
enemigos en su presencia, todos nuestros días.
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
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porque irás delante del Señor para iluminar a los que viven en tiniebla
a preparar sus caminos, y en sombra de muerte,
anunciando a su pueblo la salvación, para guiar nuestros pasos
el perdón de sus pecados. por el camino de la paz.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, Gloria


nos visitará el sol que nace de lo alto,

Ant. Bernabé partió para Tarso en busca de Saulo; y luego lo llevó a Antioquía, allí
vivieron dentro de la comunidad e instruyeron a muchísima gente.

PRECES
Aclamemos a nuestro Salvador, que ha aniquilado la muerte, y ha hecho brillar la
vida y la inmortalidad por el Evangelio, y supliquémosle, diciendo:

Confirma a tu Iglesia en la fe y la caridad.

Tú que por medio de doctores santos y eximios has glorificado a tu Iglesia,


haz que todos los cristianos resplandezcan por su virtud.

Tú que por la oración de los santos pastores, que a semejanza de Moisés oraban por
el pueblo, perdonaste los pecados de tus fieles,
purifica y santifica también ahora a la santa Iglesia por la intercesión de los santos.

Tú que de entre los fieles elegiste a los santos pastores y, por tu Espíritu, los
consagraste como ministros en bien de sus hermanos,
llena también de tu Espíritu a todos los pastores del pueblo de Dios.

Tú que fuiste la heredad de los santos pastores,


no permitas que ninguno de los que fueron adquiridos por tu sangre viva alejado de
ti.

Digamos juntos la oración que Cristo nos enseñó como modelo de toda oración:
Padre nuestro...

TERCIA

Ant. Id y proclamad el Evangelio del reino: gratis habéis recibido, dad gratis.

Salmo 119

En mi aflicción llamé al Señor,       y él me respondió.


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      Líbrame, Señor, de los labios


mentirosos, ¡Ay de mí, desterrado en Masac,
      de la lengua traidora.       acampado en Cadar!
      Demasiado llevo viviendo
¿Qué te va a dar o a mandarte Dios,       con los que odian la paz;
      lengua traidora?       cuando yo digo: «Paz»,
      Flechas de arquero,       ellos dicen: «Guerra».
      afiladas con ascuas de retama.

Salmo 120

Levanto mis ojos a los montes: El Señor te guarda a su sombra,


      ¿de dónde me vendrá el auxilio?       está a tu derecha;
      El auxilio me viene del Señor,       de día el sol no te hará daño,
      que hizo el cielo y la tierra.        ni la luna de noche. 

No permitirá que resbale tu pie, El Señor te guarda de todo mal,


      tu guardián no duerme;       él guarda tu alma;
      no duerme ni reposa       el Señor guarda tus entradas y
      el guardián de Israel.  salidas,
      ahora y por siempre.

Salmo 121

¡Qué alegría cuando me dijeron:       en el palacio de David.


      «Vamos a la casa del Señor»!
      Ya están pisando nuestros pies Desead la paz a Jerusalén:
      tus umbrales, Jerusalén.       «Vivan seguros los que te aman,
      haya paz dentro de tus muros,
Jerusalén está fundada       seguridad en tus palacios».
      como ciudad bien compacta.
      Allá suben las tribus, Por mis hermanos y compañeros,
      las tribus del Señor,       voy a decir: «La paz contigo».
      Por la casa del Señor, nuestro
según la costumbre de Israel, Dios,
      a celebrar el nombre del Señor;       te deseo todo bien.
      en ella están los tribunales de
justicia,

Ant. Id y proclamad el Evangelio del reino: gratis habéis recibido, dad gratis.
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ORACION
Dios nuestro, que, después de haber infundido en abundancia la fe y el Espíritu
Santo en San Bernabé, lo destinaste para que anunciara a los pueblos paganos el
mensaje de salvación, haz que el Evangelio de Cristo, que él predicó valerosamente,
sea proclamado con fidelidad por nuestras palabras y nuestras obras. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es
Dios, por los siglos de los siglos. Amén

OFICIO DE LECTURAS

Himno: MENSAJEROS DE DIOS.

Mensajeros de Dios mensajeros de fe,


dadnos la Nueva; sea fe nuestra.
mensajeros de paz,
sea paz nuestra. Mensajeros del Rey,
sea rey nuestro;
Mensajeros de luz, mensajeros de amor,
sea luz nuestra; sea amor nuestro. Amén.

SALMODIA
Ant. 1: A toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje. (T.
P. Aleluya.)

Salmo 18 A

El cielo proclama la gloria de Dios,


el firmamento pregona la obra de sus Allí le ha puesto su tienda al sol:
manos: él sale como el esposo de su alcoba,
el día al día le pasa el mensaje, contento como un héroe, a recorrer su
la noche a la noche se lo murmura. camino.

Sin que hablen, sin que pronuncien, Asoma por un extremo del cielo,
sin que resuene su voz, y su órbita llega al otro extremo:
a toda la tierra alcanza su pregón nada se libra de su calor.
y hasta los límites del orbe su lenguaje.

Ant. 1: A toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje. (T.
P. Aleluya.)

Ant. 2: Proclamaron la obra de Dios y meditaron sus acciones. (T. P. Aleluya.)


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Salmo 63

Escucha, ¡oh Dios!, la voz de mi invenciones,


lamento, porque su mente y su corazón no
protege mi vida del terrible enemigo; tienen fondo.
escóndeme de la conjura de los
perversos Pero Dios los acribilla a flechazos,
y del motín de los malhechores: por sorpresa los cubre de heridas;
su misma lengua los lleva a la ruina,
afilan sus lenguas como espadas y los que lo ven menean la cabeza.
y disparan como flechas palabras
venenosas, Todo el mundo se atemoriza,
para herir a escondidas al inocente, proclama la obra de Dios
para herido por sorpresa y sin riesgo. y medita sus acciones.
Se animan al delito,
calculan cómo esconder trampas, El justo se alegra con el Señor,
y dicen: «¿Quién lo descubrirá?» se refugia en él,
Inventan maldades y ocultan sus y se felicitan los rectos de corazón.

Ant. 2: Proclamaron la obra de Dios y meditaron sus acciones. (T. P. Aleluya.)

Ant.3: Pregonaron su justicia y todos los pueblos contemplaron su gloria. (T.


P. Aleluya.)

Salmo 96

El Señor reina, la tierra goza, y todos los pueblos contemplan su


se alegran las islas innumerables. gloria.
Tiniebla y nube lo rodean,
justicia y derecho sostienen su trono. Los que adoran estatuas se sonrojan,
los que ponen su orgullo en los ídolos;
Delante de él avanza fuego ante él se postran todos los dioses.
abrasando en tomo a los enemigos;
sus relámpagos deslumbran el orbe, Lo oye Sión, y se alegra,
y, viéndolos, la tierra se estremece. se regocijan las ciudades de Judá
por tus sentencias, Señor;
Los montes se derriten como cera
ante el dueño de toda la tierra; porque tú eres, Señor,
los cielos pregonan su justicia, altísimo sobre toda la tierra,
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encumbrado sobre todos los dioses. Amanece la luz para el justo,


y la alegría para los rectos de corazón.
El Señor ama al que aborrece el mal,
protege la vida de sus fieles Alegraos, justos, con el Señor,
y los libra de los malvados. celebrad su santo nombre.

Ant. 3: Pregonaron su justicia y todos los pueblos contemplaron su gloria. (T.


P. Aleluya.)

V. Contaron las alabanzas del Señor y su poder.


R. Y las maravillas que realizó.

PRIMERA LECTURA
Fuera del tiempo pascual:

De la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios     4, 1-16

SEAMOS IMITADORES DEL APÓSTOL, COMO ÉL IMITA A CRISTO

    Hermanos: Que la gente sólo vea en nosotros servidores de Cristo y


administradores de los misterios de Dios. Ahora, en un administrador lo que se busca
es que sea fiel. Por lo que a mí se refiere, me importa muy poco ser juzgado por
vosotros o por cualquier tribunal humano. Ni siquiera yo mismo juzgo mi actuación.
Cierto que mi conciencia nada me reprocha, mas no por eso me creo justificado. Mi
juez será el Señor. No juzguéis antes de tiempo; dejad que venga el Señor. Él sacará a
la luz lo que está oculto en las tinieblas y pondrá al descubierto las intenciones del
corazón. Entonces vendrá a cada uno su alabanza de parte de Dios.
    Estas verdades, hermanos, las he expuesto por vuestro provecho, aplicándolas a
mi persona y a Apolo. Así, por esta aplicación, aprenderéis aquello de:«No más de lo
que está escrito», a fin de que nadie se enorgullezca de un apóstol y desprecie a
otro. Porque, ¿quién es el que te distingue? ¿Qué tienes que no hayas recibido? Y, si
lo recibiste, ¿porqué te glorías como si no lo hubieras recibido? ¡Ya estáis
satisfechos! ¡Os habéis hecho ya ricos! ¡Habéis ganado un reino sin ayuda nuestra!
¡Ya lo podíais haber ganado! ¡Así tendríamos nosotros parte en vuestro reino!
    Por lo que veo, Dios nos ha asignado a los apóstoles el último lugar, como a
condenados a muerte; porque hemos venido a ser el espectáculo del mundo, de los
ángeles y de los hombres. Nosotros somos insensatos por Cristo, vosotros sensatos
en Cristo; nosotros débiles, vosotros fuertes; vosotros estimados, nosotros
despreciados. Todavía ahora pasamos hambre, sed y desnudez. Somos maltratados y
arrojados de una parte a otra, y nos fatigamos trabajando con nuestras manos.
Cuando nos maldicen, bendecimos; cuando nos persiguen, soportamos; cuando nos
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injurian, respondemos con dulzura. Hemos venido a ser hasta ahora como basura del
mundo, como el desecho de la humanidad.
    No os escribo esto para confundiros, sino para amonestaros como a hijos míos
carísimos. Aunque tengáis, en efecto, diez mil maestros que os lleven a Cristo, de
hecho solo tenéis un padre. Yo os engendré para Cristo por la predicación del
evangelio.
    Os exhorto, pues, a que seáis mis imitadores, como yo imito a Cristo.

 Responsorio     Jn 15, 15; Mt 13, 11.16


 
R. Ya no os llamaré siervos; os he llamado amigos, * porque todo cuanto me ha
comunicado el Padre os lo he dado a conocer.
V. A vosotros os ha concedido Dios conocer los misterios del reino de los cielos;
dichosos vuestros ojos porque ven, y vuestros oídos porque oyen.
R. Porque todo cuanto me ha comunicado el Padre os lo he dado a conocer.

SEGUNDA LECTURA

De los Tratados de san Cromacio, obispo, sobre el evangelio de san Mateo (Tratado
5, 1. 3-4: CCL 9. 405-407)

VOSOTROS SOIS LA LUZ DEL MUNDO

Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en lo alto del
monte; ni se enciende una lámpara para meterla bajo el celemín, sino para ponerla
sobre el candelero, así alumbra a todos los que están en la casa. El Señor dijo a sus
discípulos que eran la sal de la tierra, porque ellos, por medio de la sabiduría
celestial, condimentaron los corazones de los hombres que, por obra del demonio,
habían perdido su sabor. Ahora añade también que son la luz del mundo, ya que,
iluminados por él mismo, que es la luz verdadera y eterna, se convirtieron ellos
también en luz que disipó las tinieblas.
Puesto que él era el sol de justicia, con razón llama a sus discípulos luz del mundo, ya
que ellos fueron como los rayos a través de los cuales derramó sobre el mundo la luz
de su conocimiento; ellos, en efecto, ahuyentaron del corazón de los hombres las
tinieblas del error, dándoles a conocer la luz de la verdad.
También nosotros, iluminados por ellos, nos hemos convertido de tinieblas en luz, tal
como dice el Apóstol: Un tiempo erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor.
Caminad como hijos de la luz. Y también: Todos sois hijos de la luz e hijos del día. No
somos de la noche ni de las tinieblas.
En este mismo sentido habla san Juan en su carta, cuando dice: Dios es luz, y el que
permanece en Dios está en la luz, como él también está en la luz. Por lo tanto, ya
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que tenemos la dicha de haber sido liberados de las tinieblas del error, debemos
caminar siempre en la luz, como hijos que somos de la luz. Por esto dice el Apóstol:
Aparecéis como antorchas en el mundo, presentándole la palabra de vida.
Si así no lo hacemos, es como si, con nuestra infidelidad, pusiéramos un velo que
tapa y oscurece esta luz tan útil y necesaria, en perjuicio nuestro y de los demás. Por
esto también incurrió en castigo aquel siervo que prefirió esconder el talento, que
había recibido para negociar un lucro celestial, antes que ponerlo en el banco, como
sabemos por el Evangelio.

Así, pues, aquella lámpara resplandeciente, encendida para nuestra salvación, debe
brillar siempre en nosotros. Poseemos, en efecto, la lámpara de los mandatos
celestiales y de la gracia espiritual, acerca de la cual afirma el salmista: Lámpara es tu
palabra para mis pasos, luz en mi sendero. De ella dice también Salomón: El consejo
de la ley es lámpara.

Por consiguiente, nuestro deber es no ocultar esta lámpara de la ley y de la fe, sino
ponerla siempre en alto en la Iglesia, como en un candelero, para la salvación de
todos, para que así nos beneficiemos nosotros de la luz de su verdad y para que
ilumine a todos los creyentes.

RESPONSORIO    Hch 11, 23-24

R. Cuando Bernabé llegó a Antioquía y vio la gracia de Dios, se llenó de júbilo; * pues
era un hombre de gran virtud, lleno del Espíritu Santo y de una grande fe.
V. Y exhortaba a todos a que con entera voluntad permaneciesen fieles al Señor.
R. Pues era un hombre de gran virtud, lleno del Espíritu Santo y de una grande fe.

TE DEUM

A Ti, oh Dios, te alabamos, Dios del universo.


a Ti, Señor, te reconocemos.
A Ti, eterno Padre, Los cielos y la tierra
te venera toda la creación. están llenos de la majestad de tu
gloria.
Los ángeles todos, los cielos A Ti te ensalza
y todas las potestades te honran. el glorioso coro de los apóstoles,
Los querubines y serafines la multitud admirable de los profetas,
te cantan sin cesar: el blanco ejército de los mártires.
Santo, Santo, Santo es el Señor,
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A Ti la Iglesia santa, Tú, rotas las cadenas de la muerte,


extendida por toda la tierra, abriste a los creyentes el Reino de los
te aclama: Cielos.
Padre de inmensa majestad, Tú sentado a la derecha de Dios
Hijo único y verdadero, digno de en la gloria del Padre.
adoración, Creemos que un día
Espíritu Santo, Defensor. has de venir como juez.

Tú eres el Rey de la gloria, Cristo. Te rogamos, pues,


Tú eres el Hijo único del Padre. que vengas en ayuda de tus siervos,
Tú, para liberar al hombre, a quienes redimiste con tu preciosa
aceptaste la condición humana sangre.
sin desdeñar el seno de la Virgen. Haz que en la Gloria eterna
nos asociemos a tus santos.

SEXTA

Ant.. Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.

Salmo 122

A ti levanto mis ojos,        esperando su misericordia. 


      a ti que habitas en el cielo. 
Misericordia, Señor, misericordia, 
Como están los ojos de los esclavos        que estamos saciados de
      fijos en las manos de sus señores,  desprecios; 
      como están los ojos de la esclava        nuestra alma está saciada 
      fijos en las manos de su señora,        del sarcasmo de los satisfechos, 
      así están nuestros ojos        del desprecio de los orgullosos.
      en el Señor, Dios nuestro, 

Salmo 123
Si el Señor no hubiera estado de tanto ardía su ira contra nosotros.
nuestra parte
 -que lo diga Israel-, Nos habrían arrollado las aguas,
si el Señor no hubiera estado de llegándonos el torrente hasta el
nuestra parte, cuello;
cuando nos asaltaban los hombres, nos habrían llegado hasta el cuello
nos habrían tragado vivos: las aguas espumantes.
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Bendito el Señor, que no nos entregó la trampa se rompió, y escapamos.


en presa a sus dientes;
hemos salvado la vida, como un Nuestro auxilio es el nombre del
pájaro Señor,
de la trampa del cazador: que hizo el cielo y la tierra.

Salmo 124 
Los que confían en el Señor son como no sea que los justos extiendan
el monte Sión: su mano a la maldad.
no tiembla, está asentado para
siempre. Señor, concede bienes a los buenos,
a los sinceros de corazón;
Jerusalén está rodeada de montañas, Y a los que se desvían por sendas
y el Señor rodea a su pueblo tortuosas,
ahora y por siempre. que los rechace el Señor con los
malhechores.
No pesará el cetro de los malvados ¡Paz a Israel!
sobre el lote de los justos,

Ant. Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.

NONA

Ant . Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.

Salmo 125 
Cuando el Señor cambió la suerte de y estamos alegres.
Sión,
nos parecía soñar: Que el Señor cambie nuestra suerte,
la boca se nos llenaba de risas, como los torrentes del Negueb.
la lengua de cantares. Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares.
Hasta los gentiles decían:
«El Señor ha estado grande con Al ir, iban llorando,
ellos». llevando la semilla;
El Señor ha estado grande con al volver, vuelven cantando,
nosotros, trayendo sus gavillas.

Salmo 126 
Si el Señor no construye la casa, en vano vigilan los centinelas.
en vano se cansan los albañiles;
si el Señor no guarda la ciudad, Es inútil que madruguéis,
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que veléis hasta muy tarde, su salario, el fruto del vientre:


que comáis el pan de vuestros son saetas en mano de un guerrero
sudores: los hijos de la juventud.
¡Dios lo da a sus amigos mientras
duermen! Dichoso el hombre que llena
con ellas su aljaba:
La herencia que da el Señor son los no quedará derrotado cuando litigue
hijos; con su adversario en la plaza
Salmo 127

Dichoso el que teme al Señor alrededor de tu mesa:


† y sigue sus caminos. ésta es la bendición del hombre
que teme al Señor.
Comerás del fruto de tu trabajo,
 serás dichoso, te irá bien; Que el Señor te bendiga desde Sión,
 tu mujer, como parra fecunda, que veas la prosperidad de Jerusalén
 en medio de tu casa; todos los días de tu vida;
que veas a los hijos de tus hijos.
tus hijos, como renuevos de olivo, ¡Paz a Israel!

Ant . Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.

LECTURA BREVE 2Tm 1, 8b-9

Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según la fuerza de Dios. Él nos salvó
y nos llamó a una vida santa, no por nuestros méritos, sino porque dispuso darnos su
gracia, por medio de Jesucristo.

V. Estad alegres, dice el Señor.


R. Porque vuestros nombres están inscritos en el cielo.

ORACION
Dios nuestro, que, después de haber infundido en abundancia la fe y el Espíritu
Santo en San Bernabé, lo destinaste para que anunciara a los pueblos paganos el
mensaje de salvación, haz que el Evangelio de Cristo, que él predicó valerosamente,
sea proclamado con fidelidad por nuestras palabras y nuestras obras. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es
Dios, por los siglos de los siglos. Amén
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LA SANTÍSIMA TRINIDAD
Solemnidad
I Vísperas

HIMNO

Cantad y alabad al Señor,


él nos ha dicho su nombre:
Padre y Señor para el hombre.
Vida, esperanza y amor. divino don para el hombre:
Santo Espíritu es su nombre.
Cantad y alabad al Señor, Vida, esperanza y amor.
Hijo del Padre, hecho hombre:
Cristo Señor es su nombre. Cantad y alabad al Señor,
Vida, esperanza y amor. él es fiel y nos llama,
él nos espera y nos ama.
Cantad y alabad al Señor, Vida, esperanza y amor. Amén.

SALMODIA

Ant. 1 Gloria a ti, oh Dios único en tres personas iguales, antes de los siglos, ahora y
por toda la eternidad.

- Salmo 112 -

Alabad, siervos del Señor, y se abaja para mirar


alabad el nombre del Señor. al cielo y a la tierra?
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre: Levanta del polvo al desvalido,
de la salida del sol hasta su ocaso, alza de la basura al pobre,
alabado sea el nombre del Señor. para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo;
El Señor se eleva sobre todos los a la estéril le da un puesto en la casa,
pueblos, como madre feliz de hijos.
su gloria sobre los cielos.
¿Quién como el Señor Dios nuestro, Gloria
que se eleva en su trono

Ant. 1 Gloria a ti, oh Dios único en tres personas iguales, antes de los siglos, ahora y
por toda la eternidad.
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Ant. 2 Bendita sea la Trinidad santa y la Unidad indivisa; démosle gracias porque ha
tenido misericordia de nosotros.

-Salmo 147

Glorifica al Señor, Jerusalén;


alaba a tu Dios Sión: hace caer el hielo como migajas
que ha reforzado los cerrojos de tus y con el frío congela las aguas;
puertas envía una orden y se derriten;
y ha bendecido a tus hijos dentro de sopla su aliento, y corren.
Ti;
ha puesto paz en tus fronteras, Anuncia su palabra a Jacob,
té sacia con flor de harina. sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
Él envía su mensaje a la tierra, ni les dio a conocer sus mandatos.
y su palabra corre veloz;
manda la nieve como lana, Gloria
esparce la escarcha como ceniza;

Ant. 2 Bendita sea la Trinidad santa y la Unidad indivisa; démosle gracias porque ha
tenido misericordia de nosotros.

Ant. 3 Gloria y honor por los siglos al Dios uno en tres personas, Padre, Hijo y Espíritu
Santo.

Cántico Ef. 1, 3-10

Bendito sea Dios, Él nos ha destinado en la persona de


Padre de nuestro Señor Jesucristo, Cristo
que nos ha bendecido en la persona por pura iniciativa suya,
de Cristo a ser sus hijos,
con toda clase de bienes espirituales para que la gloria de su gracia,
y celestiales. que tan generosamente nos ha
concedido
Él nos eligió en la persona de Cristo, en su querido Hijo,
antes de crear el mundo, redunde en alabanza suya.
para que fuésemos consagrados
e irreprochables ante él por el amor. Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
17

El tesoro de su gracia, sabiduría y que había proyectado realizar por


prudencia Cristo
ha sido un derroche para con cuando llegase el momento
nosotros, culminante:
dándonos a conocer el misterio de su hacer que todas las cosas
voluntad. tuviesen a Cristo por cabeza,
las del cielo y las de la tierra.
Este es el plan
Gloria

Ant. 3 Gloria y honor por los siglos al Dios uno en tres personas, Padre, Hijo y Espíritu
Santo.

LECTURA BREVE Rm 11,33-36

¡Qué abismo de riqueza es la sabiduría y ciencia de Dios! ¡Qué insondables son sus
juicios y qué irrastreables sus caminos! ¿Quién ha conocido jamás la mente del
Señor? ¿Quién ha sido su consejero? ¿Quién le ha dado primero, para que él le
devuelva? Él es origen, camino y término de todo. A él la gloria por los siglos. Amén.

RESPONSORIO BREVE
V. Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
R. Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.

V. Honor y gloria al único Dios.


R. Ensalcémoslo con himnos por los siglos.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.


R. Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.

CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Gracias a ti, Señor Dios; gracias a ti, Trinidad única y verdadera, Dios único y
supremo. Unidad única y santa.

Proclama mi alma la grandeza del Señor,


se alegra mi espíritu en Dios mi salvador….

PRECES
18

Glorifiquemos a Dios Padre que, por el Espíritu Santo, vivificó el cuerpo de su Hijo,
para que su carne resucitada fuera fuente de vida para los hombres, y aclamemos al
Dios uno y trino, diciendo:

¡Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo!


Padre todopoderoso y eterno, envía tu Espíritu consolador en nombre de tu Hijo
sobre la Iglesia, para que la conserve en la unidad de la caridad y de la verdad
perfectas.

Manda, Señor, trabajadores a tu mies, para que hagan discípulos de entre todos los
pueblos y, bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo, los confirmen en la fe verdadera.

Ayuda, Señor, a los perseguidos por causa de tu Hijo,


que el Espíritu Santo hable por ellos, como Jesucristo nos prometió.

Que todos los hombres, Señor, te confiesen como único Dios en tres personas, y que
vivan en la fe, en la esperanza y en el amor.

Padre de todos los vivientes, tú que vives y reinas con el Hijo y el Espíritu Santo,
recibe a nuestros hermanos difuntos en tu reino.

Digamos ahora al Padre, movidos por el Espíritu Santo que ora en nosotros, la
plegaria que Cristo nos enseñó:
Padre Nuestro ........

ORACIÓN.
Dios Padre, que has enviado al mundo la Palabra, de verdad y el Espíritu de
santificación para revelar a los hombres tu misterio admirable, concédenos que, al
profesar la fe verdadera, reconozcamos la gloria de la eterna Trinidad y adoremos la
Unidad de tu majestad omnipotente. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

COMPLETAS

EXAMEN DE CONCIENCIA
-Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante vosotros, hermanos, que he pecado
mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión:

V. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros,


perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
19

HIMNO

Cristo, Señor de la noche, Si nuestros ojos se duermen,


que disipas las tinieblas: que el alma esté siempre en vela;
mientras los cuerpos reposan, en paz cierra nuestros párpados
se tú nuestro centinela. para que cesen las penas.

Después de tanta fatiga, Y que al despuntar el alba,


depués de tanta dureza, otra vez con fuerzas nuevas,
acógenos en tus brazos te demos gracias, oh Cristo,
y danos noche serena. por la vida que comienza. Amén.

SALMODIA
Ant. 1. Ten piedad de mí, Señor, y escucha mi oración.

Salmo 4

Escúchame cuando te invoco, Dios, y confiad en el Señor.


defensor mío;
tú que en el aprieto me diste anchura, Hay muchos que dicen: "¿Quién nos
ten piedad de mí y escucha mi hará ver la dicha,
oración. si la luz de tu rostro ha huido de
nosotros?"
Y vosotros, ¿hasta cuándo ultrajaréis
mi honor, Pero tú, Señor, has puesto en mi
amaréis la falsedad y buscaréis el corazón más alegría
engaño? que si abundara en trigo y en vino.
Sabedlo: el Señor hizo milagros en mi
favor, En paz me acuesto y en seguida me
y el Señor me escuchará cuando lo duermo,
invoque. porque tú solo, Señor, me haces vivir
tranquilo.
Temblad y no pequéis, reflexionad
en el silencio de vuestro lecho; Gloria
ofreced sacrificios legítimos

Ant. 1. Ten piedad de mí, Señor, y escucha mi oración.

Ant. 2. Durante la noche, bendecid al Señor.

Salmo 133
20

Y ahora bendecid al Señor, y bendecid al Señor.


los siervos del Señor, El Señor te bendiga desde Sión:
los que pasáis la noche el que hizo el cielo y tierra.
en la casa del Señor:
Gloria
Levantad las manos hacia el
santuario,

Ant. 2. Durante la noche, bendecid al Señor.


LECTURA BREVE Dt 6, 4-7
Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios,
con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas. Las palabras que hoy te
digo quedarán en tu memoria; se las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas estando
en casa y yendo de camino, acostado y levantado.

RESPONSORIO BREVE
V. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

V. Tú, el Dios leal, nos librarás.


R. Te encomiendo mi espíritu.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.


R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos
con Cristo y descansemos en paz.

Cántico de Simeón Lc 2, 29-32

Ahora, Señor, según tu promesa,


puedes dejar a tu siervo irse en paz, luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.
porque mis ojos han visto a tu
Salvador, Gloria
a quien has presentado ante todos los
pueblos

Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos
con Cristo y descansemos en paz.

ORACIÓN.
21

Guárdanos, Señor, durante la noche y haz que mañana, ya al clarear el nuevo día, la
celebración del domingo nos llene con la alegría de la resurrección de tu Hijo. Que
vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

BENDICIÓN.

V. El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila


y una santa muerte.
R, Amén.
ANTÍFONA FINAL DE LA SANTÍSIMA VIRGEN - Bajo tu amparo nos acogemos…
CUERPO Y SANGRE DE CRISTO
I VÍSPERAS

V. Dios mío, ven en mi auxilio


R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria

Himno: PUBLICA, LENGUA Y CANTA

Publica, lengua, y canta Aquella criadora


el misterio del cuerpo glorioso Palabra, con palabra, sin mudarse,
y de la sangre santa lo que era pan agora
que dio por mi reposo en carne hace tornarse
el fruto de aquel vientre generoso. y el vino en propia sangre
trastornarse.
A todos nos fue dado,
de la Virgen purísima María Y puesto que el grosero
por todos engendrado; sentido se acobarda y desfallece,
y mientras acá vivía el corazón insano
su celestial doctrina esparcía. por eso no enflaquece,
porque la fe le anima y favorece.
De allí en nueva manera
dio fin maravilloso a su jornada Honremos pues, echados
la noche ya postrera, por tierra, tan divino sacramento,
la noche deseada, y queden desechados,
estando ya la cena aparejada. pues vino el cumplimiento,
los ritos del antiguo Testamento.
Convida a sus hermanos,
y, cumplida la sombra y ley primero, Y si el sentido queda
con sus sagradas manos pasmado de tan alta y nueva cosa,
por el legal cordero lo que él no puede pueda,
les da a comer su cuerpo verdadero. ose lo que él no osa,
la fe determinada y animosa.
22

¡Gloria al Omnipotente,
y al gran Engendrador y al
Engendrado,
y al inefablemente
de entrambos inspirado
igual loor, igual honor sea dado!
Amén.

SALMODIA

Ant 1. El Señor es clemente, él da alimento a sus fieles en memoria de sus maravillas.

Salmo 110 – GRANDES SON LAS OBRAS DEL SEÑOR

Doy gracias al Señor de todo corazón, todos sus preceptos merecen


en compañía de los rectos, en la confianza:
asamblea. son estables para siempre jamás,
Grandes son las obras del Señor, se han de cumplir con verdad y
dignas de estudio para los que las rectitud.
aman.
Envió la redención a su pueblo,
Esplendor y belleza son su obra, ratificó para siempre su alianza,
su generosidad dura por siempre; su nombre es sagrado y temible.
ha hecho maravillas memorables,
el Señor es piadoso y clemente. Primicia de la sabiduría es el temor
del Señor,
Él da alimento a sus fieles, tienen buen juicio los que lo
recordando siempre su alianza; practican;
mostró a su pueblo la fuerza de su la alabanza del Señor dura por
poder, siempre.
dándoles la heredad de los gentiles.
Gloria
Justicia y verdad son las obras de sus
manos,

Ant. El Señor es clemente, él da alimento a sus fieles en memoria de sus maravillas.

Ant 2. El Señor da la paz a su Iglesia, la sacia con flor de harina.

Salmo 147 – RESTAURACIÓN DE JERUSALÉN.


23

Glorifica al Señor, Jerusalén;


alaba a tu Dios, Sión: hace caer el hielo como migajas
que ha reforzado los cerrojos de tus y con el frío congela las aguas;
puertas envía una orden, y se derriten;
y ha bendecido a tus hijos dentro de sopla su aliento, y corren.
ti;
ha puesto paz en tus fronteras, Anuncia su palabra a Jacob,
te sacia con flor de harina. sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
Él envía su mensaje a la tierra, ni les dio a conocer sus mandatos.
y su palabra corre veloz;
manda la nieve como lana, Gloria
esparce la escarcha como ceniza;

Ant. El Señor da la paz a su Iglesia, la sacia con flor de harina.


Ant 3. Yo os digo con toda verdad: Moisés no os dio el pan del cielo; es mi Padre el
que os da el verdadero pan del cielo. Aleluya.

Cántico: EL JUICIO DE DIOS Ap 11, 17-18; 12, 10b-12a

Gracias te damos, Señor Dios Ahora se estableció la salud y el


omnipotente, poderío,
el que eres y el que eras, y el reinado de nuestro Dios,
porque has asumido el gran poder y la potestad de su Cristo;
y comenzaste a reinar. porque fue precipitado
el acusador de nuestros hermanos,
Se encolerizaron las naciones, el que los acusaba ante nuestro Dios
llegó tu cólera, día y noche.
y el tiempo de que sean juzgados los
muertos, Ellos le vencieron en virtud de la
y de dar el galardón a tus siervos los sangre del Cordero
profetas, y por la palabra del testimonio que
y a los santos y a los que temen tu dieron,
nombre, y no amaron tanto su vida que
y a los pequeños y a los grandes, temieran la muerte.
y de arruinar a los que arruinaron la Por esto, estad alegres, cielos,
tierra. y los que moráis en sus tiendas.

Gloria
24

Ant. Yo os digo con toda verdad: Moisés no os dio el pan del cielo; es mi Padre el que
os da el verdadero pan del cielo. Aleluya.

LECTURA BREVE 1Co 10, 16-17


El cáliz bendito que consagramos es la comunión de la sangre de Cristo; y el pan que
partimos es la comunión del cuerpo del Señor. Y, puesto que es un solo Pan, somos
todos un solo cuerpo; ya que todos participamos de ese único pan.

RESPONSORIO BREVE

V. Les ha dado pan del cielo. Aleluya, aleluya.


R. Les ha dado pan del cielo. Aleluya, aleluya.

V. El hombre ha comido pan de ángeles.


R. Aleluya, aleluya.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.


R. Les ha dado pan del cielo. Aleluya, aleluya.
CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Señor, cuán suave es tu Espíritu; para hacer sentir tu dulzura a tus hijos, los
llenas de bienes con un pan delicioso que les mandas del cielo; dejas, en cambio, sin
nada a los ricos insolentes.

Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55


Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;

Ant. Señor, cuán suave es tu Espíritu; para hacer sentir tu dulzura a tus hijos, los
llenas de bienes con un pan delicioso que les mandas del cielo; dejas, en cambio, sin
nada a los ricos insolentes.

PRECES

Acudamos a Cristo, que invita a todos a su cena y en ella entrega su cuerpo y su


sangre para la vida del mundo; digámosle:

Cristo, pan bajado del cielo, danos la vida eterna.

Cristo, Hijo de Dios vivo, que nos mandaste celebrar la eucaristía como memorial
tuyo,
– enriquece a tu Iglesia con la celebración de tus misterios.
25

Cristo, Señor nuestro, sacerdote único del Dios altísimo, que has querido que tus
ministros te representaran en la cena eucarística,
– haz que los que presiden nuestras asambleas imiten en su manera de vivir lo que
celebran en el sacramento.

Cristo, maná bajado del cielo, que haces un solo cuerpo de cuantos participan de un
mismo pan,
– aumenta la unidad y la concordia entre los que creen en ti.

Cristo Jesús, médico enviado por el Padre, que por el pan de la eucaristía nos das el
remedio de la inmortalidad y el germen de la resurrección,
– da salud a los enfermos y esperanza a los pecadores.

Cristo Señor, rey al que esperamos, tu que nos mandaste celebrar la eucaristía para
anunciar tu muerte y pedir tu retorno,
– haz participar en tu resurrección a los que han muerto estando en tu amor.

Pidamos al Padre, como Cristo nos enseñó, nuestro pan de cada día: Padre nuestro…

ORACION

Señor nuestro Jesucristo, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial
de tu pasión, concédenos venerar de tal modo los sagrados misterios de tu cuerpo y
de tu sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu
redención. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres
Dios, por los siglos de los siglos. Amén

LAUDES

Salmo 94- volver a pagina 1

HIMNO

Altar de Dios: el centro de la vida «Que todos sean uno» en Jesucristo,


con el Señor en medio de su pueblo, la oración del Señor, su testamento.
mesa del pan que a todos nos convida
a reunirnos en un mundo nuevo. Pueblo de Dios, escucha su palabra,
que está el Señor presente entre los
Altar de Dios: la fuente de aguas vivas hombres;
para saciar la sed del universo: pueblo de Dios, camino de la patria,
26

convoca a la unidad a las naciones.


Pueblo de Dios, escucha su palabra,
Venid a la asamblea, de Dios es la que está el Señor presente entre los
llamada, hombres;
que nadie quede fuera, de todos es la pueblo de Dios, camino de la patria,
casa. convoca a la unidad a las naciones.
Miembros de Cristo fieles, y de su
amor testigos, Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
pueblo de Dios, de paz sediento y Santo.
peregrino. Amén.

Ant. Con manjar de ángeles alimentaste a tu pueblo, proporcionándole pan desde el


cielo. Aleluya.

SALMO 62: EL ALMA SEDIENTA DE DIOS pg. 2

Ant. Con manjar de ángeles alimentaste a tu pueblo, proporcionándole pan desde el


cielo. Aleluya.
Ant 2. Sacerdotes consagrados ofrecen a Dios incienso y pan. Aleluya.

CÁNTICO de DANIEL: TODA LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR pg. 3

Ant 2. Sacerdotes consagrados ofrecen a Dios incienso y pan. Aleluya.

Ant 3. Al que salga vencedor le daré maná escondido y un nombre nuevo. Aleluya.
SALMO 149: ALEGRÍA DE LOS SANTOS

Ant 3. Al que salga vencedor le daré maná escondido y un nombre nuevo. Aleluya.

LECTURA: Ml 1, 11

Del oriente al poniente es grande entre las naciones mi nombre; en todo lugar
ofrecerán incienso y sacrificio a mi nombre, una ofrenda pura, porque es grande mi
nombre entre las naciones —dice el Señor de los ejércitos—.

RESPONSORIO BREVE

R/ Sacas pan de los campos. Aleluya, aleluya.


V/ Sacas pan de los campos. Aleluya, aleluya.

R/ Y vino que alegra el corazón del hombre.


27

V/ Aleluya, aleluya.

R/ Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.


V/ Sacas pan de los campos. Aleluya, aleluya.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para
siempre. Aleluya.

Benedictus. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR. Lc 1, 68-79

Ant. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para
siempre. Aleluya.

PRECES
Imploremos, hermanos, a Jesucristo, que es el pan de la vida, diciéndole jubilosos:

Dichoso el que coma en el banquete de tu reino, Señor.

Cristo, sacerdote de la alianza nueva y eterna, que en el ara de la cruz ofreciste al


Padre el sacrificio perfecto,
— enséñanos a ofrecerlo junto contigo.

Cristo, altísimo rey de paz y de justicia, que consagraste el pan y el vino como signo
de tu propia oblación,
— haz que sepamos ofrecernos junto contigo.

Cristo, verdadero adorador del Padre, cuya ofrenda pura ofrece la Iglesia del oriente
al poniente,
— junta en la unidad de tu cuerpo a los que alimentaste con un mismo pan.

Cristo, maná bajado del cielo, que nutres a la Iglesia con tu cuerpo y sangre,
— haz que caminemos con la fuerza de este alimento.

Cristo, huésped invisible de nuestro convite, que estás a la puerta llamando,


— ven a nosotros, para que podamos comer juntos.

Llenos de fe, invoquemos juntos al Padre común, repitiendo la oración que Jesús nos
enseñó:
Padre nuestro…

TERCIA- pg.6
28

Ant. He deseado enormemente comer esta comida pascual con vosotros, antes de
padecer. Aleluya.

ORACION

Oh Dios, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, te


pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu cuerpo y de
tu sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu
redención. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres
Dios por los siglos de los siglos.

Amén.

OFICIO DE LECTURAS

Himno

De rodillas, Señor, ante el sagrario, en la frente


que guarda cuanto queda de amor y lleva un beso de paz, lleva un beso de
de unidad, paz.
venimos con las flores de un deseo,
para que nos las cambies en frutos de Como estás, mi Señor, en la custodia
verdad. igual que la palmera que alegra el
Cristo en todas las almas, y en el arenal,
mundo la paz. queremos que en el centro de la vida
Cristo en todas las almas, y en el reine sobre las cosas tu ardiente
mundo la paz. caridad.
Cristo en todas las almas, y en el
Como ciervos sedientos que van hacia mundo la paz.
la fuente, Cristo en todas las almas, y en el
vamos hacia tu encuentro, sabiendo mundo la paz.
que vendrás; Amén.
porque el que la busca es porque ya

Ant1: Decid a los convidados: «Tengo preparado el banquete, venid a la boda.»


Aleluya.

Salmo 22: El Buen Pastor

 El Señor es mi Pastor, nada me falta:


en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas
29

y repara mis fuerzas; me unges la cabeza con perfume,


me guía por el sendero justo, y mi copa rebosa.
por el honor de su nombre.
Tu bondad y tu misericordia me
Aunque camine por cañadas oscuras, acompañan
nada temo, porque tú vas conmigo: todos los días de mi vida,
tu vara y tu cayado me sosiegan. y habitaré en la casa del Señor
por años sin término.
Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos; Gloria

Ant1: Decid a los convidados: «Tengo preparado el banquete, venid a la boda.»


Aleluya.

Ant2: El que tenga sed, que venga a mí y beba en la fuente eterna.

Salmo 41: Deseo del Señor y ansias de contemplar el templo

Como busca la cierva Espera en Dios que volverás a


corrientes de agua, alabarlo:
así mi alma te busca «Salud de mi rostro, Dios mío.»
a ti, Dios mío;
Cuando mi alma se acongoja,
tiene sed de Dios, te recuerdo
del Dios vivo: desde el Jordán y el Hermón
¿cuándo entraré a ver y el Monte Menor.
el rostro de Dios?
Una sima grita a otra sima
Las lágrimas son mi pan con voz de cascadas:
noche y día. tus torrentes y tus olas
mientras todo el día me repiten: me han arrollado.
«¿Dónde está tu Dios?»
De día el Señor
Recuerdo otros tiempos, me hará misericordia,
y desahogo mi alma conmigo: de noche cantaré la alabanza
cómo marchaba a la cabeza del del Dios de mi vida.
grupo,
hacia la casa de Dios, Diré a Dios: «Roca mía,
entre cantos de júbilo y alabanza, ¿por qué me olvidas?
en el bullicio de la fiesta. ¿Por qué voy andando, sombrío,
hostigado por mi enemigo?»
¿Por qué te acongojas, alma mía,
por qué te me turbas? Se me rompen los huesos
30

por las burlas del adversario; Espera en Dios que volverás a


todo el día me preguntan: alabarlo:
«¿Dónde está tu Dios?» «Salud de mi rostro, Dios mío.»

¿Por qué te acongojas, alma mía, Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu


por qué te me turbas? Santo.

Ant2: El que tenga sed, que venga a mí y beba en la fuente eterna.

An3t: El Señor nos alimentó con flor de harina, nos sació con miel silvestre.

Salmo 80: Solemne renovación de la alianza

Aclamad a Dios, nuestra fuerza; no adorarás un dios extranjero;


dad vítores al Dios de Jacob: yo soy el Señor, Dios tuyo,
que te saqué del país de Egipto;
acompañad, tocad los panderos, abre la boca que te la llene."
las cítaras templadas y las arpas;
tocad la trompeta por la luna nueva, Pero mi pueblo no escuchó mi voz,
por la luna llena, que es nuestra Israel no quiso obedecer:
fiesta. los entregué a su corazón obstinado,
para que anduviesen según sus
Porque es una ley de Israel, antojos.
un precepto del Dios de Jacob,
una norma establecida para José ¡Ojalá me escuchase mi pueblo
al salir de Egipto. y caminase Israel por mi camino!:
en un momento humillaría a sus
Oigo un lenguaje desconocido: enemigos
"Retiré sus hombros de la carga, y volvería mi mano contra sus
y sus manos dejaron la espuerta. adversarios;

Clamaste en la aflicción, y te libré, los que aborrecen al Señor te


te respondí oculto entre los truenos, adularían,
te puse a prueba junto a la fuente de y su suerte quedaría fijada;
Meribá. te alimentaría con flor de harina,
te saciaría con miel silvestre.
Escucha, pueblo mío, doy testimonio
contra ti; Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
¡ojalá me escuchases Israel! Santo.

No tendrás un dios extraño,


31

Ant3: El Señor nos alimentó con flor de harina, nos sació con miel silvestre.

V/. La sabiduría se ha construido su casa. Aleluya.


R/. Ha mezclado el vino y puesto la mesa. Aleluya.

Lectura Bíblica
Del libro del Éxodo Ex 24,1-11

Vieron a Dios y comieron y bebieron

En aquellos días, el Señor dijo a Moisés:


«Sube a mí con Aarón, Nadab y Abihú y los setenta ancianos de Israel, y
prosternaos a distancia. Después se acercará Moisés solo, no ellos; y el pueblo que
no suba.» Moisés bajó y contó al pueblo todo lo que había dicho el Señor y todos sus
mandatos; y el pueblo contestó a una: «Haremos todo lo que dice el Señor.» Moisés
puso por escrito todas las palabras del Señor. Se levantó temprano y edificó un altar
en la falda del monte, y doce estelas, por las doce tribus de Israel. Y mandó a algunos
jóvenes israelitas ofrecer al Señor holocaustos, y vacas como sacrificio de comunión.
Tomó la mitad de la sangre, y la puso en vasijas, y la otra mitad la derramó sobre el
altar. Después, tomó el documento de alianza y se lo leyó en alta voz al pueblo, el
cual respondió:
«Haremos todo lo que manda el Señor y lo obedeceremos.»
Tomó Moisés la sangre y roció al pueblo, diciendo:
«Ésta es la sangre de la alianza que hace el Señor con vosotros, sobre todos estos
mandatos.»
Subieron Moisés, Aarón, Nadab, Abihú y los setenta ancianos de Israel, y vieron al
Dios de Israel: bajo los pies tenía una especie de pavimento, brillante como el mismo
cielo. Dios no extendió la mano contra los notables de Israel, que pudieron
contemplar a Dios, y después comieron y bebieron.

R/. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto del maná y
murieron: Éste es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no
muera.
V/. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo: el que coma de este pan vivirá para
siempre.
R/. Éste es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera.

Lectura Patrística
¡Oh banquete precioso y admirable!
Santo Tomás de Aquino, presbítero
Opúsculo 57, en la fiesta del Cuerpo de Cristo 1-4
32

El Hijo único de Dios, queriendo hacernos partícipe de su divinidad, tomó


nuestra naturaleza, a fin de que hecho hombre, divinizase a los hombres.
Además, entregó por nuestra salvación todo cuan tomó de nosotros. Porque,
por nuestra reconciliación ofreció, sobre el altar de la cruz, su cuerpo como víctima a
Dios, su Padre, y derramó su sangre como precio de nuestra libertad y como baño
sagrado que nos lava, para que fuésemos liberados de una miserable esclavitud y
purificados de todos nuestros pecados.
Pero, a fin de que guardásemos por siempre jamás en nosotros la memoria de
tan gran beneficio, dejó a los fieles, bajo la apariencia de pan y de vino, su cuerpo,
para que fuese nuestro alimento, y su sangre, para que fuese nuestra bebida.
¡Oh banquete precioso y admirable, banquete saludable y lleno de toda
suavidad! ¿Qué puede haber, en efecto, más precioso que este banquete en el cual
no se nos ofrece, para comer, la carne de becerros o de machos cabríos, como se
hacía antiguamente, bajo la ley, sino al mismo Cristo, verdadero Dios?
No hay ningún sacramento más saludable que éste, pues por él se borran los
pecados, se aumentan las virtudes y se nutre el alma con la abundancia de todos los
dones espirituales.
Se ofrece, en la Iglesia, por los vivos y por los difuntos para que a todos
aproveche, ya que ha sido establecido para la salvación de todos.
Finalmente, nadie es capaz de expresar la suavidad de este sacramento, en el
cual gustamos la suavidad espiritual en su misma fuente y celebramos la memoria
del inmenso y sublime amor que Cristo mostró en su pasión.
Por eso, para que la inmensidad de este amor se imprimiese más
profundamente en el corazón de los fieles, en la última cena, cuando, después de
celebrar la Pascua con sus discípulos, iba a pasar de este mundo al Padre, Cristo
instituyó este sacramento como el memorial perenne de su pasión, como el
cumplimiento de las antiguas figuras y la más maravillosa de sus obras; y lo dejó a los
suyos como singular consuelo en las tristezas de su ausencia.
R/. Reconoced en el pan lo que estuvo colgado en la cruz; en el cáliz, lo que manó del
costado. Tomad, pues, y comed el cuerpo de Cristo; tomad y bebed la sangre de
Cristo. Ya estáis hechos, vosotros, miembros de Cristo.
V/. Para que no viváis separados, comed al que es vínculo de vuestra unión; para que no
os estiméis en poco, bebed vuestro precio.
R/. Ya estáis hechos, vosotros, miembros de Cristo.
TE DEUM pg. 12

SEXTA pg. 12
Ant. Durante la cena, Jesús cogió pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus
discípulos. Aleluya.

NONA pg. 13
Ant. Reconocieron al Señor Jesús al partir el pan. Aleluya
33

Lectura breve
Los hermanos eran constantes en escuchar la enseñanza de los apóstoles, en la vida
común, en la fracción del pan y en las oraciones, alabando a Dios; eran bien vistos de
todo el pueblo.

V./ Quédate on nosotros, Señor. Aleluya


R./ Porque atardece. Aleluya

ORACION

Señor nuestro Jesucristo, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de
tu pasión, concédenos venerar de tal modo los sagrados misterios de tu cuerpo y de
tu sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu
redención. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres
Dios, por los siglos de los siglos. Amén

II VISPERAS
HIMNO. Como I Visperas

SALMODIA

Ant 1. Cristo, el Señor, sacerdote eterno según el rito de Melquisedec, ofreció pan y vino.

Salmo 109, 1-5. 7 – EL MESÍAS, REY Y SACERDOTE.

Oráculo del Señor a mi Señor:


«Siéntate a mi derecha, El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:
y haré de tus enemigos «Tú eres sacerdote eterno
estrado de tus pies.» según el rito de Melquisedec.»

Desde Sión extenderá el Señor El Señor a tu derecha, el día de su ira,


el poder de tu cetro: quebrantará a los reyes.
somete en la batalla a tus enemigos.
En su camino beberá del torrente,
«Eres príncipe desde el día de tu por eso levantará la cabeza.
nacimiento,
entre esplendores sagrados; Gloria
yo mismo te engendré, como rocío,
antes de la aurora.»
34

Ant. Cristo, el Señor, sacerdote eterno según el rito de Melquisedec, ofreció pan y vino.

Ant 2. Alzaré la copa de la salvación y te ofreceré un sacrificio de alabanza.

Salmo 115 – ACCIÓN DE GRACIAS EN EL TEMPLO.

Tenía fe, aun cuando dije: la vida de sus fieles.


«¡Qué desgraciado soy!» Señor, yo soy tu siervo,
Yo decía en mi apuro: siervo tuyo, hijo de tu esclava:
«Los hombres son unos mentirosos.» rompiste mis cadenas.

¿Cómo pagaré al Señor Te ofreceré un sacrificio de alabanza,


todo el bien que me ha hecho? invocando tu nombre, Señor.
Alzaré la copa de la salvación, Cumpliré al Señor mis votos
invocando su nombre. en presencia de todo el pueblo,
Cumpliré al Señor mis votos en el atrio de la casa del Señor,
en presencia de todo el pueblo. en medio de ti, Jerusalén.

Vale mucho a los ojos del Señor Gloria

Ant. Alzaré la copa de la salvación y te ofreceré un sacrificio de alabanza.

Ant 3. Señor, tú eres el camino, tú eres la verdad, tú eres la vida del mundo.

Cántico: LAS BODAS DEL CORDERO – Cf. Ap 19,1-2, 5-7

Cuando el Oficio se dice sin canto es suficiente decir el Aleluya sólo al principio y al final
de cada estrofa.

Aleluya. Los que le teméis, pequeños y grandes.


La salvación y la gloria y el poder son de R. Aleluya, (aleluya).
nuestro Dios
(R. Aleluya) Aleluya.
porque sus juicios son verdaderos y Porque reina el Señor, nuestro Dios,
justos. dueño de todo.
R. Aleluya, (aleluya). (R. Aleluya)
Alegrémonos y gocemos y démosle
Aleluya. gracias.
Alabad al Señor sus siervos todos. R. Aleluya, (aleluya).
(R. Aleluya)
35

Aleluya. R. Aleluya, (aleluya).


Llegó la boda del cordero.
(R. Aleluya) Gloria
Su esposa se ha embellecido.

Ant. Señor, tú eres el camino, tú eres la verdad, tú eres la vida del mundo.

LECTURA BREVE 1Co 11, 23-25

Yo recibí del Señor lo que, a mi vez, os he trasmitido: que Jesús, el Señor, en la noche en
que iba a ser entregado, tomó pan y, después de pronunciar la Acción de Gracias, lo
partió y dijo: «Este es mi cuerpo, que se da por vosotros. Haced esto en memoria
mía.» Lo mismo hizo con la copa después de la cena, diciendo: «Esta copa es la
nueva alianza que se sella con mi sangre. Cada vez que la bebáis hacedlo en
memoria mía.»

RESPONSORIO BREVE
V. Les ha dado pan del cielo. Aleluya, aleluya.
R. Les ha dado pan del cielo. Aleluya, aleluya.

V. El hombre ha comido pan de ángeles.


R. Aleluya, aleluya.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.


R. Les ha dado pan del cielo. Aleluya, aleluya.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. ¡Oh sagrado banquete en que Cristo se da como alimento! En él se renueva la


memoria de su pasión, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la futura
gloria. Aleluya.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55

PRECES
Acudamos a Cristo, que invita a todos a su cena y en ella entrega su cuerpo y su sangre
para la vida del mundo; digámosle:
35Cristo, pan bajado del cielo, danos la vida eterna.

Cristo, Hijo de Dios vivo, que nos mandaste celebrar la eucaristía como memorial tuyo,
– enriquece a tu Iglesia con la celebración de tus misterios.
36

Cristo, Señor nuestro, sacerdote único del Dios altísimo, que has querido que tus
ministros te representaran en la cena eucarística,
– haz que los que presiden nuestras asambleas imiten en su manera de vivir lo que
celebran en el sacramento.

Cristo, maná bajado del cielo, que haces un solo cuerpo de cuantos participan de un
mismo pan,
– aumenta la unidad y la concordia entre los que creen en ti.

Cristo Jesús, médico enviado por el Padre, que por el pan de la eucaristía nos das el
remedio de la inmortalidad y el germen de la resurrección,
– da salud a los enfermos y esperanza a los pecadores.

Cristo Señor, rey al que esperamos, tu que nos mandaste celebrar la eucaristía para
anunciar tu muerte y pedir tu retorno,
haz participar en tu resurrección a los que han muerto estando en tu amor.

Pidamos al Padre, como Cristo nos enseñó, nuestro pan de cada día: Padre nuestro…

ORACION

Señor nuestro Jesucristo, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de
tu pasión, concédenos venerar de tal modo los sagrados misterios de tu cuerpo y de
tu sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu
redención. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres
Dios, por los siglos de los siglos. Amén

Completas- Domingo
HIMNO

Se inclina ya mi frente, pero el amor enciende


sellado está el trabajo; su lámpara velando.
Señor, tu pecho sea
la gracia del descanso Lucero que te fuiste,
con gran amor amado,
Mis ojos se retiran, en tu gloria dorminos
la voz deja su canto, y en sueños te adoramos. Amén.

SALMODIA

Ant. Al amparo de Altísimo no temo el espanto nocturno.

Salmo 90
37

Tú que habitas al amparo del Altísimo,


que vives a la sombra del del Omnipotente, No se te acercará la desgracia,
di al Señor: 'Refugio mío, alcázar mío. ni la plaga llegará hasta tu tienda,
Dios mío, confío en ti.' porque a sus ángeles ha dado órdenes
para que te guarden en tus caminos;
Él te librará de la red del cazador,
de la peste funesta. te llevarán en su palma,
Te cubrirá con sus plumas, para que tu pie no tropiece en la piedra;
bajo sus alas te refugiarás; caminarás sobre áspides y víboras,
su brazo es escudo y armadura. pisotearás leones y dragones.

No temerás el espanto nocturno, "Se puso junto a mí: lo libraré;


ni la flecha que vuela de día, lo protegeré porque conoce mi nombre,
ni la peste que se desliza en las tinieblas, me invocará y lo escucharé.
ni la epidemia que devasta a mediodía.
Con él estaré en la tribulación,
Caerán a tu izquierda mil, lo defenderé, lo glorificaré;
diez mil a tu derecha; lo saciaré de largos días,
a ti no te alcanzará. y le haré ver mi salvación. "

Tan sólo abre tus ojos Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
y verás la paga de los malvados, Como era en el principio, ahora y siempre,
porque hiciste del Señor tu refugio, por los siglos de los siglos. Amén.
tomaste al Altísimo por defensa.

Ant. Al amparo de Altísimo no temo el espanto nocturno.

LECTURA BREVE Ap 22, 4-5


Verán el rostro del Señor, y tendrán su nombre en la frente. Y no habrá más noche, y no
necesitarán luz de lámpara ni de sol, porque el Señor Dios alumbrará sobre ellos, y
reinará por los siglos de los siglos.

Oración
Hulmildemente te pedimos, Señor, que después de haber celebrado en este día los
misterios de la resurrección de tu Hijo, sin temor alguno, descansemos en tu paz, y
mañana nos levantemos alegres para cantar nuevamente tus alabanzas. Por Cristo
nuestro Señor. Amén.

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