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INVITATORIO
Gloria.
Ant. Venid, adoremos al Espíritu Santo, que nos habló por los profetas y doctores.
HIMNO
Salmo (62, 2-9)
Ant. 2: Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. (T.
P. Aleluya.)
Cántico Dn 3, 57-88. 56
No se dice Gloria al Padre.
Ant. 2: Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. (T.
P. Aleluya.)
Salmo 149
RESPONSORIO BREVE
V. Proclamaron las alabanzas del Señor y su poder.
R. Proclamaron las alabanzas del Señor y su poder.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Bernabé partió para Tarso en busca de Saulo; y luego lo llevó a Antioquía, allí
vivieron dentro de la comunidad e instruyeron a muchísima gente.
porque irás delante del Señor para iluminar a los que viven en tiniebla
a preparar sus caminos, y en sombra de muerte,
anunciando a su pueblo la salvación, para guiar nuestros pasos
el perdón de sus pecados. por el camino de la paz.
Ant. Bernabé partió para Tarso en busca de Saulo; y luego lo llevó a Antioquía, allí
vivieron dentro de la comunidad e instruyeron a muchísima gente.
PRECES
Aclamemos a nuestro Salvador, que ha aniquilado la muerte, y ha hecho brillar la
vida y la inmortalidad por el Evangelio, y supliquémosle, diciendo:
Tú que por la oración de los santos pastores, que a semejanza de Moisés oraban por
el pueblo, perdonaste los pecados de tus fieles,
purifica y santifica también ahora a la santa Iglesia por la intercesión de los santos.
Tú que de entre los fieles elegiste a los santos pastores y, por tu Espíritu, los
consagraste como ministros en bien de sus hermanos,
llena también de tu Espíritu a todos los pastores del pueblo de Dios.
Digamos juntos la oración que Cristo nos enseñó como modelo de toda oración:
Padre nuestro...
TERCIA
Ant. Id y proclamad el Evangelio del reino: gratis habéis recibido, dad gratis.
Salmo 119
Salmo 120
Salmo 121
Ant. Id y proclamad el Evangelio del reino: gratis habéis recibido, dad gratis.
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ORACION
Dios nuestro, que, después de haber infundido en abundancia la fe y el Espíritu
Santo en San Bernabé, lo destinaste para que anunciara a los pueblos paganos el
mensaje de salvación, haz que el Evangelio de Cristo, que él predicó valerosamente,
sea proclamado con fidelidad por nuestras palabras y nuestras obras. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es
Dios, por los siglos de los siglos. Amén
OFICIO DE LECTURAS
SALMODIA
Ant. 1: A toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje. (T.
P. Aleluya.)
Salmo 18 A
Sin que hablen, sin que pronuncien, Asoma por un extremo del cielo,
sin que resuene su voz, y su órbita llega al otro extremo:
a toda la tierra alcanza su pregón nada se libra de su calor.
y hasta los límites del orbe su lenguaje.
Ant. 1: A toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje. (T.
P. Aleluya.)
Salmo 63
Salmo 96
PRIMERA LECTURA
Fuera del tiempo pascual:
De la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 4, 1-16
injurian, respondemos con dulzura. Hemos venido a ser hasta ahora como basura del
mundo, como el desecho de la humanidad.
No os escribo esto para confundiros, sino para amonestaros como a hijos míos
carísimos. Aunque tengáis, en efecto, diez mil maestros que os lleven a Cristo, de
hecho solo tenéis un padre. Yo os engendré para Cristo por la predicación del
evangelio.
Os exhorto, pues, a que seáis mis imitadores, como yo imito a Cristo.
SEGUNDA LECTURA
De los Tratados de san Cromacio, obispo, sobre el evangelio de san Mateo (Tratado
5, 1. 3-4: CCL 9. 405-407)
Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en lo alto del
monte; ni se enciende una lámpara para meterla bajo el celemín, sino para ponerla
sobre el candelero, así alumbra a todos los que están en la casa. El Señor dijo a sus
discípulos que eran la sal de la tierra, porque ellos, por medio de la sabiduría
celestial, condimentaron los corazones de los hombres que, por obra del demonio,
habían perdido su sabor. Ahora añade también que son la luz del mundo, ya que,
iluminados por él mismo, que es la luz verdadera y eterna, se convirtieron ellos
también en luz que disipó las tinieblas.
Puesto que él era el sol de justicia, con razón llama a sus discípulos luz del mundo, ya
que ellos fueron como los rayos a través de los cuales derramó sobre el mundo la luz
de su conocimiento; ellos, en efecto, ahuyentaron del corazón de los hombres las
tinieblas del error, dándoles a conocer la luz de la verdad.
También nosotros, iluminados por ellos, nos hemos convertido de tinieblas en luz, tal
como dice el Apóstol: Un tiempo erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor.
Caminad como hijos de la luz. Y también: Todos sois hijos de la luz e hijos del día. No
somos de la noche ni de las tinieblas.
En este mismo sentido habla san Juan en su carta, cuando dice: Dios es luz, y el que
permanece en Dios está en la luz, como él también está en la luz. Por lo tanto, ya
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que tenemos la dicha de haber sido liberados de las tinieblas del error, debemos
caminar siempre en la luz, como hijos que somos de la luz. Por esto dice el Apóstol:
Aparecéis como antorchas en el mundo, presentándole la palabra de vida.
Si así no lo hacemos, es como si, con nuestra infidelidad, pusiéramos un velo que
tapa y oscurece esta luz tan útil y necesaria, en perjuicio nuestro y de los demás. Por
esto también incurrió en castigo aquel siervo que prefirió esconder el talento, que
había recibido para negociar un lucro celestial, antes que ponerlo en el banco, como
sabemos por el Evangelio.
Así, pues, aquella lámpara resplandeciente, encendida para nuestra salvación, debe
brillar siempre en nosotros. Poseemos, en efecto, la lámpara de los mandatos
celestiales y de la gracia espiritual, acerca de la cual afirma el salmista: Lámpara es tu
palabra para mis pasos, luz en mi sendero. De ella dice también Salomón: El consejo
de la ley es lámpara.
Por consiguiente, nuestro deber es no ocultar esta lámpara de la ley y de la fe, sino
ponerla siempre en alto en la Iglesia, como en un candelero, para la salvación de
todos, para que así nos beneficiemos nosotros de la luz de su verdad y para que
ilumine a todos los creyentes.
R. Cuando Bernabé llegó a Antioquía y vio la gracia de Dios, se llenó de júbilo; * pues
era un hombre de gran virtud, lleno del Espíritu Santo y de una grande fe.
V. Y exhortaba a todos a que con entera voluntad permaneciesen fieles al Señor.
R. Pues era un hombre de gran virtud, lleno del Espíritu Santo y de una grande fe.
TE DEUM
SEXTA
Ant.. Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Salmo 122
Salmo 123
Si el Señor no hubiera estado de tanto ardía su ira contra nosotros.
nuestra parte
-que lo diga Israel-, Nos habrían arrollado las aguas,
si el Señor no hubiera estado de llegándonos el torrente hasta el
nuestra parte, cuello;
cuando nos asaltaban los hombres, nos habrían llegado hasta el cuello
nos habrían tragado vivos: las aguas espumantes.
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Salmo 124
Los que confían en el Señor son como no sea que los justos extiendan
el monte Sión: su mano a la maldad.
no tiembla, está asentado para
siempre. Señor, concede bienes a los buenos,
a los sinceros de corazón;
Jerusalén está rodeada de montañas, Y a los que se desvían por sendas
y el Señor rodea a su pueblo tortuosas,
ahora y por siempre. que los rechace el Señor con los
malhechores.
No pesará el cetro de los malvados ¡Paz a Israel!
sobre el lote de los justos,
Ant. Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
NONA
Salmo 125
Cuando el Señor cambió la suerte de y estamos alegres.
Sión,
nos parecía soñar: Que el Señor cambie nuestra suerte,
la boca se nos llenaba de risas, como los torrentes del Negueb.
la lengua de cantares. Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares.
Hasta los gentiles decían:
«El Señor ha estado grande con Al ir, iban llorando,
ellos». llevando la semilla;
El Señor ha estado grande con al volver, vuelven cantando,
nosotros, trayendo sus gavillas.
Salmo 126
Si el Señor no construye la casa, en vano vigilan los centinelas.
en vano se cansan los albañiles;
si el Señor no guarda la ciudad, Es inútil que madruguéis,
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Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según la fuerza de Dios. Él nos salvó
y nos llamó a una vida santa, no por nuestros méritos, sino porque dispuso darnos su
gracia, por medio de Jesucristo.
ORACION
Dios nuestro, que, después de haber infundido en abundancia la fe y el Espíritu
Santo en San Bernabé, lo destinaste para que anunciara a los pueblos paganos el
mensaje de salvación, haz que el Evangelio de Cristo, que él predicó valerosamente,
sea proclamado con fidelidad por nuestras palabras y nuestras obras. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es
Dios, por los siglos de los siglos. Amén
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LA SANTÍSIMA TRINIDAD
Solemnidad
I Vísperas
HIMNO
SALMODIA
Ant. 1 Gloria a ti, oh Dios único en tres personas iguales, antes de los siglos, ahora y
por toda la eternidad.
- Salmo 112 -
Ant. 1 Gloria a ti, oh Dios único en tres personas iguales, antes de los siglos, ahora y
por toda la eternidad.
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Ant. 2 Bendita sea la Trinidad santa y la Unidad indivisa; démosle gracias porque ha
tenido misericordia de nosotros.
-Salmo 147
Ant. 2 Bendita sea la Trinidad santa y la Unidad indivisa; démosle gracias porque ha
tenido misericordia de nosotros.
Ant. 3 Gloria y honor por los siglos al Dios uno en tres personas, Padre, Hijo y Espíritu
Santo.
Ant. 3 Gloria y honor por los siglos al Dios uno en tres personas, Padre, Hijo y Espíritu
Santo.
¡Qué abismo de riqueza es la sabiduría y ciencia de Dios! ¡Qué insondables son sus
juicios y qué irrastreables sus caminos! ¿Quién ha conocido jamás la mente del
Señor? ¿Quién ha sido su consejero? ¿Quién le ha dado primero, para que él le
devuelva? Él es origen, camino y término de todo. A él la gloria por los siglos. Amén.
RESPONSORIO BREVE
V. Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
R. Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Gracias a ti, Señor Dios; gracias a ti, Trinidad única y verdadera, Dios único y
supremo. Unidad única y santa.
PRECES
18
Glorifiquemos a Dios Padre que, por el Espíritu Santo, vivificó el cuerpo de su Hijo,
para que su carne resucitada fuera fuente de vida para los hombres, y aclamemos al
Dios uno y trino, diciendo:
Manda, Señor, trabajadores a tu mies, para que hagan discípulos de entre todos los
pueblos y, bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo, los confirmen en la fe verdadera.
Que todos los hombres, Señor, te confiesen como único Dios en tres personas, y que
vivan en la fe, en la esperanza y en el amor.
Padre de todos los vivientes, tú que vives y reinas con el Hijo y el Espíritu Santo,
recibe a nuestros hermanos difuntos en tu reino.
Digamos ahora al Padre, movidos por el Espíritu Santo que ora en nosotros, la
plegaria que Cristo nos enseñó:
Padre Nuestro ........
ORACIÓN.
Dios Padre, que has enviado al mundo la Palabra, de verdad y el Espíritu de
santificación para revelar a los hombres tu misterio admirable, concédenos que, al
profesar la fe verdadera, reconozcamos la gloria de la eterna Trinidad y adoremos la
Unidad de tu majestad omnipotente. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
COMPLETAS
EXAMEN DE CONCIENCIA
-Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante vosotros, hermanos, que he pecado
mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión:
HIMNO
SALMODIA
Ant. 1. Ten piedad de mí, Señor, y escucha mi oración.
Salmo 4
Salmo 133
20
RESPONSORIO BREVE
V. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos
con Cristo y descansemos en paz.
Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos
con Cristo y descansemos en paz.
ORACIÓN.
21
Guárdanos, Señor, durante la noche y haz que mañana, ya al clarear el nuevo día, la
celebración del domingo nos llene con la alegría de la resurrección de tu Hijo. Que
vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
BENDICIÓN.
¡Gloria al Omnipotente,
y al gran Engendrador y al
Engendrado,
y al inefablemente
de entrambos inspirado
igual loor, igual honor sea dado!
Amén.
SALMODIA
Gloria
24
Ant. Yo os digo con toda verdad: Moisés no os dio el pan del cielo; es mi Padre el que
os da el verdadero pan del cielo. Aleluya.
RESPONSORIO BREVE
Ant. Señor, cuán suave es tu Espíritu; para hacer sentir tu dulzura a tus hijos, los
llenas de bienes con un pan delicioso que les mandas del cielo; dejas, en cambio, sin
nada a los ricos insolentes.
Ant. Señor, cuán suave es tu Espíritu; para hacer sentir tu dulzura a tus hijos, los
llenas de bienes con un pan delicioso que les mandas del cielo; dejas, en cambio, sin
nada a los ricos insolentes.
PRECES
Cristo, Hijo de Dios vivo, que nos mandaste celebrar la eucaristía como memorial
tuyo,
– enriquece a tu Iglesia con la celebración de tus misterios.
25
Cristo, Señor nuestro, sacerdote único del Dios altísimo, que has querido que tus
ministros te representaran en la cena eucarística,
– haz que los que presiden nuestras asambleas imiten en su manera de vivir lo que
celebran en el sacramento.
Cristo, maná bajado del cielo, que haces un solo cuerpo de cuantos participan de un
mismo pan,
– aumenta la unidad y la concordia entre los que creen en ti.
Cristo Jesús, médico enviado por el Padre, que por el pan de la eucaristía nos das el
remedio de la inmortalidad y el germen de la resurrección,
– da salud a los enfermos y esperanza a los pecadores.
Cristo Señor, rey al que esperamos, tu que nos mandaste celebrar la eucaristía para
anunciar tu muerte y pedir tu retorno,
– haz participar en tu resurrección a los que han muerto estando en tu amor.
Pidamos al Padre, como Cristo nos enseñó, nuestro pan de cada día: Padre nuestro…
ORACION
Señor nuestro Jesucristo, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial
de tu pasión, concédenos venerar de tal modo los sagrados misterios de tu cuerpo y
de tu sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu
redención. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres
Dios, por los siglos de los siglos. Amén
LAUDES
HIMNO
Ant 3. Al que salga vencedor le daré maná escondido y un nombre nuevo. Aleluya.
SALMO 149: ALEGRÍA DE LOS SANTOS
Ant 3. Al que salga vencedor le daré maná escondido y un nombre nuevo. Aleluya.
LECTURA: Ml 1, 11
Del oriente al poniente es grande entre las naciones mi nombre; en todo lugar
ofrecerán incienso y sacrificio a mi nombre, una ofrenda pura, porque es grande mi
nombre entre las naciones —dice el Señor de los ejércitos—.
RESPONSORIO BREVE
V/ Aleluya, aleluya.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para
siempre. Aleluya.
Ant. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para
siempre. Aleluya.
PRECES
Imploremos, hermanos, a Jesucristo, que es el pan de la vida, diciéndole jubilosos:
Cristo, altísimo rey de paz y de justicia, que consagraste el pan y el vino como signo
de tu propia oblación,
— haz que sepamos ofrecernos junto contigo.
Cristo, verdadero adorador del Padre, cuya ofrenda pura ofrece la Iglesia del oriente
al poniente,
— junta en la unidad de tu cuerpo a los que alimentaste con un mismo pan.
Cristo, maná bajado del cielo, que nutres a la Iglesia con tu cuerpo y sangre,
— haz que caminemos con la fuerza de este alimento.
Llenos de fe, invoquemos juntos al Padre común, repitiendo la oración que Jesús nos
enseñó:
Padre nuestro…
TERCIA- pg.6
28
Ant. He deseado enormemente comer esta comida pascual con vosotros, antes de
padecer. Aleluya.
ORACION
Amén.
OFICIO DE LECTURAS
Himno
An3t: El Señor nos alimentó con flor de harina, nos sació con miel silvestre.
Ant3: El Señor nos alimentó con flor de harina, nos sació con miel silvestre.
Lectura Bíblica
Del libro del Éxodo Ex 24,1-11
R/. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto del maná y
murieron: Éste es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no
muera.
V/. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo: el que coma de este pan vivirá para
siempre.
R/. Éste es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera.
Lectura Patrística
¡Oh banquete precioso y admirable!
Santo Tomás de Aquino, presbítero
Opúsculo 57, en la fiesta del Cuerpo de Cristo 1-4
32
SEXTA pg. 12
Ant. Durante la cena, Jesús cogió pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus
discípulos. Aleluya.
NONA pg. 13
Ant. Reconocieron al Señor Jesús al partir el pan. Aleluya
33
Lectura breve
Los hermanos eran constantes en escuchar la enseñanza de los apóstoles, en la vida
común, en la fracción del pan y en las oraciones, alabando a Dios; eran bien vistos de
todo el pueblo.
ORACION
Señor nuestro Jesucristo, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de
tu pasión, concédenos venerar de tal modo los sagrados misterios de tu cuerpo y de
tu sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu
redención. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres
Dios, por los siglos de los siglos. Amén
II VISPERAS
HIMNO. Como I Visperas
SALMODIA
Ant 1. Cristo, el Señor, sacerdote eterno según el rito de Melquisedec, ofreció pan y vino.
Ant. Cristo, el Señor, sacerdote eterno según el rito de Melquisedec, ofreció pan y vino.
Ant 3. Señor, tú eres el camino, tú eres la verdad, tú eres la vida del mundo.
Cuando el Oficio se dice sin canto es suficiente decir el Aleluya sólo al principio y al final
de cada estrofa.
Ant. Señor, tú eres el camino, tú eres la verdad, tú eres la vida del mundo.
Yo recibí del Señor lo que, a mi vez, os he trasmitido: que Jesús, el Señor, en la noche en
que iba a ser entregado, tomó pan y, después de pronunciar la Acción de Gracias, lo
partió y dijo: «Este es mi cuerpo, que se da por vosotros. Haced esto en memoria
mía.» Lo mismo hizo con la copa después de la cena, diciendo: «Esta copa es la
nueva alianza que se sella con mi sangre. Cada vez que la bebáis hacedlo en
memoria mía.»
RESPONSORIO BREVE
V. Les ha dado pan del cielo. Aleluya, aleluya.
R. Les ha dado pan del cielo. Aleluya, aleluya.
CÁNTICO EVANGÉLICO
PRECES
Acudamos a Cristo, que invita a todos a su cena y en ella entrega su cuerpo y su sangre
para la vida del mundo; digámosle:
35Cristo, pan bajado del cielo, danos la vida eterna.
Cristo, Hijo de Dios vivo, que nos mandaste celebrar la eucaristía como memorial tuyo,
– enriquece a tu Iglesia con la celebración de tus misterios.
36
Cristo, Señor nuestro, sacerdote único del Dios altísimo, que has querido que tus
ministros te representaran en la cena eucarística,
– haz que los que presiden nuestras asambleas imiten en su manera de vivir lo que
celebran en el sacramento.
Cristo, maná bajado del cielo, que haces un solo cuerpo de cuantos participan de un
mismo pan,
– aumenta la unidad y la concordia entre los que creen en ti.
Cristo Jesús, médico enviado por el Padre, que por el pan de la eucaristía nos das el
remedio de la inmortalidad y el germen de la resurrección,
– da salud a los enfermos y esperanza a los pecadores.
Cristo Señor, rey al que esperamos, tu que nos mandaste celebrar la eucaristía para
anunciar tu muerte y pedir tu retorno,
haz participar en tu resurrección a los que han muerto estando en tu amor.
Pidamos al Padre, como Cristo nos enseñó, nuestro pan de cada día: Padre nuestro…
ORACION
Señor nuestro Jesucristo, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de
tu pasión, concédenos venerar de tal modo los sagrados misterios de tu cuerpo y de
tu sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu
redención. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres
Dios, por los siglos de los siglos. Amén
Completas- Domingo
HIMNO
SALMODIA
Salmo 90
37
Tan sólo abre tus ojos Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
y verás la paga de los malvados, Como era en el principio, ahora y siempre,
porque hiciste del Señor tu refugio, por los siglos de los siglos. Amén.
tomaste al Altísimo por defensa.
Oración
Hulmildemente te pedimos, Señor, que después de haber celebrado en este día los
misterios de la resurrección de tu Hijo, sin temor alguno, descansemos en tu paz, y
mañana nos levantemos alegres para cantar nuevamente tus alabanzas. Por Cristo
nuestro Señor. Amén.