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SAN PEDRO Y SAN PABLO, APÓSTOLES

V. Señor, abre mis labios.


R. Y mi boca proclamará tu alabanza.

HIMNO
Cuando el gallo, tres veces
negaste a tu Maestro;
y él tres veces te dijo:
¿Me amas más que éstos?
Se te puso triste
tu llanto y tu silencio:
pero la Voz te habló
de apacentar corderos.
Tu pecado quemante
se convirtió en incendio,
y abriste tus dos brazos
al madero sangriento.
La cabeza hacia abajo
y el corazón al cielo:
porque, cuando aquel gallo,
negaste a tu Maestro. Amén.

SALMODIA
Ant. 1. Sé en quien he puesto mi fe, y estoy seguro que es poderoso
para guardar hasta el último día lo que yo le he confiado.
Salmo 62, 2-9
EL ALMA SEDIENTA DE DIOS
¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
2
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré de manjares exquisitos,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Ant. Sé en quien he puesto mi fe, y estoy seguro que es poderoso
para guardar hasta el último día lo que yo le he confiado.

Ant. 2. La gracia de Dios no quedó infecunda en mí, sino que su


gracia permanece siempre en mí.
Cántico Dn 3,57-88. 56
TODA LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR
Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
3
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.

Fieras y ganados, bendecid al Señor;


ensalzadlo con himnos por los siglos.

Hijos de los hombres, bendecid al Señor;


bendiga Israel al Señor.

Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;


siervos del Señor, bendecid al Señor.

Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;


santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.

Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,


ensalzadlo con himnos por los siglos.

Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,


ensalcémoslo con himnos por los siglos.

Bendito el Señor en la bóveda del cielo,


alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.

No se dice gloria.
4
Ant. La gracia de Dios no quedó infecunda en mí, sino que su gracia
permanece siempre en mí.

Ant. 3. He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he


mantenido mi fe.

Salmo 149

ALEGRÍA DE LOS JUSTOS

Cantad al Señor un cántico nuevo,


resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.

Alabad su nombre con danzas,


cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.

Que los fieles festejen su gloria


y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:

para tomar venganza de los pueblos


y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.

Ejecutar la sentencia dictada


es un honor para todos sus fieles.

Ant. He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he


mantenido mi fe.

LECTURA BREVE I Pe 4, 13-14


Queridos hermanos: Estad alegres cuando compartís los
padecimientos de Cristo, para que, cuando se manifieste su gloria,
5
reboséis de gozo. Si os ultrajan por el nombre de Cristo, dichosos
vosotros: porque el Espíritu de la gloria, el Espíritu de Dios, reposa
sobre vosotros.

RESPONSORIO BREVE

V. Consagraron sus vidas al servicio de nuestro Señor Jesucristo.


R. Consagraron sus vidas al servicio de nuestro Señor Jesucristo.

V. Salieron contentos de haber merecido aquel ultraje.


R. Al servicio de nuestro Señor Jesucristo.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.


R. Consagraron sus vidas al servicio de nuestro Señor Jesucristo.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Dijo Simón Pedro: “Señor, ¿a quién vamos a ir? Tú tienes


palabras de vida eterna; y nosotros hemos creído y sabemos que tú
eres el Santo de Dios.

PRECES

Oremos, hermanos, a Cristo, el Señor, que quiso edificar su Iglesia


sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y digámosle confiados:

Bendice, Señor, a tu Iglesia.

Tú que rogaste por Pedro para que no se apagara su fe,


da firmeza a la fe de tu Iglesia.

Tú que, después de la resurrección, te apareciste a Simón Pedro y te


revelaste a Saulo,
ilumina nuestras mentes para que confesemos tu
resurrección.

Tú que elegiste al apóstol Pablo para que anunciara tu nombre a los


paganos,
haz de nosotros verdaderos apóstoles de tu Evangelio.
6
Tú que misericordiosamente perdonaste las negaciones de Pedro,
perdónanos también nuestras culpas y pecados.

Se pueden añadir algunas peticiones.

Oremos ahora al Padre, como Jesús enseñó a los apóstoles: Padre


nuestro.

Oración

Dios nuestro, que nos llenas de santa alegría con la solemnidad de


los santos apóstoles Pedro y Pablo, haz que tu Iglesia se mantenga
siempre fiel a las enseñanzas de estos apóstoles, de quienes recibió el
primer anuncio de la fe. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la


vida eterna.

R. Amén.
7
SANTO TOMÁS, APOSTOL

V. Señor, abre mis labios.


R. Y mi boca proclamará tu alabanza.

HIMNO
Vosotros, que escuchasteis la llamada
de viva voz que Cristo os dirigía,
abrid nuestro vivir y nuestra alma
al mensaje de amor que él nos envía.
Vosotros, que invitados al banquete
gustasteis el sabor del nuevo vino,
llenad el vaso, del amor que ofrece,
al sediento de Dios en su camino.
Vosotros, que tuvisteis tan gran suerte
de verle dar a muertos nueva vida,
no dejéis que el pecado y que la muerte
nos priven de la vida recibida.
Vosotros, que lo visteis ya glorioso,
hecho Señor de gloria sempiterna,
haced que nuestro amor conozca el gozo
de vivir junto a él la vida eterna. Amén.

SALMODIA
Ant. 1. Dijo Tomás: “Señor, si no sabemos adónde vas, ¿cómo
vamos a conocer el camino?” Respondióle Jesús: “Yo soy el camino,
la verdad y la vida.”
Salmo 62, 2-9
EL ALMA SEDIENTA DE DIOS
¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
8
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré de manjares exquisitos,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Ant. Dijo Tomás: “Señor, si no sabemos adónde vas, ¿cómo vamos
a conocer el camino?” Respondióle Jesús: “Yo soy el camino, la
verdad y la vida.”

Ant. 2. Tomás, llamado Dídimo, no estaba con ellos en el momento


de presentarse Jesús; dijéronle los otros discípulos: “Hemos visto al
Señor.”
Cántico Dn 3, 57-88. 56
TODA LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR
Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.

Lluvia y rocío, bendecid al Señor;


vientos todos, bendecid al Señor.
9
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor;
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.

Bendito el Señor en la bóveda del cielo,


alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.
10
No se dice gloria.

Ant. Tomás, llamado Dídimo, no estaba con ellos en el momento de


presentarse Jesús; dijéronle los otros discípulos: “Hemos visto al
Señor.”

Ant. 3. Trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo,


sino fiel.

Salmo 149

ALEGRÍA DE LOS JUSTOS

Cantad al Señor un cántico nuevo,


resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.

Alabad su nombre con danzas,


cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.

Que los fieles festejen su gloria


y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:

para tomar venganza de los pueblos


y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.

Ejecutar la sentencia dictada


es un honor para todos sus fieles.

Ant. Trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino


fiel.
11
LECTURA BREVE Ef 2, 19-22
Ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que sois ciudadanos del
pueblo de Dios y miembros de la familia de Dios. Estáis edificados
sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y el mismo Cristo
Jesús es la piedra angular. Por él todo el edificio queda ensamblado,
y se va levantando hasta formar un templo consagrado al Señor. Por
él también vosotros os vais integrando en la construcción, para ser
morada de Dios por el Espíritu.

RESPONSORIO BREVE

V. Los nombrarás príncipes sobre toda la tierra.


R. Los nombrarás príncipes sobre toda la tierra.
V. Harán memorable tu nombre, Señor.
R. Sobre toda la tierra.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Los nombrarás príncipes sobre toda la tierra.

CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. ¿No has creído, Tomás, sino después de haberme visto?
Dichosos los que sin ver han creído.

PRECES
Demos gracias a nuestro Padre que está en los cielos, porque por
medio de los apóstoles nos ha dado parte en la herencia de los
elegidos, y aclamémosle diciendo:
El coro de los apóstoles te alaba Señor.
Te alabamos, Señor, porque por medio de los apóstoles nos has dado
la mesa de tu cuerpo y de tu sangre:
en ella encontramos nuestra fuerza y nuestra vida.
Te alabamos, Señor, porque por medio de los apóstoles nos has
preparado la mesa de tu palabra:
12
por ella crecemos en el conocimiento de la verdad y se
acrecienta nuestro gozo.
Te alabamos, Señor, porque por medio de los apóstoles has fundado
tu Iglesia:
por ella nos edificas en la unidad de tu pueblo.
Te alabamos, Señor, porque por medio de los apóstoles nos has dado
el bautismo y la penitencia:
por ellos nos purificas de todas nuestras culpas.

Se pueden añadir algunas peticiones.

Concluyamos nuestra oración con la plegaria que Jesús enseñó a los


apóstoles: Padre nuestro.

Oración

Concédenos, Señor, celebrar con alegría la fiesta de santo Tomás;


que la intercesión de este apóstol, que reconoció y confesó a Cristo
como a su Señor y su Dios, nos haga crecer en la fe, para que así,
creyendo en Jesús, el Mesías, tengamos vida en su nombre. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la


vida eterna.

R. Amén.
13
SANTA MARÍA MAGDALENA

V. Señor, abre mis labios.


R. Y mi boca proclamará tu alabanza.

HIMNO
Finísimo fue el lino con que ella
fue tejiendo, a lo largo de su vida,
esa historia de amor que la hace bella
a los ojos de Dios y bendecida.
Supo trenzar con tino los amores
del cielo y de la tierra, y santamente
hizo altar del telar de sus labores,
oración desgranada lentamente.
Flor virgen, florecida en amor santo,
llenó el hogar de paz y joven vida,
su dulce fortaleza fue su encanto,
la fuerza de su amor, la fe vivida.
Una escuela de fe fue su regazo,
todos fueron dichosos a su vera,
su muerte en el Señor fue un tierno abrazo,
su vida será eterna primavera. Amén.

SALMODIA
Ant. 1. El primer día de la semana, muy de madrugada, cuando
todavía estaba oscuro, vino María Magdalena al sepulcro.
Salmo 62, 2-9
EL ALMA SEDIENTA DE DIOS

¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,


mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
14
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.

Toda mi vida te bendeciré


y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré de manjares exquisitos,
y mis labios te alabarán jubilosos.

En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.

Ant. El primer día de la semana, muy de madrugada, cuando todavía


estaba oscuro, vino María Magdalena al sepulcro.

Ant. 2. Busco al amor de mi alma, deseo ver a mi Señor; lo busco y


no encuentro dónde lo han dejado.

Cántico Dn 3, 57-88. 56

TODA LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR

Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,


ensalzadlo con himnos por los siglos.

Ángeles del Señor, bendecid al Señor;


cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.

Lluvia y rocío, bendecid al Señor;


vientos todos, bendecid al Señor.
15
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.

Bendito el Señor en la bóveda del cielo,


alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.
16
No se dice gloria.

Ant. Busco al amor de mi alma, deseo ver a mi Señor; lo busco y no


encuentro dónde lo han dejado. Aleluya.

Ant. 3. Mientras estaba llorando, se asomó María al sepulcro y vio a


dos ángeles vestidos de blanco. Aleluya.
Salmo 149
ALEGRÍA DE LOS JUSTOS
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:
para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.
Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.

Ant. Mientras estaba llorando, se asomó María al sepulcro y vio a


dos ángeles vestidos de blanco.

LECTURA BREVE Rm 12, 1-2


Os exhorto, por la misericordia de Dios, a presentar vuestros cuerpos
como hostia viva, santa, agradable a Dios; éste es vuestro culto
17
razonable. Y no os ajustéis a este mundo, sino transformaos por la
renovación de la mente, para que sepáis discernir lo que es la
voluntad de Dios, lo bueno, lo que agrada, lo perfecto.

RESPONSORIO BREVE

V. María, no llores más,


el Señor ha resucitado de entre los muertos.

R. María, no llores más,


el Señor ha resucitado de entre los muertos.
V. Ve a mis hermanos y diles:
R. El Señor ha resucitado de entre los muertos.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.


R. María, no llores más,
el Señor ha resucitado de entre los muertos.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Después de su resurrección, que tuvo lugar a la mañana del


primer día de la semana, Jesús se apareció primero a María
Magdalena, de la que había arrojado siete demonios.

PRECES
Unidos, hermanos, a las mujeres santas, aclamemos a Jesús, nuestro
Salvador, y supliquémosle diciendo:

Ven, Señor Jesús.


Señor Jesús, que perdonaste a la mujer pecadora sus muchos pecados
porque tenía mucho amor,
perdónanos también a nosotros porque hemos pecado
mucho.
Señor Jesús, que fuiste asistido en tu misión evangélica por mujeres
piadosas,
18
haz que también nosotros seamos fieles en nuestra misión
apostólica.

Señor Jesús, a quien María escuchaba y Marta servía,


concédenos servirte siempre con fe y amor.
Señor Jesús, que llamaste hermano, hermana y madre a todos los que
cumplen tu voluntad,
haz que todos nosotros la cumplamos siempre de palabra y
de obra.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Fieles a la recomendación del Salvador, digamos al Padre común:


Padre nuestro.

Oración
Dios nuestro, que quisiste que santa María Magdalena fuese la
primera en recibir de tu unigénito la misión de anunciar el gozo
pascual, concédenos, por su intercesión, que, siguiendo su ejemplo,
demos a conocer a Cristo resucitado y merezcamos contemplarlo
luego reinando en tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la
vida eterna.
R. Amén.
19
SANTIAGO, APÓSTOL

V. Señor, abre mis labios.


R. Y mi boca proclamará tu alabanza.

HIMNO
Vosotros, que escuchasteis la llamada
de viva voz que Cristo os dirigía,
abrid nuestro vivir y nuestra alma
al mensaje de amor que él nos envía.
Vosotros, que invitados al banquete
gustasteis el sabor del nuevo vino,
llenad el vaso, del amor que ofrece,
al sediento de Dios en su camino.
Vosotros, que tuvisteis tan gran suerte
de verle dar a muertos nueva vida,
no dejéis que el pecado y que la muerte
nos priven de la vida recibida.
Vosotros, que lo visteis ya glorioso,
hecho Señor de gloria sempiterna,
haced que nuestro amor conozca el gozo
de vivir junto a él la vida eterna. Amén.

SALMODIA
Ant. 1. Caminando Jesús vio a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo,
y los llamó.
Salmo 62, 2-9
EL ALMA SEDIENTA DE DIOS
¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
20
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré de manjares exquisitos,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.

Ant. Caminando Jesús vio a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, y


los llamó.

Ant. 2. Ellos, dejando al momento las redes y a su padre, lo


siguieron.

Cántico Dn 3, 57-88. 56

TODA LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR

Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,


ensalzadlo con himnos por los siglos.

Ángeles del Señor, bendecid al Señor;


cielos, bendecid al Señor.

Aguas del espacio, bendecid al Señor;


ejércitos del Señor, bendecid al Señor.

Sol y luna, bendecid al Señor;


astros del cielo, bendecid al Señor.

Lluvia y rocío, bendecid al Señor;


vientos todos, bendecid al Señor.
21
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor;
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.

Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;


siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.
22
No se dice gloria.

Ant. Ellos, dejando al momento las redes y a su padre, lo siguieron.

Ant. 3. Cierto que beberéis el cáliz que yo he de beber y que


recibiréis el bautismo que yo he de recibir.
Salmo 149
ALEGRÍA DE LOS JUSTOS
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:
para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.
Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.
Ant. Cierto que beberéis el cáliz que yo he de beber y que recibiréis
el bautismo que yo he de recibir.

LECTURA BREVE Ef 2, 19-22


Ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que sois ciudadanos del
pueblo de Dios y miembros de la familia de Dios. Estáis edificados
sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y el mismo Cristo
23
Jesús es la piedra angular. Por él todo el edificio queda ensamblado,
y se va levantando hasta formar un templo consagrado al Señor. Por
él también vosotros os vais integrando en la construcción, para ser
morada de Dios por el Espíritu.

RESPONSORIO BREVE
V. Los nombrarás príncipes sobre toda la tierra.
R. Los nombrarás príncipes sobre toda la tierra.
V. Harán memorable tu nombre, Señor.
R. Sobre toda la tierra.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Los nombrarás príncipes sobre toda la tierra.

CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y
los llevó aparte a un alto monte, y se transfiguró en su presencia.

PRECES
Demos gracias a nuestro Padre que está en los cielos, porque por
medio de los apóstoles nos ha dado parte en la herencia de los
elegidos, y aclamémosle diciendo:
El coro de los apóstoles te alaba Señor.
Te alabamos, Señor, porque por medio de los apóstoles nos ha dado
la mesa de tu cuerpo y de tu sangre:
en ella encontramos nuestra fuerza y nuestra vida.
Te alabamos, Señor, porque por medio de los apóstoles nos has
preparado la mesa de tu palabra:
por ella crecemos en el conocimiento de la verdad y se
acrecienta nuestro gozo.
Te alabamos, Señor, porque por medio de los apóstoles has fundado
tu Iglesia:
por ella nos edificas en la unidad de tu pueblo.
24

Te alabamos, Señor, porque por medio de los apóstoles nos has dado
el bautismo y la penitencia:
por ellos nos purificas de todas nuestras culpas.

Se pueden añadir algunas peticiones.

Concluyamos nuestra oración con la plegaria que Jesús enseñó a los


apóstoles: Padre nuestro.

Oración
Dios todopoderoso y eterno, que quisiste que Santiago fuera el
primero de entre los apóstoles en derramar su sangre por la
predicación del Evangelio, fortalece a tu Iglesia con el testimonio de
su martirio y confórtala con su valiosa protección. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la


vida eterna.

R. Amén.

LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR


25
V. Señor, abre mis labios.
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.

HIMNO
Jesús de dulce memoria,
que das la paz verdadera;
más dulce que toda miel
es tu divina presencia.
Nada se canta más suave,
ni grato se experimenta,
ni alegría mayor hay
que de Cristo un alma llena.
Jesús, tu dulzura excede
--fuente de paz verdadera--
todos los gozos humanos,
cuanto el hombre soñar pueda.
Si nuestras mentes visitas,
la luz de verdad destella,
el mundo aparece vano,
todo, tu amor lo supera.
Danos, benigno, perdón,
de la gracia gran cosecha;
haz que gocemos perennes
de tu esplendor la presencia.
Cantamos tus alabanzas,
Jesús, sentado a la diestra
de tu Padre, cuyo Amor
tu ser divino revela. Amén.

Ant. 1. Hoy en el monte el Señor Jesucristo brillaba en su rostro


como el sol y resplandecía en sus vestidos como la luz.

Salmo 62, 2-9


EL ALMA SEDIENTA DE DIOS
26
¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré de manjares exquisitos,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Ant. Hoy en el monte el Señor Jesucristo brillaba en su rostro como
el sol y resplandecía en sus vestidos como la luz.

Ant. 2. Hoy, al transfigurarse el Señor y al escucharse la voz del


Padre, que daba testimonio de él, fueron vistos Moisés y Elías,
circundados de gloria y hablando de la muerte que Jesús iba a
padecer.
Cántico Dn 3, 57-88. 56
TODA LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR
Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
27
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor;
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
28
Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.

No se dice gloria.

Ant. Hoy, al transfigurarse el Señor y al escucharse la voz del Padre,


que daba testimonio de él, fueron vistos Moisés y Elías, circundados
de gloria y hablando de la muerte que Jesús iba a padecer.

Ant. 3. La ley se nos dio por mediación de Moisés y la profecía por


mediación de Elías: ambos se han aparecido hoy, circundados de
gloria y conversando con el Señor en el monte santo.

Salmo 149

ALEGRÍA DE LOS JUSTOS

Cantad al Señor un cántico nuevo,


resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.

Alabad su nombre con danzas,


cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.

Que los fieles festejen su gloria


y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:

para tomar venganza de los pueblos


y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.
29
Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.
Ant. La ley se nos dio por mediación de Moisés y la profecía por
mediación de Elías: ambos se han aparecido hoy, circundados de
gloria y conversando con el Señor en el monte santo.

LECTURA BREVE Ap 21, 10. 23


El ángel me transportó en espíritu a un monte altísimo y me enseñó
la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios. La
ciudad no necesita ni del sol ni de la luna que la alumbren, porque la
ilumina la gloria de Dios, y su lámpara es el Cordero.

RESPONSORIO BREVE
V. Lo coronaste, Señor, de gloria y dignidad.
Aleluya, aleluya.
R. Lo coronaste, Señor, de gloria y dignidad.
Aleluya, aleluya.
V. Lo colocaste por encima de todas tus creaturas.
R. Aleluya, aleluya.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Lo coronaste, Señor, de gloria y dignidad.
Aleluya, aleluya.

CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. De la nube salió una voz que dijo: “Este es mi Hijo, amado, en
quien tengo mis complacencias, escuchadlo.” Aleluya.

PRECES
Acudamos al Padre, que maravillosamente transfiguró a Jesucristo,
nuestro Salvador, en el monte santo, y digámosle con fe:
Que tu luz, Señor, nos haga ver la luz.
30
Padre lleno de amor, tú que transfiguraste a tu Hijo amado en la
montaña santa y, por medio de la nube luminosa, te manifestaste a ti
mismo,
haz que escuchemos siempre fielmente la voz de tu Hijo
amado.

Señor, tú que nos nutres de lo sabroso de tu casa y nos das a beber


del torrente de tus delicias,
haz que sepamos contemplar en la gloria de tu Hijo
transfigurado nuestra futura condición gloriosa.

Tú que hiciste que del seno de las tinieblas brillara la luz y has
hecho brillar nuestros corazones para que contemplaran tu gloria en
el rostro de Cristo,
haz que tu Iglesia viva atenta a la contemplación de las
maravillas de tu Hijo amado.

Tú que nos has llamado con una vocación santa, por tu gracia
manifestada con la aparición de nuestro Salvador, Cristo Jesús,
ilumina a todos los hombres con el Evangelio, para que
lleguen al conocimiento de la vida incorruptible.

Padre amantísimo, tú que nos has tenido un amor tan grande que has
querido nos llamáramos hijos tuyos y que lo fuéramos en verdad,
haz que, cuando Cristo se manifieste en su gloria, nosotros
seamos semejantes a él.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Ya que Dios nos ha llamado a ser sus hijos, acudamos a nuestro


Padre, diciendo: Padre nuestro:

Oración

Señor Dios, que en la gloriosa transfiguración de Jesucristo


confirmaste los misterios de la fe con el testimonio de Moisés y de
Elías, y nos hiciste entrever en la gloria de tu Hijo la grandeza de
nuestra definitiva adopción filial, haz que escuchemos siempre la voz
31
de tu Hijo amado y lleguemos a ser un día sus coherederos en la
gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la


vida eterna.

R. Amén.

SAN LORENZO, DIÁCONO Y MÁRTIR


32

V. Señor, abre mis labios.


R. Y mi boca proclamará tu alabanza.

HIMNO
Palabra del Señor ya rubricada
es la vida del mártir, ofrecida
como prueba fiel de que la espada
no puede ya truncar la fe vivida.
Fuente de fe y de luz es su memoria,
coraje para el justo en la batalla
del bien, de la verdad, siempre victoria
que, en vida y muerte, el justo en Cristo halla.
Martirio es el dolor de cada día,
si en Cristo y con amor es aceptado,
fuego lento de amor que en la alegría
de servir al Señor es consumado.
Concédenos, oh Padre, sin medida,
y tú, Señor Jesús crucificado,
el fuego del Espíritu de vida
para vivir el don que nos has dado. Amén.

SALMODIA
Ant. 1. Mi alma está unida a ti, ya que por ti, Dios mío, ha sido
quemada mi carne con el fuego.
Salmo 62, 2-9

EL ALMA SEDIENTA DE DIOS


¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
33
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.

Toda mi vida te bendeciré


y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré de manjares exquisitos,
y mis labios te alabarán jubilosos.

En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.

Ant. Mi alma está unida a ti, ya que por ti, Dios mío, ha sido
quemada mi carne con el fuego.

Ant. 2. El Señor ha enviado a su ángel y me ha librado del fuego; así


no he sentido el ardor.

Cántico Dn 3, 57-88. 56

TODA LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR

Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,


ensalzadlo con himnos por los siglos.

Ángeles del Señor, bendecid al Señor;


cielos, bendecid al Señor.

Aguas del espacio, bendecid al Señor;


ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
34
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor,
rayos y nubes, bendecid al Señor
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por lo siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid a Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor;
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor;
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.
35
Ant. El Señor ha enviado a su ángel y me ha librado del fuego; así
no he sentido el ardor.

Ant. 3. El bienaventurado Lorenzo oraba, diciendo: “Te doy gracias.


Señor, porque he merecido entrar en tu reino.”

Salmo 149

ALEGRÍA DE LOS SANTOS

Cantad al Señor un cántico nuevo,


resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.

Alabad su nombre con danzas,


cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.

Que los fieles festejen su gloria


y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:

para tomar venganza de los pueblos


y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.

Ejecutar la sentencia dictada


es un honor para todos sus fieles.
Ant. El bienaventurado Lorenzo oraba, diciendo: “Te doy gracias.
Señor, porque he merecido entrar en tu reino.”

LECTURA BREVE 2Co 1, 3-5


Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de
misericordia y Dios de todo consuelo; él nos consuela en todas
36
nuestras luchas, para poder nosotros consolar a los que están en toda
tribulación, mediante el consuelo con que nosotros somos consolados
por Dios. Porque si es cierto que los sufrimientos de Cristo rebosan
sobre nosotros, también por Cristo rebosa nuestro consuelo.

RESPONSORIO BREVE

V. El Señor es mi fuerza y mi energía.


R. El Señor es mi fuerza y mi energía.
V. Él es mi salvación.
R. Y mi energía.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.


R. El Señor es mi fuerza y mi energía.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Hijo mío, no temas, que contigo estoy yo; cuando pases por el
fuego, no te quemarás, la llama no te abrasara.

PRECES

Celebremos, amados hermanos, a Jesús, el testigo fiel, y al recordar


hoy a los santos mártires sacrificados, a causa de la palabra de Dios,
aclamémosle diciendo:

Nos has comprado, Señor, con tu sangre.

Por la intercesión de los santos mártires que entregaron libremente su


vida como testimonio de la fe,
concédenos, Señor, la verdadera libertad de espíritu.

Por la intercesión de los santos mártires que proclamaron la fe hasta


derramar su sangre,
concédenos, Señor, la integridad y constancia de la fe.

Por la intercesión de los santos mártires que soportando la cruz


siguieron tus pasos,
37
concédenos, Señor, soportar con generosidad las
contrariedades de la vida.
Por la intercesión de los santos mártires que blanquearon su manto
en la sangre del Cordero,
concédenos, Señor, vencer las obras del mundo y de la
carne.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Dirijamos ahora nuestra oración al Padre que está en los cielos,


diciendo: Padre nuestro.

ORACIÓN

Dios nuestro, que inflamaste con el fuego de tu amor a san Lorenzo,


para que brillara por la fidelidad a su servicio diaconal y por la gloria
de un heroico martirio, haz que nosotros te amemos siempre como él
te amó, y practiquemos lo que él enseñó. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la


vida eterna.

R. Amén.
38

CÁNTICO DE ZACARIAS Lc. 1,68-79

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,


porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con
nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

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