Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
HIMNO
Cuando el gallo, tres veces
negaste a tu Maestro;
y él tres veces te dijo:
¿Me amas más que éstos?
Se te puso triste
tu llanto y tu silencio:
pero la Voz te habló
de apacentar corderos.
Tu pecado quemante
se convirtió en incendio,
y abriste tus dos brazos
al madero sangriento.
La cabeza hacia abajo
y el corazón al cielo:
porque, cuando aquel gallo,
negaste a tu Maestro. Amén.
SALMODIA
Ant. 1. Sé en quien he puesto mi fe, y estoy seguro que es poderoso
para guardar hasta el último día lo que yo le he confiado.
Salmo 62, 2-9
EL ALMA SEDIENTA DE DIOS
¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
2
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré de manjares exquisitos,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Ant. Sé en quien he puesto mi fe, y estoy seguro que es poderoso
para guardar hasta el último día lo que yo le he confiado.
No se dice gloria.
4
Ant. La gracia de Dios no quedó infecunda en mí, sino que su gracia
permanece siempre en mí.
Salmo 149
RESPONSORIO BREVE
CÁNTICO EVANGÉLICO
PRECES
Oración
CONCLUSIÓN
R. Amén.
7
SANTO TOMÁS, APOSTOL
HIMNO
Vosotros, que escuchasteis la llamada
de viva voz que Cristo os dirigía,
abrid nuestro vivir y nuestra alma
al mensaje de amor que él nos envía.
Vosotros, que invitados al banquete
gustasteis el sabor del nuevo vino,
llenad el vaso, del amor que ofrece,
al sediento de Dios en su camino.
Vosotros, que tuvisteis tan gran suerte
de verle dar a muertos nueva vida,
no dejéis que el pecado y que la muerte
nos priven de la vida recibida.
Vosotros, que lo visteis ya glorioso,
hecho Señor de gloria sempiterna,
haced que nuestro amor conozca el gozo
de vivir junto a él la vida eterna. Amén.
SALMODIA
Ant. 1. Dijo Tomás: “Señor, si no sabemos adónde vas, ¿cómo
vamos a conocer el camino?” Respondióle Jesús: “Yo soy el camino,
la verdad y la vida.”
Salmo 62, 2-9
EL ALMA SEDIENTA DE DIOS
¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
8
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré de manjares exquisitos,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Ant. Dijo Tomás: “Señor, si no sabemos adónde vas, ¿cómo vamos
a conocer el camino?” Respondióle Jesús: “Yo soy el camino, la
verdad y la vida.”
Salmo 149
RESPONSORIO BREVE
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. ¿No has creído, Tomás, sino después de haberme visto?
Dichosos los que sin ver han creído.
PRECES
Demos gracias a nuestro Padre que está en los cielos, porque por
medio de los apóstoles nos ha dado parte en la herencia de los
elegidos, y aclamémosle diciendo:
El coro de los apóstoles te alaba Señor.
Te alabamos, Señor, porque por medio de los apóstoles nos has dado
la mesa de tu cuerpo y de tu sangre:
en ella encontramos nuestra fuerza y nuestra vida.
Te alabamos, Señor, porque por medio de los apóstoles nos has
preparado la mesa de tu palabra:
12
por ella crecemos en el conocimiento de la verdad y se
acrecienta nuestro gozo.
Te alabamos, Señor, porque por medio de los apóstoles has fundado
tu Iglesia:
por ella nos edificas en la unidad de tu pueblo.
Te alabamos, Señor, porque por medio de los apóstoles nos has dado
el bautismo y la penitencia:
por ellos nos purificas de todas nuestras culpas.
Oración
CONCLUSIÓN
R. Amén.
13
SANTA MARÍA MAGDALENA
HIMNO
Finísimo fue el lino con que ella
fue tejiendo, a lo largo de su vida,
esa historia de amor que la hace bella
a los ojos de Dios y bendecida.
Supo trenzar con tino los amores
del cielo y de la tierra, y santamente
hizo altar del telar de sus labores,
oración desgranada lentamente.
Flor virgen, florecida en amor santo,
llenó el hogar de paz y joven vida,
su dulce fortaleza fue su encanto,
la fuerza de su amor, la fe vivida.
Una escuela de fe fue su regazo,
todos fueron dichosos a su vera,
su muerte en el Señor fue un tierno abrazo,
su vida será eterna primavera. Amén.
SALMODIA
Ant. 1. El primer día de la semana, muy de madrugada, cuando
todavía estaba oscuro, vino María Magdalena al sepulcro.
Salmo 62, 2-9
EL ALMA SEDIENTA DE DIOS
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Cántico Dn 3, 57-88. 56
RESPONSORIO BREVE
CÁNTICO EVANGÉLICO
PRECES
Unidos, hermanos, a las mujeres santas, aclamemos a Jesús, nuestro
Salvador, y supliquémosle diciendo:
Oración
Dios nuestro, que quisiste que santa María Magdalena fuese la
primera en recibir de tu unigénito la misión de anunciar el gozo
pascual, concédenos, por su intercesión, que, siguiendo su ejemplo,
demos a conocer a Cristo resucitado y merezcamos contemplarlo
luego reinando en tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la
vida eterna.
R. Amén.
19
SANTIAGO, APÓSTOL
HIMNO
Vosotros, que escuchasteis la llamada
de viva voz que Cristo os dirigía,
abrid nuestro vivir y nuestra alma
al mensaje de amor que él nos envía.
Vosotros, que invitados al banquete
gustasteis el sabor del nuevo vino,
llenad el vaso, del amor que ofrece,
al sediento de Dios en su camino.
Vosotros, que tuvisteis tan gran suerte
de verle dar a muertos nueva vida,
no dejéis que el pecado y que la muerte
nos priven de la vida recibida.
Vosotros, que lo visteis ya glorioso,
hecho Señor de gloria sempiterna,
haced que nuestro amor conozca el gozo
de vivir junto a él la vida eterna. Amén.
SALMODIA
Ant. 1. Caminando Jesús vio a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo,
y los llamó.
Salmo 62, 2-9
EL ALMA SEDIENTA DE DIOS
¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
20
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré de manjares exquisitos,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Cántico Dn 3, 57-88. 56
RESPONSORIO BREVE
V. Los nombrarás príncipes sobre toda la tierra.
R. Los nombrarás príncipes sobre toda la tierra.
V. Harán memorable tu nombre, Señor.
R. Sobre toda la tierra.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Los nombrarás príncipes sobre toda la tierra.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y
los llevó aparte a un alto monte, y se transfiguró en su presencia.
PRECES
Demos gracias a nuestro Padre que está en los cielos, porque por
medio de los apóstoles nos ha dado parte en la herencia de los
elegidos, y aclamémosle diciendo:
El coro de los apóstoles te alaba Señor.
Te alabamos, Señor, porque por medio de los apóstoles nos ha dado
la mesa de tu cuerpo y de tu sangre:
en ella encontramos nuestra fuerza y nuestra vida.
Te alabamos, Señor, porque por medio de los apóstoles nos has
preparado la mesa de tu palabra:
por ella crecemos en el conocimiento de la verdad y se
acrecienta nuestro gozo.
Te alabamos, Señor, porque por medio de los apóstoles has fundado
tu Iglesia:
por ella nos edificas en la unidad de tu pueblo.
24
Te alabamos, Señor, porque por medio de los apóstoles nos has dado
el bautismo y la penitencia:
por ellos nos purificas de todas nuestras culpas.
Oración
Dios todopoderoso y eterno, que quisiste que Santiago fuera el
primero de entre los apóstoles en derramar su sangre por la
predicación del Evangelio, fortalece a tu Iglesia con el testimonio de
su martirio y confórtala con su valiosa protección. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo.
CONCLUSIÓN
R. Amén.
HIMNO
Jesús de dulce memoria,
que das la paz verdadera;
más dulce que toda miel
es tu divina presencia.
Nada se canta más suave,
ni grato se experimenta,
ni alegría mayor hay
que de Cristo un alma llena.
Jesús, tu dulzura excede
--fuente de paz verdadera--
todos los gozos humanos,
cuanto el hombre soñar pueda.
Si nuestras mentes visitas,
la luz de verdad destella,
el mundo aparece vano,
todo, tu amor lo supera.
Danos, benigno, perdón,
de la gracia gran cosecha;
haz que gocemos perennes
de tu esplendor la presencia.
Cantamos tus alabanzas,
Jesús, sentado a la diestra
de tu Padre, cuyo Amor
tu ser divino revela. Amén.
No se dice gloria.
Salmo 149
RESPONSORIO BREVE
V. Lo coronaste, Señor, de gloria y dignidad.
Aleluya, aleluya.
R. Lo coronaste, Señor, de gloria y dignidad.
Aleluya, aleluya.
V. Lo colocaste por encima de todas tus creaturas.
R. Aleluya, aleluya.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Lo coronaste, Señor, de gloria y dignidad.
Aleluya, aleluya.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. De la nube salió una voz que dijo: “Este es mi Hijo, amado, en
quien tengo mis complacencias, escuchadlo.” Aleluya.
PRECES
Acudamos al Padre, que maravillosamente transfiguró a Jesucristo,
nuestro Salvador, en el monte santo, y digámosle con fe:
Que tu luz, Señor, nos haga ver la luz.
30
Padre lleno de amor, tú que transfiguraste a tu Hijo amado en la
montaña santa y, por medio de la nube luminosa, te manifestaste a ti
mismo,
haz que escuchemos siempre fielmente la voz de tu Hijo
amado.
Tú que hiciste que del seno de las tinieblas brillara la luz y has
hecho brillar nuestros corazones para que contemplaran tu gloria en
el rostro de Cristo,
haz que tu Iglesia viva atenta a la contemplación de las
maravillas de tu Hijo amado.
Tú que nos has llamado con una vocación santa, por tu gracia
manifestada con la aparición de nuestro Salvador, Cristo Jesús,
ilumina a todos los hombres con el Evangelio, para que
lleguen al conocimiento de la vida incorruptible.
Padre amantísimo, tú que nos has tenido un amor tan grande que has
querido nos llamáramos hijos tuyos y que lo fuéramos en verdad,
haz que, cuando Cristo se manifieste en su gloria, nosotros
seamos semejantes a él.
Oración
CONCLUSIÓN
R. Amén.
HIMNO
Palabra del Señor ya rubricada
es la vida del mártir, ofrecida
como prueba fiel de que la espada
no puede ya truncar la fe vivida.
Fuente de fe y de luz es su memoria,
coraje para el justo en la batalla
del bien, de la verdad, siempre victoria
que, en vida y muerte, el justo en Cristo halla.
Martirio es el dolor de cada día,
si en Cristo y con amor es aceptado,
fuego lento de amor que en la alegría
de servir al Señor es consumado.
Concédenos, oh Padre, sin medida,
y tú, Señor Jesús crucificado,
el fuego del Espíritu de vida
para vivir el don que nos has dado. Amén.
SALMODIA
Ant. 1. Mi alma está unida a ti, ya que por ti, Dios mío, ha sido
quemada mi carne con el fuego.
Salmo 62, 2-9
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Ant. Mi alma está unida a ti, ya que por ti, Dios mío, ha sido
quemada mi carne con el fuego.
Cántico Dn 3, 57-88. 56
Salmo 149
RESPONSORIO BREVE
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Hijo mío, no temas, que contigo estoy yo; cuando pases por el
fuego, no te quemarás, la llama no te abrasara.
PRECES
ORACIÓN
CONCLUSIÓN
R. Amén.
38