El Diccionario Larousse define violencia como: “Acción injusta con que se ofende
o perjudica a alguien. Coacción física ejercida sobre una persona y obligándola a ejecutar un acto determinado por medio de la fuerza física o moral a hacer algo contra su voluntad”. Se analizará la violencia y sus diferentes manifestaciones siguiendo el artículo 19 de la Convención sobre los Derechos del Niño y la Observación General N° 13 del Comité de los Derechos del Niño, la cual establece que se entiende por violencia “toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se en cuentre bajo la custodia de los padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo”.
Forma de maltrato psicológico:
abuso mental, agresión verbal y descuido emocional. Se manifiesta como una relación perjudicial persistente con el niño, como hacerle creer que no vale nada, que no es amado ni querido, que está en peligro o que sólo sirve para satisfacer las necesidades de otros, asustar al niño, aterrorizarlo y amenazarlo; explotarlo y corromperlo; desdeñarlo y rechazarlo; aislarlo, ignorarlo, discriminarlo, insultarlo, injuriarlo, humillarlo, menospreciarlo, ridiculizarlo y herir sus sentimientos. Exponerlo a la violencia doméstica o desatender sus necesidades afectivas, su salud mental y sus necesidades médicas médicas y educativas. “Diferentes estudios informan que los episodios de agresión y/o violencia en las escuelas producen en los niños daños físicos y emocionales, estrés, desmotivación, ausentismo, e incluso efectos negativos en el rendimiento escolar por estrés postraumático en los afectados”
“Violencia en las Escuelas. Una lección Diaria “.
Unicef: La mitad de los adolescentes del mundo sufre violencia en la escuela El informe consigna que en Chile un 15% de los estudiantes entre 13 y 15 años dijeron haber sido víctimas de bullying en el último mes y un 29% reportaron haber participado en una pelea física con algún compañero en el último año. En este sentido, la violencia es síntoma de una época actual, donde tiende a predominar el sinsentido, narcisismo e indiferencia. La violencia en el NSE Bajo cumple cabalmente esta postura, en tanto es una violencia principalmente colectiva-grupal, que tiene su origen en el reconocimiento social y donde se pretende buscar fundamentalmente la pertenencia. La victima en este sentido, es el diferente, el desconocido, aquel que queda excluido de las lógicas grupales.
Medidas para poner fin a la violencia
Para poner fin a la violencia en las escuelas, UNICEF y sus aliados hacen un llamamiento para que se adopten medidas urgentes en relación con los siguientes ámbitos: .Implementar políticas y leyes que protejan a los estudiantes de la violencia en las escuelas. .Reforzar las medidas de prevención y respuesta en las escuelas. Instar a las comunidades y a las personas a que se sumen a los estudiantes para denunciar la violencia y trabajen para cambiar las costumbres en las aulas y en las comunidades. .Realizar inversiones más efectivas y específicas en soluciones que hayan demostrado ayudar a los estudiantes y a las escuelas a permanecer seguros. .Recopilar datos desglosados de mayor calidad acerca de la violencia contra los niños dentro y fuera de las escuelas y compartir aquello que funcione. ¿Cómo pueden aportar los estudiantes a la prevención de la violencia? Informando a sus apoderados, padres o docentes cuando es agredido. Si un compañero sufre maltrato o acoso, informar a docentes o encargados de Convivencia. Buscar soluciones en actividades participativas (Consejo de Curso, asambleas de grupo, Centro de Alumnos). Participar en las acciones de prevención que el establecimiento contemple. ¿Cómo pueden aportar las familias y apoderados? Conociendo el Protocolo de actuación frente a situaciones de maltrato, acoso y violencia entre integrantes de la comunidad educativa. Manteniendo una comunicación adecuada y permanente con sus hijos o pupilos. Poniendo atención a cambios significativos de conducta. Buscando orientación en el establecimiento o en otras instituciones cuando tienen dudas sobre una posible situación de violencia. ¿Cómo pueden aportar los docentes? Integrar en planes y programas mecanismos de prevención de maltrato, acoso escolar y cyberbullying. Promover la empatía y el respeto entre los integrantes de la comunidad educativa. Propiciar la identificación y reflexión sobre los estereotipos y prejuicios. Fomentar la solidaridad, el trabajo en equipo y la cohesión entre los estudiantes. Enseñando a identificar situaciones de violencia. Realizar las acciones señaladas en los protocolos de actuación. ¿Qué deben hacer los establecimientos para prevenir este tipo de situaciones? Contar con Consejo Escolar o Comité de Buena Convivencia y Encargado(a) de Convivencia. Integrar actividades de prevención en el Plan de Gestión de Convivencia y el Plan de Mejoramiento Educativo (PME). Disponer de un Reglamento Interno que incluya protocolos de actuación para enfrentar situaciones de violencia física o psicológica, causadas a través de cualquier medio. Promover la gestión colaborativa de conflictos y la ciudadanía digital. Capacitar a los docentes, asistentes de la educación y directivos en temáticas convivencia escolar como: maltrato, acoso escolar o violencia. Importante: Cualquier medida que se adopte con los estudiantes, debe tener en consideración la edad y el grado de madurez, así como el desarrollo emocional y las características personales de los involucrados. En la aplicación de estas medidas deberá resguardarse el interés superior del niño y el principio de proporcionalidad.
La Superintendencia de Educación fiscalizará a los establecimientos que, habiendo conocido un hecho de maltrato, violencia o acoso escolar por cualquier medio, incluido el tecnológico, que no hayan adaptado las medidas correspondientes, de acuerdo a su reglamento Interno y protocolo de actuación. ¿Qué información debe contener el Protocolo? Acciones y etapas que componen el procedimiento mediante el cual se recibirán y resolverán denuncias o situaciones relacionadas con hechos de violencia. Responsables de implementar el protocolo, las acciones y medidas que se dispongan. Plazos para la resolución y pronunciamiento en relación a los hechos o conflictos planteados. Medidas que involucren a los padres, apoderados o adultos responsables de los estudiantes afectados. Canales de comunicación para contactarlos, en caso de ser necesario. Estrategias de resguardo dirigidas a estudiantes o párvulos afectados, deben incluir apoyos pedagógicos y psicosociales que la institución pueda proporcionar. Derivación a organismos competentes, tales como, la Oficina de Protección de Derechos (OPD) u otras redes de apoyo comunales. Medidas formativas, pedagógicas y/o de apoyo psicosocial aplicables a los estudiantes involucrados en los hechos que originan la activación del protocolo. Cuando existan adultos involucrados en los hechos, el protocolo debe establecer medidas destinadas a resguardar la integridad de los estudiantes, las que deberán ser aplicadas conforme la gravedad del caso[1]. Incluir acciones vinculadas a la promoción del desarrollo de habilidades protectoras como el autocontrol y la resolución de conflictos, destinadas a disminuir factores de riesgo como depresión, conductas suicidas o autolesivas. Procedimiento mediante el cual los funcionarios del establecimiento cumplirán el deber de informar a los Tribunales de Familia, de cualquier hecho que constituya una vulneración de derechos en contra de un estudiante o párvulo, tan pronto lo advierta, a través de oficios, cartas, correos electrónicos u otros medios. Pasos a seguir por los funcionarios del establecimiento cuando existan antecedentes que hagan presumir la existencia de un delito, para proceder a la denuncia en Ministerio Público, Carabineros de Chile, Policía de Investigaciones o ante cualquier tribunal con competencia penal.
Programa Habilidades para la Vida (JUNAEB, 2006) Sin ser necesariamente un
programa que se enfoca específicamente en la intervención en violencia escolar, el programa habilidades para la vida de la JUNAEB128, ofrece una alternativa de prevención real para factores de riesgo que pueden llevar a conductas agresivas en el contexto escolar. Este programa data desde 1998 y tiene como referente teórico la salud mental infantil, que se entiende como la capacidad para establecer y sostener relaciones interpersonales y el mantener un desarrollo psicológico progresivo y persistente. Sus objetivos son a) Desarrollar en la comunidad educativa, comportamientos y relaciones efectivas, promotoras de la salud metal y el autocuidado. b) Proporcionar a los educadores, competencias y metodologías, que les permitan abordar de manera efectiva, la diversidad de necesidades psicosociales, propias del ámbito escolar de los alumnos y sus ambientes familiares. c) Detectar precozmente a niños que presenten factores y condiciones de riesgo psicosocial en el hogar y escuela y derivar a una atención oportuna a aquellos que presenten trastornos de salud mental. d) Modificar factores y comportamientos de riesgo psicosocial, a través de acciones preventivas con los niños, que incorporen a su vez a sus padres y profesores e) Articular y desarrollar la Red de Apoyo Comunal a la salud mental en la escuela, que permita una coordinación eficaz y regular entre el programa, las organizaciones comunitarias, los centros de salud y otras instituciones de apoyo a la infancia, existentes a nivel local. Su población objetivo corresponde a estudiantes de 1º y 2º Nivel de Transición y de 1º a 3º básico (4 - 8 años). Como se puede establecer a través de sus objetivos, el fin de este programa es poder disminuir los factores de riesgo existentes en la población escolar de este tramo de edad y potenciar los factores protectores. Para eso trabaja en tres niveles de intervención 1. Promoción para Todos (promoción del bienestar y desarrollo psicosocial en la comunidad educativa): en esta área se trabaja en talleres de padres y educadoras de párvulos; taller de autocuidado del profesor; asesoría de profesores para el trabajo en el aula y asesoría a profesores para reuniones de padres y apoderados. 2. Prevención para Algunos (Detección de problemas psicosociales y conductas de riesgo): esto se realiza en dos ámbitos: a) Sistema de Alerta Temprana: a través de la aplicación universal de instrumentos en 1º básico. b) Prevención Selectiva y Focalizada a población en riesgo detectada: a través de talleres en 2º básico, que busca reducir el impacto de factores de riesgo como agresividad, hiperactividad, bajos logros cognitivos, timidez y potenciar la influencia de factores protectores, como la comunicación, sociabilidad y expresión de sentimientos. 128 Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas 132 3. Derivación de pocos (derivación a atención y seguimiento de niños detectados con problemas de salud mental y psicosociales): supone la detección y derivación a la red de salud especializada de niños con trastornos de salud mental. Este programa tiene evaluaciones hechas sobre la efectividad de sus modelos de prevención, donde se muestra que el programa es efectivo para la reducción de factores de riesgo, aumento de motivación para el aprendizaje y de las capacidades de atención y concentración, así como la disminución de agresividad (JUNAEB, 2005) Modelos de Intervención. Los modelos de intervención en el país, se encuentran poco difundidos y de los que existen, pocos son aquellos que han sido sistematizados, de modo de poder entregar algún tipo de información efectiva sobre su ejecución. Existe tan poca información al respecto, que incluso en libros de recopilación de experiencias como el de Varela & Tijmes (2007), se muestran no solo aquellas experiencias vigentes, sino también algunas que dejaron de ejecutarse hace un tiempo ya. El MINEDUC, informa a través de notas de prensa sobre algunas experiencias de mediación por ejemplo, pero no ha mostrado voluntad en difundir estas experiencias de modo que puedan ser compartidas con el resto de la comunidad. Así como son poco conocidas las experiencias, en las pocas que se conocen existe cierta redundancia en las temáticas y enfoques de aplicación. Predomina por cierto el concepto de convivencia escolar y el de resolución alternativa de conflictos como la mediación. La mediación es sin duda la experiencia más difundida tanto a nivel social, mediático y escolar y en cierta forma, en estos niveles se percibe como la única experiencia exitosa en el tratamiento de violencia escolar. No obstante, no existe evidencia empírica en el contexto nacional ni evaluaciones de impacto a nivel comportamental conocidas, que indiquen el éxito de estas temáticas. Si tomamos como referencia, la clasificación hecha por Madriaza, para los programas de intervención a nivel Latinoamericano, podremos ubicar con mayor facilidad, en que lugar se ubican los modelos de intervención a nivel nacional (2006). En base a este modelo, podemos decir que los modelos de intervención nacionales se ubican en tres posiciones: en Educación para la Paz y la No Violencia, en Mediación y Resolución Alternativa de Conflictos y en Gestión Escolar. Educación para la Paz y la No Violencia. Mediación y Resolución Alternativa de Conflictos. Fortalecimiento de la Relación Comunidad-Colegio. Intervención de Maltrato Infantil Centrados en los Valores Democráticos, Desarrollo de la Ciudadanía y los Derechos Humanos. Centrados en la Sana Convivencia y la Cultura de la Paz Centrados en la Educación de Valores Centrados en el Juego y la Recreación. Fuente: Elaboración propia en base a Madriaza, 2005 Gestión Escolar y Disciplina ¿Qué es la violencia vicaria? La violencia vicaria es aquella que tiene como objetivo dañar a la mujer a través de sus seres queridos y especialmente de sus hijas e hijos. El padre ejerce una violencia extrema contra sus criaturas, llegando incluso a causarles la muerte y utilizando recursos de particular crueldad para la eliminación de los cadáveres en muchas ocasiones. El ánimo de causar daño a su pareja o expareja a toda costa supera cualquier afecto que pueda sentir por ellas/os. El asesinato de las hijas o hijos es la parte más visible de esta forma de violencia extrema que destruye a la mujer para siempre; pero es habitual la manipulación de hijas o hijos para que se pongan en contra de la madre o incluso la agredan. Esas hijas e hijos sufren un daño irreparable y son también víctimas de violencia de género. El objetivo es el control y el dominio sobre la mujer, en un alarde máximo de posesión en una relación de poder que se sustenta en la desigualdad. La violencia vicaria cuenta con la complicidad de una sociedad que cuestiona permanentemente a las mujeres, que las priva de autoridad y pone en duda su palabra. Las mujeres suelen intentar que su voz se oiga en el colegio de esas hijas o hijos, entre las amistades, en la propia familia, en los juzgados, pero los imaginarios del “buen padre” y la “mala madre” se imponen. Se prefiere escuchar al varón y apoyar al hombre que juega a ser víctima, que a esas mujeres que, desesperadas, intentan hacer oír su voz para evitar que el padre haga daño a sus hijas o hijos. Ángela González Carreño presentó más de 30 denuncias porque temía por la vida de su hija en las visitas con el padre, finalmente éste la asesinó. El Comité de la CEDAW condenó al Estado español por negligencia, pero como vemos los asesinatos se han seguido produciendo y no se han tomado las medidas necesarias.
¿Se engloba dentro de la violencia de género?
Si. La violencia vicaria es violencia de género. Se sustituye a la persona en la acción directa física o psicológica de la violencia para causar un daño mayor y permanente a la mujer. El objetivo es la mujer. La ejercen siempre hombres contra mujeres.
¿Por qué se llama violencia vicaria?
Porque se sustituye a una persona por otra para ejercer la acción, en este caso a las hijas o los hijos a quienes se asesina para destruir la vida de la madre, o a quienes se pone en contra de la madre para causarle un daño permanente que en muchos casos lleva al suicidio de la mujer. El término violencia vicaria se incluyó en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género en España.
¿Es lo mismo que el parricidio?
No tiene nada que ver con el parricidio. La violencia vicaria se ejerce contra la mujer. El único objetivo es destruirle la vida a la mujer. Implica una intención clara de causar un daño infinito y un dolor extremo a la que no se ha asesinado directamente. El parricidio está previsto en nuestro Código Penal como un delito con una grave condena, dado el reproche social que provoca causar la muerte a una persona con la que hay un vínculo de consanguineidad o adopción de ascendientes o descendientes o cometido en ámbito de las relaciones matrimoniales o de pareja.
¿Cuál es el reto para luchar contra la violencia
vicaria? Que la sociedad tome conciencia de la realidad de la violencia de género. Se necesita la implicación responsable de todos los poderes públicos, que no deben admitir la negación de la violencia contra las mujeres, una violencia que cuestiona los valores democráticos y tiene efectos devastadores sobre la convivencia social. La negación de la violencia contra las mujeres debe considerarse apología de la violencia. La educación en todos los ámbitos académicos resulta esencial para la formación de las nuevas generaciones. Así como las acciones de sensibilización dirigidas al conjunto de la sociedad El incumplimiento del mandato de la inclusión de las asignaturas obligatorias para la prevención de la violencia de género incluidos en la propia Ley orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género propicia que no detecten a tiempo conductas que luego resultan gravemente lesivas.
¿Cómo podemos proteger a la infancia?
Cuando un hombre amenaza a una mujer con quitarle a sus hijas o hijos está dando signos claros de violencia vicaria. Las amenazas a las mujeres con sus hijas o hijos deben hacer saltar todas las alarmas. La protección a las víctimas de violencia de género es esencial, reconociendo que un maltratador nunca puede ser un buen padre.
¿Cómo puede la Universidad actuar para la
prevención de la violencia vicaria? Con un compromiso firme en la lucha contra la violencia de género, que implica deconstruir el conocimiento androcéntrico. Lo que conlleva un plan de formación exhaustivo en valores democráticos y género, que permita romper con la ceguera sobre qué es la violencia contra las mujeres y cuáles son sus causas y consecuencias, al tiempo que como institución rechaza cualquier manifestación negacionista de la violencia de género.
Protocolos para La Identificación, Prevención e Intervención en El Acoso Escolar, El Maltrato Infantil y Actos de Connotacion Sexual, para Los Planteles Educativos Del Estado de Veracruz.