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Criminología
Nombre de la Licenciatura
Criminología y Criminalística
Nombre de la Tarea
Historia de la Criminología y sus corrientes
Unidad # 2
Elige una escuela y realiza una breve exposición de sus principales postulados
Tres fueron los personajes más representativos dentro de la escuela positiva: Lombroso,Ferri y Garófalo, cuyos
apuntes biográficos se incluyen en la unidad correspondiente a la historia de la criminología. El pensamiento de
estos tres autores conforma los postulados fundamentales de la escuela.
Postulados fundamentales
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Unidad #: Historia de la criminología y sus corrientes
Nombre de la materia: Criminología y Criminalística
Menciona al menos dos críticas que se la hayan hecho a la escuela que elegiste.
Criticas:
La escuela positiva muere en italia luego de una fulgurante |y progresiva carrera renovadora en el programa del
delito, y si bien a ello se le contribuyó la imposibilidad de concretar en la practica la irrealidad de ciertas ideas ,
como la tentativa ferririana de convertir el método jurídico aplicada a las normas de derecho penal en una
experimental, lo que en verdad certifica su defunción es un hecho ajeno a la ciencia, cual es el constituido la
adhesión de muchos de sus acólitos a la política facista :
Una escuela que nace bajo el signo de la renovación y reforma social, acoplada con la génesis del socialismo y
sinónimo de la solidaridad social, no puede continuar como tal cuando sus máximos adalides mutan su milicia
política, abjurando de los puros ideales que los guiaban.
1) El haberse limitado al estudio del delito legal, sin preocuparse de tantas manifestaciones antisociales no
tipificadas legalmente. Por tal vía se sostiene con apoyo en Hassemer, que las explicaciones biológicas de la
conducta criminal conducen a la resignación, pues se limitan a instrumentar una crítica aguda a la política
criminal a la dogmática penal como algo ilusorio, pero no están en condiciones de formular ni fundamentar
perspectivas político- criminales ni alternativas a la justicia penal. Los defectos que la biología criminal revela
como factores criminógenos se debe para ella a la naturaleza y no a la cultura, y su fundamentación y su
modificación resultan sustraídos a la acción de los hombres y las instituciones.
2) La clasificación de los delincuentes, aventurada como toda clasificación especie: toda clasificación del
hombre, y máxime del hombre criminal, tiene un fundamento relativo que la hace inoperante, especialmente
cuando se trata de fundar sobre ella una función tan extraordinaria como lo es la pena. Clasificar al hombre ha
sido un esfuerzo fallido debido a la cariabilidad de los ambientes que lo modifican, al proceso incesante del
conocimiento y los grados cada vez más altos de conciencia que va adquiriendo en sus luchas cotidianas.
Por otro lado el “criminal nato” niega la necesaria readaptación del sujeto y conduce a un determinismo
antropológico incompatible con la variabilidad dialéctica y la transformación del ser humano, reflejando una
ideología discriminatoria de alcances nocivos y exagerando la tesis determinista hasta situarla en el puro
fatalismo.
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Unidad #: Historia de la criminología y sus corrientes
Nombre de la materia: Criminología y Criminalística
Desde el punto de vista físico, se parecen al criminal nato en su mandíbula prominente. Su rostro muestra varias
asimetrías. Sin embargo, en este caso no es fácil identificarlo por su apariencia, sino por su comportamiento.
Simulan locura y desde la infancia podemos identificar en ellos esta forma de ser.
Son dementes comunes que delinquen ocasionalmente a causa de los fenómenos morbosos que caracteriza su
enfermedad (alucinaciones, delirios, impulsos obsesivos), llegan al delito por un estado de enfermedad mental,
y su peligrosidad se halla vinculada al decurso de la misma.
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Unidad #: Historia de la criminología y sus corrientes
Nombre de la materia: Criminología y Criminalística
REFERENCIAS
Bergalli, Roberto. Crítica a la Criminológia. Editorial Temis, Bogotá. 1982, pág 22.
Hassemer, Winfried. Fundamentos del Derecho Penal. Editorial Bosch, Barcelona 1984, pág. 48.