Está en la página 1de 58

PROGRAMA LICENCIATURA EN CIENCIAS NATURALES

Y EDUCACIÓN AMBIENTAL

CURSO DE BOTÁNICA GENERAL - FISIOLOGÍA


INFORME ECOSISTEMAS

DOCENTE
Constanza del Pilar Jiménez

ESTUDIANTES CIPA MACAYA


Yasmin Yaneth Lozano COD:084652012020
Angela Marcela Herrera COD:084652462020
Juan Camilo Hernández COD:084654442020

UNIVERSIDAD DEL TOLIMA


INSTITUTO DE EDUCACIÓN A DISTANCIA
CREAD - IBAGUÉ
Colombia - Ibagué Mar/2021

INTRODUCCIÓN

En el presente informe, se aborda la temática de caracterizar y describir algunos


ecosistemas existentes en el planeta, tales como el ecosistema húmedo tropical,
ecosistema seco tropical y el ecosistema desértico; ya que resulta de gran valor
conocer la vital importancia de cada uno de estos ecosistemas para contribuir a su
conservación, preservación y recuperación.

A través de un análisis de documentos y de información basada de fuentes


confiables, se logró elaborar un informe completo acerca de la caracterización,
descripción y adaptaciones de cada uno de estos ecosistemas.
JUSTIFICACIÓN

Consideramos que el análisis detallado de algunos ecosistemas que se encontrarán


en el presente informe, permitirá conocer de manera más descriptiva tres de los
variados ecosistemas que comprenden nuestro planeta y su indispensable
contribución al equilibrio global.. De este modo, esta investigación contribuirá a
informar y exponer el contexto de cada uno de esos ecosistemas para ampliar el
conocimiento y permitir acciones benéficas que ayuden a su conservación.
DESARROLLO

ECOSISTEMA HÚMEDO TROPICAL

Elaborado por: Angela Marcela Herrera Lombana

Para poder contextualizar la temática que se abordará en el desarrollo de este


informe, se hace necesario que se puedan conocer algunos conceptos que
permitirán conocer acerca de los temas abordados.

Como lo define Tansley en 1935 ecosistema es una “unidad básica de la


naturaleza”, con el tiempo esa concepción ha venido tomando mucha fuerza, ya que
ha permitido entender cómo funcionan los seres vivos y su medio ambiente, esta
concepción se fue modificando con el tiempo, y con la postura de algunos
científicos, Currie, Pickett, Cadenasso, Schizas, Stamou y Naveh, han expuesto la
ambigüedad de esta definición, debido a las deficiencias que se han presentado en
la metodología de la formulación inicial, pues tanto en la investigación como en la
práctica poniendo en cuestión si los ecosistemas se pueden denominar
supra-organismos tangibles o herramientas conceptuales que sirven para estudiar el
flujo de energía, los materiales y la información en sistemas ecológicos.

Ya en última instancia y pasando por una delimitación acerca de las construcciones


de modelos que definan el concepto de ecosistema, y el que se adaptara más para
la elaboración de este informe, “En la práctica, ha sido imperiosa la necesidad de
definir límites para estudiar un ecosistema determinado, lo que implica definir un
área o un conjunto de organismos e interacciones que deben considerarse.
(Revisión del concepto de ecosistema como “unidad de la naturaleza” 80 años
después de su formulación | Ecosistemas, s. f.)

Caracterización

El ecosistema húmedo tropical, es también conocido con otros términos de acuerdo


al documento Diversidad Biológica del Instituto de Investigación de Recursos
Biológicos Alexander von Humboldt: “Selva, bosque pluvial, bosque lluvioso, selva
baja y bosque tropical ombrófilo, que generalmente se refiere a los bosques
húmedos, altos, densos y multiestratificados, con profusión de lianas y palmas.”
(Etter, 1998)

Posee una gran diversidad estructura y diversificación de fauna y flora, pues la


mitad de las especies del planeta se encuentran en estos ecosistemas.

Su ubicación en el mundo está distribuida en casi todos los continentes:


Sudamérica, Centroamérica, África central, Sudeste Asiático y el Nororiente de
Australia. Pasando de una descripción general a una más específica, en cuanto a
ocupación física, Colombia ocupa el 10% frente a otros Bosques Húmedos
Tropicales de Sudamérica y un 7% a nivel mundial.

Condiciones biofísicas y biogeográficas en Colombia.

Los Bosque Húmedos Tropicales, cuentan con una extensa variación a nivel
climático, caracterización de suelos y condiciones hídricas, lo cual influye
considerablemente en la constitución ecosistémica; desde el contexto climático y de
acuerdo a la ubicación geográfica del ecosistema, la temperatura es variada: en
épocas de mucha lluvia en donde la humedad comprende un 70 u 80% la
temperatura llega a tener un promedio de los 15°C y en una constante anual la
temperatura está en los 28°C.
Imágen tomada de google imágenes/bosquehumedotropical

Las condiciones de relieve: presentan bajas planicies con algunos colinados y


premontados, piedemontes en cordilleras y cerros. En cuanto a la riqueza de sus
suelos, que suele ser muy particular frente otros tipos de ecosistemas, existe una
variedad de sustratos (sedimentarios, ígneos, metamórficos, aluviales recientes,
arcillosos y arenosos).

Imágen tomada de google imágenes/bosquehumedotropical


Los suelos debido a las muchas lluvias, poseen baja fertilidad haciendo que el suelo
presente un pH de 5.0, es decir una tendencia elevada a la acidez, saturación de
aluminio y bajos niveles de bases asimilables. Los nutrientes como el calcio, el
potasio y fósforo se hallan en pequeñas cantidades, contribuyen al desarrollo
vegetativo, así como también la capacidad de reciclar nutrientes, sustentados en
una comunidad de descomponedores y fijadores.

Y como lo expone el Informe Nacional Sobre el Estado de la Biodiversidad


Colombia, “los órdenes de suelos más comunes en los ecosistemas de BHT
incluyen los Ultisoles, Oxisoles e Inceptisoles, y -menos frecuentes- los Entisoles.
Las áreas de BHT ubicadas en los paisajes aluviales actuales y recientes, en
particular de los ríos que tienen su origen en los Andes, presentan condiciones de
fertilidad de moderada a buena” (Etter, 1998)

Imágen tomada de google imágenes/bosquehumedotropical

En cuanto a la distribución nacional de estos ecosistemas húmedos tropicales, se


estima una extensión que oscila entre los 69 millones de hectáreas, distribuidas en
la región Pacífica (Chocó); Magdalena medio, Bajo Cauca y San Jorge, Sinú medio;
la región amazónica, Orinoquía y cuenca del río Catatumbo.
Imagen tomada de Informe Nacional Sobre el Estado de la Biodiversidad Colombia p. 110

Distribución hídrica:

● Amazonía: ríos Ariari Güejar, Guaviare y Vichada, limitando con los bosques
húmedos tropicales de Venezuela, Brasil, Perú y Ecuador.
● Orinoquía: ríos Upía y Humadea, cuenca media del río Catatumbo.

El resto de distribución es en suelo:

● Piedemonte de Arauca y/o Selva del Sarare,

Descripción de la Flora
Imagen tomada de Informe Nacional Sobre el Estado de la Biodiversidad Colombia p 115-116

Descripción:

Plantas escogidas y sus usos:

1. Miconia (melastomataceae)

Imagen tomada de: google imágenes imagen tomada de: https://www.eia.edu.co/


Descripción y usos: Es una planta que hace parte de la familia Melastomataceae,
cuenta con alrededor de 1900 especies y su característica principal es la haz verde
oscura y el envés púrpura. Puede alcanzar una altura de 5 metros de altura y en la
época más seca sus hojas toman un color marrón rojizo. Su crecimiento se origina
en zonas muy húmedas tales como el bosque subandino en la región central de la
cordillera occidental.

De todas las especies de miconia, la Hoja de lanza o Miconia Caudata, es usada


como madera, ornamentación, alimento para animales y la recuperación de suelos
y/o áreas en condiciones de degradación.

2. Ocotea (lauraceae)

Imagen tomada de: google imágenes

Descripción y usos: Es una planta perteneciente a la familia Lauraceae,


conformada por 2500 especies que están distribuidas en el Neotrópico americano y
otras especies en el continente africano. Estas hojas tienen una textura rugosa con
un par de venas foliares marginales. En cuanto a sus usos, estas plantas son muy
importantes en la producción de aceites esenciales para la medicina tradicional
como para la industria cosmetológica.

3. Licania (Chrysobalanaceae)
Imagen tomada de: google imágenes

Descripción y Usos: Es un árbol que pertenece a la familia Chrysobalanaceae, su


altura llega a alcanzar los 20 metros de altura, en cuanto a sus hojas son
caracterizadas por sus nervaduras prominentes, color amarillento y forma de óvalo y
tener un follaje abundante. Su hábitat principal está en los bosques tropicales y
caducifolios, se encuentra en Colombia en el pacífico y el bosque amazónico. En
cuanto a sus usos la Licania (arborea), es implementada en la industria
farmacéutica en el tratamiento de la alopecia, cosmetología en la elaboración de
jabones y en el uso tradicional para tratar las hemorroides y el sarna.

4. Solanum (solanaceae)

Imagen tomada de: google imágenes

Descripción y usos: Comprende alrededor de 1400 especies distribuidas en


América central y meridional, en Colombia se encuentra en la Cordillera de los
Andes,bordeando el pacífico colombiano. Este género de plantas es uno de los más
grandes de Angiospermas, abarca plantas herbáceas, arbustos, árboles o lianas,
algunas plantas con o sin espinas, glabras o pubescentes, pelos en ramificaciones o
sencillos y generalmente glandulares. Sus tallos subterráneos son de dos tipos,
(rizomas y tubérculos), sus flores son hermafroditas.
En cuanto a la usabilidad, para la agricultura constituye una fuente económica
importante, ya que la mayoría de estas especies las usan para realizar adaptaciones
y mejoramientos genéticos de la patata o la papa, un tubérculo comestible. Las
hojas de esta planta son ricas en alcaloides (solanina) lo que para la industria
farmacéutica es indispensable. En sus variadas especies, los frutos además de la
papa son usados en la dieta alimentaria del humano, frutos como la naranjilla, el
pepino, el tómate de árbol son algunos de ellos.

5. Epidendrum (orchidaceae)

Imagen tomada de: http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1727-99332020000300411

Descripción y usos: Son aproximadamente entre unas 20000 a 35000 especies de


orquídeas, por condiciones vegetativas muchas de estas especies se han apartado
y conformado sus propios géneros (Barkeria, Dimerandra, Encyclia, Oerstedella), su
característica principal es la adaptación climática y en cuanto a su morfología
externa sus enormes y detalladas inflorescencias son su mayor atractivo. Su hábitat
mayoritariamente se encuentra en Colombia, en donde se lleva un registro que
oscila entre las 4.00 especies, distribuidas en 274 géneros, entre la región Andina,
Pacífica, Amazónica, Caribe y en la Orinoquía.

Sus usos son ornamentales.

6. Cavendishia (ericaceae)
Imagen tomada de: google imágenes

Descripción y usos: Plantas presentadas en arbustos de una altura aproximada a


los 4 metros de altura, sus tallo color café y sus hojas coriáceas y elípticas,
presentan glabro disperso en la nervadura central. Es una especie endémica de
Colombia en los bosques húmedos de la cordillera Occidental.

Su usabilidad, de acuerdo con el artículo de investigación científica: Estudio


fitoquímico de hojas de Cavendishia compacta (Ericaceae) y evaluación de su
actividad antiinflamatoria, no existe un reporte de sus estudios químicos, pero de
acuerdo a la investigación realizada y expuesta en el documento referenciado, esta
planta posee propiedades antiinflamatorias, es decir que podría deducirse su
usabilidade en la industria farmacológica y en la medicina.

7. Anthurium (araceae)

Imagen tomada de: google imágenes

Descripción y usos: Hace parte de la familia de las Araceae y su origen se


encuentra en las zonas tropicales sudamericanas (nativas de Colombia, Venezuela
y Perú), existen alrededor de 600 a 800 especies aproximadamente.
Morfologicamente sus hojas son de consistencia gruesa y forma ovalada
presentando una forma de corazón o punta de flecha, la envoltura de su flor es la
característica más llamativa por la variedad de colores que posee, desde rojo,
purpura, verde, rosa, anaranjado, blancom negro y amarillo. Estas plantas son
altamente venenosas (oxalato de calcio) y su savia al contacto con la piel y los ojos
suele producir irritación.

Uso: Ornamental.

8. Protium apiculatum (burseraceae)

Imagen tomada de: https://www.eia.edu.co/

Descripción y usos: Son plantas nativas de Sudamérica (Colombia, Venezuela,


Guayana Francesa, Brasil, Perú), alcanzan una altura de 16 metros, con un
diámetro de 50 cm, sus usos son Ornamentales y su fruto que es tipo Drupa, se
conoce comúnmente como mangostino, que es comestible.

ADAPTACIONES DE ALGUNAS ESPECIES DE LOS ECOSISTEMAS


HÚMEDOS TROPICALES (bosque húmedo tropical)

Los ecosistemas húmedos tropicales, poseen una precipitación anual entre


los 1800 mm y los 900 mm lo que indica que existe una gran diversidad de capas en
cuanto a sus suelos y a su flora y fauna. Los estratos que componen este tipo de
ecosistemas, están divididos en cuatro niveles:

1. El suelo del bosque: de allí se origina todo, el sustento y el alimento del


bosque, la interacción entre hongos, bacterias y toda la materia orgánica
producto de las plantas, árboles y animales, permite la germinación de la
mayoría de semillas que con la penetración de sus raíces en el suelo, dan el
sostenimiento a todo un ecosistema húmedo.
Imagen tomada de: google imágenes

2. El sotobosque: es el espacio entre el suelo y el dosel, es conocido también


como la zona arbustiva, allí predominan los arbustos, pequeños y jóvenes
árboles de grandes especies, como se encuentran en un lugar donde la luz
solar es muy poca, solo un 5% de los rayos logran atravesar hasta ese lugar,
estas vegetaciones se han logrado adaptar para el aprovechamiento de los
rayos solares que alcanzan y así realizar sus procesos de fotosíntesis (familia
rubiacea, palmas entre otras especies).

Muchos de las especies de árboles jóvenes que allí habitan, permanecen en


una especie de hibernación, como un ciclo, es decir, mientras un árbol adulto
cumple su ciclo y cede su puesto en la copa del cielo, pasa uno de estos
árboles en letargo a evolucionar.

Imagen tomada de: google imágenes


3. El dosel o canopy: es la tercera capa del bosque húmedo tropical, es la
cumbre del bosque en donde predominan los grandes árboles, es la
consecuencia del arduo trabajo que realiza tanto el suelo como el
sotobosque. La luz solar predomina generosamente alimentando los árboles
que alcanzarán una altura de 30 metros, aunque cabe resaltar que estos
árboles no son los únicos que se benefician de esta capa, pues existen otras
plantas como las epifitas, lianas, musgos y líquenes que también usan estos
rayos solares.

Imagen tomada de: google imágenes

4. El sobre dosel o zona emergente: La última capa de este conjunto biodiverso,


está a gran altura y es un espectáculo verde característico de este tipo de
ecosistemas húmedos tropicales, predominan una capa emergente de
sobresalientes árboles de una altura aproximada a los 60 metros (matapalos
o magnolia de Mashpi).

Imagen tomada de: google imágenes


Imagen tomada de: https://www.mashpilodge.com/es/blog/pelando-los-estratos-de-un-bosque-humedo-tropical/

Ya una vez se ha conocido un poco más sobre la conformación de este tipo


de ecosistemas, no sobra resaltar la importancia de la luz solar, ya que es un factor
que condiciona una gran variedad de estrategias que han llevado a las familias y
especias de vegetación y flora a adaptarse a la variación lumínica dada a la
intensidad que se presenta debajo del dosel. Árboles de caucho, chicle, caoba,
palmas, higueras entre otras plantas más, han desarrollado este tipo de adaptación.

Es importante también exponer que el deterioro ambiental al cual ha venido


siendo víctima el medio ambiente, se ha venido incrementando a pasos agigantados
debido al sistema de desarrollo capitalista implementado por el Estado, donde la
acumulación de bienes es el fundamento de la economía nacional. Lo que conlleva
ciertos procesos que crean la desigualdad social por la obtención exclusiva de las
tierras, tal y como lo explica Harvey (2005):

Una mirada más atenta de la descripción que hace Marx de la acumulación


originaria revela un rango amplio de procesos. Estos incluyen la mercantilización y
privatización de la tierra y la expulsión forzosa de las poblaciones campesinas; la
conversión de diversas formas de derechos de propiedad –común, colectiva, estatal,
etc.– en derechos de propiedad exclusivos; la supresión del derecho a los bienes
comunes; la transformación de la fuerza de trabajo en mercancía y la supresión de
formas de producción y consumo alternativas; los procesos coloniales,
neocoloniales e imperiales de apropiación de activos, incluyendo los recursos
naturales; la monetización de los intercambios y la recaudación de impuestos,
particularmente de la tierra; el tráfico de esclavos; y la usura, la deuda pública y,
finalmente, el sistema de crédito. El estado, con su monopolio de la violencia y sus
definiciones de legalidad, juega un rol crucial al respaldar y promover estos
procesos (pág. 113)

Muchos son los efectos colaterales que se tejen en torno a estos procesos, la
codicia al dinero siendo el principal causante de estos, ha incrementado
considerablemente el cultivo de plantas que contribuye a la fabricación de drogas
ilícitas, estableciendo el monopolio del Narcotráfico, dejando a un lado los cultivos
tradicionales con prácticas eco sostenibles, aumentando los efectos ambientales de
prácticas nocivas para el cultivo y posterior cosecha de estas siembras. Siendo muy
recurrentes en los páramos y en los bosques húmedos tropicales colombianos,
pues las condiciones de acceso a estos lugares remotos, incrementa los cultivos
ilícitos por la clandestinidad que representan los asentamientos en estos territorios,
causando un grave daño en el equilibrio ambiental, debido a la tala indiscriminada
de bosques andinos para ampliar las dimensiones de las plantaciones, y a la
pérdida de biodiversidad, erosión, turbiedad en los cauces de los ríos y nacimientos
de agua.

Lo que anteriormente se ha expuesto, conlleva a cuestionar la necesidad de


muchas familias y/o especies de plantas ha crear adaptaciones, no solo a las
circunstancias causadas por la intervención del ser humano directamente, sino
también por las condiciones del cambio climático, el cual representa una serie de
cambios en los ecosistemas tanto en la flora como en la fauna, llevando a muchos
animales a la extinción, a estar en proceso de este y en cuanto a la flora, la
extinción de algunas plantas endémica, otras en vía de esta condición tal como las
orquídeas cattleyas, el árbol de cedro.

O mejor expuesto:

“De las 319 especies, 30 (9%) registran una categoría de amenaza o están incluidas
en el segundo apéndice CITES. El 76% de las especies con riesgo de extinción, se
referencian en la categoría de no evaluada (NE). Orchidaceae registró el mayor
número de especies (21) en peligro, seguida de Arecaceae con tres. Se registraron
dos especies endémicas de la zona: Piper andaquiensis (Piperaceae) y
Philodendron edwinii (Araceae), 49 especies representan novedades corológicas
para el departamento del Caquetá y 19 para la Amazonia colombiana . Igualmente,
derivado de esta exploración, se están describiendo tres especies nuevas para la
ciencia.” (Alvarez-B. et al., 2019)

ECOSISTEMA TROPICAL SECO U/O BOSQUE TROPICAL SECO

Elaborado por: Yasmin Yaneth Lozano

Imágenes tomadas de:


https://www.ecosistemassecos.org/es/referencias/aportes-academicos/47-arboles-del-bosque-seco-tro
pical-bst-en-el-area-del-parque-recreativo-y-zoologico-piscilago-nilo-cundinamarca

ANTECEDENTES

Varios años después de sus viajes por las regiones tropicales de América
(1799–1804), Alexander von Humboldt publicó en París entre 1816 y 1831 su obra
más relevante: los trece tomos de «Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo
Continente». En ella, Humboldt sintetizó en forma extraordinaria la variada geografía
tropical del Nuevo Mundo. Describió detalladamente la forma como la vegetación
que crece en los valles, las llanuras, las laderas y las altas cumbres andinas refleja
las distintas condiciones de temperatura, humedad y suelo a que está sometida, a la
vez que procuró explicar en ciertos casos la existencia y en otros la ausencia de
semejanzas y paralelismos con la vegetación de las regiones templadas de Europa.

Andariego infatigable, Humboldt vino a América impulsado por su espíritu


aventurero y su pasión por comprender los fenómenos de la naturaleza. No es fácil
imaginarse el mundo desconocido que encontró el naturalista por aquellos tiempos,
al escalar montañas y descender a los valles, al atravesar llanos, vadear enormes
ríos torrentosos o navegar por ellos para penetrar al corazón de las selvas. Ante sus
ojos, América debió de ofrecérselo virgen y misteriosa y esta visión alimentaba a
cada paso su curiosidad, frente a una infinidad de plantas, animales y accidentes
geográficos que parecían estar a la espera de que la ciencia los incorporara a las
enciclopedias y a los tratados de botánica, zoología y geografía.
Pero a pesar de la extraordinaria capacidad observadora
del gran barón y de la amplitud de sus recorridos por la
vasta geografía de la América tropical, debido sin duda a
la complejidad y diversidad con que se expresa aquí la
naturaleza, pasaron inadvertidas ante sus ojos algunas
manifestaciones que se ubican en medio del espectro
que va del blanco al negro, en lo relacionado con los
tipos de vegetación. Entre los paisajes del trópico, los
biomas y formaciones vegetales que más llamaron la
atención de Humboldt fueron los páramos, los desiertos,
los llanos del Orinoco, los bosques andinos nublados y
las selvas húmedas, que eran los escenarios más
notables y contrastantes y cuyos rasgos esenciales podían darle una impresión más
o menos integral a un curioso observador, para caracterizarlos durante una visita de
pocos días.

Humboldt no permaneció durante períodos prolongados en un determinado lugar y


tampoco volvió a desandar muchos caminos. Su afán de observar le permitió
percibir muy bien la variedad de la naturaleza tropical y los contrastes entre diversos
parajes, pero también lo privó de apreciar los cambios que puede experimentar el
paisaje de un lugar, entre uno y otro momentos del año y no tuvo la oportunidad de
percatarse de que una formación vegetal particular como el bosque seco tropical,
una selva plena de verdor, pocos meses después se tornaría mustia y gris, a
semejanza de un bosque de su Alemania natal en invierno.

Pero no sólo a Humboldt le pasó inadvertida la


existencia de estas formaciones boscosas. A pesar
de que los bosques secos constituyen la mayor
proporción de los bosques tropicales del mundo y son
más abundantes que las selvas húmedas o los
bosques lluviosos y aunque alojan una buena parte
de la biodiversidad característica del trópico, son
menos conocidos y suelen ser desatendidos, incluso
por los ambientalistas que claman por la protección de las selvas y los bosques
naturales de esta parte del planeta.

EL BOSQUE SECO TROPICAL

A diferencia de lo que ocurre en las latitudes


extratropicales, el clima en las zonas bajas del trópico
se caracteriza por la ausencia de estaciones térmicas
y por una temperatura que nunca llega a niveles
extremos —45 ºC a -5 ºC— para la supervivencia de
la vegetación. En cambio, la distribución de las lluvias
a lo largo del año puede ser muy irregular, por lo que la falta de agua es un factor
crítico en épocas de precipitaciones muy escasas.

De manera genérica, el bosque seco tropical es una formación vegetal compuesta


por árboles, arbustos, plantas trepadoras, epífitas y hierbas, que se desarrolla en
regiones tropicales de piso cálido, donde anualmente las lluvias se concentran en
uno o dos períodos cortos —mayo a junio y octubre a noviembre—, mientras que
durante el resto del año prevalecen condiciones de sequía. La característica más
sobresaliente de estos bosques es que la mayor parte de su vegetación arbórea
pierde el follaje durante una parte del año, a raíz de lo cual cambia radicalmente la
apariencia del paisaje. Es precisamente a ese rasgo, la pérdida estacional del
follaje, al que hace alusión el nombre mediante el cual los científicos identifican este
tipo de formación vegetal: bosque tropical caducifolio o bosque tropical de hojas
caducas. Otros autores prefieren utilizar un anglicismo y lo denominan bosque
tropical deciduo —de hoja caduca o caducifolio, en inglés— o estacionalmente
deciduo y la UNESCO lo clasifica, dentro del sistema de vegetación mundial, como
bosque deciduo por la sequía de baja altitud.

Una manera más precisa para designar los


bosques secos tropicales es mediante los atributos
climáticos de la región donde se desarrollan. Los
distintos macroclimas del mundo se han
clasificado en nueve tipos o zonas climáticas
—zonobiomas— y corresponde a los bosques
secos tropicales el conocido como zonobioma
tropical alternohígrico o tropical con lluvias de
verano, lo que alude a la marcada estacionalidad
de las lluvias; este macroclima tiende a distribuirse
en los continentes en dos bandas irregulares
horizontales a lado y lado de la franja ecuatorial.
Otros sistemas de nomenclatura que se basan en las condiciones climáticas, se
refieren a este tipo de bosques como bosques higrotropofíticos iso megatérmicos, o
bosques que se desarrollan en zonas de temperatura elevada y constante, sujetos a
cambios drásticos por disponibilidad de agua, o también como selva tropical
tropófila, vegetación sujeta a cambios bruscos de tipo estacional. Hay sistemas que
combinan los atributos del ambiente con la apariencia del bosque y lo denominan
bosque tropical deciduo mesofítico, con disponibilidad intermedia de agua y alta
proporción de especies siempreverdes.

A pesar de que el término bosque seco tropical puede resultar en cierto modo vago,
como tal fue definido por el ecólogo norteamericano Leslie R. Holdridge en su
sistema global de clasificación de «zonas de vida». Dicho sistema se fundamenta en
los valores promedios anuales del calor —biotemperatura—, la precipitación total
anual y la humedad, esta última expresada en términos de la evapotranspiración
potencial, que es la cantidad teórica de agua cedida a la atmósfera por la cobertura
vegetal de un determinado lugar y que se determina al multiplicar la temperatura
promedio anual de un lugar, por una constante cuyo valor es de 58,93; al dividir la
cifra que resulta de esta operación por el valor de la precipitación promedio anual se
obtiene la evapotranspiración. La relación que existe entre la temperatura, la
precipitación y la humedad, se traduce, independientemente de los factores del
suelo, en una serie de respuestas fisiológicas y anatómicas similares de las plantas
que viven en un mismo lugar, las cuales le imprimen su carácter fisionómico o
apariencia general a la «zona de vida» que corresponde a las condiciones de
temperatura, lluvia y humedad características de ese lugar.

De esta manera, en el diagrama de las zonas de vida de Holdridge, el bosque seco


tropical ocupa un ámbito enmarcado por promedios de temperatura superiores a 24
ºC, precipitación total anual entre 800 y 2.000 mm y relaciones de
evapotranspiración potencial entre 0,8 y 2,0. En los trópicos, las temperaturas
promedio superiores a 24 ºC se presentan en el piso térmico cálido, en altitudes que
van desde el nivel del mar hasta los 1.000 m de altitud, que es la zona donde se
distribuyen los verdaderos bosques secos tropicales.

DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA Y EXTENSIÓN ORIGINAL

El Bosque seco Tropical representa el 50% de las áreas boscosas en Centroamérica


y el 22% en Sudamérica (Murphy & Lugo, 1986). En Colombia el Bosque seco
Tropical se distribuía originalmente en las regiones de la llanura Caribe y valles
interandinos de los ríos Magdalena y Cauca entre los 0 y 1000 m de altitud y en
jurisdicción de los departamentos del Valle del Cauca, Tolima, Huila, Cundinamarca,
Antioquía, Sucre, Bolívar, Cesar, Magdalena, Atlántico y sur de la Guajira. De
acuerdo con Espinal y Montenegro (1977), de otra parte, las condiciones del suelo
varían de un lugar a otro y su tipo puede exacerbar considerablemente las
limitaciones de agua en las zonas de vida del bosque seco tropical. Este se
desarrolla tanto en suelos ricos aluviales, como en áreas pedregosas pobres en
nutrientes. También puede crecer sobre sustratos volcánicos y sedimentarios con
texturas arenosas, arcillosas, rocosas u orgánicas. Si son resecos y tienen poca
capacidad de retener agua, la vegetación puede adquirir un aspecto más
xeromórfico que el esperado; por el contrario, en sitios donde la tierra almacena bien
el agua o a lo largo de cañadas y valles, la vegetación suele ser más alta y densa.

DIVERSIDAD BIOLÓGICA

- La temperatura, el agua y las plantas.

El agua desempeña un papel fisiológico fundamental


para la vegetación, debido a que las plantas no
pueden desplazarse; por el contrario, los animales pueden moverse en busca del
preciado líquido, pero dependen en buena medida de la temperatura y se dividen en
organismos de sangre fría o poikilotérmicos, cuya temperatura corporal depende de
la del ambiente y por lo tanto cambian en la medida que éste lo hace y organismo
de sangre caliente u homoiotérmicos, que mantienen una temperatura relativamente
constante.

Las plantas son poikilotermas y sólo en los momentos de altísima insolación que se
presentan en los trópicos, se pueden apreciar pequeñas diferencias entre su
temperatura y la del ambiente, como una respuesta fisiológica al calor excesivo. Por
el contrario, la relación de las plantas con el agua es tan compleja como la de los
animales con la temperatura, por lo que debe distinguirse entre plantas con
hidratación variable o poikilohídricas y plantas con hidratación constante u
homoiohídricas.

El protoplasma – líquido y organelos que contienen las células – es fisiológicamente


activo solamente cuando la planta se encuentra hidratada o «hinchada» de agua; si
la célula pierde líquido en exceso, ésta pasa a un estado de vida latente, o muere.
Las plantas poikilohídricas, entre las que se encuentran las bacterias, las algas, los
hogos y los líquenes, al estar en contacto permanente con el agua o en una
atmósfera saturada de humedad, tienen un protoplasma hidratado casi al máximo y
activo, en tanto que la hidratación de las células de las plantas que se encuentran
en ambientes secos, depende de la humedad del aire y en una atmósfera seca se
deshidratan y entran en fase latente, sin que necesariamente mueran, si la
sequedad no se prolonga por mucho tiempo – varios meses o incluso más de un
año –; a estas plantas se les suele llamar también reviviscentes.
Las células de las plantas homeohídricas se caracterizan por poseer una gran
vacuola central capaz de almacenar agua y cuando el protoplasma la pierde, la
vacuola transfiere líquido a éste, hasta tanto prevalezcan las condiciones de
sequedad del aire, de manera que en la concentración de agua entre el protoplasma
y la vacuola se mantiene en equilibrio; de este modo el grado de hidratación de la
planta no depende directamente de la humedad del aire circundante. Esta estrategia
fisiológica, desarrollada durante el proceso evolutivo de los vegetales al pasar de la
vida acuática a la vida terrestre, permitió a las plantas superiores tener cada vez una
mejor adaptación a condiciones en las que el agua no está siempre disponible,
incluso a vivir en lugares en que casi nunca lo está, como es el caso de las zonas
áridas. En los musgos, estos mecanismos no están desarrollados por completo, por
lo que continúan dependiendo de hábitats muy húmedos; también los helechos,
cuyo sistema de flujo de líquidos es aún primitivo, evitan los lugares secos. Algunas
especies de musgos y helechos que han logrado colonizar zonas secas y
semidesérticas, tuvieron que recurrir a la forma de vida poikilo hídrica para soportar,
en estado latente, las prolongadas sequías. Estas especies se volvieron resistentes
mediante la reducción del tamaño de sus células y de su vacuola, para evitar la
deformación y el daño del protoplasma cuando éste se deshidrata.
LA TRANSPIRACIÓN, UN MAL NECESARIO

Las plantas de climas estacionalmente secos están obligadas a vivir en un


permanente conflicto. Por una parte, deben alimentarse por sí mismas, esto es,
absorber el dióxido de carbono requerido para la fotosíntesis y obtener del suelo los
nutrientes para crecer y producir las flores y las semillas que garanticen la
supervivencia de su especie; para ello deben mantener sus estomas abiertos y así
permitir la absorción de dióxido de carbono atmosférico y la liberación de vapor, lo
que obliga a las raíces a succionar más agua enriquecida con nutrientes vitales para
la planta. Por otra parte, deben evitar la pérdida excesiva de agua, especialmente
cuando la disponibilidad de ésta es limitada, para lo cual no es conveniente
mantener abiertos los estomas. Por eso han desarrollado mecanismos especiales
para reducir la pérdida de agua por transpiración, como la caída del follaje de la
época de escasez del líquido, el recubrimiento de las hojas con sustancias
permeables a los gases, pero impermeables al agua y el engrosamiento de las
hojas.

La estacionalidad hídrica en el bosque seco tropical obliga a todos sus


constituyentes y moradores a adquirir todo un arsenal de estrategias para continuar
viviendo; algunas pueden parecer lógicas y simples, otras son definitivamente
complejas, pero todas son producto del proceso de evolución que garantiza la
continuidad de la vida en el planeta.

DESNUDARSE EN VERANO, VESTIRSE EN INVIERNO

La pérdida y renovación de las hojas no es exclusiva


de la vegetación de los bosques secos tropicales;
también en las selvas húmedas tropicales, donde la
disponibilidad de agua no es una limitante, las
especies arbóreas desarrollan numerosas
estrategias para el cambio de follaje. Algunas
renuevan su copa progresivamente durante todo el
año, de forma que una generación de hojas se superpone a la que se ha extinguido;
otras, por el contrario pierden todo el follaje a la vez; ciertas especies renuevan las
hojas antes de perder las viejas; en otras el proceso se realiza simultáneamente y
en algunas, el árbol queda completamente desnudo durante unas horas o pocos
días.

Cuanto más marcada es la estacionalidad de las lluvias,


es más alta la proporción de árboles caducifolios o de
hoja caediza que se presenta y mayor la sincronización
entre las distintas especies en el proceso de abscisión
de las hojas. La característica más sobresaliente de los
bosques secos tropicales es el contraste que exhiben entre el exuberante verdor
durante la época lluviosa y la apariencia mustia y gris durante la sequía. Gran parte
de la vegetación pierde su follaje en pocos días y el paisaje se torna amarillento tan
pronto como las condiciones de sequía se vuelven adversas, para después de un
breve tiempo adoptar una tonalidad marrón grisácea, propia de los troncos, las
ramas y el suelo.

A partir del agua, de la luz solar y del dióxido de carbono


presente en el aire, en las hojas se elaboran los azúcares
necesarios para la subsistencia de las plantas, pero las hojas
necesitan abrir sus estomas o poros para captar el dióxido de
carbono y cada vez que lo hacen, escapa un poco de agua.
Como una respuesta al conflicto que enfrentan las plantas del
bosque seco tropical para llevar a cabo la fotosíntesis
—proceso mediante el cual los vegetales fabrican
alimentos—, en la época seca, cuando no pueden darse el
lujo de perder el líquido vital, botan las hojas con el propósito
de conservar en el interior de sus troncos la poca agua que les queda. Para
contrarrestar esta situación, algunas plantas leñosas como la bonga o majagua, el
resbalamono y la ceiba de leche, desarrollan tallos fotosintéticos de tonalidad
verdosa, que presentan lenticelas —pequeñas perforaciones en las cortezas—, lo
cual permite el intercambio de dióxido de carbono por oxígeno. Algunos arbustos,
como el olivo y el laurel, prefieren no desprenderse de sus hojas, pero las recubren
con una cutícula de cera que permite el intercambio de gases sin pérdida de agua.

En los bosques menos secos, con estacionalidad moderada o con sequías poco
prolongadas, los únicos afectados son los árboles de mayor envergadura que
conforman el estrato superior o emergente, pero en los bosques claramente
estacionales, la mayoría de los árboles son caducifolios. Las especies de amplia
distribución, que viven tanto en los bosques lluviosos como en los secos, suelen
adoptar su estrategia de acuerdo con el clima; son caducifolios facultativos, por
cuanto la pérdida de sus hojas es por lo general inducida por la sequía y no está
fisiológicamente predeterminada. Por el contrario, en las especies caducifolias
obligadas, que dominan en los bosques de latitudes extratropicales con acentuada
estacionalidad térmica, el proceso de marchitar y desprender a voluntad las hojas,
conocido como abscisión foliar, es estimulado por el cambio en el fotoperíodo o
cambio estacional en la duración de la insolación diaria y está predeterminado
fisiológicamente.

Al finalizar la época seca comienza una fase totalmente distinta para estos bosques.
Tan solo en unos días se asoma en todas las ramas una multitud de hojas tiernas
que ponen en marcha nuevamente el vital aparato fotosintético; en pocas semanas
las hojas alcanzan su tamaño final y el denso follaje transforma la aparente latencia
del paisaje en una vistosa selva verde. En el suelo, cerca de los troncos más
gruesos crecen rápidamente hierbas, retoños, arbustos y árboles jóvenes. Bejucos y
enredaderas se extienden enmarañando entre los tallos de los árboles y en sus
copas y el denso follaje ofrece sombra y protección para los animales. La
fotosíntesis puede ahora llevar a cabo sin restricciones; con los estomas abiertos,
las plantas se dan el lujo de transpirar y perder agua; aumentan al máximo su
superficie de captación de luz y así optimizan la producción de azúcares que les
permiten crecer, reproducirse y soportar el embate de la próxima estación seca.

SOBREVIVIR A LA SEQUÍA

La pérdida de follaje de la vegetación arbórea constituye una de las adaptaciones


más evidentes en el bosque seco tropical, pero ¿cuáles son las estrategias de la
fauna de estos bosques para sobrevivir sin agua y, en el caso de muchos
herbívoros, sin alimento? Este problema atañe principalmente a aquellos
organismos de escasa movilidad, residentes permanentes de este tipo de bosques,
puesto que no buscan alternativas migrando local o regionalmente a zonas más
favorables. Para lograr la subsistencia de una especie en estas condiciones, es
necesario que los ritmos en los ciclos de vida de sus individuos estén sincronizados,
que ambos sexos sean fecundos simultáneamente y que el nacimiento de la nueva
generación ocurra en el momento más conveniente. Muchas de estas actividades
requieren de una preparación y deben ser anticipadas a la época de sequía, por lo
que la organización temporal de la vida implica, por lo general, ritmos internos o
endógenos.

Las flores en el bosque seco han evolucionado hacia una diversidad sorprendente
de formas, colores y esencias, con el propósito fundamental de atraer a los
polinizadores. Durante la estación seca algunas plantas caducifolias gastan gran
parte de su energía en florecer conspicuamente para atraer exclusivamente para sí,
a las aves, los murciélagos y los insectos nectarívoros. Algunas especies arbóreas
tienen un patrón de floración explosivo o de «big bang», puesto que ocurre en forma
sincrónica y masiva durante un período muy corto y su polinización depende
generalmente de insectos que abandonan su fuente de alimentación habitual para
aprovechar esta abundante pero efímera oferta de néctar.

Los guayacanes son conocidos por su breve pero espectacular despliegue de flores
amarillas o rosadas en la época seca, que dura a lo sumo cinco días; es una
floración en la cual muchos árboles exhiben sus flores al mismo tiempo y son
visitados por en- jambres de abejas y abejorros. Uno o más eventos de floración
tienen lugar a mediados o hacia el final de la época seca, generalmente a los seis
días de haberse presentado temperaturas anormalmente frías o algunas lluvias
ligeras; una vez que las flores han sido fertilizadas, rápidamente se forman frutos en
forma de vainas alargadas hasta de dos palmos de longitud y en pocas semanas,
cuando están maduras y secas, se abren para liberar multitud de semillas blancas y
aladas que normalmente se dispersan en las últimas semanas de la sequía y las
primeras de la temporada lluviosa, para que la germinación de las nuevas plántulas
ocurra precisamente durante los meses de mayor disponibilidad de agua.

Ciertas plantas producen muchas flores durante un


período más prolongado, lo cual atrae a muchos y
variados polinizadores y otras más producen pocas
flores pero lo hacen de manera constante durante al
menos un mes. Una buena cantidad de los insectos
nectarívoros que aprovechan la oferta de alimento
en la época seca, desempeñan unos importantes
papeles como polinizadores y tienen ciclos de vida muy cortos, restringidos a la
época de bonanza.

Aquellos insectos para los cuales el néctar de las


flores de verano no significa una fuente
atractiva de alimento, sino que dependen más
bien de las hojas verdes, suspenden su
desarrollo temporalmente ante la aparición de
estímulos ambientales combinados con sus ritmos
endógenos, en un fenómeno conocido como
diapausa. En algunas especies, ésta ocurre en la fase de huevo, como es el caso de
la rezandera y la mariapalito; en otras, en la fase de larva, como en ciertos
himenópteros parásitos de mariposas y dípteros hematófagos que se alimentan de
sangre de animales vertebrados, incluyendo a los transmisores de la malaria, la
fiebre amarilla y el dengue. Otros dípteros entran en diapausa en la fase de pupa y
ciertos hemípteros en la fase de imago.

Muchos caracoles pulmonados de hábitos terrestres o arborícolas suelen agruparse,


al inicio de la sequía, en las oquedades de los troncos y producen una capa de
mucílago que se endurece y forma un epifragma o tapa que cierra la concha y limita
la evaporación; de esta forma pasan una temporada de letargo. Su cercanía
garantiza el encuentro rápido de parejas sexuales, una vez las condiciones de
humedad les son propicias y aseguran así el éxito reproductivo de la especie.
Donde la textura del suelo lo permite, algunas especies de caracoles se entierran
hasta varias decenas de centímetros en procura de un ambiente más húmedo; otras
viven el letargo a la sombra del follaje, adheridas a las ramas de los pocos arbustos
que retienen sus hojas.

Los anfibios y algunos reptiles, como el sapo bufo, que sólo está activo durante
unos pocos meses del año, reducen al mínimo su metabolismo y se entierran
durante casi todo el período adverso y producen varias capas de epidermis que, al
secarse, forman una cubierta que evita la transpiración. La mayoría de los
mamíferos pequeños se refugia en las zonas más húmedas de cada región. Algunos
ratones cuentan con adaptaciones metabólicas que les permiten permanecer en la
zona seca durante el verano y extraer el agua de las semillas que consumen. Para
evitar la transpiración excesiva cuando están en busca de alimento, muchos
mamíferos del bosque adquieren hábitos nocturnos y así aprovechan la temperatura
más baja. Los murciélagos consumidores de frutos, en ausencia de éstos, pueden
cambiar su dieta para alimentarse de insectos. Las aves y los mamíferos grandes
tienen una mayor capacidad de movimiento, lo que les permite desplazarse a zonas
más favorables cuando no hay recursos disponibles; en esta época los loros y los
pericos concentran su actividad en las franjas más húmedas de vegetación, donde
se conservan algunas hojas o frutos. Los grandes mamíferos como los venados, los
monos y los felinos, pueden recorrer grandes distancias en busca de cuerpos de
agua, transgrediendo incluso las fronteras del ecosistema.

EL BOSQUE SE TRANSFORMA

Las primeras lluvias desatan una impresionante explosión de vida. Hierbas y


retoños afloran del suelo y crecen rápidamente; los sedientos árboles y arbustos
aprovechan al máximo el agua y en unos cuantos días se forma una densa red de
raíces muy delgadas que se extienden entre las capas más superficiales del suelo y
al absorber la mayor cantidad de agua posible, captan los nutrientes que provienen
de la rápida descomposición de las hojas secas.

La actividad de los animales se sincroniza también con la abundancia de recursos


de la época húmeda. Enormes cantidades de insectos inician su ciclo de vida o
cesan la diapausa y reanudan su desarrollo tan pronto como el ambiente se torna
más húmedo; pocas horas después del primer temporal, miríadas de pequeños
insectos revolotean formando densas nubes, pierden de repente sus alas y realizan
así todo su ciclo reproductivo en un sólo día.

En las primeras semanas de la temporada lluviosa se descuelgan de los árboles


miles de gusanos sostenidos por delgados hilos sedosos y orugas multicolores
tapizan las cortezas de los árboles, mientras que los caracoles aprovechan el agua
acumulada en las oquedades de sus troncos y salen de su letargo.
El vuelo nupcial de las hormigas arrieras se presenta con las lluvias más fuertes del
comienzo del invierno, tan sólo unas horas después que lo han hecho las termitas.
Inicialmente salen de los nidos subterráneos las castas de hormigas criadoras,
cortadoras y soldados, que en grandes cantidades cubren el área alrededor de las
entradas cercanas al centro de las colonias para atacar a cualquier intruso, situación
que puede ser aprovechada por el oso hormiguero y algunas aves insectívoras para
saciar su apetito; luego aparecen los machos alados y más tarde las reinas, que son
perseguidas por enjambres de éstos, hasta que las aparean y fecundan. Con las
primeras lluvias, también las avispas comienzan a construir sus panales y los
cuelgan de las ramas, de donde al cabo de unas pocas semanas salen sus crías.

Las ranas y los sapos que han permanecido enterrados durante la sequía, pierden
las capas de epidermis que fabricaron durante ese período, hidratan su nueva piel
con las primeras lluvias, excavan la tierra para salir a la superficie y se dirigen a las
charcas y una vez allí, practican sus fascinantes ritos prenupciales; al caer la tarde y
durante las primeras horas de la noche, especialmente cuando hay luna nueva, los
machos orquestan una ensordecedora algarabía para atraer a las hembras; los de
cada especie emiten un sonido con entonación y ritmo característicos, para evitar el
apareamiento con hembras de otra especie. Una vez la hembra es atraída y se
produce el encuentro, se inicia el cortejo y luego se aparean; tanta algarabía atrae
no sólo a la pareja sino también a los depredadores, por lo que, para evitar ese
peligro, usualmente estos sonidos tienen un efecto «ventrílocuo», que dificulta su
ubicación. A pesar de ello, muchos machos son víctimas de depredadores
especializados, como son ciertas especies de murciélagos.

Debido a que la disponibilidad de alimentos y agua en el bosque seco tropical tiene


un comportamiento estacional, muchos animales deben anticipar los cambios del
ambiente y procurar que su descendencia nazca en el momento en que las
condiciones son más favorables. Varias especies de anfibios, reptiles, aves y
mamíferos se aparean con la debida antelación, teniendo en cuenta el tiempo que
demanda la gestación o incubación, para que el nacimiento de sus crías ocurra en la
época propicia.

Así, las crías de iguanas, colibríes, pericos, ratones, conejos, zainos y venados
nacen casi todas sincrónicamente al inicio de la época húmeda, cuando aparecen
las hojas tiernas del follaje y el agua es abundante. Muchas aves y algunos
mamíferos que viven en otro tipo de ecosistemas cercanos, aprovechan la época de
abundancia en el bosque para encontrar alimento fácilmente y a lo mejor con menos
competidores que en las sabanas, los desiertos y los bosques húmedos. En el
bosque seco tropical tiene lugar una explosión de vida que se acopla al ritmo de las
lluvias.

Al cabo de los meses, la temporada seca comienza a manifestarse paulatinamente.


El escenario de bosque verde que alardea de actividad, vuelve a transformarse poco
a poco en una maraña gris de ramas y bejucos espinosos donde la vida animal
parece apagarse; sin embargo, la actividad volverá a despertar con las próximas
lluvias.

INTERACCIONES ENTRE PLANTAS

La interacción más simple y evidente entre dos organismos se


da cuando uno de ellos se alimenta del otro (+-). Salvo unas
pocas excepciones, las plantas obtienen sus nutrientes de la
luz, el agua y el dióxido de carbono y no consumen otros
organismos, por lo que constituyen la base de la intrincada
red trófica de cualquier ecosistema; son los productores
primarios. Sin embargo, tales elementos no están siempre
disponibles de forma ilimitada y por lo tanto, las distintas
especies vegetales deben desarrollar estrategias que les
permitan ser competitivas frente a las demás.

La obtención de la cantidad y la calidad de luz


adecuadas para la fotosíntesis en un bosque constituido por
muchas especies de plantas es de por sí un reto. Los
árboles de mayor talla solucionan el problema ocupando el
estrato más alto del bosque; sin embargo, para éstos no es
conveniente tener vecinos muy cercanos de su misma
especie u otros de su misma talla, que eventualmente les
quiten parte de la luz; el árbol que más rápido crece
inhibe con su sombra el crecimiento de sus vecinos,
incluso de sus «hermanos», que deben conformarse con
alcanzar una menor talla o no logran prosperar y mueren.

Cuando los árboles producen semillas, no es


conveniente que éstas caigan cerca y germinen al
pie del árbol madre, por cuanto la sombra de éste
atentaría contra la descendencia exitosa de la
especie; por esto, las de la mayoría de especies de
los estratos emergentes del bosque son anemócoras
—transportadas por el viento— son livianas y tienen
dispositivos que les permiten «volar» hasta lugares apartados.

Plantas de escasa talla que no invierten demasiada energía en su


crecimiento, pero que requieren alta luminosidad, obtienen la de
luz adecuada aprovechándose de las que más se esfuerzan en
crecer; es el caso de muchas bromeliáceas o quiches, orquídeas y
plantas parásitas, que se alojan en las ramas altas de los árboles.
Las lianas, los bejucos y las enredaderas no necesitan tener tallos
robustos para elevarse hasta los estratos más altos del
bosque, pues se valen de sofisticadas artimañas para llegar a
las alturas. En estos casos, podría pensarse que la relación
es (+0), beneficiosa para la liana o la enredadera e inocua
para el árbol; sin embargo, en ocasiones puede resultar
perjudicial para éste, que puede eventualmente verse
estrangulado o su follaje ser tapado por el de la enredadera.

FRUTAS, UN OBSEQUIO DE LAS PLANTAS A LOS


ANIMALES

Muchas plantas que no producen semillas voladoras, establecen una relación


amistosa con los animales para aprovechar su movilidad y así dispersar su especie;
la manera más usual de hacer que un animal les sirva de medio de transporte a
estas semillas, denominadas zoocoras, es envolverlas de una pulpa que sirve de
alimento a éste, o sea, producir frutas.

El animal puede tomar el fruto directamente del árbol, como efectivamente hacen los
murciélagos, los monos y algunas aves, o del suelo, como las iguanas, los lagartos,
los roedores, los armadillos y otros mamíferos. Por lo general la semilla es ingerida
junto con la pulpa, por lo que debe ser resistente a la dentadura y los jugos
gástricos, para que sea depositada intacta con las heces. La probabilidad de
germinación parece ser mayor cuando las semillas pasan por el tracto digestivo,
debido a la remoción de estructuras carnosas y al tratamiento fisicoquímico de que
son objeto; por ello, no es de extrañar que las plantas hayan desarrollado frutos que
premian a los frugívoros que diseminan sus semillas; es de nuevo una relación de
mutualismo. La planta debe esforzarse en producirlos lo suficientemente atractivos,
pero a la vez tiene que construir una semilla que resista el trajín al que será
sometida; adicionalmente debe ingeniarse la manera de atraer a los frugívoros y a la
vez mantenerlos a cierta distancia, para evitar que depositen todas las semillas al
pie de la planta progenitora. La forma más fácil es fabricando frutas con el adecuado
balance en carbohidratos, grasas y proteínas; el tiempo de digestión de los primeros
y segundos es muy corto, por lo que conviene añadir una dosis, aunque pequeña,
de proteína, cuya digestión toma más tiempo y el animal pueda alejarse y depositar
sus heces a cierta distancia. Una sobredosis de proteína disminuiría la probabilidad
de que el frugívoro retornara al mismo árbol.

Debido a que en un bosque coexisten muchas plantas, la competencia para producir


los frutos más atractivos y a la vez más eficientes para la dispersión de semillas,
puede convertirse en una carrera suicida que las llevaría a invertir toda su energía
en esto. Por lo tanto deben recurrir a mecanismos que eviten la disputa; la
estrategia más obvia y extendida es la de especializarse en fabricarlos para
determinados animales, lo que, a su vez, obliga a éstos a especializar su dieta. Así,
algunas familias de plantas producen frutas con una gran proporción de
carbohidratos, mientras otras lo hacen con mayor concentración de grasas. Por su
parte, la fauna tiene preferencias de acuerdo con la composición de nutrientes: los
monos muestran una clara predilección por frutas con alto contenido de sacarosa,
en tanto que las aves prefieren las de mayor contenido de glucosa y fructosa;
algunas pueden contener compuestos secundarios para atraer a ciertos frugívoros y
repeler a otros. La variedad de diseños y cantidad de frutas que producen las
distintas especies de plantas, no son más que el reflejo de los intentos que éstas
hacen por seleccionar a los que de mejor manera contribuyan a dispersar sus
semillas.

Debido a la marcada estacionalidad hídrica en el bosque seco tropical, la producción


de semillas y frutos de una especie de plantas rara vez es permanente, por lo que
muchos animales deben cambiar su dieta a lo largo del año, como lo hacen varias
aves y murciélagos, al recurrir a los insectos como fuente de alimento, o a combinar
indistintamente ambas fuentes. Las ardillas y otros roedores que se alimentan de
semillas acumulan muchas de éstas para la época de escasez, enterrándose bajo el
suelo. En estos casos, la planta juega con la probabilidad de que la ardilla olvide
algunas de las semillas y éstas germinen exitosamente. Al disminuir la oferta, los
frugívoros con mayor capacidad de movimiento, como los monos y algunas aves,
emigran a otras zonas en donde sus plantas preferidas se encuentran en la fase
productiva.

Pero no todos los frugívoros tienen una relación amistosa o de mutualismo con las
plantas. Algunos mamíferos, como ciertos ratones y la zarigüeya o zorro chucho,
pueden destruir las semillas con sus poderosos dientes; sin embargo, son los
insectos los que mayor amenaza representan para la eficaz descendencia de las
plantas, aunque muchos de ellos las aprovechan únicamente durante una etapa de
su vida. El daño que pueden infringir varía desde aquellos que sólo se alimentan de
la pulpa y dejan la semilla intacta, hasta los que consumen el endospermo y los
cotiledones de la semilla y destruyen los embriones. En el primer caso podría
pensarse que se trata de una interacción de tipo (0+), pero el atractivo de la fruta
para los frugívoros amigos puede disminuir si ha sido atacada por insectos; algunos
pájaros y monos desechan las frutas roídas o que contienen larvas de insectos. De
nuevo, las plantas han tenido que evolucionar inventando mecanismos para
defenderse de los frugívoros enemigos, a la vez que los insectos han desarrollado
maneras de evadir los mecanismos de defensa de las plantas sin necesidad de
retribuirles beneficios. Vista de esta manera, la relación entre los insectos y las
plantas productoras de frutas es de parasitismo (+-).

Los mecanismos de las plantas para defender sus semillas de los insectos son muy
variados; algunas forran sus frutos con espinas, pelos, protuberancias o cáscaras
duras y coriáceas, otras poseen un rico arsenal de armas químicas que hacen
repelente la fruta para los insectos, otras recurren a medidas más drásticas, como la
de abortar selectivamente las semillas o las frutas, ante la presencia de plagas que
ponen en serio riesgo la obtención de descendencia. En tal caso, la planta opta por
guardar sus energías para otra ocasión más favorable.

No todas las plantas son víctimas de los animales oportunistas en relación con la
dispersión de sus semillas. Lo contrario, aunque menos extendido ocurre también,
pues ciertas herbáceas que crecen en los claros del bosque aprovechan la
movilidad de los animales, especialmente mamíferos, para dispersar sus semillas
sin ofrecerles recompensa o incluso, perjudicándolos; en este caso, la planta se
vuelve un parásito (+-). En lugar de producir frutos alimenticios, envuelve sus
semillas en una cáscara provista de diminutos ganchos o anzuelos que se adhieren
con facilidad a la piel del animal que roza la planta. Luego de un determinado
tiempo, la cáscara se reseca y se abre liberando las semillas en un lugar apartado
del de la progenitora.

LOS ANIMALES Y LA VIDA SEXUAL DE LAS PLANTAS

Una de las interacciones más fascinantes entre vegetales y animales es la que se


relaciona con el proceso de fecundación sexual entre las plantas: la polinización,
que implica la transferencia de polen desde el órgano reproductor masculino —la
antera— al órgano femenino —el estigma— de la misma planta o de otra diferente.
Aunque en algunas especies puede efectuarse con el viento, son los animales los
principales involucrados en el proceso de polinización; abejas, moscas, mariposas,
pájaros y murciélagos se cuentan entre los principales polinizadores, aunque se
pueden incluir escarabajos y pequeños roedores que son atraídos a las flores que
exhiben los estigmas y anteras y obtienen como recompensa néctar y polen;
algunas partes de su cuerpo como las patas, el pico o la lengua se impregnan del
polen que luego se desprende y adhiere al estigma de la próxima flor que sea
visitada.

Para garantizar la fertilización, la planta debe procurar que los polinizadores visiten
muchas flores y evitar así que se sacien de néctar o polen de unas pocas; para esto
debe ofrecer pequeñas cantidades, puesto que un visitante apurado y
sub–alimentado, pero fiel, es lo ideal para la planta. Por otro lado, los polinizadores
buscan maximizar la obtención de alimento gastando un mínimo de energía, es
decir, obtener la mayor cantidad de recompensa con la menor cantidad de
movimiento. Este contraste entre el comportamiento de la planta y el del polinizador
es el motor evolutivo que moldea la mayoría de las relaciones entre los dos
«amigos».

Atraer a los polinizadores hacia las flores implica la producción de compuestos


como néctar, pigmentos y fragancias, que no tienen otro propósito que el de hacer
efectiva la polinización, o sea que implica un gasto de energía para la planta. Las
flores que son visitadas por los colibríes parecen hechas a la medida de sus
puntiagudos y alargados picos; suelen ser colgantes, de forma tubular o de
campana, de coloración roja, rosada o anaranjada y producen abundante néctar.
Las de color rojo y amarillo son particularmente atractivas para aves y mariposas.
Algunas especies tienen flores de colores poco llamativos, pero en vez de eso
liberan fragancias que atraen a polinizadores más sensibles a las señales olfatorias,
como el cedro espinoso y la bonga o majagua, que producen flores grandes pero
poco conspicuas y muy efímeras, que se abren a primeras horas de la noche y
desprenden un olor almizclado que atrae a ciertos murciélagos, como Glossofaga
soricina; cada flor permanece abierta una o dos noches a lo sumo, pues pronto
pierde sus pétalos y estambres. Aunque poco frecuentes en el bosque seco, existen
algunas especies de orquídeas que engañan a los insectos polinizadores para
atraerlos; sus flores tienen patrones de coloración que simulan a la hembra del
respectivo polinizador, hasta el punto que el macho realiza todo el cortejo y el acto
copulatorio sobre la flor, impregnándose abundantemente de polen.

Una vez recompensados, los polinizadores devuelven el favor visitando otras flores
y transfiriendo el polen. Las especies que son polinizadas por animales, presentan
frecuentemente estructuras que anuncian la recompensa para los visitantes y la
evolución ha desarrollado un conjunto de adaptaciones morfológicas, fisiológicas y
de conducta entre la planta y su visitante, que propician un equilibrio entre las
ventajas de ser amigos —mutualismo— y el conflicto de intereses entre uno y otro.

No faltan los animales que sacan ventaja de la amistad entre las plantas y sus
polinizadores. Algunos pájaros se especializan en obtener el néctar destinado a los
colibríes, perforando con su pico la base de la flor para acceder al depósito de
néctar; obvian así el impedimento que representa la forma tubular de la flor e
introducen su corto pico hasta el fondo de ésta. Estos oportunistas en muchas
ocasiones dañan irreparablemente la flor, que es incapaz de retener el nuevo néctar
producido.

Otros oportunistas son los llamados anti-polinizadores; se trata en su mayoría de


insectos depredadores, particularmente avispas, que se camuflan entre las flores y
para acechar a los polinizadores, generalmente adoptan formas y coloraciones que
les permiten mimetizarse. Existen también anti-polinizadores facultativos, menos
especializados y evidentes, pero que aprenden a sacar provecho de la atracción
floral. En esta categoría se pueden contar las arañas, que tejen sus redes cerca de
las ramas florecidas para interceptar en el vuelo a los insectos o inclusive, las
serpientes arborícolas, como las bejuquillo, que suelen merodear entre las ramas de
las plantas en flor, al acecho de colibríes o abejorros.

Debido a que la floración en el bosque seco tropical suele ser sincrónica y explosiva
en todos los individuos de una especie y a que muchas plantas florecen por poco
tiempo durante una época del año, los polinizadores, al igual que los frugívoros, se
ven obligados a realizar continuas migraciones o a diversificar sus dietas.
LOS RECICLADORES DEL BOSQUE

La gran cantidad de material vivo o biomasa producida en los bosques, que está
representada en la flora y la fauna que allí vive y que se transforma a medida que
pasa a través de la cadena trófica y de una generación a otra, debe ser reconvertida
en los compuestos orgánicos e inorgánicos originales, para recomenzar su ciclo
como nutrientes de las plantas. Este proceso no sería posible sin la ayuda de una
serie de seres vivos especializados en nutrirse de los cadáveres y desechos de los
habitantes del bosque.

Los hongos y las bacterias son los principales descomponedores o recicladores de


biomasa en casi todos los ecosistemas. En los bosques secos tropicales los hongos
juegan un papel preponderante en la descomposición de la hojarasca, la madera y
los cadáveres de insectos, mientras que las bacterias son más importantes en la
descomposición de cadáveres de animales vertebrados. La diversidad de hongos en
los bosques tropicales es abrumadora y aunque la gran mayoría son microscópicos,
algunos sobresalen por sus formas y coloración viva; en su mayoría pertenecen a
los Ascomicetos, como los dedos de muerto y a los Basidiomicetos, que incluyen los
hongos de sombrilla, la oreja de palo y las royas, que se han especializado en
nutrirse no sólo de hojarasca sino también de hojas frescas. Los comúnmente
llamados mohos pertenecen al grupo de los Oomicetos, que producen sustancias
que ayudan a descomponer las proteínas de los cadáveres, principalmente de
insectos e invertebrados acuáticos, muchas de las cuales son tóxicas.

Los hongos cumplen un papel muy importante en la descomposición de la madera y


la hojarasca; para ello producen enzimas que desintegran la lignina y la celulosa y
las convierten en moléculas más simples, que al ser incorporadas al suelo son
asimilables por las plantas. La mayoría requiere una atmósfera húmeda para llevar a
cabo su ciclo vital; por lo tanto, muchos de ellos pasan la estación seca en un
estado de latencia subterránea. Con las primeras lluvias afloran del suelo o de los
troncos en proceso de descomposición, las sombrillas que los caracterizan. Otros,
como los que viven adheridos a la superficie de los troncos, adquieren una pared
leñosa y se protegen de la desecación.

Los actinomicetos, que en realidad son bacterias, juegan un papel muy importante al
asociarse con las raíces de algunas especies de árboles, especialmente
leguminosas, para fijar nitrógeno del aire y ponerlo a disposición de la planta en
forma de compuestos asimilables por ésta. Dichas bacterias son las responsables
del característico «olor a tierra» que emana del suelo cuando se humedece.

El humus es la capa más superficial de los suelos donde se acumula la materia


orgánica en vías de descomposición, la cual se transforma en moléculas simples y
solubles en agua para que sean absorbidas por las raíces y asimiladas por las
plantas. En el proceso de formación del humus participan un sinnúmero de bacterias
especializadas en desintegrar las moléculas complejas que retienen de manera no
asimilable por las plantas, los compuestos nitrogenados y fosforados, así como los
iones de hierro, calcio, magnesio y otros elementos esenciales para el metabolismo
de las plantas. Puede decirse que las bacterias descomponedoras tienen una
relación de mutualismo con todo el bosque y a pesar de lo poco notoria, es en el
fondo la más armónica y desinteresada de todas las interacciones existentes entre
organismos vivos. No está mediada por lazos de falsa amistad, no hay enemigos, ni
tampoco oportunistas malintencionados. Sencillamente, todos ganan

LA IMPORTANCIA DEL BOSQUE SECO TROPICAL

Los bosques secos constituyen ecosistemas


complejos que aportan una amplia gama de
beneficios económicos, sociales y ambientales que
pueden agruparse en tres grandes categorías:
productivas, reguladoras e informativas.

Las funciones productivas, además de ser el hábitat


de numerosas especies, tanto vegetales como
animales, suministran al hombre alimento, maderas,
materiales de construcción, combustibles, leña,
fibras, plantas ornamentales y toda una serie de compuestos químicos secundarios
como resinas, alcaloides, aceites esenciales, látex y fármacos; algunas regiones
son importantes para las actividades socioculturales y religiosas y otras pueden
constituirse en destinos turísticos y de recreación.

Las regulativas comprenden, entre otras, la captación y


almacenamiento de dióxido de carbono para la
amortiguación del cambio climático global, la protección de
los suelos contra la erosión y el desecamiento, la
absorción, almacenamiento y liberación de agua lluvia y
freática, el reciclamiento de nutrientes, la regulación del
clima, el amortiguamiento de la intensidad del viento y del
ruido, la regeneración de productos como madera, frutas y
hojarasca y la absorción y transformación de energía
térmica y lumínica.

Las funciones relacionadas con la información se refieren a que portan los genes de
las especies que allí viven, lo cual incluye sus complejas interacciones de simbiosis
y los procesos ecológicos resultantes.

Las funciones productivas son las más fáciles de apreciar, puesto que permiten una
utilización directa, como es el caso de los productos madereros; otros beneficios
que los bosques proporcionan son intangibles, no son fácilmente percibidos por las
comunidades locales y por lo tanto representan beneficios indirectos o intrínsecos.

Los usos directos son muy diversos y varían


regionalmente de acuerdo con las tradiciones
culturales de la población y las de tenencia de las
tierras. Uno de los más generalizados es la
extracción de maderas, puesto que los bosques
secos son el hábitat de muchas especies que
producen maderas finas de gran demanda para la
elaboración de muebles, mampostería y artesanías, como las ceibas, los robles, los
cedros, los guayacanes y el ébano, pero también para la construcción de viviendas,
como el caracolí y el carreto. Las tasas de explotación han sido superiores a las de
rebrote de nuevos árboles, por lo cual dichas especies son muy escasas en algunas
áreas y la actividad extractiva es insostenible.

El bosque seco tropical es la fuente original de algunos alimentos, especialmente de


frutos como el níspero, el caimito, el mamoncillo y el jobo, pero también de ciertas
variedades de pimienta y ají. Las cepas silvestres de estas plantas aún se
conservan en los remanentes de bosque; algunas han sido «domesticadas» como
ornamentales en parques y avenidas, como los robles y guayacanes, o para la
instalación de cercas vivas, como el matarratón. Varias plantas nativas han
despertado recientemente gran interés como alternativa en la alimentación de
animales rumiantes, puesto que pueden aportar los nutrientes que comúnmente son
escasos en cantidad y calidad en las dietas constituidas sólo por pastos; se trata de
frutos, semillas —principalmente de leguminosas como el trupillo— y hojarasca, que
equivale al heno natural.

Otros productos tradicionales obtenidos del bosque


seco incluyen las totumas, resinas, fibras y plantas
medicinales. La ceiba, por ejemplo, produce una fibra
sedosa resistente al agua, empleada como relleno de
aislantes, tapizados, salvavidas y almohadas; de la
corteza de la majagua obtenían los aborígenes
tayronas de la región de Santa Marta la fibra para
elaborar las redes y líneas de pesca, tradición que
heredaron y practicaron los pescadores de Taganga,
aldea vecina a dicha ciudad, hasta hace unas pocas
décadas; la madera de bija o palo santo se utiliza para sahumerios, como repelente
de insectos y su resina para curar heridas y extraer de la piel aguijones y espinas
enconadas.

Una cuarta parte de las medicinas disponibles en la actualidad proviene de las


plantas y el 70% de éstas han sido identificadas por el National Cancer Institute,
como útiles en tratamientos contra el cáncer y como antitumorales. Plantas propias
del bosque seco tropical, algunas de ellas usadas tradicionalmente como infusiones
y emplastos, han dado origen a fármacos comerciales para el tratamiento de la
hipertensión, la artritis y afecciones cardíacas; sin embargo, un porcentaje mínimo
de sus especies ha sido estudiado para su posible uso medicinal.

En cuanto a los valores intrínsecos, la biodiversidad de los bosques, que constituye


un bien per se, es uno de los mayores patrimonios de que disponen las naciones
tropicales. Las especies que se encuentran en estos hábitats representan un
recurso genético enorme que puede ser la base de futuros productos farmacéuticos
y forestales no maderables; por otro lado, los bosques tropicales brindan protección
a las cuencas hidrográficas pues dan estabilidad al terreno en las laderas,
disminuyen la posibilidad de avalanchas en la época de lluvias y moderan la tasa de
escorrentía, reduciendo así los caudales durante las crecidas y aumentándole
durante las épocas secas.

El papel de los bosque en la regulación del clima se manifiesta no sólo a escala


global —al capturar dióxido de carbono, contrarrestar el calentamiento global— sino
también local; las masas boscosas absorben el calor del sol en mayor proporción
que los campos sin cobertura y reducen la temperatura ambiental; además actúan
como barreras rompeviento que moderan el impacto que pueden causar las
tormentas y vendavales.

El uso más extendido y evidente que se ha dado a los bosques secos tropicales, no
sólo en Colombia sino en todo el mundo, es el de transformarlos en otro sistema.
Debido a que los climas secos han sido preferidos por los humanos de las regiones
tropicales y los suelos de la zona de vida correspondiente al bosque seco son por lo
general de mejor calidad que los de las selvas húmedas, los asentamientos
humanos y sus actividades productivas se han concentrado en dicha zona.

El agotamiento de recursos forestales no es exclusivamente un fenómeno de los


tiempos modernos; un caso histórico es el de las islas de San Andrés y Providencia,
que hasta el arribo de los europeos estaban deshabitadas y eran visitadas sólo
esporádicamente por pescadores y cazadores de tortugas que habitaban las costas
de Centroamérica. Posteriormente corsarios, puritanos ingleses y contrabandistas
holandeses encontraron en ellas, además de una estación de paso y un refugio
transitorio durante sus travesías por el Caribe, tierras de cultivo y maderas para la
reparación y construcción de embarcaciones; entonces el cedro y otras maderas
finas fueron entresacadas, hasta agotarlas durante los siglos XVI y XVII.

El uso intensivo, e incluso el abuso de los recursos naturales no fue prerrogativa de


los europeos en tiempos coloniales, ni de los criollos de la Independencia, ni de las
sociedades modernas; desde su inicio, la historia de la especie humana en el
continente americano ha estado marcada por eventos de agotamiento de los
recursos naturales, aunque también, justo es reconocerlo, por notables experiencias
de uso sostenido y adecuado de los mismos.

Estudios arqueológicos asocian el colapso de varias culturas prehispánicas con el


agotamiento de los recursos naturales; el de Teotihuacán, en México, ha sido
vinculado a procesos de sobreexplotación del ambiente. Ejemplos de tal magnitud
en las culturas que poblaron el territorio de la actual Colombia se desconocen; sin
embargo, es evidente que algunas de ellas explotaron intensamente los bosques
secos en ciertas áreas, como ocurrió con la cultura Tayrona, asentada en la zona
costera y el piedemonte de la Sierra Nevada de Santa Marta, cuya población
alcanzó densidades considerables. En algunas de las bahías del actual Parque
Nacional Tayrona se erigieron poblados importantes y la extracción de leña,
maderas, fibras, tinturas, frutas y animales de los bosques aledaños debió de ser
considerable. Con la llegada de los conquistadores, los aborígenes se replegaron
hacia las montañas, lo que permitió al bosque de la zona costera su regeneración
natural hasta lograr la comunidad de clímax que se observa actualmente en algunas
áreas del parque. Procesos similares debieron de darse en otras áreas de la planicie
del Caribe, donde se asentaban, entre otros, los Zenúes y los Chimilas y en los
valles interandinos con los Quimbayas, Pijaos y otros pueblos. Con los
conquistadores arribaron a América también enfermedades hasta entonces
desconocidas para los aborígenes, contra las cuales su sistema inmunológico no
estaba preparado. La consecuencia fue un colapso demográfico generalizado, que
seguramente se vio reflejado en una recuperación de los ecosistemas naturales.

La leña, el carbón de madera y otros combustibles derivados de los bosques secos


han sido una fuente de energía y siguen siéndolo para muchas comunidades
rurales. Ante la enorme reducción del área de los bosques, la presión sobre los
remanentes, incluyendo los de las zonas destinadas a la conservación, ha
alcanzado niveles críticos y ha dado origen a conflictos entre leñadores y
autoridades ambientales y propietarios de tierras; por esta razón es de vital
importancia protegerlos y colaborar con su recuperación.

Nombre Científico: Anacardium excelsum (Bertol. & Balbis)


Nombre Común: Caracolí
Familia: Anacardiaceae
Procedencia: Nativa
Distribución a nivel Colombia: Valle del Cauca, Cauca,
Santander, Tolima, Huila, Chocó, Valle del Río Magdalena,
Magdalena Medio, Amazonía Colombiana y Región del
Urabá.
Descripción: Hojas simples y alternas, flores pequeñas en
racimos agrupados al final de las ramas.
Frutos drupa (tipo nuez) en forma de riñón.
Semilla: una sola Corteza Externa café
oscuro con manchas blancas.
Madera de color rosado con resina
acuosa de color amarillo rojizo.
Tamaño -Altura: Árbol de hasta 40

Usos: La madera es utilizada para


elaboración de canoas, muebles,
ebanistería y construcción en viviendas
rurales metro

___________________________________________________________________
_________
Nombre Científico: Attalea
butyracea (Mutis ex L.f.)
Wess.Boer
Nombre Común: Palma Real
Familia: Arecaceae
Procedencia: Nativa
Distribución a nivel Colombia.
Amazonas, Antioquia,
Cundinamarca.

Descripción:
Hojas retenidas por lo general en posición vertical, con
las hojuelas más o menos en el mismo plano,flores
unisexuales, dispuestas en espiral protegidas por una
hoja leñosa llamada espata. Sus frutos se encuentran
agrupados en racimos, cuando maduran su color es
rojo intenso.
Tamaño _ Altura: Palma de alrededor de 3 hasta 30 mts de alto.
Usos: Los campesinos de la región Caribe lo emplean para obtener palmito.
Sus frutos son fermentados para producir vino.
Sus hojas son utilizadas para techar.
Alimento para aves silvestres como loros y guaca

Nombre Científico: jacaranda caucana


Pittier.
Nombre Común: Gualanday
Familia: Bignoniaceae
Procedencia: Nativa
Distribución a nivel Colombia: Antioquia,
Bolívar, Caldas,
Cesar, Guajira, Cundinamarca, Magdalena, Santander, Tolima y
Valle del cauca.

Descripción: Hojas compuestas de raquis alados, flores de color lila brillante, en


inflorescencias agrupadas en racimos, con delicada fragancia.
Frutos capsulares que al madurar liberan pequeñas semillas aladas.
Corteza lisa de color gris a pardo.
Tamaño _ Altura: Árbol de 20 mts de altura.
Usos: Madera de color amarillo claro y textura blanda, utilizada para elaboración
de artesanías. Por su atractiva floración púrpura, también es usado como
ornamental.

___________________________________________________________________
___________
Nombre Científico: Tabebuia chrysantha (Jacq) Nicolson
Nombre Común: Lumbre Roble amarillo
Familia: Bignoniaceae
Procedencia: Nativa

Distribución a nivel Colombia: Originaria de América


tropical desde México hasta Colombia y
Venezuela.

Descripción: Hojas alternas sin bello, digitalmente


compuestas, flores grandes de color amarillo, en forma de
campana, agrupadas en inflorescencia terminal
(panícula), ligeramente aromáticas, frutos tipo cápsula
cilíndrica, semillas aladas aplanadas de color gris
plateado, corteza áspera de color beige a gris oscuro.
Tamaño _ Altura: Árbol hasta de 30 mts de altura.

Usos: La madera es rubia y excelente para muebles y enchapes.


Tiene una semejanza con la madera de Quercus, lo que ha dado lugar al
nombre común de “roble”. Es propia para usos externos como postes y
durmientes para ferrocarriles. Por su bella floración se usa como planta
ornamental. Es útil para preservar y mejorar áreas degradadas y de alta
Pendiente.

Nombre Científico: Machaerium capote


Triana ex Dugand
Familia: Fabaceae
Nombre Común: Siete Cueros, Capote
Procedencia: Nativa
Distribución a nivel Colombia: Valles secos del país, especialmente en el Valle del
Cauca, Tolima, Huila, Cundinamarca y la Costa Atlántica.
Descripción: Hojas compuestas y alternas, flores amarillas pequeñas dispuestas
en panículas pequeñas axilares, frutos en legumbre en forma de machete, Tronco
acanalado, retorcido y grisáceo, con corteza viva amarilla y corteza muerta que se
desprende en capas al secarse.
Tamaño _ Altura: Árbol hasta de 30 mts de altura
Usos: La madera es utilizada para diversos fines sin ser muy resistente a la
Intemperie. Es una especie que puede ser utilizada como forraje para el ganado.

___________________________________________________________________
__________

Nombre Científico: Zanthoxylum sp.


Familia: Rutaceae
Nombre Común: Tachuelo
Procedencia: Nativa
Distribución a nivel Colombia: Desde México hasta América
del Sur.
Descripción: Hojas compuestas, alternas con puntos
translúcidos sin estípulas con hojuelas glabras de olor fuerte
al estrujar; flores en inflorescencias en panículas largas de
color amarillo-verdoso; frutos en cápsulas triangulares con
fuerte olor resinoso con semillas pardo brillantes que
desprenden una sustancia grasosa, tronco con abundantes
espinas cónicas muy fuertes sobre una corteza lisa.
Tamaño _ Altura: Árbol de 5 a 30 mts de altura.
Usos: Maderable, su madera es apetecida para la construcción de muebles.
La corteza macerada en alcohol de caña se toma oralmente para el
asma y molestias del pecho y la cocción para la dentadura.

Nombre Científico: Bauhinia monandra Kurz


Familia: Caesalpinaceae
Procedencia.: Exótica
Nombre Común: Casco de Vaca
Distribución a nivel Colombia: Introducida en
Antioquia, Chocó, Cundinamarca, Valle del Cauca, San
Andrés y Providencia. Tolima
Descripción: Hojas alternas con forma redondeada
simulando un casco de vaca, flores inflorescencias en
racimos con flores con pétalos rosados a rojos. Fruto en
legumbres aplanadas oscuras con semillas elípticas y
planas.
Tamaño _ Altura: Arbusto o árbol pequeño hasta de 3 a 15 mts de altura.
Usos: Ornamental, en algunos sitios es utilizado como leña. Sus semillas son fuente
de vitamina A. Poseen ácidos oleicos, y linoleicos. Es una especie de rápido
crecimiento, crece en suelos bien drenados, y en sitios ricos en nutrientes.

___________________________________________________________________
___________

Nombre Científico: Cereus hexagonus (L.) Mill


Familia: Cactaceae
Procedencia: Nativa
Nombre Común: Cactus
Distribución a nivel Colombia: Atlántico, Cundinamarca,
Guajira, Huila y Tolima.
Descripción: Cactus de tallo columna que puede
ramificarse desde la base, flores solitarias alargadas.
Frutos carnosos de color rojo de pulpa suave y jugosa con
numerosas semillas negras. Los frutos son de sabor dulce
como los duraznos.
Tamaño Altura: Cactus de 15 mts. De altura.

Usos: En la península de la Guajira es empleado como cerca viva y para


postería.Sus frutos son comestibles. Es utilizado como planta ornamental polinizada
y sirve de alimento a murciélagos.

*Todas las imágenes de esta investigación acerca del bosque seco tropical fueron tomadas de:
https://www.ecosistemassecos.org/es/referencias/aportes-academicos/47-arboles-del-bosque-seco-tropical-bst-e
n-el-area-del-parque-recreativo-y-zoologico-piscilago-nilo-cundinamarca

ECOSISTEMA DESÉRTICO

Elaborado por: Juan Camilo Hernández Lozano

El ecosistema desierto es uno de los biomas más secos que existen en nuestro
planeta, debido a las altas temperaturas y a las escasas precipitaciones. Estas
características climatológicas, sumadas a la aridez de su suelo, el cual se encuentra
cubierto principalmente por arena desértica, dan lugar a paisajes desnudos y
solitarios, en los que apenas habitan especies.
Así pues, tanto la fauna como la flora de estos biomas es escasa y, de hecho, las
pocas especies que podemos encontrar muestran grandes rasgos de adaptación a
fin de poder sobrevivir en uno de los biomas más hostiles de la Tierra. El ecosistema
desértico se desarrolla en lugares donde la pluviosidad es muy escasa. Los
desiertos varían dependiendo de los patrones pluviométricos, temperatura y
sustratos (rocas, arena, residuos volcánicos, etc.).

Los desiertos de latitudes templadas están distantes de las fuentes oceánicas de


humedad; Son fríos e hiela en el invierno, pero son calientes y secos en el verano.
La vegetación se presenta en grupos, y está adaptada a una variedad de maneras
de conservación de la poca humedad disponible. Muchas plantas del desierto, como
el cactus, almacenan agua en la pulpa de sus troncos cubiertos con espinos, para
evitar ser comidos por los animales. Otras no tienen hojas, pero concentran la
clorofila en los troncos, esto evita la pérdida de agua por la reducción del área
superficial expuesta a los vientos secos.

Algunas plantas desarrollaron una estrategia de reproducción que elimina su


exposición a las severas condiciones durante la mayor parte del año. Cuando
raramente llueve, las flores crecen rápidamente, dan semillas y mueren. Entonces,
las semillas se esparcen hasta que comienza el próximo ciclo de lluvias. Los ovillos
de maleza (tumbleweed), típicos del desierto norteamericano, son en realidad
esqueletos de plantas muertas. Conforme ruedan junto con el viento, sus semillas
se sueltan del esqueleto, esparciéndose alrededor de una gran área y aumentando
las oportunidades de obtener agua.

Clima del desierto cálido

Los desiertos están distribuidos en zonas:

● Zonas esteparias o semiáridas: la media de precipitaciones es de 250 a 500


mm anuales. Suelen estar situadas en los límites de estos biomas.
● Zonas áridas: sus precipitaciones anuales son entre 25 y 250 mm.
● Zonas hiperáridas: son tan secas o áridas que pueden pasar años sin que
llueva. Las temperaturas de estas zonas pu
● eden tener una variación muy amplia, de hecho, pueden variar en más de 20
grados Celsius.

Clima del desierto frío

● Las temperaturas mencionadas antes


son las más frecuentes en los cálidos, pero en
los fríos, donde realmente hay zonas en las que
no hay precipitaciones, estas son también muy
extremas.

● Por ejemplo, la Antártida, el desierto


más grande del mundo, tiene una temperatura
media de unos -20ºC.

Hidrografía

La razón principal por la que esto es así, es que hay anticiclones tropicales de forma
constante. Las zonas desérticas que menos sufren esta escasez de agua son las
semiáridas o esteparias por estar en los bordes o límites del bioma, cercanos ya a
otros tipos con menor presencia de anticiclones tropicales. Así, en una de estas
zonas puede llover una cantidad media entre 150 mm y 170 mm al año. Aún así, los
meses con mayor sequía suelen ser más de medio año. En el resto de zonas más
interiores, las precipitaciones no llegan a los 150 mm anuales y todo el año es seco
o árido, siendo un clima más extremo que el de los bordes.

Existen zonas en los desiertos en las


que algunas veces al año circulan ríos
y se denominan uadis, pero solo llevan
agua justo tras las escasas
precipitaciones, que suelen caer en
poco tiempo en forma de aguacero, y
enseguida se secan de nuevo,
quedando el camino del río marcado
en la arena y permaneciendo secos el resto del año. De hecho, los uadis raras
veces llegan a desembocar en los mares porque su agua se absorbe, evapora o
estanca muy deprisa.

Ecosistemas desérticos: tipos de desiertos

Aunque en principio pueda parecer que no es así, existen diversos tipos de


desiertos:

Aunque en principio pueda parecer que no es así, existen diversos tipos de desiertos:
Tipo de Concepto
desierto
Los vientos alisios tienen lugar en dos franjas
del globo divididas por la línea del ecuador, y
Desiertos en se forman por el calentamiento del aire en la
regiones de región ecuatorial. Estos vientos secos disipan
vientos la cobertura de nubes, permitiendo que se
alisios o caliente más el suelo por la radiación del Sol.
tropicales. La mayoría de los grandes desiertos de la
Tierra está en regiones surcadas por vientos
alisios. El mayor desierto de nuestro planeta,
el Sáhara, situado al norte de África que en
ocasiones experimenta temperaturas de más
de 57 °C, es un desierto de vientos alisios
Los desiertos de latitudes medias se localizan
entre los paralelos 30° N y 50° N, y también en
Desiertos de la misma franja en el hemisferio sur, en zonas
latitudes subtropicales de alta presión atmosférica.
medias. Estos desiertos están en cuencas de drenaje
apartadas de los océanos y tienen grandes
variaciones de temperaturas anuales. El
desierto de Sonora, en el suroeste de América
del Norte es un típico desierto de latitud media.
El desierto de Tengger, en China, es otro
ejemplo.
Se forman debido a grandes barreras
montañosas que impiden la llegada de nubes
húmedas en las áreas a sotavento (o sea,
Desiertos protegidas del viento, que trae la humedad). A
debidos a medida en que el aire sube por la montaña, el
barreras al agua se precipita y el aire pierde su contenido
aire húmedo. húmedo. Así, se forma un desierto en el lado
opuesto. El desierto de Judea en Israel y
Cisjordania, y el de Cuyo en Argentina, son un
ejemplo.
Monzón significa estación climática se refiere
a un sistema de vientos estacionales. Los
Desiertos de monzones se desarrollan como consecuencia
monzón. de las variaciones de temperatura entre los
continentes y los océanos. Así, los vientos
alisios del sur del océano Índico descargan
lluvias en la India al llegar a la costa. Conforme
el monzón cruza la India de sureste a
noroeste, por el llamado Talweg del Monzón
(aproximadamente el valle del río Ganges) y
surca las elevadas montañas del Himalaya
pierde su humedad en copiosísimas lluvias y
nevadas hasta el punto que en el lado oriental
de la cadena montañosa Aravalli el viento ya
es seco y con efecto foehn (es decir por
calentamiento adiabático). Los desiertos del
Rajastán y Cholistán en el noroeste de la India,
y el desierto de Thar entre Pakistán y la India,
son parte de una región de desierto de
monzón al oeste de la cadena montañosa.
Los desiertos costeros se localizan
generalmente en los bordes occidentales de
continentes próximos a los trópicos de Cáncer
y de Capricornio. Están influidos por corrientes
Desiertos oceánicas costeras frías que discurren
costeros. paralelas a la costa. Debido a los sistemas de
viento locales que dominan los vientos alisios,
estos desiertos son menos estables que los de
otro tipo. Durante el invierno, la niebla,
producida por corrientes frías ascendentes,
cubre frecuentemente los desiertos costeros
con un manto blanco que bloquea la radiación
solar. Los desiertos costeros son relativamente
complejos, pues son el producto de sistemas
terrestres, oceánicos y atmosféricos. Un
desierto costero, el de Atacama, en Chile, es el
más seco de la Tierra.
Los desiertos fríos se caracterizan
principalmente por tener inviernos muy fríos y
Desiertos veranos calurosos. Las amplitudes térmicas
fríos o zonas son muy grandes tanto anualmente como
desérticas diariariamente, por ser de tipo continental. Las
frías. precipitaciones son muy escasas e irregulares
que es lo que le da el carácter desértico.

Las zonas desérticas polares son áreas con


Indlandsis, una precipitación anual de 100 a 200 mm y
desierto polar una temperatura media del mes más cálido
o zonas inferior a 10 °C. Los desiertos polares del
desérticas planeta cubren casi 90 millones de km² y son
polares. principalmente lechos de roca o llanuras de
grava.

ESPECIES DEL ECOSISTEMA DESÉRTICO

1. Biznaga - Echinocactus platyacanthus

Cactus globoso al principio y luego columnar, tipo


barril, verde amarillenta, muy maciza, 0,5 a 3 m de
alto, 40 a 80 cm de diámetro. Las costillas varían en
número, de 5 a 60 verticalmente orientadas. Las
espinas cambian con los años, hay largas, cortas y
aplanadas, rojizas y luego se oscurecen con la edad; 4
espinas centrales, a veces formando una cruz, de
diferentes tamaños cada una incluso algunas curvadas
de 5 a 12 cm de largo; de 7 a 11 espinas radiales de 3
a 5 cm de largo. Flores amarillas, numerosas,
emergiendo de una lana amarillenta en la punta del
tallo, abriéndose bastante extensas, de color amarillo
de 4 a 7 cm de diámetro. Fruto seco a la madurez,
oblongo, amarillento de 5 a 7 cm de largo.

Lugar de origen: Centro - norte de México, en particular los estados de San Luis
Potosí, Coahuila, Durango, Guanajuato, Hidalgo, Nuevo León, Puebla y Querétaro.
Cultivo: Se multiplica por semillas y esquejes.
Protección: Es una especie protegida debido a la disminución de su hábitat, lo que
la ha impactado negativamente en su población. En México, está listada como
especie sujeta a protección especial por la NOM-059-SEMARNAT-2001.
Observaciones: Se lo conoce también con el nombre de “biznaga”. El pueblo
Huichol se llama “aikutsi”, lo usaban para sus ceremonias ya que contiene
alcaloides. Temperatura media mínima 10 a 12 ºC. Pleno sol. Riego normal en
verano, seco en invierno.
Taxonomía: Echinocactus platyacanthus fue descrita por Link & Otto y publicado en
Verhandlungen des Vereins zur Beförderung des Gartenbaues in den Königlich
Preussischen Staaten 3: 423, en el año 1827.
Etimología: Echinocactus: nombre genérico que deriva del término latino: echinus =
"erizo" y cactus, donde se refiere a que es un cactus con forma de erizo.
platyacanthus: epíteto latino que significa "con una gran espina".

2. Sauce del desierto

Sauce del desierto. Arbusto o árbol originario del


suroeste de Estados Unidos y México. Se aprecia
comúnmente en lavados y a lo largo de las riberas
de los ríos, se le llama de esa forma debido a sus
hojas parecidas a sauces, pero no es un verdadero
sauce, sino que es un miembro de la familia
catalpa.

Sauce del desierto (Chilopsis linearis): Con una altura de 1,5 a 8 metros, puede
tomar la forma de un arbusto o un árbol pequeño. Las hojas caducas, curvas y
lineales miden de 10 a 26 cm de largo y solo unos pocos milímetros de ancho.
Chilopsis es el género monotípico de plantas con flores que contiene la única
especie Chilopsis linearis.

Distribución y hábitat: Como freatófito, se adapta bien a los efímeros lavados del
desierto y a los arroyos arenosos. Se puede encontrar en gran parte del suroeste de
los Estados Unidos y el norte de México. Por lo general, se encuentra por debajo de
los 5.000 pies (1.500 m).

Usos y cultivo: Chilopsis linearis se cultiva por sus flores grandes y vistosas y su
tolerancia a los climas cálidos y secos. Aunque el crecimiento natural tiene una
forma muy irregular, se puede podar fácilmente en una forma de árbol convencional.
Se han seleccionado varios cultivares. Algunas, como 'Rio Salado', tienen flores de
color violeta oscuro o magenta.

Chilopsis puede sobrevivir a temperaturas tan bajas como 10 grados F (-12 ° C).

Propiedades - Indicaciones: La infusión de flores se usa contra la tos y como


estimulante en afecciones cardíacas.

Taxonomía: Chilopsis linearis fue descrita por (Cav.) Sweet y publicado en Hortus
Britannicus 9: 261. 1823.2
subsp. linearis Bignonia linearis Cav. Chilopsis glutinosa Engelm. Chilopsis linearis
var. glutinosa (Engelm.) Fosberg Chilopsis linearis var. originaria Fosberg Chilopsis
linearis var. tomenticaulis Henrickson Chilopsis saligna D. Don

3. Cactus Órgano

Es una planta arbolada perenne carnosa columnar,


armada de espinas, y con las flores de color naranja
y rojo.

Pachycereus marginatus tiene la estructura de un


árbol con un solo tallo, raramente ramificado,
erguido, columnar que alcanza diámetros de 8 a 20
centímetros y una altura de 3-4 metros. Con cuatro a
siete amplias y prominentes costillas. Las grandes
areolas confluyen más tarde con dos a cincuenta y
nueve espinas centrales de color amarillento a gris
de 1 a 1.5 cm de largo. Las ocho y cincuenta y cinco
espinas radiales miden 2-4 milímetros de largo. Las
flores se presentan en forma de embudo, de color rojizo y tienen una longitud de 3 a
4 centímetros. Los frutos son esféricos y son más o menos secos y puede llegar a
diámetros de hasta 4 cm y está lleno de espinas suaves y lanosas.

Hábitat: Esta especie crece en los ambientes más áridos, donde las precipitaciones
anuales son menores a 600 mm.

Taxonomía: Pachycereus marginatus fue descrita por (DC.) Britton & Rose y
publicado en Contributions from the United States National Herbarium 12(10):
421–422. 1909.1​

Etimología: Pachycereus: nombre genérico compuesto que deriva del adjetivo


griego antiguo "παχύς" (pachys) = "espesor" y se refiere a los brotes vigorosos de
las plantas y de cereus = "cirio". marginatus: epíteto latino que significa "marginada"

4. Agave Americano

El agave Americano o pita es una planta perteneciente a la familia Agavaceae.


Originaria de México y el sur de Estados Unidos, se ha
distribuido mundialmente como planta ornamental ​ y
naturalizado en muchas regiones como Sudamérica,
Cuenca mediterránea, Asia, Australia y Nueva Caledonia.
Es una planta perenne acaule resistente a terrenos áridos. Las hojas suculentas son
grandes (1-2 m por 15-25 cm), lanceoladas, de color blanco-azulado,
blanco-grisáceo, verde o variegadas. Se disponen en espiral alrededor del centro
donde permanecen enrolladas a un corto tallo central (denominado en México
cayote​). Poseen espinas a lo largo de los bordes, que pueden ser ondulados o
dentados, de casi 2 cm. Una espina apical de unos 5 cm de longitud y de hasta 1 cm
de ancho en la base.

Florece una sola vez hacia el final de su ciclo vegetativo, fenómeno conocido como
monocarpismo, produciendo una inflorescencia terminal de unos ocho o diez metros
de altura y una anchura superior a los 10 cm de diámetro. Desde más de la mitad de
su longitud van saliendo pequeñas ramas en forma de panícula abierta, terminando
cada una en un grupo de flores bisexuales de color amarillo-verdoso. Cada flor tiene
un tamaño de unos 5 a 10 cm, y son polinizadas habitualmente por murciélagos. El
fruto es una cápsula trígona y alargada. A lo largo de su vida emite gran número de
hijuelos o retoños de raíz.

Otros usos: Se cultiva aún por la fibra textil de sus hojas, llamada pita, para
producir cuerdas, redes y otros objetos. Su elaboración consiste en machacar las
hojas de la planta hasta hacer que se desprenda su parte verde y húmeda. Así se
logran las fibras que hay en su interior. Luego se encordan éstas hasta fabricarse
cuerdas de textura áspera de varios grosores y de un color casi blanco. Actualmente
se emplean medios mecánicos y su uso es más escaso. ​

Toxicidad: La savia de esta especie contiene cristales de oxalato cálcico que


producen dermatitis por contacto.

Taxonomía: Agave americana fue descrita por Carlos Linneo y publicado en


Species Plantarum

5. Dasylirion wheeleri, - sotol del desierto

Dasylirion wheeleri, es una especie de planta


fanerógama de la familia Asparagaceae,
anteriormente de las ruscáceas. Es nativa de
las zonas áridas del norte de México, en
Chihuahua y Sonora y en el suroeste de
Estados Unidos, en el desierto de Sonora en
Arizona, y también en Nuevo México y Texas.
Dasylirion wheeleri es un arbusto de hoja
perenne de moderado a lento crecimiento que
tiene un solo tronco ramificado de hasta 40 cm
de ancho y de 1,5 m de altura, aunque a menudo se encuentra recostado en el
suelo. La hoja de es delgada, de 35-100 cm de largo, de color gris verdoso, con el
margen dentado. Las hojas se irradian desde el centro del ápice de la planta en
todas las direcciones (esférica).

La inflorescencia del tallo crece por encima del follaje, hasta una altura de 5 m de
altura y 6.3 cm de diámetro. El tallo está rematado por una larga columna de color
paja con pequeñas flores de unos 2,5 cm de largo, con seis tépalos. El color de la
flor está determinado el sexo de la planta, siendo en su mayoría de color blanco
para las plantas masculinas y morado-rosa para las plantas femeninas. La fruta es
una cápsula seca en forma de óvalo de 5-8 mm de largo, que contiene una sola
semilla.

Cultivo y usos: Se cultiva como planta ornamental. Puede sembrarse en cualquier


temporada, pero es preferible en el verano y la poda en octubre.

La bebida sotol se hace de Dasylirion wheeleri. También fue utilizada por los nativos
de la región como alimento y por sus fibras. El tallo de la flor puede ser utilizado
como un productor de fuego.

Taxonomía: Dasylirion wheeleri fue descrita por Sereno Watson ex Joseph Trimble
Rothrock y publicado en Report Upon United States Geographical Surveys West of
the One Hundredth Meridian, in Charge of First Lieut. Geo. M. Wheeler ... vol. 6,
Botany 272, en el año 1878

6. Palmera datilera - Phoenix dactylifera

Phoenix dactylifera, de nombre común palma (o


palmera) datilera/datilero, palma común, fénix o
támara, es una palmera cuyo fruto comestible es el
dátil, probablemente oriunda del suroeste de Asia.
Esta especie es una de las más notables del género
Phoenix, que cuenta con otras quince, distribuidas
desde Canarias, pasando por el norte de África y el
sur de Asia, hasta el Extremo Oriente.

Es una palmera dioica de tronco único a menudo con


brotes en su base, de hasta 30 m de altura y 20 a 50
cm de diámetro, cubierto con los restos de las hojas viejas. Hojas pinnadas,
espinosas, de 1,5 hasta 5 m de longitud, con folíolos de 10-80 cm de longitud,
de color glauco. Inflorescencias erectas muy ramificadas emergiendo de unas
espatas bivalvas de color pardo entre las hojas, las hembras volviéndose
péndulas en la fructificación. Flores bracteadas con 3 sépalos y 3 pétalos, las
masculinas de color crema y con 6 estambres, y las femeninas
verde-amarillentas con gineceo tricarpelar de estigmas retorcidos hacia el
exterior. Los frutos, que son bayas con aspecto de drupas, son oblongo-ovoides,
de 3 a 9 cm de longitud, de color naranja, con exocarpo liso, mesocarpo carnoso
y endocarpo membránaceo, pasando a rojo-castaño al madurar.

Las semillas son elipsoidales sub cilíndricas rugosas, de 2-3 cm por 0,5-1cm,
con un surco lateral en el epispermo pétreo que encierra un endospermo
homogéneo no ruminado.

Genoma: En 2009, un grupo de investigadores, del Weill Cornell Medical


College, en Catar publicó una versión preliminar del genoma de la palma datilera
(variedad Khalas).

Taxonomía: Phoenix dactylifera fue descrito por Carlos Linneo y publicado en


Species Plantarum,

7. Cactus de Beavertail - Opuntia basilaris

La Opuntia basilaris es una especie del sudoeste de EE. UU.,


mayormente en el desierto de Mojave y en el desierto de
Colorado, y en el noroeste de México. son pequeños cactus
del género Opuntia, alcanzando 6 dm de altura. Una sola
planta puede consistir de centenares de tallos carnosos y
achatados. Son azul grisáceos, con una longitud de 14 cm y
máximo de ancho de 10 cm y 1-1,5 cm de espesor. Son
usualmente sin espinas, y en cambio tienen barbas, llamadas
gloquidios, que fácilmente penetran la piel. Las flores rosa
purpúreas salen en primavera y comienzos del verano.
Algunos expertos consideran a esta sp. una plena especie (Bowen 1987, R. van
de Hoek). Es única entre las variedades de Opuntia basilaris, con espinas,
además de barbas; esto indica que la especie varía mucho en su fenotipo.

Química: Opuntia basilaris contiene 0,01 % de mescalina y de


4-hidroxi-3-5-dimetoxifenetilamina.

Taxonomía: Opuntia basilaris fue descrita por Engelm. & Bigelow y publicado en
Proceedings of the American Academy of Arts and Sciences

8. Nopal

Opuntia ficus-indica, comúnmente conocida, entre otros


nombres, como nopal, higuera (de pala), palera, penca,
tunachumbera, es una especie arbustiva del género
Opuntia de la familia de las cactáceas. Originaria del
continente americano, fue introducida en Europa por los
conquistadores españoles para aprovechar suelos poco productivos del sur de
la península ibérica, y de allí pasaron a Italia –donde existió una pequeña
industria ligada a ellas–, y al norte de África.

Planta arbustiva de la familia Cactaceae. Como la mayoría de los miembros de


este género carece de hojas nomofilas, los segmentos o cladodios en que se
divide, son tallos capaces de ramificarse, emitiendo flores y frutos. Estos tallos
son planos, ovales y de color verde medio. Poseen dos clases de espinas,
reunidas en los gloquidios (especie de cojincillos) de las areolas, unas largas y
duras, y otras cortas y finas con aspecto velloso, conocidas como “penepes” en
la zona cordillerana de Argentina.

Las flores, en forma de corona, nacen


de las areolas en los bordes de los
segmentos. Florece una vez al año y
tanto el fruto como la flor pueden ser de
diversos colores, desde el amarillo al
rojo. El fruto maduro es una baya de
forma ovalada con diámetros de entre
5,5 y 7 cm, una longitud de 5 cm a 11 cm y un peso variable entre 43 y 220 g.

Tiene una cáscara gruesa, espinosa, y con una pulpa abundante en pepas o
semillas.

Taxonomía: Opuntia ficus-indica fue descrita primero por Carlos Linneo en


Species Plantarum, vol. 1, p. 468 en 1753 como Cactus ficus-indica 6​y atribuida
al género nuevo Opuntia y publicada en The Gardeners Dictionary, ed. 8, n.º 2,
por Philip Miller en 1768.7​8​9​.

Etimología: Opuntia: nombre genérico que proviene del griego usado por Plinio
el Viejo para una planta que creció alrededor de la ciudad de Opus en Grecia.
CONCLUSIONES

Los ecosistemas dentro de nuestro planeta, son la unidad biológica funcional que
abarca los organismos de un área dada y el medio ambiente físico correspondiente
a la distribución geográfica donde se encuentre. Comprendimos la necesidad de los
factores que influyen directamente en un ecosistema, por lo cual se trata, del nivel
más elevado de organización de los seres vivos.

Sobran las razones y los argumentos para poder trabajar en la preservación,


recuperación y cuidado del medio ambiente, no solo de los ecosistemas que se
trataron a lo largo de este informe, sino que también toda la biodiversidad que nos
rodea y que es parte indispensable para la vida tanto de nosotros como de otras
especies.
Referencias bibliográficas

ADAPTACIONES de las PLANTAS: tipo, ejemplos y fotos—¡Resumen! (s. f.).


Recuperado 4 de febrero de 2022, de
https://www.ecologiaverde.com/adaptaciones-de-las-plantas-tipos-y-ejemplos-
2947.html

Alvarez-B., C., Castaño-R., D., Hoyos, D., Velasco-A., G., Peña, J. L., Sanín, D.,

Alvarez-B., C., Castaño-R., D., Hoyos, D., Velasco-A., G., Peña, J. L., & Sanín, D.
(2019). ANGIOSPERMAS NO ARBÓREAS DE UN BOSQUE HÚMEDO TROPICAL
EN EL PIEDEMONTE ANDINO-AMAZÓNICO COLOMBIANO. Boletín
Científico. Centro de Museos. Museo de Historia Natural, 23(2), 62-94.
https://doi.org/10.17151/bccm.2019.23.2.3

Anthurium. (2022). En Wikipedia, la enciclopedia libre.


https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Anthurium&oldid=141854053
BIOLOGIA_GEOLOGIA_1_ESO_U08_ReinoPlantas.pdf. (s. f.). Recuperado 18 de
febrero de 2022, de
https://somoslink.com/pdf/BIOLOGIA_GEOLOGIA_1_ESO_U08_ReinoPlanta
s.pdf

Bosque Seco Tropical. (s. f.). Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.


Recuperado 3 de marzo de 2022, de
https://www.minambiente.gov.co/direccion-de-bosques-biodiversidad-y-servici
os-ecosistemicos/bosque-seco-tropical/
Bosque Seco Tropical—Colombia—Colección Ecológica del Banco de Occidente. (s.
f.). Recuperado 3 de marzo de 2022, de
https://www.imeditores.com/banocc/seco/cap6.htm

Bosques secos tropicales en Colombia. (s. f.). Recuperado 3 de marzo de 2022, de


http://www.humboldt.org.co/en/research/projects/developing-projects/item/158
-bosques-secos-tropicales-en-colombia

Desierto. (2022). En Wikipedia, la enciclopedia libre.


https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Desierto&oldid=141902617

Ecosistema del Desierto o Desértico: Características, Flora y Fauna. (s. f.).


ecologiaverde.com. Recuperado 3 de marzo de 2022, de
https://www.ecologiaverde.com/ecosistema-del-desierto-caracteristicas-flora-y
-fauna-1886.html
Ecosistema del desierto: Qué es, características, tipos, flora, fauna. (s. f.).
Recuperado 3 de marzo de 2022, de
https://www.lifeder.com/ecosistema-desierto/

El-bosque-seco-tropical-en-colombia.pdf. (s. f.). Recuperado 3 de marzo de 2022,


de
https://media.utp.edu.co/ciebreg/archivos/bosque-seco-tropical/el-bosque-sec
o-tropical-en-colombia.pdf

Etter, A. (1998). Ecosistemas de Bosque Húmedo Tropical (pp. 106-133).


Imágenes de Google. (s. f.). Recuperado 10 de diciembre de 2021, de
https://www.google.com/imghp?hl=es
(PDF) Ecosistemas de Bosque Húmedo Tropical. (s. f.). Recuperado 2 de marzo de
2022, de
https://www.researchgate.net/publication/266385454_Ecosistemas_de_Bosqu
e_Humedo_Tropical

Pelando los estratos de un bosque húmedo tropical. (2018, septiembre 6). Mashpi
Lodge.
https://www.mashpilodge.com/es/blog/pelando-los-estratos-de-un-bosque-hu
medo-tropical/

Revisión del concepto de ecosistema como “unidad de la naturaleza” 80 años


después de su formulación | Ecosistemas. (s. f.). Recuperado 2 de marzo de
2022, de
https://www.revistaecosistemas.net/index.php/ecosistemas/article/view/1110

Solanum. (2021). En Wikipedia, la enciclopedia libre.


https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Solanum&oldid=140371291

Yamaguchi, K. K., Pedrosa, T. do N., Vasconcellos, M. C. de, Lima, E. S., &

Veiga-Junior, V. F. (2020). Ocotea (Lauraceae) composición química de aceites


esenciales amazónicos y su inhibición de la tirosinasa para usar en
cosméticos. Boletín Latinoamericano y del Caribe de Plantas Medicinales y
Aromáticas, 19(5), 519-526. https://doi.org/10.37360/blacpma.20.19.5.36

También podría gustarte