Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
35: 81-89 (2012) «Actas de la III Reunión sobre Ecología y Suelos Forestales»
INTERACCIONES ÁRBOL-SUELO Y
FUNCIONAMIENTO DEL BOSQUE MEDITERRÁNEO:
SÍNTESIS DEL PROYECTO INTERBOS
Teodoro Marañón Arana, Cristina Aponte Perales, Ignacio Manuel Pérez-Ramos, Beatriz Ibáñez
Moreno, María Teresa Domínguez Núñez, Luis Ventura García y Lorena Gómez-Aparicio
Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla, IRNAS, CSIC. Avenida Reina Mercedes 10,
41012-SEVILLA (España). Correo electrónico: teodoro@irnase.csic.es
Resumen
ISSN: 1575-2410
© 2012 Sociedad Española de Ciencias Forestales 81
T. MARAÑÓN ARANA et al. «Interacciones árbol-suelo y funcionamiento del bosque mediterráneo: síntesis del proyecto INTERBOS»
Estos resultados se han obtenido durante el do ECM del inglés ectomycorrhizal) asociados a
proyecto de investigación Interacciones árbol- las raíces de árboles de las dos especies de
suelo y funcionamiento del bosque mediterráneo Quercus. Se muestrearon raíces de 12 individuos
- INTERBOS (2009-2011), que forma parte de de cada especie y se identificaron los ECM utili-
un proyecto coordinado más amplio (MARAÑÓN zando métodos moleculares basados en PCR. La
et al., 2011; véase la dirección web www.irna- relación existente entre las comunidades de hon-
se.csic.es/users/interbos/inicio.php con informa- gos ECM y las concentraciones de nutrientes en
ción general de los proyectos). el sistema suelo-árbol se estudió mediante méto-
dos estadísticos multivariantes. La importancia
del efecto indirecto de la especie huésped fue
MÉTODOS explorada mediante análisis de modelos causales.
Véanse más detalles en APONTE et al. (2010a).
El área de estudio general para las interac- Para evaluar el efecto del dosel arbóreo y
ciones árbol-ecosistema ha sido el Parque arbustivo sobre la regeneración se cuantificaron
Natural Los Alcornocales (Cádiz, Málaga), las probabilidades de transición de las principa-
excepto para la dinámica de elementos traza en les fases demográficas (depredación de semillas,
el sistema suelo-planta que fue investigado en el germinación, emergencia y supervivencia de
Corredor Verde del Guadiamar (Sevilla). plántulas durante tres años consecutivos) en las
Las interacciones planta-suelo se han estu- dos especies de Quercus a lo largo de un gra-
diado para dos especies de Quercus con hábito diente continuo de cubierta vegetal. Se calibra-
foliar contrastado: alcornoque (Q. suber) de ron modelos probabilísticos, tanto lineares como
hoja perenne, esclerófila y quejigo moruno (Q. no-lineares (likelihood models), para cada una
canariensis) de hoja caduca, marcescente. Se de las principales fases demográficas y se calcu-
plantearon tres hipótesis: 1) Existe una transfe- ló la probabilidad acumulada de reclutamiento
rencia de nutrientes entre el árbol y el suelo que de cada especie a lo largo del gradiente natural
se verá reflejada en una estructura de covaria- de cubierta vegetal (véanse detalles en PÉREZ-
ción en la concentración de nutrientes común RAMOS et al., 2012).
entre las hojas, el desfronde, la hojarasca y el La huella del árbol se ha estudiado en seis
suelo; 2) Las dos especies de Quercus ocupan parcelas de bosque mixto: tres de Q. suber-Q.
distintos nichos biogeoquímicos (sensu canariensis y tres de Q. suber-Olea europea var.
PEÑUELAS et al., 2008). 3) A través del distinto sylvestris. Las parcelas tienen una superficie de
retorno de nutrientes ambas especies generan 70x70 m y en ellas se ha establecido una malla
distintas condiciones de fertilidad del suelo. de 49 puntos de muestreo con un marco de 10 m.
Estas condiciones potencialmente favorecerían En cada uno de los puntos de muestreo se ha
la presencia de la propia especie, creando un medido la posición, tamaño, especie y estado de
ciclo de retroalimentación positiva. salud de los árboles en un radio de 15 m. Se han
Se han examinado cinco componentes del medido variables ambientales (luz, humedad,
ecosistema: hoja viva, desfronde, hojarasca del nutrientes del suelo) y se ha cuantificado la abun-
suelo, suelo superficial (0-25 cm) y sub-superfi- dancia y diversidad de plántulas y brinzales de
cial (25-50 cm) para un total de 50 árboles. La las especies leñosas. Se han aplicado modelos de
covariación de nutrientes entre los distintos vecindad para relacionar la abundancia y diversi-
componentes se ha examinado mediante dad de la regeneración en función de la especie,
Análisis de Coinercia. La significación de diver- tamaño y localización de los árboles en la vecin-
sos modelos causales alternativos relacionando dad. El modelo de vecindad tiene la forma:
las componentes del sistema árbol-suelo fue y = Asite*f(NI) + €
estudiada mediante análisis de vía (path-analy- donde NI es el índice de vecindad, calculado en
sis; veánse más detalles en GARCÍA et al., 2008; función del tamaño (diámetro normal, dbh) y la
APONTE et al., 2011). distancia (dist) del árbol al punto de muestreo; α y
Se estudió la composición y estructura de la β son los parámetros que determinan la forma del
comunidad de hongos ectomicorrícicos (abrevia- efecto del tamaño y la distancia del árbol vecino:
82
Cuad. Soc. Esp. Cienc. For. 35: 81-89 (2012) «Actas de la III Reunión sobre Ecología y Suelos Forestales»
n
dbhi
α estabilidad de los sistemas naturales. En los sis-
NI ij = ∑ β
temas forestales los árboles desarrollan un papel
dist ij
i =1 esencial debido a su capacidad para modificar las
Los modelos de vecindad son una herramien- propiedades del suelo y los ciclos de nutrientes,
ta muy adecuada para estudiar las relaciones de forma que actúan como organismos ingenie-
árbol-ecosistema de forma espacialmente explíci- ros del ecosistema (FINZI et al., 1998). Las espe-
ta (CANHAM y URIARTE, 2006; GÓMEZ-APARICIO cies arbóreas poseen distinta capacidad para
et al., 2008). Mediante estos modelos las medidas absorber y translocar los nutrientes del suelo a
de factores abióticos (como la disponibilidad de sus hojas, en función de que tengan una estrate-
luz) o de tasas demográficas (como la abundancia gia adquisitiva o conservativa de los recursos.
de plántulas) son analizados en función de la dis- Esta distinta capacidad determina en gran medi-
tribución espacial, identidad (especie), tamaño o da la calidad de su desfronde y la hojarasca, con-
estado de salud de los árboles vecinos, permitien- dicionando por tanto el efecto de cada especie
do establecer un vínculo, de una forma espacial, sobre las condiciones del suelo. El distinto retor-
entre la composición del dosel arbóreo y la rege- no de elementos minerales provoca cambios en
neración. En este caso se ha estudiado el posible la acidez y disponibilidad de nutrientes del suelo,
efecto de la composición (alcornoque, quejigo o generando cambios en el hábitat y en los recur-
acebuche) del dosel y el estado de salud de los sos disponibles para los organismos del suelo,
árboles (alcornoques afectados por la seca) sobre afectando así a la composición y estructura de las
la composición y dinámica del regenerado, apli- comunidades microbianas y fúngicas (APONTE et
cando los modelos de vecindad. al., 2010a,b). En último término, estos cambios
En el Corredor Verde del Guadiamar (Sevilla) en las propiedades abióticas y bióticas del suelo
se han estudiado los patrones de absorción y acu- pueden llegar a afectar al reclutamiento y super-
mulación de elementos traza en distintas especies vivencia de plántulas originando procesos de
leñosas usadas en la restauración de las zonas afec- retroalimentación (EHRENFELD et al., 2005).
tadas por un vertido minero: acebuche (Olea euro- Se ha detectado un gradiente global de enri-
paea), álamo blanco (Populus alba), encina quecimiento en nutrientes, común para los cinco
(Quercus ilex subsp. ballota) y lentisco (Pistacia componentes estudiados (hojas vivas, desfronde,
lentiscus). Se han combinado estudios de campo hojarasca, suelo superficial y profundo), de modo
con experimentos de invernadero. En condiciones que aquellos árboles cuyos tejidos presentaban
controladas, se han sometido una serie de plántu- mayores concentraciones de nutrientes se asocia-
las de encina y lentisco a altas concentraciones de ban con suelos más fértiles. Los nichos biogeo-
cadmio (Cd) y talio (Tl), dos elementos traza químicos de ambas especies se diferenciaron
potencialmente tóxicos y con una alta movilidad significativamente a lo largo de este gradiente de
en el sistema suelo-planta. Se analizaron patrones enriquecimiento (Figura 1). Los tejidos foliares
de crecimiento, intercambio gaseoso, fluorescen- del quejigo (Q. canariensis) estaban más enrique-
cia y concentración de clorofilas, como indicado- cidos y esta especie ocupaba ambientes más férti-
res del grado de tolerancia/respuesta tóxica de las les, en comparación con el alcornoque (Q. suber).
plántulas a estos elementos. Se analizaron los El análisis de relaciones causales sugiere que las
patrones de acumulación y transporte de Cd y Tl dos especies de quercíneas, a través del retorno de
en el sistema radical y en las hojas (véase metodo- nutrientes en el desfronde, modifican distinta-
logía completa en DOMÍNGUEZ et al., 2008a, 2011). mente las propiedades del suelo: las hojas más
enriquecidas del quejigo suponen un mayor retor-
no de nutrientes e incrementan la fertilidad del
RESULTADOS Y DISCUSIÓN suelo frente al alcornoque, cuya hoja con menor
contenido en nutrientes genera ambientes relati-
Dinámica de nutrientes y procesos de vamente empobrecidos. La evaluación de los
retroalimentación modelos causales indicó que en última instancia
Las interacciones planta-suelo son un com- estos cambios en las propiedades del suelo podrí-
ponente fundamental en el funcionamiento y an repercutir positivamente sobre la presencia de
83
T. MARAÑÓN ARANA et al. «Interacciones árbol-suelo y funcionamiento del bosque mediterráneo: síntesis del proyecto INTERBOS»
-1.0
-0.5 K Ca
Eje de ordenación 2
Mn
Mg Desfronde
Eje sintético 2
Hojas
Zn Hojarasca
0.0
Suelo supe rficial
S Suelo sub-superficial
P
0.5 N
Cu
1.0
Eje de ordenación 1 - Hojarasca Eje sintético 1
Figura 1. Covariación de la concentración de nutrientes en la hojarasca (panel izquierdo). Este patrón de covariación se
repitió en todos los materiales analizados. Covariación de los gradientes de enriquecimiento en nutrientes encontrados
en cada uno de los materiales analizados, resultado del análisis de coinercia (panel derecho). Los puntos representan indi-
viduos de Q. canariensis (negro) y Q. suber (blanco). Los materiales de Q. canariensis mostraron en general una concen-
tración en nutrientes significativamente superior a los de Q. suber (p<0.05). Figura modificada de APONTE et al. (2011)
84
Cuad. Soc. Esp. Cienc. For. 35: 81-89 (2012) «Actas de la III Reunión sobre Ecología y Suelos Forestales»
epigeas (60%) y resupinadas (34%) fueron menor diversidad específica observada en los
dominantes entre las micorrizas identificadas. ambientes más fértiles (PETER et al., 2001).
La distribución de especies de hongos ECM
estuvo significativamente relacionada con el con- Retención por las raíces de elementos traza
tenido en calcio de la hojarasca; la cual fue signi- del suelo
ficativamente mayor bajo los quejigos. El análisis Uno de los componentes del cambio global
de relaciones causales constató que la distribu- es la alteración de los ciclos biogeoquímicos de
ción de especies de hongos simbiontes respondía ciertos elementos, como los elementos traza,
a las condiciones de fertilidad generadas por las debido a las actividades de la industria, la mine-
especies de árbol huésped. Sólo aquellos modelos ría, la emisión de combustibles fósiles y la
que consideraban el efecto indirecto de las espe- expansión de las zonas urbanas, afectando a los
cies de árbol sobre el suelo, mediado por la cali- sistemas forestales. En condiciones naturales las
dad del desfronde y la hojarasca se ajustaron concentraciones de elementos traza (ET) en el
significativamente a la covariación de patrones suelo son relativamente pequeñas, pero las acti-
observados entre la especie huésped, las condi- vidades humanas han originado un aumento sus-
ciones ambientales (hojarasca y suelo) y la comu- tancial durante las últimas décadas en las
nidad de hongos ECM (Figura 2). Se observó una concentraciones biodisponibles de ET a nivel
variación en las familias dominantes de hongos, global. Distintas especies de árboles tienen dis-
en el tipo de fructificación y en la diversidad filo- tintas maneras de absorber, transportar y acumu-
genética de la comunidad, asociada al gradiente lar los elementos traza del suelo. Las diferencias
de fertilidad generado por las influencias de inter-especifícas en los procesos planta-suelo tie-
alcornoques y quejigos. La comunidad de hongos nen mucha relevancia en las zonas forestales
ECM asociados a quejigos estuvo dominada por contaminadas, ya que, dependiendo de la especie
especies con cuerpos fructíferos resupinados y de árbol, los elementos pueden ser acumulados
mostró una menor diversidad filogenética que la en las hojas y liberados en los horizontes más
comunidad asociada a las raíces de alcornoques, superficiales del suelo (a partir de la descompo-
que presentó una mayor abundancia de especies sición de la hojarasca) o bien retenidos en el sis-
de fructificación epigea. tema radical o en tejidos metabólicamente poco
Las condiciones de acidez del suelo, íntima- activos (como la madera), donde potencialmente
mente relacionadas con la concentración de calcio tendrían un menor impacto para el ecosistema.
en la hojarasca y el suelo, afectan distintamente a En el Corredor Verde del Guadiamar, el cad-
la capacidad de las especies micorrícicas para fruc- mio (Cd) fue el elemento potencialmente más
tificar, crecer y establecer nuevas simbiosis, alte- lábil en condiciones de campo: por término medio
rando su capacidad competitiva y con ello modifi- un 15% de la cantidad total del cadmio del suelo
cando la estructura de la comunidad de hongos se presentó en formas fácilmente absorbibles por
(ERLAND et al., 1990; AGERER et al., 1998). Por las plantas (DOMÍNGUEZ et al., 2008a). A pesar de
otra parte, un aumento en las condiciones de ferti- las altas concentraciones de ET en el suelo conta-
lidad del suelo puede suponer un filtro ambiental minado y remediado, las tasas de transferencia del
para las especies micorrícicas, reduciendo la suelo a las hojas de las especies leñosas empleadas
dependencia nutricional del árbol huésped hacia el en la reforestación de la zona fue baja; además la
hongo simbionte; de este modo se explicaría la relación con los factores edáficos no fue significa-
Comunidad
ECM
Figura 2. Modelo causal para las relaciones observadas entre la especie huésped, el contenido en Ca de los distintos
componentes y la composición de la comunidad de ectomicorrizas. Este modelo incluye el efecto directo de la especie
huésped y el efecto indirecto mediado por su influencia en las condiciones del medio
85
T. MARAÑÓN ARANA et al. «Interacciones árbol-suelo y funcionamiento del bosque mediterráneo: síntesis del proyecto INTERBOS»
tiva. La excepción fue el álamo blanco que alcan- cubierta vegetal, que juega un papel decisivo en las
zó valores de hasta 3 mg·kg-1 de Cd en hojas primeras fases del ciclo regenerativo de las distin-
(DOMÍNGUEZ et al., 2008b). Estos niveles están por tas especies que componen la comunidad. La
encima del rango normal de concentraciones en caracterización del grado de idoneidad para el
plantas superiores y pueden ser tóxicos para los reclutamiento que ofrecen los distintos micrositios
herbívoros. En consecuencia, esta especie acumu- bajo la cubierta vegetal requiere una aproximación
ladora de Cd no es recomendable para la refores- multi-fase, de modo que el reclutamiento sea
tación de zonas contaminadas por ET, ya que explorado a lo largo de fases demográficas conse-
promueve su movilización en la red trófica. cutivas (semilla, plántula, brinzal, juvenil) que
La encina, por contrario, mostró una alta capa- están conectadas mediante procesos transicionales
cidad para retener el Cd en su sistema radical, espe- (dispersión, germinación, emergencia y supervi-
cialmente en las raíces finas, y una tolerancia rela- vencia de plántulas) (CLARK et al., 1999).
tivamente buena a exposiciones altas de este ele- En el bosque de estudio, los procesos demo-
mento en condiciones experimentales. Incluso ante gráficos asociados a las fases de semilla y plántu-
exposiciones extremadamente altas de Cd (200 la mostraron tendencias opuestas a lo largo del
mg·L-1 de Cd, suministrado en la solución nutriti- gradiente de cubierta vegetal (Figura 3; PÉREZ-
va), la eficiencia máxima del fotosistema II (Fv/Fm) RAMOS et al., 2012). Se observaron conflictos
en las plántulas de encina no fue significativamen- ontogenéticos (sensu SCHUPP 1995): por una parte,
te menor que el óptimo teórico (0,83), si bien las la supervivencia de semillas disminuyó de mane-
plantas presentaron cambios en la alocación de la ra acusada a medida que aumentó la cubierta
biomasa (incremento del cociente raíz:vástago) y vegetal; esta relación inversa se puede explicar
disminución en la conductancia estomática y en las por la mayor actividad de forrajeo que muestran
tasas de crecimiento. El Cd fue altamente retenido los roedores en este tipo de microhábitats cubier-
en el sistema radical de plántulas de encina y lentis- tos (generalmente bajo matorral), donde encuen-
co (por ejemplo, plantas expuestas a dosis de 200 tran mayor grado de protección frente a sus
mg·L-1 de Cd presentaron concentraciones de Cd en propios depredadores (PÉREZ-RAMOS &
la raíz de hasta 1.400 mg·kg-1), y escasamente trans- MARAÑON, 2008; PÉREZ-RAMOS et al., 2008). Por
portado hacia las hojas (el cociente del elemento en el contrario, los procesos de germinación y emer-
hojas:raíces fue inferior a 0,1 para la encina, y con gencia de plántulas se vieron mermados en los
un máximo de 0,3 para el lentisco). Este patrón de micrositios más abiertos, con suelos arcillosos y
retención radical no se observó para el talio (Tl), eventos temporales de encharcamiento (URBIETA
que fue ampliamente transportado de las raíces a et al., 2008b). En relación al crecimiento de plán-
las hojas, causando una mayor respuesta tóxica en tulas, se encontraron diferencias entre alcornoques
las plantas de ambas especies. y quejigos a lo largo del gradiente de cubierta
Las amplias diferencias inter-específicas en la vegetal. Así, la biomasa final aérea de plántulas de
manera de absorber y translocar no sólo macro y dos años fue menor bajo la cubierta vegetal más
micronutrientes, sino también elementos traza no densa, pero sólo en el caso del alcornoque (PÉREZ-
esenciales, pueden contribuir a la huella diferen- RAMOS et al., 2010). Probablemente, el balance
cial de las distintas especies de árboles sobre las neto de carbono para esta especie se volvió nega-
propiedades de los suelos forestales. tivo bajo condiciones limitantes de luz, una vez
que se agotaron las reservas acumuladas en la
Influencia del dosel sobre los procesos de semilla y la plántula se volvió más dependiente de
regeneración los recursos del medio (PÉREZ-RAMOS et al.,
En ambientes heterogéneos, como es el caso 2010). La ausencia de respuesta que mostró la
de los bosques mediterráneos, las especies de plan- especie caducifolia (quejigo) a la escasez de luz
tas se segregan espacialmente en respuesta a filtros refleja su mayor grado de tolerancia a la sombra
selectivos, tanto bióticos como abióticos, que pue- durante fases demográficas tempranas.
den afectar a diferentes fases demográficas a lo Dado que las probabilidades de transición
largo de la ontogenia de la planta (GRUBB, 1977). más bajas se dieron durante el proceso de super-
Uno de los principales filtros es el ejercido por la vivencia de semillas, la probabilidad acumulada
86
Cuad. Soc. Esp. Cienc. For. 35: 81-89 (2012) «Actas de la III Reunión sobre Ecología y Suelos Forestales»
Germinación semillas
0.8 0.8
Emergencia plántulas
0.2 0.2
Superv. semillas
Superv. semillas
0.0 0.0
0 1 2 3 4 5 0 1 2 3 4 5
Cubierta vegetal (LAI)
Figura 3. Conflictos ontogenéticos a lo largo de un gradiente natural de cubierta vegetal (expresada como LAI, del
inglés “Leaf Area Index”) en las dos especies de estudio: (A) Quercus canariensis y (B) Q. suber. Figura modificada
de PÉREZ-RAMOS et al. (2012)
87
T. MARAÑÓN ARANA et al. «Interacciones árbol-suelo y funcionamiento del bosque mediterráneo: síntesis del proyecto INTERBOS»
natural de las especies leñosas de estos bosques tree-soil interactions. Biogeochemistry 42(1-
mixtos ocurre tanto bajo árboles sanos como 2): 89-106.
bajo árboles (alcornoques) en decaimiento. CANHAM, C. D. & URIARTE, M.; 2006. Analysis
Estas evidencias observacionales serán comple- of neighborhood dynamics of forest ecos-
mentadas con estudios experimentales para ystems using likelihood methods and mode-
esclarecer los mecanismos mediante los cuales ling. Ecol. Appl. 16(1): 62-73.
los árboles afectan a la frecuencia espacial y la CLARK, J.S.; BECKAGE, B.; CAMILL, P.; CLEVE-
densidad del regenerado. LAND, B.; HILLE RIS LAMBERS, J.; LICHTER, J.;
MCLACHLAN, J.; MOHAN, J. & WYCKOFF, P.;
1999. Interpreting recruitment limitation in
Agradecimientos forests. Am. J. Bot. 86: 1-16.
DOMÍNGUEZ, M.T.; MADRID, F.; MARAÑÓN, T. Y
El proyecto Interbos (CGL2008-04503- MURILLO, J.M.; 2008b. Factores que condi-
C03-01) ha sido financiado por el MCINN y los cionan la disponibilidad de elementos traza
fondos europeos FEDER. Agradecemos a en las repoblaciones forestales de la cuenca
Rafael Villar, José Manuel Murillo y a los parti- del Guadiamar (Sevilla). Cuad. Soc. Esp.
cipantes del proyecto coordinado INTERBOS Cienc. For. 25: 167-172.
por sus colaboraciones en diferentes fases de los DOMÍNGUEZ, M.T.; MARAÑÓN, T.; MURILLO,
estudios revisados en este artículo. J.M. & REDONDO-GÓMEZ, S.; 2011.
Ecophysiological response of Holm oak see-
dlings (Quercus ilex subsp. ballota) to high
BIBLIOGRAFÍA concentrations of Cd and Tl in the rhizos-
phere. Chemosphere 83: 1166-1174.
AERTS, R.; 1995. The advantages of being ever- DOMÍNGUEZ, M.T.; MARAÑÓN, T.; MURILLO,
green. Trends in Ecology and Evolution 10: J.M.; SCHULIN, R. & ROBINSON, B.H.; 2008a.
402-407. Trace element accumulation in woody plants
AGERER, R.; TAYLOR, A.F.S. & TREU, R.; 1998. of the Guadiamar Valley, SW Spain: a large-
Effects of acid irrigation and liming on the scale phytomanagement case study. Environ.
production of fruit bodies by ectomycorrhi- Pollut. 152: 50-59.
zal fungi. Plant and Soil 199: 83-89. EHRENFELD, J.G.; RAVIT, B. & ELGERSMA, K.;
APONTE, C.; GARCÍA, L.V.; MARAÑÓN, T. & 2005. Feedback in the plant-soil system.
GARDES, M.; 2010a. Indirect host effect on Annual Rev. Environ. Resour. 30: 75-115.
ectomycorrhizal fungi: Leaf fall and litter ERLAND, S.; SODERSTROM, B. & ANDERSSON, S.;
quality explain changes in fungal communi- 1990. Effects of liming on ectomycorrhizal
ties on the roots of co-occurring fungi infecting Pinus sylvestris L. II. Growth
Mediterranean oaks. Soil Biology and rates in pure culture at different pH values
Biochemistry 42: 788-796. compared to growth rates in symbiosis with
APONTE, C.; GARCÍA, L. V.; PÉREZ-RAMOS, I. M.; the host plant. New Phytologist 115: 683-688.
GUTIÉRREZ, E. & MARAÑÓN, T.; 2011. Oak FINZI, A.C.; CANHAM, C.D. & VAN BREEMEN, N.;
trees and soil interactions in Mediterranean 1998. Canopy tree-soil interactions within
forests: a positive feedback model. J. Veg. temperate forests: Species effects on pH and
Sci. 22(5): 856-867. cations. Ecol. Appl. 8: 447-454.
APONTE, C.; MARAÑÓN, T. & GARCÍA, L.V.; GARCÍA, L.V.; APONTE, C.; POZUELOS, A.;
2010b. Microbial C, N and P in soils of FLORIDO, M.; GUTIÉRREZ, E.; PÉREZ-RAMOS,
Mediterranean oak forests: influence of sea- I. Y MARAÑÓN, T.; 2008. Relación entre la
son, canopy cover and soil depth. composición de las hojas, desfronde, hoja-
Biogeochemistry 101: 77-92. rasca y suelo en un bosque mixto de Quercus
BINKLEY, D. & GIARDINA, C.; 1998. Why do tree suber L. y Q. canariensis Willd. Cuad. Soc.
species affect soils? The Warp and Woof of Esp. Cienc. For. 25: 201-207.
88
Cuad. Soc. Esp. Cienc. For. 35: 81-89 (2012) «Actas de la III Reunión sobre Ecología y Suelos Forestales»
89