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Liquefacción de los relaves mineros. Riesgo ambiental

Conference Paper · July 2007

DOI: 10.13140/RG.2.1.1795.2409

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1 4,686

2 authors:

L. Oldecop Roberto Lorenzo Rodríguez Pacheco

National University of San Juan Instituto Geológico y Minero de España
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 LIQUEFACCIÓN DE LOS RELAVES MINEROS: RIESGO AMBIENTAL
Dr. Ing. Luciano Oldecop (1) y Dr. Ing. Roberto Rodríguez(2)
1. Instituto de Investigaciones Antisísmicas “Ing. Aldo Bruschi”. Universidad Nacional de
San Juan. Facultad de Ingeniería. Av. Libertador (Oeste) 1290. Provincia de San Juan
(Argentina). oldecop@unsj.edu.ar
2. Facultad de Ciencias. Universitat de Girona. Campus Montilivi . 17071 Girona (España).
roberto.rodriguez@udg.es

Resumen ser catastrófico. Esto se debe a que en estos

La licuefacción de los residuos minero-metalúrgicos
sólidos debido a los terremotos es la segunda
causa de falla de las presas de relaves a nivel
mundial y la principal causa en Perú. Siendo las
presas más afectadas las que se construyen por el
método de aguas arriba. El principal problema que
favorece el proceso de licuefacción es la existencia
de un alto grado de saturación en los relaves.
Abstract
The liquefaction of mine and metallurgical wastes
due to earthquakes is the second cause of fault of
tailing dams in the world and the main cause in
Peru. The major number of faults is associated with
dam building using the upstream method. The main
problem that favours the liquefaction process is the
existence of a high degree of saturation in mine and
metallurgical wastes stored in dams.
Introducción
La licuefacción de los materiales granulares y en
especial los que componen los relaves mineros en
los depósitos convencionales realizados por relleno
hidráulico constituye uno de los mecanismos de
fallas de las presas de residuos minero-
metalúrgicos (relaves, jales, colas, etc.). Esta
ocurre generalmente en los depósitos de relaves
durante el desarrollo de los terremotos, sobre todo
en los relaves con un alto contenido de agua y
material granular no cohesivo. De acuerdo con la
información existente se pueden distinguir dos tipos
de daños que puede provocar un terremoto sobre
un talud de origen natural o artificial:
a) Efectos directos de las fuerzas de inercia
aplicadas al talud durante el movimiento sísmico.
b) Daños provocados por degradación de la
resistencia y/o rigidez de los materiales por
incremento de presión de poros. Esto sólo puede
ocurrir cuando los materiales afectados están
saturados de agua.
En los taludes de material de relleno construidos
por el hombre, el primer tipo de daño rara vez suele
rellenos, la resistencia de los materiales es de tipo
friccional y no frágil, ya que las fuerzas de inercia
que produce el terremoto están aplicadas al talud
durante periodos de tiempo muy breves, los daños
se limitan a desplazamientos residuales limitados y
agrietamientos.
En la segunda categoría caen una serie de
fenómenos que se conocen genéricamente con el
nombre de licuación, aunque, en la literatura
especializada este término se reserva para los
casos concretos en que se alcanza una situación
de inestabilidad. En estos casos el material licuado
fluye, como si se tratara de un líquido viscoso y los
daños suelen ser de magnitud considerable que en
muchos casos de falla de presas de residuos y de
agua pueden se catastróficos. El objetivo de este
trabajo es mostrar de una manera sintética las
causas de licuefacción de los materiales granulares
con énfasis en los relaves mineros.
Materiales y métodos
En la realización de este trabajo se emplea la
información disponible en la literatura científica y
diferentes informes técnicos. Entre las bases de
datos consultadas para la realización del mismo se
encuentran los Bulletin ICOLD (97, 98, 99, 101,
121). La colección de Davies et al., (2001). La
bases de datos en el sitio de Internet WISE
www.antena.nl/wise/uranium/mdap.htm/ uranium
projet , INGEMMET y UNEP.
RESULTADOS
De acuerdo al análisis de la información disponible
se puede ver en la figura 1 que las causas de falla
de las presas de relaves son 8: 1) deslizamiento del
talud, 2) terremoto, 3) sobrepaso, 4) problemas de
fundación, 5) tubificación, 6) falla por problemas en
las estructuras auxiliares, 7) erosión del dique, 8)
subsidencias o colapso del terreno.
Estos mecanismos de falla no son los únicos,
pueden existir otros. Lo cierto es que de acuerdo a
la información analizada son los más comunes.
Normalmente se suelen presentar combinaciones
de ellos, aunque también pueden ocurrir solos.
En la mayoría de los casos existe una propiedad de Mayor información sobre cada uno de estos
los materiales que es común para todos, la mecanismos se puede consultar en el trabajo de
extendía de un grado de saturación elevado de los Oldecop y Rodríguez (2006). En el trabajo se
materiales, un elevado nivel freático en el interior analizan los mecanismos y se detallan las causas
de la presas y en muchos casos la existencia de de diferentes casos históricos de fallas de presas
abundante agua debido a precipitaciones. La de relaves.
presencia de abúndate agua favorece el desarrollo
de las causas 1, 2, 3, 5, 7, 8. En los apartados siguientes analizaremos el
comportamiento de los materiales granulares al ser
En la tabla 1 se puede apreciar el número de fallas sometidos a carga monotónicamente creciente o
ocurridas en el Perú en los últimos 55 años. De la bien se trate de una deformación cíclica.
tabla se puede comprobar que la mayor causa de Conjuntamente con esto se hace un análisis de
falla es debido a la licuefacción por la ocurrencia de diferentes casos reales y las causas y condiciones
terremotos (Figura 1b). bajo las cuales se produce la licuefacción.

30

25
N° de incidentes

20

15

10

5
TIPO DE PRESA
0 Desco
n
Aguas ocida
A
Imperm rriba
es

o
ud

eable
ot

Aguas
al

as
em

Abajo
.T

ep
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Centra
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So

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2)
D

ci

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ur
3)

en

id
1)

ct

oc
id
tru

bs

on
Es

Su

c
es

MECANISMO DE FALLA
6)

8)

Figura 1. Número de incidentes versus principales mecanismos de fallas de los diferentes tipos de presas
de relaves de acuerdo al sistema de cierre utilizado.

Tabla 1. Fallas en presas de relaves ocurridas en el Perú en los últimos 55 años.

Depósito Altura de Año causa consecuencias Estado de la Sistema
Empresa presa Presa constructivo
Casapalca 60 m 1952 Sismo Varios muertos, Abandonado Aguas arriba
CENTROMIN contaminación del
río Rimac.
Casapalca 60 m 1952 Sismo Varios muertos, Abandonado Aguas arriba
CENTROMIN contaminación del
río Rimac.
Millpo 60 m 1956 Sismo Varios muertos, Reconstrucci No
interrupción de la ón referenciado
carretera cerro de
Pasco-Huánuco,
daños ambientales.
Almivirca 40 1962 Sismo de Afecto zonas Abandonada No
Quiruvilca magnitud 6,7 agrícolas y obras referenciado
Lluvias de infraestructura.
Yauli Yacu 80 m 1968 Sismo Interrupción de la Abandonada Aguas arriba
Centromin carretera central y
 contaminación del
río Rimac.
Recuperada ----- 1969 Desconocido Afecto la Abandonada No
Buenaventura agricultura en la referenciado
zona de
Huachocolpa.
Almivirca 40 m 1970 Sismo de Contaminación del Desconocido No
Quiruvilca 1970 río San Felipe referenciado
Atacocha ----- 1971 Falla en el Contaminación del Abandonada No
drenaje río Huallaga y referenciado
daños a la
infraestructura vial.
Ticapampa 20 m 1971 Sismo 3 muertos, Abandonada No
Alianza destruyo casa, referenciado
interrupción del
trancito en la
carretera Lima-
Huaraz.
San Nicolás ---- 1980 Construcción Contaminación del Abandonada No
río Tingo, daños a referenciado
la agricultura.
Amatista ---- 1996 Sismo de Contaminación, Abandonado No
Nazca. represamiento del referenciado
río Acarí con 600
mil m3 de relaves.
Caravelí ----- 1996 Sismo de Relaves con Abandonado No
Nazca cianuro y mercurio referenciado
contaminan la
quebrada de
Huanu-Huanu.
Cuajone ----- 23/06/2 Sismo de Falla en presa de Operación No
001 M=8.3 relaves, colapso y referenciado
licuación.

9
9
8
7
Nº DE EVENTOS

6
5
4
3
2 1 1 1
1

0
Sismo Falla de drenaje Construcción Desconocido
CAUSA

Figura 1b. Ejemplificación de 12 presas de relaves que han fallado en el Perú y la causa principal que ha
provocado la falla de la estructura.
Materiales granulares en condiciones drenadas
El incremento de presión de poros por acción de
cargas o deformaciones aplicadas sobre un
material granular es un fenómeno ampliamente
conocido tanto por observaciones y mediciones de
campo como en ensayos de laboratorio. Se puede
entender fácilmente el mecanismo que lo provoca si
se comprende primero la tendencia de estos
materiales a cambiar de volumen cuando se los
somete a deformaciones de corte. Esta propiedad
se conoce con el nombre genérico de “dilatancia” y
tiene características diferentes según la
deformación aplicada sea monotónicamente
creciente o bien se trate de una deformación
cíclica. La figura 2a muestra las observaciones
experimentales realizadas por Casagrande (1936)
en ensayos triaxiales de arena con aplicación de
deformaciones monotónicamente crecientes y en
los que se permite que ocurran cambios de
volumen de la probeta (“ensayo drenado”).
Casagrande observó que según fuera el grado de
compacidad inicial del material, las probetas se
comportaban de dos modos muy diferentes. Las
probetas con índice de poros inicial elevada
(material “suelto”), cuando se les aplica la
deformación desviadora, tienden a disminuir de
volumen. Su resistencia al esfuerzo desviador
crece hasta estabilizarse en un valor máximo, que
denominado “contractivo”. Los ensayos que se
inician por debajo de la línea de estados críticos
tienen comportamiento tipo “material denso” o
“dilatante”.
Veamos ahora cómo se comporta un material
granular cuando se lo somete a la acción de una
deformación de corte cíclica. La figura 3 muestra un
ensayo de corte directo hecho por Youd (1972) en
donde se sometió al material a ciclos de
deformación de corte de amplitud constante bajo la
acción de una tensión vertical constante y
permitiendo que el material cambie de vacíos
libremente. El resultado es que
independientemente de cual fuera el índice de
poros en un momento cualquiera del ensayo, los
ciclos de deformación de corte producían siempre
más y más reducción de volumen. La diferencia
que se puede observar es que al inicio del ensayo,
con el material aún en estado suelto, el incremento
de deformación volumétrica que produce cada ciclo
de deformación de corte es mayor que al final del
ensayo, cuando la probeta ha alcanzado una mayor
compacidad.
a)
Denso o dilatante
Esf. Desviador

se mantiene constante aunque siga creciendo la

Su
deformación. Coincidiendo con esto, el índice de
poros también tiende a un valor estable, que se
mantiene aunque siga aumentando la deformación Suelto o contractivo
desviadora. σ'3c = cte.
e crit
Por el contrario, las probetas con índice de poros Índice de poros
Deform. axial
inicial baja (material “denso”) tienden inicialmente a
disminuir de volumen, pero a partir de un cierto b)
punto esta tendencia se invierte y comienzan a e
dilatar. La resistencia al esfuerzo desviador
aumenta hasta un valor pico y luego disminuye.
Para deformaciones desviadoras grandes se Contractivo
alcanza un valor de resistencia constante. Este
valor coincide con la resistencia final del material Estado crítico
“suelto” si es qué ambos ensayos se han hecho con
la misma tensión de confinamiento. Para grandes
deformaciones desviadoras, el índice de poros LEC
Dilatante
también alcanza un valor estable, que coincide con
el del material suelto. A este valor particular,
Casagrande lo llamó “índice de poros crítico”.
También descubrió que el índice de poros crítico
cambia con la tensión de confinamiento utilizada en p'
los ensayos. A la curva de tensión de confinamiento Figura 2. Ensayos triaxiales drenados sobre arena
versus índice de poros crítico la denominó “línea de realizados por Casagrande (1936). a)
estados críticos” (Figura 2b) y comprobó que la Comportamiento del material ante una deformación
posición y forma de esta línea es una propiedad de desviadora creciente. b) Línea de estados críticos
cada material granular. La línea de estados críticos (σ’3c = tensión de confinamiento, Su = resistencia de
separa el plano de compresión (e vs. p’) en dos estado crítico).
regiones. Los ensayos que se inician por arriba de
la línea de estados críticos tienen comportamiento
tipo “material suelto” o más apropiadamente En resumen, lo significativo del comportamiento de
estos materiales es que bajo cargas o
deformaciones monotónicamente crecientes su
comportamiento puede ser contractivo o dilatante
dependiendo de su índice de poros inicial y la
tensión de confinamiento a que se encuentre
sometido. En cambio cuando las acciones son de
tipo cíclico, la tendencia es siempre a disminuir de
volumen independientemente del índice de poros y
de la tensión de confinamiento.
Materiales granulares en condiciones no-
drenadas. Licuación
Cuando un material granular tiene sus poros llenos
de agua (condición saturada), los cambios de
volumen deben ocurrir a expensas de expulsar, en
el caso de una contracción, o de introducir, en el
caso de una dilatación, agua en los poros. Esta
transferencia de agua puede tomar más o menos
tiempo dependiendo de la permeabilidad del
material.
Ciclo 1
Índice de poros, e
Desplazamiento de corte (pulg.)
Figura 3. Ensayo de corte directo drenado con
aplicación de una deformación de corte cíclica
(Youd, 1972).
Si la permeabilidad es baja, la distancia a las
fronteras drenantes es grande o las acciones
(cargas o deformaciones) ocurren rápidamente, el
proceso de carga puede ocurrir en condiciones
prácticamente no-drenadas. Al no poder salir el
agua de los poros, el único cambio de volumen
posible es el debido a la compresibilidad del agua y
esto, lógicamente, estará acompañado de cambios
en la presión del agua en los poros. Cuando existan
condiciones, tales como las descriptas en el
apartado anterior, que determinen que el
comportamiento sea contractivo, la presión en el
agua de los poros aumentará. Para condiciones
en las que el comportamiento sea
dilatante, la presión de poros tenderá a
disminuir. Por el principio de tensiones
efectivas estas variaciones en la presión
de poros tienen efectos dramáticos sobre
la rigidez y la resistencia del material a los
esfuerzos de corte (eq. 1).
s = (σ - u) tg ø’ + c’ (1)
donde s es la resistencia al corte,
σ es la tensión normal al plano de
deslizamiento,
u es la presión de agua en los poros del
material
ø’ y c’ son los parámetros de resistencia del
material (ángulo de fricción y cohesión
respectivamente)
La figura 4 muestra los diferentes casos posibles en
los que, un material granular en condiciones no
drenadas, puede encontrarse al recibir la acción de
un movimiento sísmico y las consecuencias que se
pueden derivar de ello.
a) Material en condiciones dilatantes
En la figura 4a se presenta la respuesta de una
probeta ensayada al corte de un material en
condiciones dilatantes (su índice de poros inicial y
la presión de confinamiento la sitúan por debajo de
la línea de estado crítico, ver figura 4b). Como el
material tiende a dilatar al ser sometido a
deformación de corte, la presión de poros
disminuye y por lo tanto la tensión efectiva de
confinamiento aumenta. La resistencia no drenada
aumenta hasta que alcanza su valor máximo en el
estado crítico y ya no cambia. Esta resistencia se
denomina de estado constante o residual, Su.
En las condiciones de campo, este mismo material
tiene aplicada una tensión de corte, τ0, debida a las
cargas permanentes (gravitatorias). Cuando a ésta
se superpone una tensión cíclica de amplitud, Δτ,
debida a un terremoto, el material tiende a disminuir
su volumen , pero como los poros están llenos de
agua, el resultado es que la presión de poros
aumenta. La consecuencia de ello es que la tensión
efectiva en el esqueleto granular disminuye y por lo
tanto disminuye su rigidez y temporalmente
también su resistencia. El resultado de los ciclos de
carga es una acumulación gradual de deformación.
Sin embargo, el material sigue conservando sus
propiedades dilatantes y ante una deformación de
corte creciente la presión de poros disminuirá
nuevamente y la resistencia residual será la misma
que tenía el material antes del terremoto. Este
fenómeno se denomina “movilidad cíclica”. Como la
resistencia disponible, Su, es mayor que la tensión
de corte estática, τ0, la movilidad cíclica no puede
derivar en una condición de inestabilidad. Aún en el
caso en que las tensiones debidas al terremoto
superpuestas a las gravitatorias superaran la
resistencia residual (τ0 + Δτ > Su) la inestabilidad
existiría sólo durante breves instantes de tiempo (la
duración de los picos de tensión).
τ Su τ
b)
τ0
Su
a) τ0
γ γ
desplazada recuperó el equilibrio. Como resultado
del desplazamiento residual, se observan en la
superficie grietas paralelas a la ribera.
b) Material en condiciones contractivas con tensión
estática aplicada menor que la resistencia
residual
El segundo caso presentado en la figura 4b es el de
un material que se comporta de manera contractiva
(su índice de poros inicial y la presión de
confinamiento la sitúan por encima de la línea de
estado crítico, ver figura 3b). Si se aplica a este
material una deformación de corte creciente, la
presión de poros tiende a aumentar y por lo tanto la
tensión efectiva en el esqueleto granular disminuye.
La resistencia no drenada pasa por un valor pico y
luego cae hasta estabilizarse en un valor residual o
de estado constante, Su.

τ En la figura 4b se analiza el caso en que la tensión

c) de corte debida a las cargas gravitatorias, τ0, es
τ0 menor que la resistencia residual, Su.
Su
Durante la aplicación de la carga cíclica, la presión
γ de poros aumentará y el material acumulará
deformación de corte. Sin embargo como la tensión
permanente es menor que la resistencia disponible,
DILATANTE τ0 < Su
⇒ MOVILIDAD CÍCLICA
la condición de inestabilidad sólo puede ocurrir
- Deformaciones durante breves instantes de tiempo (cuando la
τ0 < Su
CONTRACTIVO
{ τ0 > Su
- Agrietamiento

⇒ LICUACIÓN
tensión debida al terremoto superpuesta a la
estática supere la resistencia del material).
Por lo tanto este es también un caso de
⇒

Falla de flujo movilidad cíclica (figura 5) y los daños

τ0 = 0
asociados serán los descritos en el punto
⇒ Volcanes de arena
anterior.
Figura 4. Comportamiento de un material en
condiciones no drenadas. Definición de los casos
de “movilidad cíclica” y “licuación”. a)
comportamiento dilatante, b y c comportamiento
contractivo. Su es resistencia residual, τ0 es tensión
de corte estática y τ es la tensión de corte.
Los daños asociados a la movilidad cíclica incluyen
desplazamientos de masas de suelo y
agrietamiento. Sin embargo la magnitud de los
desplazamientos es limitada y por lo tanto los
daños no son catastróficos, a menos que estos
daños deriven en otros procesos de degradación de
la estructura cómo erosión interna, tubificación, etc.
Un ejemplo de los efectos que produce la movilidad
cíclica se muestra en la figura 5. Se trata de la Figura 5. Ejemplo de movilidad cíclica.
ribera de un río en la cual el material bajo el nivel Desplazamiento lateral y agrietamiento de la ribera
freático desarrolló la movilidad cíclica durante un de un río debida al terremoto de Guatemala en
terremoto. Como resultado, hubo un 1976. (http://www.ce.washington.edu/).
desplazamiento de la masa de suelo vecina en
dirección al río. Sin embargo, el desplazamiento fue
limitado y al terminar el terremoto la masa
c) Material en condiciones contractivas con tensión
estática aplicada mayor que la resistencia a)
residual

El tercer caso (figura 4c) corresponde a un material

que se comporta de manera contractiva (idéntico al
del caso anterior) sobre el cual está aplicada una
tensión permanente, τ0, mayor que la resistencia
residual disponible del material. El equilibrio inicial,
bajo las cargas gravitatorias es posible porque el
material dispone de una resistencia pico mayor que
la residual. Sin embargo, bajo la acción de un
terremoto, el material acumula deformación de
corte y puede llegar a la situación en que la tensión b)
aplicada sea mayor que la resistencia disponible
(rama descendente de la curva tensión-
deformación). Esta es la condición de inestabilidad
en la cual las deformaciones crecen de manera
incontrolada y el movimiento sólo se detiene
cuando la presión de poros consigue disiparse y/o
cuando la geometría ha cambiado de tal manera
que las tensiones debidas a las cargas gravitatorias
hayan disminuido lo suficiente cómo para que se
restablezca el equilibrio. Éste fenómeno se
denomina falla de flujo o, como se ha acordado en
los últimos años en la literatura técnica, Figura 6. Fotografías de la falla de la presa de
simplemente “licuación”. Los daños provocados por Tapo Canyon provocada por el terremoto de
la licuación son en general de tipo catastrófico, Northridge (1994). a) Vista aérea (Norte en la parte
tales como grandes desplazamientos de masas de superior de la fotografía). b) Vista de la superficie
suelo, avalanchas de material licuado con la del depósito después de ocurrida la rotura.
consistencia de lodo y hundimiento de estructuras (Fotografía: Northridge Collection, EERC, University
fundadas sobre el material licuado (Figuras 6 y 7). of California, Berkeley).
Un caso particular de este mecanismo analizado se
da cuando se licua una capa de suelo bajo el nivel Sin embargo, la depresión no era originalmente un
freático, estando éste a poca profundidad, en un cuenco cerrado. Para facilitar el drenaje se había
terreno plano y sin cargas sobrepuestas. Entonces, abierto un canal en la roca que desaguaba en un
por acción del peso de la capa superficial no arroyo vecino, que corre paralelo al borde sudoeste
licuada, el material licuado sube a la superficie en (Figura 8). Al comenzar el vertido de residuos,
forma de volcanes de arena, típicos de las zonas dicho canal se cerró con material rechazado de la
epicentrales de los grandes terremotos. explotación. Luego la presa continuó recreciéndose
Un ejemplo del tipo de falla descrito es la falla de la hacia aguas arriba con el mismo material. Al
presa de relaves (colas) de Tapo Canyon (Figura 6 momento de la falla, la presa llevaba dos años
y 7), ocurrida a causa del terremoto de Northridge inactiva, ya que se había detenido su recrecimiento
(California) en 1994. La falla implicó el flujo de una y el vertido de residuos. Sin embargo en la mitad
gran cantidad de residuos a lo largo de 180 metros este se realizaba el lavado de los camiones
aguas abajo (Harder y Steward, 1996). mezcladores de hormigón, vertiendo restos de
Afortunadamente, por estar ubicada en una zona hormigón que formaron una costra superficial de un
despoblada, no provocó víctimas ni otras pérdidas grosor considerable. En la mitad oeste del depósito
económicas importantes. Esta presa almacenaba existía una laguna. A lo largo del borde fallado
los residuos de una cantera de áridos que (sudoeste) el agua se encontraba en contacto
consistían en material fino proveniente del lavado directo con la presa. La sección de la presa fallada
de los áridos. La forma en planta del depósito era había presentado ya problemas de filtraciones y de
aproximadamente triangular, tal como se observa estabilidad, por lo que poco tiempo antes se había
en la fotografía aérea de la figura 7, siendo la construido una berma a lo largo de 180 metros de
longitud de su lado mayor (norte) de 300 metros y la presa sudoeste.
la de los dos restantes de 270 metros. El depósito
había alcanzado una altura de 24 metros. El
depósito se había iniciado en la depresión creada
por la explotación de una antigua cantera de áridos
(minería no metálica).
 Laguna
Costra de H°
Antiguo
canal

río

Figura 8.Volcanes de arena (τ0 = 0). Volcanes de

Figura 8. Vista aérea de la presa de Tapo Canyon
previa a su rotura (FOTO: Northridge Collection,
Earthquake Engineering Research Center,
University of California, Berkeley). La zona blanca
representada la costra de hormigón (Ho) es formada
sobre la presa.
El terremoto de Northridge de magnitud 6.9 en la
escala de Richter, tuvo su epicentro a 21 km. de la
presa, provocando en el sitio una aceleración
máxima estimada entre 0.3 y 0.4g. El movimiento
indujo la licuación del material de la presa y de los
residuos almacenados, que se encontraban
saturados debido a la proximidad de la laguna. Esto
produjo una brecha de unos 60 metros de ancho
por la que escaparon las colas licuadas. Es
probable que la falla se haya iniciado en la zona del
antiguo canal de desagüe, con la licuación del
material de tapón y que ello haya provocado la falla
en cadena de resto de la presa y la licuación de los
residuos. El flujo de residuos licuados fue capaz de
transportar a lo largo de varios cientos de metros
varios bloques de hormigón de tamaño
considerable (ton) provenientes de la costra
superior formada a partir del los restos vertidos con
el lavado de los camiones y que se quebró en
trozos al fallar la presa (Figura 6b).
En la figura 8 se pueden observar los volcanes de
arena (τ0 = 0) que se formaron en un parque
durante el desarrollo del terremoto de Tottoriken-
Seibu, Japón. El 6 octubre 2000. Su epicentro fue
localizado 10 km de profundidad y la magnitud de
6.5.
arena Terremoto de Tottoriken-Seibu, Japón. El 6
octubre 2000 a las 4:30:19 horas. Epicentro: N
35,456º y E133, 1334º. Profundidad 10 km.
Magnitud 6.5.
El riesgo ambiental por rotura de una presa o
cancha de relaves
El vertido de residuos mineros al medio ambiente
por rotura de una presa de colas tiene
frecuentemente consecuencias ambientales graves.
Esto se debe fundamentalmente a que la fracción
sólida posee una elevada superficie específica.
Esta propiedad determina en primer lugar que la
mezcla sólidos-agua (lodo) se comporte como un
fluido viscoso, permitiendo que el volumen vertido
se esparza sobre grandes superficies de terreno.
Debido a su fina granulometría los lodos tienen
gran capacidad para cubrir drenajes, tapar tuberías,
etc.
La fina granulometría del material vertido sobre el
terreno facilita la erosión de las colas por el
escurrimiento superficial debido a las
precipitaciones atmosféricas, permitiendo que las
partículas vuelvan a ponerse en suspensión en el
agua. La erosión también puede ocurrir por acción
del viento aunque más difícilmente, debido a que
generalmente las partículas presentan un peso
específico elevado. La erosión eólica es
característica de de los climas áridos y semiáridos
donde los residuos pasan gran parte del año muy
secos. Los residuos más erosionados son los que
se encuentran en las zonas mineras abandona sin
ningún tipo de restauración.
Entre las consecuencias químicas, cabe destacar
su mayor velocidad de reacción en el medio
ambiente pues la superficie específica de las
partículas es mayor que en la roca natural de
origen. Los minerales sulfurados que componen la
mayor parte del material (FeS2 FeAsS, ZnS, PbS,
CuS, etc.) se oxidan en contacto con agua y el
oxígeno de la atmósfera y esta reacción es
catalizada y acelerada por algunas bacterias, como
la Thiobacillus Ferrooxidans, E. Mutabilis (Brake, et
al., 2001), comunes en todos los suelos. El
resultado de esta oxidación es el paso del sulfuro
metálico a sulfato; es decir, la formación de ácido
 sulfúrico (aproximadamente 1,5 g de ácido por cada
gramo de pirita oxidada) es lo que da lugar a las
aguas ácidas.
Para una mayor información sobre la problemática
asociada a las fallas de presas se puede consultar
la página www.antena.nl/wise/uranium/mdap.htm/
donde hay una lista con un gran número de casos
de fallas y roturas de presas de residuos minero-
metalúrgicos (relaves) en diferentes partes del
mundo. En esta página en algunos casos se
encuentran las causas de los accidentes o fallas,
las perdidas económicas y las perdidas de vidas
humanas, así como el impacto ambiental
provocado.
Recomendación
Para prevenir la falla de los depósitos y diques de
relaves mineros por la acción de terremotos, es
necesario conocer cuál es la amenaza sísmica en
el lugar ó sitio de emplazamiento del depósito de
relaves (sismología y amenaza sísmica), cuál sería
la respuesta dinámica del depósito ante el
movimiento sísmico de verificación (dinámica de
suelos) y cómo se comportarían los materiales al
ser sometidos a la acción de cargas cíclicas
(susceptibilidad de licuación) lo que se puede
comprobar con ensayos de laboratorio o in situ.
La mejor manera de evitar o prevenir la licuación de
los relaves mineros ante la acción de cargas
cíclicas provenientes de un terremoto es mantener
las colas en estado no saturado. Esto se ha podido
comprobar en ensayos de laboratorio. Siempre que
las colas tengan un grado de saturación inferior al
80% la probabilidad de licuación es mínima.
De acuerdo con los trabajos de Van Zyl and
Robertson, (1980) se pueden concluir que el efecto
de drenar las colas es muy favorable por las
siguientes razones:
1) Colas no saturadas: se inhibe el mecanismo de
licuación.
2) Disminuye la carga hidráulica sobre las barreras
impermeables: menor caudal de filtración y flujo
de contaminantes.
3) Menos agua: menor posibilidad de generar y
transportar contaminantes.
4) Disminuyen los asentamientos a largo plazo y se
preserva la integridad de la cobertura de cierre.
5) Menor humedad: en caso de falla, las colas
recorrerán una menor distancia, menor efecto
ambiental.
6) El drenar las colas crea la posibilidad de
recuperar agua para el proceso o enviarlas a
una planta de tratamiento.
Agradecimientos
Los autores agradecen la ayuda económica
recibida de la Agencia Nacional de Promoción de la
Ciencia y la Tecnología de Argentina a través del
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proyecto PICT13-11775 “Estudio del
comportamiento mecánico de depósitos de
residuos mineros bajo cargas estática y
dinámicas”.
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