Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
a. La región paraxial:
La autora habla de esta zona diciendo “(...) sirve para representar la región espectral de lo
fantástico, cuyo mundo imaginario no es enteramente “real” (objeto), ni enteramente “irreal”
(imagen), pero se localiza en alguna parte indeterminada entre ambos.” Es decir, que la historia
comienza con elementos miméticos y luego va introduciendo en ese mundo “real” elementos
“extraños”.
En estos cuentos podemos leer que comienzan como dos relatos “reales”, nada fuera de lo común
está pasando. En El vestido de terciopelo, parte de una escena donde una señora va a la modista a
probarse un vestido. En La casa de azúcar, el relato comienza con el narrador protagonista
contando que su novia es muy supersticiosa y que para mudarse juntos él decide mentir y decir
que la casa es totalmente nueva, cuando no es enteramente así. Pero a medida que las dos
historias avanzan comenzamos a ver indicios que salen de lo mimético.
Por un lado, vemos que “Cuando terminó de hablar, la señora respiraba con dificultad. El dragón
también.” Aquí, el dragón bordado en el vestido cobra vida y siente la misma fatiga que la dueña.
Y por el otro, a Cristina la comienzan a confundir con Violeta, la dueña anterior de la casa, y ella
se lo cree: “(...) -Sospecho que estoy heredando la vida de alguien, las dichas y las penas, las
equivocaciones y los aciertos. Estoy embrujada- (...)”
Jackson comenta que el tiempo cronológico pierde su secuencia, hay una especie de suspensión y
todo se encuentra en un “presente eterno”. En estos relatos podemos ver esto de maneras
diferentes: en La casa de azúcar entre la frase “En pocos días nos casamos…” y “Desde ese día
Cristina se transformó, para mí, al menos, en Violeta. Traté de seguirla a todas horas, para
descubrirla en los brazos de sus amantes. Me alejé tanto de ella que la vi como a una extraña.
Una noche de invierno huyó. La busqué hasta el alba.”se hace confusa la línea de tiempo, nos es
imposible saber cuánto tiempo pasa entre que se mudan a la casa y Cristina huye. Todo parece
estar pasando en unos días pero no hay indicios para confirmar esta hipótesis, gracias a esta falta
de datos. También pasa lo mismo con el otro cuento, gracias a que la narradora nos cuenta y el
estilo de la situación podemos pensar que esto pasa en un día (¿cuánto puede llevar la prueba de
un vestido?) pero no podemos saber si realmente pasa todo el día dentro de la casa de la señora o
solo un par de horas.
Con el tema de la invisibilidad en La casa de azúcar vemos que el protagonista se esconde al ver
una bici en el jardín, y no es percibido ni por la visita ni por Cristina. En cuanto a la
transformación, es mostrado con claridad en este cuento, Cristina al ponerse el vestido azul que
llegó misteriosamente a su nuevo hogar, la convierte en Violeta. Está transformación parece ser
paulatina. Un análisis para el dualismo podría ser que Violeta, la antigua dueña de la casa, es
duplicada. Es decir, se encuentra en el hospital pero también en su hogar, viviendo una vida
normal. Por último, es posible aplicar el tópico del bien vs el mal bajo la lectura de que Violeta,
o la casa, poseen a los siguientes dueños, de esta para dejar que ella siga viviendo su vida. Como
si fueran espíritus malignos.
Jackson dice: “Así como los temas del “yo” tratan con los problemas de lo consciente de la
visión y la percepción, los temas del “no-yo” se ocupan de los problemas generados por el deseo,
por el inconsciente.” En La casa de azúcar, podríamos hacer la lectura de que el protagonista, al
ver que Crsitina tenía hábitos que ya soportaba (ella era supersticiosa) pudo desear que sea otra
persona. Es algo común que a veces deseamos que las costumbres de nuestros allegados, que
antes nos parecían adorables, nos parezcan horribles tiempo después. Y deseamos que
desaparezcan, tanto que preferimos que sean otro ser. El sadismo detrás de esto es claro. En
cuanto al El vestido de terciopelo, el asesinato es un tema del inconsiente, la niña presencia un
asesinato y ni ella ni la modista se inmutan, es más lo que más las pone triste es el vestido que
tanto había costado hacer.
Bibliografía: