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Top Dogs es una organización sin fines de lucro que en Sudáfrica, en colaboración

con la Fundación Teddy Bear, realiza una importante labor usando perros de
terapia para ayudar a niños que han sido víctimas de algún delito a comparecer
ante un tribunal al escenificar procesos en donde los perros, con disfraces de
jueces y abogados, son los protagonistas.
Se trata de ejercicios que se realizan el segundo sábado de cada mes en
Johannesburgo en dos lugares que semejan salas judiciales, con la participación de
un promedio de 80 niños y 15 perros.
“Primero, los niños se dividen en pequeños grupos, dependiendo de sus edades.
Después se les explica cómo es un juicio. Cuando se les explica el papel de cada
funcionario y participante en un juicio, les presentamos a los perros que están
vestidos como juez, fiscal, policía, abogado de la defensa y testigo”, explicó a
France 24 Vanessa Garland, voluntaria de Top Dogs.
“Entonces tenemos un simulacro de juicio. Los perros se paran donde su personaje
estaría en una sala judicial verdadera. Los niños son asignados a diferentes perros
y leen un pequeño guion vinculado a su papel.
“Como en un verdadero juicio, todos se levantan cuando el juez entra y no te
sientas hasta que el juez lo haya hecho. Actuar así permite a los niños
experimentar la experiencia física de estar en una sala judicial a la par que la
experiencia verbal.
“Cada sesión termina con tiempo libre en el que los niños pueden interactuar con
los perros. Los pueden alimentar y cepillar y conocerlos mejor.
“Es muy importante que estos niños estén familiarizados con una sala judicial y
que entiendan lo que está sucediendo para que estén menos abrumados por esta
habitación llena de adultos el día de su proceso, especialmente porque en muchos
casos, sus abusadores también estarán ahí. ¡Un juez es menos intimidante si te lo
imaginas como un labrador!”.
En Estados Unidos y Canadá se permite la entrada a tribunales de animales que
puedan servir de apoyo a los niños cuando prestan testimonio. Sin embargo, en
Sudáfrica la ley prohíbe la presencia de animales, así que a los niños que
participan en estos simulacros se les obsequia un pequeño perro de peluche con
su disfraz para que puedan acompañarlos el día del verdadero proceso.
Es triste que tengan que existir este tipo de organizaciones para prestar ayuda
psicológica y legal a niños que han sido víctimas de un delito, y que sean tantos lo
que acudan cada mes a prepararse para sus procesos. Los niños deberían quedar
fuera de la violencia.
ARGENTINA

En forma de cuento y con un disfraz de


Minnie Mouse, un juzgado le comunicó a
una nena de 7 años que había sido
adoptada

A una niña de siete años le informaron que había sido adoptada con un
cuento de hadas y Minnie Mouse como principal mensajera (Foto:
gentileza familia de la niña)

Casi 20 personas se unieron para counicarle a nena de siete años que había


recibido la adopción plena de su familia. Minnie Mouse y un cuento de
hadas fueron los aditivos para que Huinca Renancó (Córdoba) se convierta en el
escenario de un evento emotivo.

“Fue una sorpresa para la pequeña y para los padres, ellos solo sabían con 24
horas de antelación que les íbamos a dar una hermosa noticia en su domicilio”,
señaló a TN el Claudio Mazuqui, a cargo del Juzgado de Control, Niñez, Juvenil y
de Faltas local

“Te mando un beso enorme”: el fallo de


adopción que conmovió a Río Negro
En su resolución, un juzgado de familia de la localidad
de General Roca dejó de lado los términos legales y
eligió “hablarle” a una niña de 12 años. Con un lenguaje
simple y afectuoso, la jueza dijo que estaba “muy feliz”
de haberla conocido.
Muy lejos de las sentencias que suelen perderse en oscuros laberintos y en
lenguajes herméticos, la justicia de General Roca, en la provincia de Río Negro,
decidió “hablarle” directamente a una niña de 12 años de una manera muy
afectuosa en su fallo de adopción, que terminó con una frase colmada de
humanidad: “Te mando un beso enorme“.

“Estamos muy felices de haberte conocido y nos pone muy contentos que hayan
formado esa hermosa familia, sabemos que te quieren muchísimo y vos a ellos y
que te van a cuidar y amar siempre. Cualquier cosa que necesites podés pedir
hablar conmigo, si tenés alguna duda o querés preguntarme algo. Te mando un
beso enorme”, se despidió en su fallo el Juzgado de Familia número 16 de General
Roca.

Pero la sentencia no se quedó ahí. La jueza Andrea Tormena escuchó a la niña y


aceptó uno de sus pedidos: conservar su apellido paterno y continuar en contacto
con su papá biológico.

El Poder Judicial de la provincia patagónica, en un comunicado citado por el Diario


de Río Negro, dijo que “el trámite de adopción comenzó en plena pandemia. La
niña estaba viviendo en guarda con fines adoptivos con la pareja desde octubre
de 2019 y durante esos meses se trabajó en la vinculación, el acompañamiento y
la evaluación de la convivencia, hasta concluir, recientemente, que todas las
condiciones estaban dadas para autorizar la adopción”.

Tormena se reservó varios párrafos al final de la sentencia para explicarle a la niña


su futuro.

“Llegó el momento de definir si querías que sean tu mamá y tu papá para


siempre. Como me dijiste en la charla que tuvimos hace unos días, vos querés
que ellos sean tus papás, aunque también querés seguir viendo a (el padre
biológico) y por ahora querés seguir llevando su apellido. Por eso, con esta nota
que se llama sentencia, vamos a hacer lo que me pediste”, afirmó el fallo.

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