Explora Libros electrónicos
Categorías
Explora Audiolibros
Categorías
Explora Revistas
Categorías
Explora Documentos
Categorías
justicia
a la
niñas,
para
niños y
adolescentes
A 30 años de la Convención
sobre los Derechos del Niño
9 Presentación
Janet Tello Gilardi
L
a presente publicación colectiva conmemora el 30.o aniversario
desde que la Asamblea General de las Naciones Unidades aprobó
la Convención sobre los Derechos del Niño, el 20 de noviembre de
1989, que fue aprobada por el Estado peruano mediante la Resolución
Legislativa n.o 25278 y posteriormente ratificada para su entrada en
vigor a nivel nacional.
Desde esa fecha, la Convención forma parte de la legislación y
su contenido fue adecuado a las normas internas en atención a los
estándares jurídicos internacionales establecidos en la doctrina de la
protección integral, cuyo principio rector es el interés superior de la
niña, del niño y del adolescente y el reconocimiento de su autonomía
progresiva, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, así
como garantizar todos sus derechos, el crecer en el seno de la familia,
en un ambiente de felicidad, amor y comprensión, libre de cualquier
forma de violencia.
El Poder Judicial del Perú, a través de la Comisión Permanente
de Acceso a la Justicia de Personas en Condición de Vulnerabilidad
Presentación . 9
y Justicia en tu Comunidad, ha realizado diferentes actividades y
ha presentado diversos documentos al Consejo Ejecutivo del Poder
Judicial para efectivizar el acceso al sistema de justicia de este grupo
vulnerable, en el marco de la Convención y de las recomendaciones de
las 100 Reglas de Brasilia.
Es así que, del 24 al 26 de agosto de 2016, se llevó a cabo el Primer
Congreso Nacional de Acceso a la Justicia de Niñas, Niños y Adolescentes,
el cual tuvo como objetivo el intercambio de buenas prácticas y la
formulación de soluciones jurídicas innovadoras a favor de este sector
de la población. En este evento se contó con la participación de niñas y
niños, así como de juezas y jueces de todo el país.
Producto de este primer congreso se elaboró el Protocolo de
Participación Judicial del Niño, Niña y Adolescente, aprobado por
el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial mediante la Resolución
Administrativa n.o 228-2016-CE-PJ, del 30 de noviembre de 2016, que
tiene como finalidad garantizar el derecho del niño a ser escuchado
y que se tome en consideración primordial su opinión cuando se
encuentre involucrado o participe en un proceso judicial.
Posteriormente, el 8 de setiembre de 2017, el Consejo Ejecutivo del
Poder Judicial aprobó el Protocolo de Justicia Itinerante para el Acceso
a la Justicia de Personas en Condición de Vulnerabilidad, a través de
la Resolución Administrativa n.o 264-2017-CE-PJ, con el propósito de
garantizar el acceso a la justicia en materia de violencia contra la mujer
e integrantes del grupo familiar, alimentos, filiación extramatrimonial y
rectificación de actas de nacimiento, acercando la justicia a los lugares
de escasos recursos económicos, en situación de pobreza o en zonas
urbano-marginales.
Además, para facilitar este servicio judicial se aprobaron los
formularios de demandas de alimentos y de aumento de pensión
de alimentos, así como de demanda acumulada de filiación judicial
de paternidad extramatrimonial y de alimentos para niñas, niños y
adolescentes.
Años más tarde, se realizó el Segundo Congreso Nacional de Acceso a
la Justicia para Niñas, Niños y Adolescentes, los días 19 y 20 de julio de
2018, en el que se abordaron diversos temas sobre la problemática de
Presentación . 11
Por tal motivo, agradecemos a los autores por su gentil participación
en esta importante obra colectiva que servirá como insumo académico
para juezas, jueces, personal jurisdiccional, abogadas y abogados,
estudiantes universitarios y todo aquel que desee fortalecer y
profundizar sus conocimientos en la temática de la infancia y la
adolescencia.
Finalmente, debo resaltar que el Poder Judicial del Perú reafirma su
compromiso para la protección de los derechos fundamentales de las
niñas, los niños y los adolescentes, en cumplimiento de lo dispuesto en
la Convención sobre los Derechos del Niño, las opiniones consultivas
del Comité de los Derechos del Niño, la jurisprudencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, los objetivos de la Agenda 2030
para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y del Plan Nacional
de Acceso a la Justicia de las Personas en Condición de Vulnerabilidad
2016-2021, para la eficacia de las 100 Reglas de Brasilia.
Marisa Herrera
Universidad de Buenos Aires, Argentina
marisaherrera12@gmail.com
A partir de cierto punto no hay retorno.
Ese es el punto que hay que alcanzar.
Franz Kafka
1. Introito
La Convención sobre los Derechos del Niño (en adelante CDN) ha sido un
punto de inflexión; ha marcado un antes y un después; ha producido una
verdadera revolución copernicana en la concepción jurídico-social de la
infancia y adolescencia, con todo lo que ello significa1. De este modo, no se
puede concebir, interpelar y regular por fuera de este paraguas normativo
internacional que, como es sabido, ha logrado la mayor ratificación en
el menor tiempo por parte de todos los países del globo menos Estados
Unidos, o sea, un total de ciento noventa y seis2, con la consecuente
confianza que se deriva de ello.
4 Ver entre otros: Monterisi (2012: 249); Yuba (2013: 276); Olivero y Fernández
(2013: 3); y Albanese (2013).
Sin perderse de vista que «Dicho derecho debe ser interpretado a la luz
del artículo 12 de la Convención sobre los Derechos del Niño, el cual
contiene adecuadas previsiones, con el objeto de que la participación
de la niña, niño o adolescente se ajuste a su condición y no redunde en
perjuicio de su interés genuino» (CIDH 2018a: 46, párrafo 159).
Desde ya quedan una gran cantidad de precedentes sin mencionar
y sintetizar en esta oportunidad —por razones de espacio—, que
también comprometen de manera directa los derechos humanos de
niñxs y adolescentes, varios de ellos más vinculados al ámbito penal
que al civil con el cual tiene relación directa o forma parte la figura de
la adopción5.
5 Por citar algunos, el caso Bulacio contra Argentina, del 18 de setiembre de 2003;
Molina Theissen contra Guatemala, del 4 de mayo de 2004; hermanos Gómez
6 Cabe destacar que si bien el primer país que ha extendido la figura del matrimonio
a las parejas del mismo sexo ha sido México, esta modificación legislativa solo
aconteció en el Distrito Federal en fecha 21 de diciembre de 2009. Es por eso que,
a nivel país, la primera experiencia se le debe reconocer a la Argentina.
Nótese que, partiendo de esta premisa, la Corte dice que ella, el Tribunal
doméstico, está habilitado para definir cuándo el Tribunal internacional
ha obrado dentro del marco de sus potestades remediales, y cuándo no.
Es decir: se arroga el derecho de ver cuándo quiere cumplir, y cuándo
no (nótese que puede argumentarse sin esfuerzo que al hacerlo, está
tomando decisiones de política exterior, invadiendo la división de
poderes).
18 Bloque normativo que se integra por normas de hard law así como de soft law.
En este último ámbito, puede traerse a colación la Observación general n.o 14
sobre «El derecho del niño a que su interés superior sea una consideración
primordial (artículo 3, párrafo 1)» del Comité de los Derechos del Niño
(organismo internacional previsto en la Convención sobre los Derechos del
Niño) —CRC/C/GC/14 del 29/05/2013—, en cuyo primer parágrafo se asevera:
«El Comité de los Derechos del Niño (el Comité) ha determinado que el artículo
3, párrafo 1, enuncia uno de los cuatro principios generales de la Convención en
lo que respecta a la interpretación y aplicación de todos los derechos del niño,
y lo aplica como un concepto dinámico [que] debe evaluarse adecuadamente en
cada contexto».
(ver Herrera y Spaventa 2008: 237-ss.). Esta apertura que auspicia la Corte
IDH se observa, además del CCyC, en la Ley 26.862 de cobertura médica de las
técnicas de reproducción asistida en su art. 7 dedicado a los «Beneficiarios»,
la cual dispone que «Tiene derecho a acceder a los procedimientos y técnicas
de reproducción médicamente asistida, toda persona mayor de edad que, de
plena conformidad con lo previsto en la ley 26.529, de derechos del paciente
en su relación con los profesionales e instituciones de la salud, haya explicitado
su consentimiento informado» (el subrayado nos pertenece). Ver, entre otros,
Krasnow (2013: 1); Herrera y Lamm (2013: 1037); Garay (2013: 742); y León
(2017: 99).
20 Al analizar en el apartado pertinente el impacto del caso Fornerón en el CCyC,
se observará de manera clara también la ineludible interacción entre fondo y
forma. Este es uno de los principales argumentos para modificar la estructura
procedimental de la adopción que gira en torno a dos procesos judiciales bien
definidos y con reglas claras: 1) la declaración de la situación de adoptabilidad en
la que la familia de origen tiene un rol preponderante y 2) el juicio de adopción
propiamente dicho en el que la familia pretensa adoptante tiene protagonismo;
además del pretenso adoptado siempre en ambos procesos, y marcar ciertos
tiempos de ambos para que no se dilate con las consecuencias negativas que se
derivan de ello.
familia de origen, con el apoyo del personal profesional adecuado […]». Se trata
de un caso planteado con posterioridad al caso Fornerón que, sabiéndose lo
que acontece —cómo se incumple— con el «plazo razonable» en este tipo de
conflictos en los que se peticiona la restitución de un hijo que está conviviendo
con otras personas, donde el tiempo tiene una incidencia esencial, se hizo lugar
a las medidas provisionales planteadas por los representantes de los padres del
niño. En otras palabras, la Corte IDH, mediante el dictado de medidas urgentes,
llevó adelante una actitud preventiva para evitar los daños que sabía se habían
producido en el caso Fornerón que ya se encontraba a estudio ante sus estrados.
24 Ver, entre otros: Trib. Coleg., Fam., n.o 2 de Mar del Plata, P. J. C. y otro s/ adopción.
Acciones vinculadas, 28/03/2008, Abeledo Perrot n.o: 70044640; Juz. Nac. 1.a
Inst. Civ. n.o 88, R., L. P., 02/09/2009, Abeledo Perrot n.o: 70067353; CS, Santa
Fe, L., A. K., 30/11/2004, LL Litoral 2005 (junio), 438, con nota de Mirta H.
Mangione Muro; Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, sala J, Q., C. c. I., R.
y otros, 11/07/2000, La Ley 2001-C, 761, con nota de Santos Cifuentes.
Referencias bibliográficas
Yuba, Gabriela (2013). «Acerca del caso “Furlán”. Sobre los derechos y
garantías comprometidos. La sentencia y reparación dispuesta por la
Corte IDH». Revista de Responsabilidad Civil y Seguros, 15, 2, 273-284.
1. La situación fáctica
4 Entre los libros específicos, puede consultarse Cotino Hueso, Lorenzo (2012). El
derecho a la educación como derecho fundamental. Especial atención a su dimensión
social prestacional. Madrid: Centro de Estudios Políticos y Constitucionales; Meix
Cereceda, Pablo (2014). El derecho a la educación en el sistema internacional y
europeo. Valencia: Tirant lo Blanch; Scioscioli, Sebastián (2015). La educación
básica como derecho fundamental. Buenos Aires: Eudeba.
niño para asumir una vida responsable en una sociedad libre, con espíritu de
comprensión, paz, tolerancia, igualdad de los sexos y amistad entre todos los
pueblos, grupos étnicos, nacionales y religiosos y personas de origen indígena;
e) Inculcar al niño el respeto del medio ambiente natural». Para un análisis del
articulado ver Larrosa (2014: 185).
8 Tribunal Superior de Neuquén, 03/03/2016, La Ley Patagonia 2016 (junio),
pág. 7, y en «Temas de Derecho civil, persona y patrimonio». ErreIus, agosto 2016,
pág. 75, con nota de Castro, Sandra. La tutela judicial del derecho a la educación.
9 Ver casos relatados por Tagle de Ferreyra (2009: 319) y Scioscioli (2015: 93).
10 El caso concluyó con un arreglo (entre otras prestaciones a cargo del Estado, una
beca de estudios para la madre y otra para el niño) (Contreras 2009: 193).
11 En 1999 se publicó un libro bajo el título Derecho y retraso mental. Hacia un estatuto
jurídico de la persona con retraso mental (Seoane, José A., coordinador, La Coruña).
12 Sigo a De Asís et al. (2007: 17-ss.). Para las características de ambos sistemas,
ver Moreno (2016: 65-79); Palacio (2008); Palacio (2010: 19-ss.); Biel (2011),
las primeras páginas de estos dos últimos libros se destinan a distinguir el
modelo médico o individual del modelo social.
13 El informe del relator especial de las Naciones Unidas Vernor Muñoz sobre «El
derecho a la educación de las personas con discapacidades», del 19 de febrero
de 2007, dice: «Los sistemas educativos deberían dejar de considerar a las
personas con discapacidad como problemas que hay que solucionar, y actuar de
manera positiva ante la diversidad del alumnado, considerando las diferencias
individuales como otras tantas oportunidades para enriquecer la enseñanza
para todos».
14 Entre otras, «Gonzales Lluy y otros vs. Ecuador», 1/9/2015.
16 La prensa se hizo eco de un correo electrónico enviado por una madre a otra cuyo
hijo padece de autismo. Ver https://www.elsol.com.ar/tu-hijo-es-discapacitado-
por- que-no-lo-mandas-a-otro-lado
17 Las crisis económicas lo ponen aún más de manifiesto; los primeros excluidos
del sistema de trabajo son las personas más vulnerables, entre ellas, las personas
con discapacidad —ver Moreno (2016: 44)—.
7. El entorno familiar
Ahora bien, la Observación general n.o 9. Los derechos de los niños con
discapacidad, del Comité de los Derechos del Niño advierte que:
28 C1° Civ. y Com. San Isidro, Sala II, 03/03/2005, LLBA 2005 (junio), 581 - LLBA
2005 (julio), 651, con nota de Capparelli, Facundo L. (2005). La acción de
amparo: eficacia y celeridad.