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de ellas.
Si bien para el consumidor de a pie que abre una cuenta corriente y saca dinero del
cajero con su tarjeta pueda parecerlo, no todos los bancos tienen el mismo fin ni
trabajan con los mismos productos financieros.
Bancos centrales
Los bancos centrales son los encargados de velar por el buen funcionamiento del
sistema financiero de un país, es decir, son los bancos de los bancos. En España
tenemos al Banco de España, del que ya os hablamos largo y tendido en este artículo.
A nivel europeo debemos mencionar al “jefe” de nuestro banco central, que no es otro
que el Banco Central Europeo.
Bancos comerciales
La mayoría de los bancos que conoces entran dentro de esta categoría. Los bancos
comerciales se dedican exclusivamente a las operaciones comerciales de banca,
como depósitos, créditos o préstamos. Son actividades relacionadas con el ahorro y
con la financiación, pero no con la inversión. O al menos en teoría.
Bancos de inversión
Bancos de consumo
En esta ocasión se trata de bancos cuyo cliente objetivo es la persona física que
necesita un préstamo personal, una tarjeta de crédito, una hipoteca… En definitiva,
operaciones bancarias vinculadas con el consumo de bienes y servicios. También se
les llama bancos retail, ya que su negocio es minorista o al por menor.
Bancos hipotecarios
Como su propio nombre indica, los bancos hipotecarios son entidades que se han
especializado en el mercado de las hipotecas. Su actividad se centra en la concesión
de hipotecas para la compra y/o reforma de viviendas, garajes, locales comerciales e
inmuebles de todo tipo.
Cajas de ahorro
Las cajas de ahorro son entidades financieras sin ánimo de lucro y con marcado
carácter social. Tras haber estado en el ojo del huracán en la crisis de 2008, el
número de cajas de ahorro en España se ha reducido drásticamente desde entonces.
La mayoría se convirtieron en bancos tras complejos procesos de fusiones y
adquisiciones con otras cajas y bancos.