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RESOLUCIÓN DE CASO PRÁCTICO PENAL III

Alumno: Arana Floriano, Edson Arturo


Código: 19020330
I. Con respecto a la imputación subjetiva, ¿El poco conocimiento por parte de
Luis sobre el origen del financiamiento recibido lo eximiría de responsabilidad
penal? Fundamente su respuesta.
a) Verdadero
b) Falso
RESPUESTA:
1. Antes de ingresar a analizar el tipo subjetivo y, en consecuencia, comprobar si en el
caso existe dolo o culpa, debe pararse mientes en la imputación objetiva de la
conducta efectuada por Renzo (ya que se parte de su carácter de acción penalmente
relevante). Es conciliador en la doctrina mayoritaria que la imputación objetiva
responde a que la conducta haya producido un riesgo no permitido 1 o, en todo caso,
infrinja el deber negativo de no dañar a los otros2 y, por supuesto, que dicha
realización se manifieste en el resultado. Zaffaroni, por su lado, plantea la discusión a
partir del tipo conglobante, por lo que solo será autor quien tenga la dominabilidad
objetiva del hecho y, en caso sea partícipe, haya generado un hecho causal no banal
ni inocuo3. Debe demostrarse, por tanto, que la conducta de Renzo se ha encontrado
dentro del marco de lo permitido, adecuado a derecho, no ha provocado conflictividad
con el bien jurídico o, en su defecto, se ha encontrado dentro de su rol social.
El hecho de que Renzo constituya una sociedad con su hermana Fiorella, quien es
consorte de Luis Toreto (cuyo padre fue condenado por tráfico ilícito de drogas) para
realizar actividades con fines económicos (en este caso, venta de automóviles) es un
hecho neutral, en virtud de que un individuo no tiene una suerte de “deber general” de
evitar formar sociedad con quien tiene parientes procesados y condenados por delitos;
ello implicaría un supuesto de exigencia por parte del ordenamiento jurídico hacia los
ciudadanos de criminalizar prima facie a los sujetos que posean ascendientes o
descendientes con el grado de “delincuente”. El grado de autoría o participación
recaído sobre Renzo decae por cuando, como indica Roxin, es autor quien “[...] sea
solo, sea con intervención de varios – cumple o realiza el tipo global mediante propia
actividad corporal (es decir, por regla general, de propia mano)”4, mientras que el
partícipe será quien realice un “[...] ataque autónomo al bien jurídico mediante
colaboración dolosa no constitutiva de autoría [...]”, signándose relevancia en el tipo
subjetivo doloso, en el carácter de antijuridicidad y culpabilidad independientes de la
conducta principal del que tiene el dominio del hecho. Aunque somos de la idea de
que, en cuanto la conducta no encuadra dentro del tipo objetivo (por ende, atípico)
resulta innecesario postular la imputación subjetiva, consideremos supositivamente
que sí resulta posible.

1
Roxin, Claus. Derecho Penal. Parte General. Tomo I, 2° edición, Civitas, Madrid, 2006, p. 363
2
García Cavero, Percy. Derecho Penal. Parte General. 3° edición, Ideas Solución Editorial,
Lima, 2019, p.425
3
Zaffaroni, Eugenio; Slokar, Alejandro; Alagia, Alejandro. Derecho Penal. Parte General. 2°
Edición, EDIAR, 2002, p. 484
4
Roxin, Claus. Derecho Penal. Parte General. Tomo II, 2° edición, Civitas, Madrid, 2006, p. 80.
¿Es posible hablar, entonces, de dolo? Recuérdese que, como indica el Acuerdo
Plenario N.° 3 – 2010/CIJ – 116, sita fojas 10 al 12, el tipo penal de lavado de activos
solo podrá configurarse por conducta dolosa (hasta dolo eventual), siendo atípico si se
presenta la ignorancia, buena fe o error del sujeto. Queda, por último, definir qué es el
dolo y si es posible atribuirlo o imputarlo a Renzo. Consideran Hilgendorf y Valerius,
siguiendo a la doctrina mayoritaria psicologicista, que el dolo es el conocimiento de las
circunstancias objetivas del hecho típico y la voluntad de realización de todas ellas 5; es
decir, un conducto cognitivo y otro volitivo. Las teorías normativas – como la de García
Cavero – plantearán más bien una idea de imputación normativamente determinada 6
del dolo, aplicándose indicadores para analizar los conocimientos mínimos del
individuo. Consideramos que esta última se valora como afirmativa para fundamentar
nuestra postura. Así, Renzo no cometería la conducta en grado doloso (ni siquiera
eventual), ya que existe una ignorancia de las actividades ilícitas de Luis Toreto en
virtud de que, como vemos, su incumbencia de conocer los riesgos de que su
conducta puede generar una lesión al bien jurídico son sobrepasados porque, en
primer lugar, su rol general de ciudadano no le exige atender el carácter delictivo de
los parientes de un individuo para evitar la asociación en conformar sociedad; en
segundo lugar, la personalización del conocimiento, es decir, la posibilidad de alcanzar
el conocimiento en las circunstancias individuales debe analizarse. Consideramos que
la circunstancia personal de Renzo (es decir, ser reconocido piloto de rally y ostentar
sus gustos por los automóviles) no lo convierten en un sujeto capaz para conocer que
resulta “peligroso” (si socialmente puede afirmarse) asociarse con sujetos que sean
parientes de sujetos comitentes de algún delito: el solo hecho de que el padre de Luis
Toreto no puede infundir en Renzo la exigencia normativa de realizar inferencias del
origen ilícito del financiamiento para la incursión en una sociedad (el famoso “poder
presumir”). Así, concluimos que no se puede imputar objetiva ni subjetivamente a
Renzo por el delito de lavado de activos, ni en calidad de autor ni partícipe.

II. ¿El delito de lavado de activos solo se configura cuando el agente convierte o
transfiere dinero, bienes, efectos o ganancias, cuyo origen ilícito conoce o
puede presumir? Fundamente su respuesta.
a) Verdadero
b) Falso
RESPUESTA:
2. Respecto de la segunda pregunta, consideramos que no, puesto que el tipo penal
de lavado de activos también se configurará con los actos de ocultamiento y tenencia,
no siendo tampoco necesario que el individuo conozca o se halle noticiado de las
acciones de conversión o transferencia. De ahí, por ejemplo, el profesor Raúl Pariona
incide en que el Decreto Legislativo 1106 que regula el lavado de activos configura
más verbos rectores distintos de “convertir” o “transferir”, a saber: guardar, adquirir,
utilizar, custodiar, recibir, ocultar, tener, trasladar o transportar bienes de origen ilícito 7.
Del mismo modo, en el artículo 10, tercer párrafo, se consigna que será posible
5
Hilgendorf, Eric; Valerius, Brian. Derecho Penal. Parte General. Editorial Ad Hoc, Buenos
Aires, 2017, p. 72
6
García Cavero, Ob. cit. p. 518
7
Pariona Arana, Raúl. Consideraciones críticas sobre la llamada autonomía del lavado de
activos. Manuscrito del artículo a publicarse en Anuario de Derecho Penal 2015. Lima, mayo de
2015, p.3
imputar el delito de lavado de activos a los comitentes del delito previo, con lo que
también se plantea la discusión respecto del concurso de delitos sobre los sujetos que
participan en el delito previo. Del mismo modo, se expresa el Acuerdo Plenario N.° 3 –
2010, foja 8, donde indican que al ser el lavado de activos un delito de resultado, los
actos conversivos, transferentes, de ocultamiento y tenencia deben preciar de un
elemento objetivo, como sería el dificultamiento de la identificación del origen ilícito o
la incautación o decomiso.

III. El desbalance patrimonial no justificado de Renzo manifestando en la


adquisición inusual de vehículos, ¿constituye un elemento del tipo penal o un
indicio del delito de lavado de activos? Fundamente su respuesta.
RESPUESTA:
3. En concordancia con la postura asentada en el primer caso práctico, debe afirmarse
que el desbalance patrimonial de Renzo respecto de la adquisición de vehículos no
puede ser considerado un elemento del tipo penal de lavado de activos atañedero al
“delito fuente”; más bien, configuraría como prueba indiciaria para figurar qué delito
fuente ha de alcanzarse para ello. El Recurso de Nulidad 2567 – 2012 – LIMA se
pronuncia, además, indicando el manifiesto valor subjetivo y, por ende, erróneo que
consigna la Fiscalía al hecho del desbalance patrimonial, que de cierto modo supone
para la Procuraduría condición suficiente para acreditar que el dinero deviene en ilícito,
así como que el solo hecho de no poder consignar el origen de la inversión del
encausado ya revela la ilicitud del bien presuntamente maculado (fojas 11 y 9). Nos
hallamos de acuerdo con la postura de Raúl Pariona, sita en su artículo de defensa a
la autonomía procesal y no sustantiva del lavado de activos, puesto que no es propio
de un sistema penal garantista determinar invariablemente el “origen ilícito” de un bien
a través de un desbalance patrimonial; como incide el jurista ya citado, la idea de
determinar un delito previo no consiste en hacer referencia a una “vaga” comisión
delictiva que sustente el origen del dinero, sino concretar la imputación sobre un delito
“con nombre y apellido”8 y probarlo con antelación, usando la prueba indiciaria en la
mayor parte de casos. Consideramos esta posición menos lesiva del principio de
legalidad, el derecho a la prueba y la presunción de inocencia, así como de un
carácter menos estigmatizante en el sentido de la criminalización para los sujetos en
torno a una investigación por lavado de activos, a diferencia de la también sostenida
autonomía procesal que, en nuestro medio, evocan profesores como Gálvez Villegas 9
o Páucar Chappa.

IV. En el presente caso, ¿en qué tipo (o tipos penales) puede subsumirse la
conduta realizada por Renzo? ¿Existe concurso de delitos? Si la respuesta es
afirmativa, ¿Qué tipo de concurso?
RESPUESTA:

8
Pariona Arana, Raúl. Consideraciones críticas sobre la llamada autonomía del lavado de
activos. Manuscrito del artículo a publicarse en Anuario de Derecho Penal 2015. Lima, mayo de
2015, pp.11-12
9
Gálvez Villegas, Tomás. Autonomía del delito de lavado de activos. Cosa juzgada y cosa
decidida. Ideas Soluciones Editorial, p. 205, haciendo referencia a la razonabilidad de
averiguación para formular una posible comisión del lavado de activos.
4. Consideramos, en este caso, que no existe subsunción posible por el delito de
lavado de activos en el grado de autoría o participación sobre Renzo por las
consideraciones de imputación objetiva manifestadas en la primera interrogante. Debe
recordarse que para la subsunción de una conducta en el tipo penal esta debe
encuadrar típicamente en los elementos objetivos y subjetivos del tipo; sin embargo,
no se puede hablar de un encubrimiento, conversión, transferencia o intención de
dificultar bienes de origen ilícito, toda vez que aun cuando obra en fojas el encuentro
de casi 950 paquetes de clorhidrato de cocaína, ello no constituye de forma inmediata
la comisión del delito de lavado. Tampoco puede hablarse de la comisión del delito de
tráfico ilícito de drogas, habida cuenta de que Renzo no tenía ni el más mínimo
conocimiento de la conservación de paquetes continentes de clorhidrato de cocaína;
asimismo, no se puede realizar el encuadramiento típico de la conducta de Renzo en
este último delito por cuanto los verbos rectores no se aplican a su cargo, a saber: no
existe promoción, favorecimiento, facilitación, posesión, introducción o toma de parte
en una conspiración para promover el consumo, elaboración o traslado de sustancias
psicotrópicas.

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