Universidad Nacional de Colombia

Fundamentos del Psicoanálisis 2019 – 1

Lizeth Dayanna Parada García
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¿Puede influir el consumo de marihuana en el ejercicio del autoanálisis? Algunos

consumidores de marihuana señalan que el uso de esta planta les permite sumergirse en
espacios de reflexión profunda acerca de ellos mismos, sus sentimientos, sus dolores y su
relación con el otro. Argumentan que, así como la marihuana puede ser una puerta hacia la
evasión de la realidad y del sufrimiento, puede presentarse también como una vía para
atravesar esos problemas, entenderlos y asumir su responsabilidad frente a estos para
posteriormente intentar solucionarlos.

A lo largo de mi experiencia universitaria he tenido la oportunidad de conocer distintos grupos

de consumidores de cannabis dentro del campus y, al interactuar con ellos en estado de
sobriedad, se me hizo muy notorio el cambio que se daba en ellos y en el ambiente del grupo
tras fumar marihuana. Además, al preguntarles sobre su experiencia con la marihuana, la
mayoría de ellos (siete de los nueve miembros del grupo) respondió que encontraban
provechoso consumir a solas debido a que en este estado se les facilitaba entrar en conexión
consigo mismos permitiéndoles cuestionarse acerca de sus dolencias y reconciliarse con
aquellos aspectos de su ser que les generaban dolor o angustia. Es decir, estos consumidores
ven en su “viaje” la oportunidad para encararse a ellos mismos, cuestionarse acerca del por
qué de sus sentimientos y consolarse por aquellos elementos dentro de su psique con los
que, al no encontrarles solución, se resignaron a seguir conviviendo.

Al escuchar sus experiencias llegué a la conclusión de que estos estudiantes pueden usar la
marihuana como vehículo de su autoanálisis, como medio para interpelarse y asumir la
responsabilidad de sus vidas y de las acciones que les generan tanto placer como displacer.

Sin embargo, la marihuana es únicamente un vehículo, pero el conductor sigue siendo el

sujeto y es deber de este último el manejarse de tal manera que la marihuana sirva como
potenciadora de su reflexión para así iniciar un proceso de autoanálisis. Para esto, es
necesario que el sujeto se vea a sí mismo precisamente como un Sujeto a analizar, con la
complejidad y el desafío que esto implica, pues se trata de desligarse de los prejuicios y
conceptos que tenga sobre sí mismo para empezarse a ver desde una perspectiva más
objetiva, ya sin menospreciarse ni dejarse llevar por el ego. En este punto se trata de
encontrar un lugar de auto-escucha, de encaramiento y de encuentro en el que la
vulnerabilidad que implica abrirse al otro tome otro sentido, pues es él o ella misma los que se
encuentran encarándose y por lo tanto no representan peligro alguno.

Considero que el uso de la marihuana sumado al conocimiento de los conceptos básico del
psicoanálisis facilitan la creación de un espacio propenso para que el sujeto deje a un lado su
fantasma y la influencia del superyó para encontrarse al mismo tiempo siendo hablante y
receptor, promoviendo la creación de un espacio de intimidad y seguridad donde se pueda dar
el autoanálisis entendiendo que, aun cuando el camino estará marcado con el dolor que
implica encararse, también se encontrará cargado de la esperanza que implica el hacerse con
las riendas de su vida, apuntando a liberarse, perdonarse y entenderse.