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3.

¿Es facultad del propietario de un bien inmueble sacar los enseres de


propiedad ajena, forzar la entrada de un cuarto en su inmueble?

En el caso se muestra la realización de un contrato de arrendamiento, figura


prevista en el artículo 1666 del Código Civil, el cual sostiene que, “Por el
arrendamiento el arrendador se obliga a ceder temporalmente al arrendatario el uso
de un bien por cierta renta convenida”, lo cual es un contrato no solemne, y que en
palabras del profesor Jack Bigio (1994, p. 03): “El arrendamiento es un contrato de
carácter consensual, por cuanto se perfecciona con el solo acuerdo de voluntades y,
en consecuencia, genera obligaciones a cargo de las partes (…)”. De esta manera,
quedaba plenamente hecho este acto jurídico entre el arrendador y el arrendatario,
que, en cuanto al incumplimiento por parte del arrendatario de privar del uso y goce
del bien, el profesor Castillo (2015, p. 50) explica:

Es importante tener en cuenta que el hecho de incumplir con el contrato de


arrendamiento le otorga al arrendador una privación de su derecho a la
propiedad, concretando la idea como una privatización del uso y goce del
bien inmueble del arrendatario, generándole afectaciones, una de ellas es la
económica, ya que, deja de percibir el ingreso con el que contaba y a su vez
pierde el uso de su inmueble arrendado.

Ahora, en torno a los desalojos ilegales en la normativa nacional, de acuerdo con


Pasco Arauco (2020), parte desde el análisis de la situación de un inquilino que no
cumple con devolver la posesión a pesar de que el contrato quedó resuelto, y se
plantea la cuestión de si el arrendador puede botarlo por la fuerza, ya sea por
desalojo extrajudicial o ilegal, ante lo cual asevera: “No, en ningún caso se puede
lanzar al inquilino de forma extrajudicial. Para ello es necesario un proceso judicial
de desalojo; es decir, la orden de lanzamiento tiene que provenir de un Juez”.
Asimismo, el mismo autor señala que, si el arrendador decide desalojar
extrajudicialmente a su inquilino, ¿cuáles son las consecuencias?, y responde de
esta manera:

El arrendador que proceda de ese modo (desalojo extrajudicial) cometerá una


ilegalidad. Por ende, el inquilino tendrá dos opciones: (i) denunciarlo por
usurpación; y/o (ii) plantear un interdicto de recobrar (demanda en la vía civil)
buscando que se le restituya en la posesión del bien. (…).

Del mismo modo, el profesor Pasco Arauco (2020) recalca que, en el escenario de
que el inquilino plantee dicho interdicto, ¿podría ganarlo pese a enfrentarse al
propietario del inmueble?, frente a lo cual afirma: “Sí, porque en un interdicto no
gana el que acredite tener el derecho de propiedad, sino aquel que pruebe que,
estando en posesión del bien (aun cuando sea una posesión ilegítima) fue “sacado”
ilegalmente”.

Además, el autor antes mencionado indica que, la denuncia por usurpación también
puede proceder contra el propietario, pues:

(…) el bien jurídico que se busca proteger con el tipo penal de usurpación no
es la propiedad, sino la posesión, con lo cual bastará que el ex inquilino
pruebe que perdió la posesión de manera ilegal para que se configure el
delito de usurpación (el delito se configurará ya sea que el arrendador bote
por la fuerza al inquilino o, aprovechando su ausencia, ingrese al bien
rompiendo la cerradura de la puerta).

Por último, es posible que el inquilino que fue desalojado ilegalmente, pueda
recuperar la posesión de forma extrajudicial, valiéndose para ello de la denominada
“defensa posesoria extrajudicial”, regulada en el artículo 920° del CC. Así, el
profesor Pasco (2020) explica:

Le permite recuperar la posesión cuando ésta se ha perdido de manera ilegal.


Pensemos en el propietario que sufre una invasión: desde que se produce
esta, el propietario tiene 15 días para recuperar extrajudicialmente el bien,
valiéndose del apoyo de la Policía Nacional (no requiere plantear una
demanda de desalojo). En teoría, lo mismo tendría que ocurrir con un
inquilino que es desalojado ilegalmente por su arrendador, sin embargo,
nuestra normativa (último párrafo del art. 920° CC) impide que esta sea
ejercida contra los propietarios.

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