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Asignatura: Metodología de investigación aplicada a la seguridad pública

Grupo: SP-SDPE-2101-B2-001

Profesor: Lic. David García Sánchez

Alumno: Cesar Bonifaz Bazán

Matricula: ES202102106

Ciclo: 4° Semestre

Actividad: Diseño de investigación

Fecha: 10/06/22
Enfoque de la Investigación
Nuestra investigación tiene un enfoque mixto por que incluye dentro de sí datos matemáticos y estudios estadísticos pero también un
análisis del comportamiento de las mujeres en su entorno por ende pretendemos interpretar cuales son los motivos y/o causas por las
cuales el feminicidio ha incrementado.
Definiendo así que nuestra investigación conlleva a procesos analíticos tanto para datos que recopilaremos con muestras y
ecuaciones estadísticas que nos aporten variables donde podamos representar dicho fenómeno como para comportamientos y
situaciones que permitan una mayor vulnerabilidad de la mujer ante la muerte.
Alcances
Dotar al personal sustantivo de la Procuraduría de una guía de actuación ministerial, policial y pericial en el Sistema Penal Acusatorio,
como una herramienta metodológica estándar y efectiva, con el enfoque de la debida diligencia y la perspectiva de género, para la
investigación de muertes violentas de mujeres y niñas en el Estado.
b) Regular y unificar la actuación del personal sustantivo en sus tres niveles de especialización: ministerial, policial y pericial;
estableciendo las obligaciones que deben cumplir las y los servidores públicos como agentes del Estado, durante la investigación del
feminicidio, evitando la discrecionalidad.
c) Facilitar el enfoque de la perspectiva de género en el personal que participa en la investigación de los hechos relacionados con el
delito de feminicidio, eliminando la influencia de patrones socioculturales discriminatorios que provoquen la descalificación de la
credibilidad de la víctima durante la investigación ministerial de los casos de violencia, así como una eventual asunción tácita de
responsabilidad por los hechos de la niña o la mujer víctima, ya sea por su forma de vestir, por su ocupación laboral, conducta sexual,
relación o parentesco con el agresor, o cualquier otro factor con el que se pretenda justificar la violencia de que fue objeto.
d) Establecer que, para la investigación de los casos de muertes violentas de mujeres y niñas, culposos o dolosos, debe aplicarse la
ruta de investigación propuesta por este Protocolo, hasta en tanto se descarte la existencia de las razones de género de esa violencia,
de manera científica y cierta; aunque al inicio no haya sospecha de criminalidad.
La investigación debe estar orientada a examinar todas las líneas de investigación posibles. El deber de investigar efectivamente tiene
alcances adicionales cuando se trata de una mujer que sufre una muerte, maltrato o afectación en su libertad personal en el marco de
un contexto general de violencia contra las mujeres. La investigación debe ser realizada por personas que gozan de independencia e
imparcialidad, y conducida de manera transparente.
Diseño
En las investigaciones sociales nunca se tienen acceso al cien por ciento de los datos, por ello es importante establecer muestras
selectivas y significativas o reunir a la mayor cantidad de sujetos de estudio cuando esto resulte posible; por tal razón un paso
preliminar consiste en definir el tamaño apropiado de la muestra. En estudios como el presente, en el que la variable principal es de
tipo cualitativo y ésta se reporta mediante la proporción del fenómeno en estudio de acuerdo con la población de referencia, la variable
puede calcularse utilizando la fórmula en donde la población es infinita o, en otras palabras, cuando la población supera los 10,000
habitantes o se desconoce el total de sujetos para el cual se busca la variable de interés dentro de la población.
Se diseñó un instrumento cualitativo que sirvió como guía, para realizar entrevistas abiertas a funcionarios del estado, con el fin de
identificar las barreras culturales y estructurales para la prevención, investigación de casos, atención, sanción y seguimiento, de los
delitos por violencia contra las mujeres y homicidios/feminicidios.
Justificación
El interés principal de realizar la presente investigación es conocer las actitudes de las mujeres de 25 a 29 años de edad frente al
feminicidio, ya que cada día se suman las cifras de casos de feminicidio ocurridos, sin que se tome los precedentes necesarios para
frenar esta problemática que cobra vidas de mujeres inocentes, dejando consecuencias irreparables, como quitar el derecho a la vida,
destrozar familias, dejar dolor, rabia, impotencia, angustia en los hijos que pierden a sus madres, y estos a la vez quedan en la
orfandad, sin que nadie se preocupe por ellos, de sustentarles, cuidarles, y ofrecerles una vida digna, más al contrario quedan en el
olvido de la sociedad, con traumas y problemas psicológicos.
La presente investigación será de beneficio para la población estudiada, pero de igual forma para todas las mujeres, pues el
feminicidio no discrimina y se da en todos los entornos sociales, pues este estudio facilitará tener un mejor conocimiento de la
problemática para crear conciencia, sensibilización y reflexión en la sociedad. Es importante conocer más a profundidad la
problemática y sobretodo conocer qué piensan, opinan, sienten y hacen las mujeres frente a esta problemática, de la cual ellas son las
principales víctimas. También se podrá conocer, en alguna medida, el comportamiento de las mujeres hacia esta problemática, qué es
lo que harían como mujeres para poner un alto al feminicidio.
Definiciones conceptuales y operacionales
La actitud ha sido uno de los temas más estudiados en las ciencias de las humanidades, por lo cual se ha realizado varias
definiciones, a continuación se señalará alguna de ellas:
Según Morales (2000, pág. 24), la actitud es una “…predisposición aprendida, no innata, y estable aunque puede cambiar, a
reaccionar de una manera valorativa, favorable o desfavorable ante un objeto (individuo, grupo, situaciones, etc.).”
Para Muchielli (2001, pág. 151), la actitud es “…una orientación general de la manera de ser de un actor social (individuo o grupo) ante
ciertos elementos del mundo (llamados objetos nodales)”.
Morris (1997, pág. 608) refiere que la actitud “…es una organización relativamente estable de creencias, sentimientos y tendencias
hacia algo o alguien...”
Luego de la revisión de las distintas definiciones de actitud, el concepto asumido para fines de la presente investigación, es el que fue
propuesto por Bender y Levie (1993, pág.58), quienes refieren que “las actitudes son entendidas como constructos que median
nuestras acciones y se encuentran compuestos de tres elementos básicos: un componente cognitivo, un componente afectivo y un
componente activo o conductual”.
Metodológicamente corresponde a un enfoque cuantitativo, dado que el procedimiento de la información se realizó a través del análisis
de la estadística descriptiva mediante el programa de análisis estadístico (SPSS), en el cual se presenta los resultados en cuadros y
gráficos; para posteriormente realizar la interpretación descriptiva y un álisis más certero de cada uno de los componentes que
conforman la actitud, basado en las definiciones conceptuales del marco teórico.
Modelo de investigación
El Modelo de Protocolo es un instrumento destinado a apoyar la práctica de las personas responsables de la investigación y
persecución penal de la muerte violenta de mujeres por razones de género. No solo se basa en elementos teóricos esenciales para
entender la dimensión de género de las muertes violentas de mujeres sino que recoge la experiencia y los aprendizajes de los
expertos y las expertas de toda América Latina que participaron en su redacción.
De momento, varios países de América Latina están trabajando o han mostrado interés en la adaptación del Modelo de Protocolo en
su contexto jurídico, institucional y social.
“El femicidio ha alcanzado proporciones alarmantes en el mundo, lo que demanda una respuesta enérgica por parte de los Estados. La
falta de investigación eficaz y efectiva de estos crímenes y, por consiguiente, las altas tasas de impunidad agrava los efectos de dicha
violencia. Cuando no se responsabiliza y sanciona a los autores por estos hechos y no se repara a las víctimas, no sólo se alienta a la
comisión de nuevos abusos sino que se trasmite el mensaje de que la violencia contra las mujeres es aceptable, perpetuando estas
conductas”, dijo la señora Carmen Rosa Villa Quintana, Representante Regional para América Central del Alto Comisionado de
Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Es por eso, agregó, que hoy nos complace presentar el producto de un arduo proceso de trabajo. “Este instrumento regional, sensible
a las realidades de cada uno de nuestros países, tiene por objeto contribuir a que los Estados honren, con la debida diligencia, su
responsabilidad de garantizar a todas las mujeres una vida libre de violencia y discriminación”, dijo la señora Villa Quintana.
Por su parte, Anna Coates, Directora Regional Interina de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, destacó la oportunidad que
esta herramienta única e innovadora representa y su contribución para integrar la perspectiva de género en las instituciones
encargadas de investigar, sancionar y asegurar las reparaciones correspondientes.

“Lo que se busca es dar un paso decisivo para acabar con la impunidad, que en algunos de nuestros países llega al 98% de los casos
reportados, al brindarle a las y a los operadores de justicia directrices para la implementación penal y de esta manera enviar un
mensaje inequívoco de cero tolerancia a la violencia contra las mujeres”.
“La relevancia del Modelo de Protocolo reposa en el hecho que su finalidad es práctica, que su contenido responde a una demanda
manifiesta de las instituciones nacionales y que su proceso de elaboración fue participativo e involucró profesionales de los sistemas
de justicia de toda América Latina”, observó la Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer, sus causas y consecuencias,
señora Rashida Manjoo, quien prologó el texto que hoy se presenta.
Las muertes violentas de mujeres por motivos de género han tomado proporciones alarmantes en los últimos años. Son causadas
principalmente por parejas íntimas o en el marco de relaciones familiares pero también ocurren en el ámbito público. La visibilización
de ese fenómeno social es esencial para que se puedan adoptar medidas adecuadas para combatirlo.
Población y muestra
Uno de los hallazgos ha sido el alto índice de asesinatos de menores de edad, en particular el de infantes menores de un año y niñas
menores de cinco años. El infanticidio es especialmente preocupante en mujeres ya que mientras entre 2005 y 2009 de las
defunciones masculinas con presunción de homicidio 0.83% correspondieron a menores de cinco años, en las mujeres fue de 5.6%.
De las defunciones femeninas con presunción de homicidio 17.2% correspondieron a menores de 18 años; más de una mujer de cada
20 de ellas, tenía menos de cinco años y 2.4% no alcanzaban el año de edad. Se trata de un hecho al que no se le ha prestado la
atención requerida y que constituye una fuerte llamada de atención para la sociedad.

La proporción en que se presume violencia familiar en los infanticidios femeniles casi triplica la de los homicidios de mujeres en su
conjunto: 21.4% y 19.5% (menores de cinco y de un año, respectivamente), contra 7.9% del total. Además, el porcentaje de estas
muertes en que no se especificó la presunción de violencia familiar es menor en las niñas menores de cinco años (78.7%) y
particularmente en las menores de un año (75%), que en el total de las defunciones femeninas con presunción de homicidio
representó 85.4% de los casos.

El Informe es alarmante y exige un análisis específico mucho más profundo de los infanticidios de mujeres: En primer lugar, se trata de
un fenómeno que afecta en mucha mayor medida a las mujeres que a los varones, por lo que no se puede aducir que es tan sólo una
consecuencia más de la inseguridad que vive el país. La intervención de un médico legista en el caso de menores de 18 años es
ligeramente menor que cuando se considera el total de las muertes femeninas con presunción de homicidio; como resultado, también
es ligeramente menor el porcentaje en el que se realiza una necropsia entre menores de edad. Esto significa que, en lugar de que el
homicidio de una infante, una niña o una adolescente, condujera a un mayor escrutinio por parte de las autoridades para determinar
con precisión las causas y circunstancias de estos crímenes y allegarse así de más elementos para la adecuada procuración de
justicia, se observa justamente lo contrario.
México: proporción de defunciones femeninas con presunción de homicidio según grandes grupos de edad, 1985-2009

Otra de las características del feminicidio en México es el empleo de la tortura y la brutalidad en la forma de asesinar a las mujeres.
Según datos del INEGI, es más frecuente el uso de medios brutales como el ahorcamiento, estrangulamiento, sofocación,
ahogamiento e inmersión en 18% de los casos, tres veces mayor que en el caso de los hombres; objetos cortantes en 14.2%; objetos
romo o sin filo 1.4%. La proporción de mujeres envenenadas o quemadas triplica a la de los varones (2.7% y 0.9% respectivamente).
Cabe destacar que en casi 17% de los casos no hay información sobre el medio utilizado para el asesinato.

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