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PROMOCION DE LA SALUD EN MEXICO

La promoción de la salud es una estrategia esencial para mejorar la salud y el


bienestar y reducir las inequidades en salud y al efectuar eso, ayuda a lograr las
metas internacionales y nacionales de salud, por ejemplo, las Metas de Desarrollo
del Milenio. A través de implementar la promoción de la salud se crean sociedades
más justas que permitan que las personas puedan llevar vidas que ellos mismos
valoran, aumentando su control sobre su salud y los recursos necesarios para el
bienestar.
Consiste en proporcionar a los pueblos los medios necesarios para mejorar su
salud y ejercer un mayor control sobre la misma, entendiendo a la salud como
fuente de riqueza de la vida cotidiana, como un concepto positivo que acentúa los
recursos sociales y personales así como las aptitudes físicas. Su acción se dirige
a reducir las diferencias en el estado actual de la salud y a asegurar la igualdad de
oportunidades" ( Carta de Otawa, 1986: 2 )

La Promoción de la Salud (PS) es una función central de la salud pública, que


coadyuva a los esfuerzos invertidos para afrontar enfermedades transmisibles, no
transmisibles y otras amenazas para la salud1 consiste en proporcionar a la gente
los medios necesarios para ejercer un mayor control sobre los determinantes de
su salud y así mejorarla. Por lo que al ser los determinantes de la salud su objeto
central, la PS no sólo abarca las acciones dirigidas a fortalecer las habilidades y
capacidades de los individuos, sino aquellas dirigidas a modificar las condiciones
sociales, ambientales y económicas, contribuyendo a que las personas
incrementen el control sobre los determinantes de su salud.

Funciones
1. Mejorar las condiciones de vida de la población, que implica mejorar el
bienestar de las niñas y las mujeres, y las condiciones en que nace la
población; favorecer el desarrollo de la primera infancia y la educación para
las niñas y los niños; mejorar las condiciones de trabajo; formular políticas
de protección social dirigidas a toda la población, y crear las condiciones
que permitan envejecer bien.
2. 2. Luchar contra la distribución desigual del poder, el dinero y los recursos y
así combatir la inequidad sanitaria y las disparidades en las condiciones de
vida. Ello requiere un sólido sector público comprometido, capaz y dotado
de suficiente financiamiento, por lo que no sólo hay que fortalecer las
instancias gubernamentales, sino también la gobernanza: hay que dar
legitimidad, cabida y apoyo a la sociedad civil, a un sector privado
responsable y a los miembros de toda la sociedad, con el fin de definir el
interés común y reinvertir en la acción colectiva. En un mundo globalizado,
se impone aplicar un estilo de gobernanza que promueva la equidad.
3. 3. Medir la magnitud del problema, analizarlo y evaluar los efectos de las
intervenciones. Los gobiernos nacionales y las organizaciones
internacionales deben poner en marcha, con el apoyo de la OMS, sistemas
de vigilancia de la equidad sanitaria nacionales e internacionales, que
permitan hacer un seguimiento sistemático de las desigualdades sanitarias
y de los determinantes sociales de la salud, así como evaluar los efectos de
las políticas e intervenciones en la equidad sanitaria, creando el espacio y
la capacidad institucionales que permitan combatir con eficacia dicha
inequidad.

La Promoción de la Salud no es una función de la salud pública que concierne


exclusivamente al sector salud. Una de las formas claves para lograr que se actúe
sobre los determinantes de la salud, es propiciando que los diferentes sectores
responsables de definir políticas relacionadas con esos determinantes, la
mantengan en su agenda y valoren las consecuencias que pueden tener para la
salud de la población. Esto implica que el sector salud esté en contacto
permanente y de calidad, con los diferentes sectores. Así, se puede visualizar al
ente rector del Sector Salud en constante coordinación con los sectores de
Agricultura y Ganadería o el de Vivienda, tratando de darle forma a políticas y
legislación en campos como el uso de métodos favorables para la salud en la
producción de alimentos, o en el desarrollo de condiciones habitacionales y
residenciales que faciliten el desarrollo de las potencialidades de las personas.

Los medios a utilizar para hacer efectiva esta línea de acción son muy variados:
legislación, medidas fiscales, cambios organizativos, definición de políticas con un
claro sentido saludable, generación de políticas desde los niveles locales que
recuperen la especificidad de las comunidades, entre otros.

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