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Presidente Chile Eboe-Osuji Nigeria

Primer Vicepresidente Robert Fremr República Checa


Segundo Vicepresidente Marc Perrin de Brichambaut
Francia
Juez Olga Herrera-Carbuccia República Dominicana
Geoffrey Henderson Trinidad y Tobago
Luz del Carmen Ibáñez Carranza perú
La CPI ha creado en su Secretaría una Unidad de Víctimas y
Testigos para garantizarles medidas protectoras, asesoramiento y
seguridad. También ha establecido un Fondo Fiduciario de víctimas para
que estas y sus familias obtengan reparación adecuada.

La primera orden de arresto de la CPI contra un presidente en ejercicio se


produjo el 4 de marzo de 2009 contra el sudanés Omar al Bashir, por
crímenes de guerra y lesa humanidad contra la población civil de la región
de Darfur entre 2003 y 2008. La segunda fue contra el líder libio Muamar
al Gadafi, y se archivó tras su muerte durante la revuelta que lo derrocó en
2011.

La primera sentencia condenatoria llegó en 2012, cuando la Corte impuso


una pena de 14 años de prisión a Thomas Lubanga, ex dirigente de las
Fuerzas Patrióticas para la Liberación del Congo, por el reclutamiento y
utilización de niños y niñas soldados en la región de Ituri (República
Democrática del Congo, RDC) entre septiembre de 2002 y agosto de 2003.

En 2016 la CPI impuso 18 años de cárcel a Jean-Pierre Bemba


Gombo, ex vicepresidente de la RDC y ex jefe militar del Movimiento para
la Liberación del Congo, por crímenes de guerra y de lesa humanidad –
incluidos asesinatos, violaciones como arma de guerra y pillaje– cometidos
en 2002-2003 en la República Centroafricana. 

En 2016 se registró también la primera condena por destruir


patrimonio cultural: el yihadista Ahmad Al Mahdi Al Faqi, alias "Abu
Turab", recibió una pena de 9 años de prisión por la destrucción de nueve
mausoleos y una mezquita en Tombuctú (Mali) que eran patrimonio de la
humanidad; en tanto que "objetivos religiosos, no militares", se consideró
crimen de guerra.

El 27 de octubre de este 2017, Burundi se convertía en el primer país


en abandonar la CPI, un año después de que su presidente Pierre
Nkurunziza promulgara una ley para completar su retirada. En ese mismo
mes de octubre de 2016, los presidentes
de Sudáfrica y Gambia anunciaban decisiones similares, aunque luego
dieron marcha atrás.

La Corte ha dejado claro que la salida de Burundi no afectará al examen


preliminar de la situación del país iniciado en abril de 2016, motivado por
un informe de la comisión investigadora de la ONU que denunció que aún se
estaban cometiendo allí crímenes de lesa humanidad, incluidos asesinatos y
violencia sexual.

A partir del 17 de marzo de 2019, la República de Filipinas dejó de ser


miembro de la Corte Penal Internacional (CPI) Filipinas es el segundo país
que se retira de la CPI después de la salida de Burundi en 2017.

El Presidente Rodrigo Roa Duterte había anunciado esta denuncia un mes


después de que la Fiscal de la CPI, la Sra. Fatou Bensouda, anunciara el
inicio de una Examen Preliminar en Filipinas, para investigar, entre otras
cosas, los presuntos crímenes de lesa humanidad cometidos en el país,
incluida la posible responsabilidad penal del mismo Duterte. Los Exámenes
Preliminares tienen el objetivo de determinar si es preciso iniciar una
investigación completa de la CPI y analizar si la Corte tendría jurisdicción
sobre los presuntos crímenes o si se están llevando a cabo juicios
nacionales, y si el inicio de una investigación responde al interés de la
justicia.

En la situación de Filipinas, la Fiscal de la CPI ha estado examinando


presuntos crímenes en forma de asesinatos extrajudiciales en  el contexto
de la 'la guerra contra las drogas' del Presidente Rodrigo Duterte desde al
menos julio de 2016. De acuerdo con Human Rights Watch en su Informe
Mundial 2018  “'la guerra contra las drogas de la administración Duterte ha
resultado en la muerte de miles de Filipinos pobres.

La información de la Agencia Antidrogas de Filipinas (PDEA, por sus siglas


en inglés) indica que las operaciones de la policía dejaron como
consecuencia 3.906 presuntos usuarios y traficantes de drogas muertos del
1° de julio de 2016 al 26 septiembre de 2017. Pero personas armadas no
identificadas han asesinado a miles más, elevando el número total de
muertes a 12.000, de acuerdo con informes de medios creíbles”.

La denuncia del Estatuto de Roma surtirá efecto un año después de la fecha


en la que el Secretario General de las Naciones Unidas haya recibido la
notificación. De acuerdo con el tratado de la CPI, la denuncia no afectará
ninguna consideración vigente de presuntos crímenes que se haya iniciado
antes de que la denuncia surta efecto. Sin embargo, si se comete algún
crimen del Estatuto de Roma después del 17 de marzo de 2019 – cuando la
denuncia haya surtido efecto– la Corte no tendrá jurisdicción. A pesar de
ser ciudadano de Filipinas, el magistrado de la CPI Dr. Raúl Cano
Pangalangan tampoco se verá afectado por la denuncia, y seguirá
desempeñando sus funciones hasta el final de su periodo en 2021.

En el caso de Sudáfrica, su anuncio de retirada de la CPI –luego rectificado–


tuvo como trasfondo su negativa a arrestar al presidente sudanés Omar al
Bashir, que en junio de 2015 llegó a Johannesburgo para asistir a una
cumbre de la Unión Africana. Contra él pesan dos órdenes de detención
internacionales por su papel en el genocidio de Darfur que costó casi medio
millón de vidas entre 2003 y 2008.
En cuanto a Gambia, su presidente Yahya Jammeh amenazó también en
2016 con abandonar la Corte por considerar que estaba pensada "para
hostigar y humillar a la gente de color, en particular los africanos".

Por si fuera poco, el presidente ruso Vladimir Putin aseguró en noviembre


de 2016 que su país no tiene intención de ser parte del Estatuto de
Roma, firmado en 2000 pero no ratificado aún. La amenaza de Moscú
siguió al anuncio de la Fiscalía de la CPI de que la situación en Crimea y
Sebastopol podía constituir un conflicto armado internacional entre
Rusia y Ucrania. Por otra parte, Rusia no ha ahorrado esfuerzos para
bloquear la remisión de la situación de Siria –donde Amnistía Internacional
ha documentado posibles crímenes de guerra por parte de fuerzas rusas– a
la Fiscalía de la Corte y al Consejo de Seguridad.

CASOS DE ESTUDIO

Primera condena y orden de reparación de la CPI – República


Democrática del Congo
Thomas Lubanga, el fundador y ex líder de la Unión de
Patriotas Congoleños aparece en esta lista como la primera persona que se
entregó a la CPI (en 2006) y la primera persona condenada por la Corte (en
marzo de 2012). Lubanga, condenado por enrolamiento y utilización de
niños para participar activamente en el conflicto armado, fue sentenciado a
14 años de prisión.
Los más destacable de este caso es la primera decisión de la CPI sobre las
reparaciones de las víctimas. Mientras que la implementación de dicha
decisión no ha sido sencilla hasta ahora, el hecho de que el mandato de
reparación del Fondo Fiduciario en Beneficio de las Víctimas haya sido
activado genera esperanza entre las comunidades afectadas de la República
Democrática del Congo (DRC) y promete una evolución de la claridad para
los actores participantes sobre el proceso de reparación.

Órdenes de arresto contra un líder de Estado en ejercicio – Darfur,


Sudán
El presidente sudanés Omar al-Bashir es el primer jefe de Estado en ser
acusado por la CPI, primero en 2009 por cargos por crímenes de guerra y
crímenes de lesa humanidad y de nuevo en 2010 por cargos de genocidio.
Todos los cargos se relacionan con la presunta participación de Al-Bashir en
el actual conflicto de Darfur.

La Coalición y muchos de sus miembros han seguido los movimientos de Al-


Bashir desde la emisión de sus órdenes de arresto. Aunque la búsqueda de
justicia para las víctimas de Darfur ha sido relegada a un segundo plano en
las relaciones políticas y regionales, el caso brindó un momento crucial para
los sistemas nacionales de justicia, los esfuerzos de la sociedad civil y, en
última instancia, la cooperación con la CPI cuando la Corte Suprema de
Apelaciones de Sudáfrica ratificó una decisión del tribunal inferior que
denunciaba a las autoridades sudafricanas por evadir su obligación de
arrestar y entregar al fugitivo durante su visita en junio de 2015.
Primera condena por ‘responsabilidad de mando’ y violación como
arma de guerra – República Centroafricana
Jean-Pierre Bemba, el ex vicepresidente de la RDC, fue condenado en
marzo de 2016 en la primera sentencia de la CPI en asignar una
condena por crímenes sexuales y de género (violación como crímenes de
guerra y crímenes de lesa humanidad). Un momento histórico y
universalmente celebrado en la evolución de la justicia de género, la
condena de Bemba también le dio a la CPI su primera condena por
responsabilidad de mando, advirtiendo a los oficiales militares de alto rango
que ellos también serán alcanzados por el Estatuto de Roma si no rinden
cuentas por las acciones de sus subordinados.
El caso involucró crímenes cometidos en la República Centroafricana de
2002-3 por el grupo rebelde Mouvement pour la Libération du Congo, del
cual Bemba fue comandante en jefe en aquel momento.

Enjuiciamiento de los crímenes postelectorales – Kenia


Con la finalización de los procedimientos de la CPI en contra del presidente
de Kenia Uhuru Kenyatta y el vicepresidente William Ruto en 2015 y 2016
respectivamente, lo que significa que todos los casos de la CPI relacionados
directamente con la violencia postelectoral de 2007-8 han terminado, los
casos de Kenia han llevado forzosamente a un ejercicio de recolección de
lecciones aprendidas para la CPI y los involucrados. A pesar de los reveses
que esto implicó para las víctimas y sus familias, quienes han tenido que
esperar a la justicia por casi una década, la experiencia puede ser crucial
para las víctimas actuales y futuras que buscan justicia por los crímenes
internacionales más terribles.
Muchos, incluyendo a los jueces de la CPI, han sugerido que la interferencia
con testigos puede desempeñar un papel muy importante en el fracaso de
los casos. La CPI debe sin duda tener en cuenta medidas para evitar dichas
ocurrencias en un futuro, y ya está buscando formas de implementar las
leyes del Estatuto de Roma para tratar la interferencia con testigos. Por otro
lado,  sin una absolución completa, la Fiscal tendría la posibilidad de partir
de los casos desestimados sumando nueva evidencia, en caso de recibirla.
Las víctimas, cuyos daños han sido reconocidos pero que aún no
tienen responsables asignados, han comenzado a explorar el mandato de
reparación de la CPI en profundidad en busca de formas potenciales para
obtener justicia.

Primer juicio a un ex-jefe de Estado- Costa de Marfil


Al convertirse en el primer ex jefe de Estado bajo la custodia de la CPI en
2011, el ex presidente marfileño Laurent Gbagbo es un ejemplo de uno de
los principios claves del Estatuto de Roma: nadie está por encima de la ley.
Gbagbo, cuyo juicio junto con el líder de la juventud y co-acusado Charles
Blé Goudé comenzó en enero de 2016, está acusado de asesinato, violación,
otros actos inhumanos y persecución como crímenes de lesa humanidad,
presuntamente cometidos en el contexto de la violencio postelectoral de
2010-11 de Costa de Marfil.

El comandante del Ejército de Resistencia del Señor en el banquillo


– Uganda
En marzo de 2016, los jueces decidieron enviar al ex comandante del
Ejército de Resistencia del Señor Dominic Ongwen a juicio por 70 cargos por
crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, principalmente en
relación con los ataques a los campos de desplazados internos en el norte
de Uganda. El matrimonio forzado, el embarazo forzado, tortura, asesinato
y enrolamiento y utilización de niños menores de 15 en el conflicto
armado son algunos de los varios cargos, que incluyen a Ongwen como
perpetrador directo.
Dado que los cargos cubren un rango más amplio que cualquier otro juicio
previo de la CPI, incluyendo los crímenes de violencia sexual y de género, y
que las víctimas participantes suman más de 2000, el caso de Ongwen
promete nuevos desarrollos en la jurisprudencia y en la estrategia en la
administración de casos de la CPI.

Destrucción de herencia cultural en el mapa – Timbuktú, Mali


La CPI tendrá que lidiar con la destrucción de monumentos históricos y
religiosos como crimen de guerra por primera vez en el próximo juicio en
contra del islamista Tuareg, presuntamente asociado con Ansar Eddine y al-
Qaeda en el Maghreb Islámico. Ahmad al-Faqi al-Mahdi, quien encabezaba
el Hisbah (‘brigada Manners’) en Timbuktú, Mali, está acusado de la
destrucción de diez mausoleos y mezquitas de la ciudad patrimonio cultural
mundial de la UNESCO.  El caso es una avance clave en la clarificación de la
competencia de la CPI a la hora de llevar justicia a los diferentes tipos de
víctimas y por diferentes tipos de daños.
El caso también es importante por ser el único a la fecha ante la CPI en el
cual un acusado ha expresado su intención de declararse culpable . El juicio,
de una semana de duración, comenzará el 22 de agosto de 2016 y será algo
digno de seguir de cerca.

Primera investigación completa fuera de África – Georgia


La investigación de la CPI sobre los potenciales crímenes cometidos en y
alrededor de Osetia del Sur, Georgia, en 2008 durante el conflicto Ruso-
Georgiano se convirtió en la primera investigación formal de la CPI sin una
situación o persona africana como sujeto de la cuestión. Este avance es
particularmente significativo para la CPI, que ha sido acusada en repetidas
oportunidades de ‘apuntar solo a África – usualmente por aquellos líderes
cuya conducta se está cuestionando.
Incluso antes del anuncio de enero de 2016 de la investigación en Georgia,
sin embargo, la Fiscal de la CPI ya estaba llevando a cabo exámenes
preliminares sobre situaciones de conflicto que involucran a Ucrania,
Afganistán, Iraq y el Reino Unido, Colombia y Palestina.

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