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Casos de intervención de la Corte Penal Internacional

ANDRÉS MOLANO ROJAS*

*
Abogado constitucionalista. Licenciado en Filosofía e Historia. Magíster
en Análisis de Problemas Políticos, Económicos e Internacionales
Contemporáneos. Profesor de la Universidad del Rosario, de la Academia
Diplomática de San Carlos y de la Escuela de Inteligencia y
Contrainteligencia. Comentarista de varios medios de comunicación
sobre temas políticos e internacionales. Director del grupo de
investigación “Centro de Gravedad” en el Centro de Estudios
Estratégicos sobre Seguridad y Defensa Nacionales -CEESEDEN-de la
Escuela Superior de Guerra (Bogotá).

La Corte Penal Internacional (CPI) empezó a funcionar en el 2003, luego


de la entrada en vigor del Estatuto de Roma el año inmediatamente
anterior. Desde entonces, ha abordado la investigación de situaciones
en cuatro Estados africanos:

 Por remisión de los propios gobiernos:


o Uganda (2004), por los actos de extrema violencia,
reclutamiento de niños, esclavitud sexual, entre otros,
cometidos por la guerrilla del Ejército de Resistencia del
Señor (LRA).
o República Democrática del Congo (2004), en relación con las
masacres a la población civil y el empleo de la violencia
sexual como arma de guerra en la región de los Kivus.
o República Centroafricana (2005), por las masacres y graves
violaciones sexuales que se cometieron en el 2002 y 2003.
 Por remisión del Consejo de Seguridad de la Organización de
Naciones Unidas:
o Sudán (2005), ante la evidencia de graves crímenes e
incluso de genocidio ocurridos en la región de Darfur.

Recientemente, y luego de un trágico episodio de violencia en los


comicios generales de diciembre de 2007, la “Comisión de Investigación
sobre la Violencia Post Electoral” de Kenya recomendó que, ante la
ausencia de un tribunal especial, las evidencias contra los acusados de
“crímenes contra la humanidad en la etapa post electoral” se
presentaran a la CPI; y en ese sentido, el 31 de marzo de 2010 la II
Sala de Cuestiones Preliminares autorizó a la Oficina del Fiscal iniciar
formalmente una investigación.

Hasta ahora, en total, la CPI ha emitido 13 órdenes de arresto y una


citación, y el Fiscal ha anunciado que seis órdenes de arresto podrían
ser emitidas sobre Kenia antes del final de 2010.

Además de su intervención en estos cinco casos, la CPI sigue muy de


cerca la situación en Afganistán, Georgia, Costa de Marfil, Palestina
(Gaza), Guinea, y Colombia. Se trata de examinar la manera en que la
justicia nacional trata los casos de graves violaciones de Derechos
Humanos que, según la circunstancia, pudieran constituir crímenes de
guerra, crímenes de lesa humanidad y genocidio, y si es capaz (o no) de
procesar a los más altos responsables de estos crímenes.

El presente resumen gráfico reseña la actividad de la CPI en relación con


los casos en que ya se han proferido órdenes de arresto e iniciado
juicios. En la medida en que la de la Corte es todavía una jurisdicciónen
construcción, la manera en que vaya sentando jurisprudencia frente a
estos primeros casos constituye un precedente de la mayor importancia,
que tendrá una influencia notable en el futuro desarrollo del Régimen
Penal Internacional.
Primera condena y orden de reparación de la CPI – República
Democrática del Congo

Thomas Lubanga, el fundador y ex líder de la Unión de


Patriotas Congoleños aparece en esta lista como la primera persona que se
entregó a la CPI (en 2006) y la primera persona condenada por la Corte (en marzo
de 2012). Lubanga, condenado por enrolamiento y utilización de niños para
participar activamente en el conflicto armado, fue sentenciado a 14 años
de prisión.
Los más destacable de este caso es la primera decisión de la CPI sobre las
reparaciones de las víctimas. Mientras que la implementación de dicha decisión no
ha sido sencilla hasta ahora, el hecho de que el mandato de reparación del Fondo
Fiduciario en Beneficio de las Víctimas haya sido activado genera esperanza entre
las comunidades afectadas de la República Democrática del Congo (DRC) y
promete una evolución de la claridad para los actores participantes sobre el
proceso de reparación.
Órdenes de arresto contra un líder de Estado en ejercicio –
Darfur, Sudán

El presidente sudanés Omar al-Bashir es el primer jefe de Estado en ser acusado


por la CPI, primero en 2009 por cargos por crímenes de guerra y crímenes de lesa
humanidad y de nuevo en 2010 por cargos de genocidio. Todos los cargos se
relacionan con la presunta participación de Al-Bashir en el actual conflicto
de Darfur.

La Coalición y muchos de sus miembros han seguido los movimientos de Al-


Bashir desde la emisión de sus órdenes de arresto. Aunque la búsqueda de justicia
para las víctimas de Darfur ha sido relegada a un segundo plano en las relaciones
políticas y regionales, el caso brindó un momento crucial para los sistemas
nacionales de justicia, los esfuerzos de la sociedad civil y, en última instancia, la
cooperación con la CPI cuando la Corte Suprema de Apelaciones de Sudáfrica
ratificó una decisión del tribunal inferior que denunciaba a las autoridades
sudafricanas por evadir su obligación de arrestar y entregar al fugitivo durante su
visita en junio de 2015.
Primera condena por ‘responsabilidad de mando’ y violación
como arma de guerra – República Centroafricana

La CPI encontró culpable al ex Vicepresidente de la RDC por crímenes de lesa humanidad y crímenes de
guerra en la República Centroafricana entre 2002-3 (Foto: Jerry Lampen, AP)

Jean-Pierre Bemba, el ex vicepresidente de la RDC, fue condenado en marzo de


2016 en la primera sentencia de la CPI en asignar una condena por crímenes
sexuales y de género (violación como crímenes de guerra y crímenes de lesa
humanidad). Un momento histórico y universalmente celebrado en la evolución de
la justicia de génera, la condena de Bemba también le dio a la CPI su primera
condena por responsabilidad de mando, advirtiendo a los oficiales militares de alto
rango que ellos también serán alcanzados por el Estatuto de Roma si no rinden
cuentas por las acciones de sus subordinados.
El caso involucró crímenes cometidos en la República Centroafricana de 2002-3
por el grupo rebelde Mouvement pour la Libération du Congo, del cual Bemba fue
comandante en jefe en aquel momento.
Enjuiciamiento de los crímenes postelectorales – Kenia

Con el anuncio del retraso en la entrega de resultados de las elecciones de Kenia celebradas en diciembre
de 2007, las multitudes se manifiestan en contra de lo que ellos consideraron como fraude (Foto: Noor
Khamis)

Con la finalización de los procedimientos de la CPI en contra del presidente de


Kenia Uhuru Kenyatta y el vicepresidente William Ruto en 2015 y 2016
respectivamente, lo que significa que todos los casos de la CPI relacionados
directamente con la violencia postelectoral de 2007-8 han terminado, los casos de
Kenia han llevado forzosamente a un ejercicio de recolección de lecciones
aprendidas para la CPI y los involucrados. A pesar de los reveses que esto implicó
para las víctimas y sus familias, quienes han tenido que esperar a la justicia por casi
una década, la experiencia puede ser crucial para las víctimas actuales y futuras que
buscan justicia por los crímenes internacionales más terribles.
Muchos, incluyendo a los jueces de la CPI, han sugerido que la interferencia con
testigos puede desempeñar un papel muy importante en el fracaso de los casos. La
CPI debe sin duda tener en cuenta medidas para evitar dichas ocurrencias en un
futuro, y ya está buscando formas de implementar las leyes del Estatuto de Roma
para tratar la interferencia con testigos. Por otro lado, sin una absolución
completa, la Fiscal tendría la posibilidad de partir de los casos desestimados
sumando nueva evidencia, en caso de recibirla. Las víctimas, cuyos daños han sido
reconocidos pero que aún no tienen responsables asignados, han comenzado a
explorar el mandato de reparación de la CPI en profundidad en busca de formas
potenciales para obtener justicia.

Primer juicio a un ex-jefe de Estado- Costa de Marfil

El arresto y la detención de Laurent Gbagbo en La Haya fue bien recibido por os grupos de derechos
humanos y la sociedad civil (Foto: AFP)
Al convertirse en el primer ex jefe de Estado bajo la custodia de la CPI en 2011, el ex
presidente marfileño Laurent Gbagbo es un ejemplo de uno de los principios claves
del Estatuto de Roma: nadie está por encima de la ley. Gbagbo, cuyo juicio junto
con el líder de la juventud y co-acusado Charles Blé Goudé comenzó en enero de
2016, está acusado de asesinato, violación, otros actos inhumanos y persecución
como crímenes de lesa humanidad, presuntamente cometidos en el contexto de la
violencio postelectoral de 2010-11 de Costa de Marfil.
El comandante del Ejército de Resistencia del Señor en el
banquillo – Uganda

Dominic Ongwen durante los procedimientos en la Corte Penal Internacional (Foto: CPI)

En marzo de 2016, los jueces decidieron enviar al ex comandante del Ejército de


Resistencia del Señor Dominic Ongwen a juicio por 70 cargos por crímenes de
guerra y crímenes de lesa humanidad, principalmente en relación con los ataques a
los campos de desplazados internos en el norte de Uganda. El matrimonio forzado,
el embarazo forzado, tortura, asesinato y enrolamiento y utilización de niños
menores de 15 en el conflicto armado son algunos de los varios cargos, que incluyen
a Ongwen como perpetrador directo.
Dado que los cargos cubren un rango más amplio que cualquier otro juicio previo
de la CPI, incluyendo los crímenes de violencia sexual y de género, y que las
víctimas participantes suman más de 2000, el caso de Ongwen promete nuevos
desarrollos en la jurisprudencia y en la estrategia en la administración de casos de
la CPI.
Destrucción de herencia cultural en el mapa – Timbuktú, Mali

Personas caminando cerca de una Mezquita, la mezquita Sankore, Timbuktú, Mali /1269-2329 (Foto: ABA’s
ICC Project & Stanford Law School Program in International and Comparative Law)

La CPI tendrá que lidiar con la destrucción de monumentos históricos y


religiosos como crimen de guerra por primera vez en el próximo juicio en contra
del islamista Tuareg, presuntamente asociado con Ansar Eddine y al-Qaeda en el
Maghreb Islámico. Ahmad al-Faqi al-Mahdi, quien encabezaba el Hisbah (‘brigada
Manners’) en Timbuktú, Mali, está acusado de la destrucción de diez mausoleos y
mezquitas de la ciudad patrimonio cultural mundial de la UNESCO. El caso es una
avance clave en la clarificación de la competencia de la CPI a la hora de llevar
justicia a los diferentes tipos de víctimas y por diferentes tipos de daños.
El caso también es importante por ser el único a la fecha ante la CPI en el cual un
acusado ha expresado su intención de declararse culpable . El juicio, de una
semana de duración, comenzará el 22 de agosto de 2016 y será algo digno de seguir
de cerca.
Primera investigación completa fuera de África – Georgia

Voluntarios de Ossetia caminan junto a una camioneta incendiada en una calle en Tskhinvali. (Foto: TIME)

La investigación de la CPI sobre los potenciales crímenes cometidos en y alrededor


de Osetia del Sur, Georgia, en 2008 durante el conflicto Ruso-Georgiano se
convirtió en la primera investigación formal de la CPI sin una situación o persona
africana como sujeto de la cuestión. Este avance es particularmente
significativo para la CPI, que ha sido acusada en repetidas oportunidades
de ‘apuntar solo a África – usualmente por aquellos líderes cuya conducta se está
cuestionando.
Incluso antes del anuncio de enero de 2016 de la investigación en Georgia, sin
embargo, la Fiscal de la CPI ya estaba llevando a cabo exámenes preliminares sobre
situaciones de conflicto que involucran a Ucrania, Afganistán, Iraq y el Reino
Unido, Colombia y Palestina.
Un trabajo en progreso…
Antes del Estatuto de Roma, el concepto de una corte capaz de llevar el brazo de la
ley a todo el mundo era descrita como una utopía.

En su corta vida hasta el momento, la CPI ha realizado un gran trabajo para pelear
contra la impunidad por los crímenes más terribles del mundo: apuntar a líderes y
funcionarios senior de los gobiernos; llevar a comandantes militares ante la justicia
por las acciones de sus subordinados; rechazar la noción de que la violencia sexual
es una consecuencia natural de los conflictos armados; investigar en lugares del
mundo donde el Estado de derecho aún no tiene lugar y instar a sus Estados
miembros a tomar sus principios como propios.

Hoy, a pesar de que la CPI y la justicia penal internacional continúa enfrentando


muchos desafíos, hay una esperanza de que los ejemplos anteriores puedan
inspirar un mayor apoyo a la visión y los avances de la CPI en la lucha mundial
contra la impunidad.

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