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Cooperación Internacional: Desarrollo o retroceso

Por: Elizabeth Parrado Diaz

La Cooperación Internacional para el Desarrollo (CID) se ha convertido en un


instrumento válido para la solución de problemáticas mundiales. A través de esta
cooperación, se pretende contribuir a un contexto internacional más estable, pacífico y
seguro para todos los habitantes del planeta (Gómez-Sanahuja, 1999, p. 1). Esta
concepción, que parece ser la solución, pero presenta dificultades camufladas en buenas
intenciones de tipo: político, comercial, paz, seguridad entre otras. De este modo, en el
presente ensayo se busca argumentar que la CID ha servido como vía de desarrollo con
alcance mundial por parte de los países más poderosos, o por el contrario a llevado a un
retraso a países menos desarrollados y como resultado no ha cumplido su objetivo
principal, la cual consiste en la superación de la pobreza en el mundo o reducirla a niveles
tolerables.

La cooperación se define como un sistema de interacciones entre distintos actores y


organizaciones cuyo objetivo es lograr unos niveles de conformidad recíproca mediante un
proceso de negociación denominado “coordinación de políticas” (Keohane, 1988, p. 51).
Estas interacciones y la ayuda mutua que propone la cooperación internacional, van en pro
de la reducción a la desigualdad social, económica y cultural, y mejorar la calidad de vida
de los habitantes en el mundo, priorizando aquellos que se encuentran en los sectores más
vulnerables. Es decir, la cooperación implica que con los aportes de ambas partes los
beneficios recogidos van en doble sentido.

Es así como la cooperación se da cuando diversos actores estatales


(centralizada) o no estatales (descentralizada) ajustan sus acciones a las situaciones
actuales o anticipadas de otros actores mediante una serie de relaciones.
“Claramente, la cooperación se vislumbra como una forma de interacción estatal
más compleja que la concertación, pero menos intrincada que la integración”
(Ripoll, 1998, p. 31). Para que la cooperación se lleve a cabo esta requiere de un
ambiente especial en el país que la recibe, resultado de un dialogo basado en una
relación equilibrada pero condicionada por parte del donante con el fin de
resguardar sus intereses. Hay es donde surge la reflexión, si esta cooperación en
realidad está cumpliendo con el objetivo o por el contrario está llevando al país que
recibe dicha cooperación a un retraso en su desarrollo, puesto que las grandes
decisiones que este tome siempre van estar sujetas o condicionadas por actores que
realizan la cooperación. Para ello, es conveniente tener alternativas por parte de los
tomadores de la ayuda para disminuir el impacto o la condición dada por el donante.

Por lo tanto, se podría pensar que la cooperación internacional a pesar de su


buena intención ha estado marcada por la desigualdad y el individualismo, a pesar
de la creciente interdependencia mundial, pues los intereses opuestos y la
competencia por el poder son una constante en las relaciones dentro del sistema
internacional. Por lo tanto, en los países subdesarrollados hace falta de más
cooperación y recursos extras que provengan de los países desarrollado con miras a
mejorar sus realidades. En todo caso, los países donantes deben ser más consientes y
ceder en sus pretensiones y dejar de exigir, demandar o imponer condiciones a la
hora de realizar una cooperación absolutamente favorable para sí, en deterioro del
otro, por el contrario, a mejorar las realidades de vida de una parte de la población
del mundo en desarrollo, pero no a costa de beneficios propios.

Por eso, en la cooperación internacional se involucran actores


transnacionales, ya sean Gobiernos u organismos internacionales, para solucionar
problemáticas nacionales e internacionales que aquejan a alguna nación. Cabe
mencionar algunos actores: La AOD (Ayuda oficial al desarrollo) busca desarrollar
las condiciones de vida de los países receptores, CAD (Comité de ayuda al
desarrollo) donde se agrupan los países donantes, OECD (Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico) tiene como objetivo diseñar políticas que
fomenten la prosperidad, la igualdad, las oportunidades y el bienestar para todos.

Si bien en cierto se ha progresado en varios aspectos como: sociales,


educación y la esperanza de vida, la CID no ha sido suficiente. Pues esto de debe a
varios factores tanto internos o externos de ambas partes (donador y receptor), tal
vez un de esos factores mas marcado para que el objetivo del CID no se de a
cabalidad es la falta de desarrollo de capacidades de los Gobiernos que reciben la
ayuda, que deben sin lugar a dudas valerse por sí mismos. Es decir, no hay una clara
articulación entre las iniciativas, las estructuras y las estrategias planificadas que
beneficien los procesos de desarrollo. También se hace necesario e imperante por
parte de los donadores que estos brinden capacitación y herramientas acerca de
cómo desarrollar las capacidades, para hacer de estas más eficientes.

Por otra parte, la globalización ha sido un factor, que ha generado más


desigualdad, puesto que ha sido un polarizador social y económico interno y externo
de una nación. Y para disminuir o mejorar esos escenarios se hace necesario la
intervención de la cooperación internacional para proponer acciones dirigidas a
equilibrar las desigualdades. En nuestros tiempos, no es aceptable que muchas
sociedades apenas sobrevivan. Por eso la cooperación es la vía más competente para
lograr disminuir las desigualdades, por medio de la integración de actores estatales y
no estatales, creando políticas encauzadas a plantear estrategias y posteriormente
implementarlas dependiendo del objetivo del donante y de las circunstancias del
receptor.

En esa misma dirección, la CID es efectiva para minimizar los efectos de la


pobreza y la desigualdad, entre otras; pero también cumple la función de facilitador
en busca de disminuir las condiciones de pauperismo mundial, empleando todas las
herramientas y estrategias que tenga a su alcance. La CID es un proceso cooperativo
donde todos los Estados involucrados buscan formas de desarrollarla, y “en el cual
los programas y las políticas unilaterales se sustituyan por programas conjuntos”
(Toro, 1997, p. 74), por lo que se hace necesaria una sincera voluntad política por
parte de los países desarrollados, para que la cooperación sea eficaz e impacte
positivamente para sacar a esa nación del subdesarrollo. Esta cooperación incluye:
preferencias comerciales, cooperación económica, ayuda financiera, asistencia
técnica, cooperación científica y tecnológica, la ayuda alimentaria, la ayuda de
emergencia y la ayuda humanitaria (Gómez-Sanahuja, 1999c, p. 31).
A modo de síntesis la CID es una estrategia que, bien estructurada y con
verdadera voluntad política de los países donadores, puede cambiar positivamente y
mejorar las condiciones de vida de los países menos favorecidos. De ese modo, la
CID no debe responder a intereses particulares de los cooperantes o donadores, por
el contrario, encausar el trabajo en el desarrollo económico y social a nivel global,
con el fin de mejorar las condiciones de vida no solo de una nación o comunidad
sino del mundo en desarrollo, con propósitos realistas y alcanzables. Para conseguir
y llegar a esas metas con buenos resultados, las relaciones entre los involucrados
deben ser duraderas y del mismo modo plantear estrategias a corto, mediano y largo
plazo. De este modo, la CID puede llegar a ser un arma de doble filo por un lado
puede coadyuvar a una nación a salir del subdesarrollo al desarrollo, pero por otro
lado según sus intenciones por el contrario la puede llevar la retroceso o estanco;
todo esto de acuerdo a sus propósitos individuales.

Referencias

Gómez-Galán, M. y Sanahuja, J. A. (1999). El sistema internacional de cooperación y


ayuda al desarrollo. Una aproximación a sus actores e instrumentos. Madrid: Cideal.

Keohane. R. O. (1988). Después de la Hegemonía: cooperación y discordia en la política


económica mundial. Buenos Aires: Grupo Editor Latinoamericano

Ripoll, E. (1998). La Integración regional: Un Reto para la transformación y construcción


de Escenarios futuros. Bogotá: Universidad Santo Tomás de Aquino

Toro, C. (1997). Narcotráfico: lo que la interdependencia no nos explicó. La política


Exterior de México: enfoques para su análisis. México: El Colegio de México,
Instituto Matías Romero de Estudios Diplomáticos.

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