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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.

MINISTERIO DE DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA.


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA FUERZA ARMADA.
NÚCLEO DELTA AMACURO.

ESCUELA CIENTIFICA

Facilitadora: Bachiller:

Yelitza de Monroy Paola Narváez CI: 23.256.524


Ing. de Gas

TUCUPITA, MAYO DE 2022


INDICE
Pag.
INTRDUCCION………………………………………………………………………… 3
LA ADMINISTRACION CIENTIFICA DE TAYLOR………………………………… 4
EL METODO RACIONAL DE TAYLOR……………………………………………... 5
EL PRINCIPIO DE LA ORGANIZACIÓN……………………………………………. 6
TEORIOA BUROCRATICA DE WEBWE……………………………………………. 9
CONCLUSION…………………………………………………………………………. 12
BIBLIOGRAFIA………………………………………………………………………… 13
INTRODUCCION
Taylor es el fundador del movimiento conocido como organización científica
del trabajo. El pensamiento que lo guía es la eliminación de las pérdidas de
tiempo, de dinero, etc, mediante un método científico. Afirma que «el principal
objetivo de la administración debe ser asegurar el máximo de prosperidad, tanto
para el empleador como para el empleado». Para el empleador, el máximo de
prosperidad no significa la obtención de grandes beneficios a corto plazo, sino el
desarrollo de todos los aspectos de la empresa para alcanzar un nivel de
prosperidad. Para el empleado, el máximo de prosperidad no significa obtener
grandes salarios de inmediato, sino un desarrollo personal para trabajar
eficazmente, con calidad y utilizando sus dones personales.
El objetivo de la organización científica del trabajo es derribar esos
obstáculos y descubrir los métodos más eficaces para realizar una tarea y dirigir a
los obreros: la «cooperación estrecha, íntima, personal, entre la administración y
los obreros es la esencia misma de la organización científica del trabajo». Lo que
los trabajadores piden a sus empleadores es un salario elevado, y lo que los
empleadores desean son bajos costos de producción la existencia o la ausencia
de estos 2 elementos constituye el mejor indicio de una buena o de una mala
administración.
LA ADMINISTRACION CIENTIFICA DE TAYLOR
Taylor propone un estudio sistemático sobre las mejores condiciones
posibles para el trabajo y el aumento de la productividad en los obreros,
combatiendo una serie de problemas que incluyen el mal aprovechamiento de la
fuerza de trabajo humana y de las máquinas, la lentitud de los obreros por
condiciones tales como la pereza y la simulación en el trabajo, así como la
necesidad de armonizar las relaciones entre patrones y trabajadores, problemas
que señala como derivados del uso de métodos empíricos. La condición científica
de su tarea se encuentra sustentada en la idea de que era necesario recopilar los
métodos de trabajo tradicionales empleados por los obreros, clasificarlos,
tabularlos y deducir a partir de ellos reglas, leyes y fórmulas que guiarán en lo
sucesivo a los obreros en su tarea diaria.
Los resultados de sus estudios se presentan en forma de principios de
administración que orientan el trabajo y donde la dirección asume otras
obligaciones, estos se agrupan en cuatro categorías:
Primero: Desarrolla, para cada elemento del trabajo del obrero, una ciencia
que remplaza los antiguos métodos empíricos.
Segundo: Selecciona científicamente y luego instruye, enseña y forma al
obrero, mientras que en el pasado éste elegía su oficio y se instruía a sí mismo de
la mejor manera, de acuerdo con sus propias posibilidades.
Tercero: Coopera cordialmente con los obreros para que todo el trabajo sea
hecho de acuerdo con los principios científicos que se aplican.
Cuatro: Distribuye equitativamente el trabajo y la responsabilidad entre la
administración y los obreros.
Los sistemas anteriores de administración establecían que cada obrero
tenía la responsabilidad de efectuar su tarea de acuerdo con su criterio, con
relativamente poca ayuda y asesoramiento de la dirección. El objetivo preciso
entonces era la racionalización de los métodos de producción, para lograr mayor
rendimiento: más producción, mejor aprovechamiento de los esfuerzos y menores
costos. Para realizar el trabajo de acuerdo con leyes científicas, la dirección debe
estudiar y ejecutar ella misma gran parte del trabajo que se confía a la iniciativa de
los obreros; casi todas las operaciones del taller debieran estar precedidas por
uno o más actos previos de la dirección que permitan al obrero hacer su trabajo
mejor y más rápidamente que antes. Cada obrero debiera ser instruido
diariamente por sus superiores y recibir de estos la ayuda cordial, en lugar de ser,
por una parte, compelido o forzado por su capataz, y, por la otra, abandonado a su
propia inspiración. Esta cooperación estrecha e íntima entre la dirección y los
obreros constituye la esencia de la moderna administración científica.
El principal propósito de la administración debiera consistir en asegurar el
máximo de prosperidad al empleador, unido al máximo de prosperidad para cada
empleado.
Para demostrar los efectos de los cuatro principios Taylor desarrollo
distintos casos prácticos que demostraron que pueden aplicarse a toda clase de
trabajos, de los más elementales a los más complicados, y que los resultados
obtenidos son mayores que los que se pueden obtener a través de la
administración de iniciativa e incentivo. A partir de los casos explicados por Taylor
lograron por un lado la sustitución del criterio personal del trabajador por una
ciencia y por el otro la elección y formación científica del obrero además de la
colaboración de la dirección con los trabajadores. La función administrativa actúa
sobre el personal de la organización, su instrumento es el cuerpo social. Su buen
funcionamiento depende de ciertas condiciones denominadas principios que de
acuerdo a lo establecido por Taylor están despojados de la idea de rigidez, no hay
nada absoluto. Los principios son flexibles y susceptibles de adaptarse a las
necesidades de acuerdo a las circunstancias diversas y cambiantes, hay que
saber utilizarlos. Sin principios se está en la oscuridad, en el caos; sin experiencia
y sin medida, se permanece muy perplejo, incluso con los mejores principios. El
principio es un faro que permite orientarse: no puede servir sino a aquellos que
conocen el camino al puerto.

EL METODO RACIONAL DE TAYLOR


Taylor era un fiel creyente de que un trabajador en un fabrica podía mejorar
su eficiencia si se realizaba un estudio científico de su forma de trabajar, concepto
que básicamente viene del análisis del tiempo y los movimientos. Esto fue lo que
se llamó Organización Racional del Trabajo (ORT).
Análisis del trabajo y estudio de tiempos y movimientos: Taylor creía que al
estudiar los tiempos y movimientos de los trabajadores se podían eliminar los
movimientos inútiles y los tiempos muertos.
Estudio de la fatiga humana: Según esta teoría, la fatiga humana tenía
como efecto la disminución de la productividad y la calidad del trabajo. El objetivo
final de la administración científica, era eliminar los movimientos que producen
fatiga.
División del trabajo y especialización del operario: Como resultado los
estudios de tiempo y movimiento, se detectó que la mejor forma de elevar la
productividad era dividiendo y especializando el trabajo. Fue durante esta época
que nació el concepto de “líneas de montaje”.
Diseño de cargos y tareas: Bajo la teoría de Taylor, el diseñar cargos con
tareas específicas facilita el reclutamiento y disminuye los costos ya que se puede
contratar mano de obra más barata. También se disminuyen los errores de
ejecución del trabajo.
Incentivos salarias y premios por producción: La administración científica plantea
que los incentivos salariales y premios por producción son una forma de lograr la
colaboración del operario. Bojo este concepto los salarios debiesen ser por
producción, por pieza ensamblada, etc.
Concepto de homo economicus: Este concepto nace del punto 5 y dice que
el hombre está motivado únicamente por las recompensas salariales y por
consecuencia: “a trabajar por miedo al hambre y por la necesidad de dinero para
vivir”
Condiciones ambientales del trabajo: Según esta teoría, el trabajador será
más eficiente en la medida que tenga las condiciones laborales para desarrollar su
trabajo (mejor ambiente físico, mejores herramientas, adecuación de los equipos
para el mínimo esfuerzo del operador.)
Estandarización de métodos y maquinarias: Llegado a este punto, es
necesario estandarizar los procesos para disminuir la variabilidad del resultado
final.
Supervisión funcional: Taylor creía en la supervisión funcional del
trabajador, es decir, cada persona podía tener varios supervisores con una
autoridad suficiente como para corregir la ejecución de las tareas.
La teoría de Organización Racional del Trabajo, ha ido evolucionando y
estos puntos de vista han sido fuertemente criticados por otras ramas de la
administración moderna.

EL PRINCIPIO DE LA ORGANIZACIÓN
Los 12 principios de la organización:
Se han podido constatar casos de éxito en modelos empresariales que
ponen en primer lugar a las personas. Pero más allá de eso, existen 12 principios
ampliamente aceptados que son esenciales para el funcionamiento de cualquier
organización.
1. Orientación a objetivos:
Todas las acciones que la organización contemple deben estar vinculadas a
las metas de la empresa. Esto implica que cada puesto o departamento creado
solo es justificable si contribuye a la consecución de unos objetivos predefinidos.
2. Especialización:
Debemos tener presente que para aprovechar al máximo las capacidades
de nuestros recursos humanos, es muy importante limitar sus actividades a un
pequeño conjunto de actividades concretas. Cuanto más específica sea su labor,
mayor será la destreza y eficiencia obtenidas.

3. Jerarquía:
Resulta imprescindible crear una cadena de mando, a partir de la cual el
poder se distribuya en la organización. Esto nos ayuda a mejorar el control de las
tareas y resultados, y puede funcionar, además, como incentivo profesional.
4. Unidad de mando:
Una vez establecidos los procedimientos y las normas de actuación en la
cadena de mando, debemos concretar un centro de decisión y autoridad para
cada tarea. Es decir, un solo jefe para cada conjunto de subordinados.
5. Difusión:
La divulgación y puesta a disposición de la información relativa a la
estructura y los procesos de la empresa (obligaciones de cada puesto,
responsabilidades…) es clave para que los empleados conozcan su margen de
acción.
6. Tramo de control:
A la hora de estructurar la línea supervisora, hay que seguir un criterio de
racionalidad: cada supervisor debe manejar solo aquel número de empleados que
le permita obtener los mejores resultados.
7. Coordinación:
Las responsabilidades otorgadas a las diferentes unidades de la empresa
(finanzas, mercadotecnia, recursos humanos…) deben mantenerse en armonía,
para que estas puedan aportar de forma proporcional a la consecución de las
metas organizacionales.
8. Comunicación:
Para el correcto funcionamiento de cualquier organización, debemos contar
con un flujo constante de comunicación que discurra en ambos sentidos (políticas
y programas de empresa, sugerencias, quejas, novedades…).
9. Flexibilidad:-
Este principio, cuya importancia es hoy más importante que nunca, se
refiere a que la empresa debe estar capacitada para efectuar los cambios y
adaptaciones que sean necesarias, a fin de adaptarse a las condiciones de un
mercado tremendamente cambiante y dinámico.

10. Eficiencia:
Maximizar los resultados al menor coste, he aquí uno de los principios
fundamentales para la viabilidad de cualquier organización. Un objetivo amplio que
se consigue incidiendo desde múltiples factores: desde la función gerencial hasta
la promoción de la satisfacción de los trabajadores.
11. Continuidad:
Este principio hace referencia a que, a la hora de organizar, debemos
pensar a largo plazo. Cada proceso de la empresa debe contar con un inicio y
transcurrir hasta la consecución de los objetivos marcados, teniendo en cuenta
sus eventuales ajustes.
12. Responsabilidad:
Toda asignación de tareas y de recursos requiere generar y distribuir a su
vez responsabilidades entre los diferentes miembros de la organización. Una
responsabilidad que dependerá del rol y del rango de cada persona dentro de la
misma.
Estos principios de la organización empresarial son solo la punta de lanza
de un dilatado campo teórico-práctico. Como escuela que pone a disposición de
sus estudiantes los conocimientos necesarios para crecer en el ámbito
empresarial, Structuralia se presenta como una garantía para el éxito profesional
del mañana.

TEORIA DE LA ORGANIZACIÓN
Las organizaciones están compuestas por muchos elementos y detalles, de
los cuales se pudieran enumerar varios de ellos, ahora bien, visto en su contexto
más amplio considero que es importante expresar determinados elementos que
sin ellos sería imposible alcanzar, inclusive, ni el nombre de organización, estos
son: personas, tecnología y proceso, con mayor o menor desarrollo de los
mismos, pero siempre presente estos.
No es posible abordar este tema sin exponer, aunque sea en sentido
general, las tendencias históricas relacionadas con el aspecto administrativo, que
por supuesto han incidido en las formas y desarrollo de la actividad organizacional,
en el diseño organizacional y en el diseño de los puestos de trabajo, así como en
otras actividades de suma importancia en las organizaciones.
Sobre las distintas teorías o escuelas que se han sucedido se debe decir
que ninguna es excluyente de las otras y que lo sucedido en la práctica es que
unas se han apoyado en las otras, en muchos casos cambiando la forma, pero en
la mayoría de las ocasiones muy poco en su contenido.

TEORIOA BUROCRATICA DE WEBWE


Max Weber (1864-1920) fue el iniciador del estudio sistemático sobre la
burocracia. Sus observaciones del desarrollo de la burocracia y la formación de las
condiciones que contribuyeron al mismo, como la economía monetaria, la
aparición del sistema capitalista, la revolución industrial, y la ética protestante, son
referencias del tema. Con su teoría de la dominación burocrática, trata de
establecer las condiciones en las que la persona que detenta el poder justifica su
legitimidad y las formas en que los sujetos sobre los que se ejerce el poder se
someten a él. No es suficiente con la legitimación del poder, es preciso un cierto
grado de organización administrativa que permita el ejercicio del poder.
La teoría de la burocracia de Weber distingue 3 principios de legitimación
que permiten distinguir los tipos de dominación:
Dominación carismática: Justificada por las características del líder y aceptada
por los súbditos en función de su fe y en la que, en caso de surgir una
organización administrativa, lo que resulta inestable e indeterminada.
Dominación tradicional: Legitima el poder del jefe en el pasado y el estatus
heredado y suscita organizaciones administrativas de tipo patrimonial de tipo
feudal en las cuales los "funcionarios" dependen del jefe y están fuertemente
vinculados a él.
Dominación legal: Se asienta en la ley como principio legitimador en función de
su racionalidad y es independiente del líder o jefe que las haga cumplir.
La burocratización significa prevalencia creciente de un tipo racional y
formal de organización. "Administración burocrática" significa ejercicio del control
basado en el conocimiento (competencia técnica), rasgo que es lo que la hace
específicamente racional.
Teoría de la burocracia: características
Según Weber, la burocracia debe presentar las siguientes características o
rasgos principales:
Carácter legal de normas y reglamentos
La burocracia es una organización compuesta por una serie de normas y
reglamentos, los cuales se establecen por escrito. Se basa en una legislación
propia en la que se define y pauta cuál será el funcionamiento y cómo se llevará a
cabo la administración y organización burocrática. Estas normas y reglamentos
son muy detallados, precisos y racionales, pues deben ser coherentes con los
objetivos iniciales.

Jerarquía de la autoridad
Las normas legales se establecen por su racionalidad y el cuerpo legal está
compuesto por un sistema consistente de reglas abstractas establecidas
intencionalmente; la persona que desempeña la autoridad ocupa un cargo cuyas
funciones, prerrogativas, derechos y obligaciones están delimitadas y por la razón
de su cargo, detenta el poder; la persona que obedece a la autoridad lo hace sólo
en cuanto miembro de ese grupo únicamente obedece a "la ley" a los preceptos
legales, no a las voluntades individuales de los jefes.
Máxima división del trabajo
La organización burocrática se caracteriza por estar compuesta por cargos
oficiales delimitados por reglas que determinan la esfera de competencia de cada
uno de ellos de acuerdo con los siguientes principios: delimitación de las
obligaciones a cumplir por cada cargo en función de la división del trabajo;
provisión de la autoridad necesaria para el desempeño y el cumplimiento de esas
obligaciones; delimitación de las condiciones y los medios coercitivos para el
ejercicio de esa autoridad. La organización de los cargos sigue el principio
jerárquico de modo que cada cargo está bajo el control y supervisión de un
superior, y cada funcionario es responsable ante su superior de sus decisiones y
acciones y de las de sus subordinados.
Determinación de reglas
La conducta de los funcionarios está regida por un sistema coherente de
reglas técnicas y normas de tipo general y consiste en la aplicación de esas reglas
a cada caso y situación concreta.
Profesionalización y racionalidad
Se requiere una especialización y una preparación cualificada y su
selección se realizará de acuerdo con este tipo de criterios. Se considera el
empleo como una carrera que se desarrolla de acuerdo con un sistema de
promociones establecido en función de la antigüedad o la capacidad y
conocimientos técnicos. Se trata de una adjudicación de los puestos y cargos por
razones de competencia y no por preferencias personales o nepotismos.
Impersonalidad
Los actos administrativos, las decisiones y las reglas se formularán y
registrarán por escrito y el funcionario ideal cumple su tarea con un espíritu de
formalidad impersonal.

Según Weber, desde un punto de vista técnico la experiencia demostraría


en forma universal que la organización administrativa de tipo burocrático puro es
capaz de proporcionar el más alto grado de eficacia. El aparato burocrático
desarrollado es exactamente lo mismo que la máquina respecto de las formas no
mecánicas de producción. La precisión, rapidez, univocidad, la oficialidad, la
continuidad, la discreción, la uniformidad, la rigurosa subordinación, el ahorro de
fricciones y de costos objetivos y personales son mayores en una administración
severamente burocrática y especialmente monocrática, servida por funcionarios
especializados.
Burocracia ideal de Weber
Weber trató de formular un tipo ideal de administración burocrática. No es
un modelo empírico del funcionamiento burocrático, ni es resultado de un
promedio de las características de todas las burocracias existentes. Se trata de un
tipo puro obtenido por abstracción de los aspectos burocráticos más
característicos de todas las organizaciones conocidas y cuya nota esencial es la
racionalidad y eficiencia.
Críticas a la burocracia ideal de Weber
Han surgido críticas al concepto de burocracia weberiano y a la utilidad del
tipo ideal. Unas dirigidas a señalar las insuficiencias de un concepto que no tenía
en cuenta los aspectos empíricos de las organizaciones concretas y olvidaba las
dimensiones no racionales de la misma; otras ponen de manifiesto las propias
contradicciones del tipo ideal establecido por Weber señalando que una
organización concreta que reuniera todas las características en él establecidas no
tendría que hallarse necesariamente situado en el máximo de eficiencia, porque
los factores que determinan esta no pueden establecerse en abstracto.
Críticas que han puesto de manifiesto las diferencias disfuncionales que
surgen a partir del modelo de organización burocrática establecido por Weber.
CONCLUSION
Los talleres que promovían el desarrollo de habilidades artesanales dejaron
paso a los procesos de organización científica del trabajo en las fábricas de
principios del siglo XX. Esta nueva modalidad generó un cambio radical de los
requisitos de un trabajador debido a que ahora la intuición y la experiencia ya no
se necesitan, sino solo sus habilidades manuales.
En el planteo organizacional basado en los principios de Administración
Científica existe una pretensión de control, mediante la especificación absoluta de
los procesos de trabajo a partir de la descripción de estratos jerárquicos y sus
niveles de complejidad. La administración científica de Taylor se ha expresado
históricamente de múltiples formas que dan cuenta de su relevancia en la
sociedad moderna. Es indudable, por otra parte, que su obra influyó
sustantivamente en la consolidación de una nueva forma de organización. Por lo
contrario, la actual visión Posmoderna es caracterizada por la ambigüedad de los
roles en la organización del trabajo, límites difusos con el contexto, estructura
organizacional matricial y en red, con dependencias múltiples, relaciones
orientadas a la autogestión, tiempos flexibles de trabajo y resolución de conflictos
a partir de acuerdos.
En este marco, el planteo organizativo debe localizarse en un punto del
continuo de estas dos posibilidades extremas. El aumento de competitividad y
complejidad organizacional, las nuevas tecnologías y la globalización han puesto
en duda la eficacia de la gestión taylorista. Este escenario ha dado nacimiento a
un neo-taylorismo caracterizado por la descentralización de los trabajos, la
diversificación de funciones, y sistemas de refuerzos orientados a mantener los
niveles de productividad llevadas a cabo por los departamentos de recursos
humanos, quienes a menudo de manera encubierta continúan sosteniendo la
misma cultura empresarial taylorista. En consecuencia, se ha impuesto un sistema
de trabajo basado en sistemas informáticos que centralizan la planificación,
coordinación y control de sus procesos, y el panóptico ha dejado lugar a un ojo
electrónico que no requiere necesariamente la presencia física del supervisor.
Mientras tanto, el sufrimiento mental, las frustraciones del trabajador y sus
resistencias a la racionalización integral de su trabajo se manifiestan a partir de la
rígidadivisión del trabajo y la lógica de la eficacia que propone el Taylorismo en
todas sus formas, tradicionales y edulcoradas. No podemos negar el aporte que el
modelo Taylorista hizo en su época y como también contribuyó al nacimiento de la
administración científica pero en la actualidad podría responder a las necesidades
de sociedades que por alguna razón deban reconstruir su tejido productivo y que
se encuentren en una fase de crecimiento.

BIBLIOGRAFIA

http://jornadassociologia.fahce.unlp.edu.ar/
https://www.psicologia-online.com/
https://www.gestiopolis.com/

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