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SILKE LOHMAR
Concepción, Chile.
2000
RESUMEN
El Volcán Antuco se ubica en la Cordillera de los Andes de la Región del Bío-Bío. Corresponde a un
estratovolcán compuesto, localizado en la Zona Volcánica Sur Central de los Andes. La actividad de este centro
volcánico comenzó hace unos 130.000 años y en él se distinguen dos unidades principales: 1) un edificio
primario (Antuco I) cuya evolución terminó con el colapso del cono y la formación de una caldera hace,
aproximadamente, 6.200 años, y 2) un cono más joven (Antuco II), anidado en la caldera mencionada. El colapso
del cono está probablemente relacionado con una violenta erupción freatomagmática, de tipo Bandai-San,
generándose una voluminosa avalancha, que descendió por el valle del Río Laja. Además, la erupción estuvo
acompañada por descargas de una gigantesca oleada piroclástica, que descendió también hacia el W, por el
mismo valle, alcanzando una distancia de alrededor de 60 km del centro volcánico. Su volumen mínimo estimado
es de unos 5 km3, siendo una de las mayores a nivel mundial.
El basamento del Volcán Antuco está constituido por rocas sedimentarias de edad miocena (Formación
Curamallín) y unidades volcánicas pleistocénicas pertenecientes al Volcán Sierra Velluda.
Durante su evolución, el Volcán Antuco ha emitido abundantes flujos de lavas y piroclásticos subordinados, de
composición predominantemente basáltica y andesítico-basáltica. Sin embargo, durante el desarrollo de este
trabajo se encontraron lavas y diques de composición andesítica a dacítica en las unidades del Antuco I. Además,
se observaron depósitos de flujos piroclásticos pumicíticos generados por el Antuco I a comienzos del
Postglacial.
Independiente de la unidad a que pertenecen, los basaltos y andesitas basálticas del Volcán Antuco presentan
textura porfírica y contienen fenocristales de plagioclasa, principalmente, y olivino y clinopiroxeno, en menor
cantidad. Las rocas del Antuco I contienen, además, ortopiroxeno. La textura de la masa fundamental es,
generalmente, intergranular a intersertal y, localmente, pilotaxítica.
Las andesitas y dacitas del Antuco I presentan también textura porfírica y contienen fenocristales de plagioclasa,
principalmente, y clinopiroxeno, ortopiroxeno y olivino, en menor cantidad. Algunos fenocristales muestran
características de desequilibrio. La textura de la masa fundamental varía de pilotaxítica e hialopilítica a
intergranular e intersertal. La secuencia del Antuco I está intruida por diques y filones mantos cuya composición
varía entre andesita basáltica y dacita. En un filón manto dacítico se encontró anfíbola.
Este estudio ha revelado una historia explosiva desconocida para el Volcán Antuco. En efecto, aparte de, a lo
menos, tres flujos piroclásticos asociados a la actividad del Antuco II, se han encontrado depósitos de materiales
de caída, tipo ceniza y lapilli escoriáceo y pumíceo, hacia el oriente de la zona de estudio. Estos depósitos
evidencian la ocurrencia de erupciones de tipo estrombolianas vigorosas a subplinianas. Intercalados en ellos, se
encontraron depósitos de flujos piroclásticos que remontaron cordones montañosos de más de 500 m de altura y
se internaron dentro de territorio argentino. Estos antecedentes, colocan al Volcán Antuco entre los volcanes más
peligrosos de los Andes del Sur entre Los Angeles (37,4ºS) y Puerto Montt (41,5ºS). En tiempos históricos y sólo
desde 1624, el volcán ha presentado, al menos, 19 erupciones siendo la mayor en 1853 y la última en 1911.
Los elementos mayores y trazas del Volcán Antuco indican un considerable fraccionamiento de olivino,
clinopiroxeno, plagioclasa y magnetita durante la diferenciación de sus magmas. El empobrecimiento marcado de
los HFSE (elementos de alta densidad de carga) en las muestras de este centro volcánico podría sugerir la
existencia de rutilo residual en la corteza oceánica que subducta, el cual retiene dichos elementos. Así, los fluidos
derivados de la deshidratación del ‘slab’ (corteza oceánica subductada) pueden estar lo suficientemente
deprimidos en HFSE, evitando el enriquecimiento subsecuente de estos elementos en la cuña de manto. Lo
anterior es congruente con las bajas razones de Rb/Cs (< 20) y razones relativamente altas de Ba/La (21-27) de
las muestras del Volcán Antuco, que indican mayor influencia de fluidos provenientes de la placa oceánica
subductada en la cuña de manto. Esto implica, a su vez, mayor grado de fusión, dando razones relativamente
bajas de La/Yb (< 6). Los basaltos de este centro volcánico son pobres en MgO, Ni y Cr, lo cual indica que sus
magmas primarios experimentaron un fraccionamiento de olivino y piroxeno. Sus bajas razones isotópicas de Sr
y relativamente altas de Nd, que son aproximadamente constantes en el rango basalto-andesita, sugieren que los
magmas evolucionaron en sistema cerrado. Los magmas primarios del Volcán Antuco se habrían generado por
10% de fusión fraccionada de un manto consistente de peridotita de granate, enriquecido en Sr, Rb y Ba por
fluidos provenientes de la corteza oceánica subductada. En su ascenso, los magmas se habrían estancado en la
corteza inferior, donde habrían experimentado un fraccionamiento dominado por olivino y clinopiroxeno. En
cámaras magmáticas superficiales habría predominado el fraccionamiento de plagioclasa sobre los minerales
anteriores.
INDICE GENERAL
página
RESUMEN
1 INTRODUCCION............................................................................................. 1
1.1 OBJETIVOS................................................................................................ 1
1.2 UBICACION DEL AREA DE ESTUDIO Y VIAS DE ACCESO.......... 1
1.3 METODO DE TRABAJO.......................................................................... 2
1.3.1 Etapa de Pre-Terreno......................................................................... 2
1.3.2 Etapa de Terreno................................................................................ 3
1.3.3 Trabajo de Laboratorio y Gabinete................................................. 3
1.4 CLIMA, FLORA Y FAUNA...................................................................... 4
1.5 GEOMORFOLOGIA.................................................................................. 4
1.6 ESTUDIOS ANTERIORES....................................................................... 5
1.6.1 Geología Regional............................................................................... 5
1.6.2 Petrología y Geocronología............................................................... 9
1.7 RECURSOS................................................................................................. 11
1.8 AGRADECIMIENTOS.............................................................................. 11
2.1 INTRODUCCION....................................................................................... 13
2.2 GEOLOGIA DEL BASAMENTO DEL VOLCAN ANTUCO............... 14
2.2.1 Rocas Estratificadas........................................................................... 14
2.2.1.1 Formación Curamallín........................................................... 14
2.2.2 Rocas Intrusivas................................................................................. 18
página
3.1 GENERALIDADES.................................................................................... 37
3.2 ACTIVIDAD EFUSIVA DEL VOLCAN ANTUCO I............................. 42
3.2.1 Estratigrafía........................................................................................ 42
3.2.2 Petrografía Microscópica.................................................................. 49
3.3 AVALANCHA VOLCANICA................................................................... 57
3.4 ACTIVIDAD EFUSIVA DEL VOLCAN ANTUCO II........................... 60
3.4.1 Estratigrafía........................................................................................ 60
3.4.2 Petrografía Microscópica.................................................................. 65
3.5 CENTROS VOLCANICOS ADVENTICIOS.......................................... 69
3.5.1 Centro Volcánico La Herradura........................................................ 70
3.5.2 Centro Volcánico NN......................................................................... 71
3.5.3 Centro Volcánico Los Pangues......................................................... 72
3.6 DISCUSION PETROGRAFICA............................................................... 74
3.7 ACTIVIDAD EXPLOSIVA DEL VOLCAN ANTUCO......................... 77
3.7.1 Introducción........................................................................................ 77
3.7.2 Depósitos Piroclásticos....................................................................... 77
4 HISTORIA GEOLOGICA............................................................................... 88
5.1 INTRODUCCION....................................................................................... 95
5.2 GEOQUIMICA DE ELEMENTOS MAYORES..................................... 95
5.2.1 Diagramas Discriminatorios.............................................................. 100
5.2.2 Diagramas de Harker......................................................................... 104
5.2.3 Discusión.............................................................................................. 108
5.3 GEOQUIMICA DE ELEMENTOS TRAZAS......................................... 109
5.3.1 Elementos Trazas versus Sílice normalizada................................... 122
5.3.2 Geoquímica de Tierras Raras........................................................... 129
5.3.3 Diagramas Multielementales............................................................ 130
5.3.4 Razones de Elementos Incompatibles.............................................. 133
5.3.5 Razones Isotópicas............................................................................. 140
5.3.6 Discusión............................................................................................. 143
5.4 PETROGENESIS........................................................................................ 145
5.4.1 Introducción........................................................................................ 145
5.4.2 Identificación de Procesos................................................................. 145
5.4.3 Modelo de Fusión Parcial.................................................................. 146
5.4.4 Cálculo del Sólido Residual............................................................... 150
5.4.5 Modelo de Cristalización................................................................... 151
5.4.6 Discusión............................................................................................. 154
6. CONCLUSIONES............................................................................................ 156
7 REFERENCIAS................................................................................................ 160
INDICE DE FIGURAS
página
Figura 13: Diagrama AFM para las muestras del Volcán Antuco.
El límite entre los campos toleítico y calcoalcalino es el
propuesto por IRVINE y BARAGAR (1971). .............................. 104
página
Foto 13: Corte transparente de una colada basáltica del Centro Volcánico
La Herradura (Muestra 250199-13). Se aprecia una textura
glomeroporfírica, constituida por olivino (ol), clinopiroxeno (cpx)
y plagioclasa (pl), además de un probable autolito (au).
Nicoles cruzados (20x). ....................................................................... 71
Foto 17: Lente de pómez (base) y escoria (techo), dispuesto entre dos
morrenas de la última glaciación. Se indica el movimiento del
hielo que va de NW a SE......................................................................... 79
Foto 19: Afloramiento a orillas del Río Pino cuya secuencia está
detallada en la columna de la Figura 7............................................... 83
INDICE DE TABLAS
página
Tabla 9: Abundancia de elementos trazas en lavas del Volcán Antuco I....... 111
Tabla 10: Abundancia de elementos trazas en lavas del Volcán Antuco II.... 116
Tabla 15: Razones isotópicas para muestras del Volcán Antuco.................... 140
página
Tabla 16: Datos del modelo de fusión parcial fraccionada y sólido residual
para un grado de fusión de 10%.
Explicaciones:
Kmineral/líquido: coeficiente de distribución específico
Pmineral: fracción de líquido generado que proviene de la
fase mineral original
Xmineral: abundancia relativa de la fase mineral en el
sólido parental..................................................................... 148
INDICE DE ANEXOS
página
1.1 OBJETIVOS
(b) Determinar las características petrográficas y geoquímicas de las distintas unidades del
centro volcánico.
(c) Modelar los procesos que influyeron en la generación y evolución de los magmas que
originaron los productos del Volcán Antuco.
El sector estudiado se sitúa en la Cordillera de los Andes de la Región del Bío-Bío (Fig. 1) y
pertenece a la provincia del mismo nombre. Está comprendido entre las siguientes
coordenadas geográficas: 37o21’- 37o30’ latitud S y 71o15’ – 71o29’ longitud W. Sus
coordenadas UTM son: N 5.847.000 m - N 5.864.000 m y E 280.000 m - E 300.000 m.
El acceso se realiza desde la ciudad de Los Angeles por el camino internacional a
Argentina (Q-45). Este se encuentra pavimentado y en buenas condiciones hasta el pueblo de
Antuco. Luego, es ripiado hasta alcanzar la frontera con Argentina en el Paso Pichachén.
1
72º N
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Río D
37º
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SANTIAGO Río
Río Laja Cholguán Laguna
h del Laja
CONCEPCION
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Antuco VOLCAN Pichachén
LOS Villa Las Mercedes
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Q- 4 5
h Abanico
Quilleco SIERRA
h VELLUDA
ARGENTINA
0 700 km
Río
Bio
bío
Río
0 500 km Mu
lch
én
Zona de estudio 0 10 20 km
2
Luego, se realizó una interpretación fotogeológica del área estudiada, utilizando
fotografías aéreas del vuelo OEA vertical de 1961, a escala media 1:50.000. Este análisis fue
fundamental para adquirir familiaridad con la zona, lograr un acercamiento a las características
geomorfológicas y geológicas generales de ésta, elaborar un mapa fotogeológico y planificar
las futuras actividades de terreno.
3
1.4 CLIMA, FLORA Y FAUNA
Según ROMERO (1985), el sector del Volcán Antuco tiene un clima de tipo
mediterráneo, presentando una temperatura media anual de 12,5 oC.
Específicamente, el valle del Río Laja presenta 6 meses templados y secos y 6 meses
fríos y húmedos. La zona de estudio se ubica sobre los 1.000 m de altura y el clima es frío
sobre los 1.500 m de altura. En el Parque Nacional Laguna del Laja se registra una
precipitación media anual de 2.170 mm. Entre junio y noviembre, esta precipitación ocurre
principalmente en forma de nieve, observándose que la media anual de nieve acumulada,
equivalente en agua, es de 525 mm. El espesor del manto nival puede variar entre 3 y 9 m
(MARDONES y JAQUE, 1991).
De acuerdo con MARDONES y JAQUE (1991), el patrón climático está
condicionado por la latitud y la notable disminución de altura de la Cordillera Andina al sur de
Talca. Esto se traduce en una situación crionival deficiente, que limita la formación de
glaciares. En efecto, el Volcán Antuco tiene su límite de neviza a los 2.700 m y la Sierra
Velluda a los 2.600 m.
En la parte baja de los valles, la vegetación está constituida por bosques, con arboles
como coigüe (Nothofagus dombeyi), lenga (Nothofagus pumilio) y olivillo (Aextoxicon
punctatum); en la parte alta, se encuentra ñirre (Nothofagus antarctica) y ciprés de la
cordillera (Austrocedrus chilensis) (NIEMEYER y MUÑOZ, 1983).
Entre los animales más importantes que viven en el área del Volcán Antuco están el
puma (Felis concolor), el zorro culpeo (Dusicyon culpaeus), el conejo (Oryctolagus
cuniculacus), la lagartija común (Liolaemus sp.) y el cóndor (Vultur gryphus)
(QUINTANILLA, 1983).
1.5 GEOMORFOLOGIA
4
El tramo superior del valle del Río Laja fue modelado, principalmente, por la acción
glaciaria pleistocena temprana en rocas estratificadas y plutónicas de edad terciaria.
Posteriormente, procesos asociados a la acción volcánica, tanto de la Sierra Velluda como del
Volcán Antuco, jugaron un papel preponderante en determinar las características
geomorfológicas del valle superior del Laja (THIELE et al., 1998). Según estas características,
el valle del Río Laja se sitúa dentro de la región fluvioglaciovolcánica definida por BÖRGEL
(1983).
De acuerdo a lo anterior, el Lago Laja ocupa un antiguo valle glaciar y su drenaje ha
sido obturado por materiales emitidos por la actividad del Volcán Antuco. Uno de los mayores
embalses se produjo como consecuencia del colapso del volcán antiguo (Antuco I). Este
colapso generó una avalancha volcánica que, junto con descender por el valle del Río Laja,
produciendo una morfología accidentada, embalsó el Lago Laja. La ruptura de esta barrera
alisó la topografía y originó flujos de detritos que formaron mantos, entre los cuales es posible
observar, localmente, cerrillos de la avalancha. Por otro lado, la erosión fluvial del Río Laja es
la responsable de la excavación profunda del mismo valle y de la formación de distintos
niveles de terrazas a lo largo de este.
POEPPIG (1835) proporcionó antecedentes sobre las erupciones del Volcán Antuco
acaecidas en 1820 y 1828-1829. El consideró que existía una estrecha relación entre el Lago
Laja y el volcán, dado que ambas erupciones terminaron con la generación de “corrientes frías
de barro”.
DOMEYKO (1845) publicó un informe sobre sus salidas a terreno al área del Volcán
Antuco y Lago Laja. Este informe incluyó una descripción de las características del Lago Laja
antes de la erupción del Volcán Antuco ocurrida en 1853 y una interpretación de la morfología
del volcán. Domeyko indicó que el lago tenía una longitud de 8 a 10 km y era drenado por un
5
gran cañón (este desapareció después de la erupción de 1853). Postuló, además, que el edificio
del Antuco había experimentado levantamientos, acompañados por fracturas circulares y un
gran deslizamiento.
WRIGHT (1959) interpretó el “Banco del Laja” como una “corriente rápida de escoria
incandescente” que, probablemente, se originó en el Volcán Antuco.
MUÑOZ-CRISTI (1960) fue el primero en usar el nombre de “Banco del Laja” para
esos depósitos duros que forman el salto del Río Laja, interpretándolos como una corriente de
barro de tipo volcánico.
6
Mac PHAIL (1966) estudió el “Banco del Laja”, interpretándolo como un gran lahar
que él llamo “el Gran Lahar del Laja”. Postuló que la arena negra depositada sobre el “Banco
del Laja” tenía un origen eólico. Señaló, además, que una erupción del Volcán Antuco
provocó el colapso de su parte superior occidental y dio origen a un gran deslizamiento, siendo
el Cerro Cóndor una fracción del lado occidental del volcán. Asumió que este proceso fue
similar al experimentado por el Volcán Bandai-San en Japón, el cual tuvo una erupción
catastrófica en 1888.
VERGARA (1974) escribió una guía geológica sobre el área volcánica Antuco-Sierra
Velluda para el Simposio de la Asociación Internacional de Volcanología y Química del
Interior de la Tierra (IAVCEI), que tuvo lugar en Santiago de Chile.
ABELE (1981) postuló que la gran avalancha volcánica del Antuco provocó la
formación de su caldera, de 4 km de diámetro, abierta hacia el oeste. El señaló que esta caldera
era similar a aquella dejada por la erupción del Volcán Santa Helena (EE.UU.), ocurrida en
1980.
7
MORENO, VARELA, LAHSEN y VERGARA (1984) realizaron un estudio
geológico, a escala 1:25.000, del grupo volcánico Antuco-Sierra Velluda. Obtuvieron nuevos
datos geológicos y geoquímicos, mapearon la avalancha volcánica y descubrieron que el Cerro
Cóndor, considerado hasta ese momento como un volcán, correspondía a un megabloque
caído.
8
LOHMAR (2000) presenta la estratigrafía, petrografía y geoquímica de elementos
mayores del Volcán Antuco y sus depósitos. Indica que el colapso del edificio ancestral
(Antuco I) habría ocurrido hace 6.250±60 años A.P., de acuerdo a una datación 14C realizada
en un tronco encontrado en la avalancha, contrastando con el dato anterior de 9.700±600 años
A.P.
9
MUÑOZ y NIEMEYER (1984) realizaron un estudio petrológico de la Formación
Trapa-Trapa. En este estudio incluyeron consideraciones relativas al volcanismo mioceno
ubicado entre las latitudes 36° y 39°S.
10
1.7 RECURSOS
1.8 AGRADECIMIENTOS
11
A todo el personal técnico, auxiliar y administrativo del mismo establecimiento, en
especial a la Sra. Ximena Bruna y los sres. Pedro Henríquez, Luciano Romero, Jorge Briceño,
Victor Ferrada, Emiliano Navarrete, Juan Herrera, Esteban Otárola y Hugo Puentes.
Al Sr. Diego Morata, profesor del Departamento de Geología de la Universidad de
Chile, por su gran ayuda.
Al Dr. Bernard Déruelle, profesor de la Universidad Pierre et Marie Curie (Paris,
Francia), por su contribución de datos geoquímicos.
A la Srta. Ana Carolina Rodríguez, geóloga del Servicio Nacional de Geología y
Minería, por facilitarme gran cantidad de material bibliográfico.
A mis compañeros de oficina Eduardo Hidalgo, Camilo Raggo, Juan Hermosilla,
Marianne Münzenmayer, Martin Reich y Verónica Herrera por su buena disposición a
ayudarme.
A las srtas. Sandra Aguayo, Griselda Rodríguez, Ingrid Cedeño, Ximena Contardo y
Daniela Villablanca agradezco sinceramente su amistad y apoyo en todo momento.
Especialmente a mis padres que siempre han confiado en mí.
Finalmente agradezco a todas aquellas personas que me ayudaron de una u otra manera
y que no fueron mencionadas.
12
2 MARCO GEOLOGICO REGIONAL
2.1 INTRODUCCION
El Volcán Antuco junto con su vecino, el Volcán Sierra Velluda, forman el Grupo
Volcánico Antuco-Sierra Velluda. Este grupo volcánico, que es parte de los Andes del Sur,
está emplazado directamente sobre un basamento terciario, de carácter sedimentario-
volcánico, continental, atravesado por cuerpos intrusivos (MORENO et al., 1984). Las rocas
terciarias, junto con las pleistocénicas y holocénicas, corresponden a las últimas etapas de la
evolución geológica andina y tienen una amplia distribución en el área del Volcán Antuco.
Rocas mesozoicas no afloran en el área del Grupo Volcánico Antuco-Sierra Velluda,
pero sí lo hacen al norte y sur de ella y también hacia el este, en territorio argentino. Es
probable que estas rocas también formen parte del basamento de este grupo volcánico. Las
rocas mesozoicas corresponden a las primeras etapas de la evolución tectónica del Ciclo
Orogénico Andino y conforman el relleno de la cuenca andina. Están constituidas,
principalmente, por secuencias sedimentarias, marinas y continentales, cuyas edades van
desde el Triásico al Cretácico (MORENO et al., 1984).
Si bien rocas paleozoicas tampoco afloran directamente en el área del Grupo Volcánico
Antuco-Sierra Velluda, se distribuyen tanto en la Cordillera de la Costa como en el sector
centro-occidental de la Provincia de Neuquén, en territorio argentino. Por tal motivo, es
también probable que, al igual que las rocas mesozoicas, formen parte del basamento de este
grupo volcánico. Las rocas paleozoicas pertenecen al Ciclo Orogénico Hercínico y constituyen
el basamento cristalino de los Andes (MORENO et al., 1984).
El esquema estructural del sector andino en consideración es relativamente simple y se
caracteriza por pliegues más o menos amplios, acompañados, ocasionalmente, por fallas
inversas y normales de pequeña magnitud. Estas afectan, localmente, hasta los niveles de rocas
pleistocénicas. Prácticamente, la totalidad de las deformaciones están asociadas sea a una
tectónica compresiva de fines del Terciario o a una distensiva, asignable al Cuaternario
Inferior (MORENO et al., 1984).
13
2.2 GEOLOGIA DEL BASAMENTO DEL VOLCAN ANTUCO
Las rocas de esta formación son las más antiguas que afloran en la zona de estudio.
La Formación Curamallín, específicamente el miembro inferior, denominado Río
Queuco, constituye el sustrato del Grupo Volcánico Antuco-Sierra Velluda (MORENO et al.,
1984). Sin embargo, cabe mencionar que NIEMEYER y MUÑOZ (1983) consideran que es la
Formación Trapa-Trapa (Mioceno Medio-Superior) la que aflora en los alrededores de ese
grupo volcánico. La autora de este estudio confía en la información de MORENO et al.
(1984), ya que se trata de un trabajo más detallado que el de NIEMEYER y MUÑOZ (1983).
14
ERICKSEN (1962, en THIELE y MORENO, 1995) y ENRIONE y VILLARROEL (1962)
definieron como Formación Polcura. NIEMEYER y MUÑOZ (1983) ampliaron el rango de la
Formación Curamallín, incluyendo en ella a la Formación Malla- Malla, de carácter
sedimentario, definida previamente por GONZALEZ y VERGARA (1962). De acuerdo con
NIEMEYER y MUÑOZ (1983), la Formación Curamallín se dividiría en dos miembros
concordantes y transicionales entre sí: uno inferior, de carácter volcanoclástico al que
denominaron Miembro Río Queuco y otro superior, de origen sedimentario al que llamaron
Miembro Malla-Malla.
Según MORENO et al. (1984), en la zona de estudio afloran rocas pertenecientes al
Miembro Río Queuco de la Formación Curamallín, dispuestas en capas bien estratificadas y
plegadas, cuya base no aparece expuesta. Están cubiertas, en relación claramente discordante,
por los productos volcánicos y depósitos no consolidados cuaternarios.
- Distribución y litología
15
Laja, existen capas de tobas que predominan sobre las brechas volcánicas. Además, es posible
observar intercalaciones de conglomerados gruesos. En este lugar, los estratos están
notablemente plegados según un anticlinal asimétrico, cuyo eje de plano axial, subvertical y de
dirección N-S, buza hacia el sur. En el flanco occidental del pliegue existen manteos de 25°-
45°WSW, mientras que en el flanco oriental estos alcanzan hasta 70°E. Fallas en distintas
direcciones y abundantes diques cortan la secuencia.
Otros afloramientos de esta formación, en los alrededores de la zona de estudio, se
ubican en los sectores de Los Barros (ribera meridional del Lago Laja, ver Mapa Geológico) y
Mallín Florido (ribera suroriental del mismo lago).
- Espesor
El espesor máximo de esta formación ha sido estimado entre unos 1.000 m y 2.000 m,
al sur de la zona de estudio (NIEMEYER y MUÑOZ, 1983; THIELE et al., 1987 en THIELE
y MORENO, 1995).
- Edad y correlaciones
16
el Miembro Malla-Malla se correlaciona con la Unidad Volcano-Sedimentaria Pierna Blanca
(IIG-MMAJ, 1979 en NIEMEYER y MUÑOZ, 1983).
El Miembro Malla-Malla se puede correlacionar, además, con los esquistos o pizarras
bituminosas de Lonquimay de BURHART (1900), FELCH (1915), RODRIGUEZ y MUÑOZ
CRISTI (1931) y SANDOVAL (1977) (todos en THIELE y MORENO, 1995). Esta unidad ha
sido definida también como Formación Lonquimay por CISTERNAS y DIAZ (1984) y como
Estratos de Pedregoso-Rahue por THIELE et al. (1987) (ambos en THIELE y MORENO,
1995).
La Formación Curamallín se puede correlacionar, tentativamente, con la Formación
Curarrehue, en los Andes del sur de Chile, entre las latitudes 39°00’ y 41°30’S (MORENO y
PARADA, 1976; MORENO, 1977; ambos en MORENO et al., 1984).
- Ambiente de depositación
Las tobas del Miembro Río Queuco representan una intensa actividad volcánica de
carácter silíceo a intermedio que originó depósitos de flujos piroclásticos. Las frecuentes
intercalaciones de sedimentos arenosos con estratificación cruzada indican que los materiales
piroclásticos fueron, en parte, retrabajados por el agua, antes de ser depositados (NIEMEYER
y MUÑOZ, 1983).
Las características del Miembro Malla-Malla sugieren una depositación en ambiente
fluvial de pie de monte, con escasa oxidación. Este ambiente fluvial se relaciona,
parcialmente, con un ambiente lacustre y la presencia de mantos carbonosos y de bitumen, en
algunos lugares, sugiere condiciones de depositación en aguas estancadas (NIEMEYER y
MUÑOZ, 1983). Ambos tipos de ambientes se habrían desarrollado en una cuenca
intermontana continental, de extensión restringida (VERGARA y DRAKE, 1976 en
NIEMEYER y MUÑOZ, 1983).
17
2.2.2 Rocas Intrusivas
18
2.2.3 Volcán Sierra Velluda
2.2.3.1 Generalidades
La Sierra Velluda es la unidad volcánica más antigua del Grupo Volcánico Antuco-
Sierra Velluda. Corresponde a un estratovolcán fuertemente erosionado, formado por flujos de
lava y depósitos laháricos y piroclásticos que irradian desde la cumbre actual (MORENO et
al., 1984).
Las coladas de lava se extienden por mas de 10 km desde el centro de emisión y, en
parte, han sido excavadas por la acción glaciar, dando origen a numerosos valles radiales al
centro volcánico (esteros La Cueva, El Aguado, Los Pangues, Trubunleo; ver Mapa
Geológico). Regionalmente, sus flujos se apoyan con discordancia de erosión sobre rocas
graníticas miocenas (inmediatamente al oeste de la zona de estudio) y sobre estratos de la
Formación Curamallín. En el sector sur del área estudiada infrayacen discordantemente a los
flujos de lava de los volcanes Antuco I y II.
Los materiales volcánicos, lavas, piroclastos y depósitos laháricos cubren un área de
mas de 60 km2 en el sector estudiado y se extienden por mas de 150 km2 fuera de ella
(MORENO et al., 1984).
En el Volcán Sierra Velluda se han diferenciado dos unidades litológicamente bien
contrastadas y con discordancia de depositación entre ellas, denominadas Volcán Sierra
Velluda I (Qvsv I) y II (Qvsv II). La Unidad Sierra Velluda I es la más antigua y está formada
principalmente por flujos de lahares y piroclastos, con escasos coladas lávicas andesíticas
intercaladas. Por otro lado, la Unidad Sierra Velluda II está constituida fundamentalmente por
flujos de lava (MORENO et al., 1984).
Las rocas de la Unidad Sierra Velluda I están intensamente afectadas por erosión
glacial que ha excavado circos glaciales y valles en U. Esta unidad aflora en las serranías de
ambas laderas del Estero Trubunleo, en el sector sur del Estero Los Pangues, en las paredes
del Estero La Cueva y en el curso superior del Estero El Aguado o El Volcán (ver Mapa
19
Geológico). En los primeros dos lugares, la secuencia aflorante alcanza 700 m,
aproximadamente (MORENO et al., 1984).
En la ladera occidental del Estero Trubunleo esta unidad se encuentra intruida por
numerosos filones, comúnmente verticales, de rumbo principalmente N60-70°W y,
subordinadamente, N30°E. Hacia el oriente, los filones son predominantemente de rumbo
N40-60°E. La secuencia que aflora en las nacientes de los esteros La Cueva y El Aguado está
constituida por brechas volcánicas gruesas y estratificadas y se presenta cortada por
numerosos filones basálticos y andesítico-basálticos, los cuales presentan diferentes
orientaciones (MORENO et al., 1984).
Las brechas volcánicas gruesas han sido interpretadas como depósitos de flujos
laháricos. Están constituidas por bloques monolitológicos de andesita basáltica de piroxeno.
La matriz está formada por fragmentos de la misma composición y la brecha presenta una
marcada estructura columnar (MORENO et al., 1984).
En general, el estilo estructural de la Unidad Sierra Velluda I se caracteriza por
constituir secuencias homoclinales con suaves ondulaciones, las cuales, en el sector
noroccidental, muestran una disposición radial desde la cumbre del Sierra Velluda. En cambio,
en el sector suroriental (esteros La Cueva y El Aguado), la posición estructural de la unidad
está controlada por la topografía existente al momento de su depositación (MORENO et al.,
1984).
20
presentar una fuerte alteración hidrotermal, que confiere a las rocas coloraciones ocres y
rojizas (MORENO et al., 1984).
El espesor de esta unidad varía entre 400 y 700 m, con un máximo cercano a los 1.750
m, correspondiente a la cumbre ubicada en las nacientes del Estero Trubunleo (MORENO et
al., 1984).
21
2.2.4 Cono Poligénico de Quilleco
Fue definido por VARELA y MORENO (1982) como un amplio abanico que se
extiende hacia el oeste dentro de la Depresión Central y que está constituido por materiales
que representan las facies mixtas volcanoclásticas y sedimentarias de engrane con las
secuencias volcánicas pleistocenas (Volcán Sierra Velluda, en el caso de la zona de estudio).
Según THIELE y MORENO (1995), está formado por dos unidades: una inferior
eminentemente volcanoclástica y una superior compuesta por depósitos fluviales e
intercalaciones volcanoclásticas distales. El Cono de Quilleco está cubierto por un manto de
depósitos de flujos piroclásticos postglaciales (trumaos).
La unidad inferior corresponde a lo que se ha denominado el Banco (MUÑOZ CRISTI,
1960) o Gran Lahar del Laja (Mac PHAIL, 1966). Sin embargo, según THIELE y MORENO
(1995), se trata de un conjunto de ignimbritas escoriáceas, con intercalaciones de tobas,
brechas y conglomerados consolidados (probablemente, facies laháricas distales) que forman
una secuencia volcanoclástica.
La unidad superior está constituida por depósitos clásticos estratificados de gravas
fluviales. En el techo de esta secuencia se presentan comúnmente los denominados rodados
multicolores (HAUSER, 1986), que son suelos y paleosuelos derivados por meteorización
química durante el desarrollo de un clima templado y húmedo, en cualquier depósito clástico
expuesto en superficie por un período prolongado.
Mac PHAIL (1966) realizó una datación de 14C en un nivel carbonoso, que
corresponde a una turba, desarrollada como paleosuelo, en la unidad inferior del Cono de
Quilleco, obteniendo una edad de 15.000±500 años A.P. Posteriormente, THIELE y
MORENO (1995) dataron la misma turba en 27.260±230 años A.P. A pesar de contar con
estas dos dataciones, los últimos autores señalan que existen antecedentes, como el grado de
consolidación y meteorización (rodados multicolores en la unidad superior), el diaclasamiento
y morfología con escarpes de erosión glaciar, que permiten suponer que la secuencia basal del
Cono de Quilleco es mucho más antigua, tal vez pre-última glaciación.
22
2.3 VOLCAN ANTUCO (Qva)
En esta sección se da una pequeña introducción al Volcán Antuco, para situarlo dentro
del marco geológico regional. En el Capítulo 3 será analizado con mayor detalle, ya que su
estudio es el principal objetivo de este trabajo.
El Volcán Antuco corresponde a un estratovolcán mixto y compuesto, cuya actividad
se inició a comienzos del Pleistoceno Superior, aproximadamente 130.000 A.P. (THIELE et
al., 1998). Consta de dos unidades principales: un primer edificio volcánico (Antuco I) que
culminó con la formación de una caldera, originando una avalancha volcánica, y un cono
central posterior (Antuco II), el cual se desarrolló en su interior.
THIELE et al. (1998) designan con este nombre a una potente unidad de relleno del
valle del Río Laja. Su origen está relacionado con una violenta erupción freatomagmática, de
tipo Bandai-San, que causó el colapso gravitacional del cono del Volcán Antuco I,
generándose una voluminosa avalancha, que descendió por el valle ya mencionado. Según
MORENO et al. (1984), este evento catastrófico ocurrió hace 9.700±600 años A.P. Sin
embargo, la edad determinada durante el presente estudio resultó ser 6.250±60 años A.P.
THIELE y MORENO (1995) señalan que la erupción estuvo acompañada por descargas de
oleadas piroclásticas dirigidas lateralmente, las cuales originaron las arenas negras de Trupán-
23
Laja, cuyos depósitos se extendieron hasta la Depresión Central, en forma de un gigantesco
abanico.
24
Los mismos autores sostienen que el origen de esta unidad está relacionado con
morrenas laterales, en parte terminales o frontales, generadas por gruesas lenguas de hielo que
descendían por los valles glaciales del Estero El Aguado y del Río Petronquines. Los
investigadores mencionados atribuyen estos depósitos a la última glaciación (Würm), debido a
su extensión y asociación a una morfología caracterizada por amplios y profundos valles
glaciales. Por lo tanto, corresponderían a los depósitos de relleno más antiguos reconocidos en
el área considerada.
25
de flujos piroclásticos turbulentos, tipo oleadas, que acompañaron a la erupción
freatomagmática de tipo Bandai-San ocurrida, según ellos, hace 9.700 ± 600 años A.P.:
a) El horizonte de arenas negras está constituido por varios niveles o pulsos alternados y
sucesivos de gravas finas arenosas angulosas e imbricadas, de composición basáltica,
gravas gruesas arenosas de la misma composición y, localmente, por flujos de cenizas
finas ocres con vesículas.
b) El conjunto presenta estratificación, imbricación y rasgos de gradación y estratificación
entrecruzada.
c) Algunos clastos angulosos de hasta 30 cm de diámetro están imbricados dentro de las
gravas arenosas.
d) Existen bloques de hasta 1,5 m de diámetro dentro del depósito.
e) Entre los pulsos se observan niveles limo-arcillosos muy delgados de color ocre.
Según los autores mencionados, estas características corresponden a pulsos de flujos de
detritos volcánicos, con una alta velocidad y energía de transporte, los cuales contenían
volúmenes significativos de agua. Además, debido a la homogeneidad y abundancia de
material anguloso (fragmentado), se trataría de un proceso volcánico explosivo de tipo
freatomagmático, con proyección de flujos turbulentos de alta velocidad, tipo oleadas de base
húmedas (“wet base surges”). Esta oleada descendió por el valle del Río Laja, alcanzando
localidades como Trupán (a 42 km del volcán) y Quilleco (a 56 km). El depósito de oleada
cubre una superficie de unos 300 km2. En Trupán su espesor alcanza hasta 40 m y cerca de
Quilleco tiene un espesor mínimo de 13 m. Su volumen mínimo estimado es de unos 5 km3,
siendo una de las más voluminosas a nivel mundial.
El agua involucrada en el proceso pudo provenir tanto de un lago cratérico como de
infiltración de agua del primitivo Lago Laja o un importante nivel freático. Las violentas
explosiones, provocadas por la interacción de magma y agua, debilitaron la estructura del
estratovolcán, hasta causar el deslizamiento de su cima y flanco occidental, dejando una
cicatriz de avalancha en forma de herradura, abierta hacia el oeste.
Por lo tanto, el flujo de arenas negras de la unidad superior de las Terrazas Poligénicas
de Trupán-Laja y la avalancha volcánica del Antuco estarían temporalmente relacionadas y
serían el resultado de un mismo episodio volcánico.
26
En consecuencia, el depósito de oleada piroclástica húmeda de gravas arenosas
angulosas de composición basáltica, además de flujos de detritos asociados, correspondería al
gran abanico que rellenó la Depresión Central (THIELE y MORENO, 1995).
Según MORENO et al. (1984), esta unidad tiene amplia distribución en la zona
noroccidental del área de estudio, desarrollándose tanto en la Planicie Los Cipreses como en la
parte inferior del valle del Estero El Aguado, en el sector de Los Barros.
De acuerdo a estos autores, los depósitos de la Planicie Los Cipreses cubren 8 a 9 km2
y su espesor varía entre 5 y 40 m. Se apoyan, mediante una superficie marcada de erosión,
sobre los depósitos de la avalancha volcánica, los cuales forman parte importante del sustrato
de la planicie, emergiendo, en algunos lugares, en forma de montículos, cordones
semianegados y cerros importantes. El techo de la unidad avenidal es la actual superficie del
terreno y los depósitos están formados por un agregado de fragmentos, cuyos tamaños varían
desde 1 cm hasta 1 m de diámetro, y algunos bloques de 2 a 3 m. La composición de los
clastos es, principalmente, andesítico-basáltica. La matriz es arenosa y no contiene ceniza. La
unidad no presenta estratificación interna.
MORENO et al. (1984) indican que el origen de estos depósitos está relacionado con el
escape violento de un gran volumen de agua y sedimentos, el cual erosionó, a su paso, los
depósitos sueltos o poco consolidados existentes. Esto provocó la incorporación de detritos de
todos los tamaños, entre ellos bloques, lo cual le confirió un mayor poder erosivo. La
depositación se produjo cuando dicha avenida de agua y detritos había perdido gran parte de
su energía y violencia inicial. Los autores mencionados asocian el escape violento de un gran
volumen de agua con la ruptura del embalse natural, construido previamente por los depósitos
asociados a la avalancha volcánica en la zona del actual Lago Laja. Por lo anterior, los mismos
depósitos producidos por el colapso del Volcán Antuco I fueron los más afectados por la
erosión debido al rebalse. Dado que la generación de estos depósitos se produjo
inmediatamente después de los depósitos de la avalancha volcánica, su edad es considerada
holocénica inferior (MORENO et al.,1984).
27
Según los autores anteriores, en el curso inferior del valle del Estero El Aguado o del
Volcán, se presenta un abanico avenidal de 1,5 km2 de superficie, aproximadamente. Está
formado por un depósito diamíctico, compuesto por clastos volcánicos, de composición
intermedia a básica, de diferentes tamaños, que incluyen bloques de hasta 3 m de diámetro.
Este abanico tampoco posee estratificación interna y tiene un espesor de 15 m,
aproximadamente. Probablemente, este depósito se originó debido a la ruptura de un embalse
formado por lavas del Volcán Antuco que obstruyeron el curso medio del Estero El Aguado.
MORENO et al. (1984) asignan, a estos depósitos, una edad holocena superior.
28
2.4.5 Depósitos de Conos Proglaciales (Qcp)
Los principales sistemas de terrazas fluviales del área se ubican en ambos bordes del
valle del Río Laja (MORENO et al., 1984).
De acuerdo a su altura con respecto al río, las terrazas fluviales forman dos grupos: las
terrazas altas, que son las más antiguas, están situadas a alturas relativas de 50 a 350 m sobre
el nivel del río, y las terrazas bajas, cuyas cotas relativas están comprendidas entre 15 y 40 m
sobre el río.
VARELA et al. (1988) indican que, los sedimentos que forman estas terrazas,
corresponden a gravas y ripios arenosos, en los cuales se intercalan algunos niveles arenosos
de grano grueso a medio. El origen de estos depósitos va desde fluvial normal a torrencial-
aluvional y su edad es estimada holocénica media a superior.
29
2.4.7 Depósitos Aluvionales (Qaf)
De acuerdo a MORENO et al. (1984), esta unidad forma franjas estrechas, que bordean
los principales cursos fluviales actuales del área de estudio. Estos cursos se encuentran
generalmente encajonados. Los depósitos asociados más importantes se ubican en el curso
medio inferior del Estero El Aguado o del Volcán, entre la Casa de Válvulas y los Ojos de
Agua (Salto Las Chilcas) en el Río Laja, en el curso inferior del estero que drena hacia la
planicie del Estero Los Pangues, en el curso medio e inferior del Estero La Cueva y en el
curso medio inferior del Estero El Toro. Se trata de depósitos compuestos por gravas y ripios
30
arenosos, con algunos clastos de mayor tamaño y matriz arenosa de grano medio a grueso. Sus
espesores, generalmente, no sobrepasan los 5 m.
Según MORENO et al. (1984), estos depósitos forman gruesas coberturas, que pueden
llegar a tener algunas decenas de metros de espesor, al pie de la mayor parte de los faldeos
existentes en el sector. Estos conos presentan una pendiente superficial fuerte (35-40°) y están
constituidos por materiales diamícticos. Poseen una matriz arenosa-cinerítico-arcillosa
bastante abundante y con mala selección. Los clastos tienden a ser de composición
monomíctica, lo cual está estrechamente relacionado con las características del área de origen.
Los sectores más importantes que presentan este tipo de depósitos se ubican en: la ladera que
bordea por el este la Planicie Los Cipreses, los faldeos del borde sur del Río Laja entre las
localidades de Cascada y Chacay, las laderas que caen al valle del Laja desde la Planicie El
Toro, en ambos faldeos del Estero La Cueva y en el faldeo sur del valle del Estero El Aguado
(ver Mapa Geológico).
Estos depósitos serían el producto de caídas gravitacionales de materiales sueltos o
meteorizados a partir de laderas de fuerte pendiente, con la participación, en mayor o menor
grado, de la acción del agua, proveniente de lluvias o deshielo.
Según MORENO et al. (1984), este tipo de depósitos tiene una amplia distribución en
el área de estudio. Sin embargo, debido a que forman, en muchos casos, sólo manchas
delgadas y discontinuas, ellos no son mapeables a la escala del mapa. En general, se presentan
como láminas de material suelto que cubre el talud de muchos de los afloramientos de
depósitos no consolidados, tales como depósitos fluviales, deslizamientos de roca y detritos,
depósitos morrénicos y también sobre laderas empinadas de material rocoso muy tectonizado
y meteorizado. El principal depósito de este tipo es la escombrera que se desarrolla sobre el
talud que cae del Cerro Cóndor a la localidad de Chacay y que está formado por afloramientos
31
de la Subunidad Qva I1 del Antuco (ver Mapa Geológico). Estos depósitos tienen una
pendiente superficial de 35 a 40% y alcanzan, probablemente, hasta unos 15 m de espesor.
De acuerdo a los autores mencionados, estos depósitos son el producto de la extracción
de material, por procesos de meteorización física, de los afloramientos rocosos y su
desplazamiento pendiente abajo, se debe a la gravedad. En este caso específico, el proceso ha
sido acelerado por el fuerte tectonismo o dislocación gravitatoria que han experimentado las
rocas del Cerro Cóndor, debido a las fuertes inclinaciones del terreno y por la acción
esporádica del agua de lluvia y nieve.
Corresponden a depósitos finos que ocupan cuencas sin drenaje o con drenaje muy
obstaculizado (MORENO et al., 1984).
Los depósitos más importantes de este tipo se pueden observar en el curso superior del
Estero El Toro, donde cubren, aproximadamente, una superficie de 1 km2, con espesores
estimados entre 3 y 25 m. Los sedimentos se depositaron en un ambiente de lago relativamente
profundo y permanente, que se produjo debido a la irrupción brusca de la avalancha volcánica
en el antiguo valle del Estero El Toro, lo cual habría obstruido su drenaje normal. Se estima
una edad holocénica inferior para estos sedimentos lacustres que se puede extender hasta
períodos más recientes.
También existen depósitos de este tipo en el curso medio del Estero Los Pangues (ver
Mapa Geológico). Aquí cubren un área de 0,2 km2 y corresponden a sedimentos cineríticos
finos. Estos sedimentos se originaron, probablemente, por la obstrucción producida en el valle
del Estero Los Pangues, por las lavas que descienden del Volcán Antuco y que pertenecen a la
Unidad II.
MORENO et al. (1984) reconocieron depósitos lacustres de grano fino en el curso
medio inferior del valle del Estero Trubunleo. Estos se ubican aguas arriba de una zona de
derrumbe de roca que obstruyó, en forma temporal, el drenaje expedito del Estero Trubunleo.
Al oeste del curso medio del mismo estero se encuentra un pequeño ambiente lacustre antiguo,
el cual se formó debido a la obstrucción que ejerció la misma corriente de depósitos de
remoción en masa sobre valles laterales.
32
También es posible reconocer ambientes y depósitos lacustres al norte de la Planicie
Los Cipreses, que se disponen sobre materiales de la avalancha volcánica. Son zonas
deprimidas, producto ya sea de la erosión de antiguos cursos o de formas generadas durante el
mismo proceso de flujo viscoso del deslizamiento. Según VARELA et al. (1988), estos
depósitos lacustres son actuales a subactuales, con algunos casos de edades holocénicas
inferiores.
Según MORENO et al. (1984), estos sedimentos se ubican en los bordes del Lago Laja
(ver Mapa Geológico). Se trata de depósitos actuales y subactuales de playa lacustre, los
cuales son esporádicamente cubiertos por las aguas del lago, dependiendo de sus variaciones
estacionales o seculares de nivel. Están compuestos por gravillas arenosas de composición
andesítico-basáltica, con contenidos variables de matriz cinerítica fina. Tienen espesores
estimados en unos 5 a 10 m y estratificación interna bien definida. Estos depósitos se generan
por una “deriva litoral” lacustre que origina una morfología de barras, espigas y ganchos
orientados hacia el sur. Esto indica que las olas, de embate oblicuo, que se generan en
períodos de tormentas, tienen ese mismo sentido general.
MORENO et al. (1984) reconocen este tipo de depósitos sólo en el faldeo suroriental
del Volcán Antuco y en el área de la planicie del Estero Los Pangues (ver Mapa Geológico).
Esta limitada ocurrencia se explica por la relativa escasez de mantos de hielo, los cuales se
presentan únicamente en la parte suroriental alta del cono del Volcán Antuco.
En el sector del faldeo suroriental del Volcán Antuco, los autores mencionados
reconocieron dos abanicos que cubren 1 a 2 km2 cada uno. Estos abanicos descienden hacia la
zona de la desembocadura del Estero El Aguado, con pendientes superficiales que varían entre
3 y 12°. Están compuestos por un agregado de lapilli y ceniza monomíctica, de composición
andesítico-basáltica. De acuerdo a los autores mencionados, estos depósitos laháricos se han
33
originado durante erupciones volcánicas recientes, que afectaron a los glaciares existentes en
la ladera suroriental alta del cono del Volcán Antuco.
Según MORENO et al. (1984), estos depósitos cubren la mayor parte del área
estudiada, con extensiones y espesores variables. Por este motivo, sólo se representan las
principales áreas de acumulación en el mapa. Entre estas se tienen los depósitos ubicados
directamente sobre los faldeos del cono del Volcán Antuco, los mantos piroclásticos en el
faldeo que limita la Planicie El Toro por el este y los que se disponen en distintas zonas del
cordón de cerros que bordea el Lago Laja por el oriente (parte superior de la Punta Los
Gringos, por ejemplo) (ver Mapa Geológico). Se trata de depósitos constituidos por un
agregado monomíctico de lapilli escoriáceo y cenizas, con bombas de distintos tamaños y de
composición andesítico-basáltica, en los sectores más cercanos al Volcán Antuco. Estos
materiales han sido emitidos durante diferentes períodos de actividad histórica y prehistórica
de dicho volcán.
34
2.5 ESTRUCTURAS Y FASES TECTONICAS
35
afectan las secuencias de la Unidad Sierra Velluda I. Esto es particularmente evidente en el
sector sudoccidental del área estudiada, donde estas superficies de debilidad han facilitado la
inyección de numerosos filones subverticales, de composición andesítica y basáltica
(MORENO et al., 1984). Gran parte de estos filones ha sido cortada por la superficie de
erosión glacial, sobre la cual se ha depositado la Unidad Sierra Velluda II y, por lo tanto, no
alcanzarían a afectar a esta última unidad.
La Unidad Sierra Velluda II muestra, en líneas generales, un fracturamiento menos
intenso, destacándose, además de las fracturas NW y NE, un juego de fracturas cercanamente
N-S. A través de estas fracturas se han inyectado juegos de diques ligados a la actividad
volcánica póstuma de la Sierra Velluda (MORENO et al., 1984).
Las fracturas de dirección NE controlan, probablemente, la distribución de la actividad
volcánica del Pleistoceno-Reciente (MORENO et al., 1984).
36
3 GEOLOGIA DEL VOLCAN ANTUCO
3.1 GENERALIDADES
El Volcán Antuco pertenece a la Zona Volcánica Sur de los Andes (33º-46ºS), la cual
es el producto de la subducción de la Placa de Nazca bajo la Placa Sudamericana (Fig. 2). Su
límite norte (33ºS) está definido por la ausencia de volcanes activos y coincide con el
encuentro de la Dorsal de Juan Fernández con la Fosa de Chile y con una disminución en el
ángulo de subducción (BARAZANGI y ISACKS, 1976; BEVIS y ISACKS, 1984; KAY et al.,
1987; TORMEY et al., 1991). Este límite coincide también con el término septentrional de la
Depresión Central en Chile y con el final meridional de las Sierras Pampeanas en Argentina
(JORDAN et al., 1983). En el sur (46ºS), la ausencia de volcanes activos de arco está marcada
por el Punto Triple (encuentro de las placas Sudamericana, de Nazca y Antártida) (HERRON
et al., 1981). Existen límites secundarios que subdividen la SVZ. A los 37ºS, se produce la
intersección de la proyección de la Zona de Fractura Mocha (MFZ en Fig. 2), perteneciente a
la Placa de Nazca, con el frente volcánico (HERRON et al., 1981). Además, al norte de los
37º, la edad de la corteza que subducta es de 40 m.a., mientras que al sur de esa latitud tiene
sólo 18 m.a. (HERRON et al., 1981). Hacia el norte de los 37ºS decrece el espesor de los
sedimentos en el eje de la fosa. Por el contrario, hacia el sur, la potencia es considerable.
También existen diferencias en el espesor de la corteza continental al norte y sur de este límite.
Al norte de los 37º, el espesor cortical aumenta rápidamente desde 35 km (a los 37ºS) hasta 55
km (a los 34,5ºS). La potencia cortical al sur de los 37º es relativamente uniforme (35 km)
(HILDRETH y MOORBATH, 1988). Otro límite dentro de la SVZ ocurre a los 34,5ºS y está
definido en la placa continental: el volcanismo alcalino de intra- y tras-arco, que se desarrolla
al este del frente volcánico desde los 47ºS hacia el norte, termina a esa latitud (MUÑOZ y
STERN, 1988). El rápido incremento en el espesor de la corteza continental también termina
aquí. Los límites a los 34,5 y 37ºS también definen regímenes geoquímicos diferentes en el
frente volcánico activo. Por todas las razones anteriores, TORMEY et al. (1991) denominaron
Zona Volcánica Sur Norte (NSVZ) al segmento entre los 33 y 34,5ºS y Zona Volcánica Sur
Transicional (TSVZ) al segmento entre los 34,5 y 37ºS. LOPEZ-ESCOBAR et al. (1995 y
37
referencias incluidas) llamaron Zona Volcánica Sur Central al segmento entre los 37 y 41,5ºS
y Zona Volcánica Sur Sur (SSVZ) a la región que se extiende entre los 41,5 y 46ºS (Fig. 2).
Todos estos segmentos tienen características petrográficas distintivas.
El Volcán Antuco pertenece a la provincia petrográfica central (CSVZ) de la Zona
Volcánica Sur (SVZ) de los Andes (Fig. 2). Esta provincia se extiende por 550 km,
aproximadamente, entre los 37° y los 41,5°S. El ancho promedio del arco volcánico, cuyo eje
se encuentra a unos 270 km de la fosa, es de 80 km, con un máximo de 120 km y un mínimo
de 70 km. La CSVZ está formada por rocas basálticas a riolíticas, con una predominancia de
basaltos y andesitas basálticas. Durante los tiempos postglaciales (últimos 15.000 años), la
actividad volcánica de este arco ha sido continua con erupciones en los numerosos
estratovolcanes y cientos de centros eruptivos menores. Las rocas postglaciales, en ambos
tipos de volcanes, corresponden principalmente a basaltos y andesitas basálticas (LOPEZ-
ESCOBAR et al., 1995).
Al sur de los 37ºS, los lineamientos regionales de dirección NNE-SSW son la
característica estructural principal del basamento y pertenecen a la Zona de Falla Liquiñe-
Ofqui (LOFZ; HERVE et al., 1979). La distribución de los estratovolcanes en esta provincia
está restringida principalmente a alineamientos cuyos rumbos son oblicuos con respecto al eje
del arco magmático. Así, los estratovolcanes Tolhuaca-Lonquimay, Villarrica-Quetrupillán-
Lanín y Puyehue-Cordón Caulle forman lineamientos de dirección N50-60°W; en cambio, los
estratovolcanes Antuco-Sierra Velluda, Llaima-Sierra Nevada y Osorno-Puntiagudo-Cordón
Cenizos constituyen lineamientos N50-70°E (LOPEZ-ESCOBAR et al., 1995). Los productos
asociados a estos últimos se caracterizan principalmente por ser lavas basálticas a andesítico-
basálticas. Esto es consistente con una permanencia corta de los magmas en la corteza, lo cual
permite sólo un fraccionamiento y una contaminación cortical limitados en magmas generados
en el manto. Por otro lado, los edificios volcánicos controlados por fracturas y fallas de
dirección NW-SE pueden estar sometidos a una combinación de acortamiento y deformación
por fallas en el rumbo, lo cual podría causar una residencia intracortical mayor del magma,
mmm
38
Figura 2: Mapa de ubicación del Volcán Antuco dentro de la Zona Volcánica Sur
(modificado de LOPEZ-ESCOBAR et al., 1993).
Abreviaciones: NVZ = Zona Volcánica Norte; CVZ = Zona Volcánica Central;
SVZ = Zona Volcánica Sur; AVZ = Zona Volcánica Austral; NSVZ = Zona
Volcánica Sur Norte; TSVZ = Zona Volcánica Sur Transicional;
CSVZ = Zona Volcánica Sur Central; SSVZ = Zona Volcánica Sur Sur.
39
dando una composición más madura y diferenciada. Lo anterior podría ser la razón del por qué
estos últimos muestran una secuencia de roca más amplia, con la ocurrencia de no sólo
basaltos y andesitas basálticas, sino también de andesitas medias, dacitas y aún riolitas,
eruptadas incluso en tiempos históricos (LOPEZ-ESCOBAR et al., 1995).
El Volcán Antuco es un típico estratovolcán compuesto (MORENO et al., 1984) y está
constituido por dos unidades principales: un volcán antiguo cuya evolución culminó con la
formación de una caldera (Antuco I o Volcán Laja de BRÜGGEN, 1942) y un cono central
que se desarrolló en el interior de la caldera (Antuco II) (Foto 1). La morfología del Volcán
Antuco es muy similar a la del Volcán Vesubio en Italia, cuyo cono central emerge desde el
interior de una caldera, en forma de herradura conocida como “Monte Somma”.
La actividad del Volcán Antuco comenzó hace unos 130.000 años (MORENO et al.,
1984) con la elevación de un estratovolcán de unos 2.500 m de altura y 12 km de diámetro
basal (Antuco I). Su evolución culminó con el colapso lateral del edificio hace 6.200 años,
aproximadamente. Este evento dejó su cono truncado, con un anfiteatro de 4 km de diámetro,
abierto hacia el oeste y con forma de herradura (THIELE et al., 1998). La formación de la
caldera está probablemente relacionada con una violenta erupción freatomagmática de tipo
Bandai-San, que causó el colapso gravitacional del cono del Volcán Antuco I, generándose
40
una voluminosa avalancha, que descendió por el valle del Río Laja. Además, la erupción
estuvo acompañada por descargas de oleadas piroclásticas (Terrazas Poligénicas de Trupán-
Laja), dirigidas lateralmente. Los depósitos de estas oleadas se extendieron hasta la Depresión
Central, donde formaron un gigantesco abanico.
Con posterioridad a esta fase, la actividad volcánica continuó en el interior de la
caldera, dando lugar a un cono casi perfecto, de 4 km3 de volumen, que se eleva unos 1.000 m
sobre el piso de la caldera (Antuco II) (MORENO et al., 1984). Este edificio volcánico
principal se habría construido con una tasa de emisión promedio de 65 x 106 m3 por siglo
(MORENO et al., 2000).
Según MORENO et al. (1984), el Volcán Antuco, durante su evolución, ha emitido
abundantes flujos de lavas y piroclásticos subordinados, de composición predominantemente
basáltica y andesítico-basáltica. Sin embargo, durante el desarrollo de este trabajo se
encontraron lavas y diques de composición andesítica a dacítica, estos últimos sólo se ven
relacionados al Antuco I. Además, se observaron depósitos de flujos piroclásticos asociados a
la actividad de este centro volcánico.
La formación del Volcán Antuco represó el desagüe de varios valles cordilleranos
dando lugar al Lago Laja. La acción fluvial erosiva y las erupciones de lava, entre otros
fenómenos naturales, han provocado notables variaciones del nivel del lago a lo largo de su
inestable evolución. La última erupción de lavas, en el año 1853, represó el desagüe del Lago
Laja e hizo que su nivel se elevara a la cota actual (MORENO et al., 1984).
Los depósitos piroclásticos de caída, que se reconocen en toda el área de estudio con
espesores variables, forman un manto casi continuo en el flanco oriental del Volcán Antuco I
y, en parte, cubren a las rocas de la Formación Curamallín. Este material está constituido por
bombas, bloques, lapilli escoriáceo y cenizas de color negro a gris pardo oscuro, y está ligado
a las etapas eruptivas más recientes de la Unidad Antuco II (MORENO et al., 1984). Las
características geoquímicas de muestras de piroclastos de caídas, tomadas en distintos puntos
y niveles estratigráficos, determinadas en el transcurso del presente estudio, demuestran que
este tipo de depósitos exhibe una gran variación composicional.
Para la realización de este estudio se trabajó con ayuda del mapa geológico a escala
1:25.000, confeccionado por MORENO et al. (1984).
41
3.2 ACTIVIDAD EFUSIVA DEL VOLCAN ANTUCO I
3.2.1 Estratigrafía
MORENO et al. (1984) denominan Volcán Antuco I a los materiales volcánicos que
constituyen el estratovolcán antiguo o Volcán Laja de BRÜGGEN (1942). Esta unidad está
constituida por lavas y productos piroclásticos que yacen en discordancia sobre los estratos
plegados de la Formación Curamallín (Eoceno-Mioceno) y sobre los materiales volcánicos
pertenecientes a la Sierra Velluda. Sobre la base de criterios morfológicos, estratigráficos y, en
parte, composicionales, apoyados con algunos antecedentes geocronológicos absolutos,
MORENO et al. (1984) han distinguido tres subunidades dentro de la secuencia estratificada
del Volcán Antuco I. Estas subunidades son QvaI1, QvaI2 y QvaI3 (Q=Cuaternario,
va=Volcán Antuco), ordenadas de mayor a menor antigüedad.
Subunidad I1 (QvaI1)
Esta subunidad corresponde a los estratos basales del Volcán Antuco I, es decir, a los
productos volcánicos emitidos durante el período inicial de actividad de este centro eruptivo.
En el sector occidental del volcán, esta unidad está representada por la secuencia estratificada
expuesta en el Cerro Cóndor y en los flancos oriental y sur por afloramientos de paredes
abruptas, labradas por la acción glacial (ver Mapa Geológico).
• Cerro Cóndor
Aunque el Cerro Cóndor no se estudió durante el presente estudio, se dará una
descripción breve en base a lo analizado por MORENO et al. (1984), ya que juega un rol
importante en la evolución del centro volcánico. En él, es posible reconocer una sucesión de,
al menos, 500 m de potencia, compuesta por coladas de lavas, con intercalaciones de escasos
materiales piroclásticos escoriáceos. La base no es visible y el techo ha sido erosionado y está
cubierto por morrenas recientes y lavas del Volcán Antuco II.
La secuencia consiste en mantos de lavas de 2 a 5 m de espesor, muy regulares, de
colores grises, negros y rojizos, con niveles de piroclastos escoriáceos tipo lapilli intercalados,
42
y está intruida por juegos de diques subverticales, de dirección preferencial N60-70°W. Las
lavas y diques son, preferentemente, de composición basáltica y presentan textura afanítica o
porfírica, con fenocristales de plagioclasa, olivino y, ocasionalmente, clinopiroxeno. Además,
varios juegos de fallas normales de orientación N45-50°E y N-S cortan la secuencia, dando
lugar a un conjunto de bloques dislocados y escalonados. En consecuencia, la estratificación
presenta variaciones notables de rumbos y manteos.
Una datación radiométrica realizada por MORENO et al. (1984), por el método K-Ar,
en una muestra de basalto, obtenida de una lava de la parte inferior de la secuencia, dio una
edad menor a 100 mil años, es decir, Pleistoceno Superior. Además, dado que no existen
materiales laháricos, aluviales o morrénicos en la secuencia de lavas del Cerro Cóndor, es
probable que estos flujos hayan sido emitidos durante el Interglacial Riss-Würm.
El Cerro Cóndor es, aparentemente, un remanente dislocado de la base del Volcán
Antuco I, que habría sobrevivido al colapso del cono y posterior deslizamiento de su flanco
occidental, que culminó con la formación de la caldera.
• Flanco sur
Los mejores afloramientos corresponden a paredes abruptas, labradas por la acción
glacial. En ellas se encuentran expuestas coladas de lavas bien estratificadas, con
intercalaciones de brechas y aglomerados, localmente poco consolidados. Las capas poseen
manteos de 5 a 20° con buzamientos dispuestos en forma radial, desde el borde de la caldera.
Debido a lo anterior, en terreno sólo afloran las secciones superiores de esta subunidad
(MORENO et al., 1984).
En el valle del Estero El Aguado o del Volcán, los escarpes de origen glacial revelan
coladas de lavas de 2 a 8 m de potencia, sobre las cuales se dispone un filón manto. Los
paquetes estratificados tienen espesores expuestos de hasta 300 m y la sección estudiada está
representada en la columna estratigráfica de la Figura 3. Según MORENO et al. (1984), estos
estratos se apoyan, en discordancia angular, sobre los estratos de la Sierra Velluda. Las lavas
corresponden a basaltos y andesitas basálticas (muestras 230199-2 a 10), de textura porfírica,
m
43
con fenocristales de plagioclasa, olivino, clinopiroxeno y ortopiroxeno. El filón manto es de
composición dacítica y contiene anfíbola (Muestra 230199-1). Una datación, realizada por el
método K-Ar, de una andesita basáltica, proveniente de la parte media de la secuencia, reveló
una edad menor que 124 mil años (MORENO et al.,1984).
• Flanco oriental
En la localidad de Agua Enterrada (ver Mapa Geológico) se observa la secuencia
representada en la Figura 4, que tiene un espesor aproximado de 100 m. Corresponde a una
serie de coladas, cuyos espesores varían entre 2 y 10 m y cuyas composiciones se extienden
desde basáltica a dacítica. Esta secuencia está cortada por un dique dacítico, cuyo espesor es
de 15 m. Todas las rocas (muestras 250199-1 a 10) presentan textura porfírica, con
fenocristales de plagioclasa, olivino, clinopiroxeno y, ocasionalmente, ortopiroxeno. Los
minerales máficos de las rocas más diferenciadas presentan texturas de desequilibrio, lo cual
se discutirá en el subcapítulo de Petrografía.
MORENO et al. (1984) reconocieron, a 2,5 km al NNE de Los Barros, una secuencia
estratificada de 75 m de espesor, perteneciente a la Subunidad I1, la cual está constituida por
brechas de origen lahárico, coladas de lava andesítico-basálticas y brechas relacionadas con
flujos piroclásticos. Una datación K-Ar, realizada en una de las coladas citadas, dio una edad
menor que 100 mil años. A 5 km al NNE de Los Barros, una lava andesítica, de color gris
medio, porfírica, con fenocristales de plagioclasa y olivino, fue datada, por el mismo método,
en 83±46 mil años.
Todas las edades radiométricas obtenidas por MORENO et al. (1984) (83±46 mil años,
menos que 124 mil y menos de 100 mil años) pertenecen a la parte alta del Pleistoceno
Superior. Además, la presencia local de lahares intercalados en la secuencia y las evidencias
de erosión glacial permiten suponer que las erupciones de la Subunidad I1 se produjeron desde
el Interglacial Riss-Würm y durante la última glaciación, cuyo máximo avance habría ocurrido
hace unos 60 mil años.
45
Subunidad I2 (QvaI2)
Según MORENO et al. (1984), esta subunidad tiene su mejor desarrollo en el flanco
norte del Volcán Antuco y está bien expuesta en la pared interna de la caldera (ver Mapa
Geológico). Además, algunas coladas asignadas a esta unidad escurrieron hacia el sur y este,
encauzándose en pequeños valles y quebradas labrados, por la acción erosiva del hielo, en los
materiales volcánicos de la Subunidad I1. Los productos lávicos y piroclásticos que
constituyen la Subunidad I2, habrían formado gran parte del cono volcánico del Antuco I,
cuyo posterior colapso dio origen a la caldera. Localmente, las coladas más jóvenes de esta
subunidad están afectadas por una incipiente erosión glacial, particularmente en los sectores
elevados y en el flanco sur y suroriental del volcán, donde los hielos permanecieron por mayor
tiempo.
• Flanco norte
En la pared interna de la caldera, a 2,5 km al SSE del Refugio de la Universidad de
Concepción, se puede reconocer una secuencia estratificada, de 280 m de espesor, compuesta
por lavas andesíticas, andesítico-basálticas y basálticas, con una intercalación de aglomerado
de 20 m de potencia. Sobre esta yace una colada de lava basáltica postglacial, perteneciente a
la Unidad I3.
MORENO et al. (1984) asignaron las lavas grises oscuras, que afloran en la península
cercana al Refugio de la Universidad de Concepción, a la Subunidad I2 (ver Mapa Geológico).
En este sector se recolectó una muestra (Muestra 211098-4) correspondiente a una andesita
basáltica, de textura porfírica, con fenocristales de plagioclasa y olivino. La pequeña península
es de unos 500 m de largo, paralela a la costa, separada de ésta por un cañadón de 150 m de
ancho, de bordes abruptos, con un “escalón” en su ladera sureste. Mientras DANILCHIK
(1967, en MORENO et al., 1984) atribuye el origen de esta morfología a erosión fluvial de
tipo cascada en retroceso y ABELE (1981) a erosión glacial, MORENO et al. (1984) la
interpretan como una depresión de tipo graben, limitada por escarpes de fallas normales de
dirección N45°E. Los últimos autores argumentan que, en terreno, no se observan rasgos de
erosión, sino que la superficie de la lava conserva aún su estructura rugosa original. Además,
tampoco existen depósitos de origen glacial ni fluvial y el “escalón” de la ladera sureste
47
indicaría un origen estructural. Sin embargo, no creen en un fenómeno tectónico sino que, más
bien, en algún tipo de asentamiento local.
Subunidad I3 (QvaI3)
48
volcánica resultante, la cual descendió por el valle del Río Laja. Una datación 14C realizada en
un resto de madera, incluido en materiales asignados a esa avalancha, fuera del área de
estudio, dio una edad de 9.700±600 años (BAROZZI, comunicación verbal, en MORENO et
al.,1984) Sin embargo, la edad determinada, por el mismo método, en un tronco encontrado en
la avalancha misma, durante el desarrollo del presente estudio, resultó ser 6.250±60 A.P.
Debido a lo anterior, es posible concluir que las lavas de la Unidad I3 habrían sido emitidas en
el lapso 11.000 a 6.200 años A.P.
Subunidad I1
49
Tabla 1: Resumen petrográfico de las muestras analizadas del Antuco I. Simbología en
Anexo C.
50
ANTUCO I
250199-12
230199-10
250199-10
260199-3
010283-1
010283-6
201098-4
211098-4
230199-1
230199-2
230199-3
230199-4
230199-5
230199-6
230199-7
230199-8
230199-9
250199-1
250199-2
250199-3
250199-4
250199-5
250199-6
250199-7
250199-8
250199-9
Muestra
N°
Lava x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x
Tipo
Dique x x
Filón manto x
QvaI1 x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x
Unidad
QvaI2 x x
QvaI3 x x
Dacita x x x x
Andesita x x
Roca
Andesita basáltica x x x x x x x x x
Basalto x x x x x x x x x x x
Pl + + ++ + + ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++ + + + ++ + + + + + + +++ ++
Ol + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + +
Fenocxs
Cpx + + + + + + + + + + + + + +
Opx + + + + + + + + + + + + + + + + + +
Anf +
Pl ++++ ++++ +++ ++++ +++ +++ +++ +++ +++ +++ +++ +++ +++ +++ +++ +++ ++++ +++ ++++ ++++ ++++ ++++ ++++ ++++ +++ ++
Ol + + + ++ + + + + + + + + + + + + + + ++ ++ ++ ++ + ++ +
Cpx ++ +++ ++ + + + + + + + + + + + + + + + + + + + ++ ++ ++ +
fundamental
Opx + + + + + + + + + + + + + + + + +
Anf +
Masa
Mop + + ++ + ++ + + + + + + + + + + + + + + + + + + + +
Glomeropd x x x x x x x x x x x x x x x x x
Intergranular
Textura
x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x
Intersertal x x x x x
Mf Hialopilítica x x x
Pilotaxítica x x x x
Vitrofídica x
Vesículas * ** * ** ** ** ** ** ** ** ** ** ** ** ** ** * *
Estructuras
Xenolito x x x x x
Los tamaños de los fenocristales contenidos en estas rocas oscilan entre los 0,05 y 4,9
mm, en el caso de la plagioclasa y entre los 0,05 y 3,25 mm para el olivino. El clinopiroxeno
alcanza tamaños de 2,25 mm, con un mínimo de 0,12 mm y los tamaños de los fenocristales de
ortopiroxeno se extienden entre los 0,1 y 2,75 mm. Lo anterior también es válido para los
basaltos y andesitas basálticas pertenecientes a otra subunidad del Antuco I.
Foto 2: Corte transparente de un basalto típico del Antuco I (Subunidad I1, Muestra
230199-6), con textura porfírica y fenocristales de plagioclasa (pl) y
ortopiroxeno (opx) formando una textura glomeroporfírica. La masa
fundamental presenta una textura intergranular. Nicoles cruzados (20x).
51
Foto 3: Corte transparente de un basalto del Antuco I (Subunidad I1, Muestra 230199-9)
que contiene un xenolito de cuarzo (qz). La lava presenta una textura porfírica,
con fenocristales de plagioclasa (pl). Nicoles cruzados (20x).
• Andesitas y dacitas
En el sector del Estero El Aguado (Fig. 3), se observó un filón manto dacítico, único en
su especie, por su contenido de anfíbola (oxihornblenda, 0,1 a 5 mm de tamaño), además de
fenocristales de plagioclasa, ortopiroxeno y trazas de clinopiroxeno, en una masa fundamental
intersertal (Foto 4).
En el sector de Agua Enterrada (Fig. 4), la columna analizada está representada, en su
parte superior, por dos coladas de composición dacítica y dos coladas andesíticas, separadas
de las coladas basálticas y andesítico-basálticas infrayacentes por un dique de composición
dacítica. Todas las dacitas y andesitas (tanto lavas como diques) están compuestas por
fenocristales de plagioclasa (3-20%), olivino (trazas a 3%), clinopiroxeno (trazas a 2%) y
ortopiroxeno (0-1%). Localmente, se observa una textura glomeroporfírica, constituida por
cúmulos de plagioclasa, olivino, clinopiroxeno y ortopiroxeno, o combinaciones de los
minerales mencionados. La plagioclasa está fuertemente zonada y su composición varía entre
andesina y labradorita (An 46-63). Las dacitas se clasifican como tales en base a los análisis
químicos realizados (SiO2>63%).
52
Foto 4: Corte transparente de un filón manto que intruye a las lavas del Antuco I
(Subunidad I1, Muestra 230199-1), con fenocristales de oxihornblenda (ohbl).
Luz polarizada plana (20x).
53
Foto 5: Corte transparente de una dacita del Antuco I (Subunidad I1, Muestra 250199-
1), con fenocristales de plagioclasa (pl) y olivino (ol), el cual está rodeado por
ortopiroxeno (px) y presenta óxido de hierro (oh) en sus bordes y a lo largo de
sus fracturas. Nicoles cruzados (40x).
54
Foto 6: Corte transparente de una andesita del Antuco I (Muestra 250199-4) que
contiene un probable xenolito con cristales grandes de plagioclasa, olivino y
clinopiroxeno. Los minerales máficos están muy alterados, de color negro. Luz
polarizada plana (20x).
55
Foto 8: Corte transparente de la andesita mencionada anteriormente, el cual muestra un
probable xenolito de textura subofítica, constituido por clinopiroxeno y
plagioclasa. Luz polarizada plana (40x).
Subunidad I2
56
Subunidad I3
Como se señaló anteriormente, a esta subunidad pertenecen los flujos de lava, con
superficies escoriáceas de tipo aa, que descienden por los flancos norte y noreste del volcán.
Estos flujos están claramente relacionados con la caldera. Tienen espesores de 2 a 3 m y
escurren sobre las lavas asignadas a la Subunidad I2.
Las rocas de esta subunidad corresponden a basaltos y andesitas basálticas (muestras
010283-1 y 201098-4), de textura porfírica, con fenocristales de plagioclasa (10-15%), olivino
(4%) y clinopiroxeno (1%). Los fenocristales de plagioclasa están fuertemente zonados,
presentan textura “sieve” y composición labradorítica (An 66-68). Localmente, se pueden
apreciar texturas glomeroporfíricas, compuestas por plagioclasa y olivino. La masa
fundamental presenta una textura intergranular y está constituida por microlitos de plagioclasa
(40-45%), olivino (10%), clinopiroxeno (15-20%) y minerales opacos (10-15%).
THIELE et al. (1998) designan con el nombre de depósito de avalancha volcánica del
Volcán Antuco a una potente unidad de relleno del valle del Río Laja. Su origen está
relacionado con la violenta erupción freatomagmática, de tipo Bandai-San, que causó el
colapso gravitacional del cono del Volcán Antuco I, generándose una voluminosa avalancha,
que descendió por el valle ya mencionado. El cono del Antuco quedó truncado, con una
caldera de avalancha de 4 km de diámetro, abierta hacia el oeste. Sobre la base del volumen
del depósito de avalancha, que alcanzó una distancia de 20 km del volcán, por el valle del
Laja, se estima que el volumen del cono volcánico que habría colapsado, es superior a los 5
km3.
Según MORENO et al. (1984), este evento catastrófico habría ocurrido hace
9.700±600 años A.P, de acuerdo a información entregada por BAROZZI (comunicación
verbal). Una nueva datación realizada por el método de 14C, durante el transcurso de este
estudio, en un tronco de coigüe encontrado en la avalancha, en la ladera N del valle del Río
Laja, 2,5 km al E de la confluencia de los ríos Polcura y Laja y 2 km al NW de la localidad de
57
Abanico, dio como resultado una edad de 6.250±60 A.P. (Muestra 270199-4), lo que permite
precisar mejor la edad de ese fenómeno.
THIELE y MORENO (1995) señalan que la erupción estuvo acompañada por
descargas de oleadas piroclásticas dirigidas lateralmente, las cuales originaron las arenas
negras de Trupán-Laja, cuyos depósitos se extendieron dentro de la Depresión Central en
forma de un gigantesco abanico.
MORENO et al. (1984) dividieron los depósitos de la avalancha volcánica en dos
unidades:
a) Avalancha de rocas y
b) Avalancha de detritos.
58
La coloración de los materiales de este depósito es muy variada, incluyendo distintos
tonos de rojo, blanco, amarillo y gris, hasta negro. Esto indicaría que los materiales originales,
antes del deslizamiento, estaban afectados por alteración hidrotermal.
El techo de esta unidad es, por lo general, la superficie del terreno. Sin embargo, en la
zona de la caja del Río Laja, está erosionada y cubierta por depósitos fluviales posteriores.
Así, en la Planicie El Toro está recubierta por material de remoción en masa, perteneciente a
los depósitos de deslizamientos-avalancha de detritos y bloques (Qrmd) y en la Planicie Los
Cipreses subyace a depósitos avenidales. Según sondajes realizados por ENDESA en la
Planicie El Toro, la base de esta unidad yace sobre la Formación Curamallín. En el sector de la
Bocatoma, descansa sobre depósitos laháricos, los cuales se apoyan, a su vez, sobre lavas
basálticas de valle de la Subunidad I3 del Volcán Antuco.
Según MORENO et al. (1984), el mecanismo de generación de este depósito está dado
por una avalancha o deslizamiento de material rocoso y detrítico, que formaba el flanco
noroccidental del antiguo Volcán Antuco I. Producto de este evento, se habrían originado
coladas o lenguas de gran espesor y viscosidad, las cuales se desplazaron valle abajo,
rodeando al Cerro Cóndor. Este corresponde a un bloque afectado, aunque poco distorsionado,
por este mismo fenómeno. Este proceso habría ocurrido durante la explosión violenta y
consecuente formación de la caldera que afecta a la estructura del Antuco I.
59
Localmente, estos depósitos están cubiertos por sedimentos piroclásticos de caída y
aluvionales y, hacia el interior del Valle El Toro, por sedimentos lacustres, sobresaliendo sólo
algunos hummocks.
Según MORENO et al. (1984), la génesis de esta unidad está dada por un proceso de
remoción en masa, del tipo deslizamiento-avalancha de detritos y bloques, que afectó a
depósitos volcánicos y piroclásticos sueltos y algunos niveles de coladas de lava. Este evento
también está asociado al fenómeno explosivo que afectó al Antuco I, generando la caldera. Tal
suceso se produjo simultáneamente o un poco después de los deslizamientos de roca (Qrmr) y
se diferencia de ellos por la calidad de los materiales deslizados.
3.4.1 Estratigrafía
60
subunidades se denominan, de mayor a menor antigüedad, QvaII1, QvaII2, QvaII3, QvaII4 y
QvaII5 (Q=Cuaternario, va=Volcán Antuco).
Esta subunidad corresponde a los flujos más antiguos del Antuco II, es decir, están
ligados a la etapa inicial de la actividad del estratovolcán moderno. Estas coladas habrían
fluido aguas abajo por el valle del Río Laja, rellenándolo parcialmente.
En los alrededores de la Bocatoma del Canal Abanico y en la ribera sur del Río Laja
afloran dos coladas superpuestas, de lavas andesítico-basálticas, de espesores estimados en 10
a 15 m cada una, que presentan estructura columnar. El basamento de esta secuencia está
formado por la avalancha volcánica, producto del colapso del Antuco I. Específicamente, los
flujos yacen sobre posibles ripios aluviales y depósitos de las oleadas piroclásticas, las que
originaron las arenas negras de Trupán-Laja (Foto 9).
Petrográficamente, las lavas andesítico-basálticas de esta subunidad tienen textura
porfírica, con fenocristales de plagioclasa, olivino y clinopiroxeno, en una masa fundamental
de textura intergranular a intersertal (muestras 211098-5 y 211098-6).
Entre las dos coladas existen depósitos con clastos subangulosos a
subredondeados, aparentemente de origen lahárico. Toda la secuencia fue excavada por la
erosión fluvial del Río Laja, cuya gran intensidad de desgaste fue favorecida por la poca
competencia del sustrato, es decir, los depósitos de la avalancha volcánica. La continuación de
las coladas aguas arriba del Río Laja no es visible debido a esta erosión, por lo cual no es
posible determinar si las lavas descendieron por el valle del Estero Los Pangues o por el valle
del Río Laja, rodeando la base del Cerro Cóndor. Considerando: a) que la edad del
deslizamiento es de 6.250±60 A.P (según una datación por 14C de un tronco extraído de la
avalancha, realizada en el transcurso de este estudio) y b) que la erosión fluvial afectó a los
materiales previo a que fueran parcialmente cubiertos por las lavas, la edad máxima de esta
subunidad sería de unos 6.000 años.
61
Foto 9: Depósito de oleadas piroclásticas (op) debajo de las primeras coladas de lavas
emitidas por el Antuco II (QvaII1). Separando a las dos unidades se observa un
posible depósito aluvional (Qaf).
Esta subunidad incluye a las lavas que afloran en el fondo del valle del Río Laja, en la
localidad de Chacay y hasta 2 km aguas arriba (ver Mapa Geológico). Las coladas se apoyan,
directamente, sobre los estratos plegados de la Formación Curamallín y sobre los depósitos de
la avalancha volcánica y sedimentos fluviales. A su vez, los flujos yacen bajo sedimentos
fluviales y lavas de la Subunidad II3.
Las coladas de lava están compuestas por andesitas basálticas grises, de textura
porfírica y con fenocristales de plagioclasa, olivino y clinopiroxeno (Muestra 211098-2).
62
La intensidad de la acción erosiva del Río Laja se reconoce en el Salto Las Chilcas
(Ojos del Laja), el cual ha retrocedido 1 km hacia el este. Los chorros de agua en este sector
provienen de filtraciones del Lago Laja y surgen entre los flujos y en la superficie de contacto
con la roca fundamental.
63
Subunidad II4 (QvaII4)
A esta subunidad pertenecen las lavas prehistóricas, más recientes, eruptadas antes del
año 1624 (año en que inicia el registro histórico). Estas coladas no están afectadas por erosión
glacial y sus superficies son del tipo “aa”. Se derramaron sobre gran parte de las coladas de la
Subunidad II3 y fluyeron, preferentemente, hacia el flanco occidental, provenientes del cráter
principal del Volcán Antuco y de otros centros de emisión parásitos, localizados en los flancos
norte y suroccidental del cono (ver Mapa Geológico). Además, cubren parcialmente a las lavas
de la Subunidad I1, a los depósitos morrénicos recientes y a los materiales deslizados por el
valle del Río Laja. Localmente, los flujos de esta subunidad muestran, en sus superficies,
evidencias del paso de pequeños lahares, relacionados a erupciones más recientes.
Las rocas de esta subunidad son basaltos y andesitas basálticas de textura porfírica, con
fenocristales de plagioclasa, olivino y, localmente, clinopiroxeno.
PETIT-BREUILH (2000) indica que el registro de actividad histórica del Volcán
Antuco comienza en el año 1624, en que se describe una erupción con ruidos subterráneos,
explosiones y generación de una columna de gases y cenizas. Hasta 1853, cuando se produjo
una erupción acompañada por flujos de lava que alcanzaron el Lago Laja (Subunidad II5),
ocurren erupciones en los años 1713, 1739, 1750, 1752, 1758, 1786, 1806, 1820, 1828, 1835,
1839, 1845 y 1848. La mayoría de los eventos anteriores consisten en erupciones de
piroclastos, de tipo estromboliano. Unicamente al término de la erupción del año 1820 se
generó un lahar que bajó por el valle del Río Laja y solamente durante la actividad de los años
1828 y 1845 las erupciones son acompañadas por emisiones de lava (PETIT-BREUILH,
1994).
Por lo tanto, las grandes erupciones de lavas asignadas a la Subunidad II4 se habrían
producido antes del año 1624.
64
Subunidad II5 (QvaII5)
Esta subunidad está representada por las lavas generadas durante la erupción del mes
de enero de 1853. Este evento tuvo lugar en el flanco norte del Volcán Antuco II. El flujo fue
emitido de una fisura de 500 m de largo, situada entre los 2.100 m y 2.300 m s.n.m., a lo largo
de la cual se edificaron pequeños conos piroclásticos rojizos, de 20 a 40 m de altura, con
cráteres de 50 a 100 m de diámetro. La colada, que es de composición basáltica, tiene, en
promedio, 3 km de largo y 1 km de ancho. Presenta una superficie rugosa y escoriácea de tipo
“aa”. Este flujo llegó al Lago Laja, haciendo que su nivel se elevara en una altura estimada de
20 m. Además, recubre parcialmente las coladas de las subunidades I3, II3 y II4.
Las rocas corresponden a basaltos de textura porfírica, con fenocristales de plagioclasa,
olivino y clinopiroxeno, en una masa fundamental de textura intergranular (Muestra 010283-
3).
Durante esta misma erupción, un pequeño cono piroclástico, originado en alguna
erupción anterior y situado dentro del cráter principal del Antuco II, presentaba,
aparentemente, una actividad estromboliana de pequeña magnitud. Con posterioridad se
registraron erupciones débiles en los años 1861, 1862 y 1863, todas las cuales habrían
ocurrido en el conito piroclástico (también denominado Sombrerito) de la cima del volcán.
Durante la erupción de 1861 se generó una colada de lava, la cual, según PETIT-BREUILH
(1994), no llegó a la base del cono. Después del año 1863 la actividad es esencialmente
fumarólica, con una excepción en el año 1911, donde se forma una pequeña columna eruptiva
con expulsión de cenizas.
Actualmente, el volcán presenta una débil actividad fumarólica intermitente.
Todas las subunidades del Antuco II son de composición basáltica y/o andesítico-
basáltica y presentan características mineralógicas y texturales muy similares, por lo cual se
describen en conjunto. El resumen de los cortes descritos del Antuco II se presenta en la Tabla
2.
65
Las lavas de la Subunidad II1, que están ubicadas en el sector del Estero Trubunleo,
son las únicas que se diferencian del resto, desde el punto de vista textural. Ellas se
caracterizan por un bajo contenido de fenocristales de plagioclasa (2-4%), olivino y
clinopiroxeno (no mayor a 1%, en conjunto) (muestras 211098-5 y 211098-6). La plagioclasa
(bytownita, An 70-73) está fuertemente zonada y algunos fenocristales presentan textura
“sieve”. Localmente, se observa una textura glomeroporfírica, constituida por plagioclasa,
olivino y clinopiroxeno (Foto 10). La masa fundamental presenta una textura intergranular a
intersertal y está compuesta por microlitos de plagioclasa (50-55%), olivino (10-12%),
clinopiroxeno (15%), vidrio (0-15%) y minerales opacos (5-15%).
Tabla 2: Resumen petrográfico de las muestras analizadas del Antuco II. Simbología en
Anexo C.
ANTUCO II
Muestr
250199-11
010283-3
211098-2
211098-3
211098-5
211098-6
220199-4
N°
Tipo Lava x x x x x x x
QvaII1 x x
QvaII2
Unidad
QvaII3 x x
QvaII4 x
QvaII5 x
Andesita basáltica x x x x
Roca Basalto x x x
Pl ++ ++ ++ + + ++ ++
Fenocxs
Ol + + + + + + +
Cpx + + + + + +
Ol + ++ + ++ + + +
Cpx ++ ++ ++ ++ ++ ++ ++
Masa
Vidrio + + ++ +
Mop + + + ++ + + +
Sieve (pl) x x x x x x x
Fenocxs
Textura
Glomeropd x x x x
Intergranular x x x x x x
Mf
Intersertal x x x x
Estructuras Vesículas ** * * ** **
66
Foto 10: Corte transparente de una andesita basáltica de la Subunidad II1 del Antuco I
(Muestra 211098-6), que muestra una textura glomeroporfírica compuesta por
plagioclasa (pl), olivino (ol) y clinopiroxeno (cpx). La masa fundamental
presenta una textura intersertal. Luz polarizada plana (40x).
Los tamaños de los fenocristales de todas las rocas del Antuco II oscilan entre los 0,05
y 5 mm, en el caso de la plagioclasa, y entre los 0,05 y 3,25 mm para el olivino. El
clinopiroxeno alcanza tamaños de 2 mm, con un mínimo de 0,05 mm.
67
Foto 11: Típica textura “sieve” en fenocristales de plagioclasa pertenecientes al Antuco
II. La masa fundamental posee una textura intergranular a intersertal (Muestra
211098-3). Luz polarizada plana (40x).
Foto 12: Corte transparente de una andesita basáltica del Antuco II (Muestra 211098-2),
con fenocristales de plagioclasa (pl), olivino (ol) y clinopiroxeno (cpx). Se
observa que el clinopiroxeno presenta embahiamiento. Nicoles cruzados (20x).
68
3.5 CENTROS VOLCANICOS ADVENTICIOS
Existen tres centros volcánicos adventicios en los flancos oriental y occidental de los
volcanes Antuco I y II: La Herradura (Qcvlh), Sin Nombre (Qcvnn) y Los Pangues (Qcvlp)
(VERGARA y KATSUI, 1969; MORENO et al., 1984) (ver Mapa Geológico). Todos son de
pequeñas dimensiones y están asociados con flujos de lavas de composición basáltica y
andesítico-basáltica. El resumen de las características petrográficas y texturales de los cortes
transparentes estudiados, pertenecientes a estos centros volcánicos, se presenta en la Tabla 3.
CENTROS ADVENTICIOS
230199-12
250199-13
250199-14
Muestra
201098-1
N°
Lava x x x
Tipo Lacolito x
Qcvnn x
Unidad Qcvlh x x
Qcvlp x
Andesita basáltica x
Roca Basalto x x x
Pl ++ ++ ++ ++
Fenocxs Ol + + + +
Cpx + + + +
Ol ++ + ++ ++
Cpx ++ ++ + ++
Masa
Vidrio + +
Mop ++ + + +
Sieve (pl) x x x x
Fenocxs
Glomeropd x x x x
Textura
Intergranular x x x
Mf
Intersertal x x
Vesículas ** ** ** **
Estructuras
Auto-/Xenolito x x
69
3.5.1 Centro Volcánico La Herradura (Qcvlh)
Está constituido por una extensión de lavas basálticas cordadas, cuyo punto de emisión
no formó un cráter. En el sitio de la erupción se presenta sólo un cono de unos 50 m de altura.
Sin embargo, en las cercanías del Lago Laja y al lado del camino que conduce hacia Los
Barros, existe un cráter de 250 m de diámetro, el cual se habría originado por una explosión
freática (MORENO et al., 1984) (ver Mapa Geológico).
En el fondo del cráter existe un lacolito, que se habría inyectado después de la efusión
de las lavas. Es un cuerpo de forma ovalada, con la parte central brechizada. Presenta
autoclastos alterados, hidrotermalmente, a hematita y limonita. Además, posee diaclasamiento
de enfriamiento, es decir, de superficies curvas. El afloramiento está cortado abruptamente, lo
cual puede ser consecuencia directa de la explosión violenta que originó, posteriormente, el
cráter. Debido a este evento se derrumbaron las lavas del borde W, quedando a la misma altura
que el lacolito. En el cráter se observa material piroclástico (bombas) de color rojizo, lo cual
indica el contacto con agua en el momento de su erupción.
En el borde del lago, las lavas de este centro volcánico forman un acantilado, el cual
sería producto de erosión fluvial, combinada con caídas gravitacionales.
Tanto las lavas como el lacolito (muestras 250199-13 y 250199-14) son rocas
porfíricas, de composición basáltica, con fenocristales de plagioclasa (18%), olivino (4%) y
clinopiroxeno (3%). La plagioclasa está fuertemente zonada y algunos fenocristales poseen
textura sieve. Su composición es An 58 (labradorita). Localmente, se observa una textura
glomeroporfírica compuesta por olivino, clinopiroxeno y plagioclasa (Foto 13). La masa
fundamental está constituida por microlitos de plagioclasa (35-40%), olivino (15%),
clinopiroxeno (10-15%), vidrio (0-10%) y minerales opacos (5%). Presenta una textura
intergranular a intersertal. En la lava existen varias inclusiones, que son probables autolitos,
los cuales corresponden a material ígneo que cristaliza tempranamente a partir del mismo
magma (BARNES, 1981). Están compuestos por pequeños microlitos de plagioclasa, rodeados
por vidrio negro (Foto 13).
MORENO et al. (1984) correlacionan la edad de este centro volcánico con la de la
Subunidad II3 del Volcán Antuco, es decir, Holoceno tardío.
70
Foto 13: Corte transparente de una colada basáltica del Centro Volcánico La Herradura.
Se aprecia una textura glomeroporfírica, constituida por olivino (ol),
clinopiroxeno (cpx) y plagioclasa (pl), además de un probable autolito (au).
Nicoles cruzados (20x).
71
Foto 14: Corte transparente de la colada andesítico-basáltica del Centro Volcánico NN
(Muestra 230199-12). Se observan fenocristales de plagioclasa (pl) y olivino (ol)
que, localmente, forman una textura glomeroporfírica. Nicoles cruzados (20x).
Se ubica en el curso superior del Estero Los Pangues, inmediatamente al oeste del
Volcán Antuco (ver Mapa Geológico). Está constituido por un cono piroclástico escoriáceo, de
color gris negro y rojizo, de un diámetro basal cercano a los 250 m y unos 50 m de altura.
Posee un cráter circular en su cima, de 20 m de diámetro y 4 m de profundidad. Existen otros
dos pequeños conos piroclásticos adyacentes al anterior, de unos 6 m de altura y del tipo
“hornitos” (MORENO et al., 1984).
Las lavas emitidas por este centro volcánico son, por lo menos, dos flujos de basaltos
de olivino, producto de un mismo proceso eruptivo, las cuales descendieron por el valle del
Estero Los Pangues, hasta su desembocadura en el Río Laja, que se encuentra a 5 km de
distancia. Efectivamente, se trata de rocas de textura porfírica, con fenocristales de plagioclasa
(20%), olivino (5%) y trazas de clinopiroxeno (Muestra 201098-1). La plagioclasa
corresponde a bytownita (An 72), está fuertemente zonada y presenta textura “sieve”.
Localmente, se aprecia una textura glomeroporfírica compuesta por plagioclasa y olivino
(Foto 15). Además, se observa un agregado de fenocristales que podría corresponder a un
72
xenolito parental, probablemente, de naturaleza subvolcánica, de forma ovalada y compuesto
por plagioclasa, olivino, clinopiroxeno y ortopiroxeno (Foto 16).
Ni el cono ni las coladas, que poseen superficies de tipo “aa”, están afectados por
erosión glacial y yacen sobre depósitos morrénicos y coladas de lavas de la Subunidad II3 del
Volcán Antuco, las cuales muestran erosión glacial de altura. Por otro lado, los flujos de Los
Pangues están parcialmente cubiertos, en su extremo meridional, por depósitos de pequeñas
avalanchas laháricas, relacionadas con las erupciones más recientes del Antuco II.
Según PETIT-BREUILH (1994), estas lavas, que bajaron por el valle del Estero Los
Pangues, son producto de la erupción de 1845.
Foto 15: Corte transparente de la colada basáltica del Centro Volcánico Los Pangues
(Muestra 201098-1), mostrando fenocristales de olivino (ol) y plagioclasa (pl) que
forman, localmente, una textura glomeroporfírica. Nicoles cruzados (20x).
73
Foto 16: Corte transparente de la misma lava anterior, mostrando un probable xenolito
subvolcánico, constituido por plagioclasa, olivino, clinopiroxeno y ortopiroxeno.
Nicoles cruzados (20x).
Los tamaños de los fenocristales de todas las rocas estudiadas de los distintos centros
adventicios oscilan entre los 0,1 y 6,5 mm, en el caso de la plagioclasa, y entre los 0,1 y 2,75
mm para el olivino. El clinopiroxeno alcanza tamaños de 2,25 mm, con un mínimo de 0,1 mm.
74
Figura 5: Diagrama de variación de los contenidos modales de fenocristales en las
muestras del Volcán Antuco versus su abundancia en sílice.
8 3,5
olivino clinopiroxeno
7
3
6
2,5
% modal de fenocristales
% modal de fenocristales
5
2
1,5
3
Antuco I
Antuco I
1 Antuco II
2
Antuco II
Centros adventicios
Centros adventicios
0,5
1
0 0
50 55 60 65 70 50 55 60 65 70
SiO2 (% p/p) SiO2 (% p/p)
30 40
30
% modal de fenocristales
% modal de fenocristales
20
25
15 20 Antuco I
Antuco II
Antuco I
Centros adventicios
Antuco II 15
10 Centros adventicios
10
5
5
0 0
50 55 60 65 70 50 55 60 65 70
SiO2 (% p/p) SiO2 (% p/p)
Las características texturales descritas en las muestras del Volcán Antuco, permiten
hacer las siguientes observaciones:
75
• Los fenocristales de olivino en las andesitas y dacitas del Antuco I están corroídos, lo cual
indicaría desequilibrio. Además, están rodeados por pequeños cristales de ortopiroxeno,
sugiriendo la ocurrencia de la siguiente reacción:
olivino + líquido rico en sílice = ortopiroxeno.
La textura descrita sugiere que esta reacción se interrumpiría, antes de ser completada, por
el enfriamiento rápido del magma durante su ascenso (COX et al., 1979).
76
3.7 ACTIVIDAD EXPLOSIVA DEL VOLCAN ANTUCO
3.7.1 Introducción
Los primeros indicios de una actividad explosiva importante del Volcán Antuco fueron
mencionados por THIELE y MORENO (1995). Previo a esta fecha, sólo se habían descrito los
productos lávicos de este centro volcánico. THIELE y MORENO (1995) descubrieron, por lo
menos, tres flujos piroclásticos que descendieron por el valle del Río Laja. Reconocieron,
además, que las arenas negras de Trupán-Laja corresponden a flujos piroclásticos turbulentos,
de tipo oleadas piroclásticas húmedas, dirigidas lateralmente, que acompañaron a la erupción
freatomagmática, que provocó la avalancha volcánica del Volcán Antuco I.
El presente estudio ha permitido: a) encontrar y analizar distintos depósitos
piroclásticos, b) levantar columnas estratigráficas en diferentes lugares, c) determinar la
composición química de los depósitos de caída y d) obtener dataciones radiométricas, por
método de 14C, en materiales carbonosos encontrados en varios flujos piroclásticos.
77
Los únicos depósitos de caída, que pertenecen con certeza a los productos de la
actividad del Antuco I, son los encontrados, en forma de lente, emparedados por dos morrenas,
en un corte del camino internacional, a 3 km al S del Lago Laja (Foto 17) (210199-3). Estas
morrenas son productos de la última glaciación, la cual terminó hace 15.000 años.
Corresponde a un nivel de pómez basal, de 15 cm de espesor máximo, bajo un nivel de escoria
cuya potencia máxima alcanza los 65 cm. Mientras la pómez es de composición dacítica, la
escoria es de composición andesítico-basáltica.
Foto 17: Lente de pómez (base) y escoria (techo), dispuesto entre dos morrenas de la
última glaciación. Se indica el movimiento del hielo que va de NW a SE.
La secuencia de mayor registro se ubica, en otro corte de camino, en las cercanías del
Paso Pichachén (200199-2) (Foto 18). La columna, correspondiente a esta secuencia, se
muestra en la Figura 6. Se trata de una alternancia de flujos piroclásticos y depósitos de caída.
La composición de estos últimos varía entre basáltica y andesítica (escoria y pómez,
respectivamente) (Tabla 4). No se sabe si esta secuencia es producto de la actividad del
Antuco I o del II.
79
Foto 18: Secuencia piroclástica observada en el Sector Paso Pichachén. Corresponde a la
columna de la Figura 6 y se trata de una alternancia entre flujos piroclásticos y
material de caída.
A orillas del Río Pino, 4 km al S del Lago Laja, se observa un interesante afloramiento
(Foto 19), descrito en la columna estratigráfica de la Figura 7 (210199-2). Se trata de un
potente paquete de sedimentos glaciolacustres (>25 m) que yace bajo un depósito morrénico,
sobre el cual se disponen distintos tipos de depósitos piroclásticos. Los sedimentos
glaciolacustres se depositaron, probablemente, durante el período de cese del volcanismo en la
zona, es decir, entre el término de actividad volcánica de la Sierra Velluda (300.000 A.P.) y el
nacimiento del Volcán Antuco (130.000 A.P.; MORENO et al., 1984), lo cual correspondería
a la Edad Glacial Riss. Los depósitos de caída de la secuencia son de composición andesítico-
basáltica. Se distinguen dos niveles, el superior corresponde a escoria, mientras que el inferior
se describe como pómez, debido a su color (Tabla 4). No es posible asignar estos depósitos a
alguna de las unidades del Volcán Antuco.
80
Foto 19: Afloramiento a orillas del Río Pino cuya secuencia está detallada en la columna
de la Figura 7.
Los piroclastos de caída examinados, que con mayor seguridad son producto de la
actividad explosiva del Volcán Antuco II, son aquellos del Sector Estero Correntoso (Figura
8), los cuales se ubican, estratigráficamente, sobre el depósito morrénico de la secuencia
descrita a 3 km al S del Lago Laja (Foto 17). Corresponden a dos niveles delgados de escoria,
de composición basáltica (Muestra 210199-4e), separados por un flujo piroclástico y
dispuestos sobre un nivel de ceniza basal.
En el valle del Estero Pichicoyahue, 2 km al W del Paso Pichachén, el material de
caída, encontrado en superficie, corresponde a bombas escoriáceas de composición basáltica y
pómez andesítica de la última erupción del Volcán Antuco (200199-1). Las bombas gradan a
lapilli grueso, fino y, finalmente, ceniza en profundidad y todo este evento eruptivo tiene un
espesor de 9 cm. Esta gradación inversa se puede explicar por el cambio en la dirección del
viento durante la erupción o por una evolución de pacífica a violenta durante la actividad.
83
recopiladas de PETIT-BREUILH (1999) no hay ningún indicio de ocurrencia de flujos
piroclásticos. Además, la posición de la secuencia sobre una terraza antigua del Río Laja, a
100 m sobre el nivel actual de este, indica que el depósito debe ser de una edad mucho mayor.
En el borde N del valle, 6 km al NW del sector anterior y 5 km al W de la confluencia
de los ríos Polcura y Laja, aflora otro flujo piroclástico que contiene carbón y que dio una
edad de 60±60 A.P. (Muestra 260199-2c). Este flujo descansa sobre una terraza fluvial
antigua, la cual, en otro sector, se apoya sobre los depósitos de la avalancha volcánica. La
edad obtenida tampoco parece acercarse a la real, dado que un flujo piroclástico no habría
pasado desapercibido por la población y habría figurado dentro de la información reunida por
PETIT-BREUILH (1999). Los malos resultados pueden deberse a que el carbón muestreado
no es producto del flujo piroclástico sino que consecuencia de un incendio posterior.
86
4 HISTORIA GEOLOGICA
88
Según THIELE y MORENO (1995), el Cono Poligénico de Quilleco, que corresponde
a un extenso abanico que se extiende hacia el oeste, alcanzando la Depresión Central, se habría
originado antes de la última glaciación (Würm). Está constituido por materiales que
representan las facies mixtas volcanoclásticas y sedimentarias de engrane con las secuencias
volcánicas pleistocenas de la región, es decir, de la Sierra Velluda, Cordillera Lagunillas y
Cerro Pan de Azúcar, que afloran inmediatamente al oeste del área de estudio. La unidad
inferior de este cono corresponde a sucesivos flujos piroclásticos y laháricos, combinados con
sedimentos sinvolcánicos, que condicionan la acumulación de secuencias volcanoclásticas
medias y distales, actualmente muy consolidadas. Flujos de corrientes, con un régimen de alta
energía, originaron depósitos fluviales con intercalaciones volcanoclásticas distales (unidad
superior). Estos materiales están muy meteorizados, formando rodados multicolores. Según
Mac PHAIL (1966), este evento habría ocurrido hace 15.000±500 años A.P., pero una
datación de 14C, realizada por THIELE y MORENO (1995), arrojó una edad de 27.260±230
años de antigüedad. Sin embargo, los últimos autores sostienen que el Cono de Quilleco es
mucho más antiguo dado sus rasgos geomorfológicos, el grado de erosión y meteorización de
los materiales y su engrane con rocas volcánicas pleistocenas.
Las primeras erupciones del Volcán Antuco se habrían producido a través de una fisura
de dirección NE, ubicada en el ancho valle glacial situado al norte del Volcán Sierra Velluda.
Las sucesivas efusiones de lavas basálticas, andesítico-basálticas, andesíticas y dacíticas, con
algunas intercalaciones laháricas y piroclásticas, originaron un estratovolcán de unos 2.500 m
de altura y 12 km de diámetro basal, llamado Volcán Antuco I o Volcán Laja de BRÜGGEN
(1942). Los productos de este volcán fluyeron hacia el W por el primitivo valle glacial,
alcanzando la localidad de Abanico, cubriendo, además, gran parte del valle cordillerano,
actualmente ocupado por el Lago Laja.
Dataciones realizadas por MORENO et al. (1984) en lavas basálticas y andesítico-
basálticas de la unidad inferior del Antuco I dan edades que fluctúan entre 83±46 mil años y
menos de 100 mil años. Según estos datos, las erupciones del Volcán Antuco I se habrían
89
iniciado durante el Interglacial Riss-Würm (130-90 mil años A.P.), continuando durante la
Glaciación Würm, cuyo máximo avance se produjo hace 60 mil años (MERCER, 1976 en
MORENO et al., 1984). Lo anterior está apoyado por las intercalaciones laháricas existentes
en las lavas del Antuco I. Además, la unidad inferior del Volcán Antuco I muestra huellas
dejadas por erosión glacial, por lo que la Glaciación Würm la afectó en forma parcial. La
actividad del Volcán Antuco I habría continuado, ininterrumpidamente, hasta principios del
Postglacial, basándose en las coladas más recientes que tuvieron especial desarrollo hacia el
flanco norte del cono. El Volcán Antuco I generó, además, flujos piroclásticos pumicíticos a
principios del Postglacial, los cuales se distribuyeron hacia el valle superior del Laja, donde
alcanzan hasta 5 m de espesor.
El desarrollo del Antuco I culminó con el colapso del cono y su deslizamiento aguas
abajo por el valle del Río Laja, dejando una caldera volcánica de 4 km de diámetro
(MORENO et al., 1984). Con respecto al mecanismo que generó esta caldera hay que destacar
los siguientes antecedentes:
DOMEYKO (1845) postula que el edificio del Antuco había sufrido levantamientos
acompañados por fracturas circulares y un gran deslizamiento.
Mac PHAIL (1966) señala que una erupción del Volcán Antuco provocó el colapso de
su parte superior occidental y dio origen a un gran deslizamiento, representando el Cerro
Cóndor una fracción del lado oeste del volcán. El mismo autor asume que este proceso fue
similar al experimentado por el Volcán Bandai-San en Japón, el cual tuvo una erupción
catastrófica en 1888.
VERGARA y KATSUI (1969) postulan que el Cerro Cóndor es un antiguo volcán y
clasifican a la caldera como una caldera de colapso tipo Glencoe, debido a la falta de una gran
erupción de pómez y ceniza de naturaleza ácida, como sucede en el tipo Krakatoa. La caldera
de tipo Glencoe se origina por un colapso del cono, gatillado por un mecanismo de vaciado de
la cámara magmática, lo cual provoca una gran efusión de lavas.
ABELE (1981) postula que la gran avalancha volcánica del Antuco provocó la
formación de su caldera de 4 km de diámetro, abierta hacia el oeste. El señaló que esta caldera
era similar a aquella dejada por la erupción de 1980 del Volcán Santa Helena (EE.UU.).
MORENO et al. (1984) postulan que el mecanismo de generación de la caldera en el
Volcán Antuco I sería una combinación de los mecanismos que originaron las calderas del
90
Monte Santa Helena (1980) y Bandai-San (1888). En el primer caso, los magmas, de
composición intermedia a ácida (andesítica-dacítica) y viscosidad moderada a alta, a medida
que ascendían e intruían en el edificio volcánico, provocaron una protuberancia en su flanco
norte. Esta creció en tamaño hasta alcanzar una notable inestabilidad gravitacional. A
consecuencia de un sismo de grado 5 se produjo su derrumbe, acompañado por una violenta
explosión lateral y la expulsión de abundantes piroclastos ácidos. Este evento catastrófico fue
el que generó una caldera en forma de herradura. En el caso del Volcán Bandai-San, en Japón,
se abrió una fisura antigua en su base, lo que permitió el ingreso de grandes volúmenes de
agua subterránea. El contacto entre éstas y los magmas ascendentes, produjeron violentas
explosiones freáticas, que causaron el desplome de uno de los flancos del volcán en el plano
de la fisura, originando un gran anfiteatro y depósitos de avalancha.
Según MORENO et al. (1984), en el caso del Volcán Antuco, la fisura NE, que en
parte controla la distribución actual de algunos centros de emisión del Antuco II, habría
permitido la entrada de aguas subterráneas provenientes del Lago Laja. Las grandes
explosiones freáticas resultantes habrían provocado el colapso del flanco occidental y cumbre
del Volcán Antuco I, formándose un anfiteatro de 4 km de diámetro en dirección NS y grandes
depósitos de deslizamientos aguas abajo del valle del Río Laja.
THIELE y MORENO (1995) agregan que el colapso originó una voluminosa
avalancha, que descendió, por lo menos, unos 20 km a lo largo del valle del Laja. La
generación de esta avalancha estuvo acompañada, casi simultáneamente, por descargas de
flujos piroclásticos turbulentos (oleadas), dirigidas lateralmente, que generaron las arenas de
Trupán-Laja. Esta oleada, de características fría y húmeda, descendió también hacia el W, por
el valle del Río Laja, extendiéndose hasta una distancia de unos 60 km desde centro volcánico.
Su volumen mínimo estimado es de unos 5 km3, siendo una de las mayores a nivel mundial.
Las arenas de Trupán-Laja se mezclaron con grava fina y angulosa y se depositaron encima
del material de la avalancha y sobre una terraza muy antigua del Laja, encajada en los flancos
del valle y constituida por gravas arenosas, de tamaño grueso y de origen fluvial, con
intercalaciones de arenas moderadamente consolidadas. Estos depósitos corresponden a la
unidad inferior de las Terrazas Poligénicas de Trupán-Laja.
91
Según MORENO et al. (1984), este fenómeno cataclísmico, de corta duración, habría
ocurrido a comienzos del postglacial, hipótesis apoyada por una datación 14C, efectuada en un
resto de madera de un depósito asignado a la avalancha, fuera del área considerada, la cual dio
9.700±600 años (BAROZZI, comunicación verbal en MORENO et al., 1984). Sin embargo,
una datación 14C realizada en un tronco de coigüe encontrado en la avalancha, durante el
desarrollo del presente proyecto, dio un resultado de 6.250±60 A.P.
Según THIELE y MORENO (1995), parte de la avalancha del Volcán Antuco embalsó
el Lago Laja, cuyo nivel subió en unos 100 m. La ruptura posterior de este embalse originó, a
lo menos, tres aluviones o flujos de detritos, los cuales se encauzaron por la caja del Laja.
Hay evidencias que tanto la avalancha como la oleada experimentaron retrabajo y
redepositación. También se han encontrado depósitos aluvionales, generados por la ruptura de
lagos represados en los valles laterales al del Laja.
Posteriormente, la actividad volcánica, consistente en efusiones de lavas andesítico-
basálticas, continuó en el fondo del anfiteatro del Antuco I, probablemente a lo largo de
fisuras. Así se originó un nuevo cono al interior de la caldera, el Volcán Antuco II, producto
de continuas erupciones, cuyas efusiones alcanzaron hasta la localidad de Campamento Viejo,
aguas abajo por el valle del Río Laja (MORENO et al., 1984).
A partir de la evolución del Antuco II se produjo la emisión de, por lo menos, tres
flujos piroclásticos sucesivos que descendieron por el valle del Río Laja y se depositaron,
formando variados espesores (THIELE y MORENO, 1995). Cubren al Miembro Río Queuco
de la Formación Curamallín, a los materiales de la avalancha volcánica y a las Terrazas
Poligénicas de Trupán-Laja. En terreno se reconocieron estos flujos que corresponden a
depósitos piroclásticos homogéneos, no presentan estratificación interna y reflejan un régimen
de tipo flujo laminar. Están muy meteorizados y forman suelos arcillosos tipo trumao.
Las coladas de lavas se extendieron preferentemente hacia el oeste, pero algunas
rebalsaron el borde de la caldera (llamado somma, debido a que es similar al anfiteatro
alrededor del Vesubio, vestigio del antiguo Monte Somma) y escurrieron hacia el este y,
probablemente, hacia el sur.
Además, se instalaron pequeños centros de emisión adventicios en el Volcán Antuco II cuyos
productos son de composición basáltica y andesítico-basáltica. Estos depósitos dieron origen a
los centros La Herradura y Sin Nombre (NN), en el flanco oriental, y Los Pangues en el flanco
92
occidental. Este último emitió una colada de lava en el año 1845, la cual descendió por el valle
del Estero Los Pangues (PETIT-BREUILH, 1994).
Al mismo tiempo que crecía el Antuco II, ocurrían pequeños avances glaciales
(Neoglaciación Postglacial) y el valle superior del Laja experimentaba una prolongada y
profunda erosión fluvial. Este río desaguaba el inestable lago homónimo embalsado por las
sucesivas coladas. En un momento, que aún se desconoce, se produjo la ruptura del Lago Laja,
generándose un aluvión que arrasó todo el valle superior y originó un gigantesco abanico de
arenas negras dentro de la Depresión Central, principalmente retransportadas de la oleada
piroclástica. Parte del aluvión descendió por los ríos Laja, Itata y Biobío, alcanzando el
Océano Pacífico, donde formó grandes abanicos tipo “fan-deltas”. Debido a las corrientes
marinas y a los vientos que inciden preferentemente desde el SW, grandes volúmenes de
arenas basálticas fueron retransportados en un corto período de tiempo hacia el N, a lo largo
del litoral, por más de 250 km, dando lugar a extensas playas como Cobquecura, Constitución,
Curanipe, Pelluhue, Chanco y Vichuquén (36,5º a 35ºS).
El registro de actividad histórica del Volcán Antuco comienza en el año 1624 (PETIT-
BREUILH, 2000), en que se describe una erupción con eyección de ceniza. Hasta 1853,
cuando se produjo una erupción acompañada por flujos de lava que alcanzaron el Lago Laja
(Subunidad II5), ocurren erupciones en los años 1713, 1739, 1750, 1752, 1758, 1786, 1806,
1820, 1828, 1835, 1839, 1845 y 1848. La mayoría de los eventos anteriores consisten en
erupciones de piroclastos, de tipo estromboliano. Unicamente al término de la erupción del
año 1820 se generó un lahar que bajó por el valle del Río Laja. Solamente durante la actividad
de los años 1828 y 1845 las erupciones son acompañadas por emisiones de lava.
Durante la erupción de 1853 se generó una colada de lava basáltica que embalsó el
Lago Laja, elevando su nivel en 20 m, alcanzando su cota actual.
Con posterioridad, se registraron erupciones débiles en los años 1861, 1862 y 1863,
todas las cuales habrían ocurrido en el conito piroclástico, denominado Sombrerito, de la cima
del volcán. Durante la erupción de 1861 se generó una colada de lava, la cual, según PETIT-
BREUILH (1994), no llegó a la base del cono. Después del año 1863, la actividad es
esencialmente fumarólica, con excepción de la erupción del año 1911, donde se forma una
pequeña columna eruptiva con expulsión de cenizas (PETIT-BREUILH, 1994).
93
Actualmente, el volcán presenta una débil fumarola intermitente en su pequeño cráter ubicado
en el borde norte de su cima (MORENO et al., 1984).
94
5 GEOQUIMICA DEL VOLCAN ANTUCO
5.1 INTRODUCCION
95
Tabla 5: Abundancia de elementos mayores en lavas del Volcán Antuco I.
96
Nº Muestra 051177-01 230199-5 230199-10 051177-01 H-125 H-114
Referencia LLE et al. este trabajo este trabajo LLE et al. Vergara et al. Vergara et al.
(1981) (1981) (1985) (1985)
Unidad QvaI2 QvaI1 QvaI1 QvaI2 QvaI QvaI
Tipo Lava Lava Lava Lava Lava Lava
Ubicación N 5858,7 5854,1 5853,8 5858,7 5854,1 5853,9
(U.T.M.) E 283,6 292,4 292,3 283,6 296,1 292,3
Sector Bocatoma Estero El Estero El Bocatoma Los Barros Estero El
Aguado Aguado Aguado
Datación (K-Ar) <100 ka <124 ka
SiO2 (% p/p) 54,88 54,95 55,12 55,19 55,48 55,48
TiO2 1,33 1,17 1,08 1,38 1,53 1,17
Al2O3 16,50 17,43 17,67 16,99 17,70 18,38
Fe2O3 (total) 11,05 7,32 7,28 11,06 10,43 8,41
MnO 0,19 0,12 0,12 - 0,16 0,12
MgO 3,28 4,10 4,76 3,35 2,80 3,46
CaO 7,25 7,92 7,52 7,41 6,61 6,98
Na2O 4,44 4,09 3,76 3,92 4,69 4,11
K2O 0,84 1,44 1,33 0,86 1,28 1,47
P2O5 0,21 0,29 0,26 0,24 0,29 0,28
ppc 0,28 0,30 0,32 - 0,41 0,79
Suma 100,25 99,96 99,72 100,40 101,38 100,65
Mg# 0,37 0,53 0,56 0,38 0,35 0,45
Referencia este trabajo Vergara et al. este trabajo este trabajo este trabajo este trabajo este trabajo
(1985)
Unidad QvaI1 QvaI QvaI1 QvaI1 Qva I1 QvaI1 QvaI1
Tipo Lava Lava Lava Lava Dique Lava Filón manto
Ubicación N 5857,3 5855,4 5859,4 5857,3 5857,5 5857,4 5854,5
(U.T.M.) E 296,9 297,6 296,9 296,9 297,0 296,9 292,6
Sector Agua flanco este Agua Agua Agua Agua Estero El
Enterrada Volcán Antuco Enterrada Enterrada Enterrada Enterrada Aguado
Datación (K-Ar) 83 ± 46 ka
SiO2 (% p/p) 58,10 59,46 59,63 63,05 63,12 64,40 65,08
TiO2 1,11 1,00 1,06 0,76 0,72 0,73 0,68
Al2O3 17,89 18,70 17,43 16,48 16,78 16,11 16,40
Fe2O3 (total) 6,50 6,88 6,27 5,38 5,74 5,36 4,48
MnO 0,17 0,14 0,16 0,16 0,16 0,15 0,11
MgO 2,08 2,00 2,18 1,35 1,28 1,27 1,15
CaO 5,43 5,39 5,29 3,92 3,62 3,60 3,70
Na2O 4,78 4,84 5,03 5,25 5,36 5,09 4,66
K2O 1,70 1,40 1,70 2,28 2,35 2,27 2,70
P2O5 0,40 0,29 0,37 0,27 0,27 0,27 0,26
ppc 1,25 0,37 0,24 0,67 0,35 0,48 0,31
Suma 99,89 100,47 99,86 99,97 100,15 100,09 99,79
Mg# 0,39 0,37 0,41 0,33 0,31 0,32 0,34
97
Tabla 6: Abundancia de elementos mayores en lavas del Volcán Antuco II.
Referencia este trabajo este trabajo este trabajo LLE et al. este trabajo este trabajo este trabajo
(1981)
Unidad QvaII5 QvaII3 QvaII2 QvaII4 QvaII QvaII1 QvaII1
Tipo Lava Lava Lava Lava Lava Lava Lava
Ubicación N 5860,5 5858,6 5852,9 5860,0 5852,6 5858,7 5859,0
(U.T.M.) E 290,6 296,6 292,3 289,2 292,4 282,9 282,3
Sector Embarcadero La Estero El Casa de Estero El Estero Estero
Herradura Aguado Válvulas Aguado Trubunleo Trubunleo
SiO2 (% p/p) 50,88 52,10 52,20 52,86 52,88 55,24 56,80
TiO2 0,98 1,11 1,10 0,99 1,08 1,56 1,48
Al2O3 17,68 19,50 19,50 17,22 19,45 16,80 16,41
Fe2O3 (total) 9,61 8,08 7,43 10,51 8,55 9,36 8,50
MnO 0,14 0,14 0,13 0,17 0,15 0,17 0,17
MgO 7,46 3,70 4,29 6,78 4,39 3,08 2,89
CaO 8,80 9,40 9,01 8,15 9,08 6,71 6,63
Na2O 3,33 3,79 4,01 3,43 3,80 4,45 4,42
K2O 0,79 0,72 0,73 0,67 0,72 1,12 1,18
P2O5 0,21 0,19 0,22 0,23 0,22 0,31 0,29
ppc. 0,42 0,57 0,45 0,20 - 0,23 0,50
Suma 100,30 99,79 99,66 101,21 100,32 99,03 99,27
Mg# 0,61 0,48 0,53 0,56 0,50 0,39 0,40
Referencia este trabajo LLE et al. este trabajo LLE et al. LLE et al.
(1981) (1981) (1981)
Unidad Qcvlh Qcvlp Qcvnn Qcvlh Qcvlh
Tipo Lava Lava Lava Lava Lava
Ubicación N 5859,3 5858,6 5854,5 5859,3 5859,3
(U.T.M.) E 296,2 284,8 296,9 296,2 296,2
98
Tabla 8: Abundancia de elementos mayores en depósitos de piroclastos de caída del
Volcán Antuco.
99
Nº Muestra 220199-3p 200199-1B
Unidad QvaII QvaII
Ubicación N 5861,3 5852,5
(U.T.M.) E 289,4 310,4
Sector El Toro Estero
Pichicoyahue
SiO2 (% p/p) 51,05 57,55
TiO2 1,22 1,00
Al2O3 19,36 18,20
Fe2O3 (total) 8,20 6,78
MnO 0,14 0,17
MgO 3,18 1,60
CaO 6,63 4,11
Na2O 4,02 4,73
K2O 0,88 1,35
P2O5 0,28 0,31
ppc 4,28 3,79
Suma 99,24 99,59
Mg# 0,43 0,32
100
Para los diagramas, que se presentan a continuación, se normalizaron a 100% los
resultados de todos los análisis químicos, sin considerar los contenidos de pérdida por
calcinación (ppc), dado que éstos, sobre todo en las muestras de los piroclastos de caída, son
elevados (ppc hasta 5,5%). Los contenidos normalizados de los óxidos se indican con el
símbolo ( )N, por ejemplo, (K2O)N.
El contenido de sílice en las lavas colectadas del Antuco I varía entre 51 y 65%
(basaltos a dacitas), mientras que las muestras de las unidades más nuevas (Antuco II y centros
adventicios) tienen un rango más restringido (50 a 57%, es decir, basaltos y andesitas
basálticas) (Fig. 11 y 12). Las muestras de composición dacítica del Antuco I (4 muestras)
corresponden, en 2 casos, a coladas de lavas, la tercera es un dique y la cuarta es un filón
manto con anfíboles (Tabla 5).
Dado que los piroclastos de caída tienen características geoquímicas similares a las de
las unidades rocosas, sus composiciones se plotearon en los mismos diagramas
discriminatorios del resto de las muestras analizadas del Volcán Antuco. Por otra parte, debido
a que se desconoce, en muchos casos, si estos productos provienen del Antuco I o II, ellos se
representan con un solo símbolo. Los piroclastos analizados presentan una composición
100
bimodal, ubicándose en los rangos de 50,67 a 55,46% de (SiO2)N y 58,30 a 62,28% de (SiO2)N
(Fig. 11 y 12).
Figura 11: Diagrama álcalis total versus sílice. La línea gruesa corresponde al límite
entre las series alcalina y subalcalina de IRVINE y BARAGAR (1971); las
segmentadas limitan el campo de alto aluminio definido por KUNO (1966).
En este diagrama se observa que las distintas unidades del Volcán Antuco se
ubican en el campo subalcalino. Dentro de este, la mayoría de las rocas del
Volcán Antuco se distribuyen en el campo de alto aluminio.
Las muestras analizadas del Volcán Antuco (lavas, diques, un filón manto y piroclastos
de caída) son subalcalinas (Fig. 11). Para contenidos de SiO2 < 57%, las rocas del Antuco I y
las del II son semejantes en sus abundancias de álcalis, presentando un contenido total
normalizado de éstos en el rango de 3,85 a 5,91% en peso. Los piroclastos de caída, de
composiciones más básicas (SiO2 < 55,5%) se ubican en el mismo rango (3,64 a 5,31% en
peso normalizado). Como es de esperar, el contenido de álcalis se incrementa con el de SiO2
(Fig. 11). Así, en las andesitas del Antuco I el contenido varía entre 6,23 y 6,79% en peso y en
las dacitas del Antuco I fluctúa entre 7,42 y 7,76% en peso (ambos normalizados). En las
101
composiciones más evolucionadas de los piroclastos de caída, sus abundancias en álcalis se
extienden entre los 6,34 y 6,99% en peso normalizado, siendo semejantes a la de las lavas de
igual contenido en SiO2.
Prácticamente todas las muestras del Volcán Antuco, incluidos los piroclastos de caída,
se ubican en el campo de alto Al, definido por KUNO (1966), pero las muestras más
diferenciadas del Antuco I se encuentran sobre éste (Fig. 11).
En el diagrama AFM (Fig. 13), la mayoría de las muestras analizadas pertenece a la
serie calcoalcalina, definida por IRVINE Y BARAGAR (1971). Sólo algunas muestras del
Antuco I (051177-1, 010283-6 y H-125) y de los piroclastos de caída (200199-2De, 210199-
2e y 210199-2p) se ubican en el campo toleítico. Esto no significa necesariamente que estas
muestras sean realmente toleíticas, sino que podría reflejar problemas en el análisis químico.
Por ejemplo, las muestras de piroclastos presentan altos contenidos de pérdida de calcinación,
por lo que su normalización a 100% puede inducir un error en los contenidos de los óxidos.
Además, las seis muestras mencionadas se ubican cerca del límite propuesto por IRVINE y
BARAGAR (1971), el cual es un límite de tipo estadístico. Si se consideraran los límites
definidos por KUNO (1968), prácticamente todas las muestras del Volcán Antuco (excepto
210199-2e y 210199-2p, que son piroclastos y las cuales no definen una serie) se ubicarían en
el campo calcoalcalino. El estudio de otras características geoquímicas, tanto de elementos
mayores como trazas (más adelante), muestra que el Volcán Antuco presenta un
comportamiento calcoalcalino típico.
En el esquema de clasificación K2O versus SiO2 de PECCERILLO y TAYLOR (1976)
(Fig. 12), las lavas y los piroclastos del Volcán Antuco se ubican en el campo de las rocas con
contenido medio de K. En cambio, la muestra del filón manto dacítico del Antuco I (230199-
1) es comparativamente más rica en K (2,72% en peso normalizado). Existe una buena
correlación positiva entre los contenidos de K2O y SiO2 de las muestras analizadas aunque las
lavas del Antuco I presentan una variación más amplia en el contenido de (K2O)N (0,67 a
2,31% en peso) que las del Antuco II, incluyendo los centros adventicios (0,66 a 1,19% en
peso). Esto es lógico puesto que el Antuco I muestra mayor rango de sílice que las otras
unidades de este centro volcánico. La relación K2O-SiO2 en los piroclastos es semejante a la
exhibida por el resto de las muestras.
102
Todos los basaltos del Volcán Antuco tienen un alto contenido de Al2O3 (> 17% en
peso), de CaO (> 8% en peso) y un bajo contenido de TiO2 (< 1,2% en peso) y un contenido
relativamente bajo de K2O (< 1% en peso). Los contenidos de (MgO)N para estas rocas varían
entre 3,92 a 7,47 % en peso y el número magnesiano (Mg#) es < 0,65 (ver tablas 5, 6 y 7).
Estas características son típicas de los basaltos de arcos de islas y margen continentales
circumpacíficos (EWART, 1976).
103
Figura 13: Diagrama AFM para las muestras del Volcán Antuco. El límite entre los
campos toleítico y calcoalcalino es el propuesto por IRVINE y BARAGAR
(1971).
104
fraccionamiento de distintas fases minerales. Sin embargo, hay que tener en cuenta que son
pocas las muestras de composiciones más diferenciadas (de hecho, corresponden sólo a
productos del Antuco I), lo que también influye en la contracción de los campos. Además, el
Antuco I tiene una historia mucho más larga que el Antuco II (aproximadamente, 124.000
años versus 6.000 años, respectivamente), por lo que es imposible que las muestras
correspondan a un solo episodio volcánico.
Figura 14: Diagramas de Harker para el Volcán Antuco (valores en % p/p).
1,8 12
TiO2 Fe2O3
11
1,6
10
1,4
9
1,2 8
7
1,0
6 Antuco I
Antuco I
Antuco II Antuco II
0,8
Centros adventicios 5 Centros adventicios
Piroclastos de caída Piroclastos de caída
0,6 4
49 51 53 55 57 59 61 63 65 67 49 51 53 55 57 59 61 63 65 67
SiO2 SiO2
22 11
Al2O3 CaO
10
21
9
20
8
19 7
18 6
5
17
Antuco I
Antuco I 4
Antuco II
Antuco II
16
Centros adventicios 3 Centros adventicios
Piroclastos de caída Piroclastos de caída
15 2
49 51 53 55 57 59 61 63 65 67 49 51 53 55 57 59 61 63 65 67
SiO2 SiO2
105
8 5,8
MgO Na2O
7
5,3
6
4,8
4,3
3,8
3
Antuco I
Antuco I
Antuco II
Antuco II 3,3
2 Centros adventicios
Centros adventicios
Piroclastos de caída
Piroclastos de caída
1 2,8
49 51 53 55 57 59 61 63 65 67 49 51 53 55 57 59 61 63 65 67
3,2 SiO2 0,45 SiO2
K2O P2O5
0,40
2,7
0,35
2,2
0,30
1,7
0,25
1,2
0,20
Antuco I Antuco I
0,7 Antuco II Antuco II
0,15
Centros adventicios Centros adventicios
Piroclastos de caída Piroclastos de caída
0,2 0,10
49 51 53 55 57 59 61 63 65 67 49 51 53 55 57 59 61 63 65 67
SiO2 SiO2
a) TiO2
Los datos presentan un cierto grado de dispersión, el cual es mayor en las muestras más
básicas. En las lavas existe una tendencia del TiO2 a aumentar hasta los 56% de (SiO2)N,
aproximadamente, y luego el contenido del mismo disminuye hacia los productos efusivos
más diferenciados. En los piroclastos de caída, el TiO2 muestra una tendencia similar, pero su
abundancia máxima se alcanza alrededor de los 55% de (SiO2)N.
b) Fe2O3
Los datos son bastante dispersos, particularmente en las muestras más básicas. Sin
embargo, en este diagrama se puede observar que el contenido de Fe2O3 tiende a disminuir
linealmente, al aumentar la abundancia de SiO2.
106
c) Al2O3
Los contenidos de este óxido en las lavas son muy variables al cambiar la abundancia en
SiO2, sobre todo en las muestras con (SiO2)N < 56%. Sin embargo, en términos generales, el
contenido de Al tiende a disminuir al aumentar el contenido de sílice. En el caso del Antuco II,
las muestras con un contenido de (Al2O3)N > 19% en peso son más ricas en fenocristales de
plagioclasa que las que presentan (Al2O3)N < 19%. En el caso del Antuco I, es más difícil
comprobar esta relación, ya que muchas de las muestras enriquecidas en Al provienen de
trabajos anteriores, desconociéndose sus características petrográficas.
Los piroclastos de caída tienden a ser más ricos en (Al2O3)N que las lavas y diques con
igual contenido de (SiO2)N.
d) CaO
En el diagrama de CaO versus SiO2 se observa que las muestras de lava y de piroclastos
del Volcán Antuco forman prácticamente una sola población, en la que el CaO tiende a
disminuir, linealmente, al aumentar el contenido de SiO2. Las muestras con mayor contenido
de (CaO)N no corresponden a las más enriquecidas en Al, por lo que no reflejarían una
acumulación de plagioclasa.
e) MgO
En las muestras del Volcán Antuco, el contenido de MgO tiende a disminuir al aumentar el
grado de diferenciación. Se observa que en el rango más básico, la pendiente de disminución
es más fuerte que en las composiciones más enriquecidas en sílice. Este cambio de pendiente
se produce cerca de los 55% de (SiO2)N.
f) Na2O y K2O
La abundancia de ambos óxidos tiende a aumentar con el incremento del contenido de
SiO2. Los campos de los piroclastos de caída y de las lavas del Volcán Antuco coinciden en un
amplio rango, llegando los productos lávicos del Antuco I a composiciones más diferenciadas.
107
g) P2O5
Los datos de (P2O5)N presentan un cierto grado de dispersión, pero tanto en los piroclastos
de caída como en las unidades lávicas del Volcán Antuco el (P2O5)N tiende a aumentar con el
incremento de SiO2 hasta alcanzar un máximo; luego decrece al aumentar el grado de
diferenciación. Este cambio en la tendencia se produce a los 58% de (SiO2)N,
aproximadamente.
5.2.3 Discusión
En base a los diagramas de Harker, se pueden inferir distintos procesos que han
ocurrido durante la evolución de los magmas del Volcán Antuco:
1. La distribución de los datos de las unidades rocosas del Volcán Antuco en los
diagramas de Harker coincide, generalmente, con la presentada por los piroclastos de
caída. Se puede deducir, por lo tanto, que corresponden al mismo magma.
2. El Fe se comporta como elemento compatible, ya que su tendencia general en los
diagramas de Harker es disminuir al aumentar el contenido de SiO2. Este elemento se
incorpora, principalmente, en la magnetita, por lo que la tendencia indica un
fraccionamiento de este mineral en todo el rango composicional.
3. En el diagrama de Ti se observa que este elemento es incompatible hasta alcanzar un
contenido de (SiO2)N cercano a los 55%, en el caso de los piroclastos de caída, y
cercano a los 56%, para las unidades rocosas del Volcán Antuco. Superados estos
máximos, su abundancia decrece, lo cual refleja que es compatibles y se incorpora,
probablemente, a la estructura de la magnetita para formar titanomagnetita.
4. El Na y K se comportan enteramente como elementos incompatibles ya que sus
abundancias aumentan con el incremento de SiO2, tanto en las lavas como en los
piroclastos.
5. El Mg, en general, es compatible, ya que su contenido disminuye con el incremento de
SiO2. Sin embargo, la disminución es más rápida en el rango de 50 a 55% de (SiO2)N
que en el rango de 55 a 66% de (SiO2)N. Esto puede indicar que existe un predominio
del fraccionamiento de olivino sobre clinopiroxeno en el rango básico y un predominio
108
del fraccionamiento de este último sobre el primero hacia las composiciones más
diferenciadas.
6. Tanto el contenido de Al como el de Ca disminuyen al aumentar el contenido de SiO2,
lo cual sugiere un fraccionamiento significativo de plagioclasa.
7. El P se comporta como un elemento incompatible durante las primeras etapas de
diferenciación (hasta los 58% de (SiO2)N), pero luego sus contenidos disminuyen
cuando empieza a cristalizar y fraccionarse apatito, al evolucionar el magma.
109
- la diferencia o similitud entre la carga del elemento mayor que forma parte de la estructura
de un determinado mineral y la carga del elemento traza que sustituye al anterior,
- la diferencia o similitud entre el radio iónico del elemento mayor que forma parte de la
estructura de un determinado mineral y el radio iónico del elemento traza que sustituye al
anterior,
- su electronegatividad y
- las características del sitio donde dicho elemento se quiere incorporar (sitio octahédrico,
tetrahédrico).
110
Tabla 9: Abundancia de elementos trazas en lavas del Volcán Antuco I.
110
Nº Muestra 260199-3 250199-10 051177-05 17C 211098-04 010283-02
Referencia este trabajo este trabajo López-Escobar Déruelle este trabajo LLE et al.
(LLE) et al. (1979) (1981)
(1981)
Unidad Av. Volc. QvaI1 QvaI2 QvaI3 QvaI2 QvaI
Tipo Clasto Lava Lava Lava Lava
Ubicación N 5864,2 5857,5 5861,6 5861,3 5861,7
(U.T.M.)
E 275,4 297,0 291,8 291,1 292,2
Sector valle del Río Agua Refugio U. de Refugio U. de
Laja Enterrada Concepción Concepción
SiO2 (% p/p) 52,50 52,65 52,80 52,89 53,38 53,80
Ti (ppm) 6715 5636 6116 6415 8694 8573
P 916 655 829 567 1117 1178
K 7469 8135 6475 6889 7139 7885
Rb 23 22
Cs 1,20 1,08
Sr 524 469 589 481 427 430
Ba 257 221 260 228 257 250
Ga 19
Pb 7
Sb 0,24
Sc 29 24 27,64 23 29 27
V 259 175 186 221 259 18
Cr 53 129 128,60 81 24 30
Co 25 26 31,7 28 21 25
Ni 18 74 100 42 16 16
Cu 30 40 32 73 62
Zn 74 70 72,1 96 101
Y 18 13 15,9 24 24
Zr 90 85 87,3 121 102 106
Nb 2,6 8
Hf 3 2 1,77 2,58 3,5 2
Ta 0,18
Th 2 4 2,32 1,99 3 3
U 0,49
La 13 10 10,6 9,3 11 10
Ce 32 25 26,30 21 28 26
Pr
Nd 18 13 14,70 20 19
Sm 3,91 2,69 3,10 4,01 4,02
Eu 1,11 0,92 1,17 1,12 1,43 1,22
Gd 3,65 2,68 4,43 4,12
Tb 0,56 0,51
Dy 3,72 2,63 4,4 4,59
Ho 0,7 0,53 0,7 0,9 0,94
Er 1,90 1,31 2,4 2,45
Tm
Yb 1,87 1,31 1,75 2,5 2,4
Lu 0,29 0,2 0,29 0,37 0,37
111
Nº Muestra 010283-06 250199-12 230199-2 051177-06 051177-01 230199-5
Referencia este trabajo este trabajo este trabajo LLE et al. LLE et al. este
(1981) (1981) trabajo
Unidad QvaI2 QvaI1 QvaI1 QvaI3 QvaI2 QvaI1
Tipo Lava Dique Lava Lava Lava
Ubicación N 5858,7 5858,0 5854,4 5858,7 5854,1
(U.T.M.)
E 283,6 296,6 292,5 283,6 292,4
Sector Bocatoma Agua Estero El Bocatoma Estero El
Enterrada Aguado Aguado
SiO2 (% p/p) 54,12 54,27 54,30 54,35 54,88 54,95
Ti (ppm) 8514 8694 7195 5575 7975 7015
P 916 1004 1222 742 916 1266
K 7056 8052 11456 5976 6973 11954
Rb 25 17
Cs 1,05 0,63
Sr 460 478 530 583 485 546
Ba 240 270 360 265 265 381
Ga 20 22,8
Pb 8 7
Sb
Sc 30 28 23 27,11 33,26 21
V 314 254 200 180 213 205
Cr 15 4 22 96,4 12,2 19
Co 25 23 24 31 24,5 25
Ni 10 6 29 100 40 33
Cu 83 39 48 48
Zn 114 96 84 76 83,1 84
Y 23,0 23 20 15,20 23,7 18
Zr 104,0 105 125 80,00 90,8 131
Nb 9 1,9 2,2
Hf 1 3 4 1,67 1,93 3,2
Ta
Th 1 3 4 2,02 2 4
U
La 9 14 21 9,8 9,98 20
Ce 23 33 46 24,1 25,2 44
Pr
Nd 17 20 24 14,5 14,6 24
Sm 3,64 4,64 4,75 3,01 2,91 4,36
Eu 1,25 1,5 1,4 1,07 1,38 1,36
Gd 3,7 4,39 4,34 4,01
Tb 0,47 0,7
Dy 4,08 4,58 3,99 3,64
Ho 0,88 0,94 0,75 0,7 0,9 0,71
Er 2,38 2,5 1,92 1,79
Tm
Yb 2,27 2,54 1,96 1,59 2,41 1,78
Lu 0,35 0,38 0,29 0,31 0,41 0,26
112
Nº Muestra 230199-10 310183-09 250199-2 17A 250199-4 17F
Referencia este este trabajo este Déruelle (datos este Déruelle (datos
trabajo trabajo inéditos) trabajo inéditos)
Unidad QvaI1 QvaI2 QvaI1 QvaI QvaI1 QvaI
Tipo Lava Lava Lava Lava Bloque Caído
Ubicación N 5853,8 5856,4 5857,3 5859,4 5860,8
(U.T.M)
E 292,3 296,9 296,9 296,9 290,7
Sector Estero El Agua Agua
Aguado Enterrada Enterrada
SiO2 (% p/p) 55,12 57,98 58,10 58,38 59,63 60,07
Ti (ppm) 6476 5995 6655 7554 6356 7374
P 1135 1178 1746 1091 1615 1571
K 11041 12699 14113 10790 14113 10624
Rb 26 37
Cs 0,71 2,46
Sr 504 430 442 465 430 389
Ba 360 370 473 326 380 418
Ga
Pb
Sb 0,2 0,67
Sc 24 18 19 21,5 18 20,6
V 197 103 85 133 71 146
Cr 57 14 2 2 2 0
Co 24 14 16 13,9 15 3,4
Ni 46 8 5 8 0
Cu 48 12 10 10 11 13
Zn 87 77 102 87
Y 20 28 33 32
Zr 131 156 167 154 173 152
Nb 7 9 8
Hf 3,6 3 4,60 3,23 4,8 4,01
Ta 0,31 0,23
Th 4 4 4 3,73 5,00 3,18
U 1,01 0,86
La 19 14 21 13,2 21 14,2
Ce 43 34 49 26,2 50 31,9
Pr
Nd 22 24 29 28
Sm 4,40 4,74 6,17 5,65
Eu 1,35 1,40 1,81 1,81 1,64 2,16
Gd 3,98 4,83 5,77 5,61
Tb 0,73 0,95
Dy 3,86 5,14 5,86 5,80
Ho 0,77 1,06 1,23 1,22
Er 1,94 2,75 3,62 3,48
Tm
Yb 1,95 2,80 3,59 3,54
Lu 0,29 0,42 0,55 0,53
113
Nº Muestra 250199-3 250199-5 250199-1 230199-1
Referencia este trabajo este trabajo este trabajo este trabajo
Unidad QvaI1 QvaI1 QvaI1 QvaI1
Tipo Lava Dique Lava Filón manto
Ubicación N 5857,3 5857,5 5857,4 5854,5
(U.T.M.)
E 296,9 297,0 296,9 292,6
Sector Agua Enterrada Agua Enterrada Agua Enterrada Estero El Aguado
SiO2 (% p/p) 63,05 63,12 64,40 65,08
Ti (ppm) 4557 4317 4377 4077
P 1178 1178 1178 1135
K 18927 19508 18844 22414
Rb
Cs
Sr 340 345 305 330
Ba 430 483 510 570
Ga
Pb
Sb
Sc 13 13 12 8
V 27 25 30 292
Cr 2 12 2 2
Co 10 12 10 10
Ni 4 5 6 4
Cu 11 13 10 4
Zn 82 85 91 70
Y 33 35 33 21
Zr 170 240 206 194
Nb 7 6 7 8
Hf 5,8 6,3 5,9 4,5
Ta
Th 6 7 7 8
U
La 23 24 24 26
Ce 53 54 56 58
Pr
Nd 29 30 29 29
Sm 5,89 6,68 5,63 4,86
Eu 1,60 1,62 1,58 1,25
Gd 5,27 6,05 5,46 3,91
Tb
Dy 6,08 6,46 6,04 4,03
Ho 1,30 1,38 1,26 0,85
Er 3,74 3,94 3,64 2,39
Tm
Yb 3,70 4,06 3,67 2,45
Lu 0,57 0,61 0,57 0,37
114
Tabla 10: Abundancia de elementos trazas en lavas del Volcán Antuco II.
115
Nº Muestra 310183-06 211098-05 211098-06
Referencia este trabajo este trabajo este trabajo
Unidad Qva II Qva II1 Qva II1
Tipo Lava Lava Lava
Ubicación N 5852,6 5858,7 5859,0
(U.T.M.) E 292,4 282,9 282,3
Sector Estero El Aguado Estero Trubunleo Estero Trubunleo
SiO2 (% p/p) 52,88 55,24 56,80
Ti (ppm) 6476 9354 8874
P 960 1353 1266
K 5977 8995 9477
Rb 16
Cs
Sr 548 411 380
Ba 211 306 301
Ga 20,1
Pb 8,4
Sb
Sc 28 27
V 198 239 215
Cr 7 10
Co 22 18
Ni 25 10 11
Cu 91 91
Zn 85,1 126 97
Y 20,1 28 26
Zr 92,4 130 130
Nb 2,1 10 8
Hf 3,3 3
Ta
Th 3 3
U
La 14 14
Ce 36 36
Pr
Nd 23 22
Sm 4,98 5,03
Eu 1,60 1,57
Gd 5,48 5,43
Tb
Dy 5,26 5,16
Ho 1,00 1,04
Er 2,76 2,83
Tm
Yb 2,70 2,85
Lu 0,41 0,45
116
Tabla 11: Abundancia de elementos trazas en lavas de los distintos centros adventicios
del Volcán Antuco.
117
Tabla 12: Abundancia de elementos trazas en depósitos de piroclastos de caída del
Volcán Antuco.
118
Nº Muestra 200199-2Fp 210199-2p 200199-2B 200199-2Dp 210199-4e 200199-1A
Referencia este trabajo este trabajo este trabajo este trabajo este trabajo este trabajo
Unidad Antuco Antuco Antuco Antuco QvaII QvaII
Ubicación N 5852,2 5845,9 5852,2 5852,2 5847,3 5852,5
(U.T.M.) E 312,2 301,0 312,2 12,2 99,1 10,4
Sector Paso Río Pino Paso Paso Estero Estero
Pichachén Pichachén Pichachén Correntoso Pichicoyahue
SiO2 (% p/p) 56,22 56,80 58,98 59,36 48,60 50,58
Ti (ppm) 7734 5695 5935 5276 5755 7074
P 1615 1353 1440 1309 742 1091
K 13197 10956 11454 12450 4233 5644
Rb
Cs
Sr 328 332 380 298 456 491
Ba 441 432 400 436 243 225
Ga
Pb
Sb
Sc 20 16 16 17 30 28
V 122 39 94 37 159 226
Cr 7 9 8 6 170 22
Co 18 13 13 11 28 21
Ni 8 7 8 7 73 22
Cu 56 38 54 26 72 91
Zn 102 107 98 103 83 88
Y 32 34 27 34 18 20
Zr 184 165 165 187 84 85
Nb
Hf 4,5 5,6 3,9 4,3 2,5 3,1
Ta
Th 5 5 4 5 5 1
U
La 22 22 17 21 11 11
Ce 52 51 42 52 25 27
Pr
Nd 30 32 27 32 17 17
Sm 6,62 6,58 5,59 6,75 3,52 3,67
Eu 1,79 1,89 1,50 1,84 1,12 1,22
Gd 6,02 6,16 4,91 6,09 3,44 3,86
Tb
Dy 6,55 6,76 5,37 6,75 3,41 3,85
Ho 1,30 1,38 1,06 1,38 0,68 0,78
Er 3,65 3,96 2,95 3,91 1,88 2,11
Tm
Yb 3,60 3,90 2,85 3,86 1,86 2,06
Lu 0,57 0,61 0,45 0,58 0,28 0,32
119
Nº Muestra 220199-3p 200199-1B
Referencia este trabajo este trabajo
Unidad QvaII QvaII
Ubicación N 5861,3 5852,5
(U.T.M.) E 289,4 310,4
Sector El Toro Estero Pichicoyahue
SiO2 (% p/p) 51,05 57,55
Ti (ppm) 7314 5995
P 1222 1353
K 7304 11205
Rb
Cs
Sr 413 314
Ba 279 377
Ga
Pb
Sb
Sc 25 19
V 171 65
Cr 29 9
Co 22 13
Ni 18 5
Cu 64 49
Zn 80 90
Y 23 30
Zr 124 193
Nb
Hf 4,3 4,7
Ta
Th 3 5
U
La 15 21
Ce 36 50
Pr
Nd 22 28
Sm 4,64 5,84
Eu 1,41 1,65
Gd 4,52 5,40
Tb
Dy 4,40 5,87
Ho 0,93 1,20
Er 2,55 3,43
Tm
Yb 2,50 3,30
Lu 0,40 0,51
120
A continuación se analizan los resultados obtenidos en la determinación de elementos
trazas, en muestras del Volcán Antuco.
121
5.3.1 Elementos Trazas versus Sílice normalizada
• Elementos compatibles
a) Cr
Los contenidos de este elemento son muy variables en el rango de 49 a 55% de SiO2,
incluso para muestras que tienen similar abundancia en sílice (Fig. 15). No obstante, se
observa una tendencia descendente del Cr hacia las composiciones más diferenciadas y la
pendiente de disminución es más fuerte en el rango más básico (50-55% de SiO2) que en el
más silíceo (55-65% de SiO2). Los mayores contenidos (170 ppm) se registran tanto en
muestras de los centros adventicios como en las de los piroclastos de caída, y los valores
mínimos (2 ppm) se presentan en los productos más diferenciados del Antuco I.
b) Co
Este elemento tiende a disminuir al aumentar el grado de diferenciación (Fig. 15). Los
contenidos más altos (33-43 ppm) se observan en muestras de los centros adventicios y del
Antuco II con SiO2 < 53%. Muestras de estas unidades llegan a valores mínimos de 18 ppm,
alrededor de los 57% de sílice. En cambio, tanto los piroclastos de caída como las rocas
pertenecientes al Antuco I presentan un rango de Co que fluctúa entre 33 ppm en las rocas más
básicas y 10-12 ppm en las composiciones más silíceas (65% de SiO2, aproximadamente).
c) Ni
Este elemento muestra una distribución muy similar a la del Cr, es decir, existe una gran
dispersión de los datos, sobre todo en el rango más básico, pero su tendencia general es
disminuir al aumentar el contenido de sílice (Fig. 15). La pendiente de disminución es más
fuerte en el rango más básico que en el más enriquecido en sílice, produciéndose este cambio
de pendiente también a los 55% de SiO2. Los mayores contenidos (100 ppm) se registran tanto
en muestras del Volcán Antuco I como en las de los centros adventicios y los valores mínimos
(5-8 ppm) se reconocen en los productos más diferenciados del Antuco I y de los piroclastos
de caída.
122
d) Sc
Este elemento presenta una tendencia general a disminuir al aumentar el grado de
diferenciación (Fig. 15). Lo anterior se observa, sobre todo, en las muestras pertenecientes a
los piroclastos de caída y al Antuco I. Estas registran sus mayores contenidos (30-34 ppm) en
el rango más básico (50 y 55% de SiO2) y sus abundancias menores (8-15 ppm de Sc) se
observan en las composiciones más enriquecidas en SiO2 (62-65%). Las rocas del Antuco II y
de los centros adventicios tienen un rango de SiO2 más restringido (50-57%) y, por lo tanto,
su rango de Sc también lo es (20-28 ppm).
e) V
Muestra bastante dispersión, pero, en general, existe una tendencia a disminuir al
incrementarse el contenido de sílice. Este comportamiento se observa mejor en las muestras
del Antuco I y de los piroclastos de caída que en muestras del Antuco II y de los centros
adventicios, dado el mayor rango de SiO2 de los primeros. Los contenidos máximos de V son
de 300 ppm y los mínimos alcanzan 25 a 30 ppm en muestras con SiO2 > 63%.
f) Sr
Los datos presentan un cierto grado de dispersión, pero, en general, el contenido de Sr
disminuye al aumentar el grado de diferenciación (Fig. 15). Las abundancias en Sr para las
muestras del Antuco I varían entre 589 y 305 ppm y las de los piroclastos de caída se
extienden entre los 524 y 298 ppm. En cambio, los rangos para las muestras del Antuco II y
centros adventicios son más restringidos (548-380 y 555-470 ppm, respectivamente).
El Volcán San José (33º45’S) tiene mayor contenido de Sr para muestras de semejante
abundancia en sílice (450-500 ppm para SiO2 > 61% (LOPEZ-ESCOBAR et al., 1985), en
comparación con 350 ppm para el Volcán Antuco). En cambio, los contenidos de Sr del
Volcán Puyehue (HICKEY et al., 1986 y referencias incluidas) se traslapan con los del
Antuco, pero este último llega a mayores contenidos de Sr para muestras de similar
abundancia en SiO2 (350-480 ppm de Sr en basaltos y andesitas basálticas en comparación
con el rango de 350-590 ppm para el Volcán Antuco).
123
180
Cr
160 Figura 15: Diagramas de
140
elementos trazas (en
ppm) versus sílice
120
normalizada (en %
100 p/p).
80
60
Antuco I
Antuco II
40
Centros adventicios
Piroclastos de caída
20
0
45 50 55 60 65 70
SiO2
45
160
Co Ni
40
140
35
120
30
100
25
80
20
60
15
Antuco I
Antuco I Antuco II
40
10
Antuco II Centros adventicios
Centros adventicios Piroclastos de caída
5 20
Piroclastos de caída
0 0
45 50 55 60 65 70 45 50 55 60 65 70
SiO2 SiO2
35 350
Sc V
300
30
250
25
200
20
150
15
100
Antuco I Antuco I
10 Antuco II Antuco II
50
Centros adventicios Centros adventicios
Piroclastos de caída Piroclastos de caída
0
5
45 50 55 60 65 70
45 50 55 60 65 70
SiO2
SiO2
124
600 40
Sr Rb
550 35
500 30
450 25
400 20
350 15
Antuco I
Antuco II Antuco I
300 Centros adventicios 10 Antuco II
Piroclastos de caída Centros adventicios
250 5
45 50 55 60 65 70 45 50 55 60 65 70
SiO2 SiO2
600
Ba
550
500
450
400
350
300
250
Antuco I
200 Antuco II
Centros adventicios
150 Piroclastos de caída
100
45 50 55 60 65 70
SiO2
30 4,5
La Yb
4,0
25
3,5
20
3,0
15
2,5
10
2,0
Antuco I Antuco I
5 Antuco II
Antuco II 1,5
Centros adventicios Centros adventicios
Piroclastos de caída Piroclastos de caída
0 1,0
45 50 55 60 65 70 45 50 55 60 65 70
SiO2 SiO2
125
• Elementos incompatibles
g) Rb
La abundancia de este elemento tiende a aumentar con el incremento del contenido de
SiO2, alcanzando valores cercanos a 37 ppm, en muestras del Antuco I con 60% de sílice (Fig.
15). Los contenidos mínimos de Rb para muestras de esta unidad son de 11 ppm. En las
muestras del Antuco II y centros adventicios, los contenidos de Rb varían entre 15 y 20 ppm.
Los basaltos y andesitas basálticas del Volcán Puyehue (40,5ºS) tienen similares
contenidos de Rb que las rocas de la misma composición del Volcán Antuco, pero este último
alcanza valores levemente más altos (7-20 ppm en el caso del Puyehue (HICKEY et al., 1986
y referencias incluidas) y 11-25 ppm para el Antuco). El Volcán San José (33º45’S) tiene
valores de Rb mucho más elevados (alrededor de 50 ppm en andesitas basálticas y hasta 100
ppm en dacitas; LOPEZ-ESCOBAR et al., 1985).
h) Ba
Al igual que el Rb, los contenidos de Ba muestran un incremento al aumentar la abundancia
en sílice (Fig. 15). Las muestras del Antuco I alcanzan valores máximos de 570 ppm de Ba
para contenidos de 65% de SiO2 y sus mínimos son de aproximadamente 183 ppm en
muestras con 52% de SiO2. Los contenidos de Ba en las muestras del Antuco II y centros
adventicios varían entre 150 y 300 ppm.
Tanto el Volcán Puyehue (40,5ºS) como el San José tienen contenidos de Ba similares a los
del Volcán Antuco para composiciones basálticas y andesítico-basálticas. Sin embargo, las
andesitas del San José son levemente más ricas en Ba que las del Volcán Antuco (HICKEY et
al., 1986 y referencias incluidas; LOPEZ-ESCOBAR et al., 1985).
i) La e Yb
Los contenidos de ambos elementos tienden a aumentar con el grado de diferenciación
(Fig. 15). Las muestras del Antuco I llegan a valores máximos de 26 ppm de La y 4 ppm de
Yb, mientras que el Antuco II sólo presenta hasta 14 ppm y 3 ppm, de La e Yb,
respectivamente. Los mínimos de La son de 8 ppm (para Antuco I y II), pero los centros
adventicios alcanzan mínimos de 6,70 ppm. El Yb tiene contenidos mínimos de 1,3 ppm, en
126
las muestras del Antuco I, y de 1,6 ppm, en el Antuco II y centros adventicios.
Tanto los contenidos de La y Yb en el Volcán Puyehue como en el caso del Volcán San
José son semejantes a los del Antuco para muestras de composición basáltica y andesítico-
basáltica. Las andesitas del Volcán San José son levemente más ricas en La y notoriamente
más empobrecidas en Yb que las del Antuco (27-28 ppm versus 22-24 ppm para el La y 4
versus 2 ppm para el Yb).
• Discusión
Para interpretar los diagramas presentados, se utilizan los coeficientes de distribución para
líquidos basálticos y andesítico-basálticos recopilados por ROLLINSON (1993, Tabla 13).
Valores de Cr en el rango de 500-600 ppm y de Ni en el rango de 250-300 ppm son
típicos de magmas primarios generados a partir de una fuente mantélica de peridotita
(WILSON, 1989). Así, los bajos contenidos de estos elementos en las muestras del Volcán
Antuco señalan que las muestras consideradas no son representativas de magmas primarios,
sino de magmas que han evolucionado mediante procesos de cristalización fraccionada.
Según la Tabla 13, el Cr es compatible con el piroxeno y, sobre todo, con la magnetita. Su
disminución, a medida que aumenta el grado de diferenciación, apunta a un importante
fraccionamiento de estos minerales, sobre todo en el rango más básico.
El Co y Ni son elementos compatibles con el olivino y, en menor grado, con el piroxeno.
Por lo tanto, su descenso indicaría el fraccionamiento de estos minerales, predominando el
fraccionamiento de olivino sobre el de piroxeno.
El Sc es compatible con el piroxeno, su tendencia a disminuir al aumentar el contenido de
SiO2 indicaría el fraccionamiento de este mineral en todo el rango composicional.
El V, en general, es compatible con el clinopiroxeno y, sobre todo, con la magnetita, por
lo que su disminución, al aumentar el grado de diferenciación, sugiere el fraccionamiento de
ambos minerales.
El Sr tiene compatibilidad sólo con la plagioclasa y la disminución de este elemento en
todo el rango composicional sugiere un importante fraccionamiento de este mineral.
127
Tabla 13: Coeficientes de distribución (mineral/fundido) para composiciones basálticas y
andesítico-basálticas (ROLLINSON, 1993 y referencias incluidas).
Al comparar los resultados del Volcán Antuco con aquellos de centros volcánicos
situados tanto al sur como al norte de él, se puede concluir que:
• En comparación con muestras semejantes en el contenido de SiO2 del Volcán San José,
situado sobre una corteza continental más gruesa, las rocas del Volcán Antuco están
empobrecidas en Rb, Sr, Ba y La y enriquecidas en Yb. Lo anterior puede reflejar una
menor influencia de la corteza continental o un mayor grado de fusión del manto, en la
génesis de los magmas del Volcán Antuco (TORMEY et al., 1991).
128
• En comparación con muestras semejantes en el contenido de SiO2 del Volcán Puyehue,
ubicado sobre una corteza continental de espesor similar a la del Volcán Antuco, las rocas
de este último centro tienden a estar enriquecidas en Rb, Sr y La. Lo anterior se podría
explicar por un mayor grado de fusión en el caso del Volcán Puyehue o una mayor
influencia de fluidos provenientes de la corteza oceánica que subducta, en el caso del
Volcán Antuco.
Los patrones de tierras raras de los basaltos del Volcán Antuco tienen una pendiente
suave y presentan contenidos de tierras raras livianas (La) entre 38 y 51 veces el valor
condrítico y tierras raras pesadas (Yb) entre 9 y 13 veces dicho valor (Fig. 16). Estas rocas
tienen una razón La/Yb que varía entre 5 y 9 y una razón La/Yb normalizada que lo hace entre
3 y 6. Las muestras más diferenciadas son más ricas en tierras raras y sus patrones son
subparalelos a los de los basaltos (Fig. 16). No se observa una anomalía negativa de Eu ni en
las rocas ricas ni en las pobres en SiO2.
Figura 16:
Diagrama de tierras
raras normalizadas a
los valores del condrito
de McDONOUGH y
SUN (1995), para
muestras del Volcán
Antuco.
129
La ausencia de una anomalía negativa de Eu podría indicar que las muestras más
diferenciadas están relacionadas con las menos diferenciadas por un proceso de cristalización
fraccionada dominado por olivino y clinopiroxeno. El fraccionamiento de plagioclasa,
sugerido por la conducta de los elementos Sr y Al, se llevaría a cabo en un ambiente más
oxidante (menor profundidad), donde el Eu estaría con estado de oxidación +3, lo cual
impediría que reemplazara al Ca, con valencia +2, en la plagioclasa.
En este trabajo se presentan los datos del Volcán Antuco normalizados con respecto al
manto primitivo, es decir, a la composición hipotética del manto antes de que se formara la
corteza continental. Existen otras dos formas de normalizar los contenidos de elementos traza
para presentarlos en un diagrama multielemental: una es con respecto al MORB (‘Mid Ocean
Ridge Basalt’) y otra es con respecto al condrito. No se utiliza la normalización con respecto
al MORB, ya que ésta sería útil para comparar distintos ambientes geotectónicos (dorsales
mesooceánicas con margen continental activo, por ejemplo), lo cual no es el objetivo de este
estudio. Tampoco se presentan los diagramas normalizados con respecto al condrito, debido a
que estos no permiten visualizar, en forma clara, los procesos que han influido en el origen y
la evolución de los magmas del Volcán Antuco.
En los gráficos que muestran los datos del Centro Volcánico Antuco normalizados con
respecto al manto (Fig. 17 y 18), se sigue el ordenamiento de PEARCE (1982), es decir, los
elementos más móviles (Sr, K, Rb y Ba) están ubicados en el extremo izquierdo del diagrama,
ordenados de acuerdo a su grado de creciente incompatibilidad. Los elementos inmóviles (Th
a Yb) se disponen, desde menor a mayor compatibilidad, de izquierda a derecha.
130
100
52,01% SiO2
ANTUCO I / MANTO
51,42% SiO2
53,80% SiO2
10
Figura 17:
Concentraciones de
52,80% SiO2 elementos trazas
normalizadas con
respecto al manto
17E (valores normalizados
17D
de McDONOUGH y
051177-05
010283-02 SUN, 1995), para
1 muestras del Antuco I.
Sr K Rb Ba Th Ta Nb Ce P Zr Hf Sm Ti Y Yb
100
ANTUCO II / MANTO
52,86% SiO2
51,66% SiO2
10
Figura 18:
Concentraciones de
50,62% SiO2
elementos trazas
normalizadas con
49,91% SiO2 respecto al manto
(valores normalizados
17L (Qcvlp)
310183-11 (Qcvlh)
de McDONOUGH y
051177-07 SUN, 1995), para
17K muestras del Antuco II
1 y centros adventicios.
Sr K Rb Ba Th Ta Nb Ce P Zr Hf Sm Ti Y Yb
131
En los diagramas resultantes (Fig. 17 y 18) se observan algunas características
interesantes:
- Los patrones presentados por las distintas subunidades del Volcán Antuco (Antuco I, II y
centros adventicios) son muy similares.
- Existe un enriquecimiento en los elementos Sr, K, Rb, Ba y Th con respecto al resto de los
elementos. Dentro de ellos, el Sr presenta un empobrecimiento relativo, el cual es más
notorio en las muestras del Antuco I.
- Hay una marcada anomalía negativa en los elementos Ta y Nb (ambos son elementos de
alta densidad de carga (HFSE)).
- Desde el Ce al Yb, los patrones tienen una tendencia descendente relativamente suave y,
en general, los contenidos de Ce, Sm e Yb (tierras raras) son mayores en relación a los de
Zr, Hf, Ti e Y (HFSE).
Todas estas características son típicas de rocas de arcos volcánicos calcoalcalinos
(PEARCE, 1982).
• Discusión
El contenido levemente menor del Sr en comparación con otros elementos
incompatibles (K, Rb, Ba y Th), es consistente con un fraccionamiento de plagioclasa. La
ausencia de una anomalía negativa de Eu en los patrones de tierras raras sugiere que este
fraccionamiento habría ocurrido, de preferencia, a bajas presiones, donde la fugacidad de O es
relativamente alta.
El empobrecimiento marcado de los elementos Ta y Nb y no tan pronunciado de otros
HFSE podría indicar la existencia de algún mineral en el manto o en la corteza oceánica que
subducta, que retiene dichos elementos. Según BRENAN et al. (1994), sólo pequeñas
cantidades de rutilo residual (0,2% p/p, aproximadamente) en la placa oceánica subducida son
necesarias para evitar el enriquecimiento de HFSE en la cuña del manto, por fluidos derivados
de sedimentos pelágicos o de la porción basáltica de dicha placa. Según los autores citados, las
concentraciones medidas de HFSE en rutilo de eclogitas en los Alpes occidentales (cuyo
protolito corresponde a gabros oceánicos) sugieren que los fluidos, que pueden haber estado
en equilibrio con tales rocas, están fuertemente deprimidos en HFSE y, por eso, no tendrían la
capacidad de alterar el contenido de HFSE en la cuña de manto ubicada bajo el arco volcánico.
132
5.3.4 Razones de Elementos Incompatibles
100 45
Antuco I Ba/La
Rb/Cs
90 Antuco II 40
Centros adventicios
80
35
70
30
60
25
50
20
40
15
30
10 Antuco I
20
Antuco II
5 Centros adventicios
10
Piroclastos de caída
0 0
45 47 49 51 53 55 57 59 61 63 65 45 47 49 51 53 55 57 59 61 63 65 67
SiO2 SiO2
133
16 4
La/Yb Rb/La
14 3,5
12 3
10 2,5
8 2
6 1,5
4 1
Antuco I
2
Antuco II Antuco I
0,5
Centros adventicios Antuco II
Piroclastos de caída Centros adventicios
0 0
45 47 49 51 53 55 57 59 61 63 65 67 69 45 47 49 51 53 55 57 59 61 63 65
SiO2 SiO2
0,18
Rb/Ba
0,16
0,14
0,12
0,1
0,08
0,06
0,04
Antuco I
0,02 Antuco II
Centros adventicios
0
45 47 49 51 53 55 57 59 61 63 65
SiO2
70 1600
K/Ba K/La
1400
60
1200
50
1000
40
800
30
600
20
400
Antuco I
Antuco I
10 Antuco II
200 Antuco II
Centros adventicios
Centros adventicios
Piroclastos de caída
Piroclastos de caída
0 0
45 47 49 51 53 55 57 59 61 63 65 67 69 45 47 49 51 53 55 57 59 61 63 65 67 69
SiO2 SiO2
134
a) Rb/Cs
Esta razón es bastante variable para las muestras de todas las unidades. Para los centros
adventicios, oscila entre 15 y 20, para el Antuco II entre 12 y 19, mientras que las muestras
del Antuco I muestran la mayor diferencia (14-27 en el rango básico y 15-37 para muestras
con SiO2 > 57%) (Fig. 19).
b) Ba/La
La mayor concentración de datos se observa entre 20 y 22 y se mantienen bastante
constantes en todo el rango composicional (Fig. 19). Sin embargo, las muestras del Antuco
I varían entre 17 y 27, mientras que las del Antuco II y centros adventicios lo hacen entre
19 y 26.
c) La/Yb
La razón La/Yb del Antuco I varía entre 4 y 11, el valor para el Antuco II y centros
adventicios es alrededor de 5 y los piroclastos de caída presentan un rango entre 5 y 7. Se
observa una mayor concentración de datos en este mismo rango (Fig. 19).
d) Rb/La
Esta razón es relativamente variable en las rocas más básicas (50-53% de SiO2) y no se
nota un aumento significativo al pasar de éstas a las más silíceas (58-60% de SiO2). Se
mantiene constante sólo en muestras de los centros adventicios del Volcán Antuco (Rb/La
= 1,85; Fig. 19) y varía, aún para muestras con similares contenidos de sílice, en el caso
del Antuco I y II. (1,3-2,6 y 1,4-2, respectivamente) (Fig. 19).
e) Rb/Ba
Las muestras de los centros adventicios presentan una razón Rb/Ba bastante uniforme
(0,08-0,09). Los valores del Antuco II son un poco más variables (0,06-0,08), pero la
mayor dispersión se aprecia en los datos del Antuco I (0,05-0,11), sobre todo en el rango
más básico. Sin embargo, no se observa una variación significativa de esta razón con el
contenido de sílice (Fig. 19).
135
f) K/Ba
En general, los datos muestran una distribución bastante horizontal, lo cual significa que
no existe un aumento significativo al incrementarse la abundancia en sílice (Fig. 19). En el
rango más básico, la razón K/Ba permanece relativamente constante, sobre todo para las
muestras de los centros adventicios (27). En el Antuco II, la diferencia entre las razones es
pequeña (27-31). Las muestras del Antuco I muestran una mayor variación para las
composiciones más básicas (28-37), la cual crece hasta 44 en las muestras más
enriquecidas en sílice. La mayoría de las muestras de los piroclastos de caída tiene una
razón K/Ba que oscila entre 26 y 30.
g) K/La
La razón K/La muestra bastante dispersión para todas las unidades del Volcán Antuco,
pero también se observa una tendencia horizontal en todo el rango composicional (Fig.
19). La dispersión es mayor en las muestras del Antuco I (546-907) y también es grande
para los piroclastos de caída (385-672). La diferencia es menor para el Antuco II (586-
705) y relativamente pequeña en las muestras de los centros adventicios (538-650) (Fig.
19).
136
Figura 20: Diagramas que involucran los elementos Al, Sr (afines con la plagioclasa), Ca
y Sc (afines con el clinopiroxeno), para el Volcán Antuco.
60 6
55 Sr/Sc Al2O3/CaO
50 5
45
40 4
35
30 3
25
20 2
15
Antuco I
Antuco I
10 Antuco II 1 Antuco II
Centros adventicios
Centros adventicios
5 Piroclastos de caída
Piroclastos de caída
0 0
0 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000 45 47 49 51 53 55 57 59 61 63 65 67
Sr (ppm) SiO2 (% p/p)
• Discusión
La razón La/Yb ha sido empleada como indicadora del grado de fusión del manto
(LOPEZ-ESCOBAR et al., 1977). Bajos grados de fusión del manto producen el
enriquecimiento de los magmas en elementos altamente incompatibles, lo cual se asocia a altas
razones La/Yb, debido a que el La es más incompatible que el Yb. Las razones La/Yb del
Volcán Antuco son relativamente bajas (mayoría de los datos < 6), lo cual sugiere grados de
fusión relativamente altos.
Bajas razones de Rb/Cs (< 20) y razones relativamente altas de Ba/La (21-27) indican
mayor influencia de fluidos provenientes de la placa oceánica subductada en la cuña de manto,
los cuales están enriquecidos en Cs con respecto al Rb y en Ba con respecto al La. Lo anterior
está relacionado también con un mayor grado de fusión. Esto se traduce en razones
relativamente bajas de La/Yb (< 6) (TORMEY et al., 1991; HICKEY et al., 1986), como es el
caso de la mayoría de las muestras del Volcán Antuco (Fig. 19), por lo cual la fuente
mantélica de este centro volcánico estaría enriquecida en Sr, Rb y Ba producto de fluidos
provenientes de la corteza oceánica que subducta, incrementándose así el grado de fusión en la
cuña del manto.
Según HICKEY et al. (1986), las rocas de arco de la SVZ (34-41ºS) se caracterizan por el
enriquecimiento de elementos alcalinos, alcalino-térreos y Pb, U y Th en comparación con las
137
tierras raras y HFSE. Dentro de estas rocas, el Volcán Antuco pertenecería a lo que los autores
anteriores denominan lavas con bajos contenidos de elementos incompatibles pero altas
razones de elementos incompatibles (LILE/HFSE y tierras raras) (Tabla 14), lo cual concuerda
con un importante aporte de la corteza oceánica subductada y mayor grado de fusión. Los
basaltos con alto contenido de elementos incompatibles (> K2O, Rb, Ba y tierras raras
livianas) y pequeñas razones de elementos incompatibles (Rb/La, Ba/La, K/La) se asocian a
centros volcánicos ubicados hacia el este. Estas lavas también tienen mayor razón La/Yb, lo
cual, junto a las características anteriores, sugiere menores grados de fusión y menor
incorporación de elementos derivados de la litósfera que subducta (MUÑOZ y STERN, 1988).
Unidad Nº Muestra SiO2 (% p/p) Ba/Nb La/Nb Rb/La K/La K/Rb K/Ba
Antuco I 17E 51,42 2,58 634,16 245,39 26,37
17D 52,01 1,89 690,21 364,28 27,32
17G 52,14 1,29 732,35 565,91 30,67
17C 52,89 108,57 4,43 2,37 740,75 313,14 30,21
17A 58,38 1,97 817,42 415,00 33,10
17F 60,07 69,67 2,37 2,61 748,17 287,14 25,42
Antuco II 17K 50,62 88,26 3,70 2,00 654,24 327,12 27,39
17J 52,50 1,35 680,45 503,53 29,97
Qcva 17L 49,91 84,78 4,00 1,85 577,39 312,47 27,24
17B 52,72 110,43 4,70 1,85 645,56 348,60 27,45
138
McMILLAN et al. (1989) han utilizado las razones Rb/La, Rb/Ba, K/Ba y K/La como
indicadores de contaminación por corteza continental. El incremento de dichas razones al
aumentar el contenido de sílice, según estos autores, sugiere que lavas más evolucionadas han
sido contaminadas por asimilación de rocas plutónicas de la corteza superior. En el caso del
Volcán Antuco, no se observa tal relación (Fig. 19), por lo que se excluye una contaminación
importante por corteza superior.
Cuando un magma basáltico se enfría dentro de la corteza, la plagioclasa y el
clinopiroxeno son importantes fases de cristalización. Los contenidos de Al2O3, CaO, Sr y Sc
son indicadores sensibles del rol petrogenético de la plagioclasa y clinopiroxeno. Además
tienen un significado barométrico porque, a medida que va decreciendo la presión, disminuye
la razón clinopiroxeno/plagioclasa (TORMEY et al., 1991 y referencias incluidas). Por
ejemplo, en los magmas más evolucionados de estratovolcanes al sur de los 36,2ºS
(DUNGAN, 1999), contenidos bajos de Sr (150-550 ppm) y razones relativamente pequeñas
de Sr/Sc (< 25) indican una razón plagioclasa/piroxeno alta en las fases fraccionadas y, por lo
tanto, una evolución por cristalización fraccionada a baja presión. Los rangos presentados por
la mayoría de las muestras del Volcán Antuco, similares a los anteriores (300 < Sr < 550 y 11
< Sr/Sc < 27; Fig. 20), indicarían el predominio del fraccionamiento de plagioclasa sobre el de
piroxeno en los magmas más diferenciados de este centro volcánico. Por otra parte, la razón de
Al2O3/CaO tiende a crecer al aumentar el grado de diferenciación (Fig. 20), reflejando,
probablemente, la variación desde un fraccionamiento a mayor presión, dominado por
clinopiroxeno, hacia un fraccionamiento a baja presión, dominado por plagioclasa.
En conclusión, el análisis de las razones empleadas, sugiere que la fuente mantélica del
Volcán Antuco está enriquecida en Sr, Rb y Ba por fluidos provenientes de la placa oceánica
que subducta. Además, los magmas de este centro volcánico habrían evolucionado,
principalmente, por un proceso de cristalización fraccionada. Sin embargo, durante su ascenso,
los magmas podrían haber sido contaminados en la corteza inferior, lo cual es difícil de
determinar, ya que los materiales asimilados no tendrían el contraste geoquímico necesario
para ser detectados. En cambio, las razones de elementos incompatibles indicadoras de
influencia de corteza continental superior (Rb/La, Rb/Ba, K/Ba y K/La) sugieren que la
contaminación, a este nivel cortical, ha sido insignificante.
139
5.3.5 Razones Isotópicas
Referencia Harmon et LLE et al. LLE et al. LLE et al. Harmon et Harmon et
al. (1984) (1981) (1981) (1981) al. (1984) al. (1984)
Unidad QvaI QvaI2 QvaI3 QvaI2 QvaI QvaII3
Ubicación N 5862,1 5861,6 5858,7 5859,8
(U.T.M.)
E 292,7 291,8 283,6 287,9
SiO2 51,42 52,8 54,35 54,88 58,38 50,62
87 86
Sr/ Sr 0,70376 0,70384 0,70391 ± 4 0,70382 ± 3 0,70369 0,70373
143
Nd/144Nd 0,512836 0,512806 ± 20 0,512824 ± 19
206
Pb/204Pb 18,500
207
Pb/204Pb 15,620
208
Pb/204Pb 38,410
δO18 6,2 6,4
140
• Razones isotópicas de Sr y Nd
Las razones 87Sr/86Sr del Volcán Antuco varían entre 0,70369 y 0,70391 y las de
143Nd/144Nd oscilan entre 0,512808 y 0,512839 (Tabla 15). En el diagrama de la Figura 21 se
observa que las razones isotópicas de Sr de este centro volcánico están entre las más bajas de
la SVZ y que las de Nd son relativamente altas. El campo ocupado por las muestras del
Volcán Antuco es similar al de las islas oceánicas de la Placa de Nazca. Es importante notar
que la razón 87Sr/86Sr no aumenta al incrementarse el contenido de SiO2 de la muestra, es
decir, la razón se mantiene prácticamente constante en el rango basalto-andesita (Tabla 15).
Todo esto indicaría que los magmas de este centro volcánico evolucionaron en sistema
cerrado, sin intervención significativa de la corteza continental.
Figura 21: Diagrama de 143Nd/144Nd versus 87Sr/86Sr para el Volcán Antuco. Como una
comparación, esta figura también incluye datos de:
a) otros centros volcánicos de la CSVZ (LVP: Lanín-Villarrica-Puyehue, OS:
Osorno y CA: Calbuco)
b) centros volcánicos de la NSVZ y TSVZ (PP-NCH: Planchón Peteroa-
Nevados de Chillán, MA: Maipo y SJ: San José) y
c) ambientes oceánicos (EPR: Dorsal del Pacífico Este, EI: Isla de Pascua, SG:
Archipiélago Sala y Gómez, JF: Archipiélago Juan Fernández, SA: Isla San
Ambrosio, SF: Isla San Félix).
(modificado de LOPEZ-ESCOBAR y VERGARA, 1997)
141
• Razones isotópicas de Pb
Tanto en el diagrama de 207Pb/204Pb versus 206Pb/204Pb (Fig. 22) como en el de
208Pb/204Pb versus 207Pb/204Pb (Fig. 23), se observa que la muestra ploteada del Volcán
Antuco (051177-07, Tabla 15) se encuentra dentro del rango característico de las rocas
volcánicas de la CSVZ (37º-41,5ºS), determinado por HILDRETH y MOORBATH (1988) e
HICKEY et al. (1989). Además, su ubicación concuerda con la de los sedimentos de la Placa
de Nazca. Al considerar la segunda muestra del Volcán Antuco (Muestra 17A, Tabla 15) se
observó que se ubicaba fuera de todos los campos de la SVZ, considerando los límites de éstos
como se señalan en las figuras 22 y 23. Sin embargo, según la delimitación de campos de
HARMON et al. (1984), esta muestra sí pertenece a los campos de la SVZ y de los sedimentos
de la Placa de Nazca.
15,70
15,60
• Volcán Antuco
207Pb/204Pb
15,40
18,40 18,50 18,60 18,70 18,80 18,90
206Pb/204Pb
142
39,0
Sedimentos
Basaltos oceánicos
38,8 de detríticos
Islas Oceánicas
SVZ: 33º-37ºS
38,6
208Pb/204Pb
• Volcán Antuco
38,4
SVZ: 37º-41,5ºS
• Razones isotópicas de O
Los valores de δ18O disponibles en este estudio varían entre 6,2 y 6,4‰ (Tabla 15) y
caen dentro del rango representativo de composiciones normales de rocas, cuyos magmas
parentales tuvieron su origen en el manto (δ18O = 6,0±0,5‰) (DERUELLE et al., 1983).
5.3.6 Discusión
143
• Con respecto al proceso de diferenciación magmática, HICKEY et al. (1986) sostienen que
andesitas basálticas, andesitas, dacitas y riolitas, emitidas por centros que forman el frente
volcánico cuaternario en los Andes del Sur entre los 36 y 46ºS, tienen razones de
elementos incompatibles y composiciones isotópicas similares a los de los basaltos
asociados, lo cual sugiere que estas rocas, más ricas en SiO2, se originaron por
cristalización fraccionada, sin asimilación significativa de material isotópicamente
distintivo.
• Con respecto al proceso de contaminación por corteza continental, según HILDRETH y
MOORBATH (1988), las composiciones isotópicas de Pb de las secuencias del arco
chileno no están dominadas por contribuciones de fuentes tipo MORB o OIB (basaltos de
islas oceánicas), sino que muestran la desviación característica hacia valores típicos de
corteza continental superior. Como se dijo anteriormente, muchos investigadores (entre
ellos HICKEY et al., 1986), piensan que la variabilidad restringida de rocas volcánicas del
segmento entre los 37 y 41ºS refleja la mezcla subcortical de Pb de la placa que subducta y
de Pb derivado del manto. A pesar de eso, HILDRETH y MOORBATH (1988) señalan
que las características isotópicas de Pb reflejan, probablemente, una sobreimposición de
Pb asimilado de la corteza mesozoica y cenozoica de ese segmento. En cambio, la mayor
variabilidad en rocas de más al norte (33-37ºS) (Fig. 22 y 23) puede ser producto de
corteza continental paleozoica isotópicamente más heterogénea y levemente más
evolucionada que subyace al arco volcánico en ese sector.
• El análisis geoquímico realizado en el presente trabajo permite concluir que, en el caso del
Volcán Antuco, la fuente mantélica de este centro volcánico estaría enriquecida en Sr, Rb
y Ba por fluidos provenientes de la placa oceánica que subducta. Aunque las razones
isotópicas de Sr y Nd del Volcán Antuco se traslapan con aquellas de basaltos de islas
oceánicas, las razones isotópicas de Pb indican un aporte de sedimentos de la Placa de
Nazca subductada. Los magmas de este centro volcánico habrían evolucionado,
principalmente, por un proceso de cristalización fraccionada. Sin embargo, durante su
ascenso, los magmas podrían haber sido contaminados en la corteza inferior, lo cual sería
difícil de determinar, ya que los materiales asimilados no tendrían el contraste geoquímico
necesario para ser detectados (HILDRETH y MOORBATH, 1988). En cambio, las razones
de elementos incompatibles indicadoras de influencia de corteza continental superior
144
(Rb/La, Rb/Ba, K/Ba y K/La; McMILLAN, et al., 1989) permiten sugerir que tal
contaminación ha sido insignificante.
5.4 PETROGENESIS
5.4.1 Introducción
145
10000
Fuente
100
presenta la curva
modelo del proceso de
fusión parcial
fraccionada, indicando
el porcentaje de fusión
10
de una fuente ideal
Antuco I
Antuco II
(manto primitivo de
Centros adventicios McDONOUGH y SUN,
Piroclastos de caída 1995).
1
1 10 100
Y (ppm)
• Fusión fraccionada
En ésta sólo se produce una pequeña cantidad de líquido, la que se separa
instantáneamente de la fuente. Así, el equilibrio se alcanza solamente entre el fundido y la
superficie de los granos minerales en la región de la fuente.
El que se verifique uno u otro proceso de fusión, en una situación particular dada,
depende de la capacidad de segregación del magma. Se ha sugerido que la fusión parcial
146
fraccionada es apropiada para algunos magmas basálticos. En cambio, en el caso de magmas
más viscosos, como los félsicos, su generación puede explicarse mejor por fusión parcial en
equilibrio. Debido a lo anterior, se presume que, en el caso del Volcán Antuco, la fusión
fraccionada es el proceso que más se acerca a la realidad ya que sus magmas son básicos. En
este tipo de fusión se supone un fraccionamiento continuo del magma desde el sólido parental,
que las fases se funden en proporción distinta a la que presentan en el sólido parental y que los
coeficientes de distribución específicos y la suma de fracciones del líquido generado que
provienen de la fase sólida original son constantes durante el proceso de fusión. La expresión
general de la fusión parcial fraccionada es:
147
Tabla 16: Datos del modelo de fusión parcial fraccionada y sólido residual para un grado
de fusión de 10%.
Elemento Traza La Ce Nd Sm Eu Gd
Kgt/l 0,001 0,007 0,026 0,102 0,243 0,680
Pgt (K*0) 0 0 0 0 0 0
Xgt (K*0,00175) 0,0000015 0,0000105 0,0000390 0,0001530 0,0003645 0,0010200
Kcpx/l 0,056 0,092 0,230 0,445 0,474 0,556
Pcpx (K*0,5) 0,028 0,046 0,115 0,2225 0,237 0,278
Xcpx (K*0,15) 0,0084 0,0138 0,0345 0,06675 0,0711 0,0834
Kopx/l 0,03 0,02 0,03 0,05 0,05 0,09
Popx (K*0,25) 0,0075 0,005 0,0075 0,0125 0,0125 0,0225
Xopx (K*0,25) 0,0075 0,005 0,0075 0,0125 0,0125 0,0225
Kol/l 0,0067 0,0060 0,0059 0,0070 0,0074 0,0100
Pol (K*0,25) 0,001675 0,0015 0,001475 0,00175 0,00185 0,0025
Xol (K*0,5825) 0,003920 0,003510 0,003452 0,004095 0,004329 0,005850
P (suma) 0,0372 0,0525 0,1240 0,2368 0,2514 0,3030
Do (sumaX) 0,0198 0,0223 0,0455 0,0835 0,0883 0,1128
1-PF/Do (F=0,1) 0,8124 0,7648 0,7275 0,7165 0,7153 0,7313
1/P 26,8998 19,0476 8,0661 4,2239 3,9785 3,3003
(1-PF/Do)1/P 0,0037 0,0061 0,0768 0,2445 0,2637 0,3560
Co 0,708 1,833 1,194 0,39 0,14 0,5
Co/F (F=0,1) 7,08 18,33 11,94 3,9 1,4 5
Cl 7,05348 18,21910 11,02296 2,94629 1,03080 3,21982
Co/(1-F) 0,78667 2,03667 1,32667 0,43333 0,15556 0,55556
Crs 0,002946367 0,012321923 0,101893245 0,105967616 0,041022647 0,197797415
Elemento Traza Dy Er Yb Lu Cr Y
Kgt/l 1,940 4,700 6,167 6,950 0,060 8,00
Pgt (K*0) 0 0 0 0 0 0
Xgt (K*0,00175) 0,0029100 0,0070500 0,0092505 0,0104250 0,0000900 0,1400000
Kcpx/l 0,582 0,583 0,542 0,506 30,000 0,900
Pcpx (K*0,5) 0,291 0,2915 0,271 0,253 15 0,45
Xcpx (K*0,15) 0,0873 0,08745 0,0813 0,0759 4,5 0,135
Kopx/l 0,15 0,23 0,34 0,42 7 0,18
Popx (K*0,25) 0,0375 0,0575 0,085 0,105 1,75 0,045
Xopx (K*0,25) 0,0375 0,0575 0,085 0,105 1,75 0,045
Kol/l 0,0130 0,0256 0,0491 0,0454 0,70 0,010
Pol (K*0,25) 0,00325 0,0064 0,012275 0,01135 0,175 0,0025
Xol (K*0,5825) 0,007605 0,014976 0,028724 0,026559 0,409500 0,005825
P (suma) 0,3318 0,3554 0,3683 0,3694 16,9250 0,4975
Do (sumaX) 0,1353 0,1670 0,2043 0,2179 6,6596 0,3258250
1-PF/Do (F=0,1) 0,7548 0,7872 0,8197 0,8305 0,7459 0,847310673
1/P 3,0143 2,8137 2,7154 2,7075 0,0591 2,010050251
(1-PF/Do)1/P 0,4284 0,5100 0,5829 0,6048 0,9828 0,716740862
Co 0,674 0,438 0,48 0,074 3000 5,5
Co/F (F=0,1) 6,74 4,38 4,8 0,74 30000 55
Cl 3,85291 2,14635 2,00228 0,29247 515,27032 15,57925
Co/(1-F) 0,74889 0,48667 0,53333 0,08222 3333,33333 6,11111
Crs 0,320788046 0,248183663 0,31085829 0,049725686 3276,081076 4,380083045
148
Elemento Traza Ti Zr Nb Rb Sr Ba
Kgt/l 0,30 0,65 0,02 0,042 0,012 0,023
Pgt (K*0) 0 0 0 0 0 0
Xgt (K*0,00175) 0,0004500 0,0009750 0,0000300 0,0000630 0,0000180 0,0000345
Kcpx/l 0,400 0,100 0,005 0,031 0,060 0,026
Pcpx (K*0,5) 0,2 0,05 0,0025 0,0155 0,03 0,013
Xcpx (K*0,15) 0,06 0,015 0,00075 0,00465 0,009 0,0039
Kopx/l 0,10 0,18 0,15 0,022 0,040 0,013
Popx (K*0,25) 0,025 0,045 0,0375 0,0055 0,01 0,00325
Xopx (K*0,25) 0,025 0,045 0,0375 0,0055 0,01 0,00325
Kol/l 0,020 0,012 0,010 0,0098 0,0140 0,0099
Pol (K*0,25) 0,005 0,003 0,0025 0,00245 0,0035 0,002475
Xol (K*0,5825) 0,011700 0,007020 0,005850 0,005733 0,008190 0,005792
P (suma) 0,2300 0,0980 0,0425 0,0235 0,0435 0,0187
Do (sumaX) 0,0972 0,0680 0,0441 0,0159 0,0272 0,0130
1-PF/Do (F=0,1) 0,7633 0,8559 0,9037 0,8529 0,8401 0,8557
1/P 4,3478 10,2041 23,5294 42,6439 22,9885 53,4045
1/P
(1-PF/Do) 0,3089 0,2043 0,0923 0,0011 0,0182 0,0002
Co 1205 10,5 0,658 0,600 19,9 6,600
Co/F (F=0,1) 12050 105 6,58 6 199 66
Cl 8327,37371 83,54729 5,97266 5,99320 195,37273 65,98396
Co/(1-F) 1338,88889 11,66667 0,73111 0,66667 22,11111 7,33333
Crs 413,6251433 2,3836341 0,067482104 0,00075514 0,403029858 0,001781689
Elemento Traza K
Kgt/l 0,015
Pgt (K*0) 0
Xgt (K*0,00175) 0,0000225
Kcpx/l 0,038
Pcpx (K*0,5) 0,019
Xcpx (K*0,15) 0,0057 Explicaciones:
Kopx/l 0,014 Kmineral/líquido: coeficiente de distribución específico
Popx (K*0,25) 0,0035 Pmineral: fracción de líquido generado que proviene de
Xopx (K*0,25) 0,0035
Kol/l 0,0068
la fase mineral original
Pol (K*0,25) 0,0017 Xmineral: abundancia relativa de la fase mineral en el
Xol (K*0,5825) 0,003978 sólido parental
P (suma) 0,0242
Do (sumaX) 0,0132
1-PF/Do (F=0,1) 0,8167
1/P 41,3223
(1-PF/Do)1/P 0,0002
Co 240
Co/F (F=0,1) 2400
Cl 2399,44300
Co/(1-F) 266,66667
Crs 0,061888528
149
5.4.4 Cálculo del Sólido Residual
Los resultados de los cálculos del sólido residual se presentan en la Tabla 16. Al
graficar en un diagrama de tierras raras las composiciones del sólido parental, del líquido
generado después de 10% de fusión parcial fraccionada y del sólido residual, se observa que
este último está empobrecido en tierras raras en comparación con la fuente inicial, estando
especialmente empobrecido en tierras raras livianas (Fig. 25).
100
Figura 25:
Diagrama de tierras raras
normalizadas (condrito de
McDONOUGH y SUN,
10
150
5.4.5 Modelo de Cristalización
Según ROLLINSON (1993), son tres los tipos más importantes de cristalización:
• Cristalización en equilibrio
Este proceso supone un equilibrio total entre el líquido residual y las fases cristalinas
formadas. No es común, pero la presencia de cristales no zonados en algunas rocas máficas
hace pensar que puede ser aplicable a ellas. No es el caso del Volcán Antuco.
• Cristalización in situ
Es un proceso por el cual la cristalización ocurre en las paredes de la cámara (zona de
solidificación) y es el líquido el que se separa de la masa cristalina formada. La zona de
solidificación avanza, progresivamente, hacia el interior de la cámara hasta que el grado de
cristalización llegue al 100%. La idea que el fraccionamiento de los cristales se efectúe por
gravitación es válida, probablemente, sólo para magmas ultramáficos.
Cl/Co = (1-F)(D-1)
donde
Cl: concentración del elemento traza en el líquido residual,
Co: concentración inicial del elemento traza en el líquido inicial,
F: grado de cristalización y
D: coeficiente de distribución global en el proceso de cristalización.
151
El modelo de cristalización fraccionada será aplicado al líquido generado tras 10% de
fusión parcial fraccionada. El fraccionamiento de 5% de clinopiroxeno y 5% de olivino puede
generar líquidos de composición similar a la de los basaltos del Volcán Antuco (Tabla 17, Fig.
26 y 27).
En la Figura 27 se observa que los contenidos de Sr, K, Rb y Ba predichos por este
modelo son más bajos que los reales en las muestras del Volcán Antuco (hay que multiplicar
sus abundancias por un factor de 2,3 para que se parezcan a aquellas de las lavas este centro
volcánico).
Elemento traza La Ce Nd Sm Eu Gd
Kcpx/l 0,056 0,092 0,23 0,445 0,474 0,556
Kol/l 0,0067 0,006 0,0059 0,007 0,0074 0,01
Zcpx 0,05 0,05 0,05 0,05 0,05 0,05
Kcpx*Zcpx 0,0028 0,0046 0,0115 0,02225 0,0237 0,0278
Zol 0,05 0,05 0,05 0,05 0,05 0,05
Kol*Zol 0,000335 0,0003 0,000295 0,00035 0,00037 0,0005
1-F (F=0,1) 0,9 0,9 0,9 0,9 0,9 0,9
1/F 10 10 10 10 10 10
Suma (K*Z) 0,003135 0,0049 0,011795 0,0226 0,02407 0,0283
D 0,03135 0,049 0,11795 0,226 0,2407 0,283
D-1 -0,96865 -0,951 -0,88205 -0,774 -0,7593 -0,717
(1-F)D-1 1,10744711 1,1053896 1,09738847 1,08496642 1,08328733 1,07847013
Co 7,0534827 18,2191027 11,0229608 2,94629145 1,03079618 3,21982327
Cl 7,81135901 20,1392066 12,0964701 3,1966273 1,11664844 3,47248322
Elemento traza Dy Er Yb Lu Cr Y
Kcpx/l 0,582 0,583 0,542 0,506 30 0,9
Kol/l 0,013 0,0256 0,0491 0,0454 0,7 0,01
Zcpx 0,05 0,05 0,05 0,05 0,05 0,05
Kcpx*Zcpx 0,0291 0,02915 0,0271 0,0253 1,5 0,045
Zol 0,05 0,05 0,05 0,05 0,05 0,05
Kol*Zol 0,00065 0,00128 0,002455 0,00227 0,035 0,0005
1-F (F=0,1) 0,9 0,9 0,9 0,9 0,9 0,9
1/F 10 10 10 10 10 10
Suma (K*Z) 0,02975 0,03043 0,029555 0,02757 1,535 0,0455
D 0,2975 0,3043 0,29555 0,2757 15,35 0,455
D-1 -0,7025 -0,6957 -0,70445 -0,7243 14,35 -0,545
(1-F)D-1 1,07682378 1,07605256 1,07704504 1,07929993 0,22048549 1,05910211
Co 3,85290759 2,14634703 2,00227539 0,29246883 515,270315 15,579253
Cl 4,14890251 2,30958223 2,15654077 0,31566158 113,609627 16,500019
152
Elemento traza Ti Zr Nb Rb Sr Ba
Kcpx/l 0,4 0,1 0,005 0,031 0,06 0,026
Kol/l 0,02 0,012 0,01 0,0098 0,014 0,0099
Zcpx 0,05 0,05 0,05 0,05 0,05 0,05
Kcpx*Zcpx 0,02 0,005 0,00025 0,00155 0,003 0,0013
Zol 0,05 0,05 0,05 0,05 0,05 0,05
Kol*Zol 0,001 0,0006 0,0005 0,00049 0,0007 0,000495
1-F (F=0,1) 0,9 0,9 0,9 0,9 0,9 0,9
1/F 10 10 10 10 10 10
Suma (K*Z) 0,021 0,0056 0,00075 0,00204 0,0037 0,001795
D 0,21 0,056 0,0075 0,0204 0,037 0,01795
D-1 -0,79 -0,944 -0,9925 -0,9796 -0,963 -0,98205
(1-F)D-1 1,08679697 1,10457465 1,11023345 1,1087255 1,10678806 1,10901174
Co 8327,37371 83,5472931 5,97266107 5,99320374 195,372731 65,9839648
Cl 9050,16449 92,2842219 6,63104812 6,64481784 216,236205 73,1769916
Elemento traza K
Kcpx/l 0,038 Explicaciones:
Kol/l 0,0068 Kmineral/líquido: coeficiente de distribución
Zcpx 0,05 específico
Kcpx*Zcpx 0,0019
Zmineral: fracción de líquido que cristaliza
Zol 0,05
Kol*Zol 0,00034 como fase mineral
1-F (F=0,1) 0,9 D=1/F ∑(K Z)
1/F 10
Suma (K*Z) 0,00224
D 0,0224
D-1 -0,9776
(1-F)D-1 1,1084919
Co 2399,443
Cl 2659,76313
100
Figura 26:
roca/condrito
153
100
Figura 27:
roca/manto
Concentraciones de elementos
10
trazas normalizadas con respecto
al manto (valores normalizados
de McDONOUGH y SUN, 1995),
para el líquido residual,
calculado a partir del
fraccionamiento de 5% de olivino
Líquido residual y clinopiroxeno, y la Muestra
Muestra 17L
17L del Volcán Antuco.
1
Sr K Rb Ba Th Ta Nb Ce P Zr Hf Sm Ti Y Yb
5.4.6 Discusión
En el diagrama triangular de BAKER y EGGLER (1987) (Fig. 28) se observa que las
lavas del Volcán Antuco son afines con fraccionamientos que ocurren a presiones menores a 8
kbar; en particular, las muestras más diferenciadas del Antuco I se disponen entre los 2 y 5
kbar. Suponiendo un gradiente de presión de 0,28 kbar/km (HALL, 1987), el fraccionamiento
de las muestras más básicas se habría producido a profundidades entre los 21 y 25 km y el de
las muestras más diferenciadas entre los 7 y 18 km de profundidad. Esto puede concordar con
el predominio del fraccionamiento de olivino y clinopiroxeno a mayores profundidades y el de
plagioclasa a menores profundidades.
Hay que considerar que, para el modelo aquí elaborado, se hicieron varias
simplificaciones. Sin embargo, los resultados son teóricamente consistentes con que los
magmas primarios del Volcán Antuco se habrían generado por 10% de fusión fraccionada de
un manto consistente de peridotita de granate (Fig. 29). El hecho que las lavas basálticas
tengan contenidos relativamente altos de Sr, K, Rb y Ba con respecto a los contenidos teóricos
obtenidos mediante el modelo, sugiere que fluidos originados de la corteza oceánica
subductada han enriquecido la fuente mantélica en dichos elementos (Fig. 29). En su ascenso,
los magmas se estancan en la corteza inferior, donde experimentan un fraccionamiento
dominado por olivino y clinopiroxeno. En cámaras magmáticas superficiales predominaría el
fraccionamiento de plagioclasa sobre los minerales anteriores (Fig. 29).
154
Figura 28:
Diagrama triangular de BAKER y
EGGLER (1987), para el Volcán
Antuco.
Ol =
(FeO+Fe2O3+MgO+MnO+Al2O3-
CaO-Na2O-K2O)/2
Pl =
Al2O3+Na2O+K2O
SiOr =
SiO2-2K2O-(Al2O3+FeO-
Fe2O3+MnO+MgO+3CaO+11
Na2O+3K2O)/2
Figura 29: Diagrama de resumen de la posible petrogénesis de las lavas del Volcán
Antuco.
VOLCAN ANTUCO
0 km
CO
R TE Fraccionamiento
ZA CORTEZA CONTINENTAL de PL
OC
EA
N IC
A
Fraccionamiento 35 km
de OL y CPX
MANTO
LITOSFERICO MAGMA
Fluidos
enriquecidos en 10% de fusión de
Rb, Sr y Ba PERIDOTITA DE 100 km
GRANATE
ASTENOSFERA
155
6 CONCLUSIONES
2. El colapso del Antuco I fue provocado por una violenta erupción freatomagmática, de tipo
Bandai-San, generándose una voluminosa avalancha (> 5 km3), que descendió por el valle
del Río Laja. Este evento catastrófico estuvo acompañado por descargas de oleadas
piroclásticas, que bajaron por el mismo valle, extendiéndose hasta una distancia de
alrededor de 60 km desde el centro volcánico. El volumen mínimo estimado de este
depósito es de unos 5 km3, siendo uno de los mayores a nivel mundial.
3. La composición de las lavas del Antuco I varía entre basalto y dacita, mientras que el
Antuco II ha generado sólo lavas basálticas y andesítico-basálticas.
156
olivino, en menor cantidad. Todos los fenocristales máficos muestran bordes de óxido de
hierro y el olivino está fuertemente corroído y rodeado por pequeños cristales de
ortopiroxeno. Además, se observan dos tipos de clinopiroxeno: uno normal y limpio y otro
zonado y sucio. Al igual que en las rocas más básicas, algunos fenocristales de plagioclasa
presentan textura “sieve”. Estas características podrían ser el producto de la inyección de
magma basáltico fresco en un reservorio de magma más diferenciado. La masa
fundamental de estas rocas está compuesta por microlitos de plagioclasa, olivino,
clinopiroxeno, ortopiroxeno, minerales opacos y vidrio. Su textura varía de pilotaxítica e
hialopilítica a intergranular e intersertal. La secuencia del Antuco I está intruida por diques
y filones mantos cuya composición varía entre andesita basáltica y dacita. En un filón
manto dacítico se encontró anfíbola.
5. Este estudio ha revelado una historia explosiva desconocida para el Volcán Antuco. En
efecto, aparte de los, a lo menos, tres flujos piroclásticos asociados a la actividad del
Antuco II, se han encontrado depósitos de materiales de caída, tipo ceniza y lapilli
escoriáceo y pumíceo, hacia el oriente de la zona de estudio. Estos depósitos evidencian la
ocurrencia de erupciones de tipo estrombolianas vigorosas a subplinianas. Intercalados en
ellos, se encontraron depósitos de flujos piroclásticos que remontaron cordones
montañosos de más de 500 m de altura y se internaron dentro de territorio argentino. Estos
antecedentes, colocan al Volcán Antuco entre los volcanes más peligrosos de los Andes
del Sur entre Los Angeles (37,4ºS) y Puerto Montt (41,5ºS). En tiempos históricos y sólo
desde 1624, el volcán ha presentado, al menos, 19 erupciones siendo la mayor en 1853 y la
última en 1911. En consecuencia, el volcán ha permanecido cerca de 90 años sin presentar
erupciones, aunque se ha observado una pequeña fumarola permanente en un conito
ubicado dentro del cráter de la cima denominado “El Sombrerito”. Sobre la base de los
estudios recientes, la ocurrencia de lahares, moderadamente peligrosos, sólo podría tener
lugar a fines del invierno, con la presencia de un manto de nieve considerable, y afectaría
al valle del Laja. Futuras erupciones de este volcán provocarían, probablemente, caídas de
cenizas y lapilli hasta una distancia de unos 50 km hacia el sector oriental y norte del
volcán, y eventuales flujos de piroclastos. Estos últimos podrían afectar tanto al valle
157
superior del Laja como a la cuenca del lago homónimo, e incluso invadir territorio
argentino.
6. Desde el punto de vista de la geoquímica de elementos mayores, las muestras del Volcán
Antuco pertenecen a la serie subalcalina y corresponden a rocas con alto contenido de Al y
abundancias medias de K. Además, son de carácter calcoalcalino.
10. Aunque las razones isotópicas de Sr y Nd del Volcán Antuco se traslapan con aquellas de
basaltos de islas oceánicas, las razones isotópicas de Pb indican un aporte de sedimento de
la Placa de Nazca subductada.
158
11. Los basaltos de este centro volcánico son pobres en MgO, Ni y Cr, lo cual indica que sus
magmas primarios experimentaron un fraccionamiento de olivino y piroxeno. Sus bajas
razones isotópicas de Sr y relativamente altas de Nd, que son aproximadamente constantes
en el rango basalto-andesita, sugieren que los magmas evolucionaron en sistema cerrado.
Sin embargo, debe destacarse que el reconocimiento de contaminación por corteza
continental inferior en las lavas del Volcán Antuco sería muy difícil ya que los materiales
asimilados no tendrían el contraste geoquímico necesario para ser detectados (HILDRETH
y MOORBATH, 1988). Por otra parte, las razones de elementos incompatibles indicadores
de influencia de corteza continental superior (Rb/La, Rb/Ba, K/Ba y K/La) (McMILLAN
et al., 1989) sugieren que tal contaminación no tiene mayor importancia. La mezcla de
magma, sugerida por algunas características petrográficas (punto 4), no se refleja en los
diagramas geoquímicos, por lo que debe ser de menor importancia.
12. Los magmas primarios del Volcán Antuco se habrían generado por 10% de fusión
fraccionada de un manto consistente de peridotita de granate, enriquecido en Sr, Rb y Ba
por fluidos provenientes de la corteza oceánica subductada. En su ascenso, los magmas se
estancan en la corteza inferior, donde experimentan un fraccionamiento dominado por
olivino y clinopiroxeno. En cámaras magmáticas superficiales predominaría el
fraccionamiento de plagioclasa sobre los minerales anteriores.
13. Se recomienda que trabajos a futuro en este centro volcánico incluyan estudios de
cristaloquímica y dataciones radiométricas 40Ar/ 39Ar.
159
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166
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167
ANEXO A
168
ANTUCO I
Muestra: 010283-1
Tipo: Lava
Unidad: QvaI3
Ubicación: N 5861,4; E 294,2
Nombre: Basalto de olivino y clinopiroxeno
Descripción microscópica:
Roca vesicular de textura porfídica, con fenocristales de plagioclasa (pl) (10%), principalmente, y olivino (ol)
(4%) y clinopiroxeno (cpx) (1%), en menor cantidad. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y
presentan textura sieve. Se obtuvo una composición de labradorita (An 66) para ellas. Localmente, se observa
textura glomeroporfídica compuesta por ol y pl. El tamaño de los fenocristales de pl varía entre 0,12 mm y 2,88
mm, con una moda de 0,36 mm. Los fenocristales de ol alcanzan tamaños de 1,32 mm, con un mínimo de 0,12
mm y una moda de 0,6 mm. El tamaño de los fenocristales de cpx se extiende entre los 0,12 mm y 0,96 mm, con
una moda de 0,72 mm.
La masa fundamental está constituida por microlitos de pl (45%), cpx (20%), ol (10%) y minerales opacos (10%).
Presenta una textura intergranular, localmente pilotaxítica.
Muestra: 010283-6
Tipo: Lava
Unidad: QvaI2
Ubicación: N 5858,7; E 283,6
Nombre: Andesita basáltica de olivino y piroxeno
Descripción microscópica:
Roca de textura porfídica, con fenocristales de pl (2%), principalmente, y ol (1%) y ortopiroxeno (opx, trazas), en
menor cantidad. La roca tiene muy pocas vesículas. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y algunos
presentan textura sieve (1% de los fenocristales de pl). Se obtuvo una composición de labradorita (An 59) para
ellas. El opx presenta una aureola de cpx. El tamaño de los fenocristales de pl varía entre 0,48 mm y 2,04 mm,
con una moda de 0,72 mm. Los fenocristales de ol alcanzan tamaños de 0,48 mm y el opx tiene 1,2 mm.
La masa fundamental está constituida por microlitos de pl (50%), cpx (22%), opx (10%), ol (10%) y minerales
opacos (5%). Presenta una textura intergranular, localmente pilotaxítica.
Muestra: 201098-4
Tipo: Lava
Unidad: QvaI3
Ubicación: N 5861,9; E 292,7
Nombre: Andesita basáltica de olivino y clinopiroxeno
Descripción microscópica:
Roca vesicular de textura porfídica, con fenocristales de pl (15%), principalmente, y ol (4%) y cpx (1%), en
menor cantidad. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y algunos presentan textura sieve (4%). Se
obtuvo una composición de labradorita (An 68) para ellas. Algunos fenocristales de ol están alterados a
iddingsita, en los bordes y a lo largo de fracturas. Localmente, se observa textura glomeroporfídica compuesta
por ol y pl. El tamaño de los fenocristales de pl varía entre 0,15 mm y 4,9 mm, con una moda de 1,25 mm. Los
fenocristales de ol alcanzan tamaños de 2,25 mm, con un mínimo de 0,1 mm y una moda de 0,2 mm. El tamaño
de los fenocristales de cpx oscila entre 0,25 mm y 0,45 mm, con una moda de 0,35 mm.
La masa fundamental está constituida por microlitos de pl (40%), cpx (15%), ol (10%) y minerales opacos (15%).
Presenta una textura intergranular.
169
Muestra: 211098-4
Tipo: Lava
Unidad: QvaI2
Ubicación: N 5861,3; E 291,1
Nombre: Andesita basáltica de olivino y clinopiroxeno
Descripción microscópica:
Roca de textura porfídica, con fenocristales de pl (4%), principalmente, y ol (1%), en menor cantidad. La roca
presenta pocas vesículas. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y algunos presentan textura sieve
(1%). Se obtuvo una composición de labradorita (An 67) para ellas. Localmente, se observa textura
glomeroporfídica compuesta por pl y ol. El tamaño de los fenocristales de pl varía entre 0,5 mm y 2,15 mm, con
una moda de 1,5 mm. Los fenocristales de ol alcanzan tamaños de 0,85 mm, con un mínimo de 0,45 mm y una
moda de igual tamaño.
La masa fundamental está constituida por microlitos de pl (50%), ol (15%), cpx (10%), minerales opacos (10%) y
vidrio (10%). Presenta una textura intersertal.
Muestra: 230199-1
Tipo: Filón manto
Unidad: QvaI1
Ubicación: N 5854,5; E 292,6
Nombre: Dacita de anfíbol y ortopiroxeno
Descripción microscópica:
Roca de textura porfídica, con fenocristales de pl (6%), anfíbol (anf) (oxihornblenda, 3%), opx (3%) y trazas de
cpx. La roca presenta muy pocas vesículas. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y presentan muy
poco desarrollo de textura sieve (0,5%). Se obtuvo una composición de labradorita (An 61-65) para ellas.
Localmente, se observa textura glomeroporfídica compuesta por pl, anf y cpx. El tamaño de los fenocristales de
pl varía entre 0,05 mm y 2,6 mm, con una moda de 0,7 mm. Los fenocristales de anf alcanzan tamaños de 5 mm,
con un mínimo de 0,1 mm y una moda de 1 mm. El tamaño de los fenocristales de opx oscila entre 0,1 mm y 1,5
mm, con una moda de 0,75 mm. Los únicos fenocristales vistos de cpx miden 0,15 mm.
La masa fundamental está constituida por microlitos de pl (40%), opx (8%), cpx (3%), anf (2%), minerales
opacos (15%) y vidrio (20%). Presenta una textura intersertal.
Muestra: 230199-2
Tipo: Lava
Unidad: QvaI1
Ubicación: N 5854,4; E 292,5
Nombre: Andesita basáltica de olivino y ortopiroxeno
Descripción microscópica:
Roca vesicular de textura porfídica, con fenocristales de pl (17%), principalmente, y ol (4%) y opx (4%), en
menor cantidad. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y la mayoría presenta textura sieve (10%). Se
obtuvo una composición de labradorita (An 56-60) para ellas. Localmente, se observa una incipiente aureola de
cpx alrededor de un fenocristal de opx. El tamaño de los fenocristales de pl varía entre 0,1 mm y 2,5 mm, con una
moda de 0,5 mm. Los fenocristales de ol alcanzan tamaños de 0,4 mm, con un mínimo de 0,1 mm y una moda de
0,15 mm. El tamaño de los fenocristales de opx oscila entre 0,15 mm y 2 mm, con una moda de 0,75 mm.
La masa fundamental es de grano bastante grueso y está constituida por microlitos de pl (35%), ol (10%), cpx
(5%), opx (5%), minerales opacos (10%) y vidrio (10%). Presenta una textura intergranular.
170
Muestra: 230199-3
Tipo: Lava
Unidad: QvaI1
Ubicación: N 5854,3; E 292,5
Nombre: Basalto de olivino y piroxeno
Descripción microscópica:
Roca vesicular de textura porfídica, con fenocristales de pl (15%), principalmente, y ol (5%), opx (4%) y cpx
(1%), en menor cantidad. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y la mayoría presenta textura sieve
(10%). Se obtuvo una composición de labradorita (An 61) para ellas. El tamaño de los fenocristales de pl varía
entre 0,25 mm y 2,5 mm, con una moda de 1 mm. Los fenocristales de ol alcanzan tamaños de 1,25 mm, con un
mínimo de 0,1 mm y una moda de 0,15 mm. El tamaño de los fenocristales de opx oscila entre 0,25 mm y 1,4
mm, con una moda de 0,4 mm.
La masa fundamental es de grano bastante grueso y está constituida por microlitos de pl (35%), ol (10%), opx
(10%), cpx (5%), minerales opacos (5%) y vidrio (10%). Presenta una textura intergranular.
Muestra: 230199-4
Tipo: Lava
Unidad: QvaI1
Ubicación: N 5854,2; E 292,4
Nombre: Basalto de olivino y ortopiroxeno
Descripción microscópica:
Roca vesicular de textura porfídica, con fenocristales de pl (17%), principalmente, y ol (4%) y opx (4%), en
menor cantidad. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y algunos presentan textura sieve (5%). Se
obtuvo una composición de labradorita (An 62) para ellas. Localmente, se observa opx rodeado por pequeños
cristales de ol. El tamaño de los fenocristales de pl varía entre 0,75 mm y 2,5 mm, con una moda de 1,25 mm.
Los fenocristales de ol alcanzan tamaños de 0,75 mm, con un mínimo de 0,6 mm y una moda de 0,75 mm. El
tamaño de los fenocristales de opx oscila entre 0,5 mm y 1,5 mm, con una moda de 0,75 mm.
La masa fundamental es de grano bastante grueso y está constituida por microlitos de pl (30%), ol (10%), opx
(10%), cpx (5%), minerales opacos (10%) y vidrio (10%). Presenta una textura intergranular.
Muestra: 230199-5
Tipo: Lava
Unidad: QvaI1
Ubicación: N 5854,1; E 292,4
Nombre: Andesita basáltica de olivino y ortopiroxeno
Descripción microscópica:
Roca vesicular de textura porfídica, con fenocristales de pl (14%), principalmente, y ol (3%) y opx (3%), en
menor cantidad. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y algunos presentan textura sieve (3%). Se
obtuvo una composición de labradorita (An 55-61) para ellas. Se observan fenocristales de ol con una aureola de
pequeños cristales de opx. El tamaño de los fenocristales de pl varía entre 0,4 mm y 2,5 mm, con una moda de
0,6 mm. Los fenocristales de ol alcanzan tamaños de 0,8 mm, con un mínimo de 0,3 mm y una moda de igual
tamaño. El tamaño de los fenocristales de opx oscila entre 0,25 mm y 1 mm, con una moda de 0,5 mm.
La masa fundamental es de grano bastante grueso y está constituida por microlitos de pl (35%), ol (10%), opx
(10%), cpx (5%), minerales opacos (10%) y vidrio (10%). Presenta una textura intergranular.
Muchos fenocristales y microlitos de ol están alterados a iddingsita, en los bordes y a lo largo de fracturas.
Muestra: 230199-6
Tipo: Lava
Unidad: QvaI1
Ubicación: N 5854,0; E 292,5
Nombre: Basalto de olivino y ortopiroxeno
Descripción microscópica:
Roca vesicular de textura porfídica, con fenocristales de pl (15%), principalmente, y ol (3%) y opx (2%), en
menor cantidad. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y algunos presentan textura sieve (7%). Se
obtuvo una composición de labradorita (An 61) para ellas. Localmente, se observa textura glomeroporfídica
compuesta por pl y opx. El tamaño de los fenocristales de pl varía entre 0,25 mm y 2,15 mm, con una moda de
171
0,5 mm. Los fenocristales de ol alcanzan tamaños de 1,7 mm, con un mínimo de 0,25 mm y una moda de igual
tamaño. El tamaño de los fenocristales de opx oscila entre 0,25 mm y 1,75 mm, con una moda de 0,35 mm.
La masa fundamental es de grano bastante grueso y está constituida por microlitos de pl (35%), ol (10%), opx
(10%), cpx (5%), minerales opacos (10%) y vidrio de color café oscuro (10%). Presenta una textura intergranular.
Muestra: 230199-7
Tipo: Lava
Unidad: QvaI1
Ubicación: N 5853,9; E 292,5
Nombre: Basalto de olivino y ortopiroxeno
Descripción microscópica:
Roca vesicular de textura porfídica, con fenocristales de pl (12%), principalmente, y ol (4%) y opx (4%), en
menor cantidad. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y la mayoría presenta textura sieve (10%). Se
obtuvo una composición de labradorita (An 57-60) para ellas. Localmente, se observan texturas
glomeroporfídicas compuestas exclusivamente por pl y también por pl, opx y ol. El tamaño de los fenocristales
de pl varía entre 0,2 mm y 2,25 mm, con una moda de 0,6 mm. Los fenocristales de ol alcanzan tamaños de 0,55
mm, con un mínimo de 0,2 mm y una moda de igual tamaño. El tamaño de los fenocristales de opx oscila entre
0,2 mm y 1,25 mm, con una moda de 0,3 mm.
La masa fundamental es de grano bastante grueso y está constituida por microlitos de pl (40%), ol (8%), opx
(7%), cpx (5%), minerales opacos (10%) y vidrio de color café oscuro (10%). Presenta una textura intergranular.
Los fenocristales y microlitos de ol están alterados a iddingsita, en los bordes y a lo largo de fracturas.
Muestra: 230199-8
Tipo: Lava
Unidad: QvaI1
Ubicación: N 5853,9; E 292,4
Nombre: Basalto de olivino y ortopiroxeno
Descripción microscópica:
Roca vesicular de textura porfídica, con fenocristales de pl (17%), principalmente, y ol (5%) y opx (3%), en
menor cantidad. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y la mayoría presenta textura sieve (10%). Se
obtuvo una composición de labradorita (An 57) para ellas. Localmente, se observan texturas glomeroporfídicas
compuestas por pl y opx. Localmente, se observa que el opx presenta una incipiente aureola de cpx. El tamaño de
los fenocristales de pl varía entre 0,1 mm y 2,35 mm, con una moda de 0,5 mm. Los fenocristales de ol alcanzan
tamaños de 0,4 mm, con un mínimo de 0,1 mm y una moda de 0,15 mm. El tamaño de los fenocristales de opx
oscila entre 0,1 mm y 2 mm, con una moda de 0,25 mm.
La masa fundamental está constituida por microlitos de pl (38%), ol (10%), opx (5%), cpx (5%), minerales
opacos (7%) y vidrio (10%). Presenta una textura intergranular a intersertal.
Los fenocristales y microlitos de ol están alterados a iddingsita, en los bordes y a lo largo de fracturas.
Muestra: 230199-9
Tipo: Lava
Unidad: QvaI1
Ubicación: N 5853,9; E 292,3
Nombre: Basalto de olivino y piroxeno
Descripción microscópica:
Roca vesicular de textura porfídica, con fenocristales de pl (17%), principalmente, y opx (4%), ol (3%) y cpx
(1%), en menor cantidad. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y algunos presentan textura sieve
(7%). Se obtuvo una composición de labradorita (An 51-55) para ellas. Localmente, se observan texturas
glomeroporfídicas compuestas exclusivamente por pl y por pl y opx. El tamaño de los fenocristales de pl varía
entre 0,1 mm y 3 mm, con una moda de 0,75 mm. El tamaño de los fenocristales de opx oscila entre 0,1 mm y
2,75 mm, con una moda de 0,25 mm. Los fenocristales de ol alcanzan tamaños de 3,25 mm, con un mínimo de
0,1 mm y una moda de 0,15 mm. Los fenocristales de cpx tienen 0,4 mm y 2,25 mm de tamaño.
La masa fundamental es de grano bastante grueso y está constituida por microlitos de pl (35%), ol (10%), opx
(5%), cpx (5%), minerales opacos (10%) y vidrio (10%). Presenta una textura intergranular.
Existe un xenolito con cuarzo, de 7,75 mm de tamaño. El cuarzo tiene extinción ondulosa, lo cual indica que ha
sufrido deformación. Presenta un halo café.
172
Muestra: 230199-10
Tipo: Lava
Unidad: QvaI1
Ubicación: N 5853,8; E 292,3
Nombre: Andesita basáltica de olivino y piroxeno
Descripción microscópica:
Roca vesicular de textura porfídica, con fenocristales de pl (18%), principalmente, y ol (3%), opx (3%) y cpx
(1%), en menor cantidad. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y algunos presentan textura sieve
(5%). Se obtuvo una composición de labradorita (An 64) para ellas. Localmente, se observa textura
glomeroporfídica compuesta exclusivamente por pl. El tamaño de los fenocristales de pl varía entre 0,15 mm y
2,5 mm, con una moda de 0,85 mm. Los fenocristales de ol alcanzan tamaños de 2,5 mm, con un mínimo de 0,15
mm y una moda de 0,2 mm. El tamaño de los fenocristales de opx oscila entre 0,15 mm y 1 mm, con una moda
de 0,65 mm. Los fenocristales de cpx tienen 0,4 mm mm de tamaño.
La masa fundamental es de grano bastante grueso y está constituida por microlitos de pl (33%), ol (10%), opx
(10%), cpx (5%), vidrio (10%) y minerales opacos (7%). Presenta una textura intergranular.
Muestra: 250199-1
Tipo: Lava
Unidad: QvaI1
Ubicación: N 5857,4; E 296,9
Nombre: Dacita de piroxeno
Descripción microscópica:
Roca de textura porfídica, con fenocristales de pl (3%), principalmente, y ol (1%), opx y cpx (1%, en conjunto),
en menor cantidad. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y algunos presentan textura sieve (0,5%).
Se obtuvo una composición de andesina (An 48) para ellas. Algunos fenocristales de ol presentan una aureola de
opx. La mayoría de los fenocristales máficos tienen bordes negros, compuestos, probablemente, por óxidos de Fe.
El ol se presenta en intercrecimiento, localmente de forma vermicular, con dichos óxidos y, además, se encuentra
con una aureola de pequeños cristales de opx. Algunos fenocristales de cpx poseen un núcleo con bordes difusos,
los cuales están compuestos por el mismo mineral y óxidos de Fe. Todas estas características texturales
demuestran una inestabilidad, es decir, los fenocristales están en desequilibrio con la composición de la roca que
es dacítica (64,40% SiO2). El tamaño de los fenocristales de pl varía entre 0,25 mm y 2,5 mm, con una moda de
1,1 mm. Los fenocristales de ol alcanzan tamaños de 1 mm, con un mínimo de 0,5 mm y una moda de 0,75 mm.
El tamaño de los fenocristales de cpx oscila entre 0,15 mm y 0,7 mm, con una moda de 0,55 mm. Los pequeños
cristales de opx que rodean el ol tienen un tamaño de 0,15 mm.
La masa fundamental está constituida por microlitos de pl (30%), cpx y opx (5%, en conjunto), ol (1%),
minerales opacos (10%) y vidrio (50%). Presenta una textura hialopilítica y se observa la alternancia entre bandas
claras y más oscuras (textura de flujo).
Muestra: 250199-2
Tipo: Lava
Unidad: QvaI1
Ubicación: N 5857,3; E 296,9
Nombre: Andesita media de olivino y clinopiroxeno
Descripción microscópica:
Roca vesicular de textura porfídica, con fenocristales de pl (8%), principalmente, y ol (1%) y cpx (1%), en menor
cantidad. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y algunos presentan textura sieve (2%). Se obtuvo
una composición de labradorita (An 63) para ellas. Desde el punto de vista textural se observan dos tipos de cpx.
Un tipo es normal y limpio y el otro está zonado y sucio y parece conformado por muchos cristales menores.
Localmente, se observa textura glomeroporfídica compuesta por pl y ol. El tamaño de los fenocristales de pl varía
entre 0,05 mm y 2 mm, con una moda de 0,25 mm. Los fenocristales de ol alcanzan tamaños de 0,85 mm, con un
mínimo de 0,05 mm y una moda de 0,15 mm. El tamaño de los fenocristales de cpx oscila entre 0,05 mm y 1,75
mm, con una moda de 0,2 mm.
La masa fundamental está constituida por microlitos de pl (30%), ol (5%), cpx (5%), minerales opacos (5%) y
vidrio (45%). Presenta una textura intersertal, localmente hialopilítica y se observa la alternancia entre bandas
claras y más oscuras (textura de flujo).
173
Existe un probable xenolito compuesto por pl sucias, cpx y opx, de textura equigranular y de 1 mm de tamaño.
Muestra: 250199-3
Tipo: Lava
Unidad: QvaI1
Ubicación: N 5857,3; E 296,9
Nombre: Dacita
Descripción microscópica:
Roca de textura porfídica, con fenocristales de pl (8%), principalmente, y opx (1%), ol (0,5%) y cpx (0,5%), en
menor cantidad. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y algunos presentan textura sieve (2%). Se
obtuvo una composición de andesina (An 46) para ellas. Algunos fenocristales de opx presentan una corona de
reacción de cpx. El opx se encuentra, además, en textura glomeroporfídica con el ol. Localmente, se observa
textura glomeroporfídica compuesta por pl y cpx y también por cpx, ol y pl. El tamaño de los fenocristales de pl
varía entre 0,05 mm y 1,9 mm, con una moda de 0,3 mm. El tamaño de los fenocristales de opx oscila entre 0,05
mm y 2,25 mm, con una moda de 0,1 mm. Los fenocristales de ol alcanzan tamaños de 0,4 mm, con un mínimo
de 0,05 mm y una moda de 0,1 mm. El tamaño de los fenocristales de cpx se extiende entre 0,05 mm y 1,5 mm,
con una moda de 0,1 mm.
La masa fundamental está constituida por microlitos de pl (75%), ol, cpx, opx (5%, en conjunto), minerales
opacos (5%) y vidrio (5%). Presenta una textura intersertal a intergranular, localmente pilotaxítica y se observa la
alternancia entre bandas claras y más oscuras (textura de flujo).
Existen dos xenolitos basálticos, de tamaños 1,5 mm y 1 mm, respectivamente. Presentan fenocristales de pl y ol
en una masa fundamental compuesta por microlitos de pl y ol, inmersos en vidrio negro.
Muestra: 250199-4
Tipo: Lava
Unidad: QvaI1
Ubicación: N 5857,4; E 296,9
Nombre: Andesita media
Descripción microscópica:
Roca de textura porfídica, con fenocristales de pl (20%), principalmente, y ol (3%) y cpx (2%), en menor
cantidad. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y algunos presentan textura sieve (4%). Se obtuvo
una composición de labradorita (An 60) para ellas. Localmente, se observa textura glomeroporfídica compuesta
por pl, cpx y ol, también por cpx y pl y por pl y ol. El tamaño de los fenocristales de pl varía entre 0,05 mm y
1,875 mm, con una moda de 0,25 mm. El tamaño de los fenocristales de ol oscila entre 0,05 mm y 0,875 mm, con
una moda de 0,15 mm. El tamaño de los fenocristales de cpx se extiende entre 0,05 mm y 1 mm, con una moda
de 0,125 mm.
La masa fundamental está constituida por microlitos de pl (30%), ol, cpx (5%, en conjunto), minerales opacos
(5%) y vidrio (35%). Presenta una textura intersertal, localmente hialopilítica.
Existen distintos tipos de xenolitos:
El primero tiene una forma ovalada y posee una textura subofítica, compuesta por cpx y pl. Esta textura es típica
en rocas de cuellos volcánicos, diques o filones manto que pueden haber sido arrastrados en pulsos posteriores.
Otro tipo es de textura equigranular, con cristales grandes de pl, ol y cpx. Los minerales máficos están muy
alterados, presentándo un color negruzco. El tamaño de estos xenolitos varía entre 1,4 mm y 5 mm.
Otro tipo consiste en un xenolito de naturaleza subvolcánica, compuesto por pl, ol, cpx y minerales opacos. Su
tamaño es de 1,9 mm.
Los dos últimos tipos representarían niveles profundos e intermedio del aparato volcánico, respectivamente.
174
Muestra: 250199-5
Tipo: Dique
Unidad: QvaI1
Ubicación: N 5857,5; E 297,0
Nombre: Dacita
Descripción microscópica:
Roca de textura porfídica, con fenocristales de pl (8%), principalmente, y opx (1%), ol y cpx (1%, en conjunto),
en menor cantidad. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y algunos presentan textura sieve (1%). Se
obtuvo una composición de andesina-labradorita (An 50) para ellas. Algunos fenocristales de px poseen un
núcleo con bordes difusos que están compuestos por el mismo mineral y óxidos de Fe. El tamaño de los
fenocristales de pl varía entre 0,025 mm y 2,1 mm, con una moda de 0,125 mm. El tamaño de los fenocristales de
opx oscila entre 0,025 mm y 0,9 mm, con una moda de 0,2 mm. El tamaño de los fenocristales de ol va desde los
0,025 mm hasta los 0,375 mm, con una moda de 0,25 mm. El tamaño de los fenocristales de cpx se extiende entre
0,225 mm y 0,25 mm, con una moda de igual tamaño.
La masa fundamental está constituida por microlitos de pl (47%), opx (3%), ol (1%), cpx (1%), minerales opacos
(3%) y vidrio (35%). Presenta una textura intergranular a intersertal, localmente pilotaxítica.
Existe un xenolito volcánico de 1,9 mm, de textura porfídica, con fenocristales de pl y probable cpx, en una masa
fundamental compuesta por vidrio y abundantes minerales opacos. Debido a esto último, es menos diferenciado
que la roca que lo contiene.
Muestra: 250199-6
Tipo: Lava
Unidad: QvaI1
Ubicación: N 5857,5; E 297,0
Nombre: Basalto de olivino y piroxeno
Descripción microscópica:
Roca de textura porfídica, con fenocristales de pl (8%), principalmente, y ol (6%) y opx (1%), en menor cantidad.
Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y algunos presentan textura sieve (4%). Se obtuvo una
composición de labradorita-bytownita (An 70-79) para ellas. El tamaño de los fenocristales de pl varía entre 0,05
mm y 3,5 mm, con una moda de 0,35 mm. Los fenocristales de ol alcanzan tamaños de 2 mm, con un mínimo de
0,05 mm y una moda de 0,35 mm. El tamaño de los fenocristales de opx es de 1,5 mm.
La masa fundamental es de grano bastante grueso y está constituida por microlitos de pl (43%), ol (12%), opx
(10%), cpx (10%), minerales opacos (5%) y vidrio (5%). Presenta una textura intergranular.
Muestra: 250199-7
Tipo: Lava
Unidad: QvaI1
Ubicación: N 5857,5; E 296,9
Nombre: Basalto de olivino y piroxeno
Descripción microscópica:
Roca vesicular de textura porfídica, con fenocristales de pl (6%), principalmente, y ol (4%) y cpx (trazas), en
menor cantidad. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y la mayoría presenta textura sieve (4%). Se
obtuvo una composición de labradorita (An 63) para ellas. Localmente, se observa textura glomeroporfídica
compuesta por ol y pl. El tamaño de los fenocristales de pl varía entre 0,25 mm y 4,5 mm, con una moda de 0,75
mm. Los fenocristales de ol alcanzan tamaños de 3 mm, con un mínimo de 0,25 mm y una moda de 0,4 mm. El
tamaño de los fenocristales de cpx es de 0,5 mm y 0,25 mm.
La masa fundamental es de grano bastante grueso y está constituida por microlitos de pl (45%), ol (15%), cpx
(10%), minerales opacos (10%) y vidrio (10%). Presenta una textura intergranular.
175
Muestra: 250199-8
Tipo: Lava
Unidad: QvaI1
Ubicación: N 5857,5; E 296,9
Nombre: Basalto de olivino
Descripción microscópica:
Roca vesicular de textura porfídica, con fenocristales de pl (6%), principalmente, y ol (4%) y opx (trazas), en
menor cantidad. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y algunos presentan textura sieve (3%). Se
obtuvo una composición de bytownita (An 74) para ellas. El tamaño de los fenocristales de pl varía entre 0,2 mm
y 3 mm, con una moda de 0,75 mm. Los fenocristales de ol alcanzan tamaños de 3 mm, con un mínimo de 0,2
mm y una moda de 0,5 mm. El tamaño de los fenocristales de opx es de 0,4 mm.
La masa fundamental es de grano bastante grueso y está constituida por microlitos de pl (45%), ol (20%), cpx
(5%), minerales opacos (10%) y vidrio (10%). Presenta una textura intergranular.
Los fenocristales y microlitos de ol están alterados a iddingsita, en los bordes y a lo largo de fracturas y,
localmente también a bowlingsita.
Muestra: 250199-9
Tipo: Lava
Unidad: QvaI1
Ubicación: N 5857,6; E 297,0
Nombre: Basalto de olivino y clinopiroxeno
Descripción microscópica:
Roca vesicular de textura porfídica, con fenocristales de pl (5%), principalmente, y ol (4%), opx y cpx (1%, en
conjunto), en menor cantidad. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y algunos presentan textura
sieve (2%). Se obtuvo una composición de labradorita (An 60) para ellas. Existe un fenocristal de ol con
embahiamiento. Localmente, se observa textura glomeroporfídica compuesta por ol y pl. El tamaño de los
fenocristales de pl varía entre 0,15 mm y 4 mm, con una moda de 0,75 mm. Los fenocristales de ol alcanzan
tamaños de 2 mm, con un mínimo de 0,15 mm y una moda de 0,5 mm. El tamaño de los fenocristales de opx es
de 0,25 mm y 0,65 mm y el de los cpx de 0,25 mm y 0,45 mm.
La masa fundamental es relativamente gruesa y está constituida por microlitos de pl (50%), ol (15%), cpx (15%),
opx (5%) y minerales opacos (5%). Presenta una textura intergranular.
Muestra: 250199-10
Tipo: Lava
Unidad: QvaI1
Ubicación: N 5857,5; E 297,0
Nombre: Andesita basáltica de olivino y piroxeno
Descripción microscópica:
Roca poco vesicular de textura porfídica, con fenocristales de pl (8%), ol (6%) y opx (1%). Los fenocristales de
pl están fuertemente zonados y algunos presentan textura sieve (4%). Se obtuvo una composición de labradorita
(An 65) para ellas. La mayoría de los fenocristales de ol está alterada a iddingsita, en los bordes y a lo largo de
fracturas. El tamaño de los fenocristales de pl varía entre 0,15 mm y 3 mm, con una moda de 1 mm. Los
fenocristales de ol alcanzan tamaños de 2,25 mm, con un mínimo de 0,15 mm y una moda de 0,4 mm. El tamaño
de los fenocristales de opx se extiende entre los 0,25 mm y 0,5 mm.
La masa fundamental es relativamente gruesa y está constituida por microlitos de pl (50%), ol (5%), cpx (15%),
opx (10%) y minerales opacos (5%). Presenta una textura intergranular.
Muestra: 250199-12
Tipo: Dique
Unidad: QvaI1
Ubicación: N 5858,0; E 296,6
Nombre: Pórfido andesítico- basáltico de olivino y clinopiroxeno
Descripción microscópica:
Roca de textura porfídica, con fenocristales de pl (28%), principalmente, y ol (7%), en menor cantidad. Los
fenocristales de pl están fuertemente zonados y no presentan textura sieve. Se obtuvo una composición de
labradorita (An 58) para ellas. El tamaño de los fenocristales de pl varía entre 0,1 mm y 2 mm, con una moda de
176
0,5 mm. Los fenocristales de ol alcanzan tamaños de 0,6 mm, con un mínimo de 0,1 mm y una moda de 0,25
mm.
La masa fundamental está constituida por microlitos de pl (33%), ol (14%), cpx (13%) y minerales opacos (5%).
Presenta una textura intergranular.
La mayoría de los fenocristales y microlitos de ol está alterada a iddingsita, en los bordes y a lo largo de
fracturas.
Muestra: 260199-3
Tipo: Bloque de lava en avalancha volcánica
Ubicación: N 5864,2; E 275,4
Nombre: Basalto de olivino vitrocristalino
Descripción microscópica:
Roca de textura porfídica, con fenocristales de pl (15%), principalmente, y ol (3%) y cpx (2%), en menor
cantidad. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y algunos presentan textura sieve. Algunos presentan
inclusiones de cpx. Se obtuvo una composición de labradorita (An 61) para ellas. Localmente, se observa textura
glomeroporfídica compuesta por pl, ol y cpx. El tamaño de los fenocristales de pl varía entre 0,1 mm y 2,5 mm,
con una moda de 0,3 mm. Los fenocristales de ol alcanzan tamaños de 1,4 mm, con un mínimo de 0,1 mm y una
moda de 0,2 mm. El tamaño de los fenocristales de cpx se extiende entre los 0,1 mm y 1,4 mm, con una moda de
0,25 mm.
La masa fundamental está constituida por microlitos de pl (20%), ol (10%), cpx (10%) y vidrio (40%). Presenta
una textura vitrofídica.
ANTUCO II
Muestra: 010283-3
Tipo: Lava
Unidad: QvaII5
Ubicación: N 5860,5; E 290,6
Nombre: Basalto de olivino y piroxeno
Descripción microscópica:
Roca vesicular de textura porfídica, con fenocristales de pl (14%), principalmente, y ol (5%) y cpx (1%), en
menor cantidad. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y algunos presentan textura sieve (5%). Se
obtuvo una composición de labradorita (An 59) para ellas. El tamaño de los fenocristales de pl varía entre 0,36
mm y 2,76 mm, con una moda de 0,72 mm. Los fenocristales de ol alcanzan tamaños de 1,8 mm, con un mínimo
de 0,36 mm y una moda del mismo tamaño. El cpx tiene 0,25 mm.
La masa fundamental está constituida por microlitos de pl (40%), cpx (15%), ol (10%), minerales opacos (5%) y
vidrio de color café (10%). Presenta una textura intergranular a intersertal.
Muestra: 211098-2
Tipo: Lava
Unidad: QvaII2
Ubicación: N 5852,6; E 292,4
Nombre: Andesita basáltica de olivino y clinopiroxeno
Descripción microscópica:
Roca vesicular de textura porfídica, con fenocristales de pl (20%), principalmente, y ol (4%) y cpx (1%), en
menor cantidad. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y algunos presentan textura sieve (2%). Se
obtuvo una composición de labradorita (An 60) para ellas. Algunos fenocristales de cpx presentan
embahiamiento. Localmente, se observa textura glomeroporfídica compuesta por ol y pl y también por pl, ol y
cpx. El tamaño de los fenocristales de pl varía entre 0,2 mm y 4,75 mm, con una moda de 1,25 mm. Los
fenocristales de ol alcanzan tamaños de 2,25 mm, con un mínimo de 0,1 mm y una moda de 0,5 mm. El tamaño
de los fenocristales de cpx oscila entre 0,5 mm y 2 mm, con una moda de 2 mm.
La masa fundamental está constituida por microlitos de pl (37%), ol (15%), cpx (13%) y minerales opacos (10%).
Presenta una textura intergranular.
177
Muestra: 211098-3
Tipo: Lava
Unidad: QvaII3
Ubicación: N 5852,9; E 294,0
Nombre: Basalto de olivino y clinopiroxeno
Descripción microscópica:
Roca de textura porfídica, con fenocristales de pl (14%), principalmente, y ol (5%) y cpx (1%), en menor
cantidad. La roca presenta pocas vesículas. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y algunos presentan
textura sieve (4%). Se obtuvo una composición de labradorita (An 64) para ellas. Localmente, se observa textura
glomeroporfídica compuesta por pl, ol y cpx. El tamaño de los fenocristales de pl varía entre 0,05 mm y 3,6 mm,
con una moda de 0,4 mm. Los fenocristales de ol alcanzan tamaños de 3,25 mm, con un mínimo de 0,05 mm y
una moda de 0,2 mm. El tamaño de los fenocristales de cpx oscila entre 0,05 mm y 1,25 mm, con una moda de 1
mm.
La masa fundamental está constituida por microlitos de pl (40%), cpx (15%), ol (10%), minerales opacos (10%) y
vidrio (5%). Presenta una textura intergranular a intersertal.
Muestra: 211098-5
Tipo: Lava
Unidad: QvaII1
Ubicación: N 5858,7; E 282,9
Nombre: Andesita basáltica de olivino y clinopiroxeno
Descripción microscópica:
Roca de textura porfídica, con fenocristales de pl (2%), principalmente, y ol y cpx (1%, en conjunto), en menor
cantidad. La roca no presenta vesículas. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y presentan textura
sieve no muy desarrollada. No se pudo determinar la composición de la pl, debido a la falta de secciones
adecuadas. El tamaño de los fenocristales de pl varía entre 0,1 mm y 1,8 mm, con una moda de 0,3 mm. Los
fenocristales de ol alcanzan tamaños de 0,65 mm, con un mínimo de 0,25 mm y una moda de igual tamaño.
La masa fundamental está constituida por microlitos de pl (55%), cpx (15%), ol (12%) y minerales opacos (15%).
Presenta una textura intergranular.
Muestra: 211098-6
Tipo: Lava
Unidad: QvaII1
Ubicación: N 5859; E 282,3
Nombre: Andesita basáltica de olivino y clinopiroxeno
Descripción microscópica:
Roca de textura porfídica, con fenocristales de pl (4%), principalmente, y ol y cpx (1%, en conjunto), en menor
cantidad. La roca presenta muy pocas vesículas. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y algunos
presentan textura sieve (1%). Se obtuvo una composición de bytownita (An 70-73) para ellas. El tamaño de los
fenocristales de pl varía entre 0,2 mm y 3,25 mm, con una moda de 0,75 mm. Los fenocristales de ol alcanzan
tamaños de 0,65 mm, con un mínimo de 0,1 mm y una moda de 0,35 mm. El tamaño de los fenocristales de cpx
oscila entre 0,25 mm y 1,1 mm, con una moda de 0,25 mm. Localmente, se observa textura glomeroporfídica
compuesta por pl, ol y cpx.
La masa fundamental está constituida por microlitos de pl (50%), cpx (15%), ol (10%), vidrio de color café
(15%) y minerales opacos (5%). Presenta una textura intersertal.
178
Muestra: 220199-4
Tipo: Lava
Unidad: QvaII4
Ubicación: N 5860,2; E 288,9
Nombre: Basalto de olivino y clinopiroxeno
Descripción microscópica:
Roca vesicular de textura porfídica, con fenocristales de pl (20%), principalmente, y ol (5%), en menor cantidad.
Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y algunos presentan textura sieve (10%). Se obtuvo una
composición de labradorita-bytownita (An 69-72) para ellas. Algunos fenocristales de ol están alterados a
iddingsita en los bordes. El tamaño de los fenocristales de pl varía entre 0,05 mm y 5 mm, con una moda de 0,5
mm. Los fenocristales de ol alcanzan tamaños de 1,5 mm, con un mínimo de 0,05 mm y una moda de 0,15 mm.
La masa fundamental está constituida por microlitos de pl (35%), cpx (20%), ol (10%) y minerales opacos (10%).
Presenta una textura intergranular.
Muestra: 250199-11
Tipo: Lava
Unidad: QvaII3?
Ubicación: N 5858,6; E 296,6
Nombre: Andesita basáltica de olivino y clinopiroxeno
Descripción microscópica:
Roca vesicular de textura porfídica, con fenocristales de pl (18%), ol (6%) y cpx (1%). Los fenocristales de pl
están fuertemente zonados y algunos presentan textura sieve (4%). Se obtuvo una composición de labradorita-
bytownita (An 58-74) para ellas. Algunos de los fenocristales de ol están alterados a iddingsita, en los bordes y a
lo largo de fracturas. Localmente, se observa textura glomeroporfídica compuesta por pl y ol y también de ol, pl
y cpx. El tamaño de los fenocristales de pl varía entre 0,05 mm y 3,5 mm, con una moda de 0,6 mm. Los
fenocristales de ol alcanzan tamaños de 2,25 mm, con un mínimo de 0,05 mm y una moda de 0,25 mm. El
tamaño de los fenocristales de cpx se extiende entre los 0,05 mm y 0,75 mm, con una moda de 0,5 mm.
La masa fundamental está constituida por microlitos de pl (40%), cpx (15%), ol (10%), minerales opacos (5%) y
vidrio de color café (5%). Presenta una textura intergranular a intersertal.
179
CENTROS VOLCANICOS ADVENTICIOS
Muestra: 201098-1
Tipo: Lava
Unidad: Qcvlp
Ubicación: N 5858,6; E 285,4
Nombre: Basalto de olivino y clinopiroxeno
Descripción microscópica:
Roca vesicular de textura porfídica, con fenocristales de pl (20%), principalmente, y ol (5%) y cpx (trazas), en
menor cantidad. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y presentan textura sieve (15%). Se obtuvo
una composición de bytownita (An 72) para ellas. Algunos fenocristales de ol presentan embahiamiento, lo cual
evidencia el desequilibrio con el magma que lo llevó. Localmente, se observa textura glomeroporfídica
compuesta por ol y pl. El tamaño de los fenocristales de pl varía entre 0,25 mm y 4 mm, con una moda de 1 mm.
Los fenocristales de ol alcanzan tamaños de 2,75 mm, con un mínimo de 0,15 mm y una moda de 0,75 mm. Los
unicos fenocristales de cpx son de 0,25 mm y 0,35 mm de tamaño.
La masa fundamental está constituida por microlitos de pl (30%), cpx (15%), ol (12%), minerales opacos (13%) y
vidrio (5%). Presenta una textura intergranular a intersertal.
Se observa un probable xenolito subvolcánico, de forma ovalada, compuesto por pl, ol, cpx y opx. Los
fenocristales de pl son de composición An 58 (labradorita). Posee un tamaño de 6 mm.
Muestra: 230199-12
Tipo: Lava
Unidad: Qcvnn
Ubicación: N 5854,5; E 296,9
Nombre: Andesita basáltica de olivino y clinopiroxeno
Descripción microscópica:
Roca vesicular de textura porfídica, con fenocristales de pl (15%), principalmente, y ol (4%) y cpx (1%), en
menor cantidad. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y algunos presentan textura sieve (3%). Se
obtuvo una composición de bytownita (An 77) para ellas. El tamaño de los fenocristales de pl varía entre 0,1 mm
y 3,15 mm, con una moda de 0,75 mm. Los fenocristales de ol alcanzan tamaños de 1,7 mm, con un mínimo de
0,1 mm y una moda de 0,2 mm. El tamaño de los fenocristales de cpx oscila entre 0,1 mm y 0,5 mm, con una
moda de 0,5 mm.
La masa fundamental está constituida por microlitos de pl (40%), ol (10%), cpx (20%) y minerales opacos (10%).
Presenta una textura intergranular.
Muestra: 250199-13
Tipo: Lava
Unidad: Qcvlh
Ubicación: N 5859,4; E 295,9
Nombre: Basalto de olivino y clinopiroxeno
Descripción microscópica:
Roca vesicular de textura porfídica, con fenocristales de pl (18%), principalmente, y ol (4%) y cpx (3%), en
menor cantidad. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y algunos presentan textura sieve (5%). Se
obtuvo una composición de labradorita (An 58) para ellas. Localmente, se observa textura glomeroporfídica
compuesta por cpx y pl que rodean al ol y también de los mismos minerales mencionados, sin algún
ordenamiento. El tamaño de los fenocristales de pl varía entre 0,25 mm y 5,9 mm, con una moda de 0,75 mm.
Los fenocristales de ol alcanzan tamaños de 1,5 mm, con un mínimo de 0,25 mm y una moda de igual tamaño. El
tamaño de los fenocristales de cpx se extiende entre los 0,25 mm y 2,25 mm, con una moda de 0,3 mm.
La masa fundamental es de grano bastante grueso y está constituida por microlitos de pl (35%), ol (15%), cpx
(10%), vidrio (10%) y minerales opacos (5%). Presenta una textura intersertal.
Existen varios autolitos, compuestos por pequeños microlitos de pl, rodeados por vidrio negro.
180
Muestra: 250199-14
Tipo: Lacolito
Unidad: Qcvlh
Ubicación: N 5859,6; E 296,1
Nombre: Basalto de olivino y clinopiroxeno
Descripción microscópica:
Roca muy similar a la descrita anteriormente, vesicular y de textura porfídica, con fenocristales de pl (18%),
principalmente, y ol (4%) y cpx (3%), en menor cantidad. Los fenocristales de pl están fuertemente zonados y
algunos presentan textura sieve (4%). Se obtuvo una composición de labradorita (An 58) para ellas. Algunos de
los fenocristales de ol están alterados a iddingsita, en los bordes y a lo largo de fracturas. Localmente, se observa
textura glomeroporfídica compuesta por ol, cpx y pl. El tamaño de los fenocristales de pl varía entre 0,1 mm y 6,5
mm, con una moda de 0,75 mm. Los fenocristales de ol alcanzan tamaños de 2,75 mm, con un mínimo de 0,1 mm
y una moda de 0,3 mm. El tamaño de los fenocristales de cpx se extiende entre los 0,1 mm y 0,75 mm, con una
moda de 0,25 mm.
La masa fundamental es de grano bastante grueso y está constituida por microlitos de pl (40%), ol (15%), cpx
(15%) y minerales opacos (5%). Presenta una textura intergranular.
181
ANEXO B
182
ANEXO C
184
Fenocxs Fenocristales
Mf Masa fundamental
Pl Plagioclasa
Ol Olivino
Cpx Clinopiroxeno
Opx Ortopiroxeno
Anf Anfibola
Mop Minerales opacos
Textura glomeropd Textura glomeroporfídica
+ 0-10%
Abundancia mineral ++ 11-20%
(% modal) +++ 21-40%
++++ > 40%
Vesículas * 1-3%
(% modal) ** > 3%
185