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EDUCAR HERMOSA MISIÓN

OBJETIVO:AYUDAR A LAS FAMILIAS, ORIENTANDO A PADRES E HIJOS A VIVIR LOS VALORES CRISTIANOS EN
CASA Y EN LA SOCIEDAD.

OBJETIVO: AUMENTAR EL NÚMERO DE FAMILIAS UNIDAS (PLENAS), ORIENTANDO A PADRES E HIJOS A VIVIR
LOS VALORES CRISTIANOS EN CASA Y EN LA SOCIEDAD.

OBJETIVO: ORIENTAR A LOS PADRES DE FAMILIA COMO FORMAR LA CONCIENCIA PARA VIVIR LOS VALORES
CRISTIANOS EN CASA Y EN LA SOCIEDAD.

¿Qué son los valores católicos?

Los valores católicos se encuentran relacionados a las enseñanzas establecidas por la palabra de Dios, estos
suelen ser transmitidos a la sociedad a través de la religión, y sirven para que cada persona sea influenciada
de manera positiva.

¿Qué son valores universales?

Los valores que realmente valen la pena para todas las personas, que nos ayudan a ser mejores y nos
acercan a Dios.

Si recuerdas que los seres humanos existimos para ser mejores como personas cada día y servir mejor a los
demás y para alcanzar la vida eterna, verás que los valores universales son aquellos que te ayudan a
lograrlo.

¿Cuáles son los valores universales?

1. Las virtudes humanas: Son aquellos hábitos que nos ayudan a vivir mejor cada día. que nos ayudan a
crecer como personas, como la honestidad, la reponsabilidad, el servicio, la fidelidad, la justicia, la
generosidad, la paciencia, la bondad, etc. Tristemente muchas de las virtudes humanas hoy día no se viven,
pues el mundo está lleno de injusticias, de irresponsabilidades, de infidelidades, de egoísmo.

2. Los valores absolutos: Son los que nunca han de cambiar. Son parte de nosotros mismos. Algunos de ellos
son: la vida, la dignidad de todas y cada una de las personas, la verdad, el bien, etc. Por tanto, el aborto, la
mentira, la violencia son antivalores.

3. Los valores cristianos: Son aquellos que Dios ha querido enseñarnos, como la humildad, la abnegación, la
caridad fraterna, la santidad, la castidad por amor a Dios, etc. Todos ellos son la corona del cristiano.
¿Cómo distinguir un valor de un antivalor?

Pregúntate con sinceridad: Esto que voy a realizar, ¿me acerca a Dios? ¿Me ayuda realmente a ser mejor
persona? ¿A quién amo al realizarlo? Si te ayuda a ser mejor, a acercarte a Dios y a amar más a los demás,
entonces es un valor. Si te aleja de Dios, si te hace ser peor, si no te ayuda a amar más y mejor a los demás,
es un antivalor.

¿Cuál es la mejor escuela donde


aprender a vivir los valores?

Sin lugar a dudas, la familia es la mejor escuela donde se aprenden a vivir los grandes valores. La familia es
ese lugar querido por Dios donde aprendemos a ser personas. En el hogar es donde nos ejercitamos y
vivimos los valores universales. La familia es la mejor escuela de la formación de las personas.

En la familia se aprende a ser amado, a ser generoso, a ser fiel; ahí mismo aprendemos a amar a la Patria; en
ella se aprende a amar a Dios, a ser responsable, a compartir.
¡Qué importante es la familia!

En la Biblia debes leer.

¿Recuerdas aquel episodio donde Jesús se encuentra con Marta y María, dos amigas de Él? María escoge
quedarse con el Señor, escuchando su palabra, mientras que Marta se preocupa por los afanes de la casa.
(Lucas 10, 38-42).

Jesús nos dice en Mateo 6, 19-21 que nuestros ojos estén puestos en los tesoros del cielo, no en lo que se
acaba y corrompe. Donde esté nuestro tesoro, nuestros valores, ahí estará nuestro corazón.

En Lucas 12, 13-21 Jesús nos habla del avaro que atesoró en la tierra. Pronto le llegó la muerte: ¿De qué le
sirvió tanta riqueza?

Cuida el tesoro de tu fe

Ten mucho cuidado con los valores que te ofrece el mundo. Son verdaderos antivalores, pues te apartan de
Dios. Este mundo nos ofrece el placer, el sexo desenfrenado, la comodidad, la envidia, el querer tener más
cosas, el despreciar a los demás, el divorcio, la violencia, loa pornografía, la infidelidad, el egoísmo.

¿Qué es lo que más importa en la vida? ¿Acaso no es aquello que te lleva a Dios? El mundo quiere que no
nos acerquemos a Él. El auténtico y verdadero cristiano tiene su más grande valor, su tesoro, en el cielo. Y
cuidará de él con todas sus fuerzas.

¿De qué sirve ganar todo el mundo si perdemos el alma? No te dejes engañar. Preguntáte siempre: esto que
voy a hacer, ¿me acerca más a Dios? ¿Me ayuda a ser mejor persona? ¿Ofende mi dignidad o la de los
demás? ¿Qué haría Jesucristo en una circunstancia como la que yo tengo ahora?

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