Está en la página 1de 5

Eliana Jimena Arroyo (2201805) - Mateo Ibarra Duarte (2200701) / semiótica grupo#12

Final semiotica - Ecoparque Lago de las Garzas

Cerca al centro comercial Jardín Plaza, en el sur de la ciudad de Cali, hay un lugar
armonioso, en el que se encuentran la naturaleza y la urbanización. Se trata del Ecoparque
Lago de las Garzas, un lugar enmarcado por un lago artificial creado como reservorio de agua
y recolectar aguas de riego de cultivos cercanos. Pasaron muchos años para que el lugar fuera
tomado en serio por la municipalidad, comenzando sus esfuerzos por su conservación
ambiental en 1995 en conjunto con el DAGMA. Debido al poco mantenimiento, así como el
uso humano invasivo e irresponsable, el humedal requirió mucho trabajo para su restauración
y recuperación, lo cual incluyó la limpieza del ambiente, la plantación de cuatrocientos
árboles (en conmemoración a las víctimas del accidente del vuelo 965 de American Airlines)
y la construcción de senderos.

Después de todos los mantenimientos, se llegó a un acuerdo para que los senderos, el muelle,
la caseta y el resto de áreas verdes estuvieran abiertas al público para la educación e
investigación ambiental, reserva genética, actividades pasivas, al igual que el avistamiento de
aves y peces. En 2002, se incluyó por fin en el Plan de Ordenamiento Territorial de la ciudad,
proclamando al parque como una propiedad municipal, administrado por el DAGMA y la
alcaldía de la ciudad. Es a través de este ecoparque que se estudiará su significancia, tanto
actual como venidera, para la identidad de la ciudadanía caleña.

Primero que todo, es importante reconocer la biodiversidad de la ciudad y cómo esta ha


impactado socialmente. Hay que empezar por decir que Cali posee siete ríos urbanos y tres
rurales, 12 ecoparques (incluyendo al que compete este análisis), 61 humedales y 562 aves de
las 1770 especies que habitan todo el país, además de su cercanía a ecosistemas como Pico de
Loro, Parque nacional natural Farallones de Cali y la cordillera occidental que bordea al
municipio. Toda esta riqueza ambiental que permea a la ciudad hace que el caleño esté
siempre inmerso en estos medios, lo que hace que los valore y frecuente.

Según un estudio realizado por Starcom MediaVest Group, en el cual se elaboró un “mapa
mental de los colombianos”, se llegó a la conclusión de que en Cali “[...] el apego a vivir en
comunidad y a la familia es más fuerte que en otras regiones del país.”. Por lo tanto, es
interesante notar cómo estos sentimientos se ven expresados en salidas sociales a Pance o
algún otro espacio natural aledaño a la ciudad, lo cual ha pasado a identificarnos como
caleños. En el caso específico de este ecoparque, no goza del reconocimiento popular que
tiene el ya mencionado Pance, pero eso no quiere decir que pueda llegar a ser considerado
Eliana Jimena Arroyo (2201805) - Mateo Ibarra Duarte (2200701) / semiótica grupo#12

como uno, puesto que en él se pueden realizar las mismas actividades: estar con personas
allegadas, hacer deportes y avistamiento de especies propias de la región.

De esta manera, se evidencia que la ciudadanía caleña prefiere este tipo de actividades y
espacios, lo cual ha pasado a identificarlos. Hall (2003) coincide en que “[...] la identificación
se construye sobre la base del reconocimiento de algún origen común o unas características
compartidas con otra persona o grupo [...]” (p. 15). Es decir, que es gracias a estas
características que atañen a la gran mayoría de la población, que se ha construido una
identidad que ha determinado, sino diferenciado, a los caleños de las demás culturas
presentes dentro del país.

Asimismo, con la manutención del Lago de las Garzas, se puede entrever un interés por la
administración por proteger la naturaleza de la ciudad y, hasta cierto punto, crear una más
“verde” y amigable con el medio ambiente. Esto se ve justificado con proyectos como las
obras para la restauración paisajística del río Meléndez y las 60 iniciativas para el
mejoramiento ambiental de la ciudad (entre los que se incluye el Ecoparque Corazón de
Pance, el corredor ambiental de San Fernando - Cristo Rey y el Parque de la Vida, entre
otros).

Con lo anterior, se evidencia una búsqueda de que Cali sea considerada como una ciudad
destacable por su inversión y manutención de ambientes naturales, o sea, que la ciudad tenga
esa identidad para que sea percibida así. Es de esta misma búsqueda a la que hace referencia
Bauman en su ensayo “De peregrino a turista, o una breve historia de la identidad”, en la que
considera la identidad, entre otras cosas, como una proyección futura con objetivos claros.
Por ende, la identidad no es algo estático, sino que está en constante cambio para lograr las
metas y es, justamente, esta distancia entre quién se es y quién se quiere ser lo que, en
últimas, motiva para lograr el cambio.

“Tanto el sentido como la identidad sólo pueden existir como proyectos, y lo que
permite su existencia es la distancia. [...] La «distancia» se traduce como «demora»…
El paso a través del espacio es una función del tiempo, las distancias se miden por el
tiempo necesario para abolirlas. «Aquí» está la espera, «allí» está la gratificación.
¿Cuánto hay desde aquí hasta allí, de la espera a la gratificación, del vacío al sentido,
del proyecto a la identidad?” (Bauman, 2003, p. 47)
Eliana Jimena Arroyo (2201805) - Mateo Ibarra Duarte (2200701) / semiótica grupo#12

Por otra parte, cabe recalcar el cambio de significado que tuvo este lugar en la idiosincrasia
de la ciudad. Como ya se mencionó anteriormente, el predio en el que se sitúa el actual
parque no era muy apreciado por la ciudadanía, lo cual se demuestra en los escombros y, en
general, el daño en el que el DAGMA encontró el lugar. Sin embargo, recuperando su
entorno, así como creando espacios para el uso recreativo y responsable del público, se le
brindó un nuevo significado al lugar, pasando de ser un lugar sin importancia y abandonado,
a ser uno completamente contrario, donde prima el cuidado y la protección.

Al respecto, Armando Silva afirma que los ciudadanos van desarrollando diferentes
significados de un lugar dependiendo de sus interacciones dentro del mismo, presentando un
ejemplo con un centro comercial, en el que los diferentes servicios que ofrece hacen que sea
un lugar de paseo y disfrute, pero también un lugar nocturno donde ocurren encuentros
amorosos.

En este caso, con el ecoparque, el público le dió el significado con el que fue presentado el
lugar: esparcimiento social, educación ambiental y contacto con la naturaleza. Como ya se
vió, esas son características que los caleños disfrutan de sus entornos naturales, por ende “[...]
la ciudad lo va asimilando como uno de sus «lugares»: ya no sólo se usa sino que sirve como
espacio identificador y como lugar de expresión urbana.” (Silva, 2000, p. 26).

Teniendo en cuenta todos los elementos anteriormente mencionados, puede ser atados con el
concepto de semiosfera de Yuri Lotman. El autor ruso describe un lugar inmaterial donde
coexisten todos los signos que componen a una cultura. En este caso, nos compete entender la
frontera, lugar que se podría decir que tiene dos objetivos, pero para los intereses de este
análisis, se usará como el espacio que delimita a la semiosfera. Sin embargo, esta frontera no
está sellada indefinidamente, sino que tiene la capacidad de expandirse para recoger signos y
permitir que estos entren a la semiosfera, es decir, que hagan parte del imaginario de la
cultura que encierra.

Sobre lo anterior, Lotman (1996) dice que “[…] un determinado espacio cultural, al
ensancharse impetuosamente, introduce en su órbita colectividades (estructuras) externas y
las convierte en su periferia.” (p. 15). Fue esta frontera la que permitió que el predio se
convirtiera en un ecoparque y que fuera considerado como parte de la ciudad, tanto de
manera administrativa como social. Asimismo, es esta la que decidirá si las próximas obras
que buscan proteger y exaltar al medio ambiente sean consideradas por la ciudadanía, al igual
que si Cali será considerada como una ciudad comprometida en su agenda “verde”.
Eliana Jimena Arroyo (2201805) - Mateo Ibarra Duarte (2200701) / semiótica grupo#12

En conclusión, se puede ver al Ecoparque Lago Las Garzas como un espacio que recoge
características compartidas por los caleñas, sobre las cuales se ha edificado parte de la
identidad que los diferencia del resto del país. Por otro lado, puede ser visto como lugar que
dió paso para que se tome en serio la protección y conservación de la naturaleza de la cual
goza Cali, volviéndose sinónimo de la ciudad. Por último, es un ejemplo de que es posible la
resignificación de lugares dentro de la ciudad, por lo tanto, demostración de que la frontera
de la semiosfera caleña puede expandirse para recoger signos nuevos que reflejen la identidad
de la vasta mayoría de la población.

Como se dijo anteriormente, este ecoparque no goza del mismo reconocimiento que lugares
como Pance, no obstante, puede llegar a ser un símbolo de igual importancia para la cultura
caleña, puesto que representa los mismos valores y ha sobrellevado transformaciones
similares.

Referencias:

● Bauman, Z. (2003). De peregrino a turista, o una breve historia de la identidad. In


Cuestiones de identidad cultural (pp. 40-68). Amorrortu Editores.
● Barona, M. (11/09/2020). Colombia, segundo país megadiverso del mundo. Hoy
celebra su biodiversidad. Alcaldía de Santiago de Cali. Recuperado de:
https://www.cali.gov.co/dagma/publicaciones/156044/colombia-segundo-pais-megadi
verso-del-mundo--hoy-celebra-su-biodiversidad/.
● CVC. (19 de Marzo de 2021). Histórica concertación de recursos y proyectos para el
mejoramiento ambiental de Cali. Recuperado de: https://www.cvc.gov.co/2021071.
● El País. (Julio 24, 2020). ¿Por qué vivir en Cali es un paraíso?, los datos de nuestro
tesoro natural). Recuperado de:
https://www.elpais.com.co/cali/por-que-vivir-en-es-un-paraiso-los-datos-de-nuestro-te
soro-natural.html.
● El Tiempo. (29 de marzo 2009). Según estudio, los caleños son apegados e idealistas.
Recuperado de: https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-4913269.
● Hall, S. (2003). Introducción: ¿quién necesita identidad? In Cuestiones de identidad
cultural (pp. 13-39). Amorrortu Editores.
● Lotman, I. M., Navarro, D., & Cáceres, M. (1996). La semiosfera (Vol. 4). Universitat
de València.
Eliana Jimena Arroyo (2201805) - Mateo Ibarra Duarte (2200701) / semiótica grupo#12

● Orgullo de Cali. (s.f.). Ecoparque de Las Garzas. Recuperado de:


https://www.orgullodecali.com/ecoturismo/ecoparque-de-las-garzas.
● Silva, A. (2000). Imaginarios urbanos. Bogotá: Tercer Mundo Editores.

También podría gustarte