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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD ROMULO GALLEGOS


AREA DE CIENCIAS DE LA SALUD
PROGRAMA DE ENFERMERIA

DERECHO DEL PACIENTE

Integrantes:
Diana Rincones

BARQUISIMETO, MARZO 2022


Derecho del paciente

Los derechos de los pacientes son derechos subjetivos de la persona humana


relacionados con su estado de salud-enfermedad. Se trata del ser humano –en su condición
de paciente– que necesita sean respetados sus derechos humanos fundamentales: a la vida, a
la salud, a la integridad física, a la dignidad, a la libertad, a la información, a la identidad, a
la intimidad, a la confidencialidad, al consentimiento informado, a la verdad, a una muerte
digna y otros. Se originaron gradualmente a partir de las ideas del liberalismo político (se
valoró fuertemente el principio de autonomía), el movimiento en pro de los derechos
civiles, el desarrollo de la democracia participativa, el progreso, desde mediados del siglo
XX a nuestros días, del derecho internacional de derechos humanos, la doctrina de los
derechos personalísimos, el auge de la Bioética y otras razones (cambios sociales, políticos,
culturales y económicos); todo ello confluyó para que se tuviera en cuenta la necesidad de
formular los derechos de los pacientes. Derechos que se fundan en los derechos humanos
fundamentales de la persona humana: dignidad y libertad, en igualdad.

Derechos del paciente en la investigación

El médico debe asegurarse de que el paciente tome libremente la decisión de


participar en el proyecto de investigación. En caso de que exista una relación de
dependencia, el consentimiento informado, debe ser obtenido por otro médico bien
informado que no participe en la investigación y que no tenga nada que ver con aquella
relación.

En caso de que la persona sea legalmente incapaz o inhábil física o mentalmente


para otorgar el consentimiento, o menor de edad, el investigador debe obtener el
consentimiento informado del representante legal, de acuerdo con la ley vigente.

Estos grupos no deben ser incluidos en la investigación, a menos que ésta sea
necesaria para promover la salud de la población representada y esta investigación no
pueda realizarse en personas legalmente capaces.
A pesar de que la persona considerada incompetente por la ley, como es el caso de
un menor de edad, sea capaz de dar su asentimiento a participar o no en la investigación, el
investigador debe obtenerlo, además del consentimiento del representante legal.

La investigación en individuos de los que no se puede obtener consentimiento,


incluso por representante o con anterioridad, se debe realizar sólo si la condición física o
mental que impide obtener el consentimiento informado es una característica necesaria de
la población investigada. Las razones específicas por las que se utilizan en la investigación
participantes que no pueden otorgar su consentimiento informado, deben ser estipuladas en
el protocolo experimental que se presenta para consideración y aprobación del comité de
evaluación.

El médico debe informar cabalmente al paciente, los aspectos de la atención que


tienen relación con la investigación. La negativa del paciente a participar en una
investigación, nunca debe perturbar la relación médico-paciente.

Cuando los métodos preventivos, diagnósticos o terapéuticos disponibles, han


resultado ineficaces en la atención de un enfermo, el médico, con el consentimiento
informado del paciente, puede permitirse usar procedimientos preventivos, diagnósticos y
terapéuticos nuevos o no probados, si, a su juicio, ello da alguna esperanza de salvar la
vida, restituir la salud o aliviar el sufrimiento. Siempre que sea posible, tales medidas deben
ser investigadas a fin de evaluar su seguridad y eficacia. En todos los casos, esa
información nueva debe ser registrada y, cuando sea oportuno, publicada.

Privacidad del paciente

La privacidad del paciente es su derecho a decidir cuándo, cómo, y hasta que punto
otros pueden acceder su información médica. La privacidad del paciente mantiene la
confidencialidad y solamente comparte la PHI con aquellos que la necesitan para
proporcionar o mejorar los cuidados médicos. Si su PHI es utilizada con fines de
investigación, los investigadores deben obtener su consentimiento informado. Esto podría
incluir el utilizar su información médica de forma anónima para realizar investigaciones.

Derechos del paciente moribundo

Los pacientes moribundos pueden tener necesidades diferentes a las de otros


pacientes. Para que sus necesidades puedan ser satisfechas, estos pacientes primero deben
ser identificados. Antes de la muerte, los pacientes tienden a seguir 1 de 3 trayectorias
generales de declive funcional:

Un período limitado de declive funcional progresivo constante (p. ej., típico de


cáncer progresivo)

Un prolongado período indefinido de disfunción grave que puede no ser


constantemente progresivo (p. ej., típico de demencia grave, accidente cerebrovascular con
secuelas incapacitantes y la fragilidad severa)

La función que disminuye de forma irregular, causada por exacerbaciones agudas


periódicas y, a veces impredecibles, del trastorno subyacente (p. ej., típico de la
insuficiencia cardíaca o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica)

Con la primera trayectoria (p. ej., en el cáncer progresivo), la evolución de la


enfermedad y el momento de la muerte tienden a ser más predecibles que con las otras
trayectorias. Por ejemplo, con la disfunción prolongada (p. ej., demencia grave), la muerte
puede ocurrir repentinamente a causa de una infección, como la neumonía. Con la
disfunción progresiva irregular (p. ej., insuficiencia cardíaca), las personas que no parecen
estar cerca de la muerte pueden morir repentinamente durante una exacerbación aguda.
Como resultado, aunque puede ayudar conocer la trayectoria de declive funcional, aún así
suele ser difícil estimar con precisión el momento de la muerte. Por lo tanto, se aconseja
que los médicos consideren como pacientes potencialmente moribundos a los que cumplen
ambos de los siguientes criterios, aunque se reconoce que estos criterios pueden ser
demasiado inclusivos:
 Presencia de enfermedad grave y se espera que empeore
 La muerte dentro del año no sorprendería al clínico
 Si un paciente es reconocido como potencialmente moribundo, el clínico debe
 Comunicar el curso probable de la enfermedad, incluyendo una estimación de
tiempo de vida, al paciente y, si el paciente lo desea, a su familia, amigos o ambos
 Conversar y aclarar los objetivos médicos de la atención (p. ej., la paliación, la cura)
 Analizar y aclarar lo que más le importa al paciente y a sus seres queridos (p. ej.,
permanecer en la casa, asistir a un evento futuro, mantenerse mentalmente
despejado)
 Coordinar cuidados paliativos y terminales deseados (p. ej., entrega de alimentos al
domicilio)
 Planificar qué hacer cuando la muerte es inminente
 Tratar los síntomas
 Ayudar a considerar asuntos financieros, legales y éticos
 Ayudar a los pacientes y sus cuidadores a lidiar con el estrés

Código deontológico de la enfermería

El Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) adoptó por primera vez un Código


internacional de ética para enfermeras en 1953. Después se ha revisado y reafirmado en
diversas ocasiones, la más reciente es este examen y revisión completados en 2012.

Las enfermeras tienen cuatro deberes fundamentales: promover la salud, prevenir la


enfermedad, restaurar la salud y aliviar el sufrimiento. La necesidad de la enfermería es
universal.

Son inherentes a la enfermería el respeto de los derechos humanos, incluidos los


derechos culturales, el derecho a la vida y a la libre elección, a la dignidad y a ser tratado
con respeto. Los cuidados de enfermería respetan y no discriminan según consideraciones
de edad, color, credo, cultura, discapacidad o enfermedad, género, orientación sexual,
nacionalidad, opiniones políticas, raza o condición social. Las enfermeras prestan servicios
de salud a la persona, la familia y la comunidad y coordinan sus servicios con los de otros
grupos relacionados

1. La enfermera y las personas

La responsabilidad profesional primordial de la enfermera será con las personas que


necesiten cuidados de enfermería. Al dispensar los cuidados, la enfermera promoverá un
entorno en el que se respeten los derechos humanos, valores, costumbres y creencias
espirituales de la persona, la familia y la comunidad.

La enfermera se cerciorará de que la persona reciba información precisa, suficiente y


oportuna, de manera culturalmente adecuada, en la cual fundamentará el consentimiento de
los cuidados y el tratamiento correspondiente.

La Enfermera mantendrá confidencial toda información personal y utilizará la


discreción al compartirla.

La enfermera compartirá con la sociedad la responsabilidad de iniciar y mantener toda


acción encaminada a satisfacer las necesidades de salud y sociales del público, en particular
las de las poblaciones vulnerables.

La enfermera defenderá la equidad y la justicia social en la distribución de los recursos,


en el acceso a los cuidados de salud y en los demás servicios sociales y económicos.

La enfermera demostrará valores profesionales tales como el respeto, la disponibilidad,


la compasión, la confianza y la integridad.

2. La enfermera y la práctica

La enfermera será personalmente responsable y deberá rendir cuentas de la práctica


de enfermería y del mantenimiento de su competencia mediante la formación continua.
La enfermera mantendrá un nivel de salud personal que no comprometa su
capacidad para dispensar cuidados.

La enfermera juzgará la competencia de las personas al aceptar y delegar


responsabilidad.

La enfermera observará en todo momento normas de conducta personal que honren


a la profesión y fomenten su imagen y la confianza del público.

Al dispensar los cuidados, la enfermera se cerciorará de que el empleo de la


tecnología y los avances científicos son compatibles con la seguridad, la dignidad y los
derechos de las personas.

La enfermera tratará de fomentar y mantener una cultura de la práctica profesional


que favorezca el comportamiento ético y el diálogo abierto.

3. La enfermera y la profesión

A la enfermera incumbirá la función principal al establecer y aplicar normas


aceptables de práctica clínica, gestión, investigación y formación de enfermería.

La enfermera contribuirá activamente al desarrollo de un núcleo de conocimientos


profesionales basados en la investigación, que favorezca la práctica basada en pruebas.

La enfermera participará en el desarrollo y en el sostenimiento de un conjunto de


valores profesionales.

La enfermera, actuando a través de la organización profesional, participará en la


creación de un entorno favorable de la práctica y en el mantenimiento de condiciones de
trabajo en la enfermería que sean seguras, equitativas social y económicamente.

La enfermera ejercerá su profesión para sostener y proteger el entorno natural y será


consciente de las consecuencias que ello tiene para la salud.

La enfermera contribuirá a crear un entorno ético de la organización y se opondrá a


las prácticas y a los contextos no éticos.
4. La enfermera y sus compañeros de trabajo

La enfermera mantendrá una relación respetuosa de cooperación con las personas


con las que trabaje en la enfermería y en otros sectores.

La enfermera adoptará las medidas adecuadas para preservar a las personas, familias
y comunidades cuando un compañero u otra persona pongan en peligro su salud.

La enfermera actuará adecuadamente para prestar apoyo y orientar a las personas


con las que trabaja, para fortalecer el comportamiento ético.

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