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Jóvenes de Integridad/RDC La Iglesia Triunfante

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 LECCIÓN 2: AMANDO CORRECTAMENTE 

PROPÓSITO: 

Conocer la importancia de amar de acuerdo a la enseñanza de Cristo. 

TEXTO BASE: 

Marcos 12:30-31 
30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda
tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. 
31 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay
otro mandamiento mayor que éstos. 

En la lección anterior, compartimos acerca del amor de Dios por nosotros, el cual
está por encima de nuestros errores y cuya expresión máxima se dio a través del
sacrificio de Jesús en la cruz del calvario. Sin embargo, el ser humano no es
reciproco a este amor, y mucho menos al gran mandamiento que Cristo nos
enseñó, por ende, constantemente se encuentra metido en círculos destructivos,
que lo llevan al desamor, al sufrimiento, al desengaño, a la depresión, entre otras
situaciones que destruyen su vida.  

Los errores en nombre del “amor” se evidencian aún en la biblia, casos como el
de Sansón y Dalila o el de David y Betsabé y hasta el de Ammon que se enamoró
de su hermana Tamar, nos permiten reconocer que aun como cristianos, perdemos
muchas veces las prioridades, al momento de enamorarnos.  

El pasaje de Marcos 12:30-31, nos permite tener un equilibrio correcto en cuanto


al amor. Si analizamos detenidamente las palabras de Jesús, podemos sacar
las siguientes conclusiones: 

1. EL AMOR HACIA DIOS ES LO MÁS IMPORTANTE 

Amar a Dios con todo tu corazón implica que nuestra vida debe estar unida a Dios,
Él debe ser nuestra pieza fundamental. Si el ser humano no ama a Dios sobre
todas las cosas, será imposible que experimentemos un verdadero amor. 
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La palabra corazón, proviene del hebreo ‘leb’ y del griego ‘kardía’ significa
la interioridad del hombre; y podríamos decir que hay tres funciones básicas del
corazón según la biblia: Decisiones, Voluntad y Emociones. 

Es decir que, si esto es así, lo que Dios nos está pidiendo es que, nuestras
Decisiones, Voluntad y Emociones demuestren que lo amamos; no solo palabras,
no solo emociones, sino Decisiones y Voluntad. 

2. EL AMOR HACIA NOSOTROS MISMOS  

Cuando el Señor dice, “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, vemos claramente


que no podemos amar a otro ser humano, si primero no tenemos amor por
nosotros mismos. Es decir, que para yo poder AMAR SANAMENTE a otra persona
es necesario amarme a mí mismo, aceptarme tal como soy. A veces olvidamos
quienes somos, porque dejamos de buscar a Dios, el cual es el único que nos
puede dar una perspectiva correcta de nuestra identidad y de nuestro propósito en
la tierra.  

Nuestra imagen como seres humanos quedó deteriorada gracias a la entrada


del pecado al mundo. Satanás desea que nosotros no tengamos una identidad en
Dios, por lo cual, lo que primero que hace, es poner duda en nuestras mentes
acerca de la existencia de Dios, con el fin de atacar nuestra autoestima. 

El problema de la AUTOESTIMA, es más que un problema psicológico, y resolverlo


va más allá de decir amate a ti mismo, es más profundo que esto. El enemigo
quiere que no conozcas tu identidad en Dios, y usará inclusive, a tus seres más
allegados para destruirte, porque sabe que si tú no te amas tampoco amarás a otro.
En la actualidad, 
hay muchos métodos que nos ayudan a “subir la autoestima” pero están enfocados
en hacerte un Súper Hombre sin la ayuda de Dios, pero, la verdadera autoestima
es conocer nuestra IDENTIDAD EN ÉL 

3. EL AMOR HACIA EL PRÓJIMO 

Para poder vivir un buen amor, es indispensable una buena elección y basada en
dos elementos básicos: El primero, es amar a Dios sobre todas las cosas y el
segundo, es amarte a ti mismo. 

Cuando tienes una verdadera identidad tendrás la capacidad para brindar un


buen amor a la otra persona. Tendrás la dignidad suficiente para no aceptar el
maltrato, pero también tendrás el tacto que se necesita para no maltratar al otro. 
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Ten presente que existen dos clases de sentimientos: el amor y la


dependencia afectiva hacia la pareja. El amor es sano, coherente y constructivo,
por lo cual te hará crecer y estar emocionalmente estable. La dependencia afectiva
a la pareja, es por el contrario un sentimiento enfermo, incoherente y destructivo,
por lo cual, estarás emocionalmente inestable y te alejará de Dios. Muchas
personas viven atrapadas en relaciones afectivas enfermizas de las cuales no
pueden, o no quieren, escapar. El miedo a perder su supuesta fuente de seguridad
y/o bienestar, las mantiene atadas a una forma de tortura pseudoamorosa, de
consecuencias fatales para su salud mental y física. Con el tiempo, estar mal se
convierte en costumbre.  

Para concluir, cuando cambias a Dios como tu principal fuente de amor, se


verá reflejado en tu autoestima y en tu relación con los demás, así que si notas
que: 

• No puedes vivir sin tu pareja u otra persona. 


• Tu felicidad está dependiendo de otras personas.  
• Necesitas controlar los movimientos de tu pareja.  
• Estas esforzándote por agradar a otros más que a Dios. 
• No te sientes seguro de ti mismo.  
• Estás criticando a otros o anhelando la vida de otros.  

Esto es una señal de que Dios no es tu primer amor, y por ende estás
amando incorrectamente. Amar es una decisión diaria, que comienza con la
búsqueda genuina de Dios.

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