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Clasificación de los suelos

La clasificación de los suelos se basa en los resultados de las pruebas físicas, mecánicas u otra información
independiente al origen y tamaño de las partículas.

La granulometría y la consistencia de los suelos son estudios sencillos para clasificar suelos.

El sistema más eficiente para la clasificación de suelos es el "Sistema Unificado de Clasificación de suelos", pero en
nuestro país se usa mucho el sistema de clasificación de suelos de la "AASHTO", especialmente para caminos.

1. Sistema Unificado de Clasificación de Suelos (SUCS).

La forma original de este sistema fue propuesto por Casagrande en 1942 para usarse en la construcción de
aeropuertos durante la segunda guerra mundial.

Es una clasificación en forma de árbol binario en el que, salvo excepciones, cada rama se divide en dos.
Las propiedades utilizadas son la granulometría para las gravas y las arenas y la plasticidad para los finos.
También se utiliza el contenido de materia orgánica para la clasificación de los materiales finos. Es posible
incluso realizar una clasificación aproximada a partir de inspecciones de campo, si bien ello no debe
llevarse más allá de los estudios iniciales.

Los suelos se clasifican con dos letras. La primera de ellas es la inicial de la palabra inglesa que designa el
tipo de suelo, mientras que la segunda es un adjetivo calificativo, referida en algunos casos a
características de la curva granulométrica, en otros a la cantidad de finos y en otros a la plasticidad de
éstos.

Los suelos de grano grueso de naturaleza tipo grava y arenosa con menos del 50% pasando por la malla
N°200.

Los suelos de grano finos con 50% o más pasando por la malla N°200.

Primera Segunda
Letra Palabra Letra Palabra
Bien gradado (Well
G Grava (Gravel) W graded)
Mal gradado (Poorly
S Arena (Sand) P graded)
S Limo (Silt) S Limoso (Siltey)
C Arcilla (Clay) C Arcilloso (Clayey)
Organico Baja plasticidad (Low
O (Organic) L plasticity)
PT Turba (Peat) H Alat plasticidad (High
plasticity)

2. Sistema de clasificación AASHTO.

Este sistema de clasificación fue desarrollado en 1929 como el Public Road Administration Classification
System (Sistema de clasificación de la oficina de Caminos Públicos). Ha sufrido varias modificaciones y
actualmente se presenta con todas sus modificaciones tanto para suelos de tipo granulares y limosos-
arcillosos, dentro de los cuales existen subdivisiones que están relacionadas con el tamaño de las
partículas del suelo, el límite líquido, índice de plasticidad e índice de grupo.

La AASHTO clasifica a los suelos de la siguiente manera:

 Materiales granulares
(35 % o menos pasa el tamiz N°200)

A – 1, A – 2, A - 3

 Materiales Limo - Arcillosos


(más del 35% pasa el tamiz N°200)

A – 4, A – 5, A – 6, A – 7

 Materiales orgánicos – turba

A–8

Índice de grupo.

Donde se toman en cuenta los siguientes parámetros:

a, Si % que pasa el tamiz N°200 es 75% ó más se anota: a = 75 - 35 = 40

a, Si % que pasa el tamiz N°200 es 35% ó menos se anota: a = 35 - 35 =0

b, Si % que pasa el tamiz N°200 es 55% ó más se anota: b = 55 - 15 = 40

b, Si % que pasa el tamiz N°200 es 15% ó menos se anota: b = 15 - 15 = 0

c, Si LL
es 60 ó más, se anota: c = 60 - 40 = 20

c, Si LL
es 40 ó menos se anota: c = 40 - 40 = 0

d, Si el lP es 30 ó más se anota: d = 30 - 10 = 20

d, Si el IP es 10 ó menos se anota: d =10 - 10 = 0


Materiales granulares.

Clasificación (35% como máximo de la que pasa el tamiz


General Nº 200) Materiales de arcilla-limo
(más de 35% del total de la
muestra que pasa el tamiz
    Nº 200) 
Clasificación por
grupos A-1 A-3 A-2 A-4 A-5 A-6 A-7
A-1- A-1- A-2- A-2- A-2- A-2- A-7-5
   a b    4 5 6 7          A-7-6
Análisis por
mallas,
porcentaje que
pasa el tamiz                                  

50
Nº 10 máx.                              

30 50 51
Nº 40 máx. máx. máx.                        

15 10 10 35 35 35 35 36 36 36 36
Nº 200 máx. máx. máx. máx. máx. máx. máx. máx. máx. máx. máx.
Características
de la fracción
que pasa la
malla Nº 40                                 

40 41 40 41 40 41 40 41
Límite liquido          máx. min. máx. min. máx. min. máx. min.
Índice de 6 10 10 10 11 11 10 10 11 11
plasticidad máx. NP máx. máx. máx. min. min. máx. máx. min. min.
Clasificación de Suelos: (SUCS), (AASTHO)

El Sistema Unificado de Clasificación de Suelos – SUCS (Unified Soil


Classification System (USCS)) es un sistema de clasificación de
suelos usado en ingeniería y geología para describir la textura y el tamaño
de las partículas de un suelo.

Este sistema de clasificación puede ser aplicado a la mayoría de los


materiales sin consolidar y se representa mediante un símbolo con dos
letras. Cada letra es descrita debajo (con la excepción de Pt). Para
clasificar el suelo hay que realizar previamente una granulometría del
suelo mediante tamizado u otros. También se le denomina clasificación
modificada de Casagrande.

De las múltiples clasificaciones de suelos existentes, en este archivo


encontraremos la que sin duda alguna es la más racional y completa
(Clasificación de Casagrande Modificada) y otras
de aplicación mas directa en Ingeniería de Carreteras, como son la
empleada por la AASTHO, la preconizada por el PG-3 Español para
terraplenes o la recogida en las Normas Francesas.
Las clasificaciones de los suelos son muy variadas. Algunas se basan en
aspectos relacionados con su génesis y evolución. Otras atienden a
aspectos relacionados con el clima en el que se encuentran.
Según el clima podemos distinguir las siguientes clases de suelos:
Suelos zonales. Están determinados por las condiciones bioclimáticas de
la zona. Suelen ser suelos maduros.
Suelos azonales. Están determinados por la composición de la roca
madre. Son suelos jovenes e inmaduros.
Para favorecer el estudio de un suelo y utilizar una clasificación global más
homogénea, la FAO ha elaborado una clasificación a escala mundial de los
diferentes tipos de suelos. En esta clasificación se distinguen 31 tipos de
suelos diferentes relacionadas con su génesis y evolución. Algunas de las
clases de suelo que aparecen en esta clasificación son:

Leptosol:
Es un suelo delgado originado a partir de cualquier material original, tanto
rocas como materiales no consolidados que forman una parte mínima del
suelo. Aparecen fundamentalmente en zonas con una topografía
escarpada y elevadas pendientes de cualquier zona climáticas y,
particularmente, en áreas fuertemente erosionadas. 
Fluvisol:
Es un suelo desarrollado sobre los depósitos aluviales de un río, que
constituyen el material original. Se encuentran en áreas periódicamente
inundadas (llanuras aluviales, abanicos fluviales y valles pantanosos).
Aparecen en cualquier zona climática.
Calcisol:
Es un suelo desarrollado sobre materiales calizos procedentes de
depósitos aluviales o eólicos. Se asocian con un clima árido o semiárido
con un relieve llano. La vegetación natural es de matorral o arbustiva de
carácter xerofítico junto a árboles y hierbas anuales. 
Ferralsol:
Es un suelo que presenta una gran cantidad de óxidos de hierro (que le
dan una coloración roja) o de aluminio, principalmente en zonas tropicales
(coloración amarilla). El material original lo constituyen los productos de la
alteración de rocas básicas. Son suelos muy desarrollados y antiguos que
ocupan zonas llanas o suavemente onduladas. 
¿Qué es y qué provoca una reacción
Álcali-Sílice?
Entre los distintos procesos de degradación del hormigón, uno de los
primordiales son las reacciones con los áridos, que pueden provocar
expansiones. Una de ellas es la reacción álcali-sílice.

Contenidos  ocultar 
1 Reacción Álcali-Sílice (RAS): ¿Qué es?
2 Factores que afectan a la reacción álcali-sílice
2.1 La humedad, principal motivante de las reacciones álcali-sílices
2.2 Causas químicas de la degradación del hormigón
3 Síntomas que indican que se está produciendo una reacción álcali-sílice
4 Medidas para prevenir una reacción álcali-sílice
5 ¿Existen soluciones eficaces contra la reacción álcali-sílice?
5.1 Historia del uso del litio para impedir la RAS
5.2 Efecto del litio en las propiedades del hormigón
5.3 Recomendaciones para tratar estructuras afectadas por la RAS con litio
6 Conclusión
7 Referencias

Las reacciones se pueden clasificar en 3 categorías, dependiendo del tipo de


árido:

 Ataque sulfático.
 Reacciones álcali – carbonato (ACR).
 Reacciones álcali – sílice (ASR).
En este artículo, vamos a abordar con mayor profundidad la reacción
álcali-sílice.

[toc]
Reacción Álcali-Sílice (RAS): ¿Qué es?
La reacción álcali-sílice constituye una reacción expansiva que se produce en
el hormigón entre los álcalis del cemento y minerales considerados como
reactivos.

Esta reacción puede provocar la fisuración, expansión y destrucción del


hormigón, y se manifiesta varios años después de terminar la obra.

Una vez la reacción ha comenzado, hay muy pocas alternativas para


impedir o frenar su avance y las soluciones de rehabilitación que existen
hoy en día son muy caros.
Estructura dañada por la
reacción Álcali-Sílice | Fuente: 360enconcreto.com
Suele aparecen en obras de hormigón que se encuentren en ambientes con
mucha humedad, superior al 80%.

Además, en muy cortos períodos de tiempo pueden dejar “fuera de servicio”


cualquier infraestructura, de modo que necesite una reparación urgente. Por
supuesto, esto disminuye su vida útil.

“La reacción álcali-sílice es la más estudiada y habitual de las reacciones


álcali-árido.”

La reacción álcali-sílice (ASR) fue identificada por primera vez a finales de la


década de 1930 como una forma de deterioro del hormigón.

Factores que afectan a la reacción


álcali-sílice
Estos son los factores que influyen para que se produzca una reacción álcali-
sílice:

 Temperatura.
 Humedad ambiental.
 Propiedad de los materiales (composición y granulometría de los
áridos; del cemento, etc.).
Para que una reacción álcali-sílice llegue a tener efectos perjudiciales sobre
el hormigón, han de darse 2 situaciones:

1. Contenido alto de álcalis en el hormigón, que reacciones con los


agregados.
2. Presencia, en proporciones críticas, de minerales reactivos y rocas en
los agregados con los álcalis.
Daños que provoca la Reacción Álcali-Sílice | Fuente: 360enconcreto.com

La humedad, principal motivante de las reacciones álcali-sílices


La humedad es un elemento imprescindible en la ecuación para que se
produzca esta patología.

Es por ello por lo que la reacción álcali-sílice está muy asociada


habitualmente a obras hidráulicas, dada la exposición al agua que tienen
estas infraestructuras y son más proclives a sufrir deterioros.

No obstante, también deben darse el conjunto de factores mencionados


anteriormente.

En España hay muchas obras hidráulicas que han sufrido daños como
consecuencia de la reacción álcali-sílice. Además, los costes de
conservación de estas infraestructuras son muy elevados.
Ca
nal de España, en Calahorra de Ribas.
Para impedir el desarrollo de reacciones de tipo álcali-sílice en
construcciones del futuro, es fundamental contar con una metodología que
posibilite, de manera rápida, fácil y segura, diferenciar áridos inocuos y
reactivos.

Causas químicas de la degradación del hormigón


La durabilidad del hormigón puede estar condicionada tanto por factores
químicos como físicos.

A continuación, os enumeramos los químicos:

 Reacciones expansivas internas.


 Corrosión de la armadura.
 Ataque bioquímico
 Ataque por medios ácidos o agua dulce.
 Ataque por sulfatos.
 Ataque por agua de mar.
El
agua de mar degrada las Estructuras de Hormigón

Síntomas que indican que se está


produciendo una reacción álcali-sílice
Los síntomas más habituales de la RAS en las estructuras afectadas
incluyen:

 Dificultad de funcionamiento (ejemplo: atasco en las compuertas de las


presas).
 Cierre de juntas o desprendimiento/aplastamiento del hormigón
alrededor de las juntas.
 Decoloración alrededor de las grietas.
 Agrietamientos.
Medidas para prevenir una reacción
álcali-sílice
Las acciones que se pueden ejercer sobre el cemento para prevenir una
posible reacción álcali-sílice, consisten principalmente en:

 Reducir el contenido de álcalis totales a un máximo de 0,60% cuando


utilicemos cemento Portland.
 Utilizar un cementante secundario que reduzca la expansión reactiva.
Puede incorporarse al hormigón de forma separada al cemento
Portland o integrado en él. Hay que reducir los áridos reactivos.
Para lograr que no se dé una reacción álcali-sílice es fundamental
estudiar los agregados, reciclados o naturales, a emplear en la
composición del concreto. Si fuesen reactivos, debemos buscar soluciones
para reducir los efectos de la reacción o evitarla.

Investigación de métodos de Prevención de la reacción Álcali-Sílice


¿Existen soluciones eficaces contra la
reacción álcali-sílice?
Con toda probabilidad, no existe problema relacionado con el hormigón para
el cual se hayan realizado tantos métodos de ensayo, como con la reacción
álcali-sílice.

La investigación sobre una solución, que posibilite predecir con rapidez y


acierto las reacciones álcali-sílice ha mantenido “ocupados” a muchos
investigadores de todo el mundo durante muchos años.

Esto permite explicar los muchos métodos existentes que hay para evaluar
las reacciones álcali-sílices.

Sin embargo, en los últimos años, ha aparecido una nueva tecnología que
da esperanzas en la lucha frente a esta reacción que tanto daño provoca
sobre las estructuras: el litio.

Historia del uso del litio para impedir la RAS


En 1951, los científicos Caldwell y McCoy publicaron un estudio en el
que mostraban que, mediante la incorporación de compuestos de litio
en morteros, se podría controlar una reacción álcali-sílice, siempre y
cuando el litio estuviese presente en la cantidad idónea.

A pesar de que en los siguientes 40 años se hicieron poco estudios para


analizar la viabilidad de este estudio, se ha renovado el interés por usar el litio
como aditivo.

La cantidad necesaria de litio para evitar la expansión depende de la cantidad


de álcalis en el hormigón, la naturaleza del reactivo y la forma de litio.

Muchos estudios han probado que la expansión del hormigón frente a un


agregado viene determinada por la cantidad de litio en relación con la
cantidad de sodio más potasio en el mortero.

Los datos de Caldwell y McCoy mostraron que la expansión se reducía


en gran medida si la relación entre litio y sodio más potasio era igual o
mayor que 0,74, lo que se ha convertido en la “dosis media” para controlar la
RAS en el hormigón.
Para evitar la reacción álcali-sílice, la cantidad de litio debe ser PERFECTA.

Efecto del litio en las propiedades del hormigón


El uso de litio para controlar eficazmente la expansión provocada por la
RAS no tiene efectos adversos o perjudiciales sobre el hormigón endurecido.
Es más, puede mejorar ligeramente su trabajabilidad.

El uso del Litio no afecta en nada a las obras de Hormigón


Recomendaciones para tratar estructuras afectadas por la RAS
con litio
Sin embargo, antes de tratar estructuras afectadas con litio, debe efectuarse
una investigación que determine:

 La causa principal del daño es la reacción álcali-sílice. El litio no


puede corregir otros procesos de deterioro como la reacción álcali-
carbonato, la corrosión de acero incrustado o la congelación.
 Existe el riesgo de que se produzcan más daños y expansiones
debido a la RAS.

Una roca con distintos minerales, entre ellos el litio.


Es muy importante destacar que el litio NO REPARA los daños ya
producidos.

“Dado que la efectividad de los tratamientos con litio no se ha aclarado al


100%, se siguen haciendo pruebas y seguimientos para determinar si puede
ser un buen método para impedir la RAS.”

Conclusión
¿Pensabas que el hormigón era indestructible? Sentimos comunicarte
lo contrario, pero no. El hormigón puede verse afectado por muchos
factores y la reacción álcali-sílice es uno de ellos, que provoca la fisuración,
expansión y destrucción de éste.
Aparece en obras dónde hay mucha humedad y, si no nos damos
cuenta, pueden dejar la construcción totalmente inoperable. Una pena,
¿verdad? Lo sabemos: queréis una solución.

Sin embargo, no traemos buenas noticias. Una vez se ha producida la


reacción, es muy difícil pararla, por lo que el mejor remedio es la
prevención.

Hoy en día, existen dos métodos: disminuir el contenido de álcalis totales o


usar cementantes secundarios que disminuyan la expansión reactiva.

Y, en el caso de que las estructuras ya se hayan visto afectadas, existen dos


métodos prácticos para abordar la causa de los daños y conseguir
retrasar o prevenir una mayor reacción:

 Secar la estructura y el material, es decir, secar el hormigón para


eliminar la humedad.
 Cambiar la naturaleza de la reacción introduciendo compuestos de litio.
El litio se ha utilizado con éxito para disminuir la humedad en pilares de
hormigón afectado por la RAS, ya que lo convierte en hidrofóbico y evita la
entrada de agua líquida en el hormigón.

 Aprende más sobre el silicato de litio.

Referencias
Estas son algunas de las referencias bibliográficas a las que se ha
recurrido para la elaboración del artículo:

 upcommons.upc.edu
 dialnet.unirioja.es
 scielo.conicyt.cl
 hormigonespecial.com
 oa.upm.es/

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