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6 ACUPRESIÓN

• Secuencias óptimas de tratamiento.


• Cómo trabajar sin rozar una zona que no debe tocarse.
• La importancia de unos «primeros auxilios» correctos en ciertas lesiones.
• Cuándo debe repetirse un tratamiento.
• Qué hay que preguntar al paciente.
• Cómo diagnosticar a partir del lenguaje corporal, la postura y el tono de voz.
• Cuándo tocar con sutileza o incluso no tocar.
• Cuándo ser osado.

También se incluyen recomendaciones sobre cuándo avisar al paciente de


que un procedimiento va a ser doloroso aunque valga la pena por los benefi-
cios que acarreará. Se encontrarán reveladoras descripciones de los orígenes
biomecánicos de los problemas músculo-esqueléticos más comunes y del mo-
do de utilizar la energía del paciente en lugar de la propia para aplicar un tra-
tamiento.
Acupresión se publica asimismo en el momento justo en que la ciencia está
descubriendo por qué las terapias de energía obtienen tan buenos resultados.
Para que las células colaboren en el proceso de curación, en la defensa contra
la enfermedad o en cualquier otra tarea colectiva o cooperativa, deben comu-
nicarse entre ellas. Las células adyacentes hablan entre sí mediante enlaces y
puentes bien conocidos (como desmosomas y uniones comunicantes) que
cruzan los minúsculos espacios entre células vecinas. Pero las comunicaciones
a gran escala que afectan a todo un sistema tienen que recorrer los canales ade-
cuados, y existen pruebas de diversas fuentes que demuestran que éstos se co-
rresponden con los meridianos de la acupuntura. Un traumatismo puede blo-
quear ciertos flujos imprescindibles. Cuando las corrientes de información se
ven congestionadas o desorganizadas, la curación avanza a paso de tortuga, si
es que avanza. Acupresión enseña a diagnosticar las discontinuidades y a resta-
blecer los flujos vitales.
Las células se comunican mediante quedos «susurros» íntimos (véanse tra-
bajos de W. Ross Adey). De ahí que, señales muy pequeñas, como las que el
terapeuta transmite con el tacto o proyecta durante los tratamientos «sin ma-
nos», resulten ideales para iniciar la curación. Los principios homeopáticos de
«menos es más» y «lo pequeño es poderoso» son de igual importancia en el
lenguaje del tacto. La razón es que los sistemas vivientes amplifican de manera
automática las señales minúsculas para conseguir grandes efectos (véase el dis-
curso del Nobel de Fisiología y Medicina de 1994).
En Acupresión, Cross hace hincapié en los métodos naturales, el toque sutil
o incluso la ausencia de contacto y en esperar a que las cosas sucedan en lugar
de forzarlas. Este enfoque está de acuerdo con la actual línea de investigación

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