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Siguiendo con el tema, si contáramos los beneficios de la oración serian

incalculables. Los efectos sobre nuestras vidas, familias, e iglesias son por la gracia
de Dios, muchos y diversos.

Solo la eternidad nos va a dar el testimonio exacto de las cosas grandes que se
obraron por medio de la oración, y seguramente de todo lo que nos perdimos por
descuidarla. Dios puede hacer cosas inimaginables por medio de la oración. Eso es
lo que le dice Jesús dijo a sus discípulos: “Pedid y se os dará, buscad y hallareis,
tocad y se os abrirá” (Mt. 7:7). También les dijo: “Todo lo que pidiereis en mi
nombre, lo haré” (Jn. 14:13).

Los efectos de la oración han sido evidentes en la historia de la humanidad. Pero uno
de los efectos que muchas veces ignoramos es el que se produce en nosotros cuando
oramos por otras personas. Uno de los beneficios que con frecuencia pasamos por
alto es que podemos ser transformados cuando oramos por otros. Dicho de otra
manera, Dios también puede transformar por medio de la intercesión al intercesor.
En particular cuando oramos por otros creyentes.

Interceder: es abogar: hablar o declararse en favor de una persona o una cosa, es


interponerse intermediar, es colocarse en medio de algo.

Es colocarnos en el lugar de la persona, es sentir amor, dolor, compasión y


misericordia.

Y no hay una técnica especial en la oración, lo que importa es la fe, la obediencia, la


entrega, y el desinterés personal de cualquier índole. La intercesión debe ser una
actitud voluntaria, es decir no debe ser por compromiso, por una imposición o
compensación económica.

La importancia de la intercesión

La intercesión es importante debido al énfasis que Jesús colocó en ella en su propio


ministerio terrenal.

Además radica en los resultados que se obtienen, como:

 Mueve la mano de Dios, él puede hacer grandes cosas a causa de la oración


del intercesor, Dios se mueve a través de las oraciones de sus hijos.
 La oración intercesora tiene poder, ya que el poder de Dios se desata a través
de las oraciones.
 Rompe cadenas, ya que en este sentido actúa como guerra espiritual.
 Logra lo imposible, estamos claros que para Dios no hay nada imposible y si
nos dirigimos a él en un clamor genuino veremos su gloria.
 Alcanza a los perdidos, porque echamos fuera a satanás de la vida de los
inconversos y hablamos a Dios de ellos pidiendo sean tocados.
 Nos une como iglesia, cuando oramos en acuerdo, como grupo, por un tema
en especial, esto nos une.
 Dios se revela a nosotros, aprendemos a conocerle más, él nos revela sus
planes y estrategias, Nos muestra si hay algo oculto y además deja al descubierto los
planes del enemigo.
 Dios actúa primero en nosotros y nos transforma, porque al interceder,
hacemos lo que Cristo hizo. Si solo oramos por nosotros mismos nos reducimos a un
punto, ahora cuando oramos por otros nuestra visión aumenta, Tenemos la visión y
el corazón de Dios.
 Dios actúa en otras personas a través de nuestra oración

¿De qué maneras podemos interceder?

Con nuestro entendimiento: Orando con nuestras propias palabras (basados en la


Palabra de Dios) y en nuestro idioma. Usando nuestra mente, pensando, entendiendo
y sabiendo la razón por la que intercedemos

Orando en el Espíritu: Orando en lenguas con la ayuda del Espíritu Santo, no


sabiendo nosotros por lo que intercedemos, pero Él sí. (1 Co. 14:2).

En muchas ocasiones sentimos la urgencia, la necesidad de orar, de interceder, sin


saber lo que sucede o sin conocer la necesidad.

No podemos orar con entendimiento porque no sabríamos qué pedir, pero el Espíritu
Santo sí lo sabe y entonces, lo único que tenemos hacer es dejar fluir esa necesidad
de intercesión al orar en el Espíritu, para que el Espíritu Santo interceda por nosotros
(Ro. 8:26).

Muchas veces a mucha gente que ora Dios los ha despertado a mitad de la
madrugada para orar por hermanos que están pasando dificultad o corren peligro o
por personas que jamás han visto

El Señor los inquieta y pone en su mente y en su corazón, y se encuentran


reprendiendo espíritus de muerte, reprendiendo enfermedad o pidiendo sanidad por
alguien.
Se puede interceder en voz alta, en voz baja, como en un murmullo o con el
pensamiento

De cualquier forma que se haga, la oración debe dirigirse hacia Dios; Pero cuando
se intercede en batalla contra Satanás y sus espíritus malignos, debe hacerse en voz
alta y con la autoridad que tenemos en el Nombre de Jesús (Mr. 16:17). Satanás no
puede entrar en nuestros pensamientos, pero él y todas sus huestes ¡sí pueden oírnos!

Hay muchos motivos por los que un intercesor puede orar, entre ellos:

LA IGLESIA

Y si alguna vez se han dado cuenta mientras leemos la biblia, vemos lo saturada que
esta de las oraciones de Pablo hacia la Iglesia.

En los días de los apóstoles, había iglesias que Pablo no había fundado. Había
iglesias que el mismo Pablo inició, pero había otras que él no fundó personalmente.
La iglesia de Corintio y la de Tesalónica están entre las que Pablo fundó o al menos
conocía en persona. La iglesia de Colosas está entre las que no fueron fundadas por
él.

Es decir, Pablo no conocía personalmente a estos hermanos y esto también paso con
los creyentes en Roma, a quienes les expresó su deseo de visitarlos (Ro. 1:15).

Pero lo más llamativo de esto es que, sin que Pablo conociera a estos hermanos,
podemos ver un genuino amor por ellos. Se nota un profundo lazo, una gran
familiaridad, y un sentido de cercanía con estos creyentes. Un genuino amor se
puede ver en las cartas de Pablo, en especial en la manera como se dirige a ellos.

La pregunta que surge sería: ¿Por qué Pablo podía sentir un genuino e intenso amor
por hermanos a quienes no conocía?

Es cierto que la forma más facil de explicar ese afecto sería decir que Dios lo puso
en Pablo por medio de su Espíritu.

En función del nuevo nacimiento, los creyentes ahora tenemos una nueva naturaleza
que es capaz de amar profunda y genuinamente. El mismo Pablo decía que el amor
de Dios fue derramado en el corazón de cada creyente por el Espiritu Santo (Ro. 5:5)
y por eso somos capacitados para amar. Es decir, el amor que Pablo tenia por los
creyentes es un don que procede de Dios.
Ahora, como todos los dones que recibimos, estos deben ser cultivados para que
crezcan y se fortalezcan. El amor que Dios pone en nosotros debe ser cultivado para
que este siga creciendo y se haga más fuerte. Y Pablo cultivó y cuido ese amor por
los creyentes por medio de la oración.

El apóstol pudo crecer y fortalecer su amor por ellos por medio de la intercesión.
Pablo oraba por la iglesia. Oraba por las iglesias que conocía y por los que nunca
conoció. Pablo era un creyente que oraba por creyentes a quienes no conocía y eso
lo unía a ellos. Eso fortalecía su sentido de amor por ellos.

La vida de oración de Pablo incluía oración por sus hermanos, intercesión por los
santos. En casi todas sus cartas como hablaba al comienzo, él menciona que está
orando por ellos. Esto es revelador e inspirador acerca de la vida de oración de
Pablo:

 Romanos 1:9: “Porque testigo me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el


evangelio de su Hijo, de que sin cesar hago mención de vosotros siempre en mis
oraciones”.
 Colosenses 1:3: “Siempre orando por vosotros, damos gracias a Dios, Padre de
nuestro Señor Jesucristo”.
 Filipenses 1:4: “siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos
vosotros”.
 1 Tesalonicenses 1:2: “Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo
memoria de vosotros en nuestras oraciones”.
(Ver también: 2 Tesalonicenses 1:11; Filemón 1:4; 2 Timoteo 1:3; Efesios 1:16)

Bueno tenemos muchos otros versículos que se encuentran al comienzo de


Tesalonicenses, de Filemon, de Efesios, Etc.

Esto nos lleva a concluir que Dios puede unir corazones por medio de la oración. Él
es poderoso para unirnos con personas distantes cuando intercedemos por ellas.
Dios, por medio de la oración puede hacer crecer un vínculo afectuoso con aquellos
que no lo tenemos. Si empezamos a orar por ellas, el Señor puede hacer fortalecer
nuestro amor por personas por quienes no sentimos mucha afinidad o empatía.

Es más, incluso con hermanos con quienes estamos resentidos o con quienes hemos
tenido conflictos, la oración puede ser el medio por el cual Dios obre sanidad,
restauración, y hasta una posible reconciliación. Dios puede pegar nuestro corazón
al de nuestros hermanos por medio de la oración.
Es imposible sentir odio por quien has estado orando al Señor. Es imposible ser
indiferente por quien has intercedido en oración. Es imposible querer el mal por
quien oras para que Dios le traiga bien.

Entonces esto es posible porque una de las maneras poderosas de amar a alguien es
orando por él. El amor, cuando es abrazado, despoja al egoísmo de su poder e
influencia. Cuando amamos, vicios como la indiferencia y el resentimiento se
debilitan. Cuando amamos y oramos por alguien que es contrario a nosotros,
comenzamos a ser más como nuestro Padre. Por eso Jesús mandó: “orad por los que
os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos” (Mt.
5:44-45)

Hacemos un gran servicio por la iglesia y un gran servicio a la causa del evangelio
por medio de la oración por nuestros hermanos. Dios puede hacer grandes cosas,
empezando por nuestro corazón. Dios nos puede transformar mientras oramos por
otros.

Al interceder, tenemos muchos motivos para orar:

 Empezando, por el pastor su familia, los líderes de la iglesia. Que son ellos
los que constantemente están expuestos al ataque del enemigo.
La iglesia es el cuerpo de Cristo, en el cual todos los miembros son
importantes
 Interceder por la unidad
 Interceder para que en las iglesias se predique la palabra de Dios, sin
quitarle y añadirle nada.
 Por nuestros hermanos y sus familias
 un hambre por estudiar el evangelio
 Por los ancianos de la iglesia.
 Por la iglesia perseguida
Entre otras que se les vengan a la mente.

Como reflexión de mi punto, animarlos hermanos a que intercedamos por la iglesia,


Gracias a Dios contamos con muchos grupos de oración en la semana en la iglesia, y
si nos cuesta interceder solos, podemos juntarnos con nuestros hermanos a orar.

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