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África tiene una superficie de 30.271.000 km2, que equivale al 22,38% del total de
tierras emergidas. Es el tercer continente en extensión después de Asia y América, y
el que posee el desierto del Sahara, el más grande y caluroso del mundo, con una
superficie superior a los nueve millones de km2. Las investigaciones arqueológicas y
antropológicas revelan que África fue la cuna de la humanidad, es decir, en su
territorio aparecieron los primeros seres humanos. Allí también se desarrolló la gran
civilización egipcia, una de las más brillantes y antiguas de la humanidad. No obstante,
en la actualidad la mayoría de la población vive en condiciones de pobreza y no se
vislumbran mejoras importantes a corto y mediano plazo, pues la población ha venido
creciendo a un ritmo mayor que la economía, y muchos de los países que la integran
padecen sequías y guerras civiles. Además de los problemas socioeconómicos y
políticos, África enfrenta graves problemas ambientales como la desertización o
expansión de los desiertos. Esta situación es causada por la conjugación de varios
factores como el rápido crecimiento de la población, pastoreo, deforestación,
inadecuadas prácticas agrícolas y el cambio climático global.
Clima
En África, aunque es el continente que mayor índice de insolación al año recibe, se
marcan 4 climas: desértico, subtropical, intertropical lluvioso y mediterráneo.
Los desiertos del norte y sur de África son de las regiones más secas y áridas del
mundo pues reciben pocas precipitaciones. La región más húmeda es una zona
costera al oeste