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A. TRES BATALLAS QUE SE LIBRAN EN NUESTRO CORAZÓN.

1. Una batalla por tu deleite:

“No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los
ladrones se meten a robar. 20 Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la
polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar. 21 Porque donde esté tu tesoro,
allí estará también tu corazón.” Mateo 6:19-21

 ¡Dime qué te provoca placer y te diré dónde está puesto tu corazón! En esta porción
del sermón del monte Jesús enfatiza la necesidad de poner nuestra mirada y nuestro
foco de deleite en el lugar correcto. El nos exorta a no poner nuestra mirada en los
placeres de este mundo, a no deleitarnos ante las ofertas de falso placer que el
sistema puede ofrecernos.

 Más adelante va a dejar esto mucho más claro diciendo: “no se puede sercir a dos
señores, pues menospreciará (dejará de disfrutar) a uno y amará (crecerá su deleite)
al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro”

"La belleza es el campo de batalla donde Dios y Satanás compiten... por los corazones de los
hombres.”
Fiódor Dostoievski

2. Una batalla por tu adoración:

Me darás a conocer la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; en tu diestra,


deleites para siempre. Salmos 16:11 (LBLA)

 "Nos deleitamos en alabar lo que disfrutamos porque la alabanza no sólo expresa


sino que completa el disfrute. El deleite está incompleto hasta que se expresa". C. S.
Lewis

 Nuestro deleite es completo cuando lo expresamos a través de la adoración. La


plenitud de nuestro gozo se encuentra en la presencia de Dios.

“Y cuando todo haya sido sometido a El, entonces también el Hijo mismo se sujetará a aquel
que sujetó a El todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.” 1 Corintios 15:28 (LBLA)

 Adoramos día y noche porque anhelamos experimentar esa plenitud. Pablo en


corintios nos enseña que el deseo de Dios finalmente es el de poseernos y manifestar
su plenitud en nosotros.

 El diseño de la tienda de Davíd agradó tanto a Dios porque la contemplación sumada


a la adoración son el camino hacia su máximo deseo de poseernos. Por ello el
prometió restaurar este diseño (Amos 9:11) Necesitamos desarrollar un hábito de
contemplar Su hermosura a través de nuestra adoración.
3. Una batalla por tus actitudes y acciones.

“El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y el hombre malo, del
mal tesoro saca lo que es malo; porque de la abundancia del corazón habla su boca.” Lucas
6:45 (LBLA)

 Lo que hacemos es fruto de lo que adoramos y adoramos aquello que mayor deleite
nos provoca. La mejor manera de revisar el por qué de nuestras actitudes es
examinar donde eta puesta nuestra adoración y deleite.

"Cuando el deseo y el deleite están en su lugar correcto, la obediencia aparece como la única
opción razonable." Mike Bickle

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