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Todo es de él, por el y para el

¡Oh, profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán


insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos! Pues, ¿quién ha conocido la mente
del Señor?, ¿o quién llegó a ser su consejero?, ¿o quién le ha dado a El primero para que se
le tenga que recompensar? Porque de Él, por El y para El son todas las cosas. A Él sea la
gloria para siempre. Amén. Romanos 11. 33-36
Dentro de nuestra vida cristiana Dios siempre nos ah impacto con su forma de hacer las
cosas, sin embargo muchas veces queremos que el haga conforme a como nosotros
queramos cuando el es absoluto y en medio de su soberanía el hace como el quiere, nos
hemos acostumbrado tanto a la nube, a la columna de fuego, a la comida que cae del cielo,
a que nuestros vestidos crezcan a la medida que nuestro cuerpo lo hace que cuando Dios
hace como el quiere se nos olvida que el lo puede hacer, muchos hemos cuestionado su
voluntad, pero muy pocas veces vemos el porque Dios deja de hacer todas estas cosas.
Yo creo que siempre me van a escuchar que a la vida cristiana a nuestra relación con Dios
hay que darle altura y no solo que nuestros labios lo expresen si no que nuestra vida sea
reflejo de la comunión que tenemos con el señor.
La moralidad, en la vida cristiana, no es simplemente la fuerza de voluntad para hacer lo
correcto, porque Dios tiene autoridad de ordenarlas. La moralidad cristiana es el
desbordamiento de la adoración a un Dios soberano, misericordioso. La vida cristiana es el
fruto de una mente y un corazón transformados al ver y disfrutar la misericordia todo-
suficiente y soberana de Dios revelada en Jesucristo.
TODAS LAS COSAS SON DE DIOS, POR DIOS, Y PARA DIOS
Primero, como las riquezas y sabiduría y conocimiento de Dios son inefablemente
profundas, el versículo 36 es cierto: "de Él, por El. son todas las cosas". Entiendo que esto
significa que el origen supremo o la causa suprema, o la decisión suprema para todo, es
Dios. Todo es dependiente de su existencia en Dios, en su comienzo y durante toda su
existencia (de él, por él).

Efesios 1:11 lo dice de esta forma: "Dios obra todas las cosas conforme al consejo de su
voluntad". Romanos 9:16 lo dice así: "Así que no depende del que quiere ni del que corre,
sino de Dios que tiene misericordia". Proverbios 16:33 lo dice de esta forma: "La suerte se
echa en el regazo, más del Señor viene toda decisión". "De Él, por El son todas las cosas",
significa que no hay una explicación para lo que es o sucede que sea más profunda o
decisiva que Dios. Esto es lo que queremos expresar cuando decimos que Dios es
absolutamente soberano.
NADIE PUEDE DAR UN REGALO A DIOS PARA HACERLE DEUDOR
Segundo, implica en el versículo 35: "¿o quién le ha dado a El primero para que se le tenga
que recompensar?". Respuesta: Nadie. Como todo proviene de Dios y mediante Dios, él
posee todas las cosas y nunca podremos darle nada que ya no le pertenezca. Lo que
significa que nunca podemos hacerle nuestro deudor. Una negociación con Dios es
absolutamente imposible. No estamos en posición de negociar. Somos totalmente suyos, y
ocupamos su territorio. Cada aliento que tomamos es un regalo. Cada virtud que
desarrollamos es una gracia. "(Dios) ni es servido por manos humanas, como si necesitara
de algo, puesto que El da a todos vida y aliento y todas las cosas"

NADIE PUEDE DAR UN CONSEJO A DIOS ACERCA DE CÓMO DEBIERA


HACER LAS COSAS
Tercero, Pablo muestra un ejemplo específico acerca de cómo no podemos dar a Dios nada
para obligarlo o enriquecerlo. Versículo 34: "Pues, ¿quién ha conocido la mente del Señor?,
¿o quién llegó a ser su consejero?". Respuesta: Nadie ha conocido su mente como para ser
su consejero. Gracias a la revelación, sabemos algo acerca de su mente. Pablo nos ha dado
11 capítulos acerca de la mente de Dios. Se supone que los entendamos. Pero nadie conoce
la mente de Dios de modo que pueda convertirse su consejero.

Así que algo específico que usted no puede dar a Dios es consejo. Y esto es lo que los
pecadores más a menudo presumen de poder dar a Dios: consejo. No aman ni se deleitan en
la fe o la esperanza. Ofrecen consejo. Le dicen a Dios, categóricamente o por implicación,
"no me gusta la manera en que gobiernas el mundo; creo que debieras hacerlo así". El
mundo está lleno de personas que quieren aconsejar a Dios. Lo único que Pablo,
explícitamente, dice que no podemos dar, y que no nos atrevamos a dar, es lo que los
pecadores orgullosos más frecuentemente dan: le dicen a Dios cómo debiera gobernar el
mundo, y le advierten que si no gobierna el mundo como quieren, entonces no creerán en
él. Como si un niño diabético debiera decir a su pediatra: no me des más inyecciones. Y si
me pinchas de nuevo con esa insulina, nunca volveré. ¡Cómo si esa fuera una amenaza a
Dios!
No aconseje. No amenace a Dios. Confíe en él. Todo lo demás es suicidio.
SUS CAMINOS Y JUICIOS SON INSONDABLES E INESCRUTABLES PARA
NUESTRAS MENTES FINITAS
como todo proviene de Dios, y mediante Dios de modo que no podemos darle algo que ya
no sea suyo, y no podemos ser sus consejeros, por tanto (según el versículo 33b), no se
sorprendan cuán a menudo quedamos confundidos y perplejos por los caminos y juicios de
Dios. "¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos!".
Dios es infinito y sus criaturas son finitas. Por definición, las criaturas dependen de su
Creador por su propia existencia y están limitados en todos los aspectos. Sin embargo, Dios
es sin limitaciones en todas las cualidades que posee.
La unidad perfecta de los atributos de Dios es mucho más allá del ámbito de la experiencia
humana. El amor de Dios, la ira, la gracia, la justicia, la santidad, la paciencia, y los celos
están funcionando continuamente de una manera perfectamente integrada sin embargo,
infinitamente compleja.
En el cielo, la incomprensibilidad de Dios, sin duda, será menor cuando los efectos del
pecado ya no asolan las mentes y cuando él sin duda compartirá algunos de sus secretos.
Sin embargo, Dios siempre será infinito y los seres humanos siempre serán fisitos, por lo
que siempre estará más allá de la capacidad humana de conocer de forma exhaustiva.
A DIOS SEA LA GLORIA POR SIEMPRE
Lo que nos lleva, finalmente, a la conclusión de todo el tema (del párrafo y de los 11
capítulos No solo todas las cosas son de Dios y mediante Dios, sino, como dice el versículo
36b: "para El son todas las cosas. A El sea la gloria para siempre".

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