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GRA€IEI.A FREGE
HJIRTA SCHUFER
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EdiúoriaI IFihIos
ia ¡ffi
INDICE
i
INTRODUCCIÓN
II
I-AENFERMEDAD CRÓMCAYI.AS CIENCIAS SOCTALES ... 13
su impacto en la vida cotidiana, I 5. La relevancia de la farnilia, I 6.
IN
LA INSUF'ICIENCIA RENAL CRÓNICA Y
SUS TRATAMiENTOS 19
una breve descripción para no médicos, 1g. La enfermedad renaf
en los niños, 2O. l,os t¡atamientos, 2I.
IV
I-AINVESTIGACIÓN.............. ..... 27
Armado: Ma uricío Poga-stro. Perspectiva metodológica: el método cualitativo, 22. Muestra y
Coordinación: Móníca (Jrrestara.ztt técnicas de medición, 29-
Impresión: segunda Edición, Rivera 1064, Buenos Aires.
v
@ Graciela Prece y Marta Schufer, Lgg4. LA E}PERIENCIA DE I-A ENFERMEDAD RBNAL GRAVE..... 35
@ Editorial Biblos, lggb. c onstrucción del rol del enfermo desde Ia perspe ctiva del paciente
y su familia: el concepto de carrera, s6. El proceso del dÍagnóstico:
Pasaje José M. Giuffra 3I8, l064 Buenos Aires. un rnomento crucíal, 39. En pos de una gesüón efi.caz, 43.
Hecho el depósito que dispone la ley ll.T2Z.
Prohibida su reproducción total o parcial-
Impreso en la Argentina. VI
I-A ENFERMEDA.D TER]\4INA]-: UNA SITI]ACIÓN LÍMITE ..... 49
ISBN 950-786-096-7 El irnpacto de saber qtle es mortal, 49. Los sucesivos momentos
criticos, 5l-
PROLOGO
VII
APRENDIENDO A CONVTVIR CON T¿. ENFERMEDAD .. 57
La familia y su camino hacia ra aceptación, 57. Erniño enferrno y
su nueva identidad, 66.
VIII
I.AS ALTERACIONES EN EL MUNDO SOCTAL DE I,OS
ENFERMOS Y SUS FAMILIAS ......... 79
se conmociona el rnundo famiriar, go. se artera la inserción en la
trama extrafamiliar, go. El niño y su salida ar mundo, 94- se
perfilan distintos estilos fa¡niliares, lOO.
IX
I.AATENCIÓN MEDICA Y I-A GESTIÓN DE
I.A ENFERMEDAD
Imagen del hospitat y del equipo de salud, ioá.
médica en el cent¡o de la mi¡a, IOZ- '-üi;;;;i'3: sin duda-Fleming, al observar el notable efecto destructor de un
X hongo sobre las bacterias de su.laboratorio, no llegó a imaginar las
CONCLUSIONES conseclrencias que para la humanidad produciría su descubri-
I13 rniento de la penicilina. Tarnpoco nadie lo pudo prever, veinücinco
XT anos después, cuando se acercaba el medio siglo, ante la prolonga-
REFLE)ilONES LL7 ciÓn de la vida en los innumerables enfermos infecciosos salvados
de la muerte gracias a los formidables antibióticos. Porque este
Agradecirnientos L20 enorrne bien de la vida recuperada dio lugar al asombro=t incre-
Bibliografia
mento de las enfermedades crónicas en los sobreviüentes. Grauber
12l llarnó a esta inesperada paradoj a elJracaso deréxíto, mostrando de
paso las contradicciones de la biomedicina que cambiar:on el
cuadro de las enfermedades en la sociedad-
tsI
Graciela Prece y MarLa Schufer Prólogo
Este nuevo escerr¿rrio desborda el ámbito estrictamente médi- Los hechos revelados por la investigación sociológica ofrecen
co pa,ra alcartzar el espacio social, y aquí es donde la sociología
ha ángu.los de observación que pennitenvisualiz¿¡ soln más amplitud
contribuido notoriamente a su conocimiento y valoración. y profundidad los fenómenos de la enfermedad y de la salud en strs
Es fuerza reconocer la fuerte presión ar cambio que sufre la alcances más humanos y personales, junto con la psicología y las
medicina por la nueva actitud de la gente frente al heóho sociar y ciencias de la conducta
personar de la enfermedad y del cuidado de la salud. La misma
relación médico-paciente, en la que el prirner término del binomio
ejercía r:n paternalismo que acompanaba las otras relaciones UNA NUEVAVISIÓN
sociales (padrg-hijo, maestro-discípulo, gobernante-gobernado)
ahora reconoce aI segundo componente su derecho a-la autono_ A la nueva morbilidad corresponde urta rrueva visión. Es lo
mía y su deseo de conocer para participar de las decisiones. La que las autoras de este libro han abordado rrülizand alarnetúolryía
gente quiere saber para decidir. cuatttatíua,de la sociología, que penetra en un rnrlndo de relaciones
En b'sca de esa participación se han muttiplicado las aso- humanas velado a la observación directa; de manera semejante a
ciaciones que agnrpart a los pacientes y farnili¿Lres afectados d.e como el microscopio electrónico penetra en el interior de la célula
determinadas afecciones o alteraciones crónicas, invalidantes e y llega hasta el rnismo nivel rnolecular. Es la rni,crouisrón que fo-
incurables (los reumaüsmos, la esclerosis en placas, las nefropatías, caJizay da relieve a los hechos de lavida cotidiana observados con
el síndroine de Down y otros) y las organtzaciones no guberria{nen- la lente analíücay apreciativa con que está confeccionado el relato
tares (o¡io) que luchan contra el cáncer, las cardiopátías, el sida, de esta. obra. Su objeto de estudio es la familia del niño enfermÓ
etcétera. renal crónico asisüdo en Lrn hospital de alta complejidad de la
ciudad de Buenos Aires, pero la entrega que llega al lector es urta
imagenviviente de lo qrre cada farnilia ha reveladc al asumir el rol
I.{ FAMIT IA EN EL SISTEMA DE SALUD de conducción del crridado cotidiano, realizando a \¡eces proce-
dimientos técnicos y laboriosos no sin riesgos cuando se llevan a
I-a.s enfermedades crónicas representan un desafio para cabo en el hogary llegando aI exbrerno cuando las circunstancias
la
atención médica, tal como se ofrece en las obras sociies, los imponen la dura exigencia de la propia rnuülaciÓn que alguno de
prepagos, los hospif ales, lo s consultorios, ctryo personal profesional los miembros debe ofr'ecer para el transplante, dadas las limita-
y técnico pocas veces está moüvado y capaóitá¿o para átender ciones que las modalidades culturales oporren a la obtención del
los
requerimientos afectivos y sociales, firera de los psiquÍatras y donante cadavérico. O sea que la farnilia asume 1o qrre las autoras
los
asistentes sociales que, de todos modos, se ocupan Johmente describen como la gestíón- catídí.sno- de ta eryfennedad. que deben
de
casos específicos- Las mismas instituciones asistenciales cumplir en un medio ensombrecido por la pobrezay sin descuid.ar
carecen
d e es tructuras destinadas a mantener la relación las d.ernás obligaciones, como ganar el sustento, atender a los
con'lo s pacientes
en sus domicilios en los casos de enfermedades protonjadas-
un otros hijos, ctridar de la casa, en fin, subsistir.
establecimiento parece haberconcluido su relación con elenfermo La familia está sometida a los vaivenes de la transiciÓn so-
cuando el servicio de internación pone 'de alta,, en la historia ciocultural, familia ntrclear, muchas veces a cargo de la madre;
clínica, o cuando en er consultorio sé entrega en mario una receta familia en la que, paradójicarnente, los hijos el hijo enfermo
y un lista_do de indicaciones. crónico-- consütuyen un factor de unión y -aun estabilidad en medio
Los programas de la llam ada ínterno¿cíón domiciliario.tales de la pobreza, la escasez de viviendas y la desocupaciÓn.
corno
se iniciaron en el Hospital Regional de Mar ciel plata5, en
el l{ospital El mensaje de este inquietante libro cortmueve y capta aI
Italia'o de BuenosAires --entre otrog- permiten sarvar esa honda lector ante el cuadro que le otrece- Cabe destacar ei ienguaje terso
brecha, supliendo el desamparo asistenciar de las familias. y diáfano en el que está escrito, sin afectación ni aparato emdito
Graciela Frece y Marta Schufer I
dad crónica, unavez que se instala, tiende a perdurar; la vida cotidiana y el protagonismo Ce la familia ante una en-
es autolimitado, pues et individuo rara vez se recupera, su ciclo no fermedad que se prolonga. El capítulo III caracteriza la insufi-
si bien los
síntornas inmediatos pueden ariüa¡se. Requiere ciencia renal grave y su prevalencia en la población infantil y hace
tratamiento du_
rante un largo período, si no de por vid.a, aunque los Lrna breve síntesis, para legos, de los tratamientos disponibles
efectos de ra
enfermedad puedan cont¡olarsé. para lograr la sobrevida. En el capítulo rv se comenta la metodo-
'El hecho de que ra enfermedad se prorongue logía utilizada y se presentan los casos estudjados.
en er tiempo y
.,flja un contacto continuado con el equipo de satud _rasgo co_ [,os capítulos v y vl muestran cómo, a 1o largo de la carrera de
mún en los cuadros crónicos graves- áetermina cambios enfermo crónico grave, el niño y srt familia enfrentan reiterada-
tantes en el paciente, en sll entorno familiar y en impor_
eI sistema de mente y tratan de manejar con eficacia las situaciones lírrrite que
salud- r,a enfermedad crónica, con sus idas y la enfermedad les impone. En el capítulo rru se describe cómo las
u'a reorganización de la vida coüdiana ¿el vueltas, conduce a
paciente y de sus familias a i¡avés de sucesivas etapas recorTen el simroso carrrino
allegados- Esta reorgatü"ación imprica pérdida de hacia la aceptación de la enfermedad y se hace referencia al pro-
rores sociares
clave" sentimientos de inferioridaá y ..ri.r,r"valía, ceso por el cual el paciente adqrriere unaidenüdad deteriorada en
la amen aza d,e
emociones estresantes tales como ansiedad, depresión, relación con su enfermedad. Pa¡alelarnente, se plantea cómo, a
resenti_
miento y desamparo ante cada nuevo ataque de ra pesar de las limitaciones qlle la enfermedad trae consigo, los ch!-
enfermedad.
No sólo se- aftera ra organ izacióndomesuca cos brrscarr, en mayor o menor grado, afianzar su autonomía.
sino básicamente
el interj'ego de roles queLodifica la dinárnica i
El capítulo vtli hace trincapié en la conmoción que sufre la
famiriary su rela_
ción con el *afilera". r-os pacientes pueden sufrir ,1
1.
protagonismo del paciente y su familia, en el capítulo x se habla
las funciones corporales y, eventuarmente, ra separación fisica o en
del tercer elemento del trípode que la enfermedad pone en juego:
f,amilias, arrrigos y otras firentes de gratificación (Turk, de sus el equipo de salud y su contexto institucional.
Anderson y Bur5r, lgg8). r97g, en
Las conclusiones articulan los conceptos sociológicos utiliza-
En esta investigaciónr focalizamos er anárisis dos a lo largo del estudio, integrando los distintos aspectos del
niñ.s que padece' *na enfermedad crónica grave y,encomo famirias con
pacien_ fenómeno abordado. k siguen nr.restras reflexiones personale:
tes pediátricos, acuden a Lrn servicio especia-I¡za¿ó que e).presan el irnpacto que sufre el investigador al sumergirse en
¿e un úospital !
general de alta complejidad, con el mantienen una interac-
I
*T:fl
tíficos sociales que otros aspectos de lainterfase cjencias sociales
y salud- Se ha observado una carencia de información acerca dé
lasvivencias, prioridadesyjuicios porparte de los pacientesy sus
farniliasy sobre los problemas de lavida de tirdos los dias asociados
con la enfermedt¿ d. tiempo prolongado (Royal College of Phy-
sicians, 1986, citado por Anderson y Bur¡r, 1988)-
En el conte¡rto de enfermedades es¡recificas, Se ha¡r desarro-
llado estr¡dios qrre contemplan la perspecüva de la población que
consulta, caracterizan¡ el uso de los servicios
la relación rnédico-
conduciry controlar
qrre tornan los pacientesy Slts familias para
su enfermedad a través de los cuidados indispénsables, de la
comunicación con los profesionales y del manejo de los disüntos
F,#lm*=m
t r3l
II. I-a enfermedad crónica y las ciencias sociales 15
./
L4 Graciela Prece Y Marta Schufer vJ
bién es cierto
EI realidades muy
diferentes primer
social todavÍa mal defir¡ida para lugar ñb constituye,
rí"U."- conformafr una sitrración agudas, un parérrtesis dolo-
todos los actores de la enfermedad-
roso en )F vida personal y social de la persona enferma y de su
Si el objetivo ideal es clrrar la enfermedad, el objetivo realista
es controlar en lo posible su evolución o, por lo menos, slls sírrto-
entornd Se habla de meses o años, o de hecho 1o más frecue¡rte
es que tFenfermedad dure lo qrre dura la vida del individuJ
mas y consecuencias. Es posible distinguir sitrraciones contras-
lugar, las enfermedades crónicas
tantes en cuanto a la gravedad de la enferrnedad y en cuarrto a las
posibilidades de respuesta por parte de la medicina. Así, la sobre-
vida de una persona puede estar amenazada como en el caso de
la insuficiencia renal grave, o sn áutoínonía fisica recortada conao
t
en la esclerosis en placas o la poliartritis reumatoidea. O, por el
contrario, ciertas afecciones, aunque Sean perturbadoras para eI
fríédico sino qr.le, al serperfiranente, marcalatransfor-
sujeto que las pad.ece, tienen conseclrencias lrrenos definitivas,
en el caso d.e la hipertensión arterial esencial o de ciertas mación del fenómeno social enfermedad, no sólo para el enfenrro
"o*o
enferrredade s dermatol
sino para todos los que se ven involucrados: profesionales de la
ser salud erlrpresa.
estf rrras
alos actores
cuales-
Un número de actores cada vez
quiel-a qlfe Sean SL¡.S lllllfIes, qe la- ttla-rlslsib y del tr\nsplante
y ucr uofrrDPra¡rLr-. Para
P€¡.ra
por la enfermedad (Baszarager,
á¿*itriStrar, no curaI, la insuficiencia renal terminal, mientras
que no hay tratamiento par.a la esclerosis en placas- De hecho' 1986, 1989)- Si se trata de una enfermedad crénica, el estar en-
áesde el punto de vista de los recursos médicos, lflao se encuent¡ra
fermo desorganiza prolongadamente los ajustes de rrna persona
e brusco en el transcurrir de su
con los dos extremos: situaciones donde se recurre a los últirnos
progresos <re la ciencia y la técnica (aparataje sofisticado, farma- vida-un F--- , según Bury (1982)- en eI que
la crisis se ffffi-. Por 1o tanto, es necesario ir más allá de la crisis
cologia siempre en evolución-..) y situaciones donde, anrn cuando
y pensa-r en la continuidad, con una forma de organización distinta
se cuenta con conocimientos sobre los mecanismos de la enferme-
dad, rro se dispone más qué de algunos rrredios terapéuücos para
trata¡la, como es 1o habitual en reumatologla (BaZs {'
p
la enferrnedad crónica y la consecuente reducción vida social (Baszanger, 1986).
@nan
Graciela Prece y Marta Schufer II. La enfermedad crónica y las ciencias socÍales
lreI
Graciela Prece y Mzrrta Schr-rfer III. t a insuficiencia renal crónica y sus tratanrientos
La insuficiencia renal crónica (rnc) es un problema poco fre- La insuficiencia renal terrninal (rrr), definida (:omo la pérdida
cuente en pediatría. Si bien su incidencial no es claramente co- progresiva de las funciones excretorasy endocrinas del parénqui-
nocida, es posible hacer una estimación a partir de la incidencia ma renal, implica dos caracterisücas adicionales que pesan sobre
de la insuficiencia renal terminal (lnr) en niños:2 en California del el futuro del niño enfermo: la incurabilidad y la incer[idumbre en
Norte fue estimada en ocho nuevos casos por año por millón de relación con [a eficacia de las técnicas de tratamiento {Waissman,
niños (Potter et aL, lg8o), la Asociación Europea de Diálisis y le89).
Transplante informa una incidencia de tres por cada millón de Cuando todavia se retienen algunas de las funciones renales,
niños (Donckewolcke et al., 1982) y la Arbeitsgemeinschaft fifr se aplica lurt tratarniento consetaador, que consiste en severas
Pediatrische Nephrologie destacó una incidencia de seis por cada restricciones alimentarias, reducción de la ingesta de liquidos,
millón de población infantil (Pistor et al., 1985). múlüples medicamentos y controles médicos perÍódicos.
La prevalencia3 de la iRc tampoco se conoce con precisÍón- En Cuando la insuficiencia es total se requiere un tratanniento de
1974 un estudio sobre niños suizos determinó una tasa de lB,b dÍát¿s¿s. sea perítoneal, usando el tejido del abdomen para filtrar
por millón de niños (I-euman, 1976): en Europa Centrat Ia pre- hacia afuera los desechos de Ia sangre, o por hemodiáI¿s¿s, en la
valencia de Ia IRT es de 32,4 por millón de niños (Donckewolcke et cual la sangre del individuo se pasa a través de un ríñón art!ficíal
ar., 7982), Ia mitad de los cuales son mantenidos en diáIisis y eI {Morgan, l98B}. Ambos tratamientos pueden ser realizados en eI
resto ha sido transplantado. Con respecto a las edades, cerca del hospital o en eI domicilio del paciente; en nuestro país, la he-
60/o de estos niños son menores de 3 años, el 3oolo üene entre 3 y aa
:I modiálisis se realiza comúnmente en una insütucióny Ia diálisis
9 anos, el 640/o restante son mayores de 9 años. .f
peritoneal en el domicilio del paciente.
rl
En laArgenüna, según un estudio realizado por Mendilaharzu l-a lrcrnodiál¿s¿s periódica constituye una técnica de depura-
y colaboradores (1992), Ia incidencia de la rRc por millón de ha- ción extrarrenal de los desechos acumulados en la sangre por
bitantes, en niños entre o y 15 anos, fue de G,4 en lgBZ: b,8 en efecto de la insuficiencia renal. Este resultado se obüene poniendo
r988 y 4.5 en 1989. en contacto Ia sangre del paciente con una solución de diáIisis, a
un importante problema en la lRc es eI retardo en el creci- través de una membrana semipermeable. l-a hemodiálisis hace
miento, qlre se presenta en más de la mitad de los niños cuando necesario colocar Ltn acceso vascular, que consiste en unir una
sufren insuficiencia renal crónica (Betts y Magrath, lg74: arteria y una vena del antebrazo. En cada sesión de diálisis se
Kleinknecht et al., lg83; Rizzotl¡i. Basso y setari, rgg4). Esto es extrae sangre de la verta arterializada o "fistula" y se realizan los
especialmente así si los problemas o disfunciones renales co- intercambios entre el medio sanguíneo y el baño de diálisis. EI
mienz¿n durante el primer áño de üda, periodo en que el crecimiento paciente, acostado en una cama o reclinado en un sillón, es co-
es más acelerado- nectado a la -máquina" (el riñón artilicial y los paneles de control)
dos o tres veces por semana, durá¡rte cuatro o cinco horas. Este
ir-amiento impone una conünua interferencia en las actir.lclades
coticianas, tales como la concurrencia a la escuela, al trabajo, Ios
viajes y las acüvidades deportivas-
Los altos costos de la hemodiálisis insütucional y la imposi-
I Incidencia: porcentaje de nuevos casos en un perÍodo clado- bilidad de brindarla a todos los que la necesitan ha llevado a
2 Cabe obsen'ar que con este procedimiento se st¡bestima cl problerna porque nruchos países a implementar la hernodÍá&sis damtciliaría. Tam-
algunos niños no alcanzan el estaclo terminal hasta la aclultez ]'. por lo l-anto- ¡o
son incluiclos en los datos la enfermeclad renal terrninal err la irrf¿rllr-ia.
bién ha contribuido a este fenómeno la aparición en los zo de los
3 f'revalencia: porcentajesobre
cle enl-ermos en rrna poblacion dacl¿r. grupos dc auloa¡r¡¡¿¿, que preconiza¡r la autcinc¡mia indirriduai y
Graciela Prece y Marta Schufer fIf- f'a- insuficiencia renal crónica y sus tratarnientos
la responsabilidad del enfermo ante su enfefinedad. I-a dinlisís El adiestramiento de ambos padres en la técnica de la DpcA
perítoiea\ contínuc. puede ser ambulatona (opca) o cíclíca (opcc)- tiene lugar en la unidad de nefrología pediátrica, durante diez a
La diálisis peritoneal contimra ambulatoria [opCa] fue des- quince días a cargo de una enfermera especializada, quien tam-
cripta por primeÍavez en 1976. Se basa en la introducción en la bién controla las caracteústicas de la vivienda, para lograr el grado
cavidad abdominal de un líquido de diálisis, cuya composiciÓn de asepsia qrre se requiere para la implementación del tratamiento.
permite la elirninaciÓn de las sustancias tóXicas de la sangre a Es de hacer notar qrre el d.esanrollo de la diálisis peritoneal como
tavés del peritoneo, asirnilado a una membrana semipermeable. una terapia prolongada para la insuficiencia renal terminal se
Ésta es lo suficientemente fina como para permitir intercambios rez;:gó respecto de la hemodiálisis debido, err. parte, a la alta in-
entre ellíqr"rido contenido en la cavidad peritoneal y la sangre d'el cidencia de peritoniüs que implica y, en parte, a qlre requiere un
enfermo. De tres a cinco veces por día el líquido de üálisis se mayor insumo de tiempo por parte del equipo rnédico para su
renueva por medio de un sistema de bolsas de plástico que se implementación (entrenamiento y controf .
colocan bajo la ropa del enfermo, a la altrrra del ombligo- Ia' ca- I¿. diálisis peritoneal continua cíclica {opcc) constituye una
vidad abdorninal está continu¿unente irrigada por la solución de modificación de la opc4 el proceso de diálisis se reeliza durante
diálisis y el tratamiento se realiza siete días por SemaIla, lo que la noche con ayuda de una máquina instalada en el domicilio del
permite aligerar el régimen alirnenücio y de medicarnentos y paciente fWaissman, 1989). I^a mayoría de los niños sólo requie-
movilizarse libremente. El procedirniento es tan efectivo como la ren cinco sesiones semanales, permitiendo así dos noches libres
hgmsdiálisis, especialmente en niños, en qrrienes la superficie del de trata.miento. Se espera que esta técnica b$. las tasas de pe-
área peritoneal por unidad de peso corporal es más amplia que en ritonitis, porque al requerir menos procedirnientos de conexión-
los adultos. desconoción disminuye las manipulaciones de alto riesgo; pero
El fundamento de la DPCA es permitir a los pacientes y a los aún este beneficio no se ha materializado {Foreman y Chan, 1983}.
miembros de su familia contjnuar, en lo posible, con el estilo de El alto costo de esta tecnología limita su difusión también en
vida al qrre estaban acosturnbrados. Esto permite que el niño mrestro país. Para cualqrriera de estos dos üpos de diálisis, los
participe en las actividades nonnales de su grupo d.e pares y que criterÍos de selección de los pacientes son estrictos, tanto en el
diariamente aI colegio (srnitle y Robin, 1991)- Tarnbién nivel médico como psicológico y social (Ackanowicz et a¿, 1986).
"oncr-t.ta una mayor autonomía en el tratamiento, pu.es la farnilia
posibilita En los úlümos anos, y a favor de los avances científicos, el
no está tan estrectramente sujeta al centro médico. Sin embargo, transplante, sea con dador vivo o cadavérico, se lea constituido en
la tarea rutinaria de realizar cuatro o cinco intercambios dia¡ios la alternativa esperada por los pacientes renales. El extraordinario
produce agotamiento, tanto en los pacientes como err SuS padres' progreso en el transplante clÍnico ha ocurrido como consecuencia
1o que conduce a prácücas deficientes que derivan en infecciones; del enorme avance científico alcanzado en la elucidación de la
el riesgo de peritonitis sigue siendo el mayor problerna. biología del transplante. Primero, los investigadores fireron capaces
El trabajo médico de la farnilia es complejo, puesto que los de mostrar que el rechazo del transplante era"gobernado e iniciado
cuidadores son responsables de llevar los registros adecuados por los así llamados antígenos de la histocompatibilidad presentes
para la evaluación clínica diaria del paciente, decidir e implementar en todas las especies. Al desentranar el mecanismo del rechazo ha
los cambios necesarios en la diálisis según la guía de procedi- sido posi.ble hacer un Lrso racional de la irrmunosupresión, atln
mientos, ctridar la asepsia cuando preparan los tubos y las so- cuando los métodos son no específicos y están todavía asociados
luciones para la dialisis diaria, manejarse con fa dieta y las con una morbilidad significativa (Mónaco, I 99O ; Foreman y Chan,
prescripciones medicamentosas, registra-r diariamente los trata- 1988 y lÁpez Blanco, f 99O).
mientos administ¡ados y, finalmente, concurrir una vez al mes a Bn los transplantes realizados ent::e 196 I y 1975 Ia sobrevida
Ia consuita médica, donde son asesorados por el equipo de diálisis funcional del órgano injertado a los diez a¡tos fue del 557o con
{SmithyRobin, f991}. dador vivo y del 22o/o condador cadavérico- Actualmente los centros
.á
rlji
Graciela hece y Marta Schufer III. l,a insuficiencia renal crónica y sus tratamientos 25
de transplantes más prestigiosos han informado u¡a sobrevida en los últimos veinte años y es, de hecho, la indicación terapéuüca
funcional del injerto del g5olo a un año y del goolo a cinco años, con final, básica y fundamental para niños con enfermedah rena-l
dador üvo consanguíneol y del 8oolo a un año y TOo/o a dos años, crónica (Foreman y chan, rgg8). Se ha alcanzado un razonable
con dador cadavérico- Según la misma fuente, la mortalidad al año éxito, incluso con niños de peso inferior a los diez kilogramos. El
sigue ert 5o/o y Loa/o, respectivamente (IÁpez Blanco, lggo)- problema de logr¿rr una estatura normal en el niño conLastorrros
Este progreso ha sido posibre debido a que los avances en el renales crónicos sigue en pie. [,os hechos demuestran que, des_
conocimiento de los distintos factores que condicionan la reacción pués del transplante, los adolescentes con Lrna edad óséa de 12
de rechazo del transplante han sido inmediatamente trasladados anos apenas crecen. un mejor crecimiento se da si el niño üene
a la clÍnica. Estudios ctridadosos del t¡ansplante renal han mostrado ur¡.a edad ósea de 7 años aI momento del transplante-
que cu¿rndo los órganos de donantes vivos o cadavéricos están según datos proporcionados por kurjr (lggt a, b), en Estados
bien combinados (histocompatibilidad) se logra una sobrevida más unidos aproximadamente novecientos patientes entre o y 2oaños
prolongada, después del primer año. afcanzan cada año el estado terminal ¿e la enfermedad.-En todas
El extraordinario progreso en el transplante de órganos ha las etapas de la infancia, el transplante es la modalidad preferida
traído muchos problemas. El primero y más obvio es lá notable para el tratarniento, pero menos del lsolo de los pacientes reciben
escasez de órganos, qr.le se manifi.esta en tc¡dos los países, inde- rrn transplante en los prirneros tres meses de la instalación de la
pendientemente de su grado de desarrollo; Ia disparidad entre el insuficiencia renal terminar. Los gnrpos más jóvenes son inicial-
número de órganos dísponibles para transplante y el núrnero de rneñte tratados con DpcA (5go/o en Iá eáad o-4) mientras que elSoo/o
pacientes que potencialmente se beneficiarÍan con él continúa de lospacientes entre 15-f g años reciben hemodiáIisis instituclo-
aumentando. En Estados ljnidos, la united Network for organs nal en los primeros tres meses. [Jn cambio de modalidad hacia el
sharing (uxos) inforrnó, en agosto de lggg, que 1s.721 pacientes transplante ocurre rápida y progresivamente en los treinta meses
estaban esperando,la donación de riñones cadavéricos4 (uuos, siguientes- Al final del año aproximadamente el 5oolo de los pacientes
1989). Durante el año lgSB uNos informé que sólo hubo 4.og3 recibió un riñón mientras qlre a los treintay seis meses casi el7oo/o
donantes cadavéricos y que se rearizaron g.Lzs transplantes de estaba transplantado- Las tasas de transplante en este gnrpo (o_
riñón, aproximadamente 7.Zao de donantes cadavéricos y 2.ooo 2o años) son dos a tres veces más altas que para el grufo áe 20_
de donantes vivos.5 De acuerdo con uNos hay en Estad.os Unidos 44 años; el43o/o se transplanta con dador vivo y la sobrevida a los
12O-OOO pacientes en diáIisis con urr aLrmento proyectado del golo dos años es del g3olo- r-mentablemente no hemos encontrado
aJ Loo/o por año. El número de pacientes de la lista de espera datos similares para la Argentina.
mencionada antes tiene un incremento proyectado del L2o/o aI
Lío/o por año. En la Argentina, en 1ggg, se réaüzaron T,L trans-
plantes por millón de habitantesysólo tres pormillón detlabita.ntes
provenientes de dador cadavérico (Lopez Blanco, lggl), lo que
revela escasa disponibilidad de donantes cadavéricos y la tenden-
cia a requerir que la familia provea el órgano vital-
El transplante renal en niños ha progresado marcadamente
IV
I-A INVESTIGACIÓN
delos pacien-
tes- tanto en la.definición de laenfermedad como en los tratamien-
tos indicadosha)rter, 1976, citado porAndersort y Bury, f gSS).
p}--egbd[g *!gó¡1g g- -pglpÉglQgi"p- adoptado para abordar el
g:tueiio S9-e1*gg3$.lefiyg, por cuanto es nuestro inte=rg!-9aP¡!¡1f 91
ñrundorealdel-gnfef na*a-r-ó¡]¡gg,lavisjgnq1¡etanto,1os.p9--cigntes
lomó-süJ famiilas tie.en de la en?érmedad,- de sus desventqias y
iffitaciones, s@r" ptéferéttcias en cuanto a las
modalidades del tratamiento, sus temores y preocupaciones ante
los riesgos de n0 cumplir con é1, las implicancias que para ellos
tiene el ver de pronto reducido el circuito de interca¡nbios inter-
personales que formaban sr¡ murido social y la necesidad de
adaptarse rápidamente a otras rrtinas y a otros ámbitos insti-
tucionales, que le diséñan una nueva identidad.
Ajglgl dg FS-g-+gpS- c.-gqcletqq, . 9-.e-. ¡st9;1!a -e]abgt4{- info¡ma-
cipq*eñ_pi{i€bo.pié-rrdpeqr.arrie*-eq-h*ggErg-ejl}9ig19.99*l39é*:"
psrrgggrgg_lf_*:a9:*d9g,-puestoqueexistendisüntassitr-¡aciones
iámiliarelf-óondiciones de enfermedad, pero rescat.ando los
elementos comunes de las circunstancias qtre comparten-
i[-os seres humanos construyen la acción individualy colecüva
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Graciela Prece y Marta Schtrfer IV. t-a investigación
través de interpretaciones de las situaciorres que enfrentan (Blu- p_articula-r, pues se intenta comprender egtqg pJogqso: g!ng1e|_es
'; a
mer, L967 , enTayloryBogdan, 1984). Se relacionan con los objetos tal como ocurren en circunstancias específicas.
- - El proposiio dé este eituáfo-.r p.éiGarnénte anaJtzar orpe-
a través de símbolos, que tienen significados, y estos significados
se constmyen en la interacción social (Schutz, 19741. riencias indiüduales que nos permitan identificar aquellas varia-
Comprender el mundo social quiere decir comprender cómo bles qlave en el entorno social que enmarcarl, condicÍonan y dan
los hombres definen su situación, y definir significa acttlar, pues c.tená ag la q5periengin {e la- enfermedad, las estrategias para
interpretar el mundo es un modo prirnordial de actuar en é1 (Schutz, enfrentarla con éxito, y los recursos personales y sociales para
L97 4l . Asi, es posible redefinir algunos conceptos tales como dolor, lográrto. Este proceso de bucear en las vivencias de los actores
esperanza, frustración, sufrimiento, entrega... tal corno son deft- 3ociales responde a la intención de ampliar nuestra comprensión
nidosyvivenciados porlas personas reales en sus mtinas de todos de la enfermedad crónica con adecuados tesümonios que describan
los días. las situaciones particulares.
I-a. metodología cualitativa ha dado rnuestras de s*er-la--más Específicamente, --s,e lgata de conocer la historia de la enfer-
apropiaáá en este tipo de temáücas (Gibaja, 198O; TayloryBogdan, medad y la constmcción del rol de enferrno desde la perspectiva
1 984; Vasilactris de Gialdino, 1 992), pues peqpq¡tg¡gflej 4¡-!9,* .que
de su farnilia, idenüficando los recursos familiares y extrafamiliares
lag_--.gtS-qreg,, s-iente, dÍce y hace comó producto del modo en-que con los qüe cuenta y pone en juego para enfrentar esta situación
*mundo real" dg_las límite; detectar las repercusiones que la sitrración de enfermedad
interpreta- su mundo; es decir, aprehender el
personas (Andersony Bury, 1988)- Esta metodología es relevante Uéne en el ámbito familiar freorganización de los roles farniliaresl
cüando interesa captar la realidad con la mayor riqueza posible; alteración del clima farniliar y otras modifica.ciones de Ia relación
surge así el énfasis én una compleja descripción de la realidad; es con el afuera) y, por último, indagar acerca de las expectaüvas de
un movimiento hacia el estudio de casos, más microscópiqg, I¿. famili4 g-on-r-esp-'e"_qto a la intervención médica, así cg-qr.g*_de la
trolístico y en profundidad que una orientacíón analíüca, con ttn clpacidaá de h fañiha para integrar en su üda. diátiá hs,¿>oge,qg51g
p!?I{g-o-hipqf gI¡So:pf gf lo,dq_+altrAlera,-e5plleativacomglaque {üe el tratamiento de la enfermedad les impone.
adóp[á e¡ metóao experimental.
Esta. aproximación facilita el interjuego fluido de las catego-
rías teóricas con la realidad; exige ser capaz de sumergirse en la MUESTRA Y TECNICA.S DE MEDICION
realidad con los "poros abiertos", con el aparato teórico dentro de
uno, pero dej:ándose llevar con cierta labilidad por el interjuego de I-a muestra fue corrformada con familias que acuden con urr
variables y la riqueza misma de la rea-lidad social en estudio. I-a. paciénté ré:ñá grave á un sen¡ició dé-nefroffia_{g_ un hospital
targa implic_a di stinto s p as o s : l4-¡nq¡g f eió n del -inve stigad o-r en lás "pediátrico de atta complejidad.
S¿ fijaróri ioé siguieñtéb criterios: a) qgg fueran familias de
situáóiones natural." q,r. óp¡.t" de estudio; e-l téSGt ¿éi
"tnstgnty
la asociación de ideas"ort aI intgractuar con há personas " en nivel socioeconómico bajo residentes en la Óáp¡tal f'edeial o eñ é1
sr.r escenario cotidiano (pacientes en la salita de hemodiáIisis, Gratl Buéno-s-'eiiés, U) 6uyós ru¡os- trans¡taran por los distintos
madres en el consultorio de nefrología, equipo rnédico en la esta.díós de la enfermédad renal teñáinal, i.) que el 9g3dro renal
trastienda del consultorio, en los pasillos); y- la fo¡gqglqción_{e giáve hubiera sido de apariciQn brysca a fin áe observar, desde
p,tgl?'p pe{3 lqtglpr_e_ta¡_-9f vagto_ rnaterial que_lag_ entre'vis!+q y-lt sus inicios, la acomodación del paciente y sll farnüa a las nuevas
obserwación ¿r¿ srtu p_{odqgqfr. rutinas que la enfermedad les impone.
' Ségún eogdan y Taylor (1984) todos los escenarios y los su- I-o-s paciéntes fueron seleCcionádos en reuniones conjuntas
jetos son sirnilares, reteniendo su singularidad. A través de la del equipo de investigaci.óny el eqrripo médico, quedando la muestra
investigación cualitativa se pueden estudia¡ ciertós proce-s-os so- finalmente consütuida por once casos: dos menores de I ano (6 y
cjales ge-nerales en. c:ualquiel: escenario o en cualqr,rier indjviduo J i meses), dos nenas entre los 2I' rneclio v 3 añt'ls. lrrl¿l cJe 6. tin
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!:
Díego: 11 años; padre: 33, secundario incompleto, peÓn de taxi una imprenta; madre: 44, secundaria incompleta, ama de casa; es
nocturrro; madre: 32, secundario incompleto, ama de casa; 4 la mayor de cuat¡o hermanos (16, 14y 13 anos). Diagnósüco: no
hermanos menores (1O, 8,7 y 6 años). Diagnósüco: ñre por un lo menciona expresamente. Inicio de la enfermedad: a los g meses.
virus que le entró en el cuerpo y le quedó alojado en los riñones. Tratamiento: hemodíalisis, después de un transplante fracasado
Inicio de la enfermedad: a los 4 años y medio. Tratarniento: (donante: elpadre); en espera de un mrevo transplante (donante:
hemodiálisis. Internaciones reiteradas. Están iniciando los trámi- la madre) que ss ¡salizó algún tiempo después de la entrevista.
tes por PAMI y los exámenes para el transplante-
la fue
Rubén: 14 años; padre: 47, prtrnaria incompleta, vendedor arnbu-
lante; madre, 47, prirnaria incompleta, empleada doméstica por tos básicos del padre y de la
horas; tres hermanas/os mayores (2$., 22 y T7 años; las dos rriadre; características y dinámica del grupo familiar; diagnóstico
primeras están casadasyviven con sus cónyuges e hijos pequeños y etapa actual de la enfermedad; secuencia de tratamientos e
en la rnisma casa). síndrome nefrótico. Inicio de la
'añoDiagnóstico:
y ocho meses. Tratamiento conserwador, internaciones; impacto en la familia y reorga;ar?¿¡ción de roles;
enfermedad: aI redes socia-les; relación con el equipo de salud y aprendizaje del
eventualmente .se tra¡rsplantará (donante: la madre)- trabajo médico.
El trabajo de carnpo tuvo lugar en el
Rat1l: 15 años; padre: 51, primaria completa, chofer; madre: 42,
secundaria completa, docente primaria (con licencia); es el tercero ;#,.ffI/r,as madres, voceros del grupo fam fleiff*$edas'iirr-:
ffiiiai¿es de la gesüón de la er¡fermedad, fueron entrevistad.as
de seis hermanos (los mayores 18y 16, losmenores 13, 6y 4años). cuando acudían a la consulta rnédica. Las entrevistas fueron
Diagnóstico: urerrlia grave. Inicio de la enfermedad: a los 13 años- reahz.adas en condiciones no siempre adecuadas (movirniento de
Tfatamiento: postransplante (donante: la madre)- gente, llantos, necesidad de desocupar el consultorio asignado,
etc.) y con dificultades para tomar contacto con el caso seleccionado
Jua¡t- Carlos: 16 años; padre: 42, prfunaria completa, operario en para integrar la muestra-
una fábrica de sillas; madre: 4O, primaria incompleta, empleada Luego de desgrabado, el materÍal fue analizado tomando cada
en urra farmacia; un trermano menor (14 años). Diagnóstico: los caso como un todo, para lograr una inmersión total en el mismo.
*riñoncitos- no le funcionaban. Inicio de la enfermedad: a los 14
A renglón seguido, se procesó la información por eje temático,
años. nto: postransplante (donante: la madre)- buscando semejanzas y diferencias tanto en las biografias como
en la carrera de la enfermedad y en eI impacto de ésta en la vida
Jutíán: 16 añosi padre: 41, primaria completa, perforador de familia¡.
pozos; madre, 37, no frre a la escuela, empleada dornéstica por También se realizó la observación de los lugares de atención:
horas; es el segundo de seis herrnanos (la mayor, 18 y los menores consu-ltorios, sala de hemodiálisis, consultorios de DpcA, y se
15, 13, 11 y 5 años). Diagnóstico: Enfermedad deAllport- Inicio de manttrvieron conversaciones informales e informaüvas corr en-
la enfermedad: a los 3 años. Tratamiento: hemodiálisis (espera un
fermeras y enfermeros de hernodiálisis y DpcA y con asistentes
transplante, pero el donante --el padre- no está decidido). El sociales del servicio social del hospital.
hermano de 15 anos también es nefrótico. Enfermedad congénita.
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3B Graciela Prece Y Marta Schufer
M- -AIos nueuemeses empizame dio porque Diqjar todos los díns,le digo" Uulián, 16 anos).
bueno' cusndo üW*e of
pedíoaa' '*1\odi"acíóng bueno'
más o menos slgo conocí'a' corno iodetÚospüaldeNínos"' frofn' I-a especial entregay dedicación aI paciente, qrre es propia de
.,hír.o, ¿*o3".;":;í;;;;d, _a"¡o
a" orina¡ que ero de-.-[no
a B;;c*io' pero attínos l¿ atendíeron la gravedad del cuadro mórbido, hace que nos hallemos ante madres
bral- Lo-U",""-;-oIPoLícLíníco de Niños' 'Estuuo muy abiertas a registrar y reproducir el discurso méüco, en la
m¿la mrrt g t;; ffi;; b
tra-stsdaron ot'Hospüat
*"1' perüoneaL;
ínternrrdnen el*ospttaL Gut¡érre)*l u" con
ltnttsis medida de sus posibilidadeg. Sabemos qlre su situación social
q*ü"" btalmente calcí.ficados, a Le
buena, twstr: qIJe sll.srúñones desventajosa compromete en gran parte la comunicación con los
dí.eroneLaltag...asíduróconmantenirntentodelosmédicos,la profesionales (accesibilidad cultural alos sistemas de salud) pero,
rnedicaciór-, nátoüos I a¡ros
q'n i"tpnd Ynoptsis en eLSanato'
rnedio de La- no obstarrte, en todos los casos encontramos un re$istro secuencial
río Güemes. Después se
hízo .íliupt*rte, aI ano a trurun"'
g aL af:ro r19twzÓ"" este' adecr.rado y preciso de las distintas interwenciones rnédicas y sus
rremodiritists, de"' de mí esposo'
joíou", -Lo salssarto"' Peroln-
sípodíon consecuencias para el paciente.
.Esfuuimo s peleanda bastante haie. ByT:' s de spué s v ueL-
rnentabtemen;;;N t h"b " ";d-;'* I^a. familia toma conciencia de la autoridad indiscuüble del
que estr',mos otra uez a'sí' ert
ue otrauez odíá¡¿sis g h-ace."J que ástan:r:,s' Y bueno' oltoro- con
o¿o. especial;sta para lograr la sobrevida y, alrnque no siempre le sea
dióUs¿s- Aca- hace un año 'g ^tá; fácil acatar sus indicaciones, se somete, porque ante la gravedad
qi" uog a ser go lrr-" ln- donanúe"'
müas d. ot'o iuiuo tansptrrnte ;t¿t"t -g"' v buet:.o"' go estog dis-
toi de la situación, no caben medias tintas.
este--. porqtrc Lós rtemrrrnot A conünuación, la mamá de RaúI (maestra de grado) relata
puesta o agu'darlo'(Julieta' I 8
anos)'
cómo llegó al hospita.l de alta complejidad, d.onde, luego de una
breve espera lograron el transplante renal.
EstapacientefueatendidaporSupediatradeSiempreenSu
con el serrricio de nefro-
consulto.io p$",rl.r, coordinJdamente á" ."tt ciudad. Esta historia da M. soy docente, g mis cornpoñera.s me decían'¿por qtté no
logía de los t o"pitJ"s pediatrico" una lysa carTera implica y si Lo lLeuó.s
-Yo
aI G atratwn qlu.e oqui e s tás per diertdo eL tiempo?".Y btterw,
evidencia d,e i.5 iá"" f vueltasque muestra descarnadamente el entonces rní cunada es atníga de - - - s e atí-ende ca':- urla eradocrínólogu
uno lee entre líneas él tesumo.tio amiga de Io- doctora A - (neJrólog a del seruícia) ; s e lo cornentó y uínírnos
at.*"tismo de la enfermedad' a- uerla- Acó- Le hicieran uno" bíopsís ert el ríñón para uer qué posíbí-
Lídades habío-de que se arrara- ¿no es cíerto? y atando me díeron eL
RecaeSiempreenlamad,.t"g."uóndelaenfermedadyesella
para-obtener informaciÓn' o resultad.a rlros ertteramos qu.e Ia úníca sslttc¡¡5r¿ era eL Lran-splarúe
quien moviliza todos lot rect""át o bien diversifica la (RaúL 15 años).
reclama más atención de tosl;t¿Ji"t1T: necesario para esclarecer un
constrlta tantas veces como ór"* Los pacientes de la muestra qne se atendian en el Servicio de
diagnÓsü"o o "Lteder a otro tratarriento'
esvivida como una tarea dificil' Nefrología del Hospital de Niños Raut Guüérrez llegaron aI del
Esta gesuon de la.r.r.r*á"¿ Hospita,l de Pediatría Prof. Dr- Jr-ra¡r P. Garahan siguiendo al
jtttta tanta ansiedad en la madre
pesada y en algunag etapas profesional que los trataba y en el cual confian, como lo muestran
lo*o la enfermedad misma' tos dos tesümonios que siguen:
acÓ'me ocupa todo yo'
M. so¡ que tengo qu'etleuar todo' De enuuelfa' porque eft
-Yo que me tiene P. prírnerc- uez Io lleuarnos aI Hospüal Casa Cwta después
de las médícos,
'g'*Ilos-rentedíos' de ahíln-In-
derüsaron al HospítoJde NÍños, pero aI uiejo, aI GutíÉrrez, ahí
lrtobrasoc¡¡lltng,medícenqueftoryrquealwra'¿uio?quela-vtgeccan Le coLoca:n a ,.e hícíeron totCos los r¿ndli^s¿s, tenírtmas r,' menos- cíncr¡ anc¡s.-- De-spués
üct.ma e s ta nueu o qut s alín
o:hor
e s a kt. - ¿cÓmo s e ?:?)t" porque sole
-
proiectitno sé clrlo:nt1"" corrlo La dnctora se pa.só aca. ld que Lo atendía- stern¡tre a él- nos
Il:s éhkos? Ag, cÓmo se üoma-"
dos millón cads Wlir;lrt"' v
mi a*an uns por senlnraa' que Doaa a uinímos ocd-Yttsce corrla dos años quela traernas aquL.-siguiéndola
o blt"t* uta" por semrlno? a la doctora (Diego, 1l anos)-
buscar. ¿Sabe q*Ju"i" de Grond'Bourg
to ataJ""no.cía' no errcon-
r+t s entonas veníorl ErlciiTtfr Detaie'
¡Todo.s I
V. La ex¡reriencia de la enfermedad renal grave
TAFI-A 2
EDAD, DURACIÓN DE I-A ENFERMEDAD
Y TRATAMIENTO ACTUAL
M._ELrnédícoeradeunhospüaLqueganoexí'stemá.s'eradel
Salaberry,gentoncesdeahírnetra.slndanal.deGaLlogParaguag.-. Daniel 6 meses O meses 6 meses TC-+ DPCA
aLdeNií:tos.Buena,a-híeshntno.Smd.sornenos-..este...y,unosse¿s,
r¿os trqio acA'
síete años. EntoncesLadoctorasetr6¿st,¿dÓ paraacAg Martín I1 meses O meses l1 meses TC-+ DPCA
medijoparamá.scomodídladgtodasesascosas.Yacáestamos.'.con Fabiana 2 L/2 anos 6 meses
La dictora [Rubén' 14 años). 2 arios DPCA
Ja¡rina 3 años 6 meses 2I/2 años
no repara en
En la larga $esüÓn de la enfermedad, la familia que les da
DPCA
TABLA I
DURACIÓN DE I.A ENFERMEDAD
Menos de un ano
i 1 años
Rrrbén 14 anos
Julián l6 anos
Diecisiete años
I¿. ENFERMEDAD TERMINAI-: UNA SITUACION LIMITE
GRÁFICO T
TRATAMIENTOS A LO I.,{RGO
DE I.A CARRERA DE ENFERMO
2O años
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1O años ,'t EL IMPACTO DE SABER gUE ES MORTAL
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"La insuficiencia renal crónica terminal (ncr) se define como la
afección irreversible de la función renal que determina alteracio-
5 años nes biológicas y falla multisistémica que produce la muerte"
(Primera Conferencia de Consenso sobre Insuficiencia Renal
Crónica, DiáIisis y Transplante, ops, 1992: L54). La irreversibili-
dad es debida a la destrucción del parénquima renal, sea por
problemas inmunológicos, rlna infección, una agresión tóxica u
O años
.odB otras caLrsas menos específicas.
-e'=Fs,EÉEEEEe Si no se interfiere err su curso, la insr¡ficiencia renal alca:rtza
caracterísücas propias y se pe{petúa por sí misma de una manera
EEFE progresiva e inexorable- Por definición, la etapa terminal de la
insufi.ciencia renal 9s muy breve y, si no se trata, concluye con la
muerte.
La progresión hacia la etapa terminal ocLrrre de una manera
ordenada en la mayoría de los pacientes, pero los tiempos varÍan,
Sano
ffi HD pues la velocidad de progresión está condicionada por la furte-
rrelación entre la enferrnedad básica y los diferentes factores de
riesgo que actú¿a como aceleradores (Herera Valdés y Almaguer
Tratamiento
conservador W Pos Tx I-ópez, 19921
EI tratamiento defínitivo de la insuficiencia renal crónica, en
DPCA I 2" HD
esta etapa, consiste en hemodiálisis, diálisis peritoneal conünua
ytransplante renal. El advenirniento de estas técnicas ha permiüdo
la supervivencia de los pacientes y la recuperación de su función
social [Vaccarezza St:urla et aL., 1992)-
t4el
ffiB&441
ww; -
50 Graciela Prece y Marta Schufer
E
:É f 5. Se refiere a la DPCA
iÉ
#,
F'
Irr
s2 Graciela Prece y Marta Schufer VI- f.a enfermedad terminal: una situación limite
sabío- que es Lo que era- Y cuando pa-só mó-s años erapeor, porque 4. I.os PREPARATTyoS PARA EL TRANSPLANTE
usted ueín- que ponío. su grantto de arena, g ét seguí4 g éL seguía, g
éL seguí-o (Rubén, 14 anos). Estar aI borde del transplante, si bien éste conlleva la ilusión
M. Inuerdadque Ao to torné rle wtamonera ruy... me
-Bueno, de la curación, es ltna de las circunstancias que más desestabíliza
volví loca. Porque g o Io úníco que Le pedía a.Dúos, e se ffLomento, porque
go no s ab ín l-o que er a díáLis i.s, que lo s ahsara a éL -. qtre no Íe ímportab a a la familia, en tanto plantea el dilema de quién será el donante,
como quedara... Yo Lo querín uiuo (Juan Carlos, 16 años). involucra la salud de otro miembro del grupó familiar e infuoduce
los riesgos y las ansiedades propios de una situación quirúrgica
2. Cu¿woo sE AcERcA su FASE TERMTNAL mayor. Con frecuencia se hace mención a Dios o a los designios
de Dios y aI hecho de "porterse. en ras manos de profesíonares
Aun para los que transitan una larga carrera en esta enfer- exT)ertos".
rnedad, cada etapa puede ser vivida como una irrupción brusca,
rlo prevista, que desorgarriza el rnundo del paciente y su familia. M- díeron el resultado de labíopsíay nos enteramos que
Es el caso de una madre citada antes, que üene dos de sus hijos Ia- itnica -Me
sob, ci6ner transplante - se imagína córno nos cag
con Insuficiencia renal y que, a pesar de haber pasado varios años "ro una- pequeña esperanzo_ tenía de que ó, ¿io?,
¡porqtrc rlr?.o siempre RaúI se
aaompanando laenfermedad de su hijo mayor, e>lpresaeltremendo curaral Pero btrcno, írne costó muchísirno! ¡E,s eL día de fwg que ta
pí.enso g no ln pu.edo entender! ¡No pu-eda entender córno mi hgo se
ir¡rpacto emocional que sufre aI arribar a la fase terminal. pudo enJermar astl (Raúl, t5 años, seis meses de tra¡rsplantado).
M. no írnporta que u-sted tenga urTa a tenga dos, lo r,a elección del donante suele ser un momento criüco en la
-Porque
mismopasa, porque áhora uno suclrmbe cadavez más, ¿entíende?
Nosofros uiuí-amo s una uída b a-stante rwrmal con D arío. Prírnero p or-
carreria del enfermo renal grave. La responsabilidad cae en aquel
que A o no s abía- p ara nado. que D arío íba a s er tr ansplorúad4 porque miembro del grupo farniliar que resulta compruble con el niño
cttartdo Lo op eraron a rní rne dlj eron que eL nene íb a a uiuír todn Ia uída enfermo; para algunos esto es una gracia divinay, para otros, una
con su ríñón, que no íba atener problem4 cuídándolo, lnciéndole fc.s cruz.
co ntrole s, Las medicacíone s, no íb a a tener ningún probl-emo-. Y re sulfa
que ct'ando uenga acó-rrte descubro que elchíco teníoque ser trans- M- effry)ezarrros l¡os hámífes para el transprante- yo
plnntado. Así que ¡pora rnífue cornb abrír un pozo g rneterme adentro, -Entor,ces
en-seguidadije: '¡sí, yo ptsedo !"- ¡Nolo pensé ninaáa!, Io decídía,sí- A
con las dos! O sea, Ao rne enteré de In grauedad d.e los dos, alwra. ¡nitnoríco de sde eI u arnos lo de scartaron, así que Ia úníca opcíón e ra A o.
cuando Mottín se enfernp, cuartdo nació Martín- Ho.sta-ahora--- Ítas- E. usted ¿cómo se sínfüó?
ta ese momento go estaba en ellfunbo, Ao no rne daba cttenta (DarÍo, M- -Y - - tenía-miedo porque ao sabía que sígo no era compatíble
lO años y MartÍn, l1 meses). -Y-donacíones sor¿ rnug d[ficíle s - Se ímagína la
con é1. Ios ct;,cu!-
¡
da supe que ero-compatibLe! Asíqrrc, bueno, despttés empezó "1"gríoeL'uía
3. r"l ENTRADA e gB¡,toonusrs crttcís" de los análisús--. Y rne ínterné ao con é1. por sr4auesto, ¿no?
(RaúI, l5 años).
M- _.Estag conRaúleneltwspífa[ uíenen ur¿os médicos que Ao M- no elproblerna rto esése. Es q'e ao tuue cuatro córícos
no los conocíg.uíene aL rato eljeJe del sector A rne dtce que Le uan a renales--,No,
Etttonces quíeren uer bíen, porqué teñgo-.- y eso es Io que
hacer dial¿s¿s. ¡Se imagína.-.! estoT¡ un poco asustado- en esto- Pero, prenso que na ua a haber
E- eryLícó qué era? prablemq qué se ao, ao ga esiuue uiendo un poco con Los médícos,
-¿I-e
M . ¡ N o, nol Nos üeu a¡ o n a Ia- s ala de herno díáLisís - ¿Se ímng ína
- quefue, no? ínclusiae eL sistema neraíoso, pero... si no tengo que esperar a ln-
par arníla ¡Teríble! Porque go sabíamás o mert.os lo que segunda-.. lo.hermnna es ln- que querLa_.. (Jutieta, lB anos).16
era lrcrnodratrsis, tenía unrr irlea, pero no sabfut córno se fwcín, go
sabía para qué se hr¡cín. ¡Entonces, yo estaba desesperada!, tenía
unas go.nas de üorar agrüos, pero na podíaúorar porque estabaRaitl 16 Finalmente Julieta fue transplantada por segun d.avezy la madre pud.o ser
conrnígo (Ra.úI, 15 anos).
la donante, de otro modo hubiera tenido que esperar que su herma¡ra curnpliera
i8 anos-
&
VI- La enfermedad terminal: una situación límite 55
eraJácír conseguír otro- Yno era fácil. Yo creo que hace seís años y
nurtca-Iallamaron- De los seús arlos qtrc esta,Iatubrónllamado seís,
sí-ete t)e:ces..- ¡g níuno sol,ol (Julieta, f g anos).
residen los pacientes, generalmente en el conlrrbano, así como las cfrrcos, pero de todas rnodos en ningúnrnornemto pensé enlnrnuerte-
IVo es uftacoso-que se rneltagocntzado- No, porque tamytoco raurtca-
deficientes condiciones de los transportes públicos acentúan las ü- me ls. mencíonoton, erttonces rutncrr se me pasó por ln caheza.-. La
ficultades del traslado y son fuente de ansiedad para toda la familia. ¿dea (RaúI, I5 años).
rnuerte no se ffLe cnJzó en níngitn moÍertto, a pesdr que se internó 1. la fase de negacíón g aislarniento:
graue porque estaba al borde deL comaurémico. ¡Pero go, ahora- rne 2. cuando no se puede seguir manteniendo la negación, ésta es
Uega a- pasar algo con rníhijo A rne ntuero! (Raúl, 15 a-ñ.os). sustituida por sentimientos de ira-, rabta- enuidía g resentí-
rniento. Esta- ira se manifi.esta contra todos: los médicos, que
La enfermedad actualiza en el hombre la posibilidad de morir. no saben acertar con los remedios o la dieta, las enfermeras,
Cuando la patología es grave, la idea de la muerte y el temor a ella la familia, los otros enfermos. Es la reacción del '¿por qué yo?"
están constantemente presentes y tiñen todos los momentos de la cuando se ven seres sanos y activos alrededor;
existencia (Seguín, I 9 82) . Sentirse enfermo es vivir expresamente, 3. a esto sigue lo que la autora llama "pacto", una especie de
con mayor o menor intensidad, eI riesgo de morir. El enfenno acuerdo que posponga lo inevitable. La mayoría de los pactos
siente radicalmente aÍlaerr?zada la posibilidad de ciertos proyectos se hacen con Dios y generalmente se guardan en secreto o se
devida anteriores a su enfermedad. Laín Entralgo ( 1968) disüngue mencionan entre líneas;
ent¡e muerte bíográfico, entendida corno el aniquilamiento de un
poder-hacer parciol, y rnuerte biatógíca. como el advenimiento de M- , Ia uerdnd que g o Lo tomé de una manera mug - . -
-Bueno
me uoluíLoca- Porque go Io úníco que Le pedía a Díos , ese fftomera-
un no-poder-hacer total, cuando la dolencia es más grave y está to, que Lo soiuara a ét- - . que no rne ímportab& cotrlo quednra- - . Yo
en juego la posibilidad fisica de la existencia en el mundo. Lo qtrcríouíuo, aunque tenga que tenerlo en lu:raa 5íllo fl¿ nteda-s,
que Ao iba a ertuejecer a la par de él- me to entregara uíuo, pero
Si no la idea de la rm¡erte, el senürniento de la mortal¡dad es .no ntuerto. Y asífue: Díns me Lo dío g acá estd,. Luché, Luché, g - . .
inherente a todo ser humano; cada uno de nosotros ha aprendido (Juan Carlos, 16 anos).
a manejarlo por medio de distintos mecanismos de defensa- Esos
rnecanismos se debilitan o anulan cuando Ia enfermedad, al des-
truir el equilibrio de nuestro ser fisico, corunueve también el de 4. la cuarta fase es la depresíóru Kubler-Ross señala que ésta
nuestra psicología en sus mismas raÍces oristenciales (SeguÍn, 1982: tiene dos aspectos: uno relativo a 1o perdido y no recuperable
125). y otro ante la inevitah¡ilidad de la muerte;
5. finalmente, se dala aceptaci.on: si se 1o ha a¡rudado apasarpor
El rniedo a la muerLe, o bien la angustia ante la aniquilación, las fases antes descriptas, llegará a una fase en la qlre su.
puede presenta-rse en dos formas contrapuestas: *destino- no 1o deprimirá ni lo enojará. Contemplará su prÓxi-
mo fin con relaüva tranquilidad. Es una fase casi desproüsta
1. en algunos casos, el rniedo es capaz deparaTizar, en rnayor o de sentimientos, "como si el dolor hubiera desaparecido y la
menor medida, las propias defensas orgánicas sensibleslT a lucha hubiera terminado". Ese momento no es espantoso ni
los vaivenes de lavida afectiva. Son los pacientes que se dejan doloroso, sino el pacifico cese del funcionamiento del cuerpo.
morir o aceleran su muerte corr una actitud ansiosa y anti-
cipadamente derrotista; Nomberg {1987}, una trabajadora social especializada en
2- en otros casos, se ponen en funcionarniento fortísimos meca- pacientes en diálisis ql¡.e se desempeña en el Centro de RiñÓn
nismos defensivos, que se manifiestan como negacíón: eL ArLificial de Nuevo México, enAlbuquerque (Esta.dos Unidos), asll-
paciente no sólo se vuelve ciego ante sus síntomas y ante 1o me que, psicológicamente, la insuficiencia renal es una pérdi,Ca.
que oyeyve, sino que "cierra sus ojos espirituales alaarnenaza
de la nruerte y' actúa comc) si nada ocr:rrieray corno si esturriera
seguro de que no va a rnorir nunca" (Seguín, L982: I25).
:."J"n:A::SJJ::fr ffi
:J'*ardeajusteapa-recenrassiguientes -.t (peri tonitis, c onvulsione s, deshidratación,
;E
torio) que
paro cardíaco _respira_
,tÉ, &.
E
Ie impricaron internaciones reiteradas y
a- shock a negacfó¿ que se ma'ifiestan ..n muy prolongadas:
como '¡no me puede haber pasado en expresiones tares 'É
*Eshtuimos seis
* M_
e"to u. mi!-; _Na sabí¡¿mos .-i mese s ínternados- pero... después ga esto
qué hacer, estabamos como ,::it fa DpCA]fue como :urz.. . como un afíuío, .o^o
enra-s nubes- (Janina, 3 añosJ; -Iro ':l _
estabadesfecha, se me uenÍaermu¡tdo
a.bqio- (Jufieta, l B años); .:f
s e í.b a a s artar. pero, de
; r"{;;::::trffi::tr:X
s p ué s g ractÁ ;
problerna's como teníamós antes (Fabia'a,
'Alprtncípta cuestq.mtrchí-sinw, 'A
:,,, á anos y medio).
g inono.-.
- raeue rarealida-d_, no
quíere qfrontarla.
fVivian", o ááo;t, La famiria de Janina (3 años) llega
b. propios der no saber; sóro ar ver mejorías a ra opca con los temores
a la negación sigue habituaJmente en el estado de ra criatura
lafiña- va aceptando er tratamiento- No
tiay *. á.positación masiva
confia¡rza en er profesional, pues vienen de
de conünuos desaciertos
médicos ante ra va¡iedad de áiagnósti;;
nri:ÉífiTi1x2:{.:rtriíH"#:;ffi|ffi:# soportar sin hailar quien los trLq,rirt;; ;dos que t.rri.ro, q,r.
u,ox&ff.##:::ffi:n*zx*:.;,w.trsx tiene, cómo se cura o cómo se trata. haciéni"r;;;.r qué
que tengo que rtocerrn porque-":
-. núoú wrc,rc me damucha-
brorrca- de uerlo q éI cámo está (Diego,
I I años); IVI- uaa-hocer en setíembre hace
no-" go -(_lnaño
no' Íto sabía' qué era eso, primero
qltre se díátí-sís- Bu-e_
c' luego de ra furia suele sobreven uiéramos, paraque nos exptíque Áu tqjeron aca, para que
a ra trí_steza g ra depresíón- y io-, p.t^e}o
sobío.mosquéeraeso-Pero'desp¡-¿éJu¿rr¿osr-*r#W#!""Jifr:2
M. _-¡A ueces pí.enso sipudíeratomarrne er r. no comía mrrcho, no co mía'ca-st
un¡líq¿ls uacacio_ gorda_.- Creció(Janina, 3 años). "oao.-.'
flnora, come. - - estó. mé-s
nes! Estog todo eI día. con
eL-Uro t- rp. g .on ei píe mueuo
cochecíto para qtre no üore. eI
A uece" t"igo que d-ejarro ,orar un segun-da- etapa: A medida que
ifi\#tr. X"itri"f*r
r,as cosas I t*g o ra noche
s ", *o
se dstermq porapoder delcan-sar enfermedad es g*. siempré y que
se van dando cuenta de que
esta
no tiene c'ra, Ia sensación de
un poco ! (Dan¡el, o *."51ue esta¡ bien va dando rugar a- sentímienúos
desalíento- Esta etapa srele durar de dese,. Álo a de
En el caso de [a enfermedad entre t e" y doce meses.
proceso de ajuste en tres etapas renal, Nomberg {f 9gZ) ubica el M' un gorpe tan terríble! para nosotros:frie
principales: eltíempo,-¡frrc
ros príneris terríbre..- con
tíempos porque aa se sabía que
g cuando pa-só mas años es Io que era
Prtmera etapa-: I-a fase luna puor, porque
"ro g él i"guíot usted_ ueía que ponía su
a seis meses y durante Ia cuarmiet qr¡e usualmente dura de dos
de graníto de arena,-¡g ér seguía,
twe-áecían que alos s¿ete
mejor y experimenta una sensaciónt. plr"o.r. comienza a sentirse años recíén éI podrío tener su desooiín-
n"rr*,o
qrrc üegó a ros síete
de bienestar y, quizá, un ,a:;#;;sesuíamosconprobremas"aÁi*-oLs-p,re.medgeronsa
sentimiento de haber sido rescatada
el tratamiento de hemodiáIis; de Ia muerte. pa¡a algunos, Lregamos,-,!Í*""!i;+tr6:E;:Íi'í;;!r?":iíl::;"il!:ffi
porque quizá estos pacientes es peor que la enfermedad riisma, porque o hacía
¡j amá-s ! a ton aun, ag *nor, ros áebere s en una
empezaron para_
tratamiento y no rlegarcn a experimentar tempranamente. con el bra que no sé'
.es .una'cas.-
pero"' niaceptarro,
que, ¿uío? Lrsted- no ro puede
comprender,
pone en contacto con las ideas ra r¡remia severa que tros pero hag momentos que Io tíene que
porque_.- éI lo necesíta, éI lo aceptaríguat
de muerte. necesíta(nuOén, l4 añosi.
En esta etapa se encuentran
ras dos farnilias de las nenas que
están en DpcA: Fabiana y Janina. Luego de trece años de tratamiento
peritoneal luego de innuirerables La primera ilega a Ia diáüsis relata el sentimÍento de desaliento que conservador, esta mamá
.pirááio muy severos expeJmentaban al ver que
"gudos pasaba el tiempo y ros síntomas
no remitÍan, si bien *hacían buena
62 Graciela Prece y Marta Schufer
M. se hí¡rchó todo, todo. Esto acó-' o-co' ttrlrlcosa-que se con sus tvrrnonos, apatte que es ÍLua reserua-do, ¿no? se rnete todo
-Pero
acd, era to do líquído, to do liquído, todo Líquído ! La- cctf o- -
Ie caía. p ara ¡
- adentro g no l-arga nadn(Diego, l l años).
todo ast en eL colectíuo uenío a.sí finclinrr- ln- cabeza], para- abqio,
porque ln genfe Io miraba g se ¡nnín molesto, se ponín neruíoso, Este jovencito, luego de seis anos de sufrir uremia y casi un
entonces éL se bqjaba para abqio g asíuenín- Los piernas, Ios brazos, a¡ro de sobrevivir gracias al trata.miento dialíüco, poco a poco se
eL.. Iaparrcüa-asL tado, todo. Parecín qtre gaíbo.a-reuentar. Y dentro
de todo... superc.rrlos eso, A AaLe dígo que go te digo que go Io qrrc fue acomodando a la situación de enfermedad, adoptárrdo una
pasé, a lo qu.e estd é1, ¿qué sé go?, rw sé, pued-e salir a Io- calle actitud pasiva y dependiente que soqprende a los misrnos padres.
digamos, ¡wrqu.e étarúes no querío salir a-Io-calle, no querín saber Estaconducta de permanecerreconcentrado en sí mismo e incluso
nfrdfl. aníngtutlado! apático frénte aI dolor hace pensar en que es un niño sobreadaptado
E. en La esctteln-cómo atzdttuo? que se acurruca en la enfermedad.
M. -¿YenLa-esarcla. este.-- custtdo éLestabaasí. rw íba- Porqrrc
Io -Y mallos
tafaban chicos, ¿uío? tr-e decíon de todo. Entotrces ctntdo
-Es umo atnndo Io pírclwn acá.. - . éÍ sabe que to uan a pírrchor
P.
éL estaba a.sí no íbo. aI colegío (Rubén, 14 años)-
a qu-e le ua a doler, pero los mirag no se le co.e utalágríma- por eso le
dígo, es inlrouertído é\ ér rw Larganoda- se mete túa para adentro g se
En palabras d.e Goffman (1980): 'Se hace eco del rech2zo encíerra- No sé sí será- por ra enfermedad mismo- .. píenso que tíene Ete
cu¿rndo descubre que algunos de sus atributos 1o justifican" (p. ser wr Ia enfermedad- que Io hago lleuado a. ser asL ¡Tanto tientpol
19). *Ca¡eciente de la saludable realimentación del intercambio ¡Tantos anos de lrcfur an éL mismo! (Diego, I I anos).
social cotid,iano con los demás, la persona que se aísla puede
volverse desconfiada, depresiva, hostil, ¿rnsiosa y aturdi¿¿" (P. Coincide este cuadro con el perfil de los niños en hernodiálisis
Z$l.F;nel individuo se da un rep[egue sobre si mismo, se encielTa, según describen Blum-Gordillo y Gordillo-paniagua (r9gg): 'El
se au.tosegrega; esta conducta elcpresa el miedo de sei Lur objeto estado de angusüayla depresión determinaban, por su piarte, que
de repulsión para los otros fW'aissman, 1991)- la regresión desencadenada por la enfermedad se hiciera más
En un estudio sobre la problemática psicosocial de 35 niños intensa y terminara por comprometer de rnanera gtobal la per-
con uremia crónica terminal, qr- e Se atendían en un hospital sonalidad de los pacientes. Además, por tratarse de una enfermedad
pediátrico de México, Blum-Gorrlitlo y Gordillo-Pania$ua (1989), crónicay progresiva, esta regresión corria el riesgo de convertirse
ért ,rn seguimiento longitudinal de cuatro años (1980- 1983), en perInanente. como consecuencia de lo anterior, el yo de los
kralla¡on que, en los niños tratados corr métodos dialíticos, la niños estaba empobrecido y disponía de escasos recursos y me-
psicopatología se hacía más intensa con el transcurso del üempo; canismos para defenderse de la persecusión interna y para
o sea que el üempo de evolución de la enfermedad y la consecuente adaptarse a la dificil y agresiva real¡d¿¿ externa".
pennanencia en los procedimientos de diiálisis aumenta el daño En nuestras reiteradas visitas a la sala de hemodiálisis de la
psicológico de los pacientes, al igual qu.e el fisico. Por otra parte, unidad donde se realizó nuestro estudio, pudimos observar que
dest¿.can que los procedimientgs terapétrticos intrusivos y dolo- algunos chicos se mostraban callados, silenciosos, acostados,
rosos y las hospitalizaciones frecuentes incrementan aún más la lánguidos, sin evidenciar la menor intención de conversar con sus
angustia en los niños. La- continua alneneza de muerte y el temor vecinos'enchufados" en la máquina, rostros tristes, e lgo'apáticos
a sentir más dolor y de sufrir imprevistamente más agresiones y al mundo circLrndante. otros hojeaban libros de cuentos, Jin fijar
d.años transforman esta anglrstia en crónica (Blum-Gordillo y mlrcho la vista en las letras, como mirando sólo las lárninas y
Gordillo-Paniagua, I 989). concentrados en str pensamiento. También estaban los Que se
mostrában dicharacheros,'contando chistes o hablando en voz
P- que pa^saque hacambío.do mtrcho Díegoiustamente por alta" al enfermero o a otros chicos de la saia de hemodiárisis.
-Lo In edad que tíene, desgracíndomente como Ue que lf's
esto g por
P. --luando uí.ene acd dice "uog al seruice", porque uíen.e aca,
derr¡tts puedertttacer g éLno puede h,acer ciertct-s cosd^s g entonces se
se conecta g sale bíen- Y btteno, la íníco de mrtLo que tíene son los
encierramuctw enéL en si músmo. ÉtcanbAmtrctto encomparoción
VII- Aprendiendo a conüvi¡ con la enfermedad 7l
Graciela Prece y Marta Schufer
Después de doce a¡os de tratamiento Conservador, hace un A diferencia de la enfermedad aguda, la enfermedad crónica,
ano que ingresó a hemodialisis, haciéndosele muy dificuitosa la como ya se ha dicho, deserganiza prolongadamente la vida de una
adapiación a las limitaciones qr.re experimenta en esta etapa'
Graciela Prece y Marta Schufer
VII. Aprendiendo a conüvir con la enfermedad
7g
persona y tiñe toda la organización farnilia¡. La respuesta a los
¿no? de diálisis; y asÍ hasta que más o menos se normarizó. Después
reiterados momerrtos criücos se 'rLltir:rza" y el saber qué hacer es ya no tuvo más problema así con la deshidratación-
urra manera de metabolizar la incertidumbre que hay detrás. Es
necesario ir más allá de la crisis, hay que pensar en la continuidad, con la dieta se da también este fenómeno de rutinización, que
en seguir üüendo; esto exi$e reorganizarse, aunque sea de una con frecuencia impone cambios de hábitos a toda la f;amiria,
manera precaria, transitoria, hasta una nueva crisis. como
1o expresa Ia mamá de Juan carlos (16 años, recientemente
El concepto de rutinizocíónda cuenta del proceso por el cual transplantado, luego de dos años de diálisis)
la familia incorpora a la vida diaria un conjunto de conocimientos
y prácücas qrre atañen al cuidado del enfermo: la implementación M - _.Et no podía comer mfuci-scosas... Et aguo_ tenia qtrc
tomar
estricta de la dieta y de la medicación, el control diario de la muu po"'a--. cttocolnfe ru pdia-con er- Ba¡tan_arw
¡ndíaco-mer- Hog
presión arterial, el registro cuidadoso de cualquier alteración muchn-s cos¿rs que Le prohíbíeton. Antes ét comio.
comída- espcíol ya
somática, la realizaciÓn de las tareas propias del tratamiento le'luo--- mug paca-canüdadtenía-q*e comer..- Aures tentn.-s
prohibir muchas cosc¿s nosoúros.q'e élno podio-corner. porque que
dialítico indicado y la consulta médica periódica y obligada. @Íter nosotros, ét no se tentabiz- EL tennottito tambíén se'prohibió
arno
Este fenómeno es muy marcado en las familias entrevistadas mtrclw, srftíó rntrcrw a.ra-par de éI- erlese serttído,
¿no es cíerto? pero,
con tratamiento de diálisis peritoneal continua ambulatoria (npca). t¿ o d nptó tambíén aI h.ermn¡w
Asi, por ejemplo, la mamá de Fabiana (2 años y medio), después E- ahora?
de describir eI proceso del cambio de bolsa y ante la pregunta:' M. -¿y
--Come sü¿ sal pero come- Mucha...
'¿Cómo se siente usted haciendo eso?", responde
otro tesümonio ilustra la adecuación de toda una familia a los
M. me siento bíen Es corno..., para migo es ur¿a núina. es rigores de la dieta:
-Y, camo, qué se go, Leuantarme, cotrter, lwcerle lo- cornida- a
algo... V+--
eltq...No üo síento comaurtacarganl.. Es oJgo paramínorrnsL t..-l In E. con Ia comid.o?
tengo que hacer cuafro ueces por dío. cadn cuato tl.rrras- [..-] Yo la M. -¿y
---:Todas corrrerlsrr¿ sal
hago los dúas de semizna g rní marído üos¡fines d.e sematta., porque E- Todos s¿ adnftan_..
cotrlo éLuí.ene tard.e, entonces... mtrctw tíempo.-. ra tíene..- M- -¡Ah!.-.
sí--- dígamot--- tíene atgo que Ie gu.stacon sor, se
-.S'\
pone el solera a--- se pone ra-"iqu -p"ro
sar en tu plofo- se cocína- todo sín
Et participar activamente en el proceso de rehabilitación de sal-- ¡Y eso ga. de chiquifüosr (Jurieta, ts la mayor de cuatro
su hijo, es decir, el trabajo médico que realizan los padres, tJans-
hermanos). "¡or,
forma a la farnilia. Al ser responsables de prácticas terapéuticas La madre de Ra-úl (lb años, d.esde los t3 en hemodiáIisis,
cornplejas sienten que pueden a¡rudar a dorninarla enfermedad, el tercero de seis hermanos) relata. con lujo de detalles la
."
y de hecho lo hacen, aurtque aveces no pueden evitarla situación organi
raciórt de la dieta famiriar, mencionandb en cad.a práctica los
de crisis. cuidados especiales.
La mamá de Fabiana relata cómo logró estabilizar a su hijita
al aprender la DpcA, reduciendo asÍ el riesgo y el tiempo de in- M- que étno pued-e comer ahoramtrcrta-s protettas-
ternación: ¡ELtttrcuo-saberno.s
lo desterré práctícamente de mi ca-sa! porque go antes
por coshtmhre a lo rnejor ttocerr-es un hu.euo du¡o..- y no, ga tenía,
colztra sé que rto es bueno, este,ln desterré püatodos.
aÍnra
U. --esto fue como un alivio... era algo, como que se iba a
sanar... Después le agarró peritonitis... deshidratación, porque
empezó alargarmucho lÍquido, tuümos... le empezamos acambiar con la medicación se observa también er fenómeno de mtini-
lasbolsas... ybueno... así, hastaque más o menos lanonnaliz-mos- zación. En los relatos se hace evidente la pericia que *r,."t
Según cómo estaba ella o cuánto tomaba, le poniamos las bolsas, manejar con nat-uralidad una tanda de rernedios con indicaciones
¿
"r,
complejas.
VII- Aprendiendo a conüvir con la enfermedad 75
Gráciela Prece y M:arta Schufer
permitiéndole eludir las obligaciones propias de su edad. RaúI, enfermedad Madurómuchisimo. Él sabia qué tenÍa que hacer. A ueces
cuya enferrnedad se declaró aI início de la adolescenciay tuvo una me decía: 'Mamüa, sü uos no pdás ir go solo uoa a- Ír. yo me siento
rápida resolución a través del transplante, es quien lidera el es- capaz de ir solo" Uua¡r Carlos, 16 años)-
flu.erzo de toda la familia hacia la normalidad, apoyado en una
estructunay dinárnica famüar entrenada en afrontar los problemas. La autonomía se construye en un proceso de aprendizaje en
Estas dos actitudes, la normalizacíón y la disociación el queunaparte debe asumirresponsabilidades que elotro delega,
como discriminación o aislamiento- constituyen as- sea la farnüa o el sistema médico.
-entendida
pectos polares del mismo mecanismo de adaptación de la farnilia
a la enfermedad. El análisis comprehensivo de mrestros datos, en M- medícacíón se la manejó siernpre éL porque enTrans-
-I-o-
ptgntes le ensdnoronatornarlos remedios solo g, U^,
el que se tuvieron en Cuenta distintds aSpectos referidos tanto a éLmien¡¡as
estaba ífifernndo cuantdo sabío. que era la hora de tat remedio íba A
la familia como aI niño enfermo, sugiere que la normalización es la buscabq lo tomoba, ¿no es cierto? Y en rní casa- siguíó rucíendCI Io
la orientación más frecuentemente adoptada por las farnilias en- mismo. Ét sabia qtrc los tenío que tomnr a los tomsba- ¡Tomo corno
trevistadas. nueue ! En su fwbítaeíón del transplr:nte tenía. un pap eI con üos tora.
rías de cado- remedío. Y es eL dín de lng qrte lo moneja con responsa-
¿Bajo qué condiciones el niño enfermo brónico grave podrá bíIídod(Raúf, 15 anos)
crear su propio espacio de autonomía frente a las prescripciones
E. es oltora wt dío. común de ello?
médicas y a la mirada vigilante de su familia? fwaissman, lgg l). M- -¿Córno Ltrl.díacomúnde ahoraes, este-.. uaaínglés, está_
Dependenciay autonomía son los polos de r:na misma realidad ttacíendo-Buenq
un cr.l¡,s o de íngle s que e s tó- mrty contenta- . - e s te.. . er año que
social a la cual todo niño es confrontado cuando crece, cualquiera uíene si DÍos quíere empíeza Medícína- I-e gusta rntrchísírno, aa Lo
sea su estado de salud. t a dependencia de sus padres es propia tí-ene decidídD que ernpíeza eL año que uíene. Y bueno, después de
de la condición de niño, asi como el tironeo hacia la autonomÍa es comer ua a agudor a Límpíar lo que hflA de ln_ irnprento_ el-. para
hacer asi escríbír a máqttína--- eh, coso-s qtrc b ttacen bíer1 que Io.
propio de la adolescencia. distra-en--- DespuÉs ua a- dor los dí*s rturcs a Ia. tarde .catequesís a
Los testimonios que siguen dan cuentan der grado de autono- -ehíco s díscapacítad.os. Este-.. una compañera le pídíó colaborar g eLla.
mia que los adolescentes de nuestra muestra tienen en el manejo agarró uí4ie,Ie gu-sta mtrchísímo.-. I-o úrzíco qu-e no empezó este año
de su enfermedad y de su vida coüdiana M e dicína. bueno, p orque s e atr as ó urt p oco en anotar s e y g o t e dlj e que
eshtuíera-rearmente segura de Lo que quería ltscer. pritnero querín
M- todo de éL Porque síéLno rne aguda, no podernos hacer ur.a cosa- después otra-.-, buerzo, ahora- aparentemente, le
-Depende
salír adel-attte, corno go Le dígo. y Ia uerdnd que ao tengo un hijo qrrc gusta rrurcfio Medícíno--. así que uc"rrrcs o- Der (Julieta, lB años)-
ln- uerdad que es u¡t rnorutón, porque ln" uerdod qLLe a rní me aguda
mtrcftísimo, porque ustedue qtte él es grande, éL se ua atodos l¿.dr,s, La condición de enfermedad crónica no impide el planteo de
porque a¡ztes que era chiquíto g estaba conrnígo aa Lo cuídeba. todo- los desaJios propios de Ia etapa adolescente. Los primeros recla-
Peroalara, éLse uaaLacalle, eslíbre, éLseuaa-sus cursos, uaatodas mos de amtonomía se realizan precisamente en aquellos aspectos
Lados, a ao no puedo andar atás de éL Así qrrc éLtíene ra-.. Ia- deli-
cadeza de cuídorse, de decír no, esto no Io corno. Ét sabe toda Ia que
que atanen al cont¡ol de la enfermedad. También la presión hacia
tíene que comer g Lo que no tíene que corner- Tado, todo (Rubén, i4 la normarización los lleva, en algunos casos, a proponerse metas
años). que dudosamente podrán cumplir y sostener.
M. A o Le hnblabo rnucho - F\te wt as unto que a t)ece s s e
tenía que -Btrcno,
atidar- Y tenío qtte tomar tos medicamentos, que era mLLa
i,¡¡ynrtarúe- Yo, mucttas ueces le híce pnteba.s a Juan carlos. Le
decín na uo.rrlos hog adrál¿s¿s, no hagas hog dídrísís, g étrne decíq
-no rnamá. ésta es mí uids- go tengo que ír, no
tengo qu.eJakar- - y ésa
era urta- pnteba rnírr para uer hasta dónde llegaba rnihlio, qué res-
wn-sabilídad tenía-- Pero era un chíco que éL moduró rnucho, con su
\rIII
LAS ALTERACIONES EN EL MI-IT\DO SOCIAL
DE LOS ENFERMOS Y SUS FAMILIAS
't 79I
ao Graciela kece y Mrart-a Schufer VIII. I-as alteraciones en el mundo social
mas de taquicardía- Ahora- uoa a tomar la pastílLa- porque a Ia casa de Ia príma ro- dej aba- un ratito quejugaba-
Io. semona_ I-a- iba a mírar
pasoda-estuue mnl--. me agonó unad.escornposhtra, ¿uí-o? y..- g me de uez e¡t cua¡tdo--- no sé, me d-aba míedo á"¡lü
queríadejarll, euése ao, rto... Íto
lleuaron aI médico y fui me dicadn con-. . Y alwra te nía- qu-e sacar ttttzo íba-g Ao me quedabaai{ sí io t"i¡o qu qlrao,
Io tarde con errq me quednba- pero-. . pero després tÁo
paroeLnerrólogo g no puedo, no tengo tíempo, no puedo, no puedo, me dí c'enta que
que'-. tarnbíén,tng que d'jarlaa erla,
es... por mó-s que lo quiera hacer no prrcda {Rubén, 14 años}. '.o'
qrrc ltacer corno túo chíco- pero no, altora-
¿no?,qu" fngato qrr" d;;
ásfubíerUjueg*-. {Fabiana,
2 y medio a¡ros).
Al esta¡ todas las energías puestas en el hijo, es frecuente que
se soslayen las propias necesidades, sin evaluar las consecuen- El lenguaje denota Ia relación simbióüca que la enfermedad
cias que para la salud pueda propia tener una postergación: recrea:
M- de sah, cl en generar no ttuse- yo síemprefui una M- yo tuue mtrcho-s íntern,,cion,us, una-barbarídad-
-hoblema-s -pero síempre
wrsonfrÍlJJ:g saf¿cL I-o ttníco que ao me acuerdo después qtte Ra:úLse E-
enfennó, éL ga estaba- en mi caso- jte parafn de año, éL sarió en se quedc,Ín con éI.
M. -Usted
Nauído rl, turse una pofaleto-.. go creí que era eL e stómago, parecía que -Síemprq síempre, si.empre, síempre(Rubén, 14 años).
me aÍancafun eL estómago . . Fre uolt:í.a lrcal . . - Después de ta ope-
-
rociónfuí aImédíco a rne mandó a twcer wta ecografia- det ríñón que En este testimonio se observa, como caso extremo, que
tengd2 a una ecogrqfia general del abdomen. Tengo cálcuros ts- madre omite Ia mención del hijo enfermo y usa el pronombre Ia
"i l,os
uesícttln, así que euíd-entemente la pataleta cve Ao tuue jrcron primera perso'a para una situación en la que participaron en
calct/os- En ese momento no fui ni ar rnédico ní nada- TomÉ Butsca- dos. los
pí¡w. sertni- nímehice atender wrque ga estabaenelprobrema.de r,a idea de haber engendrado
Raúl(RaúI, 15 años, postransplante). -un
hijo enfermo, en algunos
casos les hace replantearse la posibilidaá de tener otro
¡
I-a. relación que se establece entre rnadre e hijo es mlry estrecha: M' suegra rne dice pora qué tíenenchúcos--. pero go dígo
ura va a-Mí
saber qtrc e s enJerrno no Ia- s tiene, pero no,,abe...
sí
rnug com¡nñero.s. Nosobo s. Ttene olo ri *g
má-s
M.
-Es tt¡.. chíco qtre,quesorru)s
coryfianzaéLconmigo conetpapa parohablnr. Habronws de
a tener- Dicen qtrc es heredítarío (Daniel, b meses)-
tdo- Me dice, qué sé Aa,le digo go a-ueces: '¿Tenés uruamiguíta_ te
gusta alguna- chíca?" - Ét me díce: 'sí-. lír conja túo- fumos mt¿gr Pero en otros casos, Ia llegada de un nuevo hi;o
es üsta como
corlfid.entes. Yo tengo unproblemu Le cuento a éL sornos muy com- beneficiosa, tanto par-a Ia pareja como para eI niño
enfermo:
pinches {Juan Carlos, 16 años).
E' contame un¡rcquíto qué pensás canrespecto arbebé
Muy frecuentemente, la sobreprotección es el modo que adopta
-y buscabas.. -?
uíene, ¿Io que
la relación madre-hUo ante la vuk¡erabilidad que es parte de la M' ppá ro qrcría- yo no, un Irco par elra-.., por ra edad-. .
-sL erestamos
Pero al..orasÍ bíenporque aparte sé que ueqns¿* bíen, eL
imagen del niño enfermo: otro chíco- sé que ua- a- rtacer bíen- yo teníaÁi"ao yrcr
errrv poí er
tíempo que me Lleua"g todo--- pero yo píenso que
ue. o. ser mejor, para
M. *Pero, co'r.o tados tra@jott, entorrces, estcmos tdo eLdía. los dos A para ello, ¿no? (Janina, B años).
cosi sol¡as - Y bt 'erw, Aa Lalleuo conla príma o Ia- prítna uiene ajlrgar
con elln g, as í co s a rle rw e s tar tanto con no sotros r¿s.da- mós. Me co stó De hecho, cinco de las familias estudiadas tuüeron
mtrcho. - - dej arln- ¡rero [sonrí el dej arlo- ¡r aj ugar con ella g dej arla sola_ otros hrjos
Pero--. hne qtte hacerlo, porqu.e estaba mucFo con nosoto.s.-. r,a so-
después de declarada ra enfermedad en uno de ellos.
breprotegíarnos mtrctw, coff@ era Io- tttúca, aparte enJerma Enton. El aborto es Lrna arternativa, que en er caso de ra
ces-. - hns ta que b,, eraa, mós o,nenos empecé a- -. a dej arln- l-a- tk uaba- Martín no pudo ser llevado a cabá y la enfermedad mamá de
del hijo re
confirmó sus ternores:
Se refiere aI que le quedó después dei transplante.
Graciela Prece y Marta Schufer VIil. I-as alteraciones en eI mundo social
o como celos por la excesiva dedicación al hermano enferrno: como en Diego, el maygr de cinco hermanos:
M- eh--., dígamos: ra segwtda es ro-mas dramátíca_ P- -:Tratande no gor¡tearro, ros hermo¡to.s, lr¡s per_eas
-Bueno, discnsúones pera de potabra- na.dade golpes g-eüoslrcreso son
Porque go tengo er probrema que María Inés estd cerosa de Juli.eta. y sabei;rA;;"
Juríeta estó. celo sa de Mo¡ía Iné s - María Iné s es urTa-. . una chica. In qte no le ptrcden pegar, muchss ueces ér sá abú-sa
-- de es y t.i""ír ....
uerdad- que es diuino- tiene unf-sico príuíregíado g, entonces,
crnro, ¡es un- chíco!, es un chíco..- {Diego, I I años}.
Julíeta suJre- pero a su uez M;ria Inés sufre porque yo estog mu1¡
pegadcr a Juli-eta.-. ¿no es cíerto? Así que bie,t'-.. con eso Apesar cle lo dicho hasta ahora, la colaboración ent¡e
Lengo herrnanos
drama (Julieta, 18 años). esbastante frecuente, sea para acompañar al enfermo
a las sesio_
nes de diáIisis:
88 Graciela prece y Marta Schufer VIII- I-as alteraciones en el mundo social
M- --8í.Ios sábc,dos uiertenlos Felnnsnos. por sL-- que sé go_.., IVo estamos corno alpríncípío pero, esta¡nos trafanda de, de mejorar-..
go quíera desconsar un dí*.. que me dejan en paz o tonquík' .. y I'o que ynsaque mientras ellsestó"bíen, bueno, utw estdbiei, pero,
bueno, mi es¡roso, qtre tendrdcos.f s que hacer, sino ta¡nbíén uíene mí cttottdo erla ernpieza a andar maL.- (Fabiana, 2 y medio años}
mar¡do. Eso no es problem4 elLa.ntntcaestá soúa(Jr¡lisf¿, rB años);
por los cambios en el carácter de ambos, producto del impacto que
tomarle la presión: produce la enfermedad crónica:
M- ---jTodos esúa¡rps entensdas. pero Ia qtte más le tomo- lo M- la-ínüacíónunpoco deras neruíos, ¿no?, porque úr.- está.
presíónes Mariana [[a hiia mayorl tRaút, tS años]: ma'r o éL-Y
uíene ry-L.. g asL o por úcs-chrcoq. .Es lo urt¡co q)e uaríg
mucho, eL carácter de ww g la que cámbía" tanbíén el carácter de utw,
o apoyarlo en la dieta: sí síempre Jtrc mug alegre, co¡l. todo e sto. - - s e bq¡ onea mrrcl..r:.. A pe s ar
qrrc tafade superarTo, pero interiorm.ente nosepuede fviviana, 6 anos);
M. no, rw- ÉI¿omío" comidn especíal üueces qtte Ie hací*
-Na, YaIe dtgo, tenínunacomírl+
ÍLos porque-.. por la culpabilización que uno hace del otro, cuando
'71¿lrg wemntidad-tenía-
se asurne que
que correr- Auues teniamos que protúbirmuctu.s co.sas nosoúro s que la enfermedad es congénita:
élno WrIíacoffer--- Eltermanito tantbíén se prohibíó mtrcFr., sffió
mtrclto alapar de é1. en eÉe sentído, ¿no es cíe¡to? pero... se nrtaptó M. cLat'o me ecttalo curpa directamerúe a mL porque díce qrrc
tambíén alhennono Uuan Carlos, lG años)- -Y cofftoéltíene
mi termana eL chirc tarnbíÉn lenfermol Uulián, f O anos).
Este acompañamiento entre hermanos no siempre se d.a es- En general, los tesümonios coinciden en que, a pesar de los
pontánearnente, sino que es parte del proceso de adaptación, en problemas, la pareja se une, ya que en Lrna situación lirnite se da
e[ que el rol de los padres es fundamental: un sinceramiento de los vÍnculos más profundos:
M. tambíén Mi hgo no lo aceptaba, el más chico. f-e tenío- M- ese sentído tuuimos rntrctw apoao rnuhto, efu-. r..o sé,
rníedo de-MaI
dormír ala.par de él- ¡rcrqrrc éLeshtuo cua ndoLe agarró cínco -E'
píenso que.. - rtos ttnímos más, en general todns. No éramos un motri-
eonuulsíones delante de é1. cuando estaba- solifo con éL nosob-os motzío desunida. Pero esto nos sirur¡ó todn:ín paraunirnos má-s dela
estdbamos en eL comedar a... a buetw, despuÉs sefirc, nosoh.os Le que estábarnos. No, no, en ese serttído no puedo decír nada_porqtte
habramos muctw..-, que tenga pacíencí4 qtrc at hermnnífo le estó- realrnente. - - me crcompañó en todn rnomento, ¿no es c¡erto? nL. -es{e. -.
pasando ésto--. que toda uaa salír bíen-.. y asíftrc, lo aceptó (Juan eldíaque ra podíauenír a-uer alner:.e, buerw...pero sino engerteral
Carlos, 16 a_ños). uenía- todos los día.s auerla deLtrabqio (Raul, 15 años).
da. Esto no significa que no se haga partícipe de ra queja M- si uíenenlas prírna-s, rníFerzrraníto que tiene seis años,
y der después-S¿
eL otro de u¡t aña g medío, después..- g bueno-.-
senumiento de soledad q'e se hace-er.idente én h *"v".iá E- a ht casa ajugor con eüa?
de los
testimonios: M. -¿Víenen
-4... o nosofros ucunos alscasade ellas (Janina, 3 años)-
M'-Afl---- tw, twrmoL Eracuestiónde organizarse u,.prco, Aunque es común que las madres restrinjan su libertad para
cbrto? Este.. ¿ru,es
A o ng úne probtemas. Con1t **rd" ;; no perder el control de lo que el niño hace:
:?i"rr"
muchisímo- EtL--, cuondo go tenín-etbebé mimarído "A"";*r_,
u nodii*go d"
Julieta. ln- Lr-euaba ar hospíta\ ra rkuaba ar anúroL.- rne
pw mi suegr_? Mímotná-rzo, porquE uíúío-unpxo t-ejos. y;¿"rp; ,'n M- _.Eh, tígn" un.-. poc:o.s chúcos, ¿no? En ca-sa no hngchrcos.
"g"do;á
arqlé bíen- y arara que ros tergo grandes, mejor {aouio porque ,r* Pero cortlnprína d.e enJrente juega eue tíene 4 años- pqa, mós se
agud.an ellos - A urces uíenen ehlos aca-.. me pega conmígo y con mi maná. -. I-a-.. lo. psícólogarne decío. que lotenín
; Io. pimárauez que empezanws que. . - que dej ar. P er o Io que prrs a que a rnL. . me da míe do. porqtte I n s
drális¿s, cuando era
chiqüta mimmná se rwcí.a cargo de losoú-os chr,cos,
' porque mimarído rw púiofattar oI Banco. nstá.- otr a.s s on más gr a¡rde s . . . g andant corríe ndo g p or ohí Ia emp4jan- .Eso
pero era, era mila es lo que a rní me dn míedo.
magor y enseguüafallecíó. yo tengo wt twmtano que
uiae en córdobo E- píersa mond¡trla aljardín?
y mi hermuu- qrrc está_ en Estndoá Unídas.
E- orsí. ¿annígos, o uecí¡tos, o alguten? M- -¿Y Me gustarínmandarLa-aljardín, pero no a los tres años
-S¿sü¿o mos bíen aLos ct tetro. Clora, para que tenga contacto
M. -y ia
é sta e s wta e4ferme¿ que dígamo.s...,
corno dícen,
sf carrsc4-Bue¡w,
el¡-.. no s é conotros chícos, que se uaaa... que se uaaaacosütmbrartdo untrxtco.
pero seLlegaunmo,menfo que.-. étproútt*olo
más que lamann-g et papa- porque, bueno,iuo¡tao
tíene i"A- Porque ttog rnuchos que los mantdan a. l,os tres años, wro Í.e pclrece
se íntema, sL.- que e s rnug chíquífa pora. que lamo¡tde a es a erln d (Fabiana, 2 y medio
pero despttés no tengo nhgww. perso¡tr- níngurta
amfga_ na_da qys anos).
rne díga- - . e írrcruso go tampoco qit"ro, go
no ql¿- t lrñ"á: i;*á; .
Las imposiciones derivadas de la enfermedad, De cuarquier modo, los tratamientos cotidianos a los qrre el
sumadas a ras niño debe someterse interfieren la posibitidad de relaciorrarse con
restriccionesque la pobreza trae a la üda cotidiana, reducen
intercambios sociares y contribuyen ai encierro: ros otros niños:
EL NIÑO Y SU SALIDA AL MUNDO En las redes socia-les de los adolescentes, los amigos son un
componente fundamental y las opiniones del grupo de pares son
I-as relaciones sociales más amplias con arnigos
juegan una papel esenciar para sostener el bienestar y conocidos importantes para forjar lavisión que el adolescente enfeÍno tiene
(cobb, LgzG) y constituyen una importante psicológico de sí mismo.
fuente ae .poyo ,o_
cioemocional (Carpenter ef aL, t9B3). J. C. rne serttín--. í'rrútil. no twcía nctd-c* parque para rní.
En el caso de ros niños pequeños el intercambio -Yo,
nuncú podíc. jugar con mis umigos ar-lútboL porque nte ccntscrbu-
es vitar para
su desa¡rollo: porque sino me consaba- porque nte sentíarn''l- cunlquier cosa-rne
Graciela prece y Marta Schufer
VIII- Las alteractones en el rnundo social
tenía- que pas ar, w ra, aJtora que g a es tog transprantta-do, e s dís tínto,
¿no? M. o rnertos, tenían épcas qrrc sí g épocas que no. Por
E- te acornpañaba4 tu-s amigos, ct-tottdote sentías mat? -Más
ejemplo... efu.. cuantda sant chicas, quizd mns- Custdo Aa emlezn-
-¿ELIos rne
J- c. agudaban. sü ao medescomponínenlacarle, eh ronla srcttndrrrío. tercero a cuarto afw, ga--. üas chícas alo mejor...
-sí,mí ca.sa.
corrícn" hasta le d-ecínn a rni monw g
^i ^atna sarí, corrien- buerw, tíenen'. se está. en otra... que el mucfwcfto... ElIr- pobre,
do- Paramt- todas rni.s arnígas entodo momento estuuíeron conmígo. realmente, es @iüa-.. efu .. lo s crlmpañeras mltclto no Io ttlrlüaba n a
I-o úníco que puedo decir, ¿no? Después, otras cos¿rs, no (Juan salír. SufrÍa muchÍsimo. furqtrc seJue dando cuenta Ere... que elln
Carlos, 16 años). no tenía elfi.sico que tenían sus ompfteras... ¿cFrc quién ln Nría
Pero la enfermedad, indefectiblemente, va condicionando lo mírof? Podé:s entender qtrc tampoco asíera- ¿rw? Pero elta.lo ueíarrsL
que pueda o no pueda hacer: In w así enrealidad Io rrasi Se slente mrry dtsrninuida, si sú Incfuso
alwrq recíén luce ploqlrrdto que desarrolló. EstA bíen, está, bíenJor-
madíto Pero lfoico, tíene mometttos que.-. que se nota-. - (Jrlieta, 18
.E-
-Fl_ldolescentef ¿y uos.s atís con hs amigos? años).
M-25 na tíene tantos amígos, no es de ten-er mttcrws amígos,
-s\
o tampoco él no es d.e sarír a un cíne, a.sL Todnuía no, no
esta
¿uío? Eft--. en cambía er otro chíco de 17, bueno, es otra cosa. "ná"o,
ga éL De los siete chicos en edad escolar, uno abandonó sus estudios
tiabqia, gatíene atra sarida- ÉLcorno toáauía.no trabqia, efu pírque primarios (Diego) y tres sus estudios secundarios (Rubén, Julián
este probLema de ér no ro deja, porqrre uerdaáeramenre es uru¿ y Raúl), abandono en el que no sólo influye la enfermedad sino el
cosa
que rnire---, hace dos sema¡ta-s que and,.mos uí4ianda. porque
me dícado c ott uraa. rnedícacíón g e s a medícacíón-hog qu"
ér-jle estrato socioecónomico al que pertenecerr mayormente las f,ami-
.oit ot h..
Entonces, todo- Hace dos sernantas g mañan,-esta.,os de uuelta- lias en estudio. De los tres restantes, Viviana concrrrre ala escuela
que míre sí éL tendría un trabqi o. Es ímpos íbte babqi ar. y
Así primaria, Juan Carlos a la escuela secundariayJulieta estaba por
bue'-, a así
que, oftíua éI--. comenzar sus estudios universitarios (Medicina).
E- adorescentel ¿yjugó' aljitboro argwtn coso-de ésas? I-a. escolaridad impone un ritmo y un esfuerzo cotidiano que
M' -tAl a uece s sL Coma éL a uecás se acalarnbra mttcho. Enfon- no todos los ctricos están en igualdad de condiciones pa-ra afrontar.
-Sí
ces' a uecesjueg* cr-ueces nojuega. pero érandopor todos rados..-
{Rubén, 14 anos). Es im¡rortante, para qlre no deserten, el valor qtle, en la familia,
se le da a la educación. Como se verá en los tesümonios siguientes,
La búsqueda de'na vida más o menos normal es constante, algunos padres se preocup€rn por mantener el vÍnculo del niño con
por parte del adolescente o de su familia: la escuela, mientras qrre otros no los estimulan a superar las
dificultades de la concurrencia escolar. Los casos siguientes pa-
M- --_ :f, étt9s si.rboidrls, ¿uín? Se ua ajugar alo_pelota. por eso recerr constituir polos opuestos a este respecto:
Ao, coffto Le estaba explicanda a Ia doctora_ él no se queda qit"to
la casa- no es un chíco que se qrcda quíeto. sÍ no ua- ajugar a "n
ra-s P. -{o, rto ua al colegío, rto tn aI colegío, Aa ua ser... el año
carta-s con los chícos por ahí.
¿uía? pero
io se quedanunca en ln_ ccrsa. pa-sado tampeo cteo qu.e jrc, tw el ar?io prrsado Jue wt tíempo g
ahí aplostad, p-arque go tatnpoa no ro dejo i..*po.o, porqrte
sí ua a despué s ga ra quís o ir.. -j ustamente e stafu. rrrrrr.g hturchado talnbihL..
ponerse altt todos se u¿u7ros a enfermoruui,arr" 16 años)- é1" repíiíó, cre o que fu s afr'o s, claro, él ua mal con la. edad g ... j t' stntzrert
te por Io enJermedad. es c¡Ire ua mal en et colegío, crero que tendrío que
Pero la vivencia de ser diferente es imposibre de soslayar, esta¡ en 6" grado, sL está" en 4o, ahara Io ífurt a. In sar a 5" , pero no
en
un momento en que los cambios en la apariencia fisica sé, con el tema de Ins luelgo-s no ha uenido el mae sfo a cars ar así que
tituyen en el centro de atención de todoi: "é "orr"_ no sé, tto sé lo qtrc ua a pats,ar...
E. nwtdottelmaesto a su casa?
P.
-¿,Dela.misrnaescuelr:,Ie
ln esatels. domicflicrría. de..-' o serr. que es uncr esctrcla--.
E. sus compañera.s,
-¿y l_a. agudaban-. -? porqry -k Ctai&anndo está.íntemado tíene escuelo' .. iómo es, ÍTtlres-
tra, moestatwspítalarío, y lo mismo tíene en ca-sa nads mds que es
domicilíaría-U tiene de toda, tiene rnúsicrr, tíene... ett.. este-.- díbufo,
25 Nótese qr.re quien contesta es la madre- este.-. aporte de la maestra, no, disftntcs maestras, este"-. a serr que
esti.- La qrrc pso es clnro corÍo emp€n en rnfirzo acó. alwra estó--.-
98 VIII. Las al.teraciones en el mundo social 93
Graciela Prece y Marta Schufer
cónto le podría decír, no se encuerttra rnuy bíen con los maestros, M. sL Lo ttttí-co que na empezó este atto Medíctna_ bueno,
-Sí,atra-só un poco en anotarse
porque se
entonces esta ur poca rnedía-.. Lo tnúco que tenía es Lo. maesta de a ao le dlie que estuuíero
grado, ¿no?, dígomos ros demó-s no se eicontraban con ér, porque realmente seguro, de In que quería hocer- Prítnero quería- ltacer t;¡1ta
cr eo que tienen un dío- ca¡I q urao, pero una ho ra e s, g tenínn qie uántr cosa, después otra'-., btrcno ahora. aparentem.ente,l-e gustamuctw
a cosa a mtrctu-s u e ce s él no e stab a a estaba acá- o i alia, poique ctar a Medícina- Asíque uarnos a.uer Uulieta, t8 años).
a-ueces cunndo tiene ganas o se uo_con ¿os frc':lnanos c_to" utd.o¡ue-
gos o--- que sé go, sar-e a camtnar a a- rwcer uno- compra. entonces Otros casos constitrryen posiciones interrnedias entre las dos
rntrchas ueces no se encontraba coft los maestro.s (Diego, I I años)- primeras, cada uno corr matices diferentes en cuanto al nivel de
exigencia para con el niño:
En este relato se observa cómo, a pesar de las facitidades que
el sistema educativo formal provee p¿rralos niños con enfermedaáes E córno anrla en Ia- escuela? ¿Estó- en prúner grado?
invalidantes, la familia no siempre las valoray util iza. Elsiguiente, M -¿Y en prirner grado, recíért- por suerte, go pensé que - . Me
-Estó- porqtrc go Ie pregwtté. No querín- que _
en cambio, muestra una presión muy fueñé hacia la noñnabza- d$o Ia mnestra Le regal-e tam¡toco
SE PERFTI-AN DISTTT.ITOS ESTII.OS EAMILIARES a los padres de los bebés (Daniely Martín) y de las niñas ¡requeñas
(Janinay Fabiana): en los dos primeros casos es dificil pronosticar
El estilo que adopt¿.la famitia prrede ajrudar a integrar ar niño cuál será la evolución del esülo pero, de acuerdo con los datos
a la sociedad, haciendo que sus desventajas no se¿rn percibidas obtenidos en las entreüstas, el estilo en la familia de Janina puede
como estigmatizantes. pasar a ser adaptativo en tanto que en el caso de Fabiana pareciera
Tanto el apoyo como el funcionamiento familiaradecuad.o son que la sobreprotección está más instalada.
fundamentales para mejorar la calidad de vtda y aumentar las El esülo adaptativo prevalece entre los padres de adolescentes
esperanzas de postergar el desenlace final tan temido. (Jtrlieta, Raúl, la mamá de Julián), aunque también hay quienes
Beniliel ( L g 70 , citado por Kelleher, 1 988) oraminó los dÍferentes asumen el esülo protector (la mamá de Juan Carlos,26 la mamá de
esülos con los cuales los padres manejan los problemas que surgen Rubén). No hemos encontrado ejemplos del estilo manipulativo, y
de la diabetes de su hüo. En un estudio en profundidaá de nueve parecen cumplimentar las características del estilo abdicaüvo los
familias identiñcó cuátro esülos. El primeio fue descripto como padres de Diego y el padre de Juli¡in.
protector, donde los padres se hacÍan cargo de todos los procedi-
mientos terapeúticos de tal modo que controlaban todas las ac-
tividades del chico- un segundo estilo, el adaptatitn, en el cual los
padres progresivamente animaban a strs hijos a adoptar responsa-
bilidades a rnedida que crecían. [Jn tercer estilo, que llama- rrtcL-
rrriptú¡ttíuo, a través del cual trataban de lograr qtre el tratamiento
se llevara a cabo a cualquier costo, uüliza¡rdo cada vez distintas
formas de manejo, asociadas a interminables negociaciones entre
los padresy el hijo- En el cuarto estilo, a.Himtiw,los padresjugaban
un rol menor en la búsqueda de que su hiio hiciera el tratamiento.
El autor hace nota¡ que en sólo tres de las f,amilias los dos padres
adoptaban el mismo estilo. En las otras, los diferentes istilos
adoptados por ambos pacires parecían el resultado de conflictos
familiares existentes o czusa de otros nuevos- sin embargo, cinco
de las nueve familias se ajustaron e incorporaron el regimen a un
modo de vida. En las otras cuatro, la diabetes del hi¡o continuaba
siendo una fuente de tensión que afectaba eI manejó ¿.t régimen.
Beniliel dice que los estilos de manejo adoptados por los p.dre" no
sólo afectarr aI niño en su üda ¿iaria qué condicionan el
proceso de socialización a través del cual "ir.o desarrolla una identidad
y m¿rneras de ver el mundo.
Esta conceptualización, si bien constmida a partir de otra
enfermedad, puede ser aplicada a cualquier enfermedad. crónica.
En nuestro caso, también podríamos categoñzar a las f,amilias, o
cada cada miembro de la pareja parentat, según los esülos des-
criptos.
Por supuesto que la edad del niño enfermo facilita la aparición 26 Al hablar del eornier¡zo de la enfermedad de su hijo. a Ios catorce años, dice
de uno u obo es[lo. Así, tendríamos como ejemplo de esülo plrotector -no po<Líaleuortt¡tr Los bracitos" y que los mdicos le dijeron -gue Lrs riñoncitos no
Ie jncanalnrt.
IX
Il{ ATENCIÓN MÉDICA Y I-A GESTIÓN DE LA ENFERMEDAD
está-s prdiendo ttempo". Es cierto, go creo qte prditíemp, porque reífu síemPre de In doctora?
él eshno quínce dír¡s g lo únlco que le hocían era hemúuÍI¿s¿s- y M. si sú EUo- anndo me quiue hablnr algo, me
-Dela.drctoro.
hoce llr|mar a mL |^as e4ferrneras no. Yo síempre que tgngo es c,,/nln
eJetü:amente, apenas Llegamos emp,amos antúo tipo de eshtdíos,
de tatatníentos,' Ie drctora q, +e hsblo- si con tos e4fermeros na. tlstd tíene que hablar
'lttcíeron una bíopsío- en el ríñón y nos enterqmos anla-drctora- dicen- Porque ellos rto se meter\ ellos-.- loparte de su
de que la.ttnícq solución eraeltansplottte (RaúI, l5 años).
bgor(Julian, f6 años)-
I-a planta fisica del hospital, su diseño moderno, abierto, sirl M. hasímos ptoblemas parwnndq aparteJulrefu.Ifls adara
ba¡reras arquitectónicas, es mencionado como un elemento dis- d tñfl.s,-No
a trdlos los médicos... Túo Lo que pttdo, dedf es w@.
üntivo que coadJruva en Ia calldad de la atención. Ademñs, tantos oitos lure qub los onozn... (Julieta, 18 añosl-
M-
-Yo ,
ls uerdad que estag tan agradecída a hober vertído acá. Ot¡os testimonios confirman la evaluación positiva que los
V que este lwspítal Apfie, eltwspítalen síno es tant, tant pacientes hacen de los mdicos' apoyada en la confia¡¡za ganada
Jeo como los ltospíiales comunes, INrre,tos pa.pás, IxEa. &os chúcos, á. tr.*rer del contacto relterado y el sinceramlento de la situaclón
n 'l a. que ver. Pienso qtrc eso tarrúíén los ayuda mucho a los chúcos,
que elhospüal seatantalegre, quelo qt;crrrenos tiene es aspato de de enfermedad.
hcsprtul (RaúI, t5 años).
P. atencíón es mrta bueno. apañe que le tenemos rrucJu-
-Ia-als-dnctoraque ID alíende aéL como ltace años qttel4
confiantzn
sin embargo, el momento particular por eI que atraviesan err
&nrernws g ella lD hs_ Ileuado mug bíen a b he d:í ;tto túns lfls
su experiencia de la enfermedad tíñe Ia imagen que üenen del uqdndes a éL Hablo mtrctw e(h a elln le hr.bln- oof7r.o pxtfa qtre le
hospital, asociándola con el estado terrninal: estar desatruciado etúiendo(Diego, 1 1 años)-
esperando la muerte. ,
ajenos en un territorio específicamente vedádo para quienes no pongo et borblia A me uoA a Lauar l,as manos con akotnl- Y ohí uengo
pertenecen aI serwicio, tal como rea el cartel én h g hago eLcontbío, o seaAapongo los dos brocles enl-as dos bols¿tas
entrada- luerta de A A la poftgo en ln- otra bolsífa rlweua- Después le saco eL Líquíd.o.
E- le expLícaste aeLln-tanchÍquúa?
cuando el tratamiento es la DpcA, las enfermeras a cargo de M- -¿Córno
bueno, ello, sobe que se díalíza-, qtte tiene eL catéter ahí
la sección cumplen un papel muy importante m,ediatizando la adento.-Y Cuando Ie digo: 'Janí. u<rrT¿os adínlízarte" uí.ene, se díaliza
comunicación entre la familia y los médicos. Toman a sL. cargo la sin problemas-.. se da cuenta (Ja¡rina, 3 años).
transmisión de la información y cultivan relaciones afectuosas
con las familias- Además, se manejan con alta profesionaridad en Los enfeüneros están capacitados también para transmitir
la evaluación de los posibles candiáatos a este upo de tratamiento información esencial, tal como anücipar las circunstancias que
ambulatorio y en el contror periódico de los pacientes a su cargo. rodean aI transplante y brindar la contención emocional requerida.
M- bueno, a uece s uíene Ia drctora- pero - -. como Is.s enfenne- M. quería hoblnr con nadíe. Yo Lo úrúco qu-e--- que habló
-Ymñs con eIIo-
ras estant la- drctora o- ueces les explica la_ eafeineaaa conmígo,-No
tuuímos unachnrln-es conJuan correlrntrctw.clw que-.- que
g Ins enJermeras me explican ami. me dícen córtw tertgo que twcer, esta afú en et transplnnte, que nos da Io- charln¿¿ nosotros eI día antes
g Mo eso- por ahísíre cambío argúnmedicamento, ag*tZo del transplante.
ba qué son esas clwrlas?
I,as bolsas.-- Además I,J< eryferrraerds son las que estót:- mas "n
con ella
E-
(Fabiana, 2 y medio años)- M.-¿Y un astnto que nos--. nos explica, ¿uío?
-Es-Iórno es elrechaza--.
J-C-27
El relato detallado de la mamá de Janina muestra lo riguroso M. -1ómo es eLtransplante, qué esto qtte nos--- aueces.-- urao
que es el entrenamiento para Ia npca para asegurar qu. el corro_ recltaza, elotro... aueces sí. aueces no, perohog queir conJe, con
eswranva.
cimÍento acerca de las prácücas y evaluaciones sea incorporado J.C. --Cómo hízo los probLemn-s de... delríñón- Cómo se pued-e
eficazmente- ¡ c,daptando.
M. JTodo eso- Mtrcho-.. íJrtactwrlornug linda- Que eso nos da
E. te hicíeron ln propuesta de d¡álísí"s? rnasfuerza- Nos tranquíbízó (Juan Carlos, 16 años).
M- -¿Ctnndo
un año ua ahacer en setíembre que se ftace dí".lisís- yo
-Y,
no sabía que era eso- prímero rrr.e trqjeron aca_
pafa4tt€ rtos explíqtre g prímero nD queríorrtos, porque ¡nra qt,e uíéramos,
no sabíf.mos LA INTERVENCIÓN MEDICA EN EL CENTRO DE I-A MIRA
qué eraeso- pero después uímos mrcnn me¡oríáeie\o_ que eIIo"rw
comio- mtrct¿o, no comia- casí" na-d.a-. - y alura come.. esta ntá.s gorda-
E- cómo te manejás, qtié¡a se rttpa?
- -. Eliot Friedson (1978), un autor clásico en temas de sociología
M. -¿Y nosotros dos, mimarído g go io, clr:urllcu-iros. médica, abordó también la enfermedad crÓnica y el papel centra-l
E. -Y, cótrn se enbenaron? que le cabe al sistema médico en el proceso de construcciÓn social
M- -¿y ueníamas aca-aenb.rto.rnos. Nos entenabaM. o de la enfermedad. Afirma que:
-Ybueno,
S. Esfuuírnos uno- serr¿a¡.o_mós o mer¿os víniendr..
E- eI procedímiento cómo es? ... la profesión [médica] no trata merarnente un estado biológi-
M- -¿Y Bueno, eh-.. ¿uío eso que estó-ahí? Hag co mediante técnicas bioquímicas o fisicas: también organz.a la
-¿Paradíaríznrla?
qtrc louarse las monos eh-.. a uenir a ti*pto, ta" bandeja. y Ia mestá. idenüdad de la persona al ser paciente. De este modo, en la aplicación
esa tres ueces con olcafwl- con alcohot g ww gasa- Despuei eL abrir
-. de su conocirniento, la profesión no puede evitar tomar decisiones
la bolsüa qu. le uog q- wner a erla- obrir to uottito. mírarr.e bíen et sociales tanto corno puramente médicas acerca de la gente con la
ríquída, si está bíen- Después la uuelsto d_ paner sobre ln_ bandeja
a la_ que trata.-. El proceso de tratamiento y cuidado que se basa en la
boka- Pongo La bolsüasobrebtbanrtejag t. o e\aeh-.. Lrtbolsüa concepción profesional de la enfermedad puede servisto, en esencia,
de rtdentro de kL rn<¡chikz y In pongo a-.. a drettar.
"".ro y a]ú espero qrJe
salga- el líquído, lo peso, g Io pongo arrír¡a de rabandeja- y bieno,-rne
27 El paciente-
l)/'.l-a. atención médica y la gesüón de la enfermedad r09
como un proceso que intenta llevaral
paciente a conducÍrse en las
formas consideradas adecuadas parai"
que fue diag-
Plouglr ( 198 I , citado por Baszanger, I 986) plantea un proble-
nosücada-.- El manejo profesronil g.rr.ot*.nte
"J..-edad ma de legitimidad del modelo clínico, pues muestra que la coris-
que adopte Ia identidad morar y Io presiona para
*o"irt i*pl¡""¿" en ra enfermedad trucciónclÍnica que los médicos hacen de lainsr¡ficienciarenal no
q¡.¡e s€ diagnosfica (p. 326).
se articula adecuadamente con los problemas de enfermedad que
Entiende también que los pacientes ex¡rerimenta y define el propio enfermo, y no los provee de un
crónicos
rrueva orgarji"'.ión de sus üdas, orsarúzación desa¡rollan una contexto adecuado para tratarlos. Este autor analiza el modo a
demandas definidas por las prescripciones q".;E;de ras través del cual los médicos intentan manejar la ansiedad que les
tratahriento y por su propia üsión de médicas sobre su provoca la incertidumbre propia de la enfermedad renal terminal;
la enfermedad.
para ello:
Es importante sostener.qr¡e tal vir4ie
ni-ado sóIo a partir de ta a"lárr"ái¿i"J[J* en Ia vida no está orga_
. ..resuelven la arnbigüedad construyendo una categoría clÍnica que
brológfca q.:e ésF pueda prodr¡cir,;ir;;; o" Ia discapacidad
rechaza como exteriores ciertas consecuencias del ataque biológico
dicas sobrera enfermedady su tratarri.rrib, iJ. "o.r..pciones mé_ y del tratamiento fpor ejemplo, ataques cardiovasculares, diabetes,
en una enfermedad (fllness) organi zaai háorenc¡a se convierte tgmores, arterioesclerosis, problemas cardíacos), definiéndolos como
(Freidson, tgZS). lo" profesionales
fo, complicaciones no renales, es decir, negándose a ocup¿rrse de ellos
y enviándolos a otros sen¡icios corno problemas autónor¡os-
I-os médirou:-qor su experiencia como
pediatras, manejan
fluidamenté ros diit¡ntos terigua¡es de
Ia vida famiria¡ y culüvan
El testimonio de la mamá de Daniel da ejemplo de este me-
una b'ena comunicación canismo que pennite manejar la incertidumbre de los profesionales.
de poca edad. "orrk faciente J.*o, aunque éste sea
' M. marzo le salíó un absceso en,Ia. rnttíl.eco, no movío.ls
msnito,Io-En
tqje g me mandorort a.urtneurólogo, Wro no era.nadnde
M' ro menos era-ra sabe,
es lo que-por aa se ua rtadendo qué neurologíry así qtrc me mondaron a tra umatolryío- Aftíme la hicieron
t)a- a pa-sar, qué no re ua a- pasar...
transplante' g bueno arnír.o Íne ,,ntó Er otro día ra ,euaron o.
'a.ídea--. dqjar íntqnado quturce día.s g en abríI también Wrque se le habío-
qué no Ie contás a tu matná qtre nado- Etmdicore dlio: .gor corrído aL codo g alwra a- lo.- rodíIlo- Llora mt rclw. Tados lo uiernes el
ao te,eué?,. Bueno, después habr.-_ trownatóIogo me hoce uenh psra hnblor conrnigo, porqlu.c'o"- él ¡w la
mos así der terna- peto coft ro- nena aderante
ua_a.tener sondíta---. cosas quegogasabíy
g tod.',ses..s cos.s - . . que reuí.sa- Le sacaronJotos parafleuárselos aun dactor enelClínicas,
Ie decía ar doctor sí- no era- oo¡á, fno", rnejor--. porquego que tuuo un caso camo éste, pero el doctor está en Esta.dos lJnídns,
qu" uíera. a utta psícóroga o atgo por
el estilo' püa que ta agudeln pquíto. asíqtrc ttog qrrc esperar que vuelua' Los nefrólogos dicen qrre no tiene
reseruado- . - para q¡ue habre más-á"itmt
Má.s que c',n' ella. es tan nada que ver con la insuficiencia renal, pero los trar-rrnatóIogos
que na re rlacía-farta- sp,u-ü" algo ."sL y me dlio dicen que sí (Daniel, 6 uresesJ.
eue no ueíaqtrc..- parque In
ueía' bien- Aparte que no estafu "fi-;;¿rtara-
a.r*^p"*Ái-. ní a ueces como
ohos chrcos qtrc s e descompen"s an a"r"iil"G En esta construcción, qlre constihrye runa categorís acotada
se mantuuo' At contrarío, engordó *, p"q;i;;á"sb dí,.rísis- HIo. no, de la enfermedad, son dejadas de lado las variadas dificultades
entó fViviana, 6 de... de atan^o
a-ños].
personales y sociales que acompañan a los éxitos y fracasos en la
Este testimonio refleja cómo, muchas c€uTeria del enfelTno renal. Según Plough, el estrés emocional y
rrofesional, ra percepción del médico
veces, por su formación social de los enfermos corr insuficiencia renal terminal no está
rrgánicos de ra enfermedad y
sóIo .t rrta a los aspectos relacionado con la enfermedad en una categoría clÍnica compre-
no üene en""tcuenta er rol de la psi_ trensiva e irrtegrativa. Más que aceptarlos resr¡ltados ambiguos de
:oprofilaxis quirúrgica .o*t método
pr.'r.rru.ro
en toda intervención a. ..r*rÉrg"j,-.r", de aplicación la terapia y los límites del saber médico,
l;:::tbte en especiat, en
.--!a construcción clinica, de la insuficiencia renal crrlpa aI enfermo
I
X. Conclusiones il5
t14 Graciela Prece y Marta Schufer
paciente. Otros miembros del equipo de salud (enfermeros y téc- REFLEXIONES FINALES
nicos en hemodiálisis) van adquiriendo importancia para las fa-
milias según la secuencia de los tratamientos a que son sometidos
los pacientes a lo largo de su carrera de enfermos y la relación que
establecen con ellos crea lazos de confianzay de compromiso. Este
personal es responsable de transrniür información de vital im-
portancia para la sobrevida del niño y está encargado de las
manipulaciones dolorosas inevitables en el tratamiento; pero a la
vez es el que brinda alivio y continencia emocional.
Es importante que desde las instituciones médicas se provea
a las familias de un rnarco adecuado para reflexionar acerca de
sus actitudes hacia el miembro enfenno, de modo de favorecer su
autonomia relativa y desarrollar una identidad personal y social
positiva, qrle ponga énfasis, no en la incertidumbre y las limita-
ciones que la enfermedad crónica trae consigo, sino en las ca- Si el objeüvo de la investigación era mostrar cómo las famtlias con
pacidades que aún puede desarrollar como persona. un niño enfermo afrontan la enfermedad, creemos que lo expucsto
en los capítulos anteriores y la elocuencia de los testimonü" q,r*
presentamos lo hacen con creces.
En estas úlümas consideraciones quisiéramos transml¡r
nuestras vivencias personales al realizar la invesügación y algu-
nas reflexiones que surgieron en el transcurso del árduo anált,skt
de los datos obtenidos.
sabíarnos que nos enfrentábamos a un tema duro, con f,aml-
llas en situación desventajosa en muchos sentidos, yel üempo quc
pasamos en el hospital, sea entreüstando a las madres o hablando
con el personal o bien la simple espera en un pasillo, observanclr
el dtscurrir cotidiano, nos confirmó ampliamente lo que supo-
níamos.
La metodologia elegida implicaba el desafio de captar la
srrb"f ctlvldad del otro con una actitud abierta para impregnárse
clt:
l¿r rr:¿rliclad de los actores insertos en esta trama soctal y perclbtr
cl peso cle los condtcionantes estructurales sin perder ia espect-
flclclad tkrl caso indlvldual.
Y al acercarnos a la dramátlca realidad de las f,amtltas con un
hlf o gravemente enf'ermo, cuya vicla de ntño ha stdo erbruptamente
at¿rr'¿rcla por la enfermedad, hemos recibtdo cl alto lmpacto del
tltlltlr, dcl cora.fc, dcl ¿rballmlento, clcl r(:surgf r ¿rntc la aclvgrslclacl.
<k: l¿t (:tt[x'ranz¿t, tlt: l¿r rtt:t:t:slclarcl clc r:rcr:r, cle la clt:cllr:¿¡r:ki¡t total,
rlt' l¿r t:nlrt.¡{a g(:n(:n}s¿t.
l'ln¿¡s rn¡rrlrt's (llr(' s(' ck:x:s¡x:riln
Jx)rqtrr: lk.¡rr:t¡ t¡ttr: vettlr n:
I I 17 |
118 Graciela Prece y Marta Schufer
)O. Reflexiones finales
AGRADECIMIENTOS BIBIIOGRAFÍA
M. S.
Agradezro a Guillermo y a mis cuatro hijos el haberme
proviJto de un entramado .bu¿o que me permitió afrontar el
contacto con el dolor y Ia desesperartn. A mis padres, por
permitÍrme ser tesügo de su compromiso con los pacientes y
farnilias en el sanatorio d.onde me tocó crecer. n mis ",r,
del centro de Invesügaciones de Medicina y sociedad "o*prá.r."
pór haber
compartido el interés por lo que la gente siente y, en especial, a
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